A la edad de 16 años, estaba descubriendo mis deseos hacia las nenas más chicas que yo, desde nenas de 7 años, hasta mi edad. No sé cuándo me volví así, solo que siempre me gustaba ver fotos de niñitas desnudas, videos porno de niñas haciéndolo, incluso fantaseaba con mis primas pequeñas mientras me masturbaba, aunque me daba entre curiosidad sentir y saber cómo era hacerlo con una nenita, hasta ahora. Mi padre me había dicho a mí y a mi madre que habría una comida con el jefe de mi padre, su esposa y su hija de 10 años dentro de una semana, decía que era algo importante para que agradarla más a su jefe. Mientras mi padre hablaba con mi madre para saber que podrían hacer en la comida, yo solo me imaginaba como seria esa nenita como seria de cuerpo como seria de rostro, pero de tanto pensarla, me vino una erección y no sin más, me masturbe en el baño.
La semana paso lento para mí, aun no dejaba de pensar de como seria esa nena, pero que solo esperara que fuese rica, que por lo menos no dejar de mirarla. Después de cenar mi madre dijo que este día, irían a comer en un restaurante un poco lujoso, pero que me tendría que quedar con su hija aquí en casa entreteniéndola; en ese punto mi cabeza exploto de alegría que casi no controlaba, es decir, yo, solo con una nenita de 9 años en mi cuidado... es como si mi cumpleaños se hubiera adelantado, pero me estaba ilusionando, podría hacer más de mil cosas con ella, pero la pregunta era ¿Cómo?
Mi madre aun hablaba conmigo pero no le ponía atención por mis imaginaciones, solo escuche que tendría que entretenerla y jugar con ella, lo cual no me gustaba, no era alguien con quien una niña pudiera jugar conmigo, no soy muy dado a eso, pero le pregunte como que podría hacer para entretenerla y mi madre dijo que le gusta jugar esas cosas de princesas, lo típico pero un momento eso me dio una idea, tal vez eso me sirva de algo, así que subí a mi cuarto, hice una llamada y lo demás lo sabrás si sigues mi historia. Un momento después sonó el timbre de la puerta, eso me indico que el jefe de mi padre había llegado, baje tranquilamente para no parecer entusiasmado ya que luego eso me trajo que me descubrieran en algunas cosas.
Al bajar la vi, una nenita hermosa, de piel morena clara, cabello rubio recogido con un moño amarrillo, vestido blanco con una imagen de flores con un poco de rosa, me deslumbre al verla pareciera una muñeca, pero no pude ver más de ella ya que vi la mano del jefe de mi padre para saludarme y yo cual lo hice con amabilidad, y sin más mis padres se fueron junto con el jefe y su esposa y aquí estaba yo, solo con una muñeca
-Bueno... no me has dicho tu nombre hermosa - le dije haciendo que se sonrojara.
-Me llamo Ana - me dijo con timidez.
-Qué bonito nombre tienes, bueno dime que quieres hacer.
-Quisiera jugar a las escondidas... Varias horas llevábamos jugando, escondida, atrapadas, comidita, etc. Admitía que la nenita era un poco competitiva, le gustaba ganar ya que se emocionaba cada vez que lo hacía, pero ya estaba agotado pero ella aun quería jugar.-Vamos... juguemos me gusta jugar - decía muy entusiasmada.
-Uff princesa, tienes muchas energías pero estoy cansado, necesito energías.
-Pero me estoy divirtiendo mucho contigo.- decía mientras me sacudía levemente mi brazo, pero era momento de hacerlo.
-Hagamos esto, si me dejas descansar un poco jugaremos a la princesa y el ogro.
-¿Mmm...? No sabía de eso juego, ¿Cómo se juega?
- Es algo simple, tu eres la princesa y yo el ogro, y haz de cuenta que te secuestre, pero puedes vencerme si ganas dos de tres retos.
-Wow no sabía de ese juego pero se oye divertido.- sonreía mientras saltaba un poco por el entusiasmo
- ¿Y qué pasa si gano?
-Bueno... si ganas te comprare lo que quiera de la tienda.- Al decirle aplaudió emocionada-
-¿Y si ganas tú?
-Ya pensare en algo, pero si quieres jugar algo debes de prometerme una cosa.
-¿Qué es?
-Que no le cuentes a nadie de este juego, es solo entre tu yo.- Ella me vio dudando del porque no quería que supiese nadie más.
