
El abuelo, Parte 01
28 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
Estaba llegando a los 65, estaba algo conservado debido al gimnasio, aunque por esos días ya poco iba, sino terminaría muerto. Vivía solo, ya que mi mujer había fallecido hace unos años, vivía en una casa junto a una playa, y detrás había un pequeño bosquecillo.
Era agradable, me gustaba sobremanera la soledad y nadie me molestaba... Estaba en mi paraíso personal, hasta que recibí la noticia. Mi hijo había decidido ir a pasar sus vacaciones a mi casa, la cual era bastante grande. Yo no tuve mas remedio que aceptar y se vino la tropa, porque aunque eran cinco nada mas, yo estaba acostumbrado a uno solo, y ahora mas que nunca a mi solo.
Así que llegaron, estaba Juan, mi hijo, Luciana, su mujer, la cual cuando llego me sorprendió por lo hermosa que se mantenía, justo como cuando la conocí. De hermosas piernas, firmes pechos grandes y un culazo de película que parecía quererle reventar los pantalones que se ponía.
También venia Clara, que tenía 16 años, era una chica hermosa, que se había desarrollado como su madre, pero gustaba de llevar ropas sensuales y sexys.
Después venia Carina, que era una niña de 13 añitos, que iba en desarrollo como su madre y su hermana, y de colada venia Romina, la amiga de Carina, que estaba hecha una hermosura, pechos pequeños, pero firmes y una linda colita redondita y respingona, su cara era angelical.
No podía aguantar, todas esas hermosas hembras de bikini, de acá para allá, andaba a full todo el tiempo, pero en mi mente me sonaba "Son familia" "Son familia".
Así estuve unos días. Pero mi calentura fue más.
Por lo menos a Romina me tenia que coger o manosear al menos, ella no era familia.
Encima me volvía loco tocar ese tierno cuerpito de 13 años.
Así que comencé a hacer mis avances. Iba con ellas a la playa, ya que iban solas, ya que Clara no quería saber nada con las niñas. Así que eran yo y ellas en la playa. Yo las observaba tumbado en la arena, mientras ellas jugaban en el agua con zendo bikinis.
Mi erección era terrible cuando escuche a Carina decir...
-Abuelo!!!... veni a jugar!!!!... vamos!!!...
No lo podía creer... era mi chance... fui con ellas que jugaban con una pelota, me acomode en el agua para que no se viera mi bulto, que estaba por reventar. Jugamos con la pelota y cambie de táctica, ya que meabalance sobre Carina y la tome por la cintura, levantándola y arrojándola al agua.
Las chicas reían y corrían, mientras yo iba tras ellas, tratando de atraparlas.
En eso puse mis lujuriosas manos sobre Carina para que Romí no sospechara. Y mis manos se apoderaron de sus tetas, la visión de esto era difícil, gracias al agua. Yo le apretaba las tetas y pellizcaba sus pezoncitos que enseguida se pusieron duritos en mis manos.
Se los amase y apreté un ratito, hasta que sentí que comenzaba a respirar fuerte y la solté, en seguida su sonrisa volvió y seguimos jugando.
Pero mi meta era Romina.
Así que fui tras ella y me abalance desde detrás de ella. La agarre por la espalda y rápidamente coloque mis manos en sus tetas, comenzando a apretarlas y amasarlas, me apodere de sus pezones y los pellizque y apreté, sintiéndolos duritos bajo el contacto de mis dedos. Mi bulto era restregado contra su tierno y carnoso culito.
Luego dirigí mi mano hacia su conchita, para poder acariciarla por encima del bikini. Le pasaba mi dedo rápidamente, ya que estaba desesperado de placer y no tenia mucho tiempo. Ella empezó a respirar mas rápido y dio unos pequeños gemidos. En eso Carina nos vio y la tuve que soltar, ella salió de mis manos y seguimos jugando, y yo por mi parte seguís manoseando tan tiernas partes de las jovenes.
Hasta que atardeció y tuvimos que volver a casa. Allí estábamos todos reunidos, cenamos y luego nos acostamos todos. Yo tenía mi propia habitación, en otra dormían Mi hijo y su esposa, y en otra las chicas.
Recuerdo que esa noche Carina y Romina se habian quedado viendo televisión.
Yo me dirigí a la cocina a buscar algo de agua, ya que era insoportable el calor, y ahí las vi. Ambas estaban durmiendo en el sofá, tenían puesto unos pequeños camisones, que les llegaban a tapar la bombachita.
Me acerque despacio y contemple a las dos niñas hermosas, que se notaba que no llevaban sostén, por el calor que hacía. Sus camisones estaban recogidos, así que les pude ver la conchita, cubierta solo por su bombachita.
Ahí comencé mi ataque, me acerque a Romina y comencé a tocarle los pechitos, suave y despacio, luego comencé a estimular sus pezones con mis dedos, hasta que se pusieron erectos, pude notar como su respiración iba en aumento.
En eso deslice mi mano hacia su conchita y comencé a acariciarla suavemente, hasta que no pude aguantar más y metí mi mano bajo su calzón.
Ahí le acaricie la conchita y trate de meterle un dedo, pero en eso ella se despertó y yo quede duro como una piedra.
-Que pasa abuelo?.... qué hace?....- me dijo tratando de desperezarse.
-Eeeeehhhh... yo.... mmm... nada....- no sabía dónde meterme
-Está jugando como esta mañana?....- pregunto mientras terminaba de despertarse
-Eeeeehhh... sssi... si... eso es....- respondí medio entre dudas
-Pero es tarde... deje que duerma...- me dijo ella acomodándose de vuelta
-Pero te puedo enseñar un juego más divertido... te gusto este, no?- le dije yo, tratando de verme lo más convincente posible.
-Si... me gusto... pero... no se....- respondió ella con cierta duda
-Vamos... este es mejor... te va a gustar...
-Está bien... despertare a Cari...
-Noooo... no, no... este será nuestro juego secreto...quieres?...
-Juego secreto?... mmm... está bien... puede ser divertido...- me dijo sonriente
- Bueno... vamos...
La tome de la mano y así en camisón como estaba la lleve afuera al bosquecillo.
-Porque vamos afuera?...- me pregunto inocentemente
-Para que no nos escuchen... no queremos que se despierten, no?...- respondí con picardía
-Siiii...- dijo ella sonriendo
La lleve hacia el bosquecillo y ahí comencé a manosearla de nuevo, pero esta vez metí mis manos bajo el camisón para sentir la tierna piel de sus tetas. Ella gemía despacito y se dejaba hacer, mientras mis dedos pellizcaban sus pezones para ponerlos duritos.
-P-p-pero... esto es lo que... j-j-jugábamos antes...
-No, no... ya verás que no...
Y le levante el camisón y comencé a chuparles sus tetitas. Mi lengua repasaba cada palmo de su tierna piel. Mordía sus pezones y ella daba pequeños saltitos de placer.
Empezó a gemir un poquito más fuerte, mientras decía...
-Me hace cosquillas con el bigote abuelo....
Yo estaba a full y seguí chupando y chupando, mientras mi mano estaba metida bajo su calzoncito y masajeaba su conchita, comenzando a sentir como sus flujos chorreaban por sus piernas. Entonces metí un dedo en su vaginita y ella dio un pequeño gritito... Pero al rato comenzó a gemir más fuerte, apoyándose contra un árbol y agarrándome fuerte la cabeza, apretándola contra sus tetitas.
