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    Fiesta familiar, relato erótico de Cazzique, en blogSDPA.com

    Fiesta familiar, Parte 18 (de Cazzique)

    2 de diciembre de 2024 en LGBTQ+, Sexo en grupo, Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto

    Esta publicación es la parte 18 de un total de 42 publicadas de la serie Fiesta familiar

    Cuando llegué a la casa ya todo estaba apagado así que entre sin hacer ruido y por la puerta de la cocina, me dirigí a las escaleras que llevan a los cuartos, empecé a subir lentamente para no hacer ruido; cuando llegué a la parte alta me dirigí al baño para lavarme los dientes, salí del baño y me dirigía a mi cuarto cuando escuché un leve gemido en la alcoba de las visitas, cosa que inmediatamente me imaginé, sería mi hermana cogiendo con papá. Me acerqué curioso y empecé a escuchar por la orilla de la puerta, estaban muy entretenidos por lo que se escuchaba, procurando no hacer ruido giré la perilla y muy lentamente abrí, tenían encendida la lámpara del tocador así que ellos no me podrían ver ya que la lámpara queda entre la puerta y la cama y el reflejo impide ver hacía la puerta cuando uno está acostado, aún cuando la puerta este casi por completo abierta. Asomé la cabeza al interior de la recamara y vaya… Mi hija Vanesa estaba acostada en la cama con las piernas abiertas y mi hermana Marina le estaba chupando la panocha con las nalgas al aire, a la vez mi hermana estaba siendo cogida en esa posición por mi papá, lo más cachondo era que mi mujer estaba parada a un lado de mi papá siendo masturbada por él con una de sus manos mientras se besaban cachondamente.

    Inmediatamente la verga se me puso dura a pesar de que ya venía completamente seco después de haberme cogido a Lucia. Decidí seguir observando mientras que me reponía de la impresión, mi papá se movía rápidamente en la parte trasera de mi hermana quiénse separó algunos segundos de la panocha de su sobrina para gritar que se estaba viniendo. Mi esposa se agachó un poco y sobó las tetas de Marina para hacerla disfrutar más su venida. Dejaron que ella terminara de venirse y cambiaron de posición, Vanesa se levantó y Patricia mi esposa se acostó, mi papá se montó en mi mujer y se la empezó a coger por la panocha, entretanto Marina y Vanesa estaban paradas a los pies de la cama besándose en la boca de una manera muy cachonda, sus lenguas se restregaban y se introducían en la boca de la otra, sus manos recorrían sus cuerpos dándole especial atención a sus nalgas.

    Mi esposa estaba gimiendo a cada estocada que mi papá le estaba dando, su verga entraba y salía de la panocha de patricia mientras que sus labios se fundieron en un apasionado beso, las manos de mi esposa estaba ahora acariciando la espalda y las nalgas de su suegro, no me pude contener más y entré en la habitación, Vanesa y Marina me sonrieron, mi padre y Patricia siguieron cogiendo sin inmutarse, me acerqué a mi hermana y mi hija y entre las dos se dedicaron a desnudarme, mi hija se apoderó de mi verga y se la llevó a la boca dándome una espectacular mamada como las que ella acostumbra a dar. Casi estaba a punto de venirme cuando Marina detuvo a mi hija para pedirle que la dejara mamar también mi tronco, ahora entre las dos me comenzaron a chupar el pito y gracias a la breve interrupción pude contenerme para no venirme y calmar un poco los ánimos.

    Le dije a mi hermana que se pusiera en cuatro patas en la orilla de la cama y ella así lo hizo, luego me coloqué detrás de ella y apunté la cabeza de mi verga a la entrada de su linda vagina, la cabeza se enterró un poco en la cálida cavidad y empecé a empujar lentamente en su interior, la panocha se comenzó a tragar mi miembro poco a poco, ella estaba ya muy lubricada por lo que no tuve ningún problema para que mis bolas chocaran contra sus piernas. Cuando por fin estuve completamente dentro de la panochita de mi hermana me comencé a mover lentamente disfrutando de la forma en como me la estaba cogiendo; por su lado, Vanesa, mi hija se acomodó debajo de Marina en forma de un sesenta y nueve, a la vez que mamaba la rajada de su tía aprovechaba para mamar mi tronco que entraba y salía extrayendo los jugos que ella degustaba. Mi esposa y papá seguían cogiendo sin que nadie los molestara, ahora se la estaba metiendo por el culo. Patricia se abría las nalgas lo más que podía para mostrarle a mi padre el camino, su ano se veía completamente abierto mientras que la verga de mi progenitor se clavaba en los mas profundo de ella.

    Mi hija en lo que mamaba mi verga introdujo uno de sus dedos dentro de mi ano y lo comenzó a mover, esto hizo que mi venid a se acercara inminentemente y en lo que mi hermana comenzó a decirme que ya acababa yo la inunde con mis mocos, fue una espectacular venida que puedo decir que hasta los huevos me dolieron de tanta leche que le expulsé en su interior, ella gemía y se retorcía mientras sentía cada uno de los disparos de mi pito. Por varios minutos yo quede fuera de combate, todos los que estaban en la cama cambiaron de posiciones, mi hermana ahora se comenzó a cachondear con mi esposa y mi hija Vanesa se acercó a su abuelo tomando con una de sus manitas la dura verga de él y después de darle unos leves masajes con la mano acerco su boca y se la comenzó a mamar, mi papá le tocaba los senos haciendo que los pezones se le pusieran completamente duros; ambos se acomodaron en la cama e hicieron un sesenta y nueve, la boca de mi padre devoraba la vagina de su nieta sin ninguna contemplación, la lengua se introducía lo m ás profundamente posible en su gruta haciendo que ella exhalara gemidos de placer que se esparcían por toda la habitación.

