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    Las gemelas y Papá Noel

    8 de noviembre de 2024 en Incesto, Sexo en público, Sexo en grupo, Relatos SDPA, Jovencitas

    Esta publicación es la parte 1 de un total de 3 publicadas de la serie Las gemelas

    Era época navideña. El 24 de diciembre la mayoría de la gente salía de compras al centro comercial, llevando a sus hijos en compra de sus regalos y todas esas cosas. Es el día donde todos los negocios se aborrotan de gente, todos comprando o haciendo algo, y el shooping estaba que explotaba.

    Mary y Katy eran dos Gemelitas que habían llegado con su familia para pasar las navidades junto con sus abuelos, primos y tíos que tenían acá. Como eran las dos únicas jovencitas de la casa, porque todos los demás parientes que estaban en la gran casa de los abuelos eran gente grande, eran las chicas consentidas. Las dos inocentes y rebosantes de energía, corrían por toda la casa gritando y riendo. Además eran unas jovencitas muy bonitas (y eso lo dirían también ustedes si las conocieran), casi todos en esa casa eran morochos y castaños, pero ellas habían salido con unos cabellos rubios como el sol y unos ojos de color verde esmeralda muy claro que hacían que todos comentaran lo hermosas que eran y cuanto más hermosas eran a medida que crecían.

    Katy era las más vivaracha y Mary un poquito más tímida. No eran muy altas, para la edad que tenían (11 añitos) median un metro con 50 centímetros (48 cm si somos exactos). Sus padres las vestían igual (como todos los padres que tienen hijos gemelos), pero de distintos colores. Y ese día de navidad las dos llevaban vestidos por encima de las rodillas un poco ajustados a sus cuerpitos que recién se estaban desarrollando, pero desarrollando de una manera abrumadora. Por las gemelas estaban en esa edad donde no se sabe si siguen ya son una mujercitas. Aunque si uno no las mirara bien, dirían que tienen mas edad de la que realmente tienen. Pero sus caritas inocentonas las venden. Katy estaba de rojo, y Mary de celeste, las dos con trencitas recogiendo sus cabellos atadas con lazos de igual color que sus vestidos, mediecitas blancas hasta las rodillas y sus pies con zapatitos acharolados.

    Todos se desvivían por ellas para darles todos los gustos, mimarlas, consentirlas en todo… Además de que ellas estaban muy emocionadas por la navidad, creían ciega e ingenuamente como buenas jovencitas en Papá Noel como les habían dicho sus padres, y nadie quería quitarles esa ilusión, por eso les dijeron que por la tarde irían a ver a Papá Noel que estaba en el centro comercial.

    Javier era su primo de 17 años y el, un joven picaron con las hormonas en ebullición, se aprovechaba de la ingenuidad de sus primitas para toquetearlas un poco, le daba mucho morbo que sean gemelas, que sean tan igualitas la una a la otra, y que sean tan pero tan preciosas. Esa mañana él le había dado un beso en sus labios sugerentes a cada una diciéndoles “porque las quiero mucho mucho, tanto que me da vergüenza, así que no le digan a nadie”. Luego les había tocado la cola a las dos en el baño en tono juguetón al entrar de improvisto cuando ellas se habían terminado de cambiar. Mary y Katy solo rieron muy divertidas e intentaron tocarlo a él, pero no lo lograron porque él era más rápido que ellas, creían que todo era un juego. También Javier las habían espiado en el baño mientras ellas se cambian, y se había excitado bastante al verlas en ropa interior, con calzoncitos blancos de algodón, observando que ambas tenían una colita respingada durita y redonda, que sus pechitos ya se desarrollaban de manera abrumadora, eran grandes como para entrar en sus manos perfectamente.

    Ya a la tarde, porque las gemelas estaban que caminaban por las paredes para ir a ver a Papá Noel, sus padres decidieron llevarlas al centro comercial en ese mismo instante. Acompañados de Javier, su madre y sus abuelos.

    -¿A él le tenemos que entregar la cartita no?- Preguntaba Katy a Javier en el camino.

    -¿Y porque Papá Noel esta en el shooping, ni vive en el Polo Norte?- Preguntaba Mary tímidamente.

    -Porque vino a buscar las cartas por esta zona, después va a otra, y luego a otra, hasta juntar todas las cartas…- Trataban de explicarles todos en el auto. Javier, que llevaba a Katy sentada arriba de sus piernas (porque todos no cabían en el auto) se excitaba sin control alguno por los rosees que hacia la cola de su primita en su bulto cada vez mas duro. Y había tomado una erección tremenda, tanto que le dolía, pero Katy que ni sabia lo que pasaba, solo sonreía.

    -¿Te molesta mi celular?..- Le dijo Javier para safar.

    -no, ¿por Tío?- Le contesto ella con la inocencia mas grande del mundo.

    Mary miraba emocionada por la ventanilla del auto, señalaba todo lo que veía y se las indicaba a su hermana, ellas pocas veces venían a la ciudad y estar allí las emocionaba mucho, era un mundo nuevo para ellas cada vez que visitaban a sus abuelos.

    Cuando llegaron al shooping las gemelas querían ver todo, iban arrastrando a sus padres de las manos de acá para halla, y al mismo tiempo decían a coro:

    -¿Dónde esta papá Noel? ¿Cuándo llega Papá Noel?..- Sus padres, que querían comprarles sus regalos sin que ellas los vieran hacerlo, le dijeron a Javier sin que ellas escuchen:

    -Javi, llevabas a recorrer el shoping y que vean al Papá Noel, así compramos los regalos…

    -No te preocupes tía, yo las cuido…-

    -En dos horas nos encontramos acá en el patio de comidas, sí?..- Le dijo su Tía y los dejos solos. Javier les dio las manos a las gemelas, una de cada lado, y fue arrastrado por ellas por todo el shooping. Javier se comporto bien, las cuido, las llevo a mirar vidrieras, les compro helados, las aguanto viendo sus muñecas preferidas, pero ellas insistían con ver a Papá Noel.

    -¡Vamos a donde esta papá Noel! Dale Javi!!!..- Le gritaban con sus vocecitas chillonas. Javier busco uno de los tantos Santa Claus que había por allí, y encontró uno cerca de los baños en el 3° piso. Era un viejo disfrazado, sentado en una silla rodeado de árboles de navidad y con 4 enanos. Ellos estaban charlando, ni había ningún niño alrededor, porque en el 3° piso no había cosas para chicos, la mayoría de los niños estaba en los otros pisos con sus respectivos padres, así que Papá Noel y sus enanos no tenían mucho trabajo y se dedicaban a jugar al póquer.

    -Papá Noel!! Papá Noel!!…- Corrieron gritando las gemelas hacia él, soltando las manos de Javier. El Viejo (porque era un viejo cualquiera, no papá Noel de verdad, se los digo por las dudas) las miro de arriba abajo cuando ellas se pararon frente a él sonriendo y con los ojos brillando de alegría y emoción. Se paso la lengua por los labios al ver a tan bellas criaturitas, y les sonrió.

    -Hay otros Pap…- Dijo uno de los Enanos sin ganas de atender a las gemelas, pero el viejo lo corto de golpe.

    -jo jo jo!!… Feliz navidad jovencitas!! ¿Vienen a verme?- Les dijo abriendo sus brazos, el enano se lo quedo mirando algo enojado. Javier, que se aburría de esa cursilería, vio a una amiga suya en el local de al lado y fue a hablar con ella, no creía que iba a tener problemas porque desde el local podía ver a las gemelas.

    -¡¡Que barbota tenes Santa!!..- Le decía Katy tocándole la barba al viejo. El había sentado a las gemelas en sus piernas, una en cada rodilla, y las tenia agarradas con sus manos enguantadas por sus estrechas cinturitas.

    -No tenemos chimenea Santa, ¿Cómo vas a hacer para venir a casa?…- Le preguntaba Mary. El viejo les contestaba cualquier cosa para dejarlas contentas. Mitras tanto, él les frotaba la espalda a las gemelas y veía de reojo las piernas de ellas, la piel blanca y suave que tenían.

    -Pero que bonitas jovencitas son!!..- Decía uno de los enanos mirando a las gemelas de cerca, ellas los miraban asombradas a los duendes ayudantes de Santa, que estaban vestidos todos de verde, chalequitos verdes y calzas verdes, sombrerito verde y zapatitos de duende… verdes, y con orejas de elfo de plástico. (Y una vez mas, no eran duendes de verdad, sino enanos de verdad o gente pequeña como les gusta llamarse, hombres adultos mas o menos un poco más bajitos que ellas, pero de manos grandotas y barrigudos como Papá Noel)

    -Tenemos unas cartitas así nos traes nuestros regalos…- Le comentaba Katy acomodándose en la rodilla del viejo y falso Santa. Él cerraba los ojos cuando ella hacia esto, porque ella rozaba su bulto con sus colita, provocándole un placer que sentía siempre que tenia alguna jovencita encima (y una de las grandes razones por las cuales trabajaba de Papá Noel, las jovencitas sentadas en sus piernas) Javier miraba de vez en cuando a las gemelas mientras charlaba con su amiga, y como veía que estaban allí alegres, estaba tranquilo y seguía charlando como si nada.

    -¡Pero que lindas piernitas!…- Les dijo otros de los enanos mirando las piernas de Mary, porque se le había levantado un poco su vestido y se le veían claramente sus piernecitas firmes y suaves. Ella sonrió sonrojándose un poco, pero no se molesto.

    -¿Y como se portaron este año?..- Les pregunto Santa.

    -Muy bien.. Muy bien!! No hicimos nada malo, no decimos malas palabras…- Decía Katy.

    -Hacemos caso a los mayores, no peleamos… bueno, Katy un poquito, pero no mucho…- Decía Mary.

    -¡¡Mentira!!.. ¡¡Yo me porto bien!!.. No santa, ¿Vos sabes no?..- Pregunto Katy. El viejo estaba con algo de saliva en la boca, baboseándose por las gemelas, ellas le hablaban sonriéndole y mirándolo fijamente con sus ojitos verdes, y se movían encima de él al unísono… El viejo de vez en cuando apoyaba una de sus manos en las piernitas de ellas y las tocaba cada vez mas, miraba a los enanos y asentía con la cabeza, y entre todos se miraban cómplices.

    -Voy a ver si esta todo en orden…- Dijo uno de los enanos y salió hacia los baños. El viejo Santa solo asintió y siguió hablando con las gemelas. Javier estaba muy concentrado hablando con su amiga, y miraba de vez en cuando, y cada vez menos a las gemelas.

    -Porque son muy, pero muy lindas y buenas, tengo regalitos de mas para ustedes dos!…- Les decía el viejo Santa, y las gemelas abrían la boca de asombro y le preguntaban que les iba a regalar.

    -Pero no le tienen que decir a nadie, porque los otros niños se pueden poner celosos y eso me pondría muy pero muy triste…- Le decía Papá Noel.

    -¿¿Y que es?? ¿¿Que es???…- Decían exaltadas ellas batiendo sus manitas. El viejo reía y solo decía “ojo jo jo, ya va a ver!!”… mas emocionado que las gemelas. Uno de los enanos miraba a su alrededor, mientras el otro volvió de los baños y dijo “todo en orden”.

    -¿Quieren ver sus regalitos ahora? Pero solo porque son ustedes!!..- Les dijo el viejo Santa al ver que las jovencitas estaban solas y porque su niñero estaba ocupado y muy distraído con sus asuntos y no las miraba, cosas de la juventud…

    -Podemos!!!! Siiiii!!!…- gritaron y aplaudieron las gemelas de pura emoción. Javier las miro y como vio que estaban todavía allí con el viejo, siguió charlando con su amiga a ver si conseguía una cita.

    -Vengan, pero disimulen que nadie se tiene que enterar…- Les dijo el viejo Santa llevándoselas rápidamente de la mano, seguido por los enanos. No había mucha gente, y nadie los vio irse. El viejo Santa las llevo al baño, ellas iban en silencio y mirando hacia todos lados emocionadas por estar con Papá Noel y conocer el lugar donde guardaba todos sus regalos.

    -Esto es una baño santa…- Dijo Mary al ver que entraban en uno de los baños.

    -Acá esconde los regalos tonta.-Dijo Katy rápidamente, y Mary dijo “ahhh si”.

    -Pero que inteligente sos!!..- Dijo el viejo Santa y Katy sonrió orgullosa. Uno de los enanos se quedo en la puerta y puse un cartel del lado de afuera que decía “no funciona, en reparación, peligro, no entre si autorización”.

    Dentro del baño estaban las gemelas rebosando de emoción con el viejo charlatán disfrazado de Papá Noel y los cuatro enanos disfrazados de duendes.

    -Ahora cierren los ojitos y nos los abran para nada del mundo, sí mis jovencitas?…- Dijo el viejo Santa, y las jovencitas paraditas una al lado de la otra los cerraron y quedaron con una sonrisa dibujada en sus caritas.

    Uno de los enanos pasaba una botella envuelta en diario y tomaban algo de ella. El viejo tomo dos tragos largos de la botella y siguió con la farsa.

    -Ahora voy a darles sus regalitos, pero no tienen que abrir los ojitos ni moverse, si?…-

    -¿Y como vamos a ver nuestros regalitos sí tenesmos los ojos cerrados?…- Pregunto Katy.

    -Porque no son para ver, son para sentirse alegre alegre y explotar de alegría!! Todos vamos a explotar de alegría!!!..- Dijo uno de los enanos y todos rieron, inclusive las gemelas aunque no entendían.

    -¿¿¿Vamos a explotar de alegría???…- Pregunto Mary ansiosa ya de recibir su regalo.

    -Aja, ahorita lo van a sentir…-Dijo el viejo mientras se acercaba a ellas junto con los enanos.

    Las gemelas temblaban de la emoción, se preguntaban que seria esa maravillosa cosa que las haría “explotar” de alegría. El viejo se arrodillo delante de Mary, y un enano se puso atrás (también arrodillado, aunque no hacia mucha falta). Los otros dos enanos fueron con Katy, uno arrodillado delante y otro atrás, mientas el ultimo enano estaba en la puerta.

    -No se muevan ni abran los ojos, pase lo que pase, si?… Dijo el viejo Papá Noel acercando sus manos a las piernitas de la jovencita, al igual que los otros enanos. Las gemelas dijeron “sí!” al unísono. El viejo Santa lentamente levantó el vestidito de Mary y apoyo su mano enguantada en las piernas de ella, comenzando a frotarlas, acariciándolas.

    -Santa… que haces???…- Preguntó ella suspirando y conteniendo la risa antes las carisias. Katy estaba siendo sobada en sus piernas por los otros enanos y no decía nada, solo respiraba un poco agitada y sonreía de oreja a oreja.

    -No hagas ruido, vas a ver que te va a encantar….- Dijo el viejo frotando, o mejor dicho sobando con ganas las piernitas de Mary. El enano hacia lo mismo desde atrás, y ya había llegado a la cola de ella y aplastaba los cachetes suavemente por encima del calzoncito.

    Los enanos que estaban con Katy, la sobaban por todas sus piernitas, el de adelante le frotaba su vaginita por encima de su bombachita, y Katy cerraba los labios fuertemente para no emitir sonido como les dijeron, aunque sentía muchas cosquillas.

    -mmmmmmmpsfffaaahhmmmm….- Respiraba Katy, comenzando a gemir. Los enanos y el viejo se miraban entre ellos y sonreían, al ver lo fácil que era la cosa.

    -¿Les gusta el regalito jovencitas?…- Pregunto el viejo Papá Noel.

    -Si… me hace cosquillas….- Dijo Katy.

