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    Mi historia, relato erótico en blogSDPA.com

    Mi historia, Parte 07 (de Falkop3d)

    7 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas

    Esta publicación es la parte 7 de un total de 14 publicadas de la serie Mi historia

    Roberto y yo hacia rato que estábamos absortos escuchando lo que anteriormente nos relato pamela y en nuestros pantalones podía verse que nos había excitado.

    *       Pamela = y?? Cómo esta Flavia???

    *       Roberto = eee??? (saliendo del trance producido por el relato)

    *       Roberto = por lo que vos contaste y lo que pude ver, esta bien

    *       Roberto = no le encontre ningun desgarro, ni nada malo

    *       Yo = estas seguro???

    *       Pamela = uuffff!!! Ahora estoy mas aliviada

    *       Yo = aliviada???? (algo ofuscado)

    *       Yo = pero si es a ella a la que le metieron una verga de 90 x 12???

    *       Pamela = bueno pablo, cálmate!!!

    *       Pamela = vos estuviste de acuerdo, te acordas???

    *       Yo = si, si, si. Tenes razón (algo cabizbajo)

    *       Roberto = después de todo lo que paso esta nena, realmente queres ponerle los piercing???

    *       Yo = por supuesto que si

    *       Roberto = bueno

    *       Roberto = pamela, me tenes que contar que es lo que hizo mi padre con la mas pequeña???

    *       Pamela = jejejeje.

    *       Roberto = al fin lo agarre en algo grande, lastima que no voy a tener pruebas

    *       Pamela = te referis a fotos o videos??? (mirándome con una sonrisa en la cara)

    *       Roberto = cualquier cosa me sirve para extorsionarlo

    *       Yo = cualquier cosa???

    *       Roberto = si por??? (mirándonos algo intrigado)

    *       Yo = pues, veran...

    *       Yo = cuando Pamela me conto lo que podia suceder anoche y quienes estarian, pense que tal ves podria hacer algo mas de dinero

    *       Yo = ademas; si alguien descubriera mi historia, tendría gente a la cual recurrir

    *       Yo = entendes a lo que voy???

    *       Roberto = si, si entiendo

    *       Pamela = pablo me dio estos (mostrando un broche que llevaba en la camisa y otro en la cartera)

    *       Yo = son micro camaras espías

    *       Roberto = wuauuu

    *       Pamela =  creo que en el video hay algo mas que te va a interesar

    *       Roberto = a si???

    *       Pamela = uno de los hombre que estuvo con Flavia

    *       Pamela =  ademas, es al unico que me cogi y no les dije antes el nombre

    *       Roberto y yo = quien???

    *       Pamela = tu querido suegro (con una enorme sonrisa en su cara)

    *       Roberto = quee??? (con cara de asombro y de incredulidad)

    *       Roberto = Pablo... pedime lo que quieras, pero quiero esos videos

    *       Yo = Roberto, no te preocupes

    *       Yo = cuando termines con los examenes y los piercing te hago una copia

    *       Roberto = cuantos piercing y donde se los queres colocar???

    *       Yo = jajaja ... veamos

    Abrí el maletín y tome uno de los instructivos, que junto a Roberto examinamos por unos minutos. Seleccione dos anillos de platino, de unos 2 cm de diametro y con solgante en forma de corazon; uno para cada pezon y se los entregue a Roberto; quien tomo una aguja hueca con una de sus manos y con la otra sujeto el pezon de Flavia. Roberto traspaso el pezon con la aguja y la dejo por unos instantes incrustada, para despues ir retirandola a medida que iva colocando el anillo. Minutos despues, realizo el mismo procedimiento con el otro pezon.

    Después, le entregue cuatro anillos mas, tambien de platino y de unos 1.5 cm de diametros y sin adornos; para que se los colocara en los labios menores (dos de cada lado) y separados unos centimetros uno del otro. Roberto para esto, tomo una pinza, que segun me dijo se llamaba "pennington"; con una de sus manos sujeto uno de los labios y me pregunto si estaba bien en sierto lugar, señalandome con la pinza sujeta en la otra mano. Le dije que si e hizo cerrar la pinza, tomo la aguja y traspaso el labio menor; para despues, de forma casi igual a como lo habia echo en los pezones, coloco la anilla. Mientras Roberto colocaba las restantes anillas; Yo habia encontrado en el maletin adorno colgante metalico con la palabra "PUTAS" y me diriji a la cocina; alli y con la ayuda de un alicate, retire la letra S y lo coloque en el fuego hasta que se puso de color rojo intenso. Sujetando el adorno con una pinza, volvi al living; donde Roberto ya habia terminado su trabajo. Le indique que voltearan el cuerpo de Flavia, cosa que hicieron Roberto y Pamela. Sobre la nalga derecha apoye el adorno, el cual al contacto con la suave piel produjo una pequeña nube blanquesina con olor a carne quemada. Cuando quite el adorno, podia leerse enrojesida por la quemason "PUTA"  en la pálida nalga juvenil de Flavia.

    Roberto le aplico una pomada cicatrizante y una venda. Ademas me mostro que le habia colocado un piercing "hood" en el capuchon del clítoris, que según el haría que tuviera muchos mas orgasmos. Del maletin tome una cadenita metalica y la coloque en forma de X por las anillas de los labios genitales. Le pedi a Pamela que me alcanzara un plug anal que estaba en el sillon y sin lubricarlo se lo inserte en el ano.

    *       Roberto = pobrecita... Entre lo que paso anoche y lo que le hemos hecho se va a levantar muy adolorida

    *       Yo = se lo merese por puta

    *       Pamela = con el dolor se aprende

    *       Jajajajaja .... reimos los tres al unisono


    Continuará

    Fiesta familiar, relato erótico de Cazzique, en blogSDPA.com

    Fiesta familiar, Parte 23 (de Cazzique)

    7 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, LGBTQ+, Sexo en grupo

    Esta publicación es la parte 23 de un total de 42 publicadas de la serie Fiesta familiar

    Desperté cuando escuche unos leves toquidos en la puerta de la habitación, al ir a abrir vi que Laura y su profesor permanecían completamente dormidos, sabía que era mi sobrina la que estaba tocando así que como estaba fui hacia la puerta y gire la perilla, al abrir estaba allí mi hermosa sobrinita Montserrat y me dijo que si podía entrar, yo le dije que si y entonces ella hizo una seña a alguien, me imagine que sería Ana, su amiga de la otra ocasión, pero cuando la otra chiquilla a pareció por la puerta me quede un poco apenado ya que yo estaba desnudo y no era Ana.

    Cuando ambas estuvieron dentro Montserrat me la presento, ella se llamaba Sofía y tenía nueve añitos, la chiquilla también estaba un poco apenada y no levantaba su carita, reponiéndome de la vergüenza que tenía tome con una de mis manos su carita y la levante, la niña tiene un rostro delicioso, sus ojos azules y su largo cabello hacen juego con sus tiernos labios, su piel blanca, es un poco llenita sin llegar a ser gordita. Voltee hacia mi sobrinita y le pregunte que es lo que hacían ellas aquí, me comentó que a su amiga le gustaría aprender lo que hacíamos y entonces decidió invitarla.

    En esos momentos se levantaron Laura y el profesor, las niñas se asustaron un poco cuando vieron que uno de los maestros estaba ahí pero cuando vieron a Laura se tranquilizaron un poco comprendiendo que ella también estaba allí por lo mismo que ellas buscaban. Las invite a que se sentaran, y encendí la televisión y busque el canal porno, les dije a las niñas que pusieran atención en la película que estaba en esos instantes ya que después nosotros lo íbamos a practicar. Les hice una seña a los que estaban acostados en la cama y los tres nos metimos en la baño para darnos un duchazo que buena falta nos hacía.

    Entre los tres nos enjabonamos y nos enjuagamos preparándonos para lo que seguía, algo que no habíamos planeado pero que se estaba dando, dos hermosas niñas nos estaban esperando en el cuarto y eso no lo iba yo a desaprovechar.

    Terminamos de bañarnos y salimos completamente desnudos después de secarnos, las niñas aún se encontraban viendo la televisión, en esos momentos estaban cogiendo una chica delgada de cabellos dorados con un negro enorme que se la metía por la vagina, apagué la tele y ellas protestaron, les dije que era hora de la acción, ellas voltearon a verme y se pusieron de pie, las lleve hasta la cama, el profesor se adelanto con migo mientras que Laura se quedo en el sillón para desde ahí poder observar con lujo de detalle todo lo que sucediera; yo hice pareja con Sofía mientras que mi sobrina se fue con su maestro, la niña estaba un poco nerviosa pero no se echaba para atrás. Me senté sobre la cama y abrí mis piernas, le tendí la mano a la chiquilla para acercarla a mi comencé a acariciarla por encima de las ropas, sintiendo sus formas ella se quedo inmóvil mientras que su respiración se comenzaba a agitar un poco, mi mano se iba paseando ahora sobre sus nalguitas, las tenía muy ricas, paraditas y carnositas, mis dedos recorrieron el canal de su culo y luego baje un poco más hasta encontrarme con su rajadita que se sentía abultadita, pasee mi mano por toda la zona por algunos segundos y después comencé a subir por su estomago y hasta llegar a sus pequeños pechitos, aún eran demasiado pequeñitos, puse mis manos en la nuca de la pequeñita y acerque su carita a la mía, posé mis labios sobre los de Sofía y tiernamente la comencé a besar poco a poco, abriendo sus labios con los míos, dejando que ella se acostumbrara a lo nuevo, saque un poco mi lengua y recorrí con ella sus gruesos labios, luego se la introduje un poco dentro de la boca; volví a usar los labios para jugar con los suyos y le pedí separándome algunos segundo a que me ofreciera su lengua, la niña tímidamente me la ofreció, la to me entre mis labios y comencé a chuparla, su sabor es indescriptible y el placer de hacerlo aún más. La niña se fue soltando poco a poco, su lenguas alía ahora más y yo comencé a sacar la mía para ir guiando a la pequeñita en como debería hacerle.

    La lengua de la pequeñita ahora se comenzaba a enredar con la mía y nuestros labios ya se comenzaban a restregar en un cálido y sensual beso, la pequeñita ya estaba aprendiendo su primera lección y lo estaba haciendo muy bien; pasados algunos minutos más ya besaba muy bien y muy rico, su lengüita salía de su interior para encontrarse con la mía e iniciar una caliente lucha, nuestros labios chupaban y sorbían de la boca del otro con gran entusiasmo. Llegó el momento de pasar a algo más, tome su manita y la puse sobre mi verga, la deje que fuera reconociendo el instrumento, ella con gran curiosidad se agacho para ver lo que estaba agarrando, lo observo por varios minutos, meneándolo para poder verlo bien por todos sus ángulos. En lo que Sofía inspeccionaba mi verga voltee para ver que es lo que estaban haciendo mi sobrinita y su profesor; estaban abrazados fuertemente y besándose en esos instantes, regrese con mi pequeña Sofía, le dije que se levantara y ella obedeció inmediatamente, desabroche el cierre de sus bermudas y las deje caer al suelo, ella llevaba unas bragas de color rosa, su monte de Venus se dibujaba perfectamente y no pude evitar pasar mi manos por toda su rajadita sobre la tela de las bragas, ella continuaba ahí parada en expectativa. Luego fui desabrochando los botones de su camisa y su blanca piel fue quedando expuesta, suave, humectada, con un olor que solo una niña de esa edad te puede ofrecer; mis manos se pasearon por las firmes y virginales carnes de su estomago y luego pase a sus costados, acaricié lentamente hasta llegar a sus axilas y luego pasar a sus pequeños senos, sus pezones se empezaron a poner duritos al contacto de las yemas de mis dedos sobre ellos. La blusa de la chiquilla cayó al suelo dejándola completamente desnuda del dorso, me agache para posar mis labios sobre los virginales pezones y chupe primero del izquierdo y luego del derecho mientras que mis manos estaban completamente entretenidas en sus nalguitas.