    Patricia y Marina también estaban haciendo un rico sesenta y nueve mientras que sus manos masajeaban las nalgas de la otra poniéndole especial atención al pequeño y apretado agujerito, esta escena de toda la familia haciendo el amor me puso a tono nuevamente y me levanté acercándome hasta donde estaban Vanesa y papá, me coloqué detrás de mi hija que estaba encima de su abuelo y le empecé a lamer las nalgas, en lo que mi padre se encargaba de la vagina yo me dedique a chupetear sus cachetes y su ano, mi hija se retorcía por el placer que empezó a experimentar; pasados algunos minutos mi padre le pidió a Vanesa que lo montara, ella se levantó y se acomodó sobre papá, su cuerpo fue descendiendo lentamente hasta que la punta del pene de papá tocó los labios vaginales de su nieta, ella acomodó bien sus caderas y solita se fue tragando la pieza de carne que estaba debajo, yo me acomodé para poder observar como se iba introduciendo en la vagina de mi pequeña ese gran garrote, los labios vaginales se iban ensanchando poco a poco a medida que la verga se le iba metiendo más y más. Cuando porinf las bolas de mi papá chocaron con la entrepierna de mi hija inicio un leve bombeo y luego de unos minutos de estar cogiendo y lograr que mi hija tuviera un orgasmo mi papá le dijo a Vanesa que si le gustaría sentirse penetrada por los dos, ella inmediatamente aceptó la proposición.

    Yo que ya tenía completamente dura la tranca de nuevo me coloqué detrás de mi hija y ella se empinó un poco sin sacarse la verga de su abuelo de su vagina, me puse un poco de saliva en la punta de mi pito y se lo puse en la entrada de su ano, con un poco de fuerza empujé mi cadera pero la verga se desvió de su objetivo. Vanesa se acomodó parando un poquito más su culo y entonces con las manos se abrió los cachetes de l as nalgas mostrándome a plenitud su espectacular ano; nuevamente apunte mi verga ahora sujetándola con una mano y empuje, el prepucio se fue abriendo paso en el apretado agujero trasero de mi hija, lentamente la penetre hasta que por fin toda mi verga logró penetrarla por ese apretado rincón; cuando los dos estuvimos completamente adentro de mi hija empezamos a movernos despacio, Vanesa gemía fuertemente mientras que la verga de su padre y de su abuelo la penetraban, sus caderas se comenzaron a mover instintivamente en forma circular para aumentar su propio goce. Pasados algunos minutos nuestros ritmos eran ya más veloces y las vergas entraban y salían rápidamente de los huecos de la niña, pasamos así algunos minutos más y Vanesa ya había tenido como tres orgasmos, nuestros movimientos se hicieron más profundos y más pausados pero con más ímpetu y le dijimos a mi hija que nos avisara el momento en que se estuviera viniendo, ella así lo hizo y cuando su orgasmo empezó a invadirla también de nuestras vergas comenzaron a escapar gran cantidad de chorros de leche que inmediatamente inundaron las entrañas de mi pequeña hijita, gruesas gotas de esperma empezaron a escurrir de los agujeros de mi niña mientras fuertes chasquidos se escuchaban a la vez que las macanas seguían entrando y saliendo de sus cavidades; por fin los cinco quedamos completamente exhaustos y todos nos tendimos en la cama aun acariciando nuestros cuerpos y hasta por fin quedarnos profundamente dormidos.


    Continuará

    Andrea obtiene una estrella, relato erótico en blogSDPA.com

    Andrea obtiene una estrella, Parte 01

    1 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto

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    Andrea, una niña de 7 años asiste a su primera lección de sexualidad, clase impartida por su tío Manuel.

    Andrea obtiene una estrella, relato erótico en blogSDPA.com

    Andrea obtiene una estrella, Parte 00

    1 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto

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    Capítulo que actúa como prólogo (¿qué ocurrió después?) de la historia de Andrea, una niña de 7 años que comienza una amistad muy íntima con su tío Manuel.

    Mi historia, relato erótico en blogSDPA.com

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    1 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas

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    El comienzo en la relación de una joven de 15 años y un adulto. El inicio de la perversión

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    Fiesta familiar, Parte 17 (de Cazzique)

    1 de diciembre de 2024 en Jovencitas, Relatos SDPA

    Esta publicación es la parte 17 de un total de 42 publicadas de la serie Fiesta familiar

    Por fin llego la fiesta de cumpleaños de mi hija Vanesa, ella se veía radiante, feliz por que a su fiesta acudió gran can tidad de gente que a ella le agradaba, entre los invitados se encontraba mi papá, mi hermana, algunas tías y tíos, sus amigos y por supuesto nosotros sus padres; después de la fiesta ella se iba a ir de viaje, un viaje que le regalamos a Europa, nos pusimos de acuerdo con los papás de una de sus amigas que hace poco también cumplió sus quince años y decidimos regalarles esta viaje juntas ya que ellas se llevan muy bien y les sería más fácil andar juntas por aquellos lugares.

    La fiesta resulto ser todo un éxito, empezó como a eso de las cuatro de la tarde y toda la gente se la paso muy a gusto, amigos, vecinos y familiares convivimos muy felices hasta eso de la una de la madrugada cuando el cansancio empezó a vencer a muchos que se fueron re tirando poco a poco hasta que sólo quedamos los familiares y unas cuantas amigas de mi hija, y como ya también estábamos muy cansados decidí que rae momento de regresar a esas niñas a sus casas para que no fueran a tener problemas con sus padres. por haber llegado muy tarde a sus hogares.