-¿Y porque no?
-Porque es un juego que solo se juega entre grandes amigos, y demás me gustaría que fueses mi mejor amiga, eres una muñequita linda, dulce y este juego es especial y solo se habla entre dos mejores amigos.
Al decirle eso mientras la elogiaba, su rostro tornaba sonrojada, mientras agacha la cabeza con timidez y feliz.
-Está bien, lo mantendré en secreto y si quiero ser tu mejor amiga.- decía con voz tierna y baja.
-Gracias princesa, solo dame 5 minutos de descanso y lo jugarnos.- dije mientras tocaba con mis dedos su mejilla y su rostro.
La vi marcharse dando saltos de alegría lleno hacia el baño. Esto no me lo creía estaba a punto de cumplir mi sueño de hacerlo con una nena; si preguntaba que fue y en quien hable en mi cuarto... era un amigo mío él fue quien hiso que me gustaran las niñas ya que el igual le gustaban, cuando le hable le dije lo que quería y él me recomendó que jugara la princesa y el ogro, me dijo que hacer y qué no hacer, me dio "tips" y lo demás a mi suerte y lo que quisiera.
-¡Oye...! Ya pasaron 5 minutos ¿ya podemos jugar ese juego? - dijo sorprendiéndome casi asustándome
-Vaya princesa, estabas atenta en el tiempo, pero si ya descanse ahora vamos a jugar. Su reacción era de felicidad, pero me reacción era de inquietud, si no hacia bien esto no solo tendría muchos problemas, si no también mi padre, tome un respiro profundo, y le dije que me siguiera a mi cuarto. Al llegar me puse frente a ella admirando su vestido, sus piernas y su rosto.
-EL juego es simple princesa, soy el ogro que te capturo y para poder irte de mis dominios tendrás que pasar 2 pruebas de tres que te pondré... muy largas y difíciles, si pasas las dos pruebas recibieras tu recompensa y serás ganadora en tu vida, si no tu castigo lo sabrás hasta que el juego termine, ¿estás de acuerdo?
-¡Si! Ganare el juego ya verás.- su alegría y su expresión me hacia entender que ella no perdería.
-O.K nena, el ogro te dirá tu primera prueba que consta de tres pasos, cuando los acabes, habrás ganado; primero quítate tú vestido. Ella al escuchar lo que dije enarco una ceja que más bien quería decir: "¿enserio?"
-¿Enserio debo quitarme mi vestido?.- preguntaba tímida y un poco asustada
-Así es nena, pero no te preocupes, que esto no te de pena, además es normal en este juego, de seguro que estarás más hermosa así sin vestido nena, anda tu puedes.
Trataba de que mis palabras sonaran a seguridad y a alegría, cada vez que le decía hermosa, princesa o cualquiera de esas palabras, sonreía y se sonrojaba, pero ella se armó de valor y puso sus manos detrás de su espalda para próximo escuchar el bajar de un cierre, después sus manos pasaron a los tirantes de su vestido y uno por uno los hacia a un lado, bajándolos para mostrar su pezoncitos de niña, que pude ver estaban paraditos, luego se desabrocho el listón que rodeaba sus caderas y bajarse su vestido y ver esos calzoncitos rosas un poco pequeños. Al estar su vestido entre sus zapatillas y tapándose su calzoncito con sus manos, estaba muy sonrojada, pero no decía nada.
-Bien princesa, vez eres más hermosa, casi un ángel así - soltó una risita mirándome a los ojos - ahora la segunda parte es que te acuestes a la cama y que te sobes con tus dedos debajo de tus calzoncitos tu cosita bebe.
No dijo ni replico nada, solo se subió a mi cama, acomodándose abriendo sus piernas y poco a poco empezaba frotándose su vaginita que apenas podía verla, mientras se sobaba, veía que entre a veces temblaba un poco y daba pequeñitos gemidos, pero mi pene estaba erecto, ocultándose en mi pantalón; viéndola por unos minutos era hora de que actuara yo.
-Bien hermosa ya casi acabas el primer reto, para acabar y ganar, debes bajarte tus braguitas sin quitártelas y dejar que bese tu cosita.