    Luego de estar mamándole las tetas me dedique a pasar mis labios por su cuellito, su piel se erizo inmediatamente cuando posé mis labios en esta zona. Me separe por unos instantes de ella par poder quitarle los tenis y las calcetas que traía puestas, luego puse mis manos en los costados de su cadera sujetando con mis dedos el elástico de sus bragas y lentamente las fui jalando hacia abajo, su virginal sexo fue quedando desnudo, sin ningún pelito en su panochita, su rayita se dibujaba perfectamente bien, su montecito de Venus se apreciaba en su totalidad, la gire para verle las nalguitas, carnositas y paraditas, en realidad esta era una hermosísima chiquilla digna de ser apreciada como un símbolo de sexualidad; bese su espalda tiernamente y puse mis dedos sobre su vagina y la acaricie suavemente para luego ir girándola y poder observar de nuevo la rosada vaginita que se me estaba ofreciendo.

    Me puse de pie y le pedí a la chiquilla que me describiera lo que había visto en la película porno que estaban viendo, ella entonces tomo con sus manitas mi verga que ya estaba completamente dura y la empezó a masajear meneándomela de arriba para abajo, así me comenzó a masturbar torpemente por algunos minutos en que la deje hacerlo, luego le fui explicando como era que debería hacerlo, puse mi mano sobre la suya que estaba alrededor de mi palo, la comencé a menar lentamente haciendo que la púrpura cabeza de mi garrote quedara completamente visible y luego regresando el pellejo hasta adelante al punto de cubrirla y así por algunos minutos hasta que ella solita lo pudo hacer tal y como yo se lo había explicado, luego le pedí que le diera un tierno beso a la punta de mi verga, ella observo durante algunos segundo la gruesa cabeza y acerco su lindo rostro posando sus labios sobre la punta de mi palo, su beso solo duro algunos segundos. Entonces le dije que le faltaba aprender un poco y me dirigí entonces a Montserrat pidiéndole que le enseñara a su compañerita como debería de hacerlo.

    Montserrat entonces le pidió a su maestro que se acostara en la cama y él se acomodo, entonces mi sobrina se monto sobre sus piernas y se agacho para empezar a mamarle la verga, la tomo con su manita y la dejo completamente vertical, sus labio se posaron sobre la gran cabeza de la verga de su profesor y lentamente se la fue tragando, la mitad de la verga se perdió dentro de la garganta de mi sobrina y luego ella comenzó a subir y bajar su cabeza

    Para brindarle una exquisita mamada a su maestro.

    Yo hice lo mismo que el profesor, me recosté en la cama y la pequeña Sofía fue siguiendo los pasos de Montserrat, se acomodo a la altura de mis rodillas y se agacho para tomar mi verga con sus manitas y comenzar a tratar de mamar un poco. Al principio le costaba un poco de trabajo pero mirando a mi sobrinita fue que iba aprendiendo, Montserrat de vez en cuando soltaba la verga de su profesor para ir diciéndole a su amiguita lo que debería hacer. Las mamadas que Sofía me estaba dando a cada minuto se hacían más y más sabrosas, la niña era una verdadera mamadora, ahora ya casi no dejaba nada de mi verga fuera de su boca, se tragaba un poco más que mi sobrina, su garganta soportaba más verga que la de Montserrat, en unos cuantos minutos más estuvo a punto de hacerme explotar así que la tuve que detener.

    Entonces yo la recosté boca arriba y me acomode en su entre pierna para comenzar a mamarle su rica conchita. Saque mi lengua y la empecé a pasear por sus labios gruesos, su olor a niña invadió mis fosas nasales; poco a poco mi lengua fue penetrando dentro de la rica vagina de la niña, su sabor increíble se apodero por completo de mis sentidos y me perdí dentro de esa rica labor, la niña comenzó a retorcer su espina a cada lengüeteada que le daba en su sexo y a los pocos segundos su humedad comenzó a fluir de entre sus pliegues, sus manitas ahora se posaron en mi cabeza empujando para que yo no dejara de hacerla gozar, no tarde mucho en hacer que un orgasmo pequeño la invadiera y ella gimiera de satisfacción.

    Deje que la pequeñita descansara por algunos minutos mismos que yo aproveche para ver que hacían los demás, por un lado estaban a junto a nosotros Montserrat y su profesor; ahora ella estaba empinada mientras que su compañero se la estaba metiendo por la vagina, desde mi posición podía apreciar claramente como mi sobrina estaba recostada boca abajo con su culito parado u podía ver como la gruesa verga se perdía entre los labios vaginales de mi sobrinita que se abrían a su máximo para darle cabida a la gruesa barra que entraba y salía con rapidez de esa rajadita.

    Por el otro lado se encontraba Laura, que ahora estaba viendo lo que hacíamos sentada sobre el sofá con las piernas completamente abiertas y sus dedos perdiéndose dentro de su rica panocha, entraban y salían con gran rapidez a la vez que con la otra mano se estaba acariciando las tetas, su cara estaba completamente transformada por la excitación, sus gemidos eran leves pero contundentes de que estaba gozando mucho lo que veía.

    Para hacer mas cachonda la escena me levante y acercándome al profesor deposite un cachondo beso sobre sus labios, nuestras lenguas lucharon para penetrar dentro de la boca del otro, mis manos recorrieron sus nalgas que se meneaban de adelante para atrás bombeando en la panochita de la niñita de once años, ósea, mi sobrinita Montserrat. Sofía seguía descansando recostada sobre la almohada.

    Cuando por fin mi sobrina tuvo su orgasmo, el profesor se separo de ella y los dos continuamos besándonos y acariciándonos; Montserrat se fue con su amiguita y también se comenzaron a besar en los labios, los dos volteamos a ver como las dos pequeñas se unían entre besos y caricias por sus lindos cuerpecitos, las manos de Sofía se posaron sobre las nalgas de mi sobrina quién se monto sobre ella y las comenzó a masajear en forma por demás candente, volví a besarme con el profesor y los dos caímos pesadamente a un lado de las niñas, las manos del profesor estaban recorriendo mi culo dando leves giros en mi ano, las mías estaban recorriendo lo largo de su tronco caliente.

    Dejamos por unos instantes a las pequeñas para darnos un poco de placer entre los dos, hicimos un sesenta y nueve, su verga quedo a la altura de mi cara e inmediatamente la introduje en mi boca, él por su lado hizo lo mismo, sentí como la caliente humedad de su boca invadía mi garrote y comenzaba a mamar de una deliciosa forma. Las chiquitas tratando de imitarnos hicieron lo mismo y ahora ellas también se estaban devorando las rajaditas, mi compañero me detuvo después de algunos minutos de estar mamándonos y me pidió que lo penetrara, se puse en cuatro sobre la cama y yo me coloque en su trasero, apunte mi verga a su ano y presione sobre esté, con un poco de esfuerzo la verga se fue perdiendo dentro de la apretada cavidad del profesor, sus nalgas por fin chocaron contra mi estomago, la verga estaba completamente enterrada en su ano, lo comencé a bombear ricamente, él lo estaba disfrutando tanto como yo, estuvimos cogiendo de esa manera por largos minutos hasta que yo casi estuve a punto de venirme; entonces cambiamos de posiciones, yo me acosté boca arriba sobre la cama y él se acomodo entre mis piernas, luego las tomo con sus manos y me las abrió, con movimientos de cadera fue guiando su pene entre mis nalgas hasta que por fin la punta de este choco contra mi agujero. Sin esperar más empujo y la verga se introdujo un poco dentro de mi ano, era una sensación formidable, no era la primera vez pero saber que las niñas nos observaban le daba un toque más excitante; por fin la macana se fue introduciendo hasta que se perdió totalmente dentro de mi culo, él profesor me comenzó a coger de una manera deliciosa , las niñas dejaron de mamarse entre ellas y cada una se coloco a mis costados, luego ambas se agacharon guiadas ahora por Laura quién después de estarse masturbando se puso de pie par enseñarle a las pequeñas. Las dos lindas niñas se agacharon para comenzar a mamarme la verga entre las dos, primero una, luego la otra y por ultimo las dos al mismo tiempo, sus boquitas se encontraban en la punta de mi verga y las chiquillas aprovechaban para besarse; Laura entre tanto se sentó sobre mi cara y frente al profesor, se comenzaron a besar mientras que yo le comenzaba a mamar su rica conchita, la jovencita ya estaba completamente húmeda por la masturbada que se había dado, así estuvimos cogiendo, mamando y chupando hasta que sentí como mi interior era rociado con una caliente lluvia de esperma, fue algo completamente delicioso y en ese instante mi verga también exploto salpicando los rostros de las dos pequeñitas que me la estaban mamando, mi sobrina entonces comenzó a tragarse toda la leche que se había regado y le dijo a su amiguita que la probara, la pequeña comenzó a hacerlo con un poco de asco al principio pero después ya con un poco de más satisfacción. Laura viendo la escena no tardo mucho tiempo en regarme con sus jugos, mi lengua no dejó moverse hasta dejarla completamente seca de la rajadita.


    Continuará

    Llamado de la naturaleza, galería Loli y Shota en blogSDPA.com

    Imágenes L0L1 y Sh0t4: "Llamado de la naturaleza", Parte 01

    6 de diciembre de 2024 en Imágenes L0L1 & Sh0t4

    Esta publicación es la parte 9 de un total de 40 publicadas de la serie Imágenes L0l1 & Sh0t4

    https://mega.nz/folder/WuRlAAKT#xCmhSS7bjUyyHVZzsyF5mg

    La niña que cuidaba, relato SDPA en blogSDPA.com

    Una niña importante

    6 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Jovencitos

    A la edad de 16 años, estaba descubriendo mis deseos hacia las nenas más chicas que yo, desde nenas de 7 años, hasta mi edad. No sé cuándo me volví así, solo que siempre me gustaba ver fotos de niñitas desnudas, videos porno de niñas haciéndolo, incluso fantaseaba con mis primas pequeñas mientras me masturbaba, aunque me daba entre curiosidad sentir y saber cómo era hacerlo con una nenita, hasta ahora. Mi padre me había dicho a mí y a mi madre que habría una comida con el jefe de mi padre, su esposa y su hija de 10 años dentro de una semana, decía que era algo importante para que agradarla más a su jefe. Mientras mi padre hablaba con mi madre para saber que podrían hacer en la comida, yo solo me imaginaba como seria esa nenita como seria de cuerpo como seria de rostro, pero de tanto pensarla, me vino una erección y no sin más, me masturbe en el baño.

    La semana paso lento para mí, aun no dejaba de pensar de como seria esa nena, pero que solo esperara que fuese rica, que por lo menos no dejar de mirarla. Después de cenar mi madre dijo que este día, irían a comer en un restaurante un poco lujoso, pero que me tendría que quedar con su hija aquí en casa entreteniéndola; en ese punto mi cabeza exploto de alegría que casi no controlaba, es decir, yo, solo con una nenita de 9 años en mi cuidado... es como si mi cumpleaños se hubiera adelantado, pero me estaba ilusionando, podría hacer más de mil cosas con ella, pero la pregunta era ¿Cómo?

    Mi madre aun hablaba conmigo pero no le ponía atención por mis imaginaciones, solo escuche que tendría que entretenerla y jugar con ella, lo cual no me gustaba, no era alguien con quien una niña pudiera jugar conmigo, no soy muy dado a eso, pero le pregunte como que podría hacer para entretenerla y mi madre dijo que le gusta jugar esas cosas de princesas, lo típico pero un momento eso me dio una idea, tal vez eso me sirva de algo, así que subí a mi cuarto, hice una llamada y lo demás lo sabrás si sigues mi historia. Un momento después sonó el timbre de la puerta, eso me indico que el jefe de mi padre había llegado, baje tranquilamente para no parecer entusiasmado ya que luego eso me trajo que me descubrieran en algunas cosas.

