Mi familia es totalmente religiosa y de clase media alta, por lo cual me crie yendo a colegios particulares y asistiendo a la Iglesia varias veces a la semana. Creo que desde joven tenía cierta inclinación gay que se notaba cuando alguien ponía atención o cuando era otro gay. Aun me siento raro al recordar lo que me paso, aunque en aquel tiempo estaba molesto, hoy el recuerdo me excita.
La adolescencia me estaba haciendo un poco rebelde como los chicos de esa edad. Mi mama se desesperaba por la clase de música y la ropa que comencé a usar, nada excesivo, más bien moderno, pero ella esperaba que me convirtiera en pastor al hacerme mayor, ya que soy el menor de la familia. La edad y las hormonas me hacían sentir confundido y enojado y empecé a tener problemas con mis padres. Recuerdo que había un pastor joven que dirigía un grupo juvenil que siempre se sonreía conmigo. Yo me sentía muy nervioso cada vez que lo miraba ya que era bajito, moreno, musculoso y con un bigote grande muy sexy. Después de un castigo de mis papas mi mama llamo a la Iglesia y pidió que alguien viniera a hablar conmigo. Para mi suerte fue el pastor, que llamaremos hermano Esteban el que vino a corregirme. El entro a mi cuarto y yo estaba en la cama llorando. Se sentó y me toco la cabeza despacio… yo seguí llorando…
No llores, hermanito, todo va a estar bien…
No sé qué me pasa, a veces siento coraje, me siento contento, triste…
Yo entiendo lo que te pasa, es la edad…
Yo no soy malo, solo me siento raro…
No hables, si quieres llorar, llora…
Me moví hacia su pierna y llore un rato, el me siguió acariciando la cabeza, y yo me sentía muy bien con su gran pierna bajo mi cabeza. De repente note que su bulto creció y él se seguía sonriendo y empujándome despacito hacia allá. Me moví y le rocé la verga sobre ese pantalón y la tenía durísima, me empecé a mojar como loco pero me hice el tonto. Deje de llorar y lo mire y el seguía sonriendo con los ojos cerrados. Le volví a rozar la verga y no dijo nada. De repente se paró y se acomodó el paquete.
Voy a hablar con tu mama, creo que tengo la solución.
Me dejo confundido y enojado, en ese tiempo yo no me masturbaba y no sabía porque me sentía tan mal.
Ese verano un grupo de pastores estudiantes se iban a ir los fines de semana a visitar varios pueblos, mi mama me dijo que el hermano estaban le sugirió que me dejara ir los fines de semana para distraerme y hacer algo bueno… eran ocho semanas. Al principio me negué, pero después decidí hacerlo ya que sabía que me iban a obligar. El primer fin de semana hicimos mucho trabajo pastoral con gente pobre, eran cinco pastores jóvenes y el hermano Esteban los entrenaba, me dijo que eran un grupo especial que él conocía. Todos eran súper amables conmigo y me trataban con cariño.
Todos eran entre dieciocho y veinticinco y el pastor tenia treinta, todos eran sencillos pero a la vez atractivos en la manera que da la juventud, se veían limpios y bien vestidos.
Yo todavía estaba muy enojado y confundido sin razón, como deprimido, después de cenar se despidieron de mí, todos nos quedamos en el mismo cuarto, me dieron un vaso de leche y no volví a recordar nada. Lo que si recuerdo es que al día siguiente sentía una especie de cansancio y satisfacción tremendo, como que me quitaron un peso de encima.
Todos estaban súper sonrientes y me llevaron a la casa más tarde, no sabía porque pero me sentía feliz. Esa fue una buena semana, solo note que empecé a tener erecciones espontáneas sin razón y sueños eróticos raros con los hermanos. La siguiente semana cuando los vi, empecé a sentir algo raro, una sensación de nervios y excitación, cuando veía sus caras y sus cuerpos sentía una rara familiaridad. El hermano Esteban me abrazo fuertemente y con cariño. ¿Era mi imaginación o el abrazo duro más de lo normal?
Se repitió lo mismo, mucho trabajo, trabajo bueno y después de mi chocolate, no recordar nada hasta el día siguiente. El sábado me levante de nuevo con una súper erección, el hermano Mario, me miro y me dio un abrazo y me preparo el baño, me sentía raro, note un olor y un sabor diferente en mi boca, sentía la piel raspada en la cara pero me sentía feliz, raramente feliz.
Cuando salí del baño el hermano Mario estaba sentado leyendo y no dejo de mirarme mientras me cambiaba, eso hizo me erección peor, el solo se sonreía, de repente el hermano Esteban llego y lo llamo enojado…
Hermano Mario, ¡no!
¿Pero yo solo?