Yo seguía con mi penetración con mi dedo cuando ella dio un largo gemido y se vino en mi mano, manchando todo su calzoncito. Yo saque mi mano de su entrepierna y deje de chuparle tetas.
-Te gusto, nena?
-S-s-siiii...
-Quieres seguir jugando?- le pregunte yo con unos ojos lujuriosos
-S-si... si usted quiere....
-Pero primero tienes que jugar vos conmigo...
-Qué?...
Y saque mi pene que ea completamente erecto, apuntando al cielo.
-Tienes que chuparlo... si quieres seguir jugando...
Ella acerco su carita a mi pene... me miro y le paso la lengua al glande... luego retiro la cabeza. Pero yo se la agarre y se la acerque, ella abrió la boca y chupo un poquito el glande, hasta que volví a empujar su cabeza y se trago parte de mi pene.
-Ahora chupa, pequeña... chúpale el miembro al abuelito....
Y ella comenzó a chupar, su cabeza se movía hacia arriba y hacia abajo, mientras sus ojitos me miraban fijamente a los ojos, yo estaba disfrutando a tope la mamada que me estaba haciendo la pequeña amiga de mi nieta. Yo movía su cabeza hacia los lados, para poder sentir su linda boquita y le decia...
-Usa tus manitos para acariciarlo, pequeña...
Y ella comenzó a pajear la parte que no entraba en su boca.
Yo estaba en las nubes, sintiendo sus tiernos labios y su lengua jugar con mi tieso pene, que estaba a punto de reventar.
-Ahora viene tu premio, nenita... tragalo todo que es para vos....
Y acabe en su boquita, el semen se escurría por la comisura de sus labios, pero ella ponía mucho énfasis en chupar y succionar, tragándose todo el semen que salía de mi duro miembro...
-Ahhhhhhhh.... estuvo riquísimo eso, pequeña....
-Y ahora...? que sigue...?- me dijo ella con cara de curiosidad y semen chorreando por su barbilla.
-Ahora viene lo mejor- le dije yo mirándola con gran deseo de penetrar a la pequeña jovencita que seguramente seguía virgencita...
La hice acomodar en cuatro patas y yo me puse atrás apuntando la cabeza de mi verga a la entrada de su pequeña conchita...
-Peroooo... eso es muy grande... me va a entrar?...- me dijo ella con gran preocupación y indecisión en su cara
-Claro que si, mi niña... te va a entrar y te va a gustar...
-Bueno...- dijo ella y volteo la cabeza hacia adelante, preparándose para la intromisión de mi vigoroso miembro.
Entonces comencé a presionar y a meter de a poco mi pene en su conchita...
-Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!!!!!!!.... me duele!!...mucho.....- dijo ella haciendo una mueca de dolor
-No te preocupes... ya va a pasar...- le respondí.
Y seguí metiendo y ella aguantado como podía, hasta que se la metí completa despojándola de su virginidad a la pequeña y yo contento sin imaginar que no cedía el único himen que rompería.
Ella dejo escapar un gran gemido y ahí comencé el mete-saca gracias a los abundantes fruidos que producía la niña.
Ella gemía mas y muy fuerte y yo la alentaba con lujuriosas palabras..
-Te gusta pequeña?... te gusta?...
-Ssssiiiiiiii!!!!!!... aaaaahhhhhhhh.... siiiiiiiiii... me gustaaaaaaaaaa....... muchooooooo... aaaaaaahhhhhhhh
-Quieres mas?... quieres mas verga del abuelito?.....
-Ssssssiiiiiii... deme maassssss.... aaaaaahhhhhhhh... deme maaaaaaasssssss.... abuelitoooooooooo-
Ella tenía una gran cantidad de gemiros seguidos, ya que sus flujos chorreaban y chorreaban de su vagina, la cual era atacada una y otra vez por la furia de mi gran pene. Ella comenzó a moverse conmigo, dándome un gran placer y más me daban sus palabras.
-Más abuelooooooo.... aaaaaahhhhhhhh... quiero mas
vergaaaaaaaaaa.... aaaaaaahhhhhh... deme maaaaaaasssss....
Yo seguía bombeando hasta que sentí el llegar del inevitable orgasmo. Me acerque a ella y apretándole las tetas fuertemente me vine en lo profundo de su ser, a la vez que ella estallaba en una gran explosión de fluidos. Quedamos tirados allí los dos por un rato, de su vagina chorreaba una extraña mescla de semen u flujos vaginales.
Entonces me incorpore y le dije
-Vamos.. Tenemos que volver a casa antes que alguien se de cuenta...
-Vamos a seguir jugando abuelo...?...
-Si pequeña... vamos a jugar mucho, pero este es nuestro secreto...
-Siiiiiiii...
Y nos levantamos, dirigiéndonos hacia la casa, en donde todos seguían durmiendo. Yo estaba satisfecho por ahora... ya que habían comenzado mis tan ansiadas vacaciones...
Continuará

El pequeño futbolista (de Badboy02)
28 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitos, LGBTQ+
Hola mi nombre es David tengo quince años y les quiero contar sobre mis encuentros desde los doce años.
Desde temprana edad practico futbol y soy aficionado a los deportes, mamá siempre me ha apoyado desde la muerte de papá cosa de la cual no quiero hablar por razones personales. Ella siempre me ha protegido al punto de evitar que socializara mucho con otros niños de la calle.
Llegó un momento en el que tuvo que dejarme un poco ya que en los campeonatos de futbol tenía que viajar a otras ciudades lejos de casa, soy un chico muy tímido y callado pero sonriente. A los doce a pocos días de cumplir trece me toco ir a una localidad con mi equipo de futbol, por cuestiones de logística nos tocó compartir cuarto con la selección local pero con los juveniles que van entre los diesiseis a diesiocho años de edad para evitar desorden y entre niños de la misma edad en las habitaciones ya que el entrenador no pudo con todo el equipo.
Esa tarde llegamos al hotel donde nos hospedaríamos y cuando entramos a la habitación 25 mi compañero y yo conocimos a los chicos con los que compartiríamos habitación durante el campeonato, eran altos y muy guapos lo que causó en mí una leve sonrisa y nos presentamos, uno de ellos en su actitud y entre señas hacia su compañero dejaba ver sus malas intenciones para con nosotros dos ya que éramos súper chicos delante de ellos.
Mi compañero por ser distinto a mi le pareció indiferente la presencia de esos chicos allí con nosotros, en la habitación habían 2 literas, me acomode en la parte de arriba de una de ella y el chico de nombre juan Carlos de diesisiete años en la parte de debajo de dicha litera, llego la noche luego de la cena nos fuimos a la habitación, al entrar mi compañero y yo notamos que ya estaban juan Carlos y Rodrigo allí dentro en toallas y acostados cada uno en su lugar, subí y me acosté en mi parte, todo se quedó a oscuras y horas más tarde siento que movían desde la parte de abajo mi colchón, al mirar hacia abajo donde estaba Juan Carlos note que tenía su pene afuera de la toalla y reía de una forma nada grata y muy malévola y entre dientes para que más nadie aparte de mi escuchara, me aterre y movió mucho más fuerte el colchón de la litera, baje y me tomo muy fuerte del cuello diciendo que me callara e hiciera lo que me decía porque de lo contrario la pasaría mal.