Se me quedo mirando un poco, pero igual no dijo ni replico nada solo lo hizo. Al bajárselos vi su vaginita rosadita sin pelitos, húmeda por sus toques de ella. Me acerque lentamente sin dejar de mirar su conchita. La acomode pendiendo sus piernas en mis hombros y me dispuse a lamer su vagina. Era una delicia, estaba probando la rica vaginita de una niña, estaba muy caliente su zona y de vez en cuando escuchaba quejidos de ella que más me ponían al cien.-
Ah...! Ciento raro, mi cuerpo está muy caliente. - decía excitada y temblorosa.
-Es normal muñeca pero ya casi acabas.
No podía dejar de lamerla, estaba disfrutando cada segundo de esto, pero sabía que pronto ella se orinaría pero aun no quería, así que la deje.
-Bien hermosa, has completado el primer reto.- dije mientras ella alardeaba un poco, pareciera que se le había olvidado lo que iso.
-¡Ja! esa estuvo fácil, vamos al segundo reto
-O.K preciosa esta dispuesta a ganar, pero veras que seré yo quien gane, ahora el siguiente reto, pero quítate tus bragas en lo que yo busco algo rápido.
Mientras lo hacía, ya aparentemente no me esperaría nada que me dijera ella, busque una mascarilla para dormir. Volví para verla parada ya sin su calzoncito.
-Bien hermosa, el segundo paso es igual de sencillo, voy a ponerte esta mascarilla, para que no veas nada, te pondrás de rodillas y vas a chupar como una paleta de dulce algo que no sabrás que es, pero tendrá un sabor dulce, estarás así más o menos diez minutos chupando, pero si antes de que pasen los 10 minutos y lo que te de suelta algo espeso, pierdes entiendes.
-Si acepto, pero ¿qué es lo que me darás a chupar?- decía muy curiosa.
-No te preocupes no es nada malo, pero tu trata de ganar el reto. - giñe para decirle que todo estará bien, ella asintió y me dispuse a ponerle la mascarilla.
Le dije que pusieran sus manos atrás y que cuando lo acerque lo que chuparia abriera la boca y lo haga. Nuevamente me asintió y saque mi pene que ya estaba deseoso de salir, mi pene era de 18 cm. así que no debía metérsela toda, me acerque más aun con mi miembro salido y flexionando mis rodillas para que este a su nivel de su boca, pero antes, tome de mi escritorio un sobre grande de jarabe de dulce a fresa, si quería que durara más, tenía hacer que el sabor le guste, embarre de dulce toda mi verga y lo acerque hasta que toco sus labios y así sin más abrió la boca y empezó a chuparlo.
Se sentía tan rico, sus labios, su boca calientita, bañando mi verga con su saliva, no preguntaba qué era lo que le hacía chupar, solo seguía mis órdenes; de vez en cuando sacaba mi verga para echar más dulce y chupaba más lento, pero ya no aguantaba más, estaba a punto de correrme, así que puse mi mano detrás de su cabeza y solté mi semen en su boquita, ella trataba de alejarse, pero no la dejaba, quería que mi semen estuviese en su boquita, no solté mucho y lo retire, para escucharla toser, guarde rápido mi miembro para que no se diera cuenta y le retire la mascarilla.
-Nena, que pena, no duraste los 10 minutos, apenas fueron 5. - ¿Me corrí rápido no es así? Pero ya no aguantaba más.
-¡AY no!, no quería perder, se veía muy fácil este reto.- decía muy triste y poco enojada - y ¿Qué era lo que me diste?, era muy dulce a la vez y un poco salado y ¿qué es lo que tengo en mi boca?
- No te preocupes, pero no es necesario que sepas, y no te preocupes te queda un solo reto nena.- dije mientras ella limpiaba su boca de semen, era tan hermosa, con su cuerpecito desnudo, solo aun con sus zapatillas pareciera una putita.
-Está bien nena, es hora de tu ultimo reto.- esas palabras reacciono de golpe, lista para hacerlo y yo también - este reto es muy difícil y tal vez te va a doler un poco, pero no mucho, pero será tu llave a ser ganadora
-¿Qué es, dime? - emocionada estaba.
- El reto consiste en que te subas a la cama y te acueste boca abajo y dejar que te haga algo.
-¿Algo como qué?
-Ya lo sabrás, pero ese es el reto, y ya sabes si ganas serás ganadora y tendrás tu premio.
