La secta, Parte 6 (de Cazzique)

    ATENCIÓN

    El siguiente relato erótico es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de BlogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.

    No sigas leyendo si eres menor de 18 años y/o consideras que la temática tratada pudiera resultar ofensiva.

    Esta publicación es la parte 6 de un total de 9 publicadas de la serie La secta
    0
    (0)

    Macaria se presentó en mi casa una de las tardes de esa semana, la niña venía acompañada con una de sus compañeritas, Tatiana, una bella mujercita de 13 años de edad, con un cuerpo bellamente esculpido, senos medianos caderas anchas, cabello oscuro lacio que le caía por debajo de los hombros, una carita delgada y bella que ofrece una encantadora sonrisa, sus ojos verdes le dan un sensual toque a su rostro. Por supuesto que dejé pasar inmediatamente a mis invitadas y fuimos directamente a la sala, Macaria y yo nos sentamos en el sofá grande y la pequeña Tatiana se sentó en el sillón que esta frente a nosotros.

    Comenzamos a platicas y después de varios minutos pregunte a Macaria cual era el motivo de su visita, ella un poco nerviosa me explicó su amiga se encontraba un poco triste porque su novio la había engañado con otra de sus amigas y que necesitaba algún consejo que la animara, que entonces había pensado en mí ya que ahora ella era muy feliz y no tenía ni siquiera la necesidad de tener un novio, que esto se le hacía casi imposible a su amiga y quería saber cual era el secreto para poder lograrlo.

    Yo por supuesto le dije que este era un secreto tan fuerte que ella lo debería de guardar para siempre si deseaba entrar a nuestra comunidad, le pedí que lo pensara muy bien ya que entrando al círculo no había regreso, ella se quedo callada por varios minutos y después de esto me dijo que lo iba a pensar mejor, entonces me despedía de las niñas, salieron de la casa y Macaria me dijo que luego vendría a visitarme y se fueron caminando por la calle, me quede ahí hasta que las perdí de vista.

    Pasaron tres día hasta y una de esas tardes sonó el timbre de la casa, salí para ver de quien se trataba, eran las dos pequeñas, Macaria y Tatiana, las hice pasar de nuevo a la sala y nos sentamos en las mismas posiciones que días antes, esta vez Tatiana comenzó la platica. Dijo que después de pensarlo bien había decidido entrar en nuestra comunidad y que estaba dispuesta a hacer lo que fuera. Habiendo hecho este comentario la pequeña entonces no me quedaron más dudas, me puse de pie y me senté junto a la bella Macaria, voltee a ver a Tatiana y le dije que no perdiera de talle de lo que iba a ocurrir.

    Mis labios se unieron a los de la niña y mi lengua salió en busca de la suya, mis manos a la vez que las suyas comenzaron a reptar por nuestros respectivos cuerpos, su pequeña manita busco el cierre de mi pantalón y lentamente lo fue bajando, luego metió la mano y acarició mi paquete directamente. Poco a poco la verga fue adquiriendo su dureza hasta quellegó a su punto máximo, la manita de Macaria logró sacar mi erecta verga del pantalón dejándola a la vista de su amiguita, lentamente me la comenzó a menear de arriba para abajo dejando libre la rojiza cabeza, yo por supuesto comencé a quitarle a las ropas a la pequeña, primero saque la blusa de la niña dejándola solo con una ligera playerita que a los pocos segundos también salió, sus grandes senos quedaron desnudos, los comencé a acariciar con toda la palma de mi mano, amasándolos y sintiendo la dureza de estos, sus pezones se erectaron al contacto de las yemas de mis dedos, los pellizque despacito haciendo que el placer en la pequeña aumentara, un leve gemido se escapó de sus labios.

    Nos detuvimos solo unos segundos para que ella se pusiera de pie en frente de mi, luego de lo cual comencé a desabotonar su pantalón de mezclilla; lentamente fui haciendo descender la prenda y las blancas bragas de la chiquilla fueron apareciendo, luego sus piernitas morenas se asomaron, dejé caer el pantalón por completo al suelo, la niña levanto sus piernitas para librarse del pantalón y echarlo para un lado con una patadita. Mis manos se apoderaron de las nalguitas de ella y mi boca se posó en uno de sus pezones, lo mamé delicadamente, lamí su pezón por varios minutos y luego pasé al otro. Macaria me acariciaba la cabeza y de vez en cuando depositaba un beso en mis cabellos.