Aterrado por su amenaza decidí colaborar, me arrodillo frente a él y me pidió que abriera mi boca y chupara su pene, el olor era algo fuerte y me dio asco pero no podía hacer nada, metía su enorme pene en mi boca y en un par de veces casi me venía en vomito de lo fuerte que me empujaba, mientras lo hacía me halaba del cabello, se notaba que disfrutaba del maltrato y de la mamada que le hacía, me dijo que esperar un momento y llamo a su compañero Rodrigo el cual despertó y así soñoliento llego al lado de donde me encontraba yo de rodillas, Juan Carlos le decía que era su turno y el sonrió y saco su verga del bóxer y se me acerco a la cara, golpeo con su pene semi erecto mi boca y luego abrí para que comenzara la faena que con gusto y placer hacia a pesar del miedo que sentía, Juan Carlos tomo de sus cosas crema para las manos y se me acerco y me dijo al oído yo aun con el pene de Rodrigo embutido en boca por completo que me colocara con mis manos en posición de perro, moviendo mi cabeza le dije que sí.
Tenía mucho miedo de lo que iba hacer pero mis opciones se reducían cada vez más, lubrico con dicha crema mi ano y rosaba muchas veces mi ano con su pene, comenzó a empujar de forma fuerte pero el pene de Rodrigo silenciaban mis gemidos de dolor y mis gritos, al Juan Carlos introducir tu pene en mi Rodrigo empujaba su pene en mi boca, mis lágrimas caían al igual que mi espesa saliva que caía en el suelo frio por entre las comisuras de mis labios. Después de un rato me acostumbre al dolor y mi boca se liberaba de la enorme verga de Rodrigo, Juan Carlos se movía cada vez más rápido y chocaba su pelvis en mis glúteos así como sentía sus huevos chocar en la parte baja de mi ano, siempre recuerdo ese momento desde un punto distante, como si firmara mi propio video pornográfico.
Juan Carlos estaba acabando dentro de mí, sentí como inundaba con su espeso esperma mis entrañas y como se dilataba su pene dentro de mí en sus últimas expulsiones de esperma, creí que todo terminaba allí pero resulto que Rodrigo tenía que tomar el puesto de Juan Carlos el cual estaba muy excitado por el tiempo que chupe su pija. Respire y bloquee el dolor en mí, sin pensarlo dos veces introdujo su pene en mi ano el cual para el momento estaba dilatado de la cogida que me había dado Juan Carlos, esta vez me toco recostarme en la cama y soportar el peso de Rodrigo con su pene dentro de mí, cada empujón lo hacía mucho más fuerte que Juan Carlos, tapo mi boca para evitar que soltara un grito de dolor, su sudor caía en mi espalda y el olor a sexo y lujuria inundaba el cuarto, ignoramos por completo el hecho de que estaba allí dormido mi compañero de futbol. Juan Carlos insaciable quería ir por el pero como pudo logre decirle que no lo hiciera y me dijo que estaba bien pero que tenía que pagar yo por lo que no le haría a mi compañero, después de haber lavado su pene lo volvió a introducir en mi boca, Rodrigo estaba por acabar y con su mano empujaba mi cabeza hacia el pene de Juan Carlos el cual estaba sentado frente a mi cara. Rodrigo acabo con tantas ganas dentro de mí que se recostó sobre mi espalda y sentía como su pene se deshinchaba dentro de mi ano y aún continuaba chupando la pija de Juan Carlos, no paso mucho rato cuando se acabó en mi boca y tosí dejando caer en su pelvis toda su leche espesa e hizo que lamiera todo lo que había dejado caer de mi boca.
Termino la noche y me sentía adolorido pero me recupere con una ducha a primera hora de la mañana. Al otro día ellos reían y hacían a su vez como si nada de lo que ocurrió durante horas de esa noche donde perdí más que mi virginidad, suena rudo pero me gusto, fue como un sueño vivido y una fantasía cumplida desde mis comienzos.
Fin

Las perversiones de Bianca, Parte 04
28 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Exhibicionismo
Bianca tenía un día bastante atareado, salió para el sector que la gente llamaba popularmente `Sodoma' donde estaban la mayoría de los burdeles de la ciudad, a pesar que aún era de mañana se veía bastante movimiento en las calles, mientras ella pasaba veía a las entradas de los bares grupos de prostitutas que charlaban entre ellas y una que otra parada en la acera de la calle esperando que algún carro se detuviera. Sus doce años en el negocio de la prostitución le había permitido saber que muchas de estas mujeres eran licenciadas en educación o maestras que se habían graduado pero nunca tuvieron la oportunidad de ejercer porque la sociedad las había marginado y terminaron vendiendo su cuerpo como prostitutas en la calle. También sabía que todas estas chicas trabajaban para los clubes nocturnos o burdeles de mala clase y que estos sitios cobraban una comisión por permitirles trabajar frente a su negocio. Bianca tenía prestigio de prostituta de clase y era conocida por casi todos los dueños de estos burdeles o clubes nocturnos, por lo que su estrategia era simple: averiguar en los archivos que estos negocios tenían de las mujeres que tenían el grado de educadoras tanto de primaria como secundaría y luego seleccionar trece candidatas que quisieran ejercer el cargo en la escuela de San Jerónimo. Ella paso todo el día visitando los lugares y luego regreso a la casa cuando ya estaba oscureciendo.
En los dos siguientes días ella ya tenía en su poder unos doscientos currículos de maestras y profesoras, que tenían fotografías recientes de su cuerpo desnudo. Bianca selecciono aquellas mujeres que portaban tetas grandes y redondas y traseros grandes y firmes y cuerpo y rostro bien cuidado lo que redujo el grupo a unos cincuenta, luego empezó a contactar a cada una de ellas personalmente para ofrecerles el cargo y el grupo se redujo a veinte. Ella convoco al grupo seleccionado a su casa a una reunión. Las mujeres iban llegando a la reunión y todas se admiraron del lujo donde vivía Bianca. Todas ellas sabían que Bianca era una de las prostitutas mejor cotizadas pero aún así aquel sueldo no era suficiente para mantener una casa como aquella en un lugar exclusivo de la ciudad. Las mujeres que estaban reunidas habían emigrado de sus lugares a la ciudad y vivían en cuartuchos inmundos en residencias de los barrios más peligrosos, algunas incluso debían compartir el cuarto porque su mísero sueldo no les alcanzaba para vivir sola. Cuando todo el grupo estaba reunido y no faltaba nadie, Bianca inicio la reunión:
"dejémonos de formalismos porque cada una de nosotras sabemos que coños somos, pero antes de entrar en el tema que nos tiene aquí me gustaría que ustedes sean francas consigo mismas, eso es importante en este asunto. Ustedes deben saber que fueron escogidas de un grupo de 200 aspirantes todas calificadas como profesoras o maestras, pero el grupo se puede ir reduciendo aun más si no cumplen con todos los requisitos que yo aspiro.
Estuve revisando cuidadosamente cada uno de sus currículos y note que ustedes todas son unas pervertidas dispuestas a hacer cualquier cosa que sus clientes les ordenen siempre y cuando paguen el costo. ¿Me gustaría que levanten la mano la que está de acuerdo con lo que dice su currículo?" Todas sin excepción tenían las manos en alto.