    Al bajar la vi, una nenita hermosa, de piel morena clara, cabello rubio recogido con un moño amarrillo, vestido blanco con una imagen de flores con un poco de rosa, me deslumbre al verla pareciera una muñeca, pero no pude ver más de ella ya que vi la mano del jefe de mi padre para saludarme y yo cual lo hice con amabilidad, y sin más mis padres se fueron junto con el jefe y su esposa y aquí estaba yo, solo con una muñeca
    -Bueno... no me has dicho tu nombre hermosa - le dije haciendo que se sonrojara.

    -Me llamo Ana - me dijo con timidez.

    -Qué bonito nombre tienes, bueno dime que quieres hacer.

    -Quisiera jugar a las escondidas... Varias horas llevábamos jugando, escondida, atrapadas, comidita, etc. Admitía que la nenita era un poco competitiva, le gustaba ganar ya que se emocionaba cada vez que lo hacía, pero ya estaba agotado pero ella aun quería jugar.-Vamos... juguemos me gusta jugar - decía muy entusiasmada.

    -Uff princesa, tienes muchas energías pero estoy cansado, necesito energías.

    -Pero me estoy divirtiendo mucho contigo.- decía mientras me sacudía levemente mi brazo, pero era momento de hacerlo.

    -Hagamos esto, si me dejas descansar un poco jugaremos a la princesa y el ogro.

    -¿Mmm...? No sabía de eso juego, ¿Cómo se juega?

    - Es algo simple, tu eres la princesa y yo el ogro, y haz de cuenta que te secuestre, pero puedes vencerme si ganas dos de tres retos.

    -Wow no sabía de ese juego pero se oye divertido.- sonreía mientras saltaba un poco por el entusiasmo

    - ¿Y qué pasa si gano?

    -Bueno... si ganas te comprare lo que quiera de la tienda.- Al decirle aplaudió emocionada-

    -¿Y si ganas tú?

    -Ya pensare en algo, pero si quieres jugar algo debes de prometerme una cosa.

    -¿Qué es?

    -Que no le cuentes a nadie de este juego, es solo entre tu yo.- Ella me vio dudando del porque no quería que supiese nadie más.

    -¿Y porque no?

    -Porque es un juego que solo se juega entre grandes amigos, y demás me gustaría que fueses mi mejor amiga, eres una muñequita linda, dulce y este juego es especial y solo se habla entre dos mejores amigos.

    Al decirle eso mientras la elogiaba, su rostro tornaba sonrojada, mientras agacha la cabeza con timidez y feliz.

    -Está bien, lo mantendré en secreto y si quiero ser tu mejor amiga.- decía con voz tierna y baja.

    -Gracias princesa, solo dame 5 minutos de descanso y lo jugarnos.- dije mientras tocaba con mis dedos su mejilla y su rostro.

    La vi marcharse dando saltos de alegría lleno hacia el baño. Esto no me lo creía estaba a punto de cumplir mi sueño de hacerlo con una nena; si preguntaba que fue y en quien hable en mi cuarto... era un amigo mío él fue quien hiso que me gustaran las niñas ya que el igual le gustaban, cuando le hable le dije lo que quería y él me recomendó que jugara la princesa y el ogro, me dijo que hacer y qué no hacer, me dio "tips" y lo demás a mi suerte y lo que quisiera.

    -¡Oye...! Ya pasaron 5 minutos ¿ya podemos jugar ese juego? - dijo sorprendiéndome casi asustándome

    -Vaya princesa, estabas atenta en el tiempo, pero si ya descanse ahora vamos a jugar. Su reacción era de felicidad, pero me reacción era de inquietud, si no hacia bien esto no solo tendría muchos problemas, si no también mi padre, tome un respiro profundo, y le dije que me siguiera a mi cuarto. Al llegar me puse frente a ella admirando su vestido, sus piernas y su rosto.

    -EL juego es simple princesa, soy el ogro que te capturo y para poder irte de mis dominios tendrás que pasar 2 pruebas de tres que te pondré... muy largas y difíciles, si pasas las dos pruebas recibieras tu recompensa y serás ganadora en tu vida, si no tu castigo lo sabrás hasta que el juego termine, ¿estás de acuerdo?

    -¡Si! Ganare el juego ya verás.- su alegría y su expresión me hacia entender que ella no perdería.

    -O.K nena, el ogro te dirá tu primera prueba que consta de tres pasos, cuando los acabes, habrás ganado; primero quítate tú vestido. Ella al escuchar lo que dije enarco una ceja que más bien quería decir: "¿enserio?"

    -¿Enserio debo quitarme mi vestido?.- preguntaba tímida y un poco asustada

    -Así es nena, pero no te preocupes, que esto no te de pena, además es normal en este juego, de seguro que estarás más hermosa así sin vestido nena, anda tu puedes.

    Trataba de que mis palabras sonaran a seguridad y a alegría, cada vez que le decía hermosa, princesa o cualquiera de esas palabras, sonreía y se sonrojaba, pero ella se armó de valor y puso sus manos detrás de su espalda para próximo escuchar el bajar de un cierre, después sus manos pasaron a los tirantes de su vestido y uno por uno los hacia a un lado, bajándolos para mostrar su pezoncitos de niña, que pude ver estaban paraditos, luego se desabrocho el listón que rodeaba sus caderas y bajarse su vestido y ver esos calzoncitos rosas un poco pequeños. Al estar su vestido entre sus zapatillas y tapándose su calzoncito con sus manos, estaba muy sonrojada, pero no decía nada.

    -Bien princesa, vez eres más hermosa, casi un ángel así - soltó una risita mirándome a los ojos - ahora la segunda parte es que te acuestes a la cama y que te sobes con tus dedos debajo de tus calzoncitos tu cosita bebe.

    No dijo ni replico nada, solo se subió a mi cama, acomodándose abriendo sus piernas y poco a poco empezaba frotándose su vaginita que apenas podía verla, mientras se sobaba, veía que entre a veces temblaba un poco y daba pequeñitos gemidos, pero mi pene estaba erecto, ocultándose en mi pantalón; viéndola por unos minutos era hora de que actuara yo.

    -Bien hermosa ya casi acabas el primer reto, para acabar y ganar, debes bajarte tus braguitas sin quitártelas y dejar que bese tu cosita.

    Se me quedo mirando un poco, pero igual no dijo ni replico nada solo lo hizo. Al bajárselos vi su vaginita rosadita sin pelitos, húmeda por sus toques de ella. Me acerque lentamente sin dejar de mirar su conchita. La acomode pendiendo sus piernas en mis hombros y me dispuse a lamer su vagina. Era una delicia, estaba probando la rica vaginita de una niña, estaba muy caliente su zona y de vez en cuando escuchaba quejidos de ella que más me ponían al cien.-

    Ah...! Ciento raro, mi cuerpo está muy caliente. - decía excitada y temblorosa.

    -Es normal muñeca pero ya casi acabas.

    No podía dejar de lamerla, estaba disfrutando cada segundo de esto, pero sabía que pronto ella se orinaría pero aun no quería, así que la deje.

    -Bien hermosa, has completado el primer reto.- dije mientras ella alardeaba un poco, pareciera que se le había olvidado lo que iso.

    -¡Ja! esa estuvo fácil, vamos al segundo reto

    -O.K preciosa esta dispuesta a ganar, pero veras que seré yo quien gane, ahora el siguiente reto, pero quítate tus bragas en lo que yo busco algo rápido.

    Mientras lo hacía, ya aparentemente no me esperaría nada que me dijera ella, busque una mascarilla para dormir. Volví para verla parada ya sin su calzoncito.

    -Bien hermosa, el segundo paso es igual de sencillo, voy a ponerte esta mascarilla, para que no veas nada, te pondrás de rodillas y vas a chupar como una paleta de dulce algo que no sabrás que es, pero tendrá un sabor dulce, estarás así más o menos diez minutos chupando, pero si antes de que pasen los 10 minutos y lo que te de suelta algo espeso, pierdes entiendes.

    -Si acepto, pero ¿qué es lo que me darás a chupar?- decía muy curiosa.

    -No te preocupes no es nada malo, pero tu trata de ganar el reto. - giñe para decirle que todo estará bien, ella asintió y me dispuse a ponerle la mascarilla.

    Le dije que pusieran sus manos atrás y que cuando lo acerque lo que chuparia abriera la boca y lo haga. Nuevamente me asintió y saque mi pene que ya estaba deseoso de salir, mi pene era de 18 cm. así que no debía metérsela toda, me acerque más aun con mi miembro salido y flexionando mis rodillas para que este a su nivel de su boca, pero antes, tome de mi escritorio un sobre grande de jarabe de dulce a fresa, si quería que durara más, tenía hacer que el sabor le guste, embarre de dulce toda mi verga y lo acerque hasta que toco sus labios y así sin más abrió la boca y empezó a chuparlo.

    Se sentía tan rico, sus labios, su boca calientita, bañando mi verga con su saliva, no preguntaba qué era lo que le hacía chupar, solo seguía mis órdenes; de vez en cuando sacaba mi verga para echar más dulce y chupaba más lento, pero ya no aguantaba más, estaba a punto de correrme, así que puse mi mano detrás de su cabeza y solté mi semen en su boquita, ella trataba de alejarse, pero no la dejaba, quería que mi semen estuviese en su boquita, no solté mucho y lo retire, para escucharla toser, guarde rápido mi miembro para que no se diera cuenta y le retire la mascarilla.

    -Nena, que pena, no duraste los 10 minutos, apenas fueron 5. - ¿Me corrí rápido no es así? Pero ya no aguantaba más.

    -¡AY no!, no quería perder, se veía muy fácil este reto.- decía muy triste y poco enojada - y ¿Qué era lo que me diste?, era muy dulce a la vez y un poco salado y ¿qué es lo que tengo en mi boca?

    - No te preocupes, pero no es necesario que sepas, y no te preocupes te queda un solo reto nena.- dije mientras ella limpiaba su boca de semen, era tan hermosa, con su cuerpecito desnudo, solo aun con sus zapatillas pareciera una putita.

    -Está bien nena, es hora de tu ultimo reto.- esas palabras reacciono de golpe, lista para hacerlo y yo también - este reto es muy difícil y tal vez te va a doler un poco, pero no mucho, pero será tu llave a ser ganadora

    -¿Qué es, dime? - emocionada estaba.

    - El reto consiste en que te subas a la cama y te acueste boca abajo y dejar que te haga algo.

    -¿Algo como qué?

    -Ya lo sabrás, pero ese es el reto, y ya sabes si ganas serás ganadora y tendrás tu premio.

    Sin más que decir ella acepto, dispuesta y feliz, pero yo estaba nervioso, era la hora de la verdad, tenía que hacer esto bien, ella se acostó como le dije juntando sus brazos y apoyando su cabeza como si fuesen almohadas. Yo me puse detrás de ella. Me senté y empecé a masajear su espalda, sus piernas, sus nalgas, tan suaves y firmes, ella solo se dejaba hacer, y eso me ponía más al cien, luego le dije que levantara su traserito, y ella lanzo una pequeña carcajada pero aun así lo iso, dejaba notar su vaginita y su culito, ambos vírgenes.

    Me subí a la cama colocándome en posición y nuevamente saque mi verga, y le dije que estuviera lista, que cerrara los ojos y se relajara. Tome mi verga y empecé a frotarlo sobre su vaginita que aún seguía calientita y húmeda; seguía frotándole hasta que sentía que estaba ya húmeda.

    -¿Dime que sientes? - le pregunte.

    -Mmm.... Siento sensible mi cosita - decía un poco débil su voz.

    Deje en paz su vaginita y seguí con su anito cerradito, rosando mi verga con mi puntita mojada de mis fluidos y los de ella, de vez en cuando se separaba, tal vez porque estaba sensible ya y mejor era actuar. Chupe un dedo de mi mano hasta dejarla resbalosa y lo empecé a meter con cuidado en su anito, escuchaba sus quejidos pero no para preocuparme, empecé a moverlo dentro de ella lubricando todo adentro, vi como separo sus brazos para tocar la sabana de mi cama, saque mi dedo y escupí en directo en su anito, puse mis manos en sus caderas y lentamente empecé a meterle mi verga; ella pareciera tratar de separarse de mi pero se resistía,

    -¿Qué sientes dime? - volví a preguntarle

    -Siento un poco de dolor, pero me estoy aguantando, pero me duele.

