Los amigos de papá, Parte 02

Inspirado en el relado “Los amigos de papá“, me tome la libertad de extender la historia y de ser posible continuarla, lo hago con todo respeto hacia el autor original, pero debido a que no le dio continuacion espero me otorge su indulgencia al hacerlo con mis limitados conocimientos de literatura.

Los amigos de papá (continuacion de un relato fabuloso, que si bien no fui el autor, me quito el sombrero ante él, estuve esperando durante mucho tiempo la continuacion, pero al ver que no se dio, entonces intento este pequeño ensayo, a ver que les parece, si es de su agrado favor diganmelo para seguir volcando mi imaginacion en el papel, o de lo contrario tambien digamelo para que detenga esta locura y deje de molestar con estos intentos de escritor, de cualquier manera espero que lo disfruten, Salud”

Cuando termine de limpiarme la boca del semen de mi papa, pude ver que el señor corpulento se estaba limpiando también su verga con una toalla y con la misma limpiaba la vaginita de la chica que estaba hace un momento penetrando.

A todo esto yo estaba aún sentada sobre la grama a la par del vehículo del señor corpulento, el cual estaba hablando con mi papa – Por fin te animaste Victor, tu pequeña si tiene una boquita deliciosa, debiste traerla desde hace rato –

Mi padre contesto – Bueno, Tony, no quise apresurar las cosas, tenía que ser algo natural que ella desease, verdad mi princesa – dijo dirigiéndose a mí.

Yo solo atine a decir mientras me levantaba – Si papi.

– Y bueno, ya sabes que todo esto queda entre nosotros ¿verdad Victoria? – me dijo el Señor que ahora sabía que se llamaba Tony.

– Si señor Tony – respondí.

– Esta es mi hija Ana, tiene 11 años – dijo el señor Tony presentándome a la chica que estuvo penetrando y que ahora estaba recostada en el vehículo con su falda aun en la cintura, sus piernitas estaba aún temblando y no me superaba por más de unos centímetros, ya que yo tengo 9 años. – Hola – me dijo tímidamente – Hola, le respondí.

Mi papa no dejaba de ver las piernitas y el conejito desnudo de Ana, él estaba aun con los pantalones abajo y Tony estaba desnudo de la cintura hacia abajo. Ellos por lo visto se conocían de bastante tiempo ya que se estaba preguntando cosas familiares.

A todo esto Tony me paso el brazo por el hombro con mucha familiaridad, y mi padre hizo otro tanto con Ana recostándose en el vehículo de Tony a la par de ella.

– Creo que tengo aun unos 45 min. antes de irnos – comento mi papa como diciendo nada.

– Ah que bien – dijo Tony – Eso nos da un tiempo más para jugar un poco, ¿qué te parece Anita? – Dijo guiñándole el ojo a su hija.

– Si papaíto – le contesto Ana que no apartaba la vista de la verga de mi papa que empezaba a endurecerse nuevamente.

Yo también la observaba de hace unos minutos y vi como estaba creciendo rápidamente y me asombre de que todo eso me había podido meter en la boca hace unos segundos.

Luego levante la vista y pude ver como mi papa se inclinaba un poco para darle un beso profundo en la boquita de Anita, la cual lo recibía con normalidad, pude apreciar que la lengua de mi papa exploraba toda la boca de la niña de 11 años.

De repente pude notar que mi mano también era guiada, pero esta vez por Tony, hacia su miembro viril, el cual también estaba empezando a levantarse, al tener el contacto con su pene sentí un escalofrió y apreté su miembro, el cual empezó a reaccionar, Tony me fue guiando la mano para que empezara el sube y baja de su prepucio y ejerciendo un poco de presión en mis hombros me hizo arrodillarme en la grama, poniendo su verga a la altura de mi boca, la cual sin miramientos abrí todo lo que pude para recibir ese pedazo de carne caliente y la empecé a mamar, despacio, con las indicaciones que Tony me daba.