"Bueno el asunto es el siguiente: Cada una de las seleccionadas va recibir un cargo como profesora o maestra directamente del estado y van a recibir todos los beneficios que cualquier profesional de la educación recibe de acuerdo con su estatus."
Un murmullo se escucho, confundido con risitas. Bianca continúo. "Ustedes van a estar bajo mi autoridad ya que voy a ser la directora de este plantel y cuando digo autoridad lo estoy diciendo en sentido pleno. Yo tengo todo el poder sobre cada una de ustedes y espero que ninguna lo dude porque estoy segura que le sería mejor no haber aceptado el cargo. ¿Si alguna de ustedes cree que estoy siendo injusta será mejor que abandone la reunión?"
Silencio, luego se miraban unas a otras, entonces una de ellas dijo: "Creo que todas estamos de acuerdo en seguir tu autoridad."
Bianca espero si alguna objetaba luego dijo: "El que sigan mis instrucciones a la letra es muy importante porque si algo sale mal todas podríamos terminar en la cárcel."
Murmullos de nuevo y miradas de perplejidad
"Porque esa cara, ustedes creen que el ministerio les otorgaría cargos a mujeres como ustedes. Despierten putas, ustedes solo son unas putas y seguirán siendo unas putas, solo que ahora serán putas con clase. Si ustedes se resbalan y no siguen mis órdenes este asunto llegara al ministerio y todas nosotras vamos derechito a la cárcel de eso pueden estar seguras. Por eso advierto si alguna tiene duda será mejor que abandone la reunión.
Nuevamente las miradas, entonces cuatro mujeres que estaban sentadas en la parte trasera se levantaron y una de ellas dijo: "Señora Bianca ninguna de nosotras cuatro quiere correr ese riesgo, mejor nos vamos."
"Bien cariño aprecio tu sinceridad. ¿Hay alguna otra que quiera abandonar?" silencio.
Bianca despidió a las cuatro mujeres y espero que ellas abandonaran la casa, luego regresó de nuevo a la sala y continúo: "las que terminen aceptando el cargo nos iremos a vivir a un pueblo que está en medio de la nada, donde la única autoridad soy Yo como directora del colegio y un grupo de ancianos que gobiernan el pueblo y el sacerdote que ya está bajo mi mando. Mi propósito es convertir este pueblo en nuestro sitio de diversión personal o mejor dicho de perversión. ¿Captan la idea?"
Murmullos. Luego la mujer que parecía ser la líder del grupo dijo: "Si que es un asunto arriesgado, pero confiamos en usted. Nosotras ya no tenemos mucho que perder. Yo personalmente estoy de acuerdo y lo acepto."
Entonces un coro de voces dijo al unísono: "Yo también" Bianca miro y llamo al orden después dijo: "¿Levante la mano las que están de acuerdo?"
Todas levantaron la mano.
Cuando se marchen se llevan un material que yo imprimí para cada una de ustedes: es sobre la historia y costumbres de esta localidad y yo espero que ustedes terminen de documentarse sobre cualquier cosa creíble que tenga que ver con sus tradiciones y costumbres.
Este próximo mes cada una de ustedes tendrá su cargo en sus manos, este cargo es completamente legal solo que el ministerio no sabe a quienes se lo están dando. Espero que cada una de ustedes sea inteligente y no estén divulgando este asunto. En cuanto todas tengan su cargo en las manos inmediatamente nos mudaremos a las residencias que fueron preparadas para cada una de nuestras familias. ¿Cuántas de sus familias saben de sus trabajos como putas de la calle?"
Cada una de las familias de estas mujeres sabían de sus actividades pero la mayoría no la aceptaba en su hogar a pesar que muchas de estas se mantenían con lo poco que ellas podían enviar para sus casas. Todas estas mujeres tenían hijos e hijas, pero casi ninguno sabía que su mamá era una prostituta.
Bianca continuo "A partir de hoy cada una de nosotras será como nuestra hermana y debemos mantenernos unidas, cualquier problema que esté pasando es importante que todos lo sepamos para que nos podamos ayudar. Recuerden desde hoy nosotras dependemos de nosotras y nada más. Esta es su casa y estaremos haciendo reuniones para conocernos mejor."
Unos días después Bianca noto que Juancito estaba inquieto y no dejaba de mirarla. Ella entonces dijo: "¿Qué te pasa cariño te pasa algo, Dime que te está molestando cualquier cosa yo espero que desde el otro día seamos más unidos?"
Juancito se quedo pensativo unos segundos entonces respiro profundo y dijo: "Mami me gustaría saber más de sexo" Esta pregunta no perturbo de ninguna manera a Bianca quien estaba esperando que su hijo fuera más atrevido. "¿No me digas que tienes alguien en mente, no es así?"
"Nooo. Bueno si, es que hay una chica del colegio y mis amigos me dicen que ella quiere algo conmigo."
"¿Qué chica es ella y que amigos?"
"Es una chica del grupo de porristas, mis amigos del equipo de básquet me dicen que ella está loquita por mí."
"Del grupo de porristas y qué edad esta chica, tengo entendido que las niñas de primaria no forman parte de las porristas."
"Bueno ella está en secundaria y tiene trece años."
"Madre santa pero si ya es una señorita y porque creen tus amigos que ella gusta de ti. ¿Tú qué crees?"
"Yo no estoy seguro no me imagino que una muñeca como ella se fije en un niño de nueve aunque mi tamaño pareciera de doce y por eso es que fui seleccionado para el equipo, pero si he notado que Alejandra siempre está cerca donde yo estoy y mis amigos que casi todos son de su edad y estudian con ella en su grado, me dicen que ella quiere que yo... LA FO... bueno tenga sexo y que si no lo hago entonces soy un mar... usted entiende mamá."
"Así que esta chica es una zafada y quiere que tú la folles. Cariño diga las cosas como son aquí entre nosotros no hay necesidad de formalismos. Estoy segura que tus amigos tienen razón por algo lo dicen, y se llama Alejandra, ¿no es así?"
"Si es Alejandra la chica que vive por la otra cuadra la hija de la señora Helena la dueña de la boutique."
"Ah sí ya sé quien esta niña, y apenas tiene trece yo juraba que era de quince esa chica se gasta tremendo cuerpo la he visto caminando por la calle algunas veces y créeme que en esos momentos me gustaría ser hombre. Si esa chica quiere que tú la folles no deberías aprovechar esa oportunidad. Parece que es de genética porque la golfa de su mamá quiere que Juan le moje ese gran trasero blanco que tiene."
"Que dices mamá."
"Yo la he visto como mira a mi marido cuando hacemos nuestras reuniones en el club sin importarle si su esposo Fernando esta cerca de ella, la tipa es una zorra y su esposo no controla la bebida quizás sea culpa de él que tenga una mujer así. Yo debería hacerle una visita a la boutique para remodelar un poco mi ropero y porque no extenderle una invitación a ella y su esposo para que pasemos un sábado en familia aquí en la casa y pasarla bien, tú podrías tener todo el tiempo con Alejandra, yo estoy segura que ella no querrá perderse ese día contigo y quizás su sueño de ser follada por un chico de nueve se haga realidad."
"Pero no tengo ni idea de que hacer."