    -No te preocupes relájate.

    Era lo único que podía decirle. Apenas llevaba 10 cm. De mi verga dentro de ella, y mejor era así, empecé ahora a cogérmela poco a poco con dulzura, su anito era el cielo mismo, tan estrecho, que no querré sacarlo. Poco a poco movía más mis caderas, y tratando de que entrara más.

    -Dime ¿Qué sientes? - pregunte otra vez

    -No siento dolor, pero si presión con mi colita, y a la vez rico.

    Eso era lo que esperaba y empecé a incrementar la velocidad al punto de que le metí todo lo que me faltaba de mi verga adentro de ella y ella grito.

    -Tranquila, relájate. - le dije.

    Ella no me respondió y solo seguí cogiéndomela, más y más, con suavidad y veloz, cada vez que la escuchaba gemir, me ponía más loco, separe una de mis manos y la puse en su vagina para frotarla. Escuchaba más sus gemidos y estaba a punto de correrme hasta que...

    -Espera me voy a orinar, quiero ir al baño, espera un momento...Y no más, empezó a orinarse y yo a expulsar mi leche en su anito, sentía sus fluidos en que algunos salpicaban en mis muslos y lo demás quedar en las sabanas, y yo al retirar mi verga en su anito, salía tanto semen que escurría demasiado.

    Escuchaba la respiración ella con dificultad, me baje de la cama y no guarde mi verga, ya no importaba si me la viera o no. La mire con sudor viéndome a los ojos.

    -Dime, ¿Qué sientes ahora?.

    -Cansancio... Mojada... Rico... - decía entre jadeos.

    -O.K nena es todo, has ganado el juego.

    Ella sonrió nuevamente y se levantó para abrazarme, yo le respondí pero tocando sus nalguitas ya cogidas por mí.

    -Bien princesa, ponte de nuevo tu ropa, para ir por tu premio, y recuerda no contar sobre nuestro juego... ¿está bien?

    -Si, no te preocupes.

    Veía como se vestía borrando su desnudes y acomodándose su cabello. Salimos de mi casa hacia la tienda, me impresione lo tarde que era, ya estaba la noche en su totalidad, pero fueron grandes horas que jamás olvidare; al regresar, fuimos a la sala ver solo la tele, ella y yo estábamos agotados y ella igual.

    -Oye ¿enserio este juego solo lo juegan los mejores amigos?

    -Si nena, ay muchas personas que juegan así, pero es especial esto, y no hay que compartirlo con nadie más.

    -Si está bien, al principio tenía mucha pena por el primer reto, pero me gusto el juego.

    -Qué bueno muñequea y quién sabe si otro día nos vemos podremos jugarlo si tú quieres.

    -Si me encantaría.


    Fín

    Andrea obtiene una estrella, relato erótico en blogSDPA.com

    Andrea obtiene una estrella, Parte 06

    6 de diciembre de 2024 en Jovencitas, Violacion, Relatos SDPA

    Esta publicación es la parte 7 de un total de 9 publicadas de la serie Andrea obtiene una estrella

    —Hola, hola —dijo, inclinando amablemente la cabeza para saludarlas. Las cuatro chicas se quedaron petrificadas. Un fuerte ruido metálico las hizo saltar. Provenía de la puerta por la que acababan de entrar. Los otros dos hombres del callejón entraron en la habitación y cerraron la puerta con un fuerte estruendo. Las chicas se escabulleron hacia el rincón más alejado. Andrea observó cómo cerraban la puerta roja con una llave.

    Mindy y Julie sollozaban suavemente. Beth estaba en silencio pero pálida como una sábana. Andrea tragó un nudo en la garganta. Estaba asustada pero no lloraba. Los tres hombres las observaban de cerca desde el otro lado de la habitación. Todos iban vestidos de manera similar con jeans oscuros y cuellos altos negros, pero sus máscaras eran de un color diferente.

    —¿Qué están haciendo las chicas afuera tan tarde? —preguntó el de la máscara roja.

    No hubo respuesta. Mindy se sentó con la cabeza inclinada entre las rodillas mientras Julie y Beth escondían sus rostros en los hombros de la otra. Respondiendo lentamente, Andrea dijo: —Estábamos en la farmacia comprando dulces.

    —Comprando dulces en pijama —dijo Máscara Roja, sin expresión alguna—. ¿Vives cerca de aquí?

    —N-no —dijo Andrea. Decidió decir la verdad—. Estamos pasando la noche en la iglesia. Nos… escapamos. Para comprar algunos dulces.

    —Eso no es lo más inteligente que se puede hacer —se encogió de hombros Máscara Roja—. Chicas de tu edad caminando solas por la noche. Por un momento, Andrea se preguntó si eran policías. ¿Iban a llevarlas de vuelta a la iglesia? ¿Despertarían a la señora Larsen y le dirían lo que pasó?

    —¿Alguien más sabe que te escapaste? —preguntó Máscara Negra.

    —No.

    —¿Estás seguro? ¿No se lo dijiste a ninguno de tus amigos? ¿Nadie más te vio?

    —No.

    Los hombres se miraron entre sí. —Nadie sabrá que están desaparecidos hasta la mañana —dijo Máscara Roja.

    Máscara Azul estaba contando con los dedos. —Eso nos da mucho tiempo.

    —¿Cuántos años tienes, de todos modos? —Esta pregunta vino del hombre de la máscara negra.

    —Um, siete —se ofreció Andrea.

    —Tú, rubia —ladró Máscara Azul—. ¿Cuántos años tienes?

    Mindy seguía sollozando, demasiado asustada para levantar la vista de entre sus rodillas. —Mindy —susurró Andrea. Estaba empezando a pensar que sería mejor cooperar con estos hombres tanto como fuera posible. —¿Cuántos años tienes?

    —O-ocho —respondió Mindy entre lágrimas.

    —Tiene ocho —les dijo Andrea a los hombres. Miró a Beth.

    —Yo también tengo siete —dijo Beth, con el labio tembloroso.

    —Siete —dijo Julie en voz baja.

    —Estas chicas son algo jóvenes para mi gusto —se quejó Máscara Negra. Estaba hablando con los otros hombres—. Sé que ustedes se atreven con cualquier edad, pero a mí me gusta que haya al menos un poco de pasto en el campo.

    —Cállate —respondió Máscara Roja—. Si no te gusta, puedes quedarte fuera de esta. Pero me lo voy a pasar genial.

    —Oye, esta vez quiero elegir primero —objetó Máscara Azul.

    —Date prisa entonces.

    Andrea se estremeció. No entendía de qué estaban hablando, pero era muy consciente de que los hombres las miraban muy atentamente. Como si las estuvieran evaluando para...

    —Quiero a la rubia —anunció Máscara Azul. Mindy levantó la cabeza de golpe. Andrea podía ver el pánico en sus ojos. El hombre de la máscara azul tomó a Mindy de la muñeca y la puso de pie.

    —¡No! —gritó Mindy—. ¡Déjame en paz! Continuó gritando mientras Máscara Azul la arrastraba por la habitación hacia la puerta sin marcar frente a la salida del callejón.

    “¿Vas a irte ahora también?”, preguntó Máscara Negra a Máscara Roja.

    “Sí”, respondió bruscamente. “Vigila”. Estudió a las tres chicas restantes. “La chica del final. Morena de pelo largo. Ven conmigo”.

    Muy lentamente, Beth se puso de pie. A diferencia de Mindy, ella pudo mantener la compostura, pero su rostro estaba pálido detrás del cabello castaño que le caía sobre la cara. Máscara Roja la hizo pasar por la puerta y la cerró detrás de ellas.

    Julie se acercó más a Andrea. En un gesto de solidaridad, Andrea la rodeó con el brazo. Con el ceño fruncido, el hombre de la máscara negra las observó durante un largo momento antes de comenzar a caminar de un lado a otro de la pequeña habitación. Con el corazón todavía latiendo descontroladamente, Andrea intentó calmarse estudiando la habitación, pero no había mucho que ver. Ella y Julie estaban acurrucadas en un piso de cemento sucio. Una única bombilla desnuda colgaba del techo, iluminando el entorno con una dura luz verde amarillenta. Las paredes estaban hechas de bloques de hormigón y completamente vacías, salvo por un reloj torcido que marcaba fuerte. La puerta roja por la que entraron parecía sólida, con una traba de metal resistente. Sin embargo, la puerta por la que Mindy y Beth siguieron a los dos hombres era una puerta de oficina estándar con una ventana de privacidad vidriada y un marco de madera.

    A través de la puerta cerrada, escuchó un fuerte gemido. Sonaba como Mindy. Ella y Julie hicieron contacto visual, pero no dijeron nada. El hombre de la máscara negra dejó de caminar de un lado a otro y sacudió la cabeza. Luego comenzó a caminar de nuevo.

    "Tengo frío", susurró Julie.

    "Yo también", dijo Andrea. Incapaces de hacer nada más, se abrazaron con más fuerza. Ahora no podían escuchar nada de la puerta cerrada, excepto el murmullo ocasional de voces bajas.

    Pasaron unos minutos miserablemente largos. Finalmente, la puerta se abrió. Beth salió primero, con el rostro rojo brillante. Ella miró fijamente al suelo y ni siquiera reconoció a Julie o Andrea mientras se sentaba junto a ellas nuevamente. Andrea quería preguntarle qué había pasado, pero no pudo porque Mindy salió corriendo por la puerta. Estaba llorando, su rostro surcado de lágrimas. Su mano ahuecaba su entrepierna y su paso parecía inestable. Se desplomó en una pila junto a Andrea.

    "¿Qué diablos pasó?", exigió el hombre de la máscara negra. Se acercó a la puerta donde los otros dos hombres se acercaron arrastrando los pies.

    "¡Jesucristo!", dijo Máscara Azul enojado. Estaba hablando con el hombre de azul. "¿Qué eres? ¿Una especie de idiota?"

    "¡Vete a la mierda!", tronó Máscara Roja.

    "¿Qué diablos pasó?", preguntó Máscara Negra nuevamente.

    Máscara Azul se cruzó de brazos sobre su pecho. "Maldito imbécil aquí", se burló de Máscara Roja. “¿Crees que meterle el dedo en el coño a la niña hará que quiera chuparte la polla? ¡Idiota!”

    “¡Que te jodan, imbécil!”, replicó Máscara Roja. “Supongo que si pudieras hacer las cosas a tu manera, llevaríamos a estas chicas a un spa y les daríamos masajes antes de hacer ejercicio hasta la segunda base”.

    —¿Alguien me puede decir qué demonios está pasando? —exigió Black Mask.

    Blue Mask señaló a Red. —Simplemente metió su dedo en el coño de la pequeña rubia. Sin lubricante ni nada. Luego actúa muy sorprendido cuando ella comienza a gritar aún más fuerte. Entonces le mete su polla en la cara y le dice que la chupe, solo que ahora está sangrando y se ha asustado muchísimo. Como si fuera a chupar cualquier cosa.

    —Bueno, ¿hasta dónde llegaste, Romeo? —preguntó Red Mask con sarcasmo.

    —Bueno, al menos convencí a mi chica de que se llevara mi polla a la boca por un rato —replicó Blue Mask—. Solo que se quedó completamente congelada cuando su amiga comenzó a gritar como loca.

    —Bueno, ¿por qué no seguiste trabajándola?

    —Ah, ¿cuál era el punto? Ella simplemente estaba sentada allí con mi polla en la boca. La mirada perdida. Sin lamer ni nada.

    —Bueno, todavía tenemos dos más con los que trabajar —dijo Red Mask. Miró a las chicas en la esquina. Las chicas se encogieron bajo su mirada. Julie estaba completamente perdida mientras escuchaba su conversación, pero Andrea sintió un leve destello de comprensión. Seguramente estos hombres no estaban hablando de...

    “Mira, amigo, esta vez entraré solo”, insistió Máscara Azul. “No quiero que estés cerca para arruinar las cosas”.