    Salí para acomodar el auto en la entrada de la casa ya que como es costumbre yo las llevaría a sus casas terminada la fiesta. Vanesa se despidió de ellas ya que como eran bastantes no había espacio para que ella nos acompañara. Las que vivían más cerca serían las primeras a las que iría a dejar y así se fue vaciando poco a poco el auto hasta que solo quedaron dos pequeñas como de catorce años, les pregunté cual de las dos vivía más cerca de donde estábamos, una de ellas me dijo que vivía a unas cuantas cuadras de donde nos encontrábamos, la dejé en la puerta de su casa y como siempre esperé a que salieran a recibirla sus padres, luego de que salieron y nos despedimos le pregunté a mi última acompañante en donde vivía, me indico la dirección y nos dirigimos hasta su casa.

    Cuando llegamos a su casa todo estaba a oscuras debido a un apagón en el servicio público de alumbrado, con las luces del auto apenas y podíamos ver algo, me aparque frente a su casa y ella descendió del vehículo un tanto temerosa, se encamino hasta la puerta y sacó unas l laves, abrió y volteo a verme, luego regreso un poco asustada y me dijo que le daba miedo ya que sus padres no estaban en la casa pues se habían ido también a una fiesta, pero que ellos llegaban mucho más de madrugada. Me pidió de favor que si la podría acompañar solo unos minutos en lo que llegaba la luz. Apagué el carro y entonces los dos nos adentramos en la oscuridad de la sala de su casa, le pregunté que si tenían alguna luz de emergencia o unas velas para iluminarnos en lo que la luz llegaba, me dijo que en la cocina, me dirigí allá mientras que ella me iba diciendo en que mueble y en que cajón, efectivamente allí estaban las velas, tome una y la puse en un vaso, luego la encendí con los cerillos y me regresé a la sala con ella, se llama María y tiene catorce años efectivamente, en la mesa de la sala encontré también un recado, lo tomé y lo leí; era de la niñera y decía:

    Acosté a Luci a las doce de la noche, Mari no había llegado todavía, le dejo el libro que me encargó en la mesa del comedor y su cambio sobre éste. Le pregunté a María si Lucia era su hermana, ella me dijo que sí, que como no había querido ir a la fiesta la dejaron en la casa con la niñera pero le dijeron que cuando se durmiera se podía ir ya que María llegaría poco después.

    Mari tiene el cabello corto hasta los hombros, es lacio y de color negro, sus carita es muy hermosa, tiene un cuerpo delgadito y su piel es morena clara. Me senté en el sillón de la sala junto a la niña, platicamos un poco pero el cansancio la fue venciendo hasta que se quedó dormida, su cabeza estaba sobre mis piernas, yo también me recosté un poco sobre el respaldo del sillón y estiré mis brazos para relajarme un poco. Volví la cara y miré detenidamente la escena, la luz de la vela era muy tenue, Mari estaba recostada en el sillón con su cabeza en mis piernas , su delgado cuerpecito estaba recostado a lo largo del sillón con las piernas un poco flexionadas, traía puesta una minifalda color rojo de tela delgada, sus piernas desnudas solo con unas calcetas de color rojo también y ya no traía zapatillas, arriba traía una chamarra de mezclilla y debajo una blusa también de tela delgada de color blanco; la observé detenidamente por largos minutos, su respiración era muy profunda, la morbosidad me ganó y entonces puse una de mis manos sobre su hombro, la deslice por su brazo hasta llegar a su mano, ella no se inmuto, de su mano que estaba recargada en uno de sus costados pase a su pierna, suave, delicada, fui subiendo hasta llegar a la orilla de su minifalda, con la otra mano le subí la tela de la prenda, pude ver sus bragas de color blanco, las bragas se pegaban a su piel dejando poco a la imaginación, desde donde yo estaba podía alcanzar a ver como la tela se hundía entre los pliegues de su vagina, pase mis dedos delicadamente por esa parte, pude sentir el calor que manaba de su rajadita, empecé a acariciar levemente su panochita, paseaba mi mano por la rajadita hasta donde sus piernas me lo permitían y podía sentir como en la parte alta de su panochita su clítoris se iba poniendo duro, pocos segundos después Mari soltó un leve gemido y sus bragas se impregnaron con sus jugos.

    Fue cuando escuché un ruido detrás de nosotros, me volví para ver de que se trataba y me encontré con unos tiernos ojos que nos miraban sin decir nada, me quedé congelado sin saber que hacer, Lucia la hermana de Mari se acercó cuando vio que la había descubierto. Se m e quedó mirando y me preguntó que quién era yo, tartamudeando un poco le dije que era el papá de Vanesa, la amiga de su hermana Mari. Después de unos segundos de pesado silencio Luci se me quedó mirando y me preguntó que porque le hacía eso a su hermana, yo no supe que decir. Entonces la niña me dijo: “Te la quieres coger ¿Verdad?”

    Esto me asombro a la vez que me sorprendió, le pregunté que como ella sabía de eso, me comentó que ellas seguido cogían con su papá y que por eso se dio cuenta de que yo me la quería coger. Entonces me preguntó que qué hacia yo en su casa, le explique lo de la luz. Ella entonces pareció darse cuenta de que en efecto no había luz, me dijo que su hermana tenía el sueño muy pesado y que ya no se iba a despertar, me pidió que la llevara a su cama. Cargue a la niña y la llevé hasta su habitación mientras que Luci me guiaba con la vela, entramos y la acosté en la cama, la tapé y Luci salió, y yo detrás de ella.