    -Me…aahhh…me… gustaaaa- Gimió Mary sintiendo como los dedos gordos del viejo (que se había sacado el guante) hurgaban ya bajo su calzoncito y jugaban con su vaginita provocándole sensaciones que nunca antes había sentido. Las dos gemelas estaban quietecitas, pero sentían que sus piernitas flaqueaban por esa corriente de electricidad que recorría sus cuerpos a causa de esas carisias que recibían.

    -Ahorita voy van a sentir que explotan… –Dijo el viejo bajando el calzoncito de Mary hasta sus rodillas. Metió su cabezota entre sus piernas. La Barba del viejo hacia cosquillas a Mary, pero cuando sintió la lengua espera y grande del viejo lamiéndola allí abajo, jadeo largamente a mas no poder.

    -aaahhhhh santaaa…..- Y se agarro de la cabeza del viejo Santa, apretándola contra sus piernitas, queriendo que meta su lengua mas mas en su vagina, que esa lengua entre mas y mas profundo. El viejo la lamía rápido, pegando lengüetazos aquí y allá, chupando su pequeño clítoris, mientras el enano de atrás lamía la cola de Mary, abriendo los cachetes de la cola y metiendo su lengua en el pequeño orificio de ella.

    -Me encanta mi regalo… aahhh… me encanta….- Gemía Katy recibiendo el mismo tratamiento por parte de los enanos. Pero ellos además de pasar sus leguas por sus agujeritos, metían suavemente un dedo, uno en su vagina, y otro en su ano, sin provocarles dolor.

    -aahhh… si… Santa… me gusta.. Me gusta… me gusta!!!… aahhhhh!!!!…- Comenzó a jadear Mary cada vez mas fuerte, sintiendo que su cuerpo convulsionaba, parecía que recibía una descarga eléctrica que la recorría de la punta de los pies a la cabeza. Apretó fuertemente la cabeza del viejo Santa contra ella, y tiro su cola hacia atrás haciendo que le enano meta mas su cabeza y su lengua y dedos sus nalgas y perforando mas su anito… y tubo su 1° orgasmo gritando y gimiendo.

    -Siiiii!!… aahhhh!!!… exploto!!.. explotoooooo!!!!…- Jadeo gritando Katy también acabando convulsionando todo su cuerpecito. Las dos quedaron jadeando con los ojos cerrados, respirando todo el aire del mundo y con los cachetes colorados, sonrientes por la nueva sensación que habían sentido.

    -¿Les gusto el regalito?…- Pregunto el viejo tragando los jugos de Mary, saboreándose.
    -Sí… Me encanto…- Dijeron al unísono las gemelas.

    -No abran los ojitos, que ahora tengo otro regalito para ustedes…- Dijo el viejo Santa parándose y bajándose la cremallera del pantalón rojo.

    -¡¡Otro regalo!! ¡¡Otro regalo!!..- Decían emocionadas las gemelas. Los enanos también bajaban los cierres de sus pantalones verdes. El viejo Santa saco su pene afuera, erecto, enorme, largo y cabezudo, lleno de venas y chorreante de jugo. Los enanos no se quedaban atrás, sus miembros eran como mangueras (Y el mito de los enanos es… soy enano pero me la arrastro) Ellos se las meneaban frente a las gemelas que como no abrían sus ojos no veían que era. Así que estaban ellas allí paraditas sin calzoncitos, con los ojitos cerrados y sonrientes una al lado de la otra, mientras Papá Noel y sus enanos tenia sus vergotas afuera y se pajeaban mirándolas.

    -Ahora se ponen de rodillas y van a comer el mas rico postre del mundo…- Dijo el viejo Santa, las gemelas se arrodillaron sin chistar, sonriendo ampliamente, de golosas que eran. El viejo fue hasta Katy ahora, y Mary se quedo con dos enanos. Cada una de las gemelas tenia frente a ellas dos enormes vergas apuntándoles a la cara. Ellas lanzaban risitas tontas nerviosas por saber cual era el nuevo regalito.

    -Agarren con sus manitas las mangueras del postre…- Decían el viejo Santa y los enanos guiando las manitas de las gemelas hacia las vergas. El enano que cuidaba la puerta también tenia su verga afuera, y la tenia extremadamente gorda y cabezuda, y se masturbaba mirando la escena.

    -Están calientes….-

    -Son grandes y gordas….- Decían las gemelas cuando tuvieron cada una de esas vergas en sus manitas. Ellas eran tan pequeñas y las vergas tan grandes que sus manitas apenas podían agarrar semejantes aparatos de carne.

    -¿¿¿Que tenemos que hacer???- preguntaron ansiosas, riéndose entre ellas. Y el viejo excitadísimo de tener a dos gemelas a punto de mamar vergas, les explico:

    -Ahora tiene que chupar y chupar hasta que las mangueras les den el postre más rico del mundo!!..-

    -¿¿En serio?? Es él más rico del mundo????…- Pregunto Mary.

    -¡Sí tonta!, si lo da Papá Noel, debe ser el mas rico del mundo…- Dijo Katy haciéndose la inteligente.

    -¡Pero que inteligente sos!…- Dijo el viejo Santa acercando su vergota a los labios de Katy. “Ahora abri la boca, lo metes y chupas como si fuera una mamadera”. Le dijo, y Katy al sentir la cabeza del pene en sus labios, abrió su boquita dejando entrar la barra de carne del viejo Santa. El pene era tan grande que ella abrió sus labios lo mas que podía y solo entro la cabeza y algo del tronco, no cabía mas en su pequeña boca.

    -Es muy grande, no me entra entero en la boca…- Decía Mary sacándose la verga del enano del la boca.

    -No importa, chupa hasta donde puedas…- Dijo el enano metiéndosela de nuevo en la boca. Las gemelas no querían abrir los ojos porque creían que los regalos iba a desaparecer, así que comenzaron a chupar las vergas de ellos con esfuerzo.

    -Así… así esta bien….- Decían ellos al sentir las lengüitas de las gemelas frotándoles el pene. El enano de la puerta no aguanto mas y se acerco a ellos, fue hasta Mary y puso su verga en su manita libre. Mary tenia a tres enanos con ella, dos vergas en sus manitas y una que apenas si la cabeza le entraba en la boca. Le indicaron que subiese y bajase sus manitas por las que tenia en sus manitas, y así comenzó a masturbar a los enanos.

    -mmmm… mmmmmmm…- Katy chupaba la verga del viejo con esfuerzo, haciendo fuerza, quería sacar ella el postre prometido. También masturbaba rápidamente con su manita al enano que estaba con ella. Mary mamaba lento y suave, degustando la verga del enano con su lengua, sus manitas subian y bajaban lentamente por las otras dos vergas.

    -Pásenle la lengua… eso.. Como a un helado…- Le indicaban y ellas lo hacían. Se sacaban el pene de la boca y pasaban su lengüita por todo lo largo, cambiaban de penes, Mary tenia mas trabajo porque tenia tres, pero Katy se metía las vergas hasta que chocasen con su garganta. Lamían los huevos, apretaban los glandes, succionaban… aprendían muy rapido.

    Uno de los enanos comenzó a gemir y agarrando la cabeza de Mary la movió más rápido, metiéndole la verga hasta la garganta y comenzando a eyecularle dentro chorros y chorros de leche caliente.

    -¡¡¡Toma el postresito!!! ¡¡¡Ahhh!!!…- Y Mary tragaba y tragaba la leche que recibía con esfuerzo, su boquita succionaba el pene del enano, pero el semen era tanto que se le salía por la comisura de los labios y chorreaba por su carita.

    -¿Te gusto?…- Pregunto el enano jadeando.

    -Es saladito.. Es rico…- Dijo Mary y otra verga entro en su boquita, ella sin mas comenzó a mamarla como a la anterior. Katy ahora también recibía la leche del viejo en su boca, pero solo trago unos chorros porque el viejo saco su verga y termino de acabarle en su carita, salpicándola y dejándola llena de leche por todos lados.

    -mmmm… aahh,, que rico….- Dijo Katy saboreándose, pasando su lengua por sus labios. Y se lanzo a mamar la otra verga que le faltaba desaforada por tragar. Comenzó a chuparla con mas esfuerzo que antes, más rápido y con mas ganas… la habían convertido en una viciosa del semen.

    El viejo Santa se arrodillo detrás de Katy y levantando la cola de ella en pompa, comenzó a lamerle el anito y a meterle un dedito en la vagina provocándole gemidos a la gemelita.

    -¡¡¡mmm!!! mmmmmmmm!!!!…- Jadeaba ella con la boca llena de verga y chorreando todavía leche por todos lados. Mary recibía lo mismo, el enano que ya había acabado comenzó a chuparle la cola y a mandarle un dedo en su vaginita, preparándola para el siguiente regalito.

    -Aahhh… mmmm… Santa… Me gusta….- Decía Katy cuando se sacaba la verga de la boca. El viejo metía su lengua en la cola de ella, y con un dedo trataba de dilatar poco a poco el pequeño orificio trasero. Mary ya recibía gustosa un pulgar en su anito, que el enano movía en círculos abriéndolo mas y mas.

    Javier afuera había terminado de charlar con su amiga, pero no había conseguido la cita por la que tanto había trabajado. Algo enojado por su fracaso, fue a buscar a las gemelas. Vio que no estaban, y que tampoco estaba los enanos y el Papá Noel. En el lugar solo había sillas vacías y árboles de navidad. Se imagino que habían terminado su turno de trabajo y ya se habían ido.

    -huy, ¿donde se metieron las enanas?…- Dijo comenzando a buscarlas por los alrededores. Pensaba que ellas habían ido a mirar alguna vidriera después de hablar con el Papá Noel, ni se imaginaba que ellas estaban mamando vergas a troche y moche en el baño.

    -Aahhhh!!… siii… Explotooooo!!!!….- Comenzó a gemir Mary sintiendo venir otro orgasmo. El enano detrás de ella había logrado meter ya dos dedos en cada agujero de ella. Y cuando la jovencita comenzó a acabar, el enano que recibía la mamada comenzó a eyecularle en la carita salpicándosela de semen. Mary al sentir que se le escapaba su postre, Agarraba la verga tratando de metersela en la boca y sacando su lengua, trataba de meter en su boca los chorros de leche que salina para todos lados sin control sobre su carita. Cuando logro meter la verga en su boquita de nuevo, ya no salía mas leche.

    -No sale mas…- Dijo triste con la carita embardunada de semen.

    -No te preocupes, acá tenes otra…- Dijo el tercer enano metiéndole su verga en la boca a la jovencita. Mary la recibio sonriente.

    -Aahhh!!… Santa!!!… Aahhhh!!!!…- Jadeaba Katy teniendo su orgasmo a causa de la chupada que le hacia el viejo Papá Noel en su vaginita y por los dos dedos que tenia en la cola de ella.

    -Mmmm!!… mmmmmm… mmmm- Luego ella siguió mamando como desaforada el pene del enano esperando su recompensa. El enano le caían gotas de sudor por la frente por el placer que le causaba la criatura. Mary ya tenia tres dedos dentro de su anito dilatado, mas dos en su vaginita. Los jadeos de ambas chicas eran increíbles y excitaban hasta a un muerto.

    Javier busco a las gemelas por los alrededores y no las vio por ningún lado. Se imagino la reprimenda que le darían si ellas se perdían en el shooping. Miro su reloj y todavía faltaba una hora para encontrarse con sus tíos y abuelos. Fue hasta los baños a ver si estaban allí, pero al llegar vio un cartel que decía: “no funciona”. Cuando estaba por irse, escucho una vocecita dentro de ese baño que le resulto familiar.

    -¿Así esta bien Santa?..- Era la voz de las gemelas. Apoyo su oreja en la puerta para escuchar mejor y abrió sus ojos de asombro al escuchar los jadeos que provenían desde adentro.

    -Aahhh… mmmmm…. Me gusta… mmmm… –Jadeaba katy con la verga del enano en la boca. La agarraba con sus dos manos y la chupaba lo mas fuerte que podía, subiendo y bajando su cabecita. El viejo Santa seguía chupandole la cola y la vagina, ya había llegado a meterle tres dedos en cada orificio a la jovencita.

    Mary tenia a dos enanos detrás de ella, uno chupando y mandándole dedos en su vaginita y otro en su cola, ambos con tres gordos dedos saliendo y entrando de ella. Al tercero ella le mamaba la verga, la tenia afuera de su boca y pasaba su lengua lentamente, mientras subía y bajaba su manita masturbándolo, porque la vergota de ese enano era tan grande que apenas si le entraba el glande entre sus carnosos pero pequeños labios.

    Javier abrió la puerta lentamente y se encontró con todo esto. Con sus primitas, las gemelitas adoradas por todos, las consentidas, las jovencitas más buenas e inocentes, las chicas más preciosas de su familia… mamando vergas y siendo lamidas y sobadas por el viejo Papá Noel del shooping y sus asquerosos enanos. Nadie lo vio, pero él entró y cerro la puerta en absoluto silencio sin salir del asombro.

    -Mmmmmm… Aaahhhh… Ssiiii….- Los jadeos se escuchaban en el baño. Javier no sabia que hacer, le excitaba la escena de ver a las gemelas teniendo sexo, ¡y que sexo, aquello era una orgía de las buenas! Pero tampoco estaba bien… Aunque su verga se hinchaba en su pantalón y sin que el se diera cuenta se la estaba frotando por encima de la tela mirando todo, sus ojos iban y venían por la escena sin parpadear.

    -¡Traga toda la lechita!….- Dijo el enano que tenia la verga dentro de la boca de Katy. Ella al mismo instante comenzó a mamar mas y más fuerte, succionando la leche que saltaba en su garganta a borbotones sin desperdiciar nada. El enano le agarraba la cabeza a la jovencita descargándose por completo en la boca de ella, hasta que después saco su verga.

    -Mmaahhh… Que rico…- Jadeo Katy con semen chorreando por sus labios. Mary hacia lo mismo, estaba pasando su lengua por el pene enorme de un enano, y este si aviarle comenzó a acabar. Los chorros de leche comenzaron a saltar en la carita de ella, y Mary habría su boquita tratando de que el semen caiga en su boca, pero termino mas encastrada en semen que antes.

    Ver esto sacó de sí a Javier, ver a las gemelas tragando semen era un sueño que él tenia hace mucho, y ya no pensaba en lo correcto, ellas no gritaba pidiendo auxilio ni ayuda… ellas jadeaban y pedían mas y mas, sonreían, gemían y reían tan felices y divertidas como nunca las había visto. Su mente no pensó mas, así que saco su verga y se acerco al grupo masturbándose.

    El viejo y los enanos lo vieron, se asustaron porque sabían que era el joven que cuidaba a las Gemelas, pero cuando se fijaron que tenia la verga afuera, erecta y encima que se estaba pajeando… Sonrieron para entre ellos asintiendo con la cabeza. Javier se acercó a Mary, que como su hermana, nunca había abierto sus ojitos como les habían dicho. Y ellas como bunas y obedientes que eran, no habían desobedecido esa orden.

    -¡¡Acaba de llegar uno de los reyes magos!!- Dijo el viejo Santa y las jovencitas rieron emocionadas.

    -¿El rey mago, quien es? ¿Baltasar??? ¿Gaspar??- Preguntaban ellas.

    -¡¡Es… eh, Gaspar!!…- Decía uno de los enanos mientras Javier ya arrodillado frente a Mary hacia presión con la cabeza de su verga en los labios de su primita. Ella al sentir nuevamente una verga abrió sus labios y la engullo para comenzar a mamarla lentamente como había aprendido a hacer.