    “Bien”.

    “Y luego es mi turno”, interrumpió Máscara Negra.

    “¿Tú?”, exclamó Máscara Roja. “Pensé que te quedarías afuera esta vez”.

    “Nunca dije eso”.

    “¿Dónde me deja eso entonces?”

    “Supongo que tendrás que conformarte con la segunda comida”.

    El hombre de la máscara azul señaló a Julie. “Ven conmigo, cariño”, le ordenó. “No tengas miedo, ¿de acuerdo? No voy a lastimarte…”. Diciendo eso, la condujo a la otra habitación y cerró la puerta.

    Un silencio descendió sobre la habitación. El hombre de la máscara negra volvió a caminar de un lado a otro mientras el de rojo se apoyaba contra la pared. Andrea observó cómo empezaba a morderse las uñas. Los dos establecían un contacto visual incómodo de vez en cuando. Andrea apartaba la mirada primero cada vez.

    A su lado, Mindy yacía de costado en el sucio suelo de cemento. Su cabello rubio se extendía desde su cabeza como un destello de luz y su mano permanecía entre sus piernas. Andrea hizo una mueca. Había una mancha de óxido del tamaño de una taza de té en la entrepierna de sus pantalones de pijama.

    “¿Mindy? ¿Estás bien?” susurró Andrea. Al no oír respuesta, tocó el tobillo de la chica, pero Mindy retrocedió como si le hubieran dado una bofetada. Sus ojos todavía estaban desorbitados por el miedo.

    Andrea se retiró, sin saber qué debía hacer. Beth se sentó tranquilamente en la esquina, con el rostro pálido pero extrañamente inexpresivo. Andrea decidió no decir nada. Pasaron diez minutos. Luego veinte. El único sonido era el tictac del reloj, ya que la oficina permaneció extrañamente silenciosa.

    Después de veinticinco minutos, la puerta se abrió. Todas las cabezas en la habitación se giraron para mirar. Julie salió apresuradamente, con la cara roja como un tomate. Andrea se sorprendió al ver que su amiga estaba desnuda excepto por sus zapatos. Las manos de Julie aferraron su pijama en un bulto contra su pecho mientras corría hacia la esquina para reunirse con las otras chicas.

    El hombre de la máscara azul apareció en la puerta. Los otros hombres lo miraron expectantes. "Eso fue mucho tiempo", dijo Máscara Negra. "¿Estuvo bien?"

    Máscara Azul agitó su mano con disgusto. "Pasé veinte minutos comiendo el pequeño coño. Pensé que la dejaría bien lista para chuparme, pero tampoco lo haría".

    "Tienes que hacer que se vayan", insistió Máscara Roja. "Mantén sus mandíbulas abiertas y luego..."

    "Eres un idiota", espetó Máscara Azul. "Un completo imbécil. EspañolQuizás eso me haría correrme si fuera un idiota sádico como tú...

    “Ustedes, chicos, cállense de una vez”, ordenó Máscara Negra. “Es mi turno”. Andrea sintió un miedo creciente. Podía sentir sus ojos sobre ella, pero no se atrevió a mirar atrás.

    “Je. Lamento que te hayas quedado con un feo, amigo”, se rió Máscara Roja. Estas palabras golpearon a Andrea como una bofetada en la cara. De repente se sintió muy pequeña por dentro. La fea. Nunca había escuchado a un adulto ser tan malo.

    “Cállate”. Máscara Negra se acercó y la tomó del brazo con suavidad. Sin que nadie se lo dijera, Andrea se puso de pie lentamente y entró en la oficina.

    “Ustedes, chicos, estén atentos”, les dijo Máscara Negra antes de cerrar la puerta. Andrea miró alrededor de la habitación. Parecía ser una oficina parcialmente abandonada. Un archivador polvoriento estaba en una esquina. Había un escritorio de madera desgastado, así como un conjunto de sillas desvencijadas y desiguales.

    —Toma asiento —Black Mask señaló una silla en el centro de la habitación.

    Andrea hizo lo que le indicó. La vergüenza de que la llamaran fea todavía la hería profundamente. —¿Q-qué vamos a hacer? —preguntó. Era extraño conversar con alguien que llevaba una máscara.

    El hombre sonrió. Una sonrisa fría. —¿No es lo más dulce que he oído en mi vida? —Se pavoneó y se paró cerca de su silla—. Eres solo una niña dulce e inocente. ¿No es así? Andrea no sabía cómo responder. Ahora estaba de pie incómodamente cerca.

    —¿Cómo te llamas, de todos modos?

    —Andrea.

    —¿Qué edad dijiste que tenías?

    —Siete.

    —¿Te gusta estar cerca de un hombre?

    —… No lo sé.

    —¿Alguna vez te preguntaste qué tiene un hombre dentro de sus pantalones? ¿Entre sus piernas?

    Andrea se quedó en silencio. Recordó cómo el tío Manuel siempre le recordaba, cada vez que venía, que lo que hacían era un secreto.

    “Oh, ¿eres tímido? No seas tímido. ¿Por qué no vas y me tocas entre las piernas? Adelante. Veamos qué encuentras”.

    De mala gana, Andrea hizo lo que le dijo. Sus dedos tocaron la tela vaquera áspera de sus jeans y recorrieron suavemente su entrepierna.

    “No seas tímido. Dale un buen apretón”.

    Lo hizo. Había un bulto en sus jeans ahora. Sabía lo que era.

    “Puedes sentirlo, ¿no? Apuesto a que te mueres por ver qué es. ¿Verdad?”

    Andrea lo miró. Ahora estaba sonrojada. Había tocado al tío Manuel allí muchas veces. Había hecho mucho más que simplemente tocar a través de su ropa. Pero se sentía extraño hacerlo con un extraño.

    —Veamos si puedes abrirme la cremallera de los vaqueros. Veamos qué puedes encontrar.

    Ella le bajó la cremallera con mano experta y metió su pequeña mano por la abertura. Sus dedos tardaron solo un momento en discernir que llevaba calzoncillos. Le llevó otro breve momento antes de poder localizar la abertura de la solapa que sabía que estaba allí. Sus dedos se cerraron sobre su erección parcial y la sacó. Fue fácil. Sin vacilaciones, sin tanteos.

    —Es una serpiente grande, ¿no? ¿Sabes cómo acariciar serpientes? No tengas miedo. No te muerde.

    Andrea casi puso los ojos en blanco. Su tono de voz condescendiente la insultó. Con manos expertas, comenzó a masturbarlo de mala gana.

    —Eso es bueno —le dijo—. Eso es muy bueno. Aprendes rápido, ¿no? La dejó masturbarse durante varios minutos. Andrea vio una gota reveladora de humedad formarse en la punta de su pene.

    —Mmm… —dijo Máscara Negra—. ¿Ves eso de ahí? Es líquido preseminal. ¿Sabes lo que hacen las niñas con el líquido preseminal?

    Andrea no pudo evitarlo. Toda su vida se había propuesto demostrarles a los adultos lo mucho que sabía. Instintivamente, recorrió su mejilla con la polla del hombre, dejando una larga mancha en ella. Andrea miró el rostro del hombre. Incluso a través de su máscara negra pudo leer la expresión en sus ojos: una mezcla de agradable sorpresa y gran admiración. Le resultaba familiar. Era la misma cara que puso su maestra cuando Andrea le habló en japonés con fluidez al camarero del restaurante de sushi en la excursión. Era la misma cara que puso su padre cuando jugaron a la pelota y ella hizo un gol fuera del patio.

    Sabiendo que lo había impresionado, Andrea simplemente siguió su siguiente instinto: impresionar un poco más. Levantó su erección para que presionara contra su vientre, se inclinó y le dio una larga lamida con la lengua que iba desde la raíz de su erección hasta arriba. Cuando llegó a la punta, lo envolvió en su boca. Su lengua se arremolinó alrededor del familiar casco gomoso por un momento antes de seguir adelante.

    Andrea volvió a su rutina con el tío Manuel. Tomar todo lo que pudiera en su boca y usar sus manos en el resto. Comparado con su tío, el pene de Black Mask era un poco más pequeño en todas las dimensiones, pero se aplicaba la misma técnica. Ella miró su rostro para evaluar su reacción.

    "Supongo que eres el inteligente del grupo", le dijo Black Mask. Andrea sintió una oleada de euforia por el elogio. Ser llamada la inteligente era mucho mejor que la fea. "¿Quién te enseñó? ¿Papá? ¿Hermano mayor?" Andrea decidió no responder y continuó trabajando su polla dura. Pero él no lo dejaría pasar.

    “Vamos, Andrea. Ya has hecho esto antes. ¿Con quién? No estoy enojada. Solo tengo curiosidad.”

    Andrea se apartó de él de su boca. “¿De verdad crees que soy fea?” preguntó, cambiando de tema.

    “¿Qué?”

    “El tipo de la máscara roja. Me llamó la fea.”

    “Oh, ¿él? Simplemente ignóralo. Es solo un idiota que mantenemos cerca para levantar cosas pesadas”, la tranquilizó Black Mask. “Además, ¿no has escuchado la historia del patito feo?”

    Sí, la había escuchado. Pero antes de que Andrea pudiera responder, la puerta de la habitación se abrió para revelar a Blue Mask y Red Mask. Rápidamente soltó el pene de Black Mask y puso sus manos en su regazo. Sin embargo, era obvio lo que había estado haciendo.

    “Oye, hombre”, dijo Blue Mask. “Parece que estás teniendo algo de suerte allí, ¿eh?”

    —¿Qué demonios están haciendo aquí? —preguntó Black Mask—. Se supone que deberían estar vigilando a las otras chicas.

    Blue Mask hizo un gesto con la mano con desdén. —Están acurrucadas en la esquina y gimoteando. No van a ir a ninguna parte.

    —Pensamos que sería más divertido observarlas —agregó Red Mask. Ambos entraron a la habitación y cerraron la puerta.

    Black Mask sacudió la cabeza con disgusto. —Ustedes… Bueno, ¿qué les parece, Andrea? —Movió las caderas, haciendo que su erección rebotara en el aire—. Muéstrenles a los chicos lo que pueden hacer.

    Ahora las cosas se sentían realmente extrañas. Andrea ya había actuado frente a una audiencia antes, durante obras escolares y recitales de violín. El miedo escénico nunca había sido un problema antes, pero que le pidieran que practicara sexo oral para una audiencia era simplemente demasiado extraño. Bien podría haberle pedido que usara el baño mientras él miraba. Andrea se sentó derecha en su silla, congelada.

    "Oh, vamos", suplicó Máscara Negra. "Lo estabas haciendo tan bien antes. ¿Qué pasó con esa niñita ansiosa que se tragaba mi polla como si fuera un gran caramelo?"

    "Tal vez ya no le gustes", intervino Máscara Roja. Buscó su cinturón. "Veamos si le gusto".

    "Quédate donde estás, amigo", ordenó Máscara Negra. "Esta es mía. Tal vez solo necesite un poco de... aliento". Sin previo aviso, levantó a Andrea y la colocó sobre el escritorio de madera en el centro de la habitación. No era exactamente cómodo acostarse sobre la superficie dura, pero Andrea no protestó.

    Máscara Negra se agachó para que su cara estuviera al nivel de la de ella. “La cuestión es la siguiente”, susurró para que los demás no pudieran oírlo. “Es obvio que has tenido un poco de… experiencia con este tipo de cosas. ¿Quizás con un amigo de la familia? ¿Vecino? ¿Tío?”

    Andrea no pudo controlar el rubor culpable que se extendió por su rostro, pero Máscara Negra no lo notó porque estaba deslizando una mano debajo del camisón de Andrea. Ella permaneció congelada mientras él le bajaba la ropa interior por las piernas. Se deslizaba fácilmente más allá de sus tobillos. Para su vergüenza, él examinó su ropa interior con gran curiosidad.

    “Qué bonita”, le dijo, pasando los dedos por las pequeñas flores que decoraban su ropa interior blanca. Luego las olió, dando vuelta la tela de algodón y presionando la entrepierna contra sus fosas nasales. Andrea estaba mortificada.