    Me puse de pie para desnudarme yo sin perder de vista a la pequeña Tatiana quién tenía los ojos ampliamente abiertos y no se perdía nada de lo que su amiguita y yo estábamos haciendo. Puse a la niña de espaldas contra mi pecho y le bese la nuca y la espalda, luego así de pie la recliné dejándola empinada y le separé un poco las piernas, luego me coloque detrás de ella y apunte mi verga a su entrada vaginal, lentamente la fui penetrando hasta que la verga se hundió por completo, la sujete de las caderas y comencé a menearme, mi verga salió y volvió a su interior, era delicioso, Tatiana no pudo evitar ponerse de pie a un lado de nosotros y ver como me estaba cogiendo a su amiguita, Macaria gemía cada vez con más intensidad, sus nalguitas se apretaban contra mi verga, queriendo gozar más si todavía era posible, los chasquidos de nuestra cogida comenzaron a inundar la habitación; por instinto una de mis manos tomo por el hombro a Tatiana y la acerque a mí, pose mis labios en los suyos y la comencé a besar, la pequeña se quedo pasmada por un par de segundos pero luego reaccionó y comenzó a responder a mi beso, su lengua salió para encontrarse con la mía y nos enfrascamos en una húmeda lucha con nuestros labios y lenguas. 

    Macaria llegó entonces a su primer orgasmo y con sus gritos nos saco de concentración a Tatiana y a mí, que nos separamos para ver como su amiguita meneaba sus nalguitas contra mi garrote, clavándoselo por completo y gimiendo fuertemente. Los jugos de la chiquilla comenzaron a emparar mi garrote y a correr por las piernas de ambos en cálidos ríos de lujuria que lentamente descendían. La chiquilla por fin se zafó de mi ariete y se dejó caer en el sofá cuan larga era, dejando a nuestra vista una imagen excitante de su juvenil cuerpo desnudo y tendido boca abajo, en medio de sus nalgas se alcanzaba a ver la humedad que nuestra cogida le había dejado.

    Solo nos distrajimos por algunos segundos y nuevamente volví a atraer a Tatiana a mi lado para continuar besándola, pero en esta ocasión comencé a acariciar su cuerpo, delgadito, con unos senos no tan llenos como los de su amiga pero también muy ricos, unas caderas amplias que se marcaban excitantemente bajo su pantalón de mezclilla. Acaricié su cuerpo por encima de la prende, sus nalgas eran firmes, su vagina desprendía ya algo de calor, estuve frotando por varios minutos su entrepierna y pude sentir cada unos de los pliegues de su vagina. Su monte de Venus era prominente y me permitía sentir claramente aun con el pantalón puesto. Subí mis manos y comencé a levantar su blusa para poder sacársela, ella entendió y levanto las manos, la prenda salió dejándome ver su pequeño corpiño en el cual ya se dibujaban los duros pezones de la chiquilla, mis manos no pudieron evitar posarse sobre esta prende y acariciar ardientemente las dos masas de carne que se escondían por debajo, la niña suspiro al sentir que mis manos se apoderaban de sus senos, luego me hice un poco para atrás y comencé a desabotonar sus pantalones, pude apreciar que sus bragas eran de color azul cielo, al quedar desabrochado el pantalón metí mis manos por los costados y acaricié a la pequeña pasando mis manos de sus costados a sus nalgas abultadas, firmes y cálidas. El pantalón cayó solo por su propio peso y yo me acerque más a la linda niña para comenzar a besarla ardientemente. Ya Macaria se había repuesto de su orgasmo y nos observaba, le pedí que se pusiera de pie y que se acercara, se colocó atrás de su compañera y pegó su cuerpecito al de ella, yo desde ese punto la bese, los senos de Macaria se pegaron a la espalda de su amiga a la vez que su vagina se frotaba entre las nalgas de esta. Me agache para poder bajarle las bragas a Tatiana, su vaginita fue quedando al descubierto, completamente lisa, sin un solo vello que la cubriera, sus dos labios vaginales estaban completamente cerrados y su clítoris se alcanzaba a dibujar un poco por encima de ellos, acerque mi cara y comencé a lamerle la entrepierna. Macaría desde atrás de su amiga comenzó a besarle la nuca y acariciarle los senos, la escena era deliciosa y me tuve que separar un poco de la panochita que estaba en mi boca para poder apreciar bien este cuadro; luego continué mamando la conchita de Tatiana, la pequeña abrió un poco sus piernitas para dejarme trabajar a gusto con mi lengua en su rayita, pronto logré hacer que experimentara su primer orgasmo, me lo bebí por completo y todos nos separamos para dejar descansar a la recién  iniciada. 