    Cuando estuvimos de regreso en la sala le pregunté a la niña que si le gustaba coger con su papá, ella me respondió que al principio le dolía mucho pero que después se fue acostumbrando y ahora ya le gustaba más, pero que a veces su padre era un poco brusco con ellas. La observé detenidamente, cabello largo de color negro, cara larga con piel apiñonada, sonrisa agradable, ojos grandes y expresivos, un cuerpo delgadito que no alcanzaba a ver bien ya que traía puesta una bata larga hasta los tobillos, pero mientras caminaba por delante de mí en el pasillo pude ver unas nalgas respingonas y muy redonditas. Le pregunté si alguna vez había cogido con alguien más aparte de su padre. Lucia me contestó que sí, que una vez uno de sus tíos vino a la casa y también se las cogió. Entonces le pregunté qué si le gustaría coger conmigo; ella se quedó pensando por largos segundos y después sin decir nada meneo la cabeza en forma positiva y me miró con ojos más amigables.

    La tomé de la manita y le dije que me dijera en donde estaba su cuarto, ella caminó, y sin soltarme de la mano me encamino hasta su habitación, en la otra mano llevaba la vela. Cuando entramos yo le quité la vela y la puse en un lugar seguro, nos iluminaba bastante bien, me hinqué frente a la niña y le dije que me besara, ella acercó su carita a mí y saco su lengua, yo hice lo mismo y entonces comenzamos a besarnos, lo hacia bastante bien, su lengua se enredaba con la mía ya sea dentro de mi boca o en la suya. Me separé de la pequeña y le empecé a levantar el camisón poco a poco, ella levantó los bracitos cuando llegué hasta esa parte, la prenda salió y solo se quedó con las bragas de color blanco puestas. Me pu se de pie y me desnudé rápidamente, mi verga quedó a la altura de su carita, ella tomó mi pito con su manita y lo guio hasta su boca. Me la comenzó a mamar lentamente, su boquita se abría lo más que podía para recibirme, de vez en vez se la sacaba de la boca para chupar y lengüetear la cabeza de mi verga. Era toda una experta para hacer mamadas, se tragaba más de la mitad de mi verga, era delicioso sentir la boquita de esa niña tragándose todo ese pedazo de mi miembro. Después de chupármela por algunos minutos la detuve.

    Como estaba de pie le bajé las bragas dejando al descubierto su lisa panochita, solo se le veía una rayita muy lisita. Acosté a Lucia sobre su cama y le pedí que abriera sus piernas, ella me preguntó que si ya se la iba a meter, le dije que no, que primero se la iba a chupar, ella se quedó un poco extrañada, me hinque frente a ella y le sujete las piernas en el aire, acerqué mi cara a su panochita y le empecé a lengüetear la rayita. Pasé la punta de mi lengua por la rajadita de la pequeña, el característico olor de las damitas de esa edad me invadió la nariz, es alg o exquisito, Lucia me dijo que estaba sintiendo muy rico así que continué con la mamada, ahora introduje un poco la lengua y recorría cada uno de sus labios. Cuando los labios se dilataron un poco encontré su túnel y entonces le introduje lo más que pude la lengua, la niña se estremeció y un fuerte orgasmo la invadió, la dejé descansar unos instantes para después seguírsela chupando.

    Busqué la parte alta de su vagina y entonces con los dedos abrí de par en par sus labios, su rosado interior me mostró su delicado clítoris escondido por su capucha. Puse la punta de mi lengua sobre el pequeño botoncito y la comencé a mover en forma circular, una risa incontrolable salió de mi pequeña amante. Luego se controló un poco y empezó a disfrutar de la mamada sobre su pequeño clítoris, después de unos minutos una nueva venida invadió el cuerpo de mi pequeña amiguita.

    Me puse de pie y le pedí que me la mamara nuevamente para dejarla muy bien lubricada, le pedí que le pusiera mucha saliva, luego me recosté yo en la cama y le dije que se sentara en la macana, ella se acomodó sobre mi y con una de sus manitas fue guiando mi verga al mismo tiempo que meneaba su cuerpecito hacia abajo. La punta de mi garrote toco por fin sus labios vaginales, la saliva permitió que fuera poco el roce y la cabeza de mi garrote se escabullo hacia el interior de la panochita, los labios se abrieron ampliamente pero mi amiga no se detuvo y siguió empujando hacia abajo, tragándose más y más de mi palo, lo apretado y cálido de su interior era algo fantástico, la niña era toda una experta en el arte de coger, cuando la verga más o menos le entró un poco más de la mitad ella se detuvo y lentamente inició el regreso, en poco minutos el bombeo dentro de la panochita de la niña era más rápido. Su frente estaba perlada de sudor mientras que su delgado cuerpecito se movía de arriba para abajo incrustándose y sacándose mi verga.

    Cuando la niña se canso de subir y bajar por mi palo la recosté en la cama y me la continué cogiendo, la verga ahora se deslizaba más suavemente, su vagina ya recibía ahora un poquito más de mi pito, en el prepucio podía sentir como se restregaba cada pliegue de la hermosa Lucia y veía como sus labios vaginales estaban abiertos de par en par apretando mi verga como si fuera un guante de hule. Le pregunte a mi linda amante que si ya reglaba, ella me contestó que aún no, entonces esperé un poco hasta que ella comenzó a tener otro orgasmo y entonces le vacié la carga de leche de mi pistola en el interior de su vaginita, ella soltó un gritillo cuando sintió que la leche invadía su interior. Continué meneándome dentro de esa panochita hasta que mi verga perdió su dureza. De la vagina escapaba todo mi esperma, mi amiguita se paró y me chupó la verga hasta que me la dejó completamente libre de los jugos que le habían quedado. Luego de que terminó me agache y la besé, le dije que me había encantado coger con ella. Lucia me dijo que nunca le habían mamado la rayita y que le había gustado mucho como se lo hice, me dijo que si algún día podría venir para volverlo a hacer. Le dije que claro, qué cuando ella fuera a mi casa se lo haría, ella me sonrío y me dijo que ya sabía en donde vivía y que muchas veces iba con su hermana a visitar a Vanesa. Por supuesto que yo recordaba haberla visto en varias ocasiones.