    -¿¿¿No hay mas postre???…- Dijo Katy escuchando a su hermana mamar de nuevo. Y un enano le dio su verga, la cual ella comenzó a mamar rápidamente metiendosela hasta la garganta.

    Javier vio que uno de los enanos se acomodaba y apuntaba su vergota a la vaginita de Mary, le hizo una seña negativa con la cabeza. Luego mientras Mary estaba muy ocupada mamandole el pene, le dijo al enano en un susurro:

    -Los agujeritos de ella van a ser estrenados por mi primero… y el enano asintió sin poder discutirle. A Javier la que más le gustaba era Mary, porque era las más inocente y dulce de las gemelas, y esa ternura lo excitaba terriblemente, por eso la quería primero para él. Así que saco su verga de la boca de Mary y fue hasta su espalda.

    El viejo y los enanos metían y sacaban sus dedos de los orificios de Katy, mientras ella mamaba desaforada una verga.

    -¡¡Ahora Gaspar le va a dar su regalito!!…- Dijo el viejo Santa al ver que Javier dirigía su verga a la vaginita de Mary.

    -¿Que regalo me va a dar señor Gaspar?…- Decía Mary con los ojos cerrados, en 4 patas como una perrita levantando a cola. Su tío miró el panorama y era increíble, ni en sus mejores sueños esperaba vivir esa situación.

    -Primero te va a doler un poquito, pero luego te va a encantar, sí? Vas a ver.. Así que aguanta… -Dijo Javier poniendo su voz gruesa para que no lo reconocieran sus primitas. Luego la agarro por la cintura y apoyo su verga en la entrada de Mary… comenzó a empujar.

    -¡Es muy grande señor Gaspar!… no va a entrar! mmmm!!…- Decía Mary arrugando su carita sintiendo como su vaginita era abierta por la verga de Javier, que eran tan grande y cabezona como las demás. Katy recibía el mismo tratamiento por parte de Santa, pero en su anito. Pero ella no decía nada, no quería quedar como una miedosa, y apretaba sus dientes aguantando el dolor que sentía. Los demás enanos miraban la escena con las vergas duras.

    -Ahorita, apreta los dientes y no hagas ruido…- Dijo Javier con la voz gruesa y de una estocada enterró toda su verga en la cueva de su primita. Mary tenso todo su cuerpo pero no grito, no emito ningún sonido. Pero por su carita arrugada de dolor corrían lagrimas. Luego comenzó a respirar fuerte, cerrando y abriendo sus puños que tenia apoyados en el suelo.

    -Ahhg… Aahhg… Ahhhyy…- Emitía Katy sintiendo como su anito era abierta al máximo, la barra hirviendo de Santa le quemaba las entrañas y parecía que nunca terminaría de entrar. Los enanos miraban como las gemelas eran penetradas, y no veían el momento de que ellos también las penetrasen.

    Javier traspiraba, tenia su verga quieta dentro de su primita, esperando que la vagina de Mary se adaptase al grosor de su verga. Paso una mano por debajo y comenzó a frotarle el clítoris, provocándole una mezcla de dolor y placer a Mary.

    -Mmmm… Ahhh!!… Mmmm!!….- Emitía Mary pequeños gemidos. Katy ya era bombeada por el viejo sin piedad, y los enanos miraban asombrados como semejante verga entraba y salía por tan pequeño agujero.

    -Aaahgg!!… Aaahhgg!!…- Katy se mordía una mano y cerraba fuertemente sus ojos llenos de lagrimas, aguantando la vergota de Santa. Un enano se metió debajo de ella y comenzó a pasar su lengua por la vagina de Katy, provocándole placer, y ella comenzó a gemir olvidándose poco a poco del dolor.

    -Aaahh!!… Aaahhh… Aaahhhh!!!…- Javier comenzó a penetrar lentamente a Mary, sacaba su verga casi por completo y la volvía a enterrar, disfrutaba al máximo su sueño hecho realidad. Un enano fue hasta el la cabeza de Mary y le dio su verga para que la chupe, y ella se agarro con sus manitas fuertemente a la barra caliente, se lo metió en la boca golosamente y comenzó a mamarla lentamente.

    -Mmmmm!!… Mmmmmmm!!!!- Emita Mary, Javier la penetraba cada vez más rápido. El dolor se le pasaba a la jovencita, gozaba con la verga de su primo que entraba y salía de ella. Javier se había recostado en la espalda de ella, cubriendo con su cuerpote a la pequeña Mary, se agarro de las tetitas de ella masajeándolas por encima del vestido.

    Katy tenia a un enano lamiéndole la vagina, a otro con la verga en su boca y al viejo rompiéndole la cola, ella aguantaba todo eso como una reina, jadeando ya sin dolor alguno y sintiendo el placer más grande de su vida.

    -Mmmm!!… Mmmmm!!… Mmmmm!!!— Gemían las gemelas sin parar, tenían orgasmos una y otra vez, explotaban y ya habían perdido la cuenta de cuantas veces lo habían hecho.

    -Ahora el otro regalito…- Dijo Javier sacando su verga y colocándola en el anito de Mary. Ella seguía mamando tranquila la verga del enano, solo emito un quejido cuando entro la cabeza en su anito. Como ya había sido lamida y le habían metido unos dedos, la verga de Javier entraba sin mucha dificultad.

    -Mmmmm!!!… Mmmmmmmm!!!!…- Se la enterró en la cola totalmente, y al ver que había entrado fácilmente, comenzó a bombearla sin esperar, provocándole gemidos a su primita que no sentía ningún tipo de dolor…

    -¿Te gusta tu regalito??…- Le pregunto mirando asombrado como su verga entraba y salía sin la menor dificultad por la cola de la pequeña Mary, y ella jadeando se saco la verga del enano de la boca, y masturbándolo con su manita le dijo:

    -Me encanta.. Aahhhh… Me encanta así… aahhh…- Javier no podía creer que su primita tímida e inocente se había convertido en una fanática del sexo anal. Se había esperado que ella iba a sufrir al recibir su generosa vergota en la cola, pero en cambio el anito parecía devorar su pene hasta los huevos. La bombeo por la cola cada vez mas fuerte, se recostaba en ella amasándole sus tetitas y pellizcándole los pezones suavemente. El enano comenzó a venirse dentro de la boquita de ella, y Mary mamo el pene como si se le fuera la vida en ello, tragando hasta la ultima gota de leche.

    -¡Toma mi regalito!…- le decía Javier, y Mary cerraba fuertemente la boca al sentir que su primo, al que ella creía un rey mago, la penetraba mas fuerte todavía, golpeando su vientre contra las nalgas de ella en cada estocada.

    -Siii… Así!!… Me encanta!!… Aaahhhh!!!!… Gemía ella comenzando a explotar nuevamente, hasta que Javier no aguanto mas. Ver a su adorada gemelita en pleno vicio anal, gozando tanto o más que él logro que no aguantase mas y comenzó a venirse dentro del el anito de Mary. Ella convulsionaba todo su cuerpo temblando al sentir el liquido caliente recorriéndole las entrañas. Las descargas parecían no terminar mas de inundar su interior, Javier sudaba a raudales. Luego Mary quedo con la cabeza apoyada en el piso, jadeando y respirando con los ojos cerrados y una sonrisa en la boca.

    -Fue… Fue el mejor regalito… de todos los que… me dieron señor… señor Rey mago- Susurraba Mary todavía recordando el inmenso placer que había sentido.

    Javier jadeando miro hacia su costado para ver que hacia la otra gemela, Katy, y se asombro de la escena.

    -Aahhhgg!!… despacito!!.. Así… Eso!!!… Así Santa!!… Así Santaaaa!!!…- Gemía ella desaforada. El viejo la tenia encima de él, penetrándola por la vagina, haciéndola saltar agarrandola de las nalgas. Y un enano estaba en la espalda de ella, agarrado a las tetitas de Katy bombeándole la cola. Javier no podía creer que Katy estuviera siendo protagonista de una doble penetración. Lo excitó, lo saco de sí y no podía evitar que su pene volviera a pararse en un instante, y tener esa experiencia con la dulce Mary.

    -Ultimo regalito… – Le dijo Javier con vos gruesa a Mary, y se sentó a su lado. Ella no habría los ojos por nada del mundo. Solo sonreía dulcemente. Javier la agarro y la sentó encima de él, penetrándola por la vagina mientras la bajaba lentamente.

    -Aahhhhhhhh…- Suspiro ella el sentir nuevamente que la llenaban por su agujero. Agarrandola de las nalgas, la hizo saltar un par de veces encima de él, arrancándole gemidos a su primita que parecía solo saber gozar. Luego miro a un enano que estaba ya mirando donde podía meter su verga dura de nuevo. Él entendió inmediatamente, era el enano de la verga monstruosa. Se coloco detrás de Mary y comenzó a meter su verga de la colita de ella.

    -Aaahhh!!… aahhh!!!… Dios! Me matan, me matan!!!…- Gemía Mary abrazando a Javier por el cuello, sintiendo como la verga del enano entraba en ella habriendole al máximo su anito. Katy recibía las dos vergas del viejo y el enano como loca, penetrándose ella misma además de mamar la verga de un enano. Manejaba como una experta tres vergotas al mismo tiempo… era increíble lo que hacia esa chiquilla.

    -Despacioooo… Aahhhh… Me encanta… mmas… Quiero mas…- Gemía Mary cuando las dos vergas comenzaron a moverse dentro de ella al mismo tiempo. Ella tenia toda la carita colorada y respiraba fuertemente por la nariz, pero nunca perdía esa sonrisita. El enano que faltaba se acercó a ellos y le apoyo su verga en los labios de Mary, ella automáticamente abrió sus labios y engullo la barra de carne sin problemas.

    Javier mientras penetraba a su primita miraba como loco lo que pasaba, como las gemelas eran penetradas y tenían vergas por todos sus agujeros. Mary se movía y recibía verga lenta y dulcemente, ellos tres la trataban con delicadeza obteniendo de recompensa sus jadeos y cosas que ella decía: “Así… Me encanta… Es el mejor regalo… El mejor… Así… No quiero parar nunca… Los amo a todos… ¡Los amooo!…”. Katy sin embargo era mas enérgica, recibía verga dura y bruta en su cuerpo, y pedía mas y mas cuando no tenia una en la boca: “Eso, mas!… Mas fuerte!… Más rápido! Dios, me vuelvo loca! Dioooss!”.

    -Aahhh… Es lo mejor… Siii… aahhh…- Mary seguia diciendo cuando se sacaba la verga de la boca. Javier le besaba el cuello y sus tetitas suculentas, mientras con sus manos le masajeaba los cachetes de la cola, el enano se aferraba a la cintura de ella y le pasaba la lengua por le cuello y las orejas para penetrarla mejor. El otro enano le acariciaba sus rubios cabellos mientras recibía la mejor mamada de su vida.

    -¡¡Quiero tragar mi postre!!… ¡¡¡Quiero tragar mi regalito!!!…- Comenzó a Decir Katy y el viejo Santa, y los enanos que estaban con ella salieron de sus agujeros. Katy fue arrodillada en el suelo y ellos se colocaron a su alrededor. La gemelita comenzó a engullir las vergas como si estuviera hambrienta y sedienta, pasándoselas, yendo de una verga a otra, masturbándolas con sus manitas, chupandolas y lamiéndolas. Hasta que las hizo explotar haciendo que le salpicasen su carita. Ella tragaba todo lo que podía abriendo su boca y sacando la lengua, pero como tenia los ojos cerrados, se le escapaban chorros que iban a parar a su carita, pero ella encontraba muy divertido hacer eso.

    -Llénenme como antes… por atrás… así… aahhh…- Susurraba Mary exhausta. Y el enano que la penetraba en la cola comenzó a acabar dentro de ella. Mary temblaba con cada descarga que recibía. Luego el enano que ella mamaba, fue también hasta atrás y la penetro por la cola. Ella se abrazaba a Javier (alias Rey Mago) y sentia otra nueva descarga del enano. Los enanos ya no daban mas, pero Mary sonreía ampliamente y tenia una cara de placer increíble.

    -Vos también Rey magoo… Vos también… Aahhh…- Javier la coloco en perrito. Mary quedo con la cola en pompa y la cabeza recostada en el suelo. Gimió largamente cuando Javier salió de su vagina, pero jadeo todavía con mas placer (si es que eso fuera posible ya) cuando su tío de una estocada la penetró en la cola, y dando tres estocadas acabo dentro de ella. Tenia tanto semen allí y la cola tan abierta que la leche chorreaba por sus piernas saliendo del agujero mientras él lanzaba sus descargas. Mientras más de su leche entraba, mas se escapaba por los costados del anito. Mary reía y temblaba teniendo un nuevo orgasmo, uno largo y placentero que hacia que su cuerpecito convulsione.

    Katy se relamía la cara que tenia cubierta de semen, juntándolo con los deditos y llevándoselos a la boca. Mary jadeaba en el suelo tratando de recuperarse de semejante esfuerzo, con el anito chorreando de leche que se le escurría por sus piernas. Javier, el viejo Papá Noel y los enanos estaban exhaustos y guardaban sus vergas flácidas en sus pantalones. Javier se dio cuenta de que Katy era una viciosa mamadora de vergas, del semen, porque no para de relamerse las manos hasta quitarse todos los restos de leche que tenia sobre ella y devorárselos. Y que la dulce Mary, luego de verla gozar y gozar tanto por detrás, era una fanática ya del sexo anal.

    Sin decir nada, los enanos salieron del baño. Javier y el viejo se miraron y sonrieron mirando a las gemelas, que como habían prometido, nunca habían abierto los ojitos.

    -En 5 minutos ya pueden abrir los ojos!!! Y recuerden que no pueden decir de los regalitos que recibieron a nadie!!!…- Dijo el viejo Santa y salió silenciosamente con Javier del baño. Katy y Mary esperaron 5 minutos y luego abrieron los ojos les molesto la luz, pero cuando pudieron ver bien y miraron a su alrededor se encontraron solas.

    -¡¡¡Fue como en las películas de navidad!!!…- Decían contentas arreglándose el pelo mientras se miraban al espejo, porque eran un desastre. Pero las gemelas eran unas jovencitas muy coquetas y procedieron a arreglarse. Katy se limpio la cara que tenia llena de semen y Mary se limpiaba las piernas que chorreaban leche.

    -Mira, el postrecito de Papá Noel parece yogurt…-

    -¡Es verdad!- Comentaba Mary a su hermana. Katy se secaba la cara luego de mojársela, y cuando terminaron de arreglarse y ambas estaban limpias, salieron del baño.

    -Me duele un poquito acá atrás….- Decía Mary caminando con dificultad.

    -a mi la boca… todo…- Decía Katy, pero las dos tenían una sonrisa dibujada en sus caritas. Javier las esperaba cerca de allí, y cuando las encontró les dijo:

    -¿Y como les fue con Papá Noel?…-

    -¡¡Re bien Tío Javi!!- Como vio que Mary tenia dificultad para caminar, porque haba recibido tanta verga en la cola que era comprensible, la llevo cargando. Ella lo abrazó por el cuello y se quedó dormida con la cabeza apoyada en su hombro. Luego se encontraron con sus padres y abuelos, y él les dijo que Mary estaba muy cansada, por eso la llevaba en sus brazos.

    -Pero ya esta muy grande para que la estén cargando- Reprocho su madre.