    Tatiana estaba recostada en el sofá con las piernitas abiertas de par en par mostrando impúdicamente su panochita, ahora abierta por las mamadas que le di. Le hice una seña a Macaria para que se hincara frente a su amiga y le chupara su rajadita, sin pensarlo mucho tiempo la niña de doce años se hinco frente a su amiguita y sin más su boca comenzó a tragarse la húmeda rajadita. Sus manitas fueron hacia los senos de Tatiana y se apoderaron de los pezones con los cuales comenzó a jugar. Yo me coloque encima de Tatiana y le acerque mi verga a su boca, luego le fui dando instrucciones para que comenzara a chupármela, sus labios se abrieron dando alojamiento a la cabeza de mi pene, poco a poco se lo fui clavando hasta que casi se lo tragó por completo, prácticamente me la comencé a coger por la boca meneando mis caderas de adelante para atrás haciendo que la verga entrara y saliera, su boquita me apretaba deliciosamente el miembro y me proporcionaba a la vez ricas caricias con su lengüita. Sus ojos se posaron en los míos sin separar su mirada un solo momento. Fueron varios minutos con mi verga en su boca y las sensaciones se empezaron a cumular en mí.

    Le dije que le iba a dar mi lechita, que deseaba que se la tomara toda sin desperdiciar una sola gota y le explique rápidamente lo que iba a pasar, ella en ningún momento dejo de acariciar mi verga con su lengua y pronto los calientes chisguetes de esperma comenzaron a invadir la boquita de Tatiana, ella trató de contener la leche mas fue tanta que se comenzó a ahogar y tuvimos que parar para que ella se incorporara, afortunadamente yo ya había terminado de venirme, Macaria al ver que mi nabo aun estaba duro y escurriendo leche se acerco y me lo comenzó a mamar tragándose los restos de mi venida; Tatiana se recupero y me observo como espantada por no haber conseguido tragarse toda mi leche, yo le sonreí para que no se preocupara y ella devolvió la sonrisa, luego le dije a Macaria que se separara de mi verga y se besara con su amiga, las dos niñas se pusieron de pie y comenzaron a besarse, sus senos y sus vulvas también parecían estarse besando ya que se restregaban mutuamente. 

    Yo descanse solo unos segundos ya que la escena que tenía frente a mí impidió que mi erección menguara, ahora me sentía de nueva cuenta excitado y listo para la acción.

    Le pedí a Tatiana que se pusiera en cuatro sobre la mullida alfombra y ella así lo hizo, luego me pose detrás de ella y comencé a darle lengua a su ano, primero bese sus nalgas, pasando mi lengua por los dos cachetes y besando cada milímetro de esa virgen piel, luego pasé a su ano y ahí comencé a chupar y mamar, introduciéndole mi lengua en su apretado agujerito trasero, su sabor es delicioso, además se mezclaba con el olor de sus jugos vaginales, a los pocos minutos comencé a meterle un dedo, Tatiana respingo por la sorpresa ya que no se lo esperaba pero fue tranquilizada por Macaria quién se acostó delante de ella dejando su cara justo frente a la suya y ambas comenzaron a besarse.

    Mi dedo ya entraba y salía sin dificultad del ano de Tatiana, era hora de dejarle ir otro dedo más, ahora ya no hubo extrañeza por parte de ella y se dejo hacer ahora me la cogía con dos dedos que entraban y salían fácilmente de su ano, este ya se estaba dilatando perfectamente y me iba a permitir penetrarla sin tanto dolor, inmediatamente me hinque detrás de la niña y ensalivando muy bien mi garrote le clave la cabeza, ella se retorció un poco pero no hizo más así que comencé a empujar y así logre meter hasta una cuarta parte del tronco hasta allí no hubo ni una queja pero cuando traté de continuar ella se separo de los labios de su amiga para decirme que le estaba doliendo, le dije que no se preocupara que las primeras veces así era, entonces empuje un poco más.

    -¡¡¡Hayyy... duele... duele...!!!-

    Sin contestarle nada continué empujando pero su esfínter se estaba cerrando por su estrés, y aunque esto no impedía que la penetrara si hacia más difícil el que mi verga entrara. Sujeten fuertemente sus caderas y continué con mi labor.