    La acosté en su cama, me vestí y cuando vi que ya estaba bien dormida salí a la sala, apagué la vela que traía en la mano y la puse en la mesa del comedor, salí de la casa y me dirigí hacia la mía pensando en lo rico que una niña de nueve años puede coger.


    Continuará

    35 imagenes Loli de BadOnion en blogSDPA.com

    35 imágenes L0L1 (de BadOnion)

    30 de noviembre de 2024 en Imágenes L0L1 & Sh0t4

    Esta publicación es la parte 6 de un total de 40 publicadas de la serie Imágenes L0l1 & Sh0t4

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    Video loli y shota. Papá se coje a sus hijas e hijo, blogSDPA.com

    Video: "Papá se coje a sus hijas L0L1 y a su hijo SH0T4" (de Bill3D)

    30 de noviembre de 2024 en Videos L0L1 & Sh0t4

    Esta publicación es la parte 7 de un total de 32 publicadas de la serie Videos L0L1 & Sh0T4

    De niña a puta, relato erótico en blogSDPA.com

    De niña a puta

    30 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas

    Aquel día Silvia decidió no ir al picnic con su familia, no estaba de humor para salir, como es clásico en las adolescentes de 14 años.

    Su hermano, rick no fue al picnic puesto que ese día el iba a ir con su novia a dar un paseo a otro lado. Eso dejaba a Silvia sola en la casa. Silvia ya tenía mucho tiempo que había comenzado a sentir ciertas ganas de hacer algo, pero ella aún no sabía que eran esas ganas exactamente.

    Mientras estaba en el sofá, quiso ver que eran esas ganas que sentía, hizo que su mano rozara su calzón a lo que ella sintió un cosquilleo que no era el mismo cosquilleo que su mamá le hacia. Este era un cosquilleo especial, era algo que ella no había experimentado, pero que en ese momento quiso ver que se sentía.

    Entonces sintió algo caliente dentro de ella y con sus manos comenzó a frotarse sobre su calzón, era una sensación extraña pero al mismo tiempo placentera. Fue la primera vez en su vida que ella gemía de placer. Pero algo andaba mal, no era suficiente, tenía que ir más allá.

    Se quitó la blusa y su brassier, con sus manos comenzó a frotar sus incipientes pechos los tomaba y luego los estrujaba, gemía cada vez con más intensidad, una mano se deslizo hasta sus labios y los frotó suavemente, metió su dedo medio y comenzó a chuparlo, lo saco de su boca humedecido con saliva y lo bajo hasta su pubis, metió su mano por debajo del calzón y llego a sus labios vaginales. Al llegar a esta zona, un pequeño frote fue suficiente para que por su cuerpo pasara una descarga eléctrica que la dejara aún más caliente. Se bajo los calzones y por fin quedo por completo desnuda, era una chica hermosa, aún no se desarrollaba por completo pero ya era hermosa. Estaba tan caliente que su concha ya estaba húmeda, metió una vez más su dedo a su boca lo chupo como toda una puta profesional y luego lo metio en su coño, su cuerpo se retorcía del placer, se recostó sobre el sofá y abrió las piernas mientras continuaba con su dedo dentro de ella. Con su otra mano estrujaba sus senos y seguía experimentando un enorme placer.

    Pero aún no era suficiente, ella necesitaba más. Más de esa nueva experiencia. Se detuvo y se dirigió a la cocina, abrió el refri y tomo una salchicha, sus manos temblaban de la excitación que tenía, tomo la salchicha y de inmediato la metió en su boca, como si estuviera mamando una verga real.

    Mientras que con su otra mano continuaba metiéndose el dedo en su coño. Una chispa en la cabeza y pensó en algo aún mejor, se dirigió ahora al cuarto de su hermano y busco en uno de sus cajones, en donde sabía que guardaba los condones. aquí esta-. Lo tomo y se fue al sofá de nuevo a recostarse. Su corazón latía a mil, sus pupilas estaban dilatadas, su lengua estaba fuera de su boca, su cuerpo entero temblaba. La sola idea era demasiado para ella, esa era su primera vez, con solo abrir el empaque del condón, estuvo a punto de tener su primer orgasmo en su vida, pero se controlo. no aún no-.

    Desenrolló el condón mientras se lo ponía a la salchicha que tenía en su mano. Una vez con el condón en la salchicha se recostó en el sofá y de nuevo abrió las piernas. Primero se metió la salchicha en la boca ahora con el condón puesto imaginando lo que sienten las putas de adeveras cuando la maman, el sabor del látex le pareció excitante, - ahora si chupo una pija de adeveras- pensó.

    Después de mamar la salchicha con los ojos cerrados y con una mano frotando sus labios vaginales la sacó de su boca y apunto hacía su concha. Con su lengua aún saboreaba el sabor del látex en sus labios, era el momento de perder su virginidad. De sacar a la puta que todas las mujeres llevan dentro, a convertirse en lo que realmente son. Era el momento de venderse, de ser lo que estaba destinada a ser.

    Tomo con su mano fuertemente a la salchicha mientras que con dos de sus dedos abria sus labios vaginales y lentamente introducía la salchicha hacia su interior. Ella imaginaba a un hombre tomándola y metiéndole la verga en su coño. Una verga con condón, su excitación ya había llegado a la cúspide, era el momento.