    “Hueles bien”, susurró con confianza. Metió la mano debajo de su camisón. —Pero como de repente eres tan tímida, voy a ver qué puedo hacer para que no seas… tímida.

    La columna de Andrea se tensó al sentir su dedo entre sus piernas. Sus dedos eran ásperos. Exploradores. Exploraron con desenfreno despreocupado los lugares más privados de la niña problemática.

    —Mantén esas piernas abiertas —le aconsejó Black Mask con voz suave—. Sé una buena niña ahora. Su intrusión la había hecho cerrar las piernas involuntariamente. Andrea no quería, pero de todos modos las abrió poco a poco. La falta de atención a los adultos en posición de autoridad no era algo por lo que Andrea fuera particularmente conocida. Y Black Mask definitivamente se había establecido en una posición de autoridad.

    Sus caricias se habían concentrado en un solo punto. Su dedo se sentía más suave ahora, ya no poseía la textura abrasiva de cuando comenzó. Era suave. Delicado. Mientras la acariciaba, Andrea se encontró en una creciente encrucijada de contradicciones.

    A pesar de la extraña ansiedad de ser tocada por ese extraño…

    A pesar de la presencia lasciva de sus dos colegas cuyos ojos podía sentir…

    A pesar de la conmoción de ser secuestrada con sus amigos en medio de la noche…

    A pesar de la incomodidad del duro escritorio clavándose en su espalda…

    A pesar de todo esto, Andrea se sintió extrañamente… aliviada. Era una sensación muy familiar, frustrantemente familiar, como cuando una palabra estaba en la punta de su lengua pero no podía pensar en ella. Sintiéndose abrumada, Andrea cerró los ojos. Sin embargo, justo cuando lo hizo, una sacudida de reconocimiento la golpeó.

    Se estaba sintiendo sexy.

    Como cuando el tío Manuel se sentó a horcajadas sobre ella. O cuando la llevó a un lado para entrar en su tienda de campaña durante un viaje de campamento. O cuando lo sintió palpitar en sus manos. O cuando fantaseaba en clase sobre las cosas que hacían juntos.

    Andrea se sintió alarmada por este giro de los acontecimientos. Pero una vez que se dio cuenta de que se sentía sexy, las sensaciones se multiplicaron a un ritmo acelerado. Era como una bola de nieve rodando montaña abajo, ganando tamaño y velocidad. Quería que se detuviera, pero al mismo tiempo quería que continuara.


    Continuará

    Mi historia, relato erótico en blogSDPA.com

    Mi historia, Parte 06 (de Falkop3d)

    6 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, Zoofilia

    Esta publicación es la parte 6 de un total de 14 publicadas de la serie Mi historia

    Desperté muy pasado el mediodía del domingo y junto a mi, yacía el cuerpo aun inconsciente de la pequeña julia. Flavia, pamela y carlitos (que se habia ido transformado en cecilia) no habian vuelto aun. Comenze a asustarme ante la inconsiencia de julia, asi que constate que aun tuviera signos vitales, cosa que me tranquilizo un poco. Pero mas allá de mis temores por el estado de la niña de 9 años que estaba a mi lado, también comenze a preocuparme por la suerte de las chicas y por lo que habrían estado haciendo.

    Comenze a limpiar y ordenar el living; lugar en que la noche anterior habiamos tenido  una orgia con las chicas. Eran alrededor de las 18 hs y lo unico que me quedaba por hacer era desinflar la colchoneta; pero en ella aun se encontraba julia. Escuche que un auto se detuvo afuera de la casa y segundos despues ingreso flavia; detras de ella, estaba pamela quien traia en brazos cecilia (carlitos). Se podia ver en las caras de las chicas, no solo que lo habian pasado muy bien, sino que tambien estaban agotadas. Pamela recosto a carlitos en la colchoneta junto a julia y este solto un genido de dolor que se le reflejo en su cara.

    *       Pamela = vaya, si que le rompiste el culo a mi niña (mientras le acariciaba una de las nalgas)

    *       Yo = en realidad, fue dante

    *       Yo = con abotonamiento incluido

    *       Pamela = enserio??? (poniendo cara de asombro)

    *       Flavia = voy al baño. Ya vengo, si

    Mientras flavia se dirigia al baño, pude ver que su caminar era lento y de una forma algo extraña. Le dije a pamela que me contara lo que habian vivido y esta, solo  prosedio a darme una mochila. En esta, habia 300 mil pesos, una pequeña bolsa de plastico y una botella de un litro casi  llena. Pamela me pidio que aguardara unos munitos ya que antes de llegar habia llamado un medico amigo para que examinara los cuerpos de flavia, carlitos y de julia.realmente enloquesi al escuchar esto, ya que no lo conocia,  no sabria explicar todo esto y creia que podria ocasionar muchos problemas. Pero ella me aseguro que era de total confianza.

    El timbre de la puerta sono y pamela fue a abrir. Grande fue mi sorpresa, al ver que el doctor que habia llamado la bella travesti, era uno de mis clientes a quien le vendia pornografia homosexual y de travestis. Debo decir que esta persona tenia unos 40 años, 1.80 de altura y el pelo con canas. Despues de las presentaciones de rigor; el doctor a quien llamare Roberto comento.

    *       Roberto = eso es lo que yo pienso que es??? (señalo la botella que estaba sobre la mesa)

    *       Pamela = asi es. Jejeje

    *       Roberto = sera mejor que lo pongan en el frizzer, para que se conserve

    *       Yo = ok (tome la botella y la coloque en el frizzer)

    *       Roberto = y bueno; que tenemos aqui; Pame???

    *       Pamela = a Julia ya la conoces. Tuvo su debut y a lo grande. Jejeje (señalando a la pequeña que aun permanecia inconsiente y desnuda en la colchoneta)

    *       Roberto = y que es lo que le han dado????

    *       Pamela = ademas de las hormonas que vos me recetas; anoche le di un poco de extasis, una pastilla de ketamina, otra de rohynol y algo de alcohol que bebio

    *       Roberto = wuauaa.... debe de estar teniendo un buen viaje, jejejeje

    *       Roberto = y que le han echo????

    *       Yo = yo la desvirge vaginalmente y dante analmente

    *       Roberto = dante??? Tu perro dante???? (señalando a pamela)

    *       Pamela = sip. Dante, mi perrito. Jejeje

    *       Roberto = wuau ... me hubiera encantado verlo. (mientras urgaba en su maletin medico)

    El doctor se habia colocado los guantes de latex que habia extraido de su maletin y procedió a revisar el cuerpo de la pequeña julia. Tuvo que realizarle unas costuras al desgarrado ano; le aplico un par de inyecciones y un suero intravenoso. Junto al doctor llevamos a la pequeña a la habitacion de carlitos, la recostamos en una de las camas y dejamos que siguiera descansando. 

    Roberto me explico que con los medicamentos que le dio pamela, posiblemente duerma por un rato mas. Que las vacunas que le aplico eran la antitetanica y la antirabica y que el suero era para que se le rehidrate el cuerpo.

    Cuando regresamos al living, nos encontramos con que Flavia y Carlitos estaban dormidos en la colchoneta y Pamela estaba fumando un cigarrillo. Tuve que explicarle como era mi vinculo con los que estaban dormidos y realmente no lo sorprendio para nada. Estuvimos charlando por un rato, asi fue que me confeso que era homosexual, apesar de estar casado y que su mujer le permitia tener encuentro solo si ella estaba presente. Ademas me confeso que conocio a Pamela prostituyendose y que con el tiempo se convirtio en su amante y ocasionalmente de su esposa tambien. Ademas, me comento que habia sido el quien opero a pamela para que hoy luciera el cuerpo que posee. Le pregunte a Roberto si seria posible que le colocara unos piercing a flavia ya que hacia tiempo que deseaba hacercelos colocar pero ella se negaba. Acepto con la condision de sedarla para que no sintiera el dolor y que ademas asi seria una sorpresa para cuando despertase. Fui hasta mi oficina, donde guardaba un maletin  con una seleccion de piercing, instructivos y herramientas que me habia dado un amigo tatuador y volvi al living en el instante en que Roberto le estaba aplicando una inyeccion a Flavia que a su vez era sujetada por Pamela.

    *       Roberto = coloquemosla en la mesa (dirijiendose a pamela)

    *       Roberto = asi voy a poder trabajar mejor

    *       Yo = les ayudo???

    *       Roberto = con pamela podemos

    *       Roberto = lo que si, traeme un tijera

    *       Yo = ok

    *       Roberto = cuantos años tiene la nena???

    *       Pamela y yo = 16

    *       Roberto = ok. 16 años y con cuantos cojio ya???

    *       Yo = hasta ayer, solo conmigo. No se con cuantos anoche que te la llevaste Pamela???

    *       Pamela = flavia estuvo con 6 viejos de mas de 70 años, 2 perros y con un caballo pura sangre de 2 años

    *       Roberto y yo = queeee???? (sorprendidos y al unisono)

    *       Pamela =  que...(encojiendose de hombros).

    *       Pamela = Por que te pensas que te traje tanto dinero???

    *       Roberto = y fue la primera vez que se prostituyo??? (mientras cortaba la ropa de flavia con las tijera)

    *       Yo = asi es (algo apesadumbrado y cabizbajo)

    *       Pamela = agradece que solo fueron 6 y el caballo

    *       Pamela = podrian haber sido 30 y todos los animales de la estancia. Jejejeje

    *       Roberto = tiene razon (observando la entrepierna de flavia enrrojesida, casi en carne viva)

    *       Roberto = la podrian haber dejado peor

    *       Yo = bueno; pamela empeza a contar

    Mientras Roberto examinaba el cuerpo de Flavia; Pamela comenzo a relatarnos lo sucedido en la orgia. Cuando llegaron a la estancia, habia 7 personas; todas ellas de la esfera social y politica de la ciudad (nos dio los nombres y apellidos de cada uno de ellos) y con mas de 70 años cada uno. Grande fue la sorpresa para Roberto cuando Pamela le dijo que tambien estaba el padre de este y que se empesino con estar solo el con Cecilia, cosa que logro abonando mas de lo acordado. No le habiamos dicho aun a Roberto que Cecilia era en realidad Carlitos trasvestido y esperabamos el momento para que el lo descubra en su examen.

    Pamela nos relato como se le abalanzaron los 6 gerontes; la desnudaron y como ella hizo lo mismo con cada uno de ellos. Les chupo las vergas a cada uno hasta que casi los hace acabar y les coloco un preservativo a cada uno, cosa que no les agrado mucho. Aunque los 6 hombres maduros se negaron a usarlo; Pamela y Flavia los convencieron para que si lo hagan, de lo contrario se terminaria la fiesta.

    Uno a uno penetro la vagina de Flavia hasta descargar su semen en los preservativos, bajo la atenta mirada de Pamela; Cecilia/Carlitos y Don Francisco (el padre de Roberto). Una vez que estos hombres acababan Pamela les retiraba el preservativo y les succionaba el pene. Flavia tuvo que ayudarle a ponerlos en forma y en la siguiente ronda, fue el ano de Flavia al que penetraron. Fue en ese momento en que a Pamela se le ocurrio colocar el semen de los preservativos en la botella. Para la tercer ronda, los gerontes se rifaron entre ellos para realizarle una doble penetracion a Flavia. Al finalizar ya estaban agotados los 6 hombre maduros y se percataron de lo que estaba haciendo Pamela con los preservativos y la botella y le preguntaron el motivo.

    *       Don francisco = es que, hasta que no la llenen no nos podemos ir (espeto el viejo)

    *       Ya no nos queda mas nada (dijeron los otros)

    *        Y vos no colaboras??? (dijo uno)

    *       Te la pasaste mirandonos y encima que calentaste con la pendejita esa que ni la tocaste (solto otro)

    *       Don Francisco = esta pendejita es especial y cuando termine con ella se las tiro a los perros, osea a ustedes.

