Instructor de natación, Parte 1

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    El siguiente relato erótico es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de BlogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.

    No sigas leyendo si eres menor de 18 años y/o consideras que la temática tratada pudiera resultar ofensiva.

    Esta publicación es la parte 1 de un total de 2 publicadas de la serie El instructor de natación
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    Mi nombre es Daniel, tengo 25 años y desde que tengo 20 años trabajo como instructor de natación para una escuela primaria con niños y niñas de entre 5 y 10 años…

    Es adorable ver a esas niñas en sus trajes de baño y sus bikinis pequeños ajustados a sus hermosos y delicados cuerpos… nunca había tenido sexo con ninguna niña hasta este momento, casi siempre mis clases eran al final de las tardes antes de que los alumnos se fueran a sus casa, así no pasaban el día cansados durante las clases, y como era al final de las clases siempre estaba con ellas desde las 5pm como hasta las 7pm y esperaba luego a que los padres fueran a buscarlas, algunas veces llegaban antes y los esperaban pero siempre quedaban algunos rezagados.

    En particular recuerdo a una niña, una hermosa criatura, mi primera vez y mi primer amor en realidad… su nombre es Amanda, tenía en ese momento 7 años, digo entonces porque todo comenzó hace casi 3 años, era yo un casi recién llegado a la academia y no me familiarizaba bien con todos los alumnos.

    Era una de las muchas tardes en que daba mis clases de natación para las niñas, pues los niños las veían a parte otro día… al final de las clases solo quedaron 3 niñas esperando a que las vinieran a buscar, entre ellas Amanda… yo estuve con ellas esperando a los padres, cuando dos de las niñas se hubieron retirado ya se había hecho demasiado tarde.

    Como buen maestro yo tenía los datos de contacto de los padres, Amanda solo tenía a su mama pues su padre los abandono, llame y sucedió lo siguiente

    - Si, diga?

    - Disculpe señora, soy el maestro de Amanda, estamos esperando a que venga por ella y aún no ha llegado y ya se está haciendo demasiado tarde

    - Aaaaaaaah, pensé que mi hermana había ido por ella, maestro discúlpeme, es que estoy en el trabajo aun, llamare a mi hermana para que valla por ella

    - Hmmmm. Bueno si gusta, no se preocupe, yo puedo acercarla hasta su casa, de igual me queda de paso

    - Aaaah que pena, si no es mucha molestia maestra, mi hermana vive al lado, le diré que ud va a ir a llevarla, discúlpeme

    - No se preocupe, no hay problema.

    Tenía que darme una ducha y cambiarme de ropa, Amanda también debía hacer lo mismo pues aun tenia puesto su traje de baño.

    - Vamos a cambiarnos, tu mama no vendrá a buscarte y debo llevarte a casa de tu tía

    - Ok maestro

    Entramos a los vestidores, yo iba delante de ella, mi corazón iba más acelerado que caballo a galope en carrera, entre a los vestidores y busque mi mochila, ella iba detrás de mí con sus cosas, pero había un problema, solo había una ducha y un lugar para cambiarse allí… las cosas no podían estar mejores para mí, pero no sabía cómo empezar a actuar en aquella situación

    - Te importaría que nos duchemos y cambiemos juntos? Es que solo hay una ducha y ya se está haciendo tarde, debemos irnos pronto antes de que oscurezca más

    - Si, está bien maestro

    Yo entre a la regadera, me había quitado ya mi ropa y solamente había quedado en ropa interior y cuando me gire quede sorprendido en ver que ella estaba completamente desnuda, me quede sin habla cuando la vi, pero pensé que era mi oportunidad para hacer todo lo que en mi mente se había generado.

    - Sabes Amanda, hoy fuiste una niña muy revoltosa, hiciste muchos rompimientos de reglas de la piscina hoy

    - De verdad? Cual maestro

    - No entrare en detalles pero sé que lo hiciste, tienes que ser castigada, creo que te dejare un mes sin practicas

    - Noo, por favor, no me castigue, no quiero dejar de practicar por favor

    - Hmmmmmmmmmm, déjame pensar, quizás allá algo que se pueda hacer.