    -si son unos angelitos todavía- Le decían sus abuelos. Luego todos se fueron al auto. Javier viajaba con las dos gemelas en los asientos de atrás. Ambas se habían quedado dormidas. Mary abrió los ojos y le sonrió a Javier. Él le dijo susurrando:

    -Santa me dijo que como el no podía venir a la noche, porque ya había estado toda la tarde con ustedes… Que yo les de sus regalitos…-

    -Ojala sean como los regalitos de hoy!!..- Dijo Katy que también se había despertado. A Mary le brillaron los ojitos. Javier se frotaba las manos pensando en como la pasaría con gemelitas esa noche.

    Fin

    Eurodisney - blogSDPA.com

    Eurodisney

    8 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas

    Patricia era una niña feliz de 7 años…vivía en Jerez con sus queridos padres y era lo que se podía decir una buena chica.

    Acababa de llegar el verano y Patricia había sido muy buena chica por lo que papá i mamá decidieron premiarla con un viaje, junto a su hermano Miguel, a Eurodisney.

    Eran mediados de agosto cuando los 4 miembros de la familia emprendieron el viaje hacia París donde les esperaba el famoso parque temático de los personajes Disney.

    Llegaron a París muy temprano, había sido toda la noche de viaje y habían Patricia, Miguel y mamá dormido en el coche casi todo el trayecto.

    Los papás lo tenian todo preparado, habían contratado los servicios que ofrecía Eurodisney en que les cuidarían los niños durante toda la mañana que dedicarían ellos a hacer las obligadas compras en París.

    Llegaron a las puertas de parque y se dirigieron a la recepción donde confiaron los niños a un Mickey mouse que prometió pasarían estos uno de los días más memorables de sus vidas.

    Mickey mouse cogió a los dos niños de la mano y emprendió la ruta de la mañana. Pasaron por delante de muchas atracciones pero no se subieron a ninguna sino que dejaron tal diversión para la tarde con la compañía de sus padres.

    Ahora se dirigían a ver un magnífico espectaculo en que participavan todos los personajes Disney, llegaron al recinto donde estava preparado tal espectaculo, estava lleno de otros niños y era un rebosar de xarlas y risas.

    Mickey mouse se acercó al último banco e hizo sentar a Miguel, le dijo un par de cosas a la oreja como que se quedara ahí hasta que él regresara y que fuera muy buen chico que así tendría un premio. Acto seguido el mítico ratón cogió a Patricia de la mano y emprendió de nuevo un camino saliendo de la sala donde estaban reunidos los otros niños.

    Patricia preguntaba: ¿donde vamos? ¿porqué Miguel se queda aquí? Mickey respondió que él se quedava a ver una actuación de Disney pero que ellos, (Mickey y Patricia) se dirigían a un sitio mucho más divertido.

    Patricia se sintió alagada más importante que Miguel y siguió encantada a Mickey.

    Al cabo de unos minutos llegaron a un edificio blanco que Mickey abrió con una llave. Es aquí dijo Mickey, verás que bien nos lo pasaremos. Entraron los dos y Mickey cerró otra vez la puerta con llave.

    Mickey le dijo a Patricia: ven, súbete a esta mesa que te haré unas cosquillas riquísimas. Patricia se animó un montón, le encantava que le hicieran cosquillas y esta vez iba a ser quien se las hiciera nada menos que Mickey mouse.

    Mickey empezó a pasar las manos por el cuerpo de Patricia moviendo los dedos muy rapidamente, Patricia estalló a reir como si fuera a dejar la voz en ello. Jajajajajajajajajajaja aaaaaaah jajajajajaj aaaaaaaah.

    Las manos de Mickey se movían muy diestras, sabía muy bien en qué sitios tenía Patricia las cosquillas.

    Le hacía cosquillas en la barriga, Patricia estallaba a reir, se las hacía en las piernas, Patricia no podía estar más divertida de ninguna otra manera. En eso que las manos de Mickey fueron perdiendo velocidad y las risas de Patricia hacerse más suaves. Ahora Mickey deslizaba lentamente las manos por el cuerpo de Patricia mientras esta lo miraba sonriente.

    Le parecía a Patricia maravilloso, le estava haciendo cosquillas nada menos que Mickey mouse, cuando se lo explicara a sus amigos/as no la creerían.

    Las manos de Mickey se detuvieron en los planos pechos de Patricia y empezaron a amasar dulcemente estos como si de arena de playa se tratara.

    Patricia miraba sonriente a Mickey y le dijo: oh Mickey, me gusta mucho que me hagas cosquillas.

    Mickey dijo: si te saco la blusita te gustará mucho más, acto seguido incorporó a Patricia y le sacó la blusita.

    Siguió amasando dulcemente el cálido cuerpo de Patricia sin abandonar la sonrisa el rostro de esta.

    En esto que Mickey se sacó el casco de cabeza de ratón y Patricia estalló a reir: jajajajajaja yo ya sabía que no eras Mickey mouse sino un hombre disfrazado jajaja pero eres divertido igual.

    Mickey acercó la boca a la barriga de Patricia y empezó a lamerla, Patricia no daba carcajadas como antes sino que simplemente sonreía. La lengua de Mickey se introducía en el ombligo de Patricia y eso conseguía que sacudidas de risa afectaran a esta.

    Mickey subió la faldita de Patricia y empezó a lamerle las piernas. Sacudidas de risa no dejaban de aflorar en los labios de Patricia.

    Mickey le sacó las braguitas a Patricia y empezó a acariciar suavemente la calva rajita de esta.

    Patricia cerraba los ojos, lo que le hacía Mickey le estava gustando muchísimo. Levantando las piernas de Patricia Mickey se dispuso a aplicar su lengua en la rajita de esta.

    De los labios de Patricia empezaron a aflorar gemidos, nunca nada le había gustado tanto como lo que le estava haciendo Mickey mouse.

    Las manos de Patricia estaban descontroladas y se mantenían quietas sujetas un fuerte brazo.

    Mickey introducía la lengua en la rajita de Patricia mientras sostenía abiertas las piernas de Patricia que no daba crédito a tanto placer que le estava proporcionando uno de sus ídolos de la televisión.

    Mickey dirigió uno de sus dedos a la rajita de Patricia, empezó a masajear la entrada de su bulba suavemente mientras besaba su barriguita no dejando detener los dulces gemidos que escapaban de la boca de esta.

    El masaje con el dedo de Mickey empezó a hazerse más intenso, ahora trataba de introducir un dedo dentro de Patricia y eso era tarea facil pues su rajita estaba muy humedecida i facilitaba el deslizamiento de este dedo hacia dentro del sexo conociendo esta sensaciones que nunca hasta el momento había pensado que tan solo existian.

    Los gemidos de Patricia se hacían cada vez más fuertes y Mickey la advirtió que dejase de gritar tanto y que lo hiciera más suave porque sinó pararía las cosquillas.

    Mickey volvió a dirigir su lengua hacia la rajita de Patricia, esta vez dedicando tanto su dedo como su lengua al mismo sitio.

    Patricia no podía más, quería moverse pero Mickey la tenía bien sujeta. Para! para por favor para!! quiero abrazarte Mickey! – gritó Patricia. Este la soltó y dejó que Patricia se lanzara a abrazarlo, abrazandola él también.

    Mientras Patricia recuperaba el aliento, Mickey empezó a besar cariñosamente su cuello y a acariciar toda piel que estava a su alcanze.

    Los besos de Mickey se fueron desplazando hacia la cara de la dulce niña mientras las manos peinaban la melena de esta.

    Mickey besó su frente, su nariz y sus pomulos, acabando estos besos en los cerrados labios de Patricia, picos que se alargaron un rato mientras las manos de Mickey acariciaban de nuevo sus pechos.

    Mickey sacaba la legua y la introducía en la boca de ella, ella no supo otra cosa que hacer que imitarlo y acompañó el bailar de la lengua de Mickey con la suya. Cogiendo sus brazos vida propia y abrazando a Mickey todo lo que podía.

    Mickey se separó de los juguetones labios de Patricia y la estiró otra vez encima la mesa.

    Mickey dijo: ahora te voy a hacer una cosa que te gustará mucho, al principio dolerá un poco pero una vez pasado esto te gustara 10 veces mas de lo que te ha gustado hasta el momento.

    Patricia decía que no podía creer que algo gustara tanto como lo que le había echo hasta el momento y que se lo hiciera por favor que lo querría para siempre mas.

    Mickey se bajó los pantalones y se sacó un erecto pene que sorprendió a Patricia que no había visto nunca una cosa así.

    Patricia solo sospechaba que era lo que iba a hacerle Mickey y no tuvo ningún miedo pues eso le dijeron que és lo que hacen los mayores y se lo pasan muy bien.

    Mickey elevó de nuevo las piernas de Patricia abriendolas y exponiendo su rajita a las maniobras que tenia pensadas.

    Puso el pene en la entrada del sexo de Patricia y sin introducir nada volvió a besarla en los labios.

    Se paso un largo rato besándola y excitando de nuevo el ya tibio sexo de Patricia.

    Mickey se incorporó y se dispuso a la tarea final por la que lo había estado preparando todo. Con la ayuda de los dedos introdujo la punta del pene dentro de Patricia, esta cogió fuerte el brazo de Mickey: ay, duele un poco Mickey, ve con cuidado por favor.

    Mickey se estiró encima de Patricia vigilando que no se escapara el pene de la entrada del sexo de Patricia, la cogió de las dos manos pegando estas a la cintura de esta y volvió a besarla esta vez con intensa pasión.

    Mickey empujó con la cintura introduciendo un cacho del pene dentro de Patricia, aaaaaaaah, el grito de Patricia fue acallado por la misma boca de Mickey.

    Mickey no se quedó quieto y reintrodució esta vez todo el pene dentro de ella, pegando esta un grito fuerte como no pudiera gritar más pero que resultó acallado esta vez por la mano de Mickey.

    Patricia empezó a llorar: ayyyy me ha echo mucho dañooo, eres maloooo, me has echo daño. A lo que Mickey respondía: te he dicho que te haría un poco de daño pero que te va a gustar 10 veces más.

    Mickey cogió la blusita de Patricia y enrollándola hizo un largo foulart que ató a la boca de Patricia, tapándola por completo previniendo posteriores gritos. Patricia se dejó hacer pues no sabía nada de lo que estaba haciendo Mickey.

    Mickey sacó un poco el pene de Patricia y lo volvió a introducir acto seguido. Un mudo grito escapó de la tapada boca de Patricia y la única manera que le quedó a esta para expresar su dolor fue llorar a borbotones.

    Pero eso no detuvo a Mickey que lentamente aplicó un mete saca de pene del sexo de Patricia.

    Mickey había olvidado los brazos de esta que empezaron a pegar lo debil y corto que podían a Mickey. Los cogió de inmediato y los enterró atrás de Patricia cogidos por su mismo peso. El mete saca de Mickey no parecía tener fin y las lágrimas de Patricia acabaron de salir de sus ojos.

    El dolor se acababa de convertir en algo muy diferente: placer.

    Mickey desvendó la boca de Patricia liberando lo que esperaba…gemidos de placer. aaaaaaah aaaaaaah aaaaaaah

    oooooh Mickey, es increible, ooooooh nunca nada me había gustado tanto, ooooooh oooooooh oooooooh.

    Mickey había liberado también los brazos de Patricia que estaban ahora abrazados a él, igual que los brazos de él la cogían fuerte a ella.

    El mete saca de pene de Mickey era maravilloso, estava catapultando a Patricia hacia otra dimensión de la cual volvería siendo otra persona.

    Mickey detuvo un momento las embestidas para aplicar de nuevo su boca a los labios de Patricia. Unidos tanto en boca como en sexo Mickey reemprendió las embestidas. ooooooh ooooooh oooooooh oooooooh ooooooooh oooooooh por favor Mickeyyyyy no me dejes nunca, ooooooh oooooooh oooooh.

    Las embestidas habian empezado suaves pero ahora eran rapidas y fuertes y sin duda estaban trasladando a Patricia y a Mickey a otra esfera. ooooooh ooooooh ooooooh Mickey Mickey Mickey ooooooh.

    El mete saca sin parar y sin cambio alguno continuo durante unos 10 minutos durante los cuales el jadeo de Patricia solo se hizo más desesperado por unirse a Mickey.

    Al cabo de estos minutos Mickey empezó a jadear, estava alcanzando la cota de placer que andaba buscando.

    Y la potencia de las embestidas alcanzó su grado máximo, en la maxima profundidad alcanzable en el sexo de Patricia.

    Los gemidos de Mickey anunciaban su orgasmo que descargó cuanto fuera posible dentro de Patricia el sexo de la cual acabó rezumando leche.

    Mickey terminó abrazado y recuperó el aliento durante unos instantes en que no dejó de estar abrazado a Patricia.

    En acabado se separó de ella y le dijo que se vistiera que lo haría él tambien.

    Se vistieron los dos y antes de salir de la habitación, Mickey le explicó a Patricia que iban a volver a buscar a Miguel pero que no le explicara a Miguel ni a nadie lo que habían echo porque la gente le tendría envidia y le pedirían lo mismo otra vez.

    Patricia asintió y le prometió que no se lo explicaría a nadie pero que le encantaría cualquier día volver a Eurodisney para que le volviera a hazer lo mismo.

    Salieron del casalote y emprendieron de nuevo el camino por Eurodisney, llegaron al espectáculo cuando este estaba a punto de acabar, Mickey y Patricia se sentaron al lado de Miguel y en acabado el espectaculo se fueron los tres a dar una vuelta por Eurodisney hasta que llegó el mediodía en que Mickey entregó a los niños a sus padres en recepción donde vinieron puntuales.

    Fin

    Zorrita de kinder - blogSDPA.com

    Zorrita de kinder

    8 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Violacion, Control Mental

    Año 2000, estacionado afuera de un kínder en medio de la noche, 2 de la madrugada, tratando de dormir, pude ver una pequeña niña güerita de cabello rubio corriendo así el kínder escalando la entrada, sin demora tome mi lámpara y brinque la entrada asiéndome pasar por el velador del lugar me encontré a la pequeña en uno de los salones asustada rogándome que no le contara a nadie.

    Solo viendo su carita llorosa me daban ganas de alzarla y atravesar su cuerpo con mi verga, le propuse un trato a la pequeña, no le diría nada a nadie pero tendría que hacer lo que yo le dijera si no le diría a sus padres y a los maestros, la pequeña podía ver como sobaba mi bulto con mis mano mientras le decía el trato, con lágrimas y dudando acepto.

    Para facilitar las cosas le di un pequeña pastilla de Yumbina, tomando sus manitas le dije que tocara mi bulto, tímidamente comenzó a sentirlo mientras me recargaba en el escritorio del profesor, cada vez podía sentir como lo hacía con más ganas, solita empezó a bajar mi bragueta metiendo sus pequeñas manos sacado mi verga tan dura como roca, pagándomela con sus suaves manitas con mucha astucia, tome su cabeza y le dije que abriera la boca para meter la punta obligándola a mamar su primera verga y sin ofrecer resistencia llegue a su garganta en la cual empecé a soltar mi primera corrida, un mes entero sin poder tener una corrida, llenando su boquita y ropas de viscosa leche que salía de su boquita, tratando de escupir le tape la boca y le dije que lo tragara y mientras lo hacía limpiaba mi verga debajo de su camisita llenando sus pechitos con leche.