    Tomo aire y metió toda la salchicha en su vagina aaaaaaaaaaahhhhhhhh- la metía y la sacaba, una y otra vez, con otra mano se acariciaba todo el cuerpo, pasaba sus dedos por sus labios, se acariciaba el cuello, si tetas, con más fuerza continuó el mete-saca de la salchicha.

    Fue entonces cuando lo comenzó a sentir, algo nuevo salía de sus entrañas, nunca lo había experimentado, era un río que empezaba a fluir dentro de ella, -ahhhhhhhhhhhhhhhhh- la inundaba por completo, su primer orgasmo había llegado, en ese momento se había graduado como una puta más en este mundo.

    A la semana siguiente fingió una diarrea para no ir a un balneario con su familia, pretexto que utilizó para repetir su excitante experiencia. Realizó de nuevo todo el procedimiento, salchicha, condón, pero algo no andaba bien.
    Ya no sentía lo mismo que sintió al principio. Ahora necesitaba más, algo nuevo. Fue entonces cuando tuvo otra idea, aún más excitante que la anterior. -Por el culo- Silvia se puso a gatas en el sofá y mientras su dedo estaba frotando sus labios la salchicha con el condón intentaba entrar por el esfínter rosita y apretadito de ella, -no entra, ¿Por qué?-. Pero por mucho intento que hacía por conseguir que entrara no lo
    conseguía.

    Estaba demasiado apretadito. Y de pronto otra chispa le ilumino el cerebro. Se dirigió a la cocina y tomo el frasco de aceite para cocinar. De nuevo su excitación estaba a tope. Lo destapo y untó a la salchicha con el aceite, luego se puso hincada con su estomago apoyado sobre el sofá y vertió el aceite sobre su culo, con un dedo se lo embarraba bien sobre su esfínter hasta que sintió que su dedo entraba sin ninguna dificultad.

    Después metió dos de sus dedos, y fue cuando sintió algo de dolor, pero que no le dio mucha importancia. El dolor la excitaba aún más. De nuevo tomo la salchicha con trabajo puesto que estaba muy resbaladiza y se la metió por el culo, -ahhhhh- era una sensación aún más placentera que la anterior. El dolor mezclado con el placer.

    ahhhhh-.

    Su transformación a una puta barata estaba por completarse. Al siguiente fin de semana, inventó que iba a salir con unas amigas para estudiar, y así una vez más no fue con su familia al zoológico. Repitió el procedimiento anterior, salchicha, condones, aceite, culo, pero algo no andaba bien, ya no sentía lo mismo. Ahora necesitaba otra cosa. Se frustró cuando se dio cuenta que ya no tenía ningún agujero a donde meterse. Pero de nuevo una chispa de inteligencia y una excitación tres veces mayor que las anteriores. Incluso de la idea que tuvo estuvo apunto de tener el orgasmo. Fue corriendo al directorio telefónico y busco el nombre. Tomo el teléfono y con una excitación que apenas y la dejaba hablar marco.

    -agencia geisha, buenas tardes-

    -ho..hohola, es,,este, quiero trabajo-

    -que edad tienes?-

    -19-

    -como eres?-

    -soy blanca, de cabello castaño, delgada-

    -tengo un servicio ahorita, un carro te va a esperar en las calles.

    El corazón iba a salir del cuerpo, era inevitable, lo había conseguido, por fin, sabría lo que es ser una puta de verdad. Rápidamente se vistió, se maquillo como su madre, para aparentar la edad que decía y salió a las calles donde la iban a estar esperando. Sentía que le faltaba el aire, se sentía muy pesada, su cuerpo sudaba.

    Era la primera vez, era su primera vez, mezcla de emoción y nerviosismo, y algo de miedo.

    -ahí esta-

    Era el auto que le dijeron, color negro, con los vidrios polarizados. Ella se acercó al auto y la puerta delantera se abrió, una voz de dentro le dijo que ya era tarde que se subiera, el cliente estaba esperando. Ella por unos instantes dudo, pero su instinto de puta pudo más que ella y por fin aceptó, subió al auto. El sujeto que estaba al volante era un tipo gordo y feo, vestía una chaqueta negra de piel.  ¿A donde vamos señor?-

    -Tu a dar las nalgas y yo a ganar dinero- dijo una voz que venía del asiento trasero. Silvia quiso voltear, pero un pañuelo con cloroformo chocaba contra su rostro. mmmmmmmmppppppppphhhhhhhhhhh-. Mientras Silvia caía en la oscuridad de la inconciencia, su mente tuvo  un último pensamiento, eres estupida.

    La familia de Silvia la buscó por todas partes, la buscaron durante 6 años, hasta que recibieron una carta que decía: Mamá, papá, ya no me busquen  más, yo ya no soy su hija. Ahora soy lo que siempre quise ser: una puta.


    Fin

    El abuelo, relato erótico en blogSDPA.com

    El abuelo, Parte 03 (Final)

    30 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto

    Esta publicación es la parte 3 de un total de 3 publicadas de la serie El abuelo

    Durante los siguientes días mis manos no se hartaron de tocar los dulces cuerpecitos de Romina y Carina de solo trece primaveras. Buscaba cualquier escusa para quedar solo con alguna de las niñas y poder cogerla a mi antojo.

    Recuerdo una vez en que lleve a las niñas de compras a la ciudad. Aparte el auto de la carretera, llevándolo a un camino muy poco transitado y ahí hice que Romina me la mamara, mientras le chupaba las tetitas a mi nieta Carina.

    Fue delicioso, la mamada me hacia chupar cada vez con más fervor, lo cual se notaba en los suspiros que pegaba la pequeña Carina. Mis dedos estaban clavados en su vaginita y estos entraban y salían sin pudor, haciendo que sus flujos se derramen sobre la cabecita de Romina que se metía mi pene con mucho gusto en su estrechita boca.

