El relato erótico "Zorrita de kinder" es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de blogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.
No sigas leyendo si eres menor de 18 años y/o consideras que la temática tratada pudiera resultar ofensiva.
Año 2000, estacionado afuera de un kínder en medio de la noche, 2 de la madrugada, tratando de dormir, pude ver una pequeña niña güerita de cabello rubio corriendo así el kínder escalando la entrada, sin demora tome mi lámpara y brinque la entrada asiéndome pasar por el velador del lugar me encontré a la pequeña en uno de los salones asustada rogándome que no le contara a nadie.
Solo viendo su carita llorosa me daban ganas de alzarla y atravesar su cuerpo con mi verga, le propuse un trato a la pequeña, no le diría nada a nadie pero tendría que hacer lo que yo le dijera si no le diría a sus padres y a los maestros, la pequeña podía ver como sobaba mi bulto con mis mano mientras le decía el trato, con lágrimas y dudando acepto.
Para facilitar las cosas le di un pequeña pastilla de Yumbina, tomando sus manitas le dije que tocara mi bulto, tímidamente comenzó a sentirlo mientras me recargaba en el escritorio del profesor, cada vez podía sentir como lo hacía con más ganas, solita empezó a bajar mi bragueta metiendo sus pequeñas manos sacado mi verga tan dura como roca, pagándomela con sus suaves manitas con mucha astucia, tome su cabeza y le dije que abriera la boca para meter la punta obligándola a mamar su primera verga y sin ofrecer resistencia llegue a su garganta en la cual empecé a soltar mi primera corrida, un mes entero sin poder tener una corrida, llenando su boquita y ropas de viscosa leche que salía de su boquita, tratando de escupir le tape la boca y le dije que lo tragara y mientras lo hacía limpiaba mi verga debajo de su camisita llenando sus pechitos con leche.
Cargando un niña de kínder con mi verga acariciando debajo de su calzoncito mojado de inocentes fluidos mientras la pequeña gemía mientras mis dedos lubricados con viscosa leche aflojaban su esfínter, no gemía tanto al hacer a una lado su calzón y colocar la cabeza de mi verga en su apretado culito mientras le abría sus nalgas, forzando la entrada en su intestino se desmallo después de meter la mitad pues aunque estaba muy lubricado apretaba tanto que empuje muy fuerte hasta meter lo más posible, espere un momento disfrutando como su culito se estiraba a su adaptándose al calibre de su primera verga, y como si fuera muñeca de trapo saque y metí mi verga en el culito de esta zorrita de prescolar estirándolo bruscamente.
La acosté sobre el escritorio boca abajo y con a cada embestida a su culito salía un mescla viscosa con un fuerte olor a mierda, leche y un poco de sangre que lubricaba con cada embestida hasta que bolas pegaban en su rajita, cuando sentía mi segunda carga empuje hasta los más profundo soltando mis sucia esencia directamente en su intestino, al sacar mi aun insatisfecha verga de su aflojado culito podía ver ese enorme orificio del cual salía mi leche escurriendo por su entrepierna hasta lo largo de sus piernas para caer al piso, limpie mi sucia verga debajo de su camisa embarrando su pequeña espalda con nuestra viscosa y maloliente mescla anal.
La inflamada cabeza de mi verga sedienta aun del interior de esta niña de kínder recorrió de entre en medio de sus inflamadas nalguitas asta bajar a sus pequeños labios vaginales que chorreaban de jugos, acariciando de arriba abajo bañando mi verga de sus dulces jugos, cuando voltee boca arriba a la niña y recargue mi verga en su barriga vi que estaba despierta con la mirada perdida soltando saliva por su boca.
Abriendo sus piernas a casi 180° apunte mí hinchada cabeza y empecé a hacer presión en su estrecha rajita solo hacia un gemido muy tenue y lentamente fui estirando sus vírgenes paredes vaginales al igual que sus labios casi desapareciendo su rojo clítoris por el calibre de mi verga, disfrutando cada centímetro que recorría hasta topar con la entrada de su virgen útero de prescolar, saque casi toda mi verga solo dejando la cabeza dentro y de un rápido empujón forcé mi entrada en su vientre donde en un futuro tendría un bebe ahora tenía su primera verga, la niña gemía con fuerza reaccionando a la entrada y salida de mi verga en su útero, al poco tiempo recibió mi última descarga directamente en su vientre, limpie la sangre y la leche en su calzoncito y la deje sobre el escritorio.
Mi sorpresa fue que al siguiente día la vi entrando a su escuela ya en la noche sin percatarme toco a mi camioneta buscándome regresando por más lechita fue ahí cuando me dijo su nombre y me pidió que fuera su novio, con tal de seguir entrando en su vientre no me importo pues cuando paso por su ciudad me la encuentro para darle su lechita, a sus 11 años tuvo su primer bebe una hermosa nena posiblemente resultado de mis visitas a su vientre y culpo a su novio, hoy en día tiene 19 años y nuestra nena 4, pronto cumplirá 5 y será momento de que siga los pasos de su madre haciéndola un zorrita de kínder.
Fin