    -Ya... sácala... me dueleeeee... no... haggg...-

    -Aguanta preciosa, ya tienes más de la mitad en tu culito, aguanta.-

    -No ya no... Duele mucho... ya... ya-

    Por supuesto que no le hice caso y seguí empujando mi garrote, costó mucho trabajo pero por fin se lo deje completamente sepultado en su culito, ella estaba sollozando pero ya no dijo nada más, soporto con heroísmo hasta que la verga le llegó a lo más profundo. Esperé varios minutos solo moviéndome en forma circular para tratar de que ella relajara su esfínter y después no hubiera tanto dolor. Así como a los diez minutos sentí que su culo se relajó un poco y comencé a bombearla delicadamente.

    Mi verga fue saliendo hasta casi la punta y luego reinició la penetración, su ano se aferraba a la piel de mi tronco, el calor que me transmitían sus intestinos era delicioso y la forma en que me apretaba lo era más. Agarrado de sus caderas la comencé a bombear cada vez más y más rápido, ella ya estaba experimentando un poco de placer y gemía. Le dije a Macaria que se acostara justo debajo de ella para que pudiera mamarle la panochita y que Tatiana a su vez le pudiera mamar la suya; me detuve solo unos segundos en lo que Macaria se acomodaba de bajo de su amiguita y después continué metiendo y sacando la verga de su estrecho agujero trasero.

    Macaria inmediatamente comenzó a chuparle la pepita a su amiguita, lamía todo lo largo de la rajadita de su amiga desde abajo hasta que llegaba a lamer parte de mi tronco que estaba saliendo y entrando. Tatiana con un poco de vergüenza comenzó a lamer la conchita de Macaria, primero sin saber que hacer pero después fue siguiendo los mismos pasos que su amiga le hacia a ella misma. Los labios de Tatiana se pegaron a los pliegues vaginales de su amiguita y la fue mamando despacito, introduciéndole su lengua para poder probar el interior húmedo de su amiguita. La niña puso entonces más imaginación a sus actos y uno de los dedos de ella se introdujo en la panochita de su amiga, comenzó a bombearla con el dedo y logro en muy poco tiempo hacer que Macaria alcanzara un fuerte orgasmo y al ver que de la panocha de su amiga comenzaban a escapar jugos su boca se pegó nuevamente y comenzó a lamerlos y chuparlos haciendo que una serie más de orgasmos estallara en el vientre de Macaria. 

    Después de pasados sur orgasmos Macaria continuó mamando la rajada de Tatiana, esta vez hizo lo mismo que su amiguita y le introdujo uno de sus deditos en la panocha y comenzó a menearlo al mismo ritmo de mis embestidas en su culo. Así pronto sentí como el esfínter de la niña comenzaba a convulsionarse, muestra inequívoca de su venida, me moví más rápido para llegar al mismo tiempo y en efecto la chiquilla comenzó a gemir más fuertemente y al instante en que ella se estaba viniendo yo comencé a llenarle el interior de su culo con mi caliente esperma, los movimientos eran rápidos y profundos, procurando depositar lo más adentro posible de Tatianita la cálida leche, fue sensacional mi venida, hasta las bolas me dolieron de tanta leche que expulse en su culito, los tres quedamos tirados en el suelo de la alfombra, riendo, acariciándonos y besándonos.

    Estuvimos ahí un par de horas y luego nos fuimos a asear y vestirnos, las niñas se despidieron de mi ya casi entrada la noche, nuevamente me quede parado en la puerta apreciando esa par de jóvenes cuerpos que se iban perdiendo en la distancia.


    Continuará

    Califica esta publicación

    Ayudarás al autor y a la administración a mejorar el contenido...

    Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

    Hasta ahora no hay votos. Sé el primero en puntuar este contenido.

    Ayúdame a mejorar la calidad del blog dejando tus comentarios en la parte de abajo y una calificación a la publicación aquí arriba. También puedes dejar tus dudas, sugerencias y/o comentarios en la página de contacto.

    Si el relato lleva varios días sin continuación es muy probable que no la tenga 🙁, ¡pero quizás tú si la tienes 😀! Para compartir tu relato puedes usar la sección de Enviar relato

    blogSDPA.com
    blogSDPA.comhttp://blogsdpa.com
    Publico relatos SDPA anónimos o con autor desconocido. Si un relato publicado es tuyo házmelo saber por correo electrónico.

    Publicaciones similares