    Después de que estuvo chupando un buen rato, se levanto y me miro diciendo...

    -Me puedo subir encima, abuelito...

    Y yo gustoso la deje, y ahí me cabalgo como un demonio, en el asiento del auto.

    Su conchita apretaba mi miembro dándome un gran placer y nuestros gemidos iban en aumento, mientras que Carina se corría una paja a nuestro lado. Después de bombear un rato eyacule toda mi espesa y caliente leche en el interior de Romina y me dedique a atender a mi nietita.

    Salimos afuera y la acosté en el capo del auto, metiéndosela toda de una vez, a lo cual respondió con un gran grito. Después empecé mi frenética acometida, mientras chupaba sin cesar sus riquísimas tetitas de adolescente, cuyos pezonsitos estaban hechos una roca. De nuevo eyacule toda mi leche en el interior de Carina.

    Las chicas se arreglaron y fuimos a comprar.

    Una vez mientras preparaba el almuerzo en la cocina y todos estaban en el patio trasero, el cual se puede ver desde la cocina, Romina me empezó a chupar el pene.

    Debía hacer grandes esfuerzos para que no se notara mi placer, ya que el resto de la familia estaba afuera y de vez en cuando miraba hacia dentro para ver cómo iba y yo desde la casa les miraba con una agradable sonrisa, mientras la pequeña se llevaba todo mi falo a la boca, para chuparlo y lamerlo.

    Estuve teniendo esta clase de encuentros, en el baño, en la cocina, en el garaje, en donde se podía, con mi nieta y su amiguita hasta que llego el día en que pude degustar de otra de las hembras de mi familia.

    Era un viernes por la noche. Y toda la familia había salido a cenar, menos yo, claro, ya que no soy muy sociable, por algo vivo solo en mi casa.

    Todos fueron a un lujoso restaurante, de donde luego darían una vuelta por la ciudad, tal vez al cine, menos Clara, la cual se fue de joda con unos amigos que había hecho en el lugar.

    Eran cerca de las dos de la madrugada cuando siento que alguien entra a la casa.

    Cuando me fijo era Clara, la cual se notaba que venía demasiado tomada. Entro y me dijo...

    -Me voy a acostar....

    Y sin más se fue a la cama, pero yo la notaba como que andaba mal.... muy borracha.

    Entonces me entro la preocupación, pero por el momento me quede en la sala, viendo televisión. Pero al cabo de treinta minutos no pude Aguantar y subí a ver si Clara estaba bien.

    Y vaya que lo estaba...

    Ella estaba acostada en la cama, la cual estaba hecha un desastre y por el calor que hacia ella no se había tapado. Llevaba una musculosa que dejaba ver su ombligo, demasiado chiquita para ella, ya que se le marcaban exageradamente sus abundantes pechos y sus pezones, que parecían querer despedazar la tela de la prenda.

    Abajo llevaba una tanga blanca, bien chiquita, la cual se le había pegado al cuerpo y marcaba su hermoso y apetitoso sexo.

    Ahí mismo mi preocupación por mi nieta de 16 años se desvaneció, convirtiéndose en deseo y lujuria por el cuerpazo que se mostraba ante mis ojos.

    Entonces ataqué. Aprovechando su borrachera y que le costaría despertarse, comencé por sobarle las tetas, pellizcándole sus pezones por encima de su musculosa, los cuales se endurecieron al contacto.

    Luego con más descaro comencé a manosear y amasar sus perfectas tetas, mientras sentía que su respiración iba en aumento. No pude aguantar más y le saque la musculosa, y como ya sospechaba, ella no llevaba nada abajo y me encontré con sus tetas, amputando desafiantes al cielo, listas para ser chupadas.

    Y a eso me dedique. Me abalance como un demonio y comencé a comerme esas tetas, que me sabían muy deliciosas, mi nieta comenzaba a excitarse, ya que su respiración iba en aumento.

    Yo seguía jugando con sus tetas, chupando y amasando a mi antojo, mientras ella se movía en la cama, sin despertarse aun.

    Mi mano se dirigió al instante a su entrepierna y allí comencé a acariciar su conchita por sobre su tanga, la cual note muy húmeda. Eso Me calentó bastante y decidí meter mi mano dentro de su tanga, para poder hurgar mejor con mis dedos su intimidad.

    Le metí un par de dedos que entraron sin barrera, ya que estaba muy lubricada por sus jugos y ella dio un pequeños gemido, y allí comencé un lento mete-saca, ya que no quería que se despierte, mientras seguía jugando con mis labios y mi otra mano entre sus tetas y pezones.

    No pude aguantar más y mediante chupones y besos fui bajando hasta llegar a la altura de su sexo y comencé a bajarle despacito su tanga que estaba toda mojada.

    Una vez que se la saque con suma paciencia, dirigí mi boca a su concha y comencé a lamerla despacito. Pasaba mi lengua por sus labios vaginales para después adentrarme y poder chupar su clítoris que estaba creciendo bajo las carisias lujuriosas de mi áspera lengua.

    Chupaba y tragaba sus flujos que chorreaban de su sexo, hasta que de pronto sentí sus manos apretar mi cabeza. Yo me quede duro en el acto, pero escuche algo que me éxito sobremanera...

    -Seguí chupando, viejo inmundo....

    Yo como autómata seguí chupando, esta vez mi lengua se adentro en su intimidad y ella dio un largo gemido de placer....

    -Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh... chupa, viejitooooo... chupaaaaaaaaaaa....

    Y yo seguí jugando con mi lengua en su conchita, la cual era un mar de flujos, que chorreaban por mi mentón, ensuciándome la barba. Estuve chupando por media hora su conchita caliente, mientras ella se venía en mi boca, cuando me dijo...