    *       Perros!!! Que buena idea, Fran (dijo otro y salio corriendo desnudo)

    Minutos despues, este geronte regreso con 2 gigantes rottweiler. Al ver esto, Pamela les dijo que la tarifa era solo para humanos y que nadie le habia dicho nada de animales. Ademas, les dijo que Flavia nunca lo habia hecho con un animal (cosa que era mentira) y que por lo tanto les cobraria un plus adicional por cada uno y cada vez que lo hicieran. El dueño de la estancia no tuvo objeción a ello y Pamela como si tratara de convencer a Flavia, quien a sus vez le seguia el juego; primero se negaba y después termino aceptando.

    Una vez acordado el precio, los hombre sortearon a ver cual de los dos canes seria el primero. El ganador fue "Adolf". Flavia se acerco al perro y comenzo a acariciarle el lomo, seguio hasta el abdomen del can y continuo hasta su miembro. Todo esto lo hacia como si fuera la primera vez. Cuando llego al miembro de "adolf" si comenzo a acariciarlo, este le dio un par de lenguetazo en la cara. Flavia se recosto en el piso e hizo un par de comentarios de que nunca habia visto algo asi. Cuando el pene del can comenzo a salir de su capucha protectora, flavia comenzo a succionarlo hasta que estubiera en su maxima expresion.  El dueño de la estacia; quien estaba sujetando a "adolf" fue el encargado de pocisionarlo para que este penetrara a Flavia una vez que ella se colocara en posicion de cuatro patas. El can totalmente exitado practicamente se avalanzo sobre Flavia y de un certero movimiento la penetro; cuando lo hizo, Flavia grito como si fuese la primera vez que la penetraran. Dicho grito hizo que los seis hombres se asustaran un poco.

    Cuando el perro termino su faena y despues de adesabotonarse de Flavia; Pamela le coloco una copa en la vagina a Flavia con la cual recolecto la primer descarga perruna. Despues de esto, le toco el turno al segundo perro de nombre "gunther". Los animales copularon con Flavia un total de dos veces cada uno; al finalizar estos, dos de los hombres maduros se habian exitado nuevamente y tuvieron relaciones con Flavia.

    Toda esta actividad, habia echo que flavia comenzara a sentir el cansancio y los gerontes seguian preguntandose como lograrian llenar la botella de semen ya que no habian logrado completar la mitad hasta el momento. Fue el dueño de la estancia, quien propuso la idea del caballo; cosa que al Flavia realmente la asusto, incomodo  y hasta negaba a hacerlo. Fue entonces cuando Pamela le suministro un pequeña dosis de "extasis" y otra de "rohynol" a flavia, quien a los pocos minutos parecia estar realmente fuera de sus cabales. Pamela les hizo recordar que eso estaba fuera de lo pautado y que deberian una nueva tarifa; cosa que no les molesto regatear ya que estaban a punto de ver algo que solo podria ocurriles en sus mas sucias fantasias, es mas hasta duplicaron la tarifa que les propuso. Concluida la negociacion se dirigieron todos al establo. Flavia cada ves estaba mas afectada por las drogas suministradas por Pamela, asi que la tuvieron que llevar en brazos.

    Una vez que llegaron al establo y ya que el estado de Flavia no era muy lucido, la recostaron boca arriba en un caballete de madera. Fue el dueño de la estancia (Don Gustaff) quien les presento a "porthos" un semental pura sangre de 2 años de edad. Era un animal con un porte expectacular y de pelaje negro asabache. Don Gustaff que ademas era veterinario, tuvo que encargarse de hacer salir el gran falo del animal. Una vez logrado, Pamela fue la encargada de acercar a Flavia hasta el equino; pero su estado de intoxicacion le impedia hacer casi cualquier cosa. Los geronte le recriminaron el no cumplimiento de lo pactado, pero Pamela dijo tener una idea.

    Dicha idea, consistia en que la ataran al vientre de "porthos" y que ella se encargaria de lograr la penetracion. A Don Gustaff le gusto la idea e indico que el se encargaria de ensillar al equino mientras los otros hombre lo ayudaran psteriormente. Una ves que "porthos" se encontraba ensillado, Dos Gustaff tomo dos pedazos de soga y con el extremo de una de ella anudo fuertemente la muñeca derecha de Flavia y con la segunda soga, hizo lo mismo en el tobillo derecho. Una vez echo esto, los otros 5 hombres colaboraron para posicionar el cuerpo de la casi inconsiente Flavia contra el abdomen del equino y de este modo, pasaron las cuerdas sobre el animal y las ataron a las extremidades de Flavia. Para asegurarse que el cuerpo adolescente quedara junto al caballo, utilizaron otra soga que la colocaron a la altura de  cintura. De esta forma, parecia que Flavia estaba abrazada al vientre de "porthos" con sus manos y piernas.

    Como el miembro equino se habia retraido nuevamente y ante la negativa de Don Gustaff de volverlo erectar, no le quedo otra opcion a Pamela que hacerlo ella. Se arrodillo frente a la babilla, comenzo a acariciar la vaina de "porthos" de la cual comenzo a salir el gran pene equino. Segun Pamela, este deberia haber medido en su maxima expresion alrededor de 90 cm de largo, 12 cm de diametro en el glande y 10 cm de diametro en el recto. Pamela procedió a darle lamidas al miembro, intercalandolas con la vagina de Flavia y que ademas era oradada por los dedos de esta. La reaccion de Flavia no se hizo esperar y comenzo a gemir levemente. Una vez que logro humedecer y exitar a Flavia, dirigio el falo hasta alli y aplicando algo de presion, el glande se introdujo en la vagina de flavia; quien grito, al sentir semejante intruso. Pamela, mientras tanto le hacia una masturbacion al miembro de "porthos" y al cabo de unos minutos esta descargo una gran cantidad de semen. Anticipandose a este evento, Don Gustaff se encontraba arrodillado junto a Pamela con una jarra de cristal en la cual juntaron el semen equino. Cuando concluyo esto, quienes estaban obserbando comenzaron a aplaudir y a celebrar semejante hazaña; incluso Cecila/Carlitos. Posteriormente, desataron a Flavia y todos volvieron a la casa.


    Continuará

    Fiesta familiar, relato erótico de Cazzique, en blogSDPA.com

    Fiesta familiar, Parte 22 (de Cazzique)

    6 de diciembre de 2024 en LGBTQ+, Sexo en grupo, Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto

    Esta publicación es la parte 22 de un total de 42 publicadas de la serie Fiesta familiar

    Al siguiente día de nuestra estancia en el balneario por el medio día no pude ver a mi sobrinita dentro del grupo que se encontraba en los toboganes, decidí entonces dar un rondín por el campamento de las chicas para ver si por ahí me la encontraba, me acerque al área de acampar pero aparentemente estaba desierta, caminé por entre las tiendas de campaña y nada, cuando me di la vuelta para poder regresar al área de albercas pude escuchar un extraño ruido que provenía de una de las casas que estaban hasta la parte trasera del campo, me acerque sigilosamente sospechando un poco lo que estaba sucediendo, llegué a la tienda de donde provenían los ruidos, me acerque hasta donde estaba el cierre de la puerta y con mucho cuidado traté de abrir un poco, conseguí abrir un poco pero me tuve que tumbar en el suelo par asomarme a ver que era lo que estaba sucediendo y vaya que no me equivoqué. Una chica a la cual no le podía ver la cara se encontraba con el pecho y cara al suelo y con las nalgas al aire, y uno de los maestros le estaba metiendo la verga desde atrás, agarrando su trasero precioso y guiándolo en rítmicos movimientos que estaban volviendo loca a la chica, por su cuerpo pude notar que ella tendría unos quince años aproximadamente, la chica mordía una de las almohadas para ahogar sus gemidos, de pronto otra persona que estaba acostada y a la cual no había podido ver se hinco y se coloco detrás del maestro, no le veía la cara pero pude ver su gran verga erecta y apuntando a las nalgas del profesor que se cogía a la chica; ensalivo muy bien la punta de su pene y después coloco sus manos en la cintura del otro, se fue acercando mientras que con movimientos de cadera guiaba su tronco entre las nalgas del profesor quien se detuvo unos instantes para permitir al intruso internarse en su ano.

    Con un gemido de satisfacción por parte del penetrado la verga continuó su camino hasta que el abdomen del desconocido choco contra las nalgas, esperaron algunos segundos y después la cogida continuo, la chiquilla con la verga de su maestro en lo más profundo de su vagina y el maestro con la verga del desconocido perdiéndose dentro de su apretado culo. Una tremenda erección creció dentro de mis pantalones y entonces decidí interrumpir aquella orgía. De golpe abrí el cierre de la entrada de la casa de campaña y todos voltearon horrorizados por ser descubiertos, yo aproveche para hacer un poco de teatro, el desconocido era nada menos que el director del colegio. La chica alcanzo a cubrirse un poco entonces les dije que era el tío de Montserrat y que había ido a buscarla pues se corrían rumores de que las pequeñas eran abusadas por los profesores del plantel y que ahora con esto quedaba comprobado… ellos no supieron que responder y entonces yo tome a la chica que ya se había alcanzado a vestir y me aleje con ella tomado de su mano y casi jalándola; el profesor que ya se había alcanzado a poner un short salió corriendo después para alcanzarnos. Llegamos los tres a la puerta de mi habitación y les abrí para que entraran, él venia muy nervioso y ella llorando.

    Ya en el interior el profesor se sentó esperando a que yo dijera algo, me coloque detrás de la chica y le pregunte su nombre y edad, se llamaba Laura y tenía dieciséis años, la observe dando la vuelta a su alrededor, su piel es blanca, de cuerpo delgadito, cabello lacio oscuro y corto por encima de los hombros, senos de buen tamaño y un culo paradito, su entrepierna se apreciaba apretadita. Me volví a parar a su espalda y puse mis manos sobre sus hombros, comencé un leve masaje y fui bajando hasta llegar a sus senos, ella me volteó a ver un tanto con cara de in credulidad queriéndome decir algo, le hice una seña para que guardara silencio y apunte la mano hacia su maestro que tenia sus dedos enredados en su cabellera y miraba hacia el suelo. Laura guardo silencio y se dejo meter mano, sus senos esponjositos se derretían en mis manos, los estaba masajeando sobre la tela de su blusa y sus pezones comenzaron a ponerse duros marcándose en la tela, me agache y la bese, ella respondió mi beso metiendo su lengua profundamente en mi boca, nos encontramos y jugamos así por varios minutos, la chiquilla si que sabía besar y me lo estaba demostrando. Me puse frente a ella sin despegarme de sus labios y puse mis manos en su macizo culo y vaya que lo tenía durito, acaricie sus cachetes sin dejar un solo rincón a salvo, metí mis dedos en el canal que separa sus nalgas y ella abrió un poco las piernas para dejarme rozar hasta la panochita, me separe de ella hincándome a su frente y le fui bajando el short, su vagina se fue descubriendo lentamente, con su bello oscuro formando un pequeño triangulito sobre sus rosados y húmedos labios vaginales, pase mi mano por sus tibias carnes para sentir como latía esa joven panocha.

    Para este momento ya su maestro nos observaba desde el sillón y con su verga en la mano, con mis manos entre sus piernas hice un poco de presión para indicarle a Laura que separase un poco y ella así lo hizo, estando ahí de pie abrió más el compás dejándome su vagina completamente abierta, puse mi cara entre sus piernas y pude disfrutar de su aroma a hembra, sin mas comencé a lamerle los labios de abajo hacia arriba hasta toparme con su mata de bellos, así lo hice hasta que la adolescente se vino en mi boca, bebí sus jugos hasta dejarla lista para la penetración. Tomé una de las sillas y la coloque en medio del cuarto, luego me desnude completamente mostrándole mi gran erección y sentándome en la silla, ella se acerco y abriendo sus piernas se fue sentando con su cara hacia mí, la rodee poniendo mis manos en sus nalgas para ir guiándola hacia la penetración, sus labios vaginales anidaron la cabeza de mi pito y esté lentamente se fue resbalando al interior de esa cálida gruta. Su túnel se amoldaba a mi verga sujetándola con firmeza, la dejé que se empalara por completo y por fin cuando ya la tuvo toda adentro la comencé a levantar por las nalgas para dejarla caer de nueva cuenta, a los pocos minutos ya habíamos tomado un ritmo más o menos regular. Mí verga entraba y salía de su panochita ahora con más facilidad ya que cada vez la chiquilla se mojaba más y más.