¡No! Venga conmigo…
La conversación se me hizo rara pero me sentía muy contento y lleno de vida así que lo ignore. Mis padres estaban felices, yo regresaba contento y sereno, los sueños siguieron, las erecciones continuaban, pero ya no me sentía tan molesto y triste. La siguiente semana decidí investigar, porque sentía eso al estar cerca de ellos, ¿me estaba volviendo loco?, ¿las emociones me estaban traicionando? Esa noche procure no cenar, y no tomar el chocolate, más bien fingí hacerlo, ya que me extrañaba dormir tan bien el en campamento y siempre tener sueno ligero en casa. Me sentí un poco somnoliento pero no tanto, creo que había algo en la cena… me acosté y de pronto sentí que los cinco hermanos llegaron al cuarto.
Lo veo cada vez mejor.
Pobrecito no sabe que necesita desahogarse.
Es tan tierno…
Solo ten cuidado Mario, tu barba lo dejo raspado la última vez…
Creo que siente tu bigote también.
De repente en la oscuridad sentí cinco cuerpos desnudos cargándome con mucho cariño y llevándome a las cama, me comenzaron a desnudar muy lentamente, yo sentía pánico y emoción, me tenía que hacer el dormido… mi erección estaba a todo. Ellos tomaron turnos para besar de punta a punta, estaba erizado, Mario me puso encima de él, yo podía sentir ese cuerpo hermoso bajo de mí, me besa la nuca despacio y me dice.
Chiquito bonito… no sabes lo que pasa… pobrecito…
Los demás me pasaban la verga por el cuerpo y se besaban entre ellos, me estaban besando todo, Mario por atrás y los demás el resto de cuerpo mientras se mamaban y se besaban. Esteban se puso encima de mí y me metió la verga entre las piernas, empezó a chocar con la de Mario. Yo estaba entre los dos y me estaban cogiendo despacio entre las piernas. Mario me besaba despacio y se comenzó a venir, sentía caliente entre las piernas. Esteban me siguió besando y pasándome el bigote por todo el cuerpo. Esteban me puso la verga en la cara, era una verga chica y gruesa… me comenzó a lamer la cara, me metía la lengua en la oreja. Me estaba volviendo a dormir entre la pasión y el delirio. Alguien me está mamando la verga, otro me está mamando en culo, me están metiendo la lengua en el culo, dos me empiezan a mamar los huevos, me maman la verga y se besan con mi verga en medio. Uno se empezó a venir en mi pecho, Esteban me esta llenado de leche la cara, los otros dos se vienen en mi cuerpo también, Mario me sigue besando, ya casi no aguanto, cuando Mario me mueve no resisto más, me empiezo a venir… ellos se espantan.
Se está viniendo, está despierto… yo trato de fingir…
No, déjenmelo, váyanse, dice Mario.
Los oigo irse al baño y seguir besándose y mamar. Mario se pone frente a mí y se empieza a comer el semen de ellos y después el mío, me besa en la boca… ¡me está limpiando el cuerpo con la lengua!
Que rica verga tienes, chiquito, que rico semen…
Me sigo haciendo el dormido y me vuelo a poner erecto. El me sigue besando despacio y diciendo me cariños. Toma su mano y me empieza a masturbar y yo lo masturbo a él.
Se baja y me pone la verga en mí, me empieza a mamar y yo a él. Nunca lo he hecho, sé que lo lastimo con mis dientes, él no se queja y me deja mamar. Le saque un poco de sangre con los dientes, o se sale y empiezo a sentir chorros calientes en mi boca. Siento que quiero escupir pero me lo paso rápido, parecen ostiones… se viene en mi boca… ¡es el sabor de las mañanas! Después me comienza a besar, es muy velludo, su barba me raspa… ¿es la sensación de la semana pasada?
No queremos hacerte mal, solo queremos que sepas que te entendemos y queremos ayudarte… murmura despacio, Yo sigo fingiendo, me limpia con una toalla húmeda y me cubre y me besa en la frente…
Al día siguiente todo es normal, solo que después del desayuno, me llevan a mi casa.
Yo no digo nada, todo es normal… ¿fue un sueño?, ¿un delirio?
Terminamos antes de lo planeado, dice Esteban a mis padres… su chico es un buen muchacho quizás deban permitirle más libertad.
El habla con ellos y yo me voy al cuarto, empiezo a disfrutar de la recién descubierta masturbación… después de ese verano me sentí más contento, más libre, algo confundido y molesto pero más tranquilo. Ahora me doy cuenta que la rebeldía era agraviada por la tensión sexual. El hermano Esteban les dijo a mis padres que yo a pesar de ser excelente persona no era material para pastor.
Algún día le dije a mi terapista que no sabía si considerar este episodio de mi vida como abuso o una experiencia agradable. No me violaron, y no me atacaron… ahora lo recuerdo con cariño, y de vez en cuando me masturbo recordando aquella noche. No apoyo el abuso, lo que es más, lo condeno… pero en este caso no me siento victima… ¿ustedes que opinan?
Fin