    -Ya... viejo de mierda... métemela....

    -No, no... Con respeto, mi hijata... qué sino no se la pongo...- me hice el duro...

    -Dale, abuelito... métemela... por favor....

    -Así, si....

    Y me acomode entre sus piernas, las cuales lleve a mis hombros, tomándolas por los tobillos y de una sola embestida se la metí completa.

    -Ssssssssiiiiiiiii... que ricooooooo.... oooooohhhhhh... Moverte maaaaaasssssss.... asiiiiiiiii... mas, papi, maaaaassssssss....

    Yo comencé a clavársela con fuerza, agarrándola fuertemente por los tobillos, mientras mis ojos estaban clavados en sus tetas que bailaban ante mí. Ella se arqueaba de placer y pedía más y más, estaba desatada. Nunca pensé que mi nieta fuera tan puta.

    -Cógeme más duro, viejo choto....... aaaaahhhhhhhhh... rómpeme la conchaaaaa...... aaaaaahhhhhhh... viejo de mierdaaaaaaaa........siiii viejo tírate a tu nieta.........ohhhhhhh.... ponemelaaa mas durooooo.... viejo verdeeeeeeee.....

    -Si, mi niña.... toma... toma mi pija caliente.... que tanto te gusta, putita....

    -Siiii, viejo choto.... dame massssss... ooooooohhhhhhhhh... como me gusta tu pijaaaaaa.....

    Sus palabras me excitaban más y más y ella arqueaba su cuerpo, haciendo que sus tetas, que se movían para todos lados, apuntaran triunfantes al cielo, y sin más miramientos me las metí en la boca y comencé a comerme sus tetas, mientras se movían en mi boca debido al ritmo salvaje de las acometidas.

    -Siiii... chupaaaa...oooooohhhhhh... viejo de mirdaaaaaa.... chúpame las tetaaaaaaassssss....

    Estaba en eso cuando comencé a clavársela mas duro, señal de que mi orgasmo era inminente...

    -Toma mi leche, putita... tómala todaaaaaaa....

    -Ssssssiiiiiii... dámela, viejo choto, todaaaa...aaaaaaaahhhhhhhhhhh....

    Y ambos nos venimos en un fuerte orgasmo.

    Yo me quede acostado encima de ella, chupando aun sus tetas, cuando de repente me agarro la verga...

    -Vamos, viejo de mierda... que aun no estoy satisfecha.

    Espero que tu verga no se haya caído ya...

    -Necesita algo de cariño, nena...

    -Que viejo choto que sos...

    Y diciendo esto se bajo, acercando su cara a mi verga que estaba a media asta y se la metió en la boca.

    Empezó chupándome el glande y amasando mis huevos, mientras me miraba, cosa que me excitaba más y más. Le daba pequeños chuponcitos al glande y también lo recorría con su lengua, de una forma lujuriosa y maravillosa.

    Mi pene reacciono al instante y se puso de piedra bajo las caricias de sus labios y su lengua. Comenzó con el mete-saca en su boca, solo que estrechaba sus labios, haciendo que sintiera cada vez más el roce de estos con mi pene, al cual masajeaba lo que no se podía tragar. Después comenzó a chuparme las bolas, mientras me hacia la paja, todo mirándome a los ojos, con una cara de puta total.

    Estuvo un rato chupándome el rabo hasta que paro y dijo...

    -Ya la tienes dura, viejo choto...- y se acomodo en cuatro patas en el suelo- ahora métemela en la concha que me quiero ir a dormir, pero primero quiero que me cojan duro...

    -Si, nena... como vos quieras...

    Y me acomode detrás de ella y la volví a ensartar de una embestida...

    -Ssssssiiiiiii... dámela toda viejo de mierda!!!!... rómpeme la conchaaaaaaa..... ooooohhhhhhh... como me gustaaaaaaa.... ssssiiiiiiiiii... aaaaahhhhhhhh...

    -Tómala, nena... tómala toda... es para vos... cuando vos quieras, putita...

    -Ssssssiiiiiii... ooooohhhhhh... cuando quieraaaaaa...... me vas a cogeeeeeerrrrrr.... ooooohhhhh... que ricooooooooo.... damelaaaaaaaaaa...

    Entonces comencé a cabalgarla como un diablo. Se la metía con fuerza y sin miramientos mientras me agarraba fuertemente a sus caderas. Ella gemía y gritaba pidiendo más y más verga y yo gustoso se la daba.

    Estuve cogiendo a mi nieta de 16 añitos de esa forma durante al menos 45 minutos, hasta que sentí que me llegaba el orgasmo, ella por su parte ya se había venido varias veces y su vagina chorreaba gran cantidad de fluidos.

    Me tire sobre Carina ella y la agarre por las tetas, apretándoselas y amasándolas, mientras le decía...

    -Te voy a volcar mi leche, mi nenita... tómala toda...mi nietecita linda

    -Sssiii, viejo choto.... dame tu lechitaaaaaaa!!!!!.... oooooohhhhhhhhhhh!!!!!!!!

    Y ambos acabamos en un increíble orgasmo, mientras mi leche inundaba su interior para escurrirse por entre sus muslos.

    Ella descanso unos segundos y luego se levanto y se fue al baño, al rato volvió y se costó como si nada diciéndome

    -Cuando quiera pija te llamo... y espero que estés dispuesto, viejo choto...

    -Si, nenita... cuando vos quieras...

    Y ella se dio vuelta y se durmió al ratito. Yo me acomode la ropa y salí de su habitación, pensando para mis adentros que ya tenía otra chiquita para pasar mis vacaciones con gran entusiasmo...


    Fin