– Wow, Victor, como te decía, Vicky sí que tiene una boquita deliciosa, ve como la chupa de rico – decía Tony a mi padre que ya tenía a Anita de rodillas también con su verga en la boca que la pequeña y no se perdía ni un momento la vista de cómo le metían una verga en la boca de su hijita.

– Si Tony, será una excelente mamadora igual que tu Anita.

De reojo pude ver como Anita lograba engullir toda la verga de mi papa, mientras que yo solo lograba meterme tres cuartos de la verga de Tony, que si bien no era tan gruesa como la de mi papa, si era más larga.

Luego de estar 5 minutos mamando las vergas de Tony y mi Papa, puede ver como este levantaba a Anita y la ponía de espaldas a él con las manitos sobre el coche de Tony, yo segui lamiendo el tronco de Tony mientras miraba las maniobras de mi papa, aunque note que Tony levanto la vista y pude ver que era porque el tipo que estaba solo en el auto se acercaba, con el zíper abierto y con la verga de fuera acariciándosela despacio.

– Hola Tony – le dijo el tipo – Hola Benito como has estado – respondió Tony – hoy te toco venir solo?
– Si hombre, Maria tuvo que ir de compras con su madre ya que tiene recital mañana, espero que ya mañana me la pueda traer nuevamente.

– Ah bueno, lastima verdad – Dijo Tony.

A todo esto, mi papa ya se había colocado detrás de Anita y estaba apuntando el cabezote de su verga hacia la cuevita de la niña, por un momento pensé que no podría meter todo eso en el hoyito rosadito de la pequeña, la cual solo cerraba los ojos anticipando lo que vendría. Y lo que vino fue que mi papa lentamente fue introduciendo su verga por el orificio, ensalivando cada trozo de verga que iba penetrando en la pequeña, que solo respiraba rápidamente, y apretaba sus manitos. Ese movimiento fue seguido tanto por Tony, Benito y yo sin perdernos un segundo, hasta que mi papa estuvo completamente adentro de la niña.

Luego empezó un suave bombeo y pude ver que gruesas gotas de sudor caían de la frente de mi padre directamente a la pequeña espalda de la niña, que por lo visto no era primera vez que recibía a mi papa, ya que en breve estaba ella moviéndose con fuerza hacia atrás para recibir los embates de cintura de mi padre, logrando un ritmo lujurioso.

A todo esto, no me había fijado que una de mis manos había sido tomada por Benito y la había colocado en su verga dura, que si bien no era larga ni gruesa como la de Tony o mi papa, si era muy cabezona, y yo sin darme cuenta ya estaba masturbándolo mientras tenía en mi boca la verga de Tony.

– ¿Me dejas probar la boquita de tu hija? – le dijo Benito a mi papa, el cual estaba fuera de esta mundo penetrando como animal a la pequeña Anita bufando como toro en celo, – uf, uf, ah? Ok, Ok, dale compadre, – atino a responder.

Benito no necesito otra indicación más y tomando con su mano mi quijada, la descorcho del pene de Tony y llevo mi boca semiabierta hacia su cabezote morado, y lo empezó a introducir poco a poco y yo empecé a succionarlo como recién había aprendido.

Tony entonces se separa de nosotros y se acercó a la boca de su hija y coloco su verga en ella, ahora la pequeña Ana se encontraba entre la verga de mi padre por su coño y la verga de su padre por la boca, mientras yo estaba intentando contener toda la verga de Benito en la mía.

Benito ya debía de tener buen tiempo masturbándose en el auto, ya que en menos de 5 minutos estaba inundándome la boca con su semen, que me pareció un poco más dulzón que el de Tony y mi Padre.
Al terminar Benito se sentó en la grama a observar la cogida que le daban a Anita entre mi padre y su padre, yo también me senté a observar.

Mi padre se notaba que estaba a mil y en minutos pude ver como se ponía todo colorado y agarraba de la cinturita a Anita, atrayendo su cuerpito más si pudiera contra él, y pude observar como bufaba mi padre mientras se vaciaba en el pequeño útero de la niña. – Ah, Ah, Ah, me vengo, me vacioooooo, que deliciosooooo – exclamo casi en susurros mientras sus manos quedaban marcadas en la cintura y nalguitas de la niña. Tony por otro lado al ver que mi papa había acabado, jalo a su hija descorchándola del pene de mi padre y la colocó en 4 patas, al hacerlo pude ver que la cara de Anita era todo un poema, notándose que se había venido junto con mi padre.