"Yo estoy segura que esta niña no es ninguna virgen y conociendo a su mamá menos, ella solo necesita estar a solas contigo, pero es importante que tu no la desilusiones, es todo lo que ella necesita. Ella debe saber que tú eres un novato y eso es por lo que ella esta demasiada interesada quiere sentir la experiencia de hacerlo con alguien que lo está haciendo por primera vez. Tu solo deja que ella te vaya llevando pero nunca la rechaces, simplemente deja que te guie la chica es una experta. Yo estoy segura de eso."
"Y si el señor Fernando y la señora Helena..."
"Eso es lo de menos: Fernando estará ocupado emborrachándose y Helena estará más pendiente de Juan que de su hija. Yo me encargo que así sea.
Ya está hecho hoy mismo voy a la boutique a comprar algunas cosas para mi closet y un bikini nuevo que pienso ponerme este sábado en la piscina y estoy segura que Helena se alegrara mucho cuando la invite a nuestra pequeña reunión del sábado."
Helena estaba orgullosa de su boutique porque hasta ahora ninguno de sus clientes se había ido insatisfecho, ella había logrado sacar un permiso para montar su negocio en el garaje de su propia casa a pesar que la zona no era comercial. Helena había estudiado costura y modistería en una academia de prestigio y casi todos los diseños que vendía era de su propia creación y la mayoría de sus clientes eran de la urbanización donde vivía y amigas del club. En su adolescencia ella fue la reina del colegio y también perteneció al grupo de porristas hasta cuarto año ya que en quinto un compañero del colegio la embarazo y cuando salió del colegio ya estaba en su noveno mes con apenas 16 años de edad, cuando nació su hija Alejandra ella tuvo que esperar dos años a que tuviera suficiente edad para dejarla con sus padres y ella poder venir a la ciudad a estudiar en la academia. Mientras estudiaba en la academia conoció a Fernando y se caso con él, luego de sacar el grado su esposo la ayudo para que montara la boutique. Helena siempre se enorgulleció de tener un cuerpo despampanante y luego de venir a la ciudad se escribió en un gimnasio para recuperar su figura. Cuando ella montó la boutique apenas hace tres años ella fue a buscar a su hija donde sus padres, ella siempre supo que su esposo era dado a la bebida pero era un buen proveedor para la casa además que siempre la apoyaba pero en los dos últimos años Fernando la ha tenido abandonada por sus amigos que son tan bebedores como él. Fernando empezó a traer a la casa a sus amigos de juerga y allí fue donde las cosas empezaron a cambiar para ella, ella se sentía cachonda y abandonada por su marido, y los hombres que iban a su casa empezaron a flirtear con ella y no paso mucho tiempo cuando ella se estaba acostando con ellos en su propia casa mientras su esposo dormía la borrachera, desde entonces ella no le importa ser follada por cualquiera siempre que esté de humor, ella también sabe que su hija conoce de sus aventuras extramatrimoniales pero creo que Alejandra la entiende, y ella a cambio trata de no ser tan estricta con su hija.
Bianca entro a la boutique y no había nadie excepto Helena que ordenaba un muestrario, mucha de la ropa que usaba Bianca fue comprada en la boutique y diseñada por Helena por lo que se podría decir que ellas eran amigas. Helena debía diseñar la ropa especialmente para Bianca porque sus gustos eran exageradamente sexys para una mujer en sus treinta con esposo y un hijo, ella alguna vez se pregunto como Juan le permitía a Bianca usar semejantes atuendos en público a sabiendas que ella era su esposa y tenía un hijo varón, pero el pensamiento se borraba cuando la mujer sacaba su chequera y pagaba todo a contado.
Las dos mujeres se saludaron y después de una no muy corta charla, Helena le mostro el más reciente muestrario que había diseñado, como era de esperarse todos los diseños que escogió debía hacerse algunos arreglos de acuerdo a las especificaciones de Bianca. Cuando ya había escogido su nuevo vestuario, Bianca invito a Helena y su esposo e hija para que el sábado siguiente pasaran todo el día juntos con ella Juan y Juancito y así compartir como dos familias amigas, Helena le extraño la invitación pero no quiso declinarla porque Bianca era una de sus mejores clientes y cualquier cosa menos alejarla de su negocio. Ella le prometió que la llamaría después de consultar con su esposo la invitación. Bianca sabía que ella iría así fuera sin su esposo, entonces Bianca dijo:
"No olviden llevar sus trajes de baño ya que vamos a pasarla en la piscina con bebida y una parrillada. Hablando de traje de baño me gustaría llevar algo nuevo este día. ¿Qué tienes de bikinis?"
Helena saco el muestrario de bikinis, Bianca miro todos entonces dijo: "Quiero algo más sexy."
Helena que hasta ahora no le había refutado nada dijo: "Dios santo Bianca pero todos estos bikinis son sexys y además te lucirían muy bien."
"Yo tengo montones así me gustaría algo... ¿Puedo rayar en uno de estos?" Helena dijo que podía entonces Bianca tomo un marcador de la mesa y escogió un bikini que ella misma modifico. El bikini eran tres cordones de tela que se anudaban a la medida y un pequeño corazón de tela blanca que justo cubría la vagina y de top dos pequeños corazones que apenas cubrían los pezones. Luego dijo: "¿No te parece que es sexy?"
"YO no diría sexy. ¿Estás segura de ponerte algo así, que va decir tu esposo o Juancito no te preocupa lo que ellos piensan?"
"Porque no, me encanta mostrar lo que tengo, además mi esposo nunca ha cuestionado mis gustos, si acaso me apoya, así como yo tampoco me meto en sus asuntos es por eso que nos llevamos muy bien y mi hijo ya me ha visto desnuda, yo estoy segura que él le encantara. ¿Tienes celos que tu esposo me vea así?"
"ay cariño como quisiera que Fernando tuviera ojos para otra cosa excepto su cerveza."
"¿Me estás diciendo que las cosas entre ustedes no andan muy bien?"
"Muy mal, en estos dos últimos años si acaso hemos hecho el amor unas 10 veces. Yo me esfuerzo por mantener mi cuerpo atractivo para él, pero parece que solo le preocupa son sus amigos de borrachera. No es justo Bianca."
Bianca vio la amargura en sus palabras y entonces se acerco y tomándola por la cabeza la apoyo sobre su pecho mientras tiernamente acariciaba su largo cabello rubio. "Tu marido es un tonto si yo fuera hombre no saldrías de la cama, yo estoy segura de eso." Bianca noto que Helena se sentía cómoda entre sus pechos, entonces agrego: "Si yo tuviera un marido así, créeme que el tipo parecería un reno de todos los cachos que le montaría. Los tipos así se lo merecen y estoy segura que se lo pasa alardeando con sus amigos que es muy macho y su esposa jamás se atrevería a faltarle."
Helena levanto la mirada sin apartarse del abrazo que le tenía Bianca hasta que las miradas se encontraron entonces sonrió malévolamente y dijo: "Si el muy estúpido se cree un machote y se jacta con sus amigos cuando los trae a la casa, incluso frente a mí, pero si supiera."
"Bianca devolvió la sonrisa malévola diciendo: "No puedo creerlo. Tu le montas cachos a Fernando."
"Tú lo dijiste él es un estúpido por tenerme abandonada como si yo fuera un maniquí, sí que lo he hecho."
"Cuantas veces, con quien, claro si puedo saberlo."