    Cargando un niña de kínder con mi verga acariciando debajo de su calzoncito mojado de inocentes fluidos mientras la pequeña gemía mientras mis dedos lubricados con viscosa leche aflojaban su esfínter, no gemía tanto al hacer a una lado su calzón y colocar la cabeza de mi verga en su apretado culito mientras le abría sus nalgas, forzando la entrada en su intestino se desmallo después de meter la mitad pues aunque estaba muy lubricado apretaba tanto que empuje muy fuerte hasta meter lo más posible, espere un momento disfrutando como su culito se estiraba a su adaptándose al calibre de su primera verga, y como si fuera muñeca de trapo saque y metí mi verga en el culito de esta zorrita de prescolar estirándolo bruscamente.

    La acosté sobre el escritorio boca abajo y con a cada embestida a su culito salía un mescla viscosa con un fuerte olor a mierda, leche y un poco de sangre que lubricaba con cada embestida hasta que bolas pegaban en su rajita, cuando sentía mi segunda carga empuje hasta los más profundo soltando mis sucia esencia directamente en su intestino, al sacar mi aun insatisfecha verga de su aflojado culito podía ver ese enorme orificio del cual salía mi leche escurriendo por su entrepierna hasta lo largo de sus piernas para caer al piso, limpie mi sucia verga debajo de su camisa embarrando su pequeña espalda con nuestra viscosa y maloliente mescla anal.

    La inflamada cabeza de mi verga sedienta aun del interior de esta niña de kínder recorrió de entre en medio de sus inflamadas nalguitas asta bajar a sus pequeños labios vaginales que chorreaban de jugos, acariciando de arriba abajo bañando mi verga de sus dulces jugos, cuando voltee boca arriba a la niña y recargue mi verga en su barriga vi que estaba despierta con la mirada perdida soltando saliva por su boca.

    Abriendo sus piernas a casi 180° apunte mí hinchada cabeza y empecé a hacer presión en su estrecha rajita solo hacia un gemido muy tenue y lentamente fui estirando sus vírgenes paredes vaginales al igual que sus labios casi desapareciendo su rojo clítoris por el calibre de mi verga, disfrutando cada centímetro que recorría hasta topar con la entrada de su virgen útero de prescolar, saque casi toda mi verga solo dejando la cabeza dentro y de un rápido empujón forcé mi entrada en su vientre donde en un futuro tendría un bebe ahora tenía su primera verga, la niña gemía con fuerza reaccionando a la entrada y salida de mi verga en su útero, al poco tiempo recibió mi última descarga directamente en su vientre, limpie la sangre y la leche en su calzoncito y la deje sobre el escritorio.

    Mi sorpresa fue que al siguiente día la vi entrando a su escuela ya en la noche sin percatarme toco a mi camioneta buscándome regresando por más lechita fue ahí cuando me dijo su nombre y me pidió que fuera su novio, con tal de seguir entrando en su vientre no me importo pues cuando paso por su ciudad me la encuentro para darle su lechita, a sus 11 años tuvo su primer bebe una hermosa nena posiblemente resultado de mis visitas a su vientre y culpo a su novio, hoy en día tiene 19 años y nuestra nena 4, pronto cumplirá 5 y será momento de que siga los pasos de su madre haciéndola un zorrita de kínder.

    Fin

    Violada por cuatro - blogSDPA.com

    Violada por cuatro

    8 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Violacion, Sexo en grupo

    Era un día cualquiera, cuatro obreros ordinarios realizan un trabajo en una casa. Era ya pasado el mediodía y cuando estaban a punto de almorzar llega una niña de once años a la casa, ella era delgada de pequeños ojos cafés, cabellos oscuros y piel clara. A simple vista una niña inocente. Los padres de la niña habían salido momentos antes por lo que ella estaba completamente sola.

    Los obreros siguieron en sus afanes y ella aún con su uniforme escolar los observaba desde su ventana en el primer piso de la casa. Un pensamiento invadió la mente de la niña, ¿y si lo vuelvo a hacer?, sonrió para sí y sin dejar de mirar a los obreros se quita sus braguitas rosadas que llevaba puestas y empieza a realizar pequeños saltos por todo el cuarto. Uno de los obreros se fijó en ella y dejó de hacer su trabajo, mientras ella puso un poco de música y empezó a dar giros y giros que levantaban la falda y mostraban su encanto infantil.

    Minutos después los cuatro obreros no paraban de observar a la niña y esta se sentía la reina del mundo. Y cuando la niña cumple su fantasía voyerista uno de los hombres toca la puerta de su casa y le ofrece caramelos. La niña que todavía no se había subido sus braguitas rosadas abre la puerta.

    De un tirón los cuatro obreros entran por la puerta derribándola a ella al suelo boca abajo y con la falda levantada. Uno de los sujetos la agarra por la cintura y la lleva a la cama, tenía las manos envueltas en estuco porque mientras la desvestía dejaba rastros blancos en su uniforme infantil y su cuerpo. Le abrió las piernas y comenzó a lamer ferozmente su conchita rosada. La niña estaba excitada la sensación era indescriptible.

    Otro de los obreros con una sonrisa macabra en el rostro se bajó los pantalones y le enseño su gruesa verga erecta y se la puso en la comisura de sus labios, ella no tuvo otra opción más que abrir la boca y aceptar la intrusión.

    Cansado de ensalivar la conchita infantil le cedió su lugar a su compañero para que continuara. Este no lo pensó dos veces y le introdujo la punta de la verga en la vagina.

    Ella trato de gritar pero el grueso palo en su boca se lo impedía. El obrero siguió inyectándole verga y esta se introducía poco a poco, centímetro a centímetro. La niña derramaba lágrimas por los ojos, su exhibicionismo había despertado la lujuria en aquellos monstruos.

    Pocos minutos después los dos hombres casi simultáneamente eyaculaban en la boca y la cocha de la niña con tremendos gemidos. Ella escupía la leche de su boca aunque también se la había tragado un poco dejándole un sabor amargo en la lengua. Los otros dos hombres tomaron sus posiciones pero a ella la pusieron de perrito con la cola levantada bien en alto. Uno de ellos estuvo varios minutos restregándole la verga en el ano para que este se dilatara, el otro le hacía lo mismo en toda la cara y ella impotente porque sabía que nada podía hacer.

    Su madre ya una vez le había regañado por pescarla desnuda en su cuarto mostrando sus genitales por una webcam a un desconocido.

    ¡Hija, no seas estúpida!, le gritaba… tú no sabes qué tipo de personas te puedes encontrar en el mundo. Si sigues siendo una depravada como ahora no sabes las cosas que te pueden hacer esos degenerados.

    Ahora ella sabía a lo que se refería su madre, pero ya era tarde; estaba pagando por sus pecados.

    De pronto en medio de sus pensamientos de culpa sintió un tremendo dolor en el culo, el obrero se la había metido casi de lleno. No le dio tiempo a gritar pues el otro le tapó la boca con su verga. Los hombres se deleitaban con tan hermoso y suculento placer prohibido. El de atrás sentía un placer extremo al invadir su culito estrecho y el otro reventaba por la suavidad de la boca de la niña. Ambos eran precoces por lo que sus eyaculaciones no tardaron en llegar y llenaron de espesa leche los agujeros de la niña, este último se la saco de la boca y con los últimos chorros esparció el semen en toda la cara. Ella quedo tumbada en su cama casi al borde de la inconsciencia por el dolor, sentía el espeso liquido desbordarse y chorrear por su conchita y su ano, sentía lo caliente que era aquel líquido, el sabor amargo que tenía y el olor fuerte que emanaba, sintió como si le hubieran arrebatado algo importante; tal vez su alma.

    Escuchó sus voces por varios minutos, después uno de ellos la levanto y la llevo a la ducha y lavaron todo su cuerpo, limpiando con gran faena sus agujeros perforados. La secaron y la vistieron con su uniforme escolar, incluso tuvieron la decencia de colocarle la bragas rosadas que provocaron la lujuria.

    La amenazaron de muerte diciéndole que si decía algo a sus padres los matarían y la secuestrarían a ella para que sea su esclava sexual de por vida. Ella no podía llorar, se le secaron las lágrimas y su corazón lo sintió tan frío como el hielo, pero algo curioso paso, pues en medio de su inconsciencia bajo su mano a la falda, la metió dentro de su braguita rosada y comenzó a masajear el clítoris. Esbozó una sonrisa y pensó… ¿qué voy a hacer mamá ahora que me gusta esto?

    Fin

    Papa Noel - blogSDPA.com

    Papá Noel

    8 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas

    Andorra es lo que se dice una niña inocente que aún cree en la magia de la navidad y las estrellas y etc. A pesar que ya tiene 11 años ha llegado una de las épocas preferidas de los niños como es la navidad.

    Cuando eres niño no esperas para luchar como cuando eres grande y lo que de verdad te hace ilusión son estas cosas a las que pierdes el gusto cuando te haces grande.

    En casa de Andorra se celebra la navidad a la moderna. O sea, es el papá Noel el que trae los regalos y no los reyes magos como antaño en España. Andorra ha escrito como es costumbre su carta al papá Noel en que le pide un no seque de pin y pon y una muñeca high-tech que dice: mama enciende la tele. Y un montón más de mensajes.

    Como es natural en una niña, cada día del diciembre pide a su mamá cuanto falta para que venga el papá Noel. Y el deseado día para millones de críos en el mundo acaba llegando. Se celebran en todas las concentraciones humanas (ciudades) fiestas tipo la llegada del papá Noel y/o los reyes magos y en más de una ocasión ha habido enfrentamientos entre los dos sectores pero la magia de la navidad ha puesto punto a tales rencillas. Y más de una llegada de los reyes magos o papá Noel se han aliado a su oponente, creando así un cumulo de amor y buenos sentimientos navideños que no actúa sino en pos de la felicidad de los niños.

    El anochecer llega a casa de Andorra y como se le ha (supuestamente) educado, se la envía a dormir porque sino el papá Noel no vendrá!

    Pero nadie sabe certeramente los planes de Andorra, a ella le gusta sobresalir entre sus compañeros y viene maquinando desde verano, esperar escondida a papá Noel para conocerlo y quizá obtener más regalos de los que pidió. Todo será mirar el saco y decirle que te habías olvidado pero que también querías esa Barbitúrica que sobresale del saco. Y así lo tiene planeado.

    Con sus compañeras ha investigado un poco y ha sacado en cierto que el papá Noel llega entre las 2 y las 4 de la madrugada. Será cuestión de esconderse en el armario y tratar de no dormirse porque quizá habrá que esperar un buen rato.

    A la que llegan las doce suena la alarma del reloj que lleva Andorra. Perfecto piensa ella, me ha despertado esta ridícula alarma sin por ello haber despertado a mis padres que no tienen ni idea de lo que pienso hacer.

    Aún con el camisón puesto Andorra se acerca muy sigilosamente al salón, sitio donde el papá Noel acostumbra a dejar los regalos. Ahí tenía el armario perfecto, estaba mirando justo hacia el árbol de navidad y la puerta podía estar medio cerrada tranquilamente. Se metió dentro e ideó una técnica para no quedarse dormida. Se trataba de: a velocidad regular, irse sacando el camisón y volvérselo a poner de nuevo a velocidad también regular.

    Andorra inició su táctica anti-sopor y esta tuvo éxito porque al cabo de un buen rato empezó a oír ruidos. Andorra estaba en el turno de ponerse el camisón y sin perder la atención hacia el árbol de navidad se lo puso esta vez rápidamente.

    Ahí estaba, con su uniforme rojo y su larga barba y su prominente barriga, era él! Andorra no pudo resistir la emoción y salió del armario en estampida hacia abrazar a su ídolo.

    El papá Noel recibió a Andorra con comprensión pues sabía lo que le ocurría a ella. No era la primera vez que era sorprendido en sus incursiones navideñas y sabía que descubrir a papá Noel es un momento mágico para cualquier niño. Con la dicha compresión abrazó a Andorra y después de unos apretones le secó las lágrimas de emoción que salieron de su carita.

    -estas preciosa hijita, que me habías esperado escondida en el armario?

    -siiiiii buuuuuuuuh sii que te esperé! te quiero mucho papá Noel!

    -tranquila tranquila, que aún vas a despertar a tus padres.

    -buuuh buuh buh.

    El papá Noel empieza a sentirse excitado, lleva toda la noche trabajando y digamos que el abrazo de Andorra le ha sabido a gloria. Sabiendo que para Andorra resultará maravilloso le empieza a besar la carita. El llanto ha cesado ya y ella solo siente el más grande de los deseos de una niña, que papá Noel te bese.

    Él es por contra de la sabiduría popular, un tío bastante pervertido. El hecho de trabajar de noche y siempre solo ha cultivado en él un comportamiento bastante marginal. Tiene en su ordenador de su casa del polo norte, un montón de material pornográfico considerado ilegal y que tiene bien escondido porque si lo descubrieran las regulares inspecciones divinas, se tendría que ir al purgatorio una temporadita.

    Se ha bien decidido, esta noche buena el papá Noel se va a pegar una fiestecita privada. Este camisón que lleva Andorra le irá fenomenal, un pijama ya sería fácil de bajar pero un camisón resultará además muy erótico.

    Se saca los guantes y le mete las calientes manos por dentro del camisón. En la casa hay calefacción a gas natural y presa de la excitación, papá Noel se ve obligado a sacarse el uniforme de faena. El santo Noel está casi tan desnudo como Andorra, solo le queda puesto un hinchado slip y una camiseta imperio.

    Le mete el dedito en la rajita y Andorra gime sosegadamente.

    -ssssssht no grites, que papá se van a despertar.

    Andorra no deja de gemir pero ahora lo hace con la boca cerrada. Ambos labios se juntan amparados por la discreción. Papá Noel sabe que si las altas esferas se enteraran de lo que hace esta noche, se iría no al purgatorio, sino al mismísimo infierno.

    El papá se baja el slip descubriendo un degenerado pene que se dispone a follar a una niña ilusionada por la navidad.

    -hijita, ponte en postura a 4 patas como si fueses tu perro.

    Cuando tiene el trasero de Andorra a tiro, Papa Noel le levanta el faldón y le mete la puntita en la rajita. Sera cuestión de no ser muy basto porque los gritos aún van a despertar a sus papás.

    -Andorra, ahora te voy a hacer una cosa que te va a doler un poco, pero intenta no gritar porque si se despiertan tus padres yo me voy a tener que ir.

    -vale, intentaré no gritar.

    El noruego espécimen introduce un buen cacho de pene dentro de ella. Que con la boca cerrada se traga el grito pero no se puede tragar las lagrimitas que le salen.

    -bien Andorra, te has portado muy bien. Ahora continuaré y olvídate del dolor porque te gustará mucho.

    Papa Noel empieza su ñaca-ñaca que tampoco resulta muy traumático para el débil cuerpo de Andorra. Porque Papa Noel sabe lo que está haciendo y lo hace con medida.

    Y le da ñaca, Y le da ñaca, Y le da ñaca, Andorra no puede resistirse a tan salvaje placer y echa gemidos tan divinos como su amante.

    La cintura de Papa Noel se une a la de la niña como si fuese un acto celestial. La picha entra en la rajita obteniendo ambos el más grande placer del mundo. Andorra perdió ya su atención de no hacer mucho ruido y lo descubre cuando su mamá aparece en la escena.

    -Dios!!!!! Pero esto que és? Quien es usted! Ramóoooooooooooon despiértate!!

    Papa Noel salta del susto, coge la ropa grande con una mano y se va a toda la velocidad que le permite su barriga, hacía la ventana. Se saca un telemando a distancia del bolsillo y en un momento aparecen sus renos en esta. No tiene ni tiempo ni atención para ver al padre que va hacia él con una silla en la mano, dispuesto a romperla la cabeza.

    Pero él se sube a su trineo y de un latigazo hace que los renos salgan a toda velocidad.