    Uno de mis juguetones dedos se comenzó a perder en el interior de su ano, Laura solo protesto al principio pero pasados varios minutos ya ni sentía que tenía adentro de su culo apretado mi dedo. El profesor se puso de pie a un lado de donde estábamos cogiendo y apunto su gran pito hacia nosotros, Laura no dudo mucho y se volteo para introducir en su boquita la verga que le estaban ofreciendo, ella estaba chupando tan rico la verga de su profesor que no dudé en ayudarla en su labor y ahora los dos nos turnábamos esa gran barra de carne caliente; mientras que mamábamos la macana de su profesor aprovechábamos para besarnos. Así continuamos por largo rato hasta que finalmente cambiamos de posición, esta ve z el profesor se acostó sobre la mullida alfombra y Laura se montó sobre el , en segundos ella lo estaba cabalgando y enterrándose la verga hasta el tope; yo desde atrás veía a la pareja coger.

    Dejé que pasaran varios minutos y luego yo me coloque detrás de ellos, con mi mano empuje a la chiquilla para que se recostara sobre el cuerpo de su profesor, ambos aprovecharon la ocasión y se comenzaron a besar, yo por mi parte me puse justo atrás de las nalgas de Laura y le ensalive muy bien su culito, luego hice lo mismo con la punta de mi pene y flexione mis rodillas para irle acercando la punta del pito a su colita. La cabeza se perdió entre los cachetes de sus nalgas y después la punta choco contra su orificio posterior, empuje con un poco de fuerza para que la cabeza se fuera abriendo camino por ahí. Laura se quiso escapar pero un fuerte abrazo de su maestro se lo impedía; volví a empujar con un poco más de fuerza y la punta de la verga penetro por completo en su culo, la chiquilla pegó un pequeño gritillo y se abrazo fuertemente de su maestro comprendiendo que no tenía escapatoria.

    Comencé a bombear lentamente y en cada arremetida que iba dando mi verga se perdía cada vez más dentro de su apretado ano, los tres nos comenzamos a mover despacio, disfrutando de esta cogida, Laura gemía y suspiraba a cada una de las metidas de verga que le dábamos, y pronto llego a un fuerte orgasmo que anuncio con grandes gritos de satisfacción, mientras tenía su orgasmo apretaba su culo de una manera deliciosa acercándome casi a mi venida por lo que tuve que salirme por unos instantes de su anito.

    Los tres permanecimos quietos por algunos minutos en lo que recuperábamos fuerzas para continuar, pasado este tiempo Laura comenzó a besar a su profesor en la boca, sus lenguas comenzaron a enredarse en el interior de sus bocas y las caderas de la pequeña iniciaron un leve movimiento rotatorio con el cual nos indicaba que ya estaba lista para continuar, mis caderas se comenzaron a menear de nueva cuenta haciendo que mi dura verga comenzara a entras y salir nuevamente de ese apretado agujerito, mis manos se posaron en los senos de la niña y los comencé a amasar delicadamente mientras que mis labios se posaron en su cuello y fui saboreando cada milímetro de su rica piel. Pronto los movimientos de los tres se volvieron más y más rápido, ahora solo se escuchaban en el cuarto nuestros gemidos y los chasquidos que producían nuestros sexos al chocar entre si, la vagina y el culo de la niña eran invadidos por dos grandes y duros penes que la estaban penetrando sin descanso, pasado algún tiempo ya nos estábamos acercando nuevamente al orgasmo, al primera en empezar fue Laura y segundos después el profesor y yo comenzamos a estallar, ambos llenando las cavidades de la preciosa niña, calientes chorros de esperma comenzaron a brotar de nuestras vergas y golpearon en lo más profundo de las entrañas de Laura quién comenzó a sentir como nuestro ardiente semen la invadía y no pudo contener que inmediatamente otro orgasmo más siguiera al anterior, esta vez más fuerte, con profundos y fuetes gemidos ella nos anunció su nueva venida y s u vagina y su culo comenzaron a apretar fuertemente nuestras vergas hasta dejarlas completamente secas y cansadas.

    Los tres nos quedamos acostados sobre la mullida alfombra, completamente agotados, los agujeros de la niña estaban totalmente dilatados y de ellos escurría aún gran cantidad de esperma y líquidos vaginales de ella, su pecho subía y bajaba rápidamente debido a lo acelerado de su respiración lo mismo que los nuestros, voltee a verla y ella me respondió con un cachondo beso en los labios, lu ego me puse de pie jalándola y la lleve hasta la cama, el profesor nos siguió hasta está y los tres nos acostamos para quedarnos profundamente dormidos.


    Continuará

    Dos lolis hacen feliz a papi. video en blogSDPA.com

    Video: "Dos L0L1S hacen feliz a papi"

    5 de diciembre de 2024 en Videos L0L1 & Sh0t4

    Esta publicación es la parte 9 de un total de 32 publicadas de la serie Videos L0L1 & Sh0T4


    Mi amigo Daniel y Zara, relato erótico SDPA en blogSDPA.com

    Mi amigo Daniel y Zara

    5 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, Sexo en grupo

    Mi mejor amigo Daniel tiene veintiún años, es algo extrovertido y alocado, somos unidos desde hace muchos años por lo que la confianza de él dentro de mi familia es a ciegas.

    Cada vacaciones mi primita Zara de siete años, una niña linda de piel canela y ojos cafés, de contextura delgada como mi primo, su padre quién la deja durante toda las temporadas de vacaciones en mi casa donde la distracción es diversa ya que tenemos piscina y amplios lugares para su esparcimiento, mi amigo daniel es de los que dura toda una semana y hasta más en mi casa como un roomer, las vacaciones del verano pasado fue cuando comenzó todo con Zara quien muy curiosa le gustaba molestar de forma juguetona a Daniel quien desde un primer momento le noté en su mirada que los juegos estaban algo pesados con Zara, siempre nos dejan solos ya que papá siempre esta de viaje y mamá en la casa de verano con sus amigas, Zara queda al cuidado de nuestra ama de llaves quien trabaja de lunes a viernes hasta las 3pm y luego se va hasta el otro día.

    Llegado el fin de semana, Daniel me comenta que quiere estar relajado mirando películas de terror como un par de adolescentes medio adultos, me pareció algo raro pero le tomé su idea, solo estaríamos nosotros en esa inmensa casa. Caída la noche del sábado Zara me dice que donde le permitía dormir esa noche y le dije que donde quisiera, Daniel por su parte probaba un par heineken de papá yo me disponía a colocar la película cuando Zara llega con una manta marrón para cubrirse del frió producido por el fuerte aire acondicionado de la casa, se sienta en le sofá cama entre daniel y yo.

    Pasado al rededor de 45min de película me quedo dormido pero de repente desperté y miré un poco hacia donde estaba Daniel el cual se notaba algo sonriente porque Zara le rosaba con sus monos su enorme pene que desde hacía mucho había visto en su máximo esplendor por tratarse de mi mejor amigo. Al mirar que Zara también sonreía pensé que algo pasaría y que era igual de guarra que su madre. Al terminar la película le dije que subiera a mi cuarto y colocara un corchan individual que estaba en mi closet, le pregunté a Daniel que si tenía algo loco en mente y me dijo: "tranquilo tío, que no estoy tan loco", no le tomé importancia al hecho y nos fuimos a dormir los 3 en mi habitación.

    A eso de las 12:30am abrí mis ojos y me moví con sumo cuidado y miré que Daniel no estaba en la otra cama, me sorprendí al verlo parado frente al lugar donde dormía Zara, tenía aun puesto su short de fútbol del Madrid pero sacaba por uno de los lados del short su pene el cual se encontraba sujetado por las manos de Zara, el susurraba que le pasara la lengua y ella hacía cierta resistencia mientras el empujaba con sus manos su cabeza hacia su enorme pene de unos 21cm y de dotado grosor, miraba hacia atrás para ver si yo despertaba, ví como Zara de apenas siete años abría su boca para dejar pasar la cabeza del pene de Daniel quien sin pensarlo empujó la cabeza de Zara contra su pene provocando que Zara tosiera, yo por otra parte tenía mi pene que explotaba y salía de mi short el cual era como de seda y me provocaba más excitación, Daniel volteó y se dió cuenta que estaba mirando dicho acto, me hizo señas que hiciera silencio y luego que fuera pero no hice caso a dicho llamado.

    La niña chupa como podía el enorme trozo de Daniel y dejaba caer por la parte de abajo de su boca chorros de saliva, Daniel la tenía tomada por su cabellera y cuando sacaba de su boca su pene le llevaba hasta sus bolas las cuales Zara lamía ricamente como si se tratara de una experta en el acto crudo de Daniel.

    No pasó mucho cuando saqué mi pene y comencé a masajearlo mientras miraba a Zara de siete con daniel de veintiuno, estaba perplejo de ver tal acto libidinoso. Daniel se inclinó y comenzó a pasar su dedo medio por la conchita virgen de Zara que ya estaba lubricada con sus primeros brotes de liquido vaginal cristalinos, rompí el silencio y le dije a daniel que no le fuese a meter su verga por su concha porque se darían cuenta a los días, que le diera por detrás con mucho cuidado, Daniel me miró y con una sonrisa de aceptación dió por entendido que le había dado la mejor idea del mundo.

    Zara hacía ya todo lo que Daniel se le ocurría en ese momento, su cara despreocupada por lo que pasaba me dejó aun mas perplejo y excitado, luego que Daniel empapó todo el suelo con al saliva de Zara emanada de esa mamada rítmica que le hacia Zara y que Daniel le ayudaba con sus manos a que fuese mas placentera para él. Le pidió a la niña que se colocar en cuatro y comenzó a lamer sus pequeños y nada formados glúteos hasta llegar a su hoyito virgen absoviendolo como ostra de mar y dejando caer chorros de espesa saliva que a su vez le ayudaron a introducir poco a poco su dedo indice que entraba y salia de alli, con su otra mano tocaba su conchita ya lubricada lista para ser usada.

    Zara gemía de una manera que dejaba en evidencia el disfrute en el caía a fondo en ese momento, el clima en mi habitación se tornó excitante y con un aroma de locura y sexo. Momentos después Daniel estaba listo para embutir su enorme pene en el ano de Zara, cogió a la pequeña de sus caderas y pasaba una y otra vez su pene con abundante liquido preseminal y saliva de boca de Zara, ella comenzó a dilatar y él a bombear hacia dentro, le dije que mordiera la almohada y con voz como poseída me dijo que me acercara, le dije que no ya que preferí ver y masturbarme desde donde estaba.

    Daniel seguía disfrutando de la penetración que le daba a Zara quien intentó gritar por un momento pero su grito fue silenciado por mi jugoso pene quien hizo un debut en su enorme boca, no me contuve y entre en acción, Daniel exclamaba con mirada lujuriosa: "que bueno que te uniste tío, siente como lo mama tu pequeña prima".

    Cada vez los empujones de la pelvis de Daniel hacia el culito de Zara penetrando cada vez más profundo hacía que introdujera mi pene hasta la garganta de Zara que solo gemía de placer. Daniel empujó y empujó hasta que le sacó su pene de su ano algo sucio, acabando de un solo tirón en la cara de Zara quien tenía mi pene en su boca aun. Minutos después me vine en su boca inundando de mi cálido esperma su pequeña boca. Le pregunté que si estaba bien y con una carita malvada me respondió que "mejor que nunca primito", guiñando un ojo y llendo al baño a darse una ducha para dormir.

    Luego les cuento lo que confesó Zara al salir de la ducha, lo que hacía con mi primo fernando y su papá.


    Fin