"No me importa, se que tu no lo dirás a nadie. Ya perdí la cuenta, él mismo me trae a los hombres a la casa y ya perdí la cuenta con cuantos."
"Eres una zorra Helena, pero una zorra con bolas tirarse a los amigos en su propia casa. ¿Cómo lo hace?"
"Fernando se queda dormido cuando no aguanta más la borrachera y entonces es cuando viene la acción para mí, yo creo que los amigos lo rascan a propósito, no me importa el caso es que estos tipos me follan aquí mismo en la sala frente a mi marido, mientras el tipo ronca."
Las dos mujeres se quedaron mirando como si cada una de ellas quisiera leer los pensamientos de la otra, entonces casi como si la gravedad las llevara los dos pares de labios se unieron en un beso húmedo que duro varios minutos.
Después del beso Helena se aparto del abrazo suavemente y con voz entrecortada dijo: "Alguien podría entrar a la boutique, además mi hija está en la casa y podría vernos."
Bianca entendió y la soltó completamente pero dijo: "¿Tú hija no sospecha nada?"
"Yo creo que ella lo sabe, debería ser muy ciega y tonta sino, pero nunca he recibido un reproche de ella, creo que ella entiende que Fernando se lo merece."
"Si creo que así es."
Bianca dejo la boutique con conocimiento que le daría a su hijo lo que él estaba buscando.
Continuará

Fiesta familiar, Parte 14 (de Cazzique)
28 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA
La noche apenas empezaba para mí así que decidí salir de la habitación y me encamine a la sala para encender el televisor que se encuentra allí, estaba pasando por el baño cuando escuche que alguien estaba dentro pero con la luz apagada. Despacio me acerque a la puerta para no ser escuchado y me pegue un poco para tratar de averiguar de quien se trataba, escuche claramente como la persona que estaba adentro se estaba masturbando, era una mujer, los chasquidos producidos por los flujos que escapaban de su vagina la delataban así como uno que otro muy leve gemido; decidí que era la hora de poner en marcha mis estrategias para ver si aquí se podía obtener un poco de sexo, claro que se trataba de Catia la mama de Cintia, no había de otra ya que mi esposa se encontraba en esos instantes profundamente dormida como es su costumbre. Lentamente gire la perilla de la puerta del bañó tratando de que no se escuchara ningún ruido me tarde bastante tiempo pero era necesario, luego fui empuje la puerta de un golpe y… vaya espectáculo que vi, estaba Catia la esposa de mi primo Sebastián a la mitad del baño, con su pijama en los pies, las bragas en las rodillas, la mano izquierda acariciando su seno derecho por debajo de la blusa de su pijama y su mano derecha frotando su vulva, cuando me vio se quedo completamente paralizada y sin saber que hacer, yo solo me limite a observarla detenidamente sin decirle nada. Cintia es una mujer hermosa que tiene un cuerpo más o menos llenito, de cara agradable, cabello largo hasta debajo de los hombros y de color negro, su piel es apiñonada, sus caderas están muy bien dotadas y las tetas se le pueden ver de buen tamaño.
Después de algunos segundos de permanecer los dos quietos ella se empezó a subir las bragas y los pantalones apresuradamente, su respiración aún era agitada, el olor a su sexo se esparcía por todo el baño, cuando termino de vestirse torpemente trató de disculparse sin articular ninguna palabra coherente. Con calma yo la tome de la mano y la jale hasta la sala; nos sentamos en el sofá e inicié una plática tranquila, preguntándole de cual era el motivo por el que una mujer tan bella como ella lo es tenía que recurrir a la masturbación. Para mi sorpresa ella abrió su intimidad completamente platicándome que a pesar de que amaba a su esposo en ocasiones él no la dejaba plenamente satisfecha y que a veces cruzaba por su mente la idea de engañarlo pero que no se atrevía por miedo al que dirán. De este pequeño detalle yo me iba a agarrar, la empecé a convencer de que no sería ningún problema para los dos si es que ella quisiera desfogar un poco de sus instintos lúdicos con migo ya que yo guardaría perfectamente el secreto y no lo estaría divulgando por todos lados como hacen los machos que se quieren lucir con los demás diciendo que ya se acostaron con esta o con la otra. Catia por su parte me escuchaba atenta y de vez en cuando me tomaba de la mano como dándome a entender que agradecía elque yo la escuchara.
Me acomode un poco más cerca de ella rozando con la palma de mi mano sus rodillas, ella no hizo ningún intento d retirarse lo cual me indicaba que me estaba dando entrada. Pasamos unos minutos más platicando pero ahora ya mi mano estaba acariciando delicadamente su rodilla, mi verga ya estaba completamente dura por lo erótico del momento, yo ahí con la esposa de mi primo tratando de seducirla y ella dejándose, mientras que platicábamos mi mano se paseaba ahora por su pierna, su respiración se estaba agitando cada vez más, en un momento que quedamos en silencio yo aproveche para acercar mi cara a la de ella pero se echo un poco para atrás, como ella no se decidía a besarme puse mi mano en su nuca y la empuje sin mucha dificultad hacia mí, nuestros labios se juntaron y poco después nuestras lenguas tuvieron su primer batalla, mi lengua se introducía profundamente en la boca de Catia, tratando de desfogar toda la calentura que tría, ella al igual que yo se empezó a desinhibir y sus manos buscaron mi pecho, despacio me lo acariciaba sin despegar nuestras bocas; mis manos por lo pronto se entretenían en su espalda, subiendo y bajando por toda su longitud.
Me puse de pie y le tendí la mano, para que no hubiera ningún problema y me la lleve hasta el cuarto de lavado que esta algo retirado de la casa, entramos y cerré la puerta detrás de nosotros, me puse frente a ella y nuevamente nos empezamos a besar, nuestros labios y lenguas se reconocieron como si de años atrás fuésemos novios, mis manos desabotonaron la blusa de su pijama y luego las introduje por su cintura, acariciando su suave piel, ella no perdió el tiempo y también me quito la camiseta que traía y luego paso sus manos por mi bulto, ahí se entretuvo por largo rato, sobaba mi verga por encima del pantalón y la restregaba a modo de masturbarme, era delicioso, mientras que ella estaba entretenida en eso yo la fui despojando de su blusa, por fin quedaron a la vista ese precioso par de tetas, de un tamaño considerable pero a pesar de esto bastante firmes, sus pezones de color oscuro parecían un pequeño botoncito en medio de dos aureolas medianas, las piel de ella completamente conservada, mis manos se pasearon por las prominentes masas de carne que estaban a mi disposición, ella empezó a bajarme el pantalón para descubrir mi erecto miembro, cuando lo tuvo por fin a la vista lo miro detenidamente y luego abrió su boca para empezar a tragárselo poco a poco, su calida boca iba recibiendo mi pito con una deliciosa suavidad y humedad, su lengua apretaba mi verga a la vez que su paladar y esto hacia de la sensación algo mucho más placentero, sus mamadas eran excelentes, pronto estuvo subiendo y bajando por toda la longitud de mi verga haciendo que la sangre me hirviera, cuando sentí que pronto eyacularía la retire y le dije que se montara en la lavadora, Catia entendió perfectamente a lo que me refería y se montó en el aparato eléctrico recargándose con las manos para no irse hacia atrás.
