Fiesta familiar, Parte 12 (de Cazzique)

Cintia resulto ser una buena aprendiz y todo lo que aprendía lo hacia muy bien en la practica, ahora ya sabía como masturbarme y empezó a tragarse mi leche cada vez que me lo hacia, era hora de probar algo nuevo con ella, ya tenia una semana de estar en la casa y solo nos quedaba una semana más para que ella aprendiera cosas nuevas con respecto al sexo.

Ese día que llegue se efectuó la misma rutina de siempre, encendí la computadora y luego llegaron los niños, solo que ahora Cintia ya se iba conmigo al sillón trasero del estudio en lugar de sentarse o pararse a un lado de su hermanito. Como dije era tiempo de probar algo nuevo para ella así que le dije que se sentara en el sillón y que ahora yo estaría de pie, inmediatamente me saque la verga que ya estaba dura y le dije que la observara detenidamente, que luego de esto ella se la debería de meter en la boca y chuparla como si fuera un caramelo. Mi sobrina la miro por unos instantes y después de esto abrió su boquita para metérsela en la boca, la paladeo bien y cuando por fin reconoció su sabor le dije que debería de mover su cabeza de adelante para atrás y tragarse lo más que pudiera del tronco, a pesar de lo pequeña de mi sobrina consiguió tragarse la mitad de mi verga, esto era mas que suficiente para hacerme gozar, me la estuvo chupando un buen rato hasta que yo le comencé a ayudar masturbándome frente a su cara, cuando me iba a venir le pedí que nuevamente se la tragara pero que en esta ocasión la lechita se la iba a dar adentro de la boca, ella no dijo nada solo abrió la boquita y yo le enterré la verga, cuando llegue hasta la mitad solo bastaban un par de sacudidas para que los chorros de esperma salieran directo a la garganta de mi sobrinita que en pocos segundos ya estaba tratando de tragarse la gran cantidad de semen que me salía, a pesar de su esfuerzo gran parte de mis mocos le escurrían de la boca cayendo a la alfombra. Por fin ella termino de tragarse lo que aun le quedaba de leche y después de limpiarse la barbilla con su bracito me pregunto que si lo había hecho bien, yo le dije que si y la premie con un prolongado beso en la boquita.

Luego le dije que era su turno de sentir bonito, me hinque delante de ella y le levante el vestido que traía puesto, la recosté en el sillón y le fui bajando lentamente las bragas, su panochita pelona quedo desnuda ante mis ojos, pedro seguía jugando en la computadora. Mis manos se posaron en los costados de las piernitas de Cintia y lentamente las fui subiendo, acariciando la tersa piel de mi sobrina hasta llegar a sus nalguitas y meter las manos debajo de ellas para acariciárselas, luego acerque mi cara a la panochita de ella y se la comencé a mamar, metiendo delicadamente mi lengua entre los apretados labios vaginales, saboreando la calidez de los pocos jugos que escapaban de esa tierna panochita, con mi dedo medio ya ensalivado la ensarte por su culito, despacio, entrando poco a poco en esa apretada cuevita. Mi sobrinita observaba la escena sin perder detalle, estaba experimentando por primera vez de una penetración y al parecer esto la tenía muy intrigada, le pregunte que era lo que sentía y ella me dijo que sentía extraño pero que le estaba gustando así que continué con mi labor de penetrar con el dedo el culito de mi sobrina, su interior es muy calido y apretadito, mi verga comenzaba a crecer nuevamente.

Continué mamándole la panocha mientras que la penetraba por el ano con mi dedo, poco a poco ahora iba metiendo y sacando mi dedo, ella empezaba a respirar agitadamente, de su panochita ya empezaban a escurrir un poco mas de jugos, Cintia abrió más las piernas para permitirme ingresar mejor en sus partes intimas, mi sobrina estaba caliente y se le marcaba en la mirada, de repente detrás de mi escuche una voz que me dejo helado, era pedro quién ya había terminado de jugar y ahora nos veía impresionado.

Me repuse enseguida y le dije a Cintia que le enseñara a su hermanito lo que estábamos haciendo, ella dudo unos instantes pero luego le dijo que sacara la lengua y cuando el lo hizo ella la atrapo con sus labios justo como yo le había enseñado, las manos de mi sobrinita fueron a las manos de su hermano y se las puso en las nalgas, mientras ellos se besaban y viendo que Pedro no hacia nada con las manos lo fui guiando en los movimientos que debería de hacer, él comprendió y entonces sus manitas se comenzaron a mover sobre las morenas carnes de su hermanita.

Pedro dejo de besar a su hermanita y yo le dije que no se preocupara, que lo que haríamos le iba a gustar, le indique a Cintia que le chupara su pito como lo había echo con el mío mientras yo le bajaba los pantalones con todo y calzones a mi sobrino, su pequeña verguita quedo al descubierto e inmediatamente su hermanita se pego a ella para mamársela, poco después se separo de esta para decirme que Pedro no tenía la verga tan dura ni tan grande como la mía, yo le dije que no se preocupara que en poco tiempo se le iba a poner un poco dura y le dije que me diera permiso.

Recosté a mi sobrino en el sillón y me agache atrapando con mis labios la delgada y guanga macana le empecé a chupar a modo que fuera sintiendo lo rico que es una mamada, poco a poco las sensaciones fueron despertando el chile de mi sobrinito de ocho años y se puso durito, le media erecto aproximadamente como unos cinco centímetros lo cual para su edad indicaba que tendría un pito grande cuando creciera.

Cuando ya lo tenía bien duro le pase la estafeta a Cintia quién se quedo hincada en el sillón tragándole el pito a su hermanito, yo me puse detrás de ella y reinicié las mamadas que le estaba dando antes de que Pedro nos interrumpiera, ahora como tenía completamente expuesto su culito también le empecé a mamar su anito metiéndole mi lengua lo más adentro que podía. Mi sobrinita estaba gozando de lo lindo y me di cuenta ya que de su panochita escurrió un tenue hilillo de jugo vaginal, cuando vi que el jugo se le escurría inmediatamente me dirigí a su panochita y se la seguí mamando y deje mi dedo de nueva cuenta en su anito. Así nos la pasamos largo rato hasta que por fin Pedro le dijo a su hermanita que le estaba gustando mucho lo que le hacia, le dije a los niños que esta noche los iba ir a visitar apara continuar jugando y los ayude a vestirse, luego salimos del estudio y en lo que ellos veían un rato la tele yo me fui a coger con mi hija a mi recamara ya que tenía algunos días de no disfrutar de su rica panochita y mientras cogíamos le dije que esta noche iría a su habitación a jugar con los niños, ella comprendió y me dijo que si ella podía participar con nosotros.

Continuará