    Dejando a la pequeña Andorra feliz y contenta esperando volver a ver a papa Noel el próximo año y de seguro le contada a sus amiguitas lo maravilloso que fue conocerlo

    Fin

    Obediencia - blogSDPA.com

    Obediencia

    8 de noviembre de 2024 en Jovencitas, Incesto, Violacion, Relatos SDPA

    Lo que tiene que hacer un padre viudo para obtener el respeto y obediencia de su hija de 15 años

    Hola, mi nombre es Angie, tengo 18 años y soy hija única, mi madre murió hace algunos años y vivo sola con mi padre, él tiene 41 años y hace mucho deporte por lo que se mantiene con un muy buen aspecto todavía.

    Les voy a contar lo que me paso cuando tenía 15 años, mamá había muerto un año antes, por lo que yo me volví toda una rebelde y desobedecía a mi padre, nunca le hacía caso, en aquel entonces, como hasta ahora, yo tenía muy buen cuerpo, era delgada, tenía unas nalgas muy bien formadas, y mis tetas o senos, eran de muy buen tamaño y bastante duritos; bueno, sucede que una noche en la que salí sin permiso con un amigo, mi padre se enfureció tanto conmigo que se escondió detrás de unos arbustos, en el transcurso de la noche al llegar a mi casa, nos detuvimos mi amigo y yo y la verdad yo ya estaba algo pasada de copas y mi amigo también, así que en la oscuridad de la calle nos estuvimos metiendo mano dentro del auto, yo ya tenía la blusa arriba, por lo que se me veían las tetas y el ya se había sacado la polla del pantalón, en eso una luz nos alumbro por el vidrio, era mi padre enfurecido, abrió la puerta del auto y me saco totalmente enloquecido y me arrastro hasta la casa, estaba asustadísima me empujo en la sala y a gritos me dijo:

    — Maldita puta, nunca me haces caso, ya estoy harto, me tienes cansado — me dio dos bofetadas, me tomo del pelo y me llevo arrastrando hasta mi cuarto.

    — Vas a ver chiquita, vas a entrar en cintura— cerró la puerta del cuarto y le puso llave, yo estaba atemorizada, así que me quede en mi cuarto sin hacer nada.

    Al día siguiente me desperté como a eso de las 10:00 y con bastante hambre, me bañe y me vestí, pero a la hora de salir del cuarto me di cuenta que seguía con llave, intente abrirla, pero no pude, así que me quede ahí hasta que llegara mi padre de su trabajo; como a las 19:00 llego mi padre de su oficina, al oírlo le grite para que me abriera la puerta el subió las escaleras y abrió la puerta, yo estaba bastante enfadada con el así que nada más abrió, lo empuje y me baje a la cocina, mi papa se enojó mucho, me siguió a la cocina, me agarro del pelo y me dijo:

    — Niña grosera, aquí no va haber comida hasta que se te bajen esos humos—

    — Me duele papá, suéltame —

    — Te dije que ya me cansaste — y me llevo casi a rastras a mi cuarto.

    — Aquí te vas a quedar hasta que cambies, ya me tienes harto, no vas a comer, ni a salir —

    — Que te pasa, estás loco — le grite, y le cerré la puerta en sus narices, no estaba dispuesta a aguantarle sus regaños, después de cómo me había tratado; el cerro la puerta y le puso llave otra vez.

    Pase una noche de los mil demonios, pero no estaba dispuesta a permitir que el ganara, así que me dispuse a aguantar unos días de lo más aburridos, puesto que eran vacaciones, no tenía que ir al colegio, ahora lo extrañaba, y ya me moría de hambre había pasado todo un día sin comer, intente dormir pero no pude.

    A la mañana siguiente, casi no había dormido nada del hambre, pero no iba a ceder con papa, así que desde la mañana estuve gritando para que me abriera la puerta, papá me abrió y yo salí corriendo a la cocina, cuál fue mi sorpresa que al entrar a la cocina me encontré, con que el refrigerador tenía un una cadena con una candado para que no la abriera, era increíble, papa se estaba pasando de la raya, busque en la alacena y nada, no había nada en ningún lado, diablos mi padre estaba loco, el estaba muy tranquilo en el comedor leyendo su periódico, así que fui a reclamarle:

    — Qué te pasa papá, ¿estás loco?, tengo hambre—

    — No me grites, soy tu padre, aunque no quieras—

    — Estas mal del cerebro eso es lo que te pasa, eres un desgraciado—le seguí gritando

    — ¡Que ya no me grites!— él estaba enfurecido, se levantó de la mesa y me dio una bofetada, que me dejo mareada.

    — Eres una chiflada, pero voy a hacer que me obedezcas aunque sea a golpes — me tomo del cabello, y me jalo hacia el cuarto, yo estaba mareada pero me logre zafar y corrí a la puerta, llegue a ella e intente abrirla, pero tenía llave

    — ¿Qué coño estás haciendo papá?—

    — Te dije que no vas a salir, así que clave las ventanas por afuera, y todas las puertas tienen llave —

    — ¿Pero qué diablos te pasa papa?, estas enfermo— le grite, y corrí a la ventana, y era cierto no podía abrirlas, ni siquiera para gritar, esto había ido demasiado lejos, corrí a mi cuarto, las ventanas seguro no estarían cerradas.

    — Si piensas que vas a escapar por las ventanas de tu cuarto estas muy equivocada, las acabo de clavar ahorita que estabas buscando que comer

    Estaba loco mi padre, no sé qué le había pasado, tal vez lo de mi madre, no lo sé, llegue a las ventanas y en efecto estaban clavadas, además todas tenían protecciones de metal, para impedir un robo, aunque ahora pareciera más como una cárcel, rompí un vidrio y grite pidiendo ayuda, pero nadie escuchaba, mi casa es una casa bastante grande y tiene un patio inmenso con pinos enormes, además está construida en una zona casi deshabitada, por lo que la próxima casa, además de tener las mismas condiciones, está lo suficientemente lejos como para que no se escuche nada

    — Se me olvidaba hija, si se te ocurre hablar por teléfono, lo acabo de cortar y el celular tuyo lo tengo en mi oficina — me dijo con pasmosa tranquilidad cuando llego al cuarto; cerró la puerta y le puso llave de nuevo.

    — Nos vemos luego hija—

    — Eres un desgraciado hijo de perra — le grite, llena de rabia.

    Estaba muerta de hambre, ya tenía dos días sin probar bocado, menos mal que agua si tenía, porque si no me hubiera desmayado; cuando llego papá del trabajo, le grite como desesperada, rompí cosas, pero nada, ni siquiera me hizo el menor caso, me canse, y me tire en la cama, había acabado con todas mis fuerzas, ya no me sentí con ganas de nada.

    En la mañana siguiente, papá muy de mañana abrió mi cuarto, y me dejo un mendrugo de pan, y me volvió a cerrar la puerta, yo me lo comí como desesperada, pero no me sirvió de mucho, mi cuerpo no estaba acostumbrado a estar sin alimento varios días, así que estaba débil y la verdad casi delirando, por mi mente pasaban miles de ideas; cuando llego papá del trabajo yo ya no hice nada, no tenía caso gritar además no tenía fuerzas suficientes, papá ni siquiera subió a dejarme algo para comer así que ya llevaba tres días y solo había comido un mendrugo de pan, estaba casi por desmayarme, lo juro.

    En la mañana del cuarto día papá abrió la puerta de mi cuarto, yo ni siquiera hice el intento por salir, él se fue a trabajar así que yo estuve buscando comida por toda la casa, pero no encontré nada; así transcurrió hasta que mi padre llego de la oficina yo estaba en mi cuarto, el se cambió y prendió la tele de la sala, en eso me llego olor de comida y baje, ahí estaba el comiendo pan tostado con mermelada, sentado en el sofá viendo la televisión, estaba que me moría de hambre, pero mi espíritu estaba doblegado así que dócilmente me senté en el sofá al otro lado de el, me le quedaba viendo mientras comía, él se volteo hacia a mí y me dijo:

    — ¿Gustas una probadita? —

    Yo asentí con la cabeza rápidamente, me moría de hambre y ya no tenía fuerzas para pelear, él puso, el pan tostado en la mesa, me miro, bajo sus manos a la entrepierna, bajo su cremallera, saco su enorme polla (media como unos 23 cm. y era bastante gruesa), medio erecta, aunque aun así parecía enorme, agarro la mermelada y se la unto en la polla

    — Aquí está tu cena hijita…come —

    — ¿Qué te pasa papá? ¿estás loco?. Soy tu hija—

    — Jajajaja…ahora me vas a salir con que eres virgen, si te vi en el carro, y te he visto haciéndolo con tus novios más de una vez—

    — ¿Aparte de todo me espías papa? — dije enojada

    — A veces Angie, pero nada más por el morbo —

    A mí esto me dio mucho asco, no podía creerlo, una cosa era un castigo, y otra que quisiera abusar de mi, me levante asqueada y me fui a mi cuarto sin probar comida.

    A la mañana siguiente me despertó el olor a comida provenía de la cocina, inmediatamente baje, puesto que mi padre ya no me cerraba la puerta con llave, ahí estaba mi padre, sentado en la mesa, desayunando unos huevos estrellados.

    — Hola corazón, ¿cómo dormiste?— yo le grite con mis pocas fuerzas

    — ¡Eres un hijo de puta! —

    Él se levantó y enfurecido me dio varias bofetadas, y me dejo tirada en el piso de la cocina

    — Ahora si… ¿cómo dormiste hija?—

    — Mal, como quieres que duerma si apenas he comido en 5 días —

    — ¿Quieres desayunar hijita? —

    — Si papá, por favor tengo mucha hambre —

    Dicho esto, papá se sentó de nuevo en la silla, bajo su mano y volvió a abrirse la cremallera y a sacarse su polla, ahora se veía enorme puesto que estaba casi en su totalidad erecta, nunca había visto una de ese tamaño y vaya que había visto varias, agarro una cuchara, rompió la yema y con la cuchara se la embarro en la polla

    — Aquí está tu desayuno hija…y solo usa tu boca —

    A mí me daba un asco tremendo, pero tenía mucha hambre y mis fuerzas para luchar contra mi padre eran nulas, no se porque, me imagino que por instinto me fui gateando hasta llegar a los pies de mi padre, este se volteo hacia mi, yo levante una mano y con el dedo toque su polla, me embarre el dedo con la yema, y lo lleve a mi boca, él se levantó y me dio una bofetada

    — Te dije que con la boca perra, ahora no vas a comer hasta que aprendas, perrita

    Se levantó de la mesa con su plato y se fue a su cuarto, yo me retire golpeada y hambrienta y me fui a mi cuarto. Al otro día en la mañana me volvió a despertar el olor a comida volví a bajar a la cocina, de nuevo el mismo cuadro de ayer, mi padre en la mesa con unos panqueques, yo avance hacia él y me senté en el piso, como una gatita

    — Hola perrita, ¿cómo amaneciste? —

    — Bien papá, con hambre —

    — ¿Quieres panqueques?, están riquísimos —

    — Si papá —

    — Bueno —

    Papá saco su erecta polla, que estaba durísima, más que los otros días, y se puso miel en ella

    — Aquí está tu comida perrita, cómetela, pero ya sabes sin manos

    — Yo me fui a gatas hasta sus pies, tenía su polla enfrente de mi boca, me arme de valor y le di un lengüetazo

    — Así perrita, muy bien, vez como si entiendes, ahora quiero que te la comas —

    — Pero está muy grande papá, no me va a caer en la boca —

    — Tu hazlo perrita si quieres comer —

    Así que sin pensarlo mucho, me metí lo más que pude de su polla en mi boca, apenas si entro el glande, nunca me había tragado una tan grande en mi vida

    —Así corazón, que linda perrita, —me dijo papá mientras acariciaba mi pelo

    Era increíble lo que antes me había causado asco ahora me parecía delicioso, tan caliente, tan grande, tan dulce; la chupe lo más que pude, me la sacaba de la boca y le recorría con la lengua a lo largo, me parecía riquísima, todos mis tabú habían desaparecido; desesperada por su tamaño, utilice mis manos para masturbarle mientras se la mamaba, era tan grande, papa me jalo de los cabellos y me separo de su pene

    — ¿Quieres mis panqueques querida? —

    — Si papá —

    Agarro su desayuno y lo puso enfrente de su polla, se masturbo, hasta que eyaculo en los panqueques, se agacho puso el plato en el piso

    — Ahí está tu desayuno perrita —

    Me soltó del cabello, yo me abalancé hacia su polla llena de semen y se la limpie, después que termine, tome el plato y me comí los panqueques, la verdad que estaban deliciosos llenos de su leche; el se fue a su cuarto y así transcurrió todo el día, en la noche me llevo un plato con pan, para que repusiera las fuerzas.

    Al día siguiente ya estaba yo más repuesta, me desperté hasta el mediodía, como era domingo, papa estaba en la casa; me llego el olor a carne, así que me levante y fui a la cocina, ahí estaba mi papá cocinando

    — ¿Cómo está mi hijita? —

    Yo no conteste, sabiendo lo que el quería, y la verdad lo que yo también quería, me hinque delante de el baje la cremallera, le saque su polla y sin decir palabra me la trague lo más que pude, ahora pude un poco más, porque no estaba erecta al 100% pero a los pocos segundos creció hasta ponerse enorme como siempre en papá, se la mame de una manera que se volvió loco, y con las ayuda de mis manos masturbándole, no tardo más que unos pocos minutos para que se corriera en mi boca, casi me ahogo, el chorro fue descomunal y pego en la garganta, no se cómo le hice pero pudo mas mi excitación, porque no me la saque de mi boca y me trague todo cuanto pude, alguna parte de la leche resbalo por mis labios, pero la demás me la trague, se la seguí chupando hasta dejársela limpia, me la saque de la boca, me senté en la mesa y me puse a comer, papá hizo lo mismo.

    Desde ese día la relación con papá había cambiado, ya no era la misma, ese día papá se dedicó a quitar los clavos de las ventanas, puso el teléfono, me devolvió el celular y no volvió a poner llave en las puertas.