Yo me coloque delante de ella y nuevamente nos besamos, ella estaba muy excitada y se le notaba en su respiración, cuando me separe de ella puse mis dedos en los costados de su pantalón y lentamente los fui jalando, ella se levanto un poco con las manos para dejar que la prenda se deslizara sin problemas, por fin, salió y pude ver sus lindas bragas de color negro, bajo de ellas se dibujaba a la perfección su vulva que por la masturbada anterior dejaba asomar ya un poco de humedad que se marcaba en la tela, acaricie y bese sus piernas desnudas, los dedos de sus pies y luego sus hermosas tetas que ya tenían los pezones completamente erectos, lamí y chupe esas ricas masas de carne por largos minutos mientras que mi mano acariciaba su vagina por encima de las bragas, las manos de Catia estaban en mi cabeza impidiendo que me separara de su piel. No fue mucho el tiempo que transcurrió cuando ella alcanzo a tener un orgasmo, sus gemidos se hicieron más intensos y su cuerpo se convulsionaba al ritmo de mi mano su rajada.
La deje descansar unos segundos después de su orgasmo, las bragas estaban completamente húmedas por sus jugos vaginales, cuando ella empezó a reaccionar puse mis dedos en los costados de sus bragas y se las fui jalando, ella nuevamente se levanto en sus manos para permitir que estas se deslizaran, por fin pude ver su vagina, cubierta por una mata de pelos de color oscuro, bajo la cual se apreciaban los rosados labios vaginales, inmediatamente me hinque y ella se coloco en la orilla de la lavadora, mis labios se pegaron a sus labios vaginales y entonces le comencé a lamer esa rica gruta, mi tarea era deliciosa, comencé a limpiar todos los fluidos que su rajada había expulsado por las masturbadas anteriores, Catia respiraba profundamente mientras que mi lengua y labios trabajaban en su rica panocha, paseaba mí lengua por cada uno de los labios gruesos de esa vagina y luego me introducía en su agujero lo más hondo posible y la movía de adentro hacia fuera como si me la estuviera cogiendo con la verga, ella lo disfrutara al máximo y no tardo demasiado en regalarme de nueva cuenta sus jugos, otro potente orgasmo estaba acabando con su resistencia y se dejo caer de espaldas sobre la fría lamina de la lavadora, sus piernas estaban por encima de mis hombros y su panocha se movía en círculos mientras que yo le seguía chupando a todo vapor.
Me puse de pie y la vi allí tendida sobre la lavadora con sus pechos apuntando al techo y sus piernas bien abiertas mostrando impúdicamente su gruta de placer, abierta de par en par, sus labios rosados se destacaban y en medio de ellos su agujero abierto, listo para la siguiente batalla. Me acomode en medio de sus piernas y apunte mi garrote a la entrada abierta de su sexo, la cabeza se introdujo fácilmente, en unos instantes su calor envolvió a mi pene al mismo tiempo que esté se iba perdiendo en su humedad. Por fin mis bolas chocaron contra su culo, ella me observaba tiernamente, enseguida inicie el bombeo, adentro, afuera y de regreso, mi palo se metía y salía de esa gruta cada vez con más jugos que escurrían en pequeñas gotas hasta caer al piso.
Con mis manos sujetaba sus piernas, cuando empecé a moverme dentro de su vagina sus tetas se bamboleaban como si de dos bolsas con agua se tratara, sus pezones invitaban a chuparlos y no me espere más, me agache y coloque mis labios en uno de sus pezones para comenzar a mamarlo mientras que con las manos las masajeaba.
Ella tuvo un orgasmo más y empezó a apretar sus piernas alrededor de mi cuerpo, la penetración se volvió entonces mucho más profunda y lenta pero a la vez más sabrosa ya que las paredes de su vagina empezaron a apretarme fuertemente el pito. Mis caderas se movían encontrándose con las de Catia, su vagina estaba completamente empapada de nuestros fluidos, podía sentir como los pliegues internos de su vagina se iban restregando milímetro a milímetro con la roja cabeza de mi pene. Poco a poco me iba acercando a mi orgasmo, mis caderas se movieron más rápido a la vez que la respiración se me agitaba a pasos agigantados; me agache para besarla, nuestras lenguas se enredaron en un profundo beso que hacia que nuestras lenguas se buscaran para pelearse entre ellas y ver cual podía entrar más profundamente en la boca del otro.
Estaba con la verga bien adentro de esa rica panocha cuando gruesas y espesas gotas de esperma comenzaron a salir disparadas de mi pito, mi amante soltó un descomunal grito que posiblemente se escucho por toda la casa. Continué moviéndome dentro de esa húmeda rajada hasta que la flacidez de mi verga me impidió seguir. Luego los dos quedamos tendidos ahí sobre la lavadora. Catia me hizo prometerle que esto se volvería a repetir en alguna ocasión y por supuesto que yo no me iba a negar, esta había sido una cogida excelente que por supuesto me gustaría repetir.
Continuará

Jendayi (de Cazzique)
27 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
Pasaba con mi auto fuera de la secundaria por donde estudia la hija de mi hermano, Jendayi, ella acaba de cumplir los quince años. Era temprano y los chicos se supone deberían de encontrarse en clase. Pero como de costumbre se veían por los alrededores varios grupillos de chicos y chicas, algunas parejillas y algunos otros solos, simplemente sentados sobre las bancas del parque perdiendo el tiempo.
Fue justamente una parejita la que me llamó la atención, pues se encontraban en pleno agasajo; según ellos se encontraban escondidos detrás de algunos árboles, pero eran inmediatamente visibles desde cualquier ángulo. Las manos del chico se paseaban por las nalgas de la nena, obviamente sobre la falda escolar, y ella lo tenía fuertemente abrazado del cuello. Pero lo que justamente me puso sobre aviso fue la cabellera de la chica. Inmediatamente detuve el auto, aparcando a un costado del parque y descendí de la unidad. Me acerqué a los jóvenes que ni siquiera notaron mi presencia.
– ¿¡Jendayi!? – dije con voz fuerte.
Inmediatamente los chicos se separaron y pude ver efectivamente que se trataba de mi sobrina, ambos trataron de escapar, pero los logré sujetar con fuerza por los brazos.
– ¡Esto se lo vas a tener que explicar a mi hermano! – dije mirando a la nena.
Jendayi solamente se me quedó mirando con cara de asustada y dejó de presentar resistencia quedándose completamente inmóvil. El chico al que enseguida identifiqué como uno de nuestros vecinos logró zafarse y cobardemente echó a correr.
– Sígueme jovencita, tenemos que platicar largamente.
Abordamos el auto y manejé directamente hasta la unidad en donde vivimos. Mí hermano vive en otro edificio diferente pero ambos en la misma unidad, el chico con el que mí sobrina se encontraba vive justamente en el departamento que está debajo del mío. Entramos al departamento y enseguida la hice sentarse en la sala.
– Muy bien... ¿Vamos a ver que es lo que tenemos que hacer?
– ¡Por favor tío, no se lo digas a mis papás!... ¡Ya sabes como se ponen!
– Pues con lo que vi, no creo que sea para menos.
– Mira, te juro que haré lo que me digas... ¡Pero no se los digas!
– En realidad ¿Qué no te das cuenta del riesgo que corres? – desde ese momento le solté todo un discurso.