    Para ese entonces mi pene estaba que reventaba el elástico de mi ropa interior, para describirme más, cosa que no hice al principio; yo era relativamente alto aunque tampoco tanto, 1,75 metros de alto, peso unos 82 kilos, mi cuerpo era ancho y musculoso por tanta practica que había realizado desde adolescente y como nadador mi espalda, piernas y brazos estaban desarrollados, cabello corto, cuerpo rasurado completamente con cera depiladora, bronceado por tanto estar bajo el sol…

    Para que tengan una idea amada era pequeña, típico para niñas de su edad, me llegaba hasta la cintura, creo que unos centímetros más arriba, era delgada aunque estaba bien contorneada también por las practicas físicas, una cinturita curveada y unas caderas amplias adornadas con hermosas y grandes nalgas, incluso grandes para la edad de ella, cabello negro hasta la media espalda y un tanto ondulado, ojos marrones y boca de labios delgados.

    Continuando con el cuento, me acerco hasta ella, mi pene palpitaba fuertemente, no voy a exagerar al decir que mide 22cm ni nada, son apenas moderados 18 centímetros de verga cuando mucho, pero la verdad es que era bastante gorda, demasiado diría yo, ese era mi fuerte en cuanto al sexo, el grosor de mi pene, recto, sin curvaturas y era parejo, cabeza angosta pero seguía la línea general del resto, mis bolas son pequeñas pero eyaculo bastante, las venas de mi pene no son muy pronunciadas a la vista pero si al tacto.

    - Veras, a las niñas que cometen infracción en la piscina hay que expulsarlas, a menos que según el código de conducta cumplan con una serie de requisitos que deben cumplir para que se les perdone la falta y sean admitidas nuevamente en las instalaciones, pero no sé si tú puedas cumplirlas en realidad

    - No maestro, yo las cumpliré, se lo prometo, no me expulse

    - Pero una de las condiciones de esto es que nadie, absolutamente nadie puede enterarse de nada, si lo haces no solo serás suspendida un tiempo, serás expulsada eternamente y no podrás practicar nunca más. Entiendes eso?

    - Si maestro.

    Me acerque más a ella, le pedí que cerrara los ojos y cuando lo hubo echo me quite completamente todo quedando totalmente desnudo, luego le pedí que los abriera de nuevo y la expresión de su cara fue indescriptible, sus ojos se abrieron al máximo por la sorpresa que se había llevado y su boquita se abrió pero sin emitir palabra ni sonido alguno.

    - Agárralo con tus manos y acarícialo

    - Maestro, pero esto es malo, me da miedo

    - No, no lo es, recuerda que te dije que había que hacer algunas cosas para que no fueras expulsada verdad? Bueno es esto

    - Solo tomarlo con mis manos?

    - Entre otras cosas más

    Ella con desconfianza tomo mi pene con sus manitas, yo sentí un correntazo por todo mi cuerpo cuando sentí sus delicados dedos alrededor de mi pene, mi corazón comenzó a latir más fuerte de lo normal y mi respiración se aceleró casi al punto de sentir un infarto, parecía que iba a hiperventilar.

    Le pedí que se acercara a mí y que con sus labios besara la punta de mi pene, que sacara la lengua y me la pasara por todo el glande y también por el tronco hasta bajar hasta mis bolas y volviera a subir… ella lo hacía, con un poco de inexperiencia pero verla haciéndolo era lo más rico del mundo, su lengua era pequeña pero suave y caliente, se sentía la gloria en todo mi pene… sentía la saliva recorrer todo mi tronco y ver como caía de la comisura de sus labios.

    - Ahora abre la boca lo más que puedas, tienes que meter la punta en sus labios y chuparla como si fuera un dulce…. oooooh si, así, hazlo así, trata de comer más

    - No puedo maestro, no entra en mi boca…

    Ella intentaba meter más de mi pene en su boca pero debido al grosor que tiene sus labios no podían abrirse más de lo que ya estaban… yo por mi parte estaba disfrutando de esa rica mamada inexperta de esa niña de la que había estado enamorado desde que la vi por primera vez, era tan tierna y tenerla allí comiéndose mi pene era el logro más grande que jamás había podido obtener, la tome de los cabellos suavemente y comencé a mover mi cadera para que mi pene entrara dentro de su boca aún más y lo sacaba, era como follarla por los labios, la punta de mi pene tocaba el final de su garganta y hacia que ella diera arcadas pero yo no quería que ella sufriera, mis piernas terminaron por sentir la posición en la que me encontraba ya que para que pudiera hacer aquello me tuve que agachar un poco bajando mis caderas.

    Mis muslos estaban ardiendo igual que mis pantorrillas… la saliva de Amanda recorría todo mi palo y se goteaba por sus bolas hasta bajar por mis piernas, la sensación era agradable a decir verdad, y ella se veía tan dulce y tierna, colocaba las manos en mis muslos y el movimiento de su cabeza al compás de mis propios movimientos era lo mejor.