    Al día siguiente totalmente recuperada, me desperté hasta tarde, comí como nunca, y estaba viendo la tele en la sala cuando papa llego, cuando escuche el coche de papá, mi vagina empezó a mojarse toda y mis pezones se pusieron durísimos, estaba excitadísima; cuando papa abrió la puerta me levante y corrí hacia el, le quite su saco, el portafolio lo avente al sofá, me hinque y le saque su polla; papá estaba sorprendidísimo, pero en el cielo; me comí su polla con un hambre, me la metí hasta donde pude, mi boca ya se estaba acostumbrando al tamaño, me la saque de la boca, baje mi mano a mi conchita me la metí por debajo del short y le dije:

    — Mira como tienes mojada a tu hija papi— mientras le mostraba mi mano llena de mis jugos

    — Hoy no le habías dado de comer desayuno a tu perrita — me lleve mi mano, con mis jugos a mi boca y la lamí, esto lo puso a cien, pero no se movió, yo me quite al blusa, me levante y nos dimos un apasionado beso en la boca, nuestros labios se trenzaron, y el se apodero de mis tetas, y de mis culo, la sensación era increíble

    — Mi perrita— susurro a mi oído

    — Tu perrita, tu puta, tu hija, tu esclava…lo que tú quieras papi —-

    De nuevo me baje hasta su polla, y me la trague, no me a saque hasta que ya estaba flácida y me había comido toda su leche

    Después de ese día, me comía su polla a cada rato, me encantaba ponerle miel, mermelada, mantequilla, chocolate, lo que fuera, pero nunca me penetro, decía que no lo iba a hacer porque una cosa es una mamada y otra follar con su hija, a mi me parecía ridículo; el día que cumplí 16 años el llego a la casa con una pizza para festejar, yo lo espere desnuda detrás de la puerta, así que cuando la abrió, me abalancé hacia su polla y se la empecé a mamar, el puso la caja de la pizza en una mesa esquinera, yo la vi , me levante, le di un beso, abrí la caja de la pizza y empecé a masturbarlo frente a ella

    Él se puso a mil, porque al poco rato se vino sobre la pizza, mi regalo, pensé; puse la caja en el piso me puse a cuatro como una perrita y me empecé a comer mi regalo; primero lamía la pizza, como una perrita, después intente comérmela; no se, me imagino que portarme como un perra hizo que mi papá se pusiera frenético, porque a los pocos minutos sentí se polla erectisima sobre mi culo

    Me asuste porque, la polla de mi padre, me partiría el culo en dos, pero ni modo no hice nada, yo también estaba demasiado excitada como para oponerme; el paseo su polla por sobre mi culo y por sobre mi rajita, yo estaba lubricadísima, esperaba que por fin me penetrara, lo ansiaba tanto, sentí la cabeza, entrando en mis labios, yo levante el culo, para facilitar la penetración, de un solo golpe, papa me metió toda su polla, quise saltar del dolor, era inmensa, mi boca ya se había acostumbrado, pero mi vagina no, al rato de un mete y saca brutal, el dolor ya era total placer, y yo me sentí la mujer mas dichosa del mundo, ahora entendía a mamá; papá me jalo del cabello y me susurro al oído:

    — Mi perrita, no sabes cómo había deseado esto, cogerme a mi propia hija —

    Mientras me hablaba me embestía con tanta fuerza, que parecía que me quería atravesar

    — Quiero partirte el culo Angie, quiero que sea mío también —

    — Pero…papá no creo……… — no termine ni la frase, cuando me había sacado la polla, y me estaba empinando más en el suelo.

    No sabía que hacer, quería, pero tenía miedo de su polla en mi ano, como quiera no dije nada, papá puso su polla, que estaba súper lubricada con mis jugos, en mi culo, y empezó a empujar con fuerza, el dolor era increíble, me salían las lágrimas, papa no cedía, el glande, la mitad, un poco más, hasta que de pronto sentía toda su enorme polla dentro de mi culo, el dolor era intenso, y la alfombra estaba manchada con mi sangre, papá no se preocupó por mí, y siguió taladrando mi culo, cada vez mas fuerte, cada vez mas rápido, el dolor cedió, y el inmenso placer de una polla enorme dentro de mi cuerpo, su fue apoderando de mi, mis gritos eran cada vez mas fuertes

    — Me rompes el culo papa, me rompes el culo —

    — Así mi perrita, siente mi polla —

    — Que gusto, papa, cógeme, cógeme, parte a tu niñita, a tú bebe…….siiiiiiiiii—

    — ¿Así mi niña?, ¿te gusta la polla de papa en tu culo?—

    — Me encanta…argggggggg….paaaaaaapaaaaaaaaaaaaaaaa…..—

    Me corrí como desesperada, no se si fueron una o varias veces, ni cuanto duramos cogiendo, pero era la experiencia más fantástica de mi vida, papa seguía matándome de gusto

    — Ahora, además de mi perrita, de mi esclava, de mi puta, hija mía, eres mi mujer… no quiero ningún hombre junto a ti, todos los días vas a dormir en mi cama, nos vamos a mudar a donde nadie nos conozca y ahí serás mi esposa…. ¿entendido Angie?—

    — Si papa soy tuya por siempre —

    Mientras decía yo esto, sentí su leche caliente llenar mis intestinos, papa saco su polla y yo me di la vuelta y se la chupe, hasta que se la deje limpia.

    Después de eso nos mudamos a otro país, ahí todos me conocen como su esposa; él hace conmigo lo que quiere, incluso me ha rentado a algunos tipos, que me cogen mientras el mira; estoy embarazada de mi padre, voy a dar a luz a una linda niña, que se llamara como yo, Angie, cuando ella tenga 15 años, papa, tendrá 54 y si dios quiere, y todavía tiene fuerzas, él le quitara la virginidad y la volverá su esclava sexual, como lo hizo conmigo hace algún tiempo, eso ya lo acordamos y yo estoy feliz por ella, que gozara de una polla enorme tanto como yo, que soy su madre y su hermana.

    Fin

    Inexperta prostituta - blogSDPA.com

    Inexperta prostituta, Parte 01

    7 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas

    Esta publicación es la parte 1 de un total de 2 publicadas de la serie Inexperta prostituta

    Comienzo diciéndoles que soy de Córdoba, República Argentina. Un hombre ya con varios años a sus espaldas y con la satisfacción de haber vivido estos años plenamente. Me gustaba mucho la noche y era asiduo concurrente a sitios donde se podía conseguir alguna putita en más o menos buenas condiciones y previo acordar precio y pagar lo correspondiente, pasar la noche, o lo que reste de esta, con ella disfrutando del sexo y de la habilidad de estas profesionales del sexo. En mi ciudad a esos lugares se los llamaba *Wiskerías*.

    En una de estas noches una de las prostitutas de este lugar, se excedió en la ingesta de alcohol, se sentó en uno de los taburetes de la barra, a mi lado, y me pidió que le pagara una copa, clásico de estos sitios y de estas mujeres, accedí al pedido con la condición de que luego se fuera a dormir la mona, se rió y luego de apurar de un trago su copa me dijo,

    *eres un buen tipo, y por eso te voy confiar algo que solamente se le dice a los buenos clientes, ¿te gustan las pendejitas?,

    – ¡claro!, le dije yo, a quien no,

    – bueno, me dijo, ¿Cuánto me das si te llevo a una casa donde hay 4 chiquillas?,

    – depende le respondí, depende de cuantos años tengan,

    – entre 9 y 11 años me respondió,

    casi se atraganté el trago cuando me dijo eso, pero no le dí mucho crédito a sus dichos ya que estaba muy borracha.

    – Bah, deje de hablar macanas, le respondí,

    -¿no me crees?,

    – no, la verdad es que no te creo,

    – bueno, dame $ 20 y te llevo al lugar,

    – bueno, pero en que barrio está,

    – no, eso no te lo digo hasta que me pagues,

    – bien, entonces hagamos una cosa, yo te pago cuando lleguemos al lugar,

    – no, no, estoy borracha pero no soy estúpida, cuando lleguemos allí vos no me pagas,

    – ¿no era que yo era un buen tipo y que me tenías confianza?,

    – si, pero negocios son negocios,

    – ¿es lejos de aquí?,

    – más o menos.

    A todo esto ya me picó la curiosidad y me tentó la posibilidad de cogerme alguna pendejita de pocos años, ya que hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un manjar de ese tipo, por lo tanto le dije,

    -bueno, te pago y vamos, pero si te duermes en el automóvil, te quito la plata y te dejo tirada en cualquier lado, ¿ok?,

    – ok, me dijo, dame la plata.

    Le dí la plata y salimos rumbo al lugar por ella mencionado, cuando me dijo en que barrio era, no me gustó nada, ya que se trataba de un lugar bastante peligroso, pero me dije bueno, el que no arriesga no gana, y allá fuimos. Llegamos al lugar, una casita modesta, descendió ella, tocó la puerta y se dio a conocer, le franquearon la puerta e ingresó a la casa dejándome a mi en el automóvil, se demoró un rato y salió haciéndome señas de que ingresara; hizo que guardara el auto en el predio de la casa y me hizo pasar, cuando entré me fijé que estaba bien limpito el lugar y había una pareja de adultos, mujer y hombre, jugando a las cartas. saludé y me hicieron ingresar a una habitación en donde al cabo de unos minutos fueron ingresando de ha una por vez tres niñitas aparentemente de las edades que me había dicho la prosti. Se imaginan que a mí se me caía la baba al ver esas criaturitas, no es que fueran unas bellezas, pero eran niñas y estaban limpias según pude apreciar, y eso solo nos basta a los que gustamos de estos *platos especiales*.

    Cuando salió la última ingresó el hombre y me dijo que cualquiera de ellas y por dos horas, costaban $ 30, una cifra irrisoria teniendo en cuenta el *material*. Le pagué y le dije a este hombre cual de la niñas quería y le pregunté la edad de la misma,

    – 10 años me dijo.

    Se fue e ingresó la niñita, toda avergonzada, la mirada hacia el piso, con un vestidito humilde y unas zapatillitas viejitas pero limpiecitas. La miré un momento y le pregunté su nombre,

    -Alicia, me dijo,

    – ¿Cuántos años tienes?,

    – 10,

    – acércate, hizo un pasito y se quedó paradita,

    – más le dije yo, otro pasito,

    -más, más, acércate bien aquí a mi lado, entonces ella se paró bien a mi lado. Estiré mi brazo y la tomé del mentón para hacerle levantar el rostro, ella me miró y bajó nuevamente su rostro, insistí y levanté nuevamente su carita y le dije,

    – me dejas que te de un besito, me miró y bajó nuevamente su rostro, levanté su carita y suavemente deposité un breve beso sobre sus labios. No dijo nada. Insistí y la besé nuevamente, esta vez un poquito más largo el beso y con la punta de mi lengua acaricié sus labios, que ella mantenía cerrados, ¿no sabes besar?,

    – movió su cabecita en señal negativa.

    – Bueno, yo te voy a enseñar, ¿quieres?, hizo un gesto con sus hombros como diciendo *si usted quiere*.

    Le dije, cuando te bese, tu debes abrir un poquito tus labios y permitir que mi lengua ingrese en tu boquita y con tu lengüita acariciar mi lengua, ¿quieres?. Otra vez el gesto anterior, tomé su carita entre mis manos y la comencé a besar, al principio ella no hacía nada, me retiré y le dije,

    – quedamos en con tu lengüita ibas a acariciar la mía, ¿no es así?, asintió ella moviendo su cabecita, la besé nuevamente y ella ya me dio su lengüita. ¡Que delicia! ¡Que placer! ¡Que deliciosa es la saliva de las niñitas! La besé varias veces y comencé a acariciar su cuerpecito y cuando metí mi mano entre sus piernitas debajo del vestido, ella en un movimiento instintivo cerró sus piernas y luego lentamente fue dejando que yo las abriera con mi mano. Acaricié esa piel tan pero tan suave y cuando llegue a la confluencia de sus muslos, ¡oh sorpresa!, estaba sin bombachita, así que de golpe me encontré acariciando, tocando esos labios gordezuelos de su conejito, un conejito sin un solo vello, calentitos y ya insinuando una incipiente humedad, quizás producto de los besos anteriores.

    Con mis dedos índice y medio acaricié ese lugar por el cual suspiramos y somos capaces de cualquier locura los hombres. Sobre todo cuando se trata de niñitas pequeñitas. Lentamente procuraba separar esos labiecitos para llegar al interior de esa caverna y tratar de encontrar su clítoris.

    Ella colaboró, y sin que yo se lo pidiera, separó un poco más sus piernitas permitiéndome acceder con más libertad al interior de su grutita, a todo esto ya se había humedecido bastante, retiré mi mano, la llevé a mi boca y la llené de esa saliva, más bien diría de esa baba que estaban segregando en cantidad mis glándulas salivares, llevé mi mano nuevamente a su conchita y la lubriqué bien con mis babas, quedando totalmente resbalosa permitiendo deslizar tanto mis dedos como la palma de mi mano sobre su vaginita, y también permitiendo que le fuera introduciendo mis dedos con más facilidad, cosa que hice, primero uno, luego dos, y cuando quise meter el tercero, ella se quejó y me dijo que le dolía, y yo le dije,

    – mamita, si te duelen los dedos, ¿Cómo vamos a hacer para meter mi pija que es más gruesa y larga que mis dedos?,

    – ¿la tiene muy grande?, me preguntó,

    – ¿quieres verla?,

    – bueno, a ver como es de grande. Saqué mi pija y se la enseñé, ella se quedó como extasiada viéndola y me dijo,

    – ¡huy!, es más grande que la de mi papá.

    Aclaro que no soy un superdotado, si tengo una pija de 18 cmts., por más de 5 cmts., de grueso, y muy cabezona.

    – ¿la quieres tocar?, ella no se decidía,

    – anda le dije, tócala, dame tú manito, le tomé la mano y la puse sobre mi pija, ella de inmediato cerró sus dedos y me la apretó, claro que no la pudo abarcar a toda, imagínense que era una niñita de tan solo 10 añitos.

    – ¡Que gorda que es!, y prosiguió tocándola.

    – ¿Te gusta?,

    – no se,

    – dale un besito. Se agachó tan solo un poquito ya que estábamos de pie y me besó en la punta de mi miembro, y sin que se lo pidiera continuó besándolo y de repente lo traté de meter en su boca, en un primer momento no pudo, pero luego lo intentó nuevamente y logró meter la *cabeza* de mi pija en su boca, la sacó y me dijo,

    – ¡es muy gorda!, y se la metió nuevamente en su boca y trataba de chuparla como podía.

    A todo esto como ustedes se pueden imaginar yo no permanecía indiferente. Todo lo contrario, me estremecía de pies a cabeza y estando a punto de soltarle toda mi leche en su boquita, tal era el morbo que me producía ver a una niñita chupándome la pija, que haciendo un esfuerzo supremo le quité el *chupete*, la levanté del suelo y casi diría que la arrojé sobre la cama, me abalancé entre sus piernitas y traté por todos los medios de *comerme*, de *devorarme* esa conchita, hinchadita, mostrando sus labios apenas separados, bien mojados y enrojecidos. Le dí tan solo dos o tres lengüetazos y subí sobre ella cuidándome de no aplastarla con el peso de mi cuerpo, coloqué la punta de mi verga en la entrada de su cuevita y traté de introducirla por medio de empujones.

    No lo logré en un primer momento dado que debido a lo mojada que se encontraba su conchita, mi verga resbalaba una y otra vez hacia arriba o hacia abajo.

    – Despacito don, despacito, no me haga fuerte que duele. Yo estaba como loco,

    – te la quiero meter toda, le dije, bien hasta el tronco.

    – Pero usted la tiene muy grande, me va a doler mucho.

    Entonces me calmé un poco apelando al poco control que disponía en esos momento y me levanté de sobre ella, me bajé nuevamente a su conchita y comencé a trabajarla con paciencia, ya que como dice el refrán, *con paciencia y con saliva, un elefante se culió a una hormiga*. Luego de unos 15 minutos de chuparle bien chupada su conchita y de haberle rendido los homenajes que se merecía su pequeño y erecto clítoris, traté nuevamente de introducirle mi pene que no había perdido nada de su rigidez, por el contrario, cuando lo tomé con mi mano para guiarlo a su cuevita, me parecía que había crecido aún más, y ella también compartió esa sensación por que me dijo,

    -¡huy!, se ha puesto más grandota ahora, por favor métamela despacito, pero me parece que no me va a entrar, ¡que caliente y gorda que está!.

    Le dije que con sus deditos separara los labiecitos de su panochita, y ella obediente así lo hizo. Empujé y empuje hasta que entró la cabeza, cosa que hizo que ella pegara un respingo y me dijera,

    – ay, ay, despacio que me duele, me va a lastimar, ahí nomás, no la meta más. Me detuve un momento y esperé que ella se calmara y lentamente reinicié mis tentativas por clavarme a esta criaturita. Paso a paso fue entrando mi verga, yo sentía con inmenso placer como me apretaban las paredes de esa conchita pequeñita, pero entre mi líquido pre seminal y los jugos que brotaban de su conchita, sumado todo ello a las babas que le había puesto antes con mi mano y con mi boca, iba ganando terreno en su interior.