Mi padre se vino a sentar a la par mía y quede entre Benito y mi papa, por la posición pensé que Tony se cogería por detrás también a su hija, sin embargo no estaba del todo acertada.

– ¿Quieres ver lo que pasara ahora? – me dijo Tony – y de inmediato me acerque gateando hasta quedar viendo como Tony no estaba metiendo su verga en el coñito de Ana, si no que había recogido con los dedos el semen que chorreaba de la vaginita de Ana y lo regaba en todo su anito, colocando luego su glande en la entrada y comenzó a presionar, logrando abrir ese pequeño y rosadito hoyito, volteé a ver a Anita, la cual solo apretaba los dientes y abría los ojos como platos, cuando regrese la vista, puede ver que Tony ya llevaba media verga introducida en Anita.

Wow, mi mente estaba volando, Benito ya se había acercado también y pude ver que su erección había regresado, Tony ya había logrado meter toda su verga y sus huevos chocaban en las nalguitas de Anita, la cual solo resoplaba con cada envite que le daba su papa.

Benito no aguanto más y le dijo a Tony – ¿Me permites? – a lo que Tony solo le respondió con una inclinación de cabeza, tomando a Anita por su cintura y la levanto un poco, permitiendo que Benito se acomodara debajo de los dos, luego pude ver acercándome abajo, como la verga de Benito se introducía por la vaginita de Anita, mientras la verga de Tony aún estaba en su anito, al ver la cara de Anita parecía que estaba drogada, ya que sus ojos estaban entrecerrados y un hilo de saliva caía de su boca, la escena me parecía excesiva, Tony afianzado con sus manos en las pequeñas nalgas de su hija introduciendo con ritmo su verga en el ano, mientras Benito se aferraba a la cintura de la nena, penetrando al mismo ritmo su vaginita. No creí que podría Anita aguantar más… pero me equivoque, ya que al voltear a ver nuevamente la carita de Anita, ya no estaba sola, la verga gruesa de mi papa estaba ahora ocupando su boca.

Los tres hombres maduros, entre 35 y 45 años tenían ensartada a la niña de 11 años, la cual los recibía con gusto, en menos de 5 minutos, casi sincronizados, pude escuchar los bufidos de los tres hombres descargando su leche en la niña, cada uno en su agujero ocupado.

Al finalizar los tres se descorcharon de Anita, la cual quedo sobre la grama, busque la toalla que había visto a Tony usar anteriormente y me puse a limpiarla, y pude notar que tenía una sonrisa de satisfacción como que se hubiera comido un pastel de chocolate entero. – ¿Cómo estás? – le pregunte – mmmm, re-bien, esto es de lo más delicioso que he hecho – me contesto.

Volteé a ver y mi padre se estaba subiendo los pantalones así como también Tony y Benito. Ayude a Anita a levantarse y componerse, luego se subió al carro de su papi y nos despedimos con un besito en la mejilla, y me anime a preguntarle – ¿Hace cuánto que te coge tu papa? – Uhhh, desde que tenía 6 años – me dijo sonriente.

Luego regrese con mi papi y lo tome de la mano, este ya se había despedido de Benito y de Tony, el cual me dio un beso en la mejilla y me apretó una nalga al tiempo que me giñaba un ojo.

Regresamos al carro y mi papa se me quedo viendo y me dijo – Recuerda que de esto ni una palabra a nadie, si no, no te vuelvo a traer, de acuerdo princesa?

– Si – le conteste, luego de unos segundos en silencio, me anime a preguntarle – Papi… ¿cuándo me cojeras como a Anita?

– Pronto… mija… pronto… – fue su respuesta, arranco el carro y nos dirigimos a recoger a mi mama.

Continuará