    - Ven nena, vamos a sentarnos allá en el vestidor, así será más cómodo para los dos si

    - Ok

    Caminamos tomados de la mano hasta uno de los sillones que había en el vestidor, me senté y la hice arrodillar a mi lado ambos sobre el sillón, y le pedí que continuara chupándomela otro rato…

    Creo que paso unos 10 o 15 minutos chupándome la verga hasta que casi me hacía acabar, tuve que detenerla y levantarme de inmediato, cuando se me hubo pasado la sensación de eyacular volví acostarme en el sillón, esta vez le pedí que ella se colocara sobre mí y de una manera forzad logramos hacer un 69 en el que yo apenas lograba lamer u pequeña y delicada vagina.

    Luego intercambiamos lugares, la coloque acostada boca arriba en el sillón con su cabeza casi colgando del borde y me incline sobre ella para que mi pene volviera a encerrarse en su caliente y apretada boquita, de esta forma tenía más acceso a su entrepierna, le abrí las piernas totalmente y pude ver el interior de su vaginita, pose mis labios sobre ella y sacando mi lengua me dispuse a lamer y lamer tanto como podía sacando el jugo que de ella pudiera salir.

    Mis caderas se movían de forma inconsciente, mi pene entraba y salía de su boquita hasta llegar al final de esta y volvía a salir, ella era evidente que estaba haciendo su mayor esfuerzo para albergar mi pene dentro de ella.

    - Ya casi mi amor, voy a dejar mi jugo dentro de tu boquita, tienes que tomártelo todo ok.? No puedes botar nada……. Aaaaaaaah Siiiii, tómatelo todo, toma, toma, si, aquí lo tienes Aaaah que ricoooo

    Fue una eyaculada fenomenal, mi pene se ensancho al máximo y palpitaba con cada chorro de semen que de mi brotaba, sus cachecitos se llenaron con mi leche caliente y espesa, cuando le saque la verga la vi dudando si tragarlo o escupirlo.

    - Recuerda que tienes que tragarlo todo, es una de las condiciones que tienes que cumplir para ser perdonada ok?

    Ella lo pensó un poco pero luego se tragó todo mi semen entero, al principio puso mala cara pero después creo que le gusto por que se relamió los labios y todo lo que había escapado de su boca.

    - Te gusto verdad?

    - Su jugo sabio raro maestro, como salado y un poco a hierro o algo así

    - Si, ese es el jugo de la vida mi amor

    - De la vida?

    - Si, es el jugo que nosotros los hombres le ponemos dentro a las mujeres para que nazcan bebes lindos y hermosos como tu

    - Entonces yo voy a tener un bebe de usted maestro?

    - No mi amor, tu eres muy chica para que puedas salir embarazada, además tendría que ponértelo dentro pero por allí abajo (le hice una señal hacia su vaginita)

    - Noooo, eso no podrá entrar en mi cosa, es muuuuy grande

    - Si se podrá bebe, pero tranquila, eso es una de las condiciones de las que te mencione que tendremos que hacer luego, por ahora tenemos que irnos a tu casa

    - Maestro, no me va a expulsar verdad?

    - Hmmmmmmmmm, no lo sé, hasta ahora vas bien, pero debes cumplir todos los requisitos, pero será mañana que volvamos a estar solos, recuerda no decirle a nadie ok?

    - Este bien.

    Después de eso, nos vestimos y nos fuimos rápidamente hacia su casa, en el camino le compre un helado para que el olor y sabor de mi semen no nos delatara con nadie, al llegar a su casa su madre estaba allí esperándonos

    - Pensé que les había pasado algo, ya iba a salir a buscarlo

    - Disculpe, es que otro padre se retrasó y tenía que esperar a que fueran por la niña y después nos vinimos caminando y nos detuvimos a comer un helado.

    - No se hubiese molestado, disculpe los inconvenientes, mañana le prometo estar más temprano

    - No se preocupe, además a mí me queda de camino a mi departamento, si gusta y no tiene problemas mañana se la vuelvo a traer cuando allá entregado a todos los demás niños.

    - Haaay es ud un santo maestro

    - Hago lo que puedo señora….

    Bueno, me tengo que ir, adiós Amanda, nos vemos mañana, recuerda nuestro trato ok?

    - Si maestro

    Al llegar a mi departamento de soltero, me desnude y me di una paja increíble recordando lo que había pasado con esa nena tan hermosa unas horas antes y lo que al día siguiente sucedería si todo sale bien.


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