    Ella se quejaba y me pedía que no le metiera más, que con eso alcanzaba, que le parecía que le llegaba a la boca, que la sentía en su pancita, que le hacía doler el culito, en fin, todo solo hacía que mi calentura se elevara cada vez más y de golpe le sepulté hasta el tronco toda mi verga, ella gritó y me dijo que le dolía mucho, que se la saque, que no quería más, que no me moviera, pero todo fue inútil, yo seguía empujando y comencé a moverme, a sacarla un poquito y metérsela de nuevo, y así cada vez la sacaba más y se la enterraba de golpe toda entera.

    Ella comenzó a quejarse menos y también comenzó a apretarme con sus bracitos. La besé y ella me devolvió el beso aferrándose a mi con sus bracitos y tratando de cerrar sus piernitas en torno a mi cuerpo, cosa que no podía por que estas eran muy cortitas aún, pero a pesar de todo empezó a responder a mis embates y decirme que era mejor que las veces que lo había hecho con su papá, que conmigo le gustaba mucho más. No me aguanté mucho, De repente sentí que mi cuerpo entero se licuaba y se derramaba por mi pija dentro de ese estuchito estrecho, suave y caliente.

    Me parecía que volcaba litros y litros de leche y ella empezó a quejarse y a gemir como un gatito y a decirme,

    – ¡Que lindo!, ¡Que lindo! ¡Quiero más, dame más! ¡Huy, que caliente es tu lechita! *Me está saliendo de mi conchita y me moja la colita!. Lentamente, tanto ella como yo, respirando agitadamente, fuimos volviendo a la normalidad. Mi pija se ablandó y se la fui sacando de su cuerpito, cuando terminé de salir, también salió un borbotón de leche teñida con un poquito de sangre. Nos quedamos acostados uno al lado del otro, calladitos.

    De pronto reparé en todo lo que ella me iba diciendo, durante y antes del coito, lo que me dijo de su papá, y le pregunté cuanto hacía que su papá se la cogía, y me dijo que ese sábado a la noche la había culeado por primera vez, y que cuando lo hizo se encontraba borracho, tanto él como también su madre quien estaba culeando con un amigo en la misma habitación, y que cuando terminaron siguieron tomando vino y que entonces el amigo de su padre también se la culeó, pero que antes hizo que le chupara la pija, ella no quería pero le pegó una cachetada bien fuerte, entonces ella le chupó la pija y que el amigo de su papá también le chupó la conchita como lo había hecho yo y que una vez que terminaron de culear, todos se fueron a dormir.

    Que el domingo el padre estaba atacado del hígado por todo lo que tomaron, pero que el lunes a la noche la volvió a culear y que le metía un dedo en el culito y que a ella le dolía mucho y que el amigo que la había culeado en su casa era el dueño de la casa donde estábamos ahora, y que cuando llegué yo la estaba por culear, pero, cuando yo la elegí ya no pudo y me dijo que mejor haya sido así, ya que conmigo le había gustado mucho a pesar de que la tengo muy grande, pero que luego del dolor inicial, le gustó mucho y que sintió cosas que anteriormente ni con su padre ni con el amigo de él lo había sentido.

    O sea que esta niñita tenía en su haber tan solo tres culeadas antes que la culeara yo. Por eso le dolía mi pija y por eso me hizo gozar tanto a mí al sentir tan ajustada su rajadita.

    Demás está decir que se me volvió a parar la pija y que ella la miraba con admiración y la tomó entre sus manitos y me la empezó a acariciar, la besó y la metió en su boquita y me la mamó un rato, yo ya me aguanté más por el polvo que me había echado anteriormente.

    Ella me preguntó si se la iba a meter nuevamente y cuando le dije que sí, me pidió que lo hiciera muy despacito para que no le doliera tanto. Le dije ven, vamos a hacer un *69*,

    -¿Qué es eso?, me preguntó, y yo le dije que se trataba de que mientras ella chupaba mi pija, yo le chupaba a ella su conchita. Nos pusimos en posición pero no podíamos por la diferencia de estatura, así que desistimos y luego de que ella me chupara un rato más la pija, yo me bajé y le chupé su conchita, y ahí fue cuando ella comenzó a demostrar una gran calentura, ya que me decía,

    – Ay que lindo, como me gusta lo que me haces, que suavecita es tu lengua, huy que adentro me metes tú lengua. Y de pronto apretó mi cabeza con sus piernitas y empezó a quejarse y a gemir mientras me decía,

    – Más, más, más, quiero más, ay dame más por favor, ay me muero, me muero, ahhhhhhh. Y se fue relajando luego del intenso orgasmo que tuvo. Saqué la cabeza de entre sus piernitas, subí sobre ella y con cuidado, con mucho cuidado le fui metiendo la pija hasta que sentí que se la había metido a toda, hasta el tronco, y la comencé a culear como loco, con fuerza, la quería traspasar, quería clavarla con colchón y todo, y ella de a poco se acopló a mis embates hasta que volvimos a culear un rato largo, durante el cual ella tuvo creo que tres orgasmos más y yo nuevamente le volví a llenar esa hermosa y dulce cuevita con toda la leche que ella le había hecho producir a mis testículos. Quedamos los dos totalmente agotados y cuando me avisé el dueño de la casa de que mi tiempo se había terminado, le dije que me quedaba dos horas más, le pagué y nos dormimos los dos con esa dulce chiquilla abrazados desnudos hasta el amanecer y cuando nos despertamos, repetimos una vez más lo anterior, logrando nuevamente gozar, ambos, de una manera magnífica.

    Continuará

    el salon de videojuegos - blogSDPA.com

    El salón de videojuegos

    7 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Sexo en público

    Esto era un hombre llamado Pedro, una tarde de domingo estaba aburrido y pensó de ir a dar una vuelta por el pueblo.

    Pasó por delante de un gran salon recreativo de videojuegos y pensó de adentrarse a curiosear un poco. Al ser día festivo el salón estaba a reventar de todo tipo de gente: chicos, chicas, gente más grande con sus hijos y etc..

    Pedro estaba un poco aburrido porque los videojuegos hacía ya un poco que habían dejado de llamarle la atención y se había adentrado en el salon solo a curiosear como jugaba la otra gente pues el no pensaba insertar moneda en ninguna maquina.

    Estaba en ese momento Pedro mirando como jugaban dos chicos a una maquina en la cual se trataba de empujar unos barrotes fuerte y el que lo hiciera más fuerte ganaba.

    Como Pedro había más gente que estaba mirando lo mismo que Pedro pues la maquina de los barrotes no era una de esas que se ven en cualquier bar y daba que mirar.

    Entre ellos había una niña de unos quiza 7 años que de pronto distrajo a Pedro dedicandole una dulce sonrisa así sin más, sin contar Pedro ningun chiste ni haber echo este nada gracioso que mereciese esa sonrisa.

    Pedro contestó a la niña dedicandole la misma sonrisa o lo que más se le pareciese, pues la cara de Pedro no era tan bonita (je je) como la de la niña.

    Pedro agachó un poco las piernas y le dijo a la niña:

    hola guapa,

    <niña> hola je je

    como te llamas ?

    <niña> Marisa

    yo me llamo Pedro, te he dicho guapa pero siendolo tanto ya debes estar un poco cansada de oirlo no ?

    un poco, je je, pero no me enfada que me lo digas tú.

    eres de aquí lloret ?

    no, estoy de vacaciones con mis padres, me gusta mucho estar aquí, tu eres de aquí ?

    sí, hace 33 años que soy de aquí, je je, quieres acompañarme a dar una vuelta por el salón ? y miramos todas las maquinas que hay ?

    bueno vale

    Acto seguido Pedro cogió a Marisa de la mano y se encaminaron a pasear por el salón.

    Estuvieron viendo practicamente todas las maquinas y a alguna que otra jugaron el uno contra el otro.

    a qué hora te tienes que ir Marisa ?

    a las 8 vienen a buscarme mis padres

    mmm tenemos mucho rato en el que podemos pasarlo muy bien, quieres que nos demos besos ?

    uy je je, como yo con Francisco ? mi hermanito ?

    sí, algo parecido, pero no nos tiene que ver nadie, podemos irnos al lavabo y allí encerrarnos en uno de los retretes.

    bueno vale, vamos

    Pedro volvió a coger de la mano a Marisa y se encaminó hacía los w.c.

    mira Marisa, nos meteremos en este lavabo, el de minusvalidos, porque al de chicos no puedes entrar tu y al de chicas no puedo entrar yo.

    Pedro miró que no los mirara nadie y con Marisa cogida de la mano entro en los lavabos.

    Entraron en uno de los retretes y cerró la puerta con el pestillo.

    Pedro se sentó en el retrete quedando asi su cara a la misma altura que la de Marisa.

    Con las manos empezó a acariciar la cabezita de Marisa sonriéndole al mismo tiempo.

    acércate , acércate más

    Obedeciendo Marisa, Pedro empezó a besar la carita de Marisa con las manos en los de Marisa hombros.

    je je, yo le doy los besos a Francisco pero ahora eres tú que me los das a mi, je je.

    dejate de tonterías, vas a ver que bien que nos lo vamos a pasar

    A Marisa sorprendió un poco el un poco crudo gesto de Pedro y su perenne sonrisa se desdibujó de la cara.

    Pedro continuó besando la carita de Marisa mientras a la vez acariciava su barriguita.

    Marisa estaba viviendo sensaciones hasta el momento desconocidas. Sabía que los grandes hacen una cosa que se llama amor y sospechaba que era eso mismo que estaba haciendo ahora con Pedro pero pensaba que eso no se conocía hasta ser mayor.

    Pedro se separó de Marisa para sacarle la camiseta, sacandose tambien la suya. Los ojos de Marisa dejaban ver su sorpresa ante cada movimiento suyo o de Pedro.

    Pedro con la mirada fija en los ojitos Marisa acariciaba los pechitos de Marisa cariñosamente, se acercó a los pezoncitos y empezó a comerselos con suaves besitos.

    Marisa dejaba escapar tenues gemidos sin conocer tan solo porqué hacía esos gemidos: mmmmm mmmmm mmmmm mmmmm mmmmm oooh Pedro besameee, besame como lo hacen papa y mamaaa.

    Pedro se incorporó y empezó a besar, sin lengua, los labios de Marisa. Esta solo sabía imitar los gestos de Pedro y no hizo más que contestar los besos.

    Pedro sacó la lengua y despues de unos cuantos lenguetazos en la cerrada boca de Marisa esta hizo lo mismo y se empezaron a besar, Pedro no había dejado de masajear los pechitos de Marisa y era ahora que estas caricias se hicieron más fuertes.

    oooooh ooooooh ooooh oooooh mmm Pedro, me gusta muchisimoo

    Las caricias de Pedro se dirigieron ahora a las caderas de Marisa.

    Pedro le bajo los pantaloncitos y por encima de la braguitas le acaricio la vulva, no tardo en sacarle tambien las braguitas y a tratar de meter la punta del dedito.

    Marisa sentía que estaba tratando Pedro un lugar muy especial y temblaba de fuerte que era lo que estaba sintiendo

    La punta del dedito de Pedro había conseguido adentrarse en Marisa y esta gemía abrazada a Pedro, ooooh oooooh ooooh mmm gracias Pedroooo, graciassss.

    Con el rato de masajeo vaginal Pedro consiguio introducir sin forzamiento alguno el dedo entero en la vagina de Marisa.

    Los gemidos de esta eran ya más debiles pues la muy fuerte primera impresion ya no era tan primera.

    Pedro se levantó y se bajó los pantalones y los calzoncillos sacando al ristre un pene normalito.

    sientate encima mio

    como ?¿ como me siento ??

    ven acercate, ya te guiaré yo, ponte de rodillas sentada encima mio.

    bueno vale, dime tu como.

    Con las indicaciones de Pedro Marisa se puso de rodillas encima del sentado en el retrete Pedro.

    asi, bien, bien abierta

    y ahora qué ?¿?

    Pedro se escupió en la mano y se empapó de saliva el pene

    acercate a mi… asi mmm asi mmmm.

    El pene de Pedro estaba en la entrada de la vulva de Marisa que sentía que iba a conocer algo nuevo.

    Pedro cogió a Marisa de las caderas y empezó a hacer jugar su pene en la entrada del sexo de Marisa.

    Este iba penetrando cada vez más en esta que pensaba que nunca había echo algo tan fuerte.

    Con las manos en la caderas de Marisa Pedro besava los pechos de esta transportandola a parajes de la consciencia muy lejanos. En esto que Pedro bajó las caderas de Marisa de golpe introduciendo por completo el pene en Marisa.

    aaaaaaaaaaah oooh Pedro! me hace dañoooo!

    tranquila Marisa…quédate quieta y todo pasará.

    Las tranquilizadoras palabras de Pedro no consiguieron pero, evitar el llanto de Marisa que con un pene dentro de sí lloraba de dolor.

    Pedro, sin sacar el pene, empezó a besar los pechitos de Marisa, primero suavemente pero despues mordiendolos con la medida justa para no dañarlos.

    buuuuuh buuuuuh ooooh Pedro aun me duele !

    oye Pedro… me ha gustado mucho lo que me has echo antes pero por favor para que esto me duele.

    Un pensamiento paso por delante de los ojos de Pedro y se encamino a una que llamaríamos operacion de riesgo. Cogio las caderas de Marisa y tomandolas como una caja de carton empezó a subirlas y bajarlas lentamente, Marisa trato de hacer todo lo posible para que no le doliera y lo consiguio pues las lágrimas de sus ojos se secaron al cabo de unas cuantas sacudidas.

    Apoyada con los brazos abrazados en la espalda de Pedro Marisa se dejaba tratar como un objeto al cual follaban, pues estaba sintiendo ella la verdadera pasion de ser follada y los gemidos que soltaba al principio volvieron ahora con el entrar y salir del pene de Pedro

    oooooh ooooooh ooooooh Pedrooo como se llama esto que me haces ?

    follar Marisa, follarte

    oooooh oooooh ooooooh oooooh puedes estar así cuanto rato quieras ? ooooh oooooh oooooh

    eso nunca se sabe

    Las embestidas de Pedro estaban ahora marcadas con gran fuerza, el pene de Pedro salía completamente antes de entrar también completamente en el sexo de Marisa.

    oooooooh oooooooh ooooooh Pedro Pedrooooo Pedroooo Pedroooo Pedroooooo Pedroooooo Pedroooooo

    No contaron ellos dos el tiempo que duró tal locura, solo decir que fue maravilloso hasta que llego a su maravilloso final: Pedro empezó a gemir, estaba eyaculando y por consiguiente descargando su semen en el interior de Marisa pero sin dejar por ello sus fascinantes embestidas.

    oooooh ooooooh Pedrooo mmm eres maravillosooo.

    El semen rezumava por la rajita de Marisa lubrificando aún más las embestidas de Pedro que llegaban ahora a su más intenso momento.

    oooooooh oooooooh ooooooh ooooh Pedrooo Pedrooo Pedroooo Pedroooo.

    Pero la locura llegó a su final y el movimiento se detuvo, restando Pedro y Marisa abrazados un buen rato.

    Fin

    Desvirgando a una belleza de angel - blogSDPA.com

    Desvirgando a una belleza de angel

    7 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas

    Soy un vendedor de un pequeño almacén, cerca hay un colegio de primaria y bachillerato así que a la entrada y salida todo ese ganadito precioso