Sin más que decir ella acepto, dispuesta y feliz, pero yo estaba nervioso, era la hora de la verdad, tenía que hacer esto bien, ella se acostó como le dije juntando sus brazos y apoyando su cabeza como si fuesen almohadas. Yo me puse detrás de ella. Me senté y empecé a masajear su espalda, sus piernas, sus nalgas, tan suaves y firmes, ella solo se dejaba hacer, y eso me ponía más al cien, luego le dije que levantara su traserito, y ella lanzo una pequeña carcajada pero aun así lo iso, dejaba notar su vaginita y su culito, ambos vírgenes.
Me subí a la cama colocándome en posición y nuevamente saque mi verga, y le dije que estuviera lista, que cerrara los ojos y se relajara. Tome mi verga y empecé a frotarlo sobre su vaginita que aún seguía calientita y húmeda; seguía frotándole hasta que sentía que estaba ya húmeda.
-¿Dime que sientes? - le pregunte.
-Mmm.... Siento sensible mi cosita - decía un poco débil su voz.
Deje en paz su vaginita y seguí con su anito cerradito, rosando mi verga con mi puntita mojada de mis fluidos y los de ella, de vez en cuando se separaba, tal vez porque estaba sensible ya y mejor era actuar. Chupe un dedo de mi mano hasta dejarla resbalosa y lo empecé a meter con cuidado en su anito, escuchaba sus quejidos pero no para preocuparme, empecé a moverlo dentro de ella lubricando todo adentro, vi como separo sus brazos para tocar la sabana de mi cama, saque mi dedo y escupí en directo en su anito, puse mis manos en sus caderas y lentamente empecé a meterle mi verga; ella pareciera tratar de separarse de mi pero se resistía,
-¿Qué sientes dime? - volví a preguntarle
-Siento un poco de dolor, pero me estoy aguantando, pero me duele.
-No te preocupes relájate.
Era lo único que podía decirle. Apenas llevaba 10 cm. De mi verga dentro de ella, y mejor era así, empecé ahora a cogérmela poco a poco con dulzura, su anito era el cielo mismo, tan estrecho, que no querré sacarlo. Poco a poco movía más mis caderas, y tratando de que entrara más.
-Dime ¿Qué sientes? - pregunte otra vez
-No siento dolor, pero si presión con mi colita, y a la vez rico.
Eso era lo que esperaba y empecé a incrementar la velocidad al punto de que le metí todo lo que me faltaba de mi verga adentro de ella y ella grito.
-Tranquila, relájate. - le dije.
Ella no me respondió y solo seguí cogiéndomela, más y más, con suavidad y veloz, cada vez que la escuchaba gemir, me ponía más loco, separe una de mis manos y la puse en su vagina para frotarla. Escuchaba más sus gemidos y estaba a punto de correrme hasta que...
-Espera me voy a orinar, quiero ir al baño, espera un momento...Y no más, empezó a orinarse y yo a expulsar mi leche en su anito, sentía sus fluidos en que algunos salpicaban en mis muslos y lo demás quedar en las sabanas, y yo al retirar mi verga en su anito, salía tanto semen que escurría demasiado.
Escuchaba la respiración ella con dificultad, me baje de la cama y no guarde mi verga, ya no importaba si me la viera o no. La mire con sudor viéndome a los ojos.
-Dime, ¿Qué sientes ahora?.
-Cansancio... Mojada... Rico... - decía entre jadeos.
-O.K nena es todo, has ganado el juego.
Ella sonrió nuevamente y se levantó para abrazarme, yo le respondí pero tocando sus nalguitas ya cogidas por mí.
-Bien princesa, ponte de nuevo tu ropa, para ir por tu premio, y recuerda no contar sobre nuestro juego... ¿está bien?
-Si, no te preocupes.
Veía como se vestía borrando su desnudes y acomodándose su cabello. Salimos de mi casa hacia la tienda, me impresione lo tarde que era, ya estaba la noche en su totalidad, pero fueron grandes horas que jamás olvidare; al regresar, fuimos a la sala ver solo la tele, ella y yo estábamos agotados y ella igual.
-Oye ¿enserio este juego solo lo juegan los mejores amigos?
-Si nena, ay muchas personas que juegan así, pero es especial esto, y no hay que compartirlo con nadie más.
-Si está bien, al principio tenía mucha pena por el primer reto, pero me gusto el juego.
-Qué bueno muñequea y quién sabe si otro día nos vemos podremos jugarlo si tú quieres.
-Si me encantaría.
Fín
No hay dios que se crea el relato.