– Ya sabes que hay mucha gente mala en la calle.
– Sí tío, pero es la primera vez... ¡Te juro que no vuelve a pasar!
– ¡Vamos, tú sabes que eso que dices es mentira.!
– ¡En serio que no tío!
– ¡Mira, vamos a hacer algo!
– ¿Qué?
– ¿Dime que sientes cuando estás con él?
– ¡Este... bueno... pues... ¿para que lo quieres saber?
– ¿Quieres o no quieres que se lo cuente a tus padres?
– ¡Pues claro que no quiero!
– ¿Entonces contesta a mis preguntas?... ¿Qué sientes cuando te toca?
– ¡Pues rico!
– ¿Sentirías lo mismo si yo te tocara así?
– Mmmm, no sé.
– Pues vamos a intentarlo... ¿Te parece?
– Nooo, tío... ¿Cómo crees?
– ¡Bueno, pues entonces tú decides! ¿Si no me dejas le cuento a tus papás?
– ¿Pero como así tío?... Eso no esta bien.
– ¡Pues lo que tu hacías en la calle tampoco.
– Sí, pero no es lo mismo.
– ¿Cómo que no?... Casi te desnuda en plena calle.
– ¡No es cierto eso!
– ¡Pues lo que yo vi era justamente así!... ¡Te estaba agarrando las nalgas!
– Pusss, sí... pero eso es diferente.
– ¿Qué tiene de diferente?
– Pues que tu eres mi tío, y...
– ¿Y qué?... ¿Te da miedo?... ¿Te da pena?...
– ¡Pues es que no es lo mismo!
– Esta bien, mira vamos calmarnos los dos... ¿Te parece si pongo una película?
– ¡Bueno!
Me levanté y busqué entre mis discos de DVD una película pornográfica, encendí la televisión y el aparato reproductor de DVD y me senté a un lado de mí sobrina. Ella no dijo nada pero al ver de qué se trataba miró para otro lado.
– Vamos, vela... así de menos sabrás lo que se debe de hacer.
– ¿Cómo crees que voy a ver eso?
– ¡Dijiste qué harías lo que te pidiera!... ¿No?
Mi sobrina no dijo nada más y comenzó a ver la película pornográfica, noté enseguida que ella se sentía un poco incomoda al principio, pero poco a poco se fue interesando por las escenas de sexo que allí se protagonizaban. Después de la primera cogida me levanté y fui hasta el baño, me tardé más de la cuenta, en realidad estaba espiando a mi sobrina desde el pasillo. Su reacción después de un rato fue poner verdadera atención a las escenas.
Puso sus manos sobre sus rodillas sin animarse a avanzar más, pero noté como apretó los muslos. La dejé estar allí hasta que la segunda de las cogidas terminó, me acerqué despacio desde atrás sin hacer ruido y luego estiré mis manos atrapando sus hombros levemente, ella no dijo nada pero fingió que la película no le interesaba. Por mi parte inicié un suave masaje en sus hombros y su cuello. Mi sobrinita se fue dejando llevar sin decir nada y viendo de reojo las escenas de seco en la pantalla. Mis manos continuaron con su trabajo, pero esta vez comencé a meterlas un poco debajo de su camisa escolar de color blanco.
– ¡No tío! – dijo ella levemente inclinando un poco su cabeza.
– ¿Por qué no?... ¿Sientes feo?
– No sigas tío. – dijo ella retorciendo su espalda.
– ¡Tranquila, solamente es para que te relajes un poco!
– ¡No tío!
Obviamente continué dándole el suave masaje y avanzando cada vez un poco más, ya le acariciaba todo el hombro por debajo de la camisa blanca sintiendo en mis dedos la suave tela de su sostén. Jendayi únicamente se retorcía levemente o inclinaba la cabeza a un lado o el otro. Bajé un poco la mano por su parte frontal siguiendo el tirante del sujetador. Ella respingó un poco, retiré lentamente la mano por el mismo camino que había seguido y continué con el masaje sobre los hombros, esta vez recorriendo ese camino y avanzando lentamente más hacia abajo.
La respiración de mi sobrina se agitaba poco a poco. Mi mano siguió avanzando y por fin toqué el inicio de sus senos. Para estos momentos la respiración de Jendayi ya se había agitado considerablemente y entrecerraba los ojos. Por fin atrape entre mis dedos los pechos completos y los sobé lentamente.
– ¡Nooo tío!
– ¡Tranquila, relájate!
Continué amasando sus senos delicadamente y sintiendo lo duros y firmes que los tenía. Pare reafianzar mi posición ahora, me incliné hacía el frente y comencé a besar su cuello, ella se retorció de placer.
– ¡Noooo! – dijo entrecortadamente y casi en un susurro.
Seguí con la misma estrategia hasta que noté que ella dejó de resistirse y comenzó a aceptar mis caricias. Fue hasta entonces que me separé de ella y corrí a sentarme a su lado, tomé entre mis manos su carita y la besé en los labios, primero levemente, sólo poniendo mis labios sobre los suyos. Ella fue la que abrió su boca para permitir que mi lengua la penetrara profundamente. La recosté contra el respaldo del sofá en el que estábamos y comencé a desabotonarle el suéter del uniforme. Su blusa blanca fue quedando al descubierto dejando apreciar debajo el sostén de color blanco y ese par de senos que ya habían estado en mis manos. Volví a acariciar su cuello y mi mano buscó poco después el broche que sujetaba su cabello. Lo solté y la cabellera rubia y un poco revuelta de Jendayi cayó sobre sus hombros.
La seguí besando, metiéndole la lengua lo más profundamente posible y buscando su lengua para juguetear con ella. Tomé con una de mis manos su mano derecha y la puse sobre mi pantalón, dejando que ella sintiera la potencia de mi pene que se encontraba completamente erecto. Al principio la mano de mi sobrina se estuvo quieta, sin ningún movimiento; pero poco a poco comenzó a tomar confianza y empezó a reconocer ese terreno sobre el que se encontraba. Palpó delicadamente el largo tronco y llegó hasta la cabella gorda e hincada.
– ¡Bájame el cierre y tócalo. – le dije.
Ella tardó un poco pero comenzó a hacer lo que le había pedido, sentí cómo torpemente bajó el cierre de mis pantalones y sus dedos se introdujeron en busca de la dura herramienta, me tocó la cabeza con timidez y continuó recorriendo el tronco, esta vez directamente sobre la piel ya que yo no uso calzones. Sus dedos trémulos se movían torpemente sobre la caliente y gruesa barra de carne que estaba recostada de lado.
Yo por mi lado comencé a desabotonar la blusa escolar y dejé al descubierto su sostén de color blanco, me apoderé de una de sus montañitas y la estrujé con ternura, luego bajé la copa del sostén admirando su pezón erecto, su aureola era grande y levemente levantada. No lo dudé y comencé a pasar mi lengua por la ardiente piel de mi hermosa sobrina.
– ¿Qué me haces, tíooo?
La chica se dejó mamar el seno sin resistir y entonces le pedí que me bajara el pantalón. Sacó su mano de la bragueta y comenzó a desabrochar el cinturón. No lo logró así que tuve que ayudarla y levantando las caderas dejé que Jendayi deslizara mis pantalones para abajo, dejándolos en mis rodillas. La verga llena de venas y vello enmarañado en la base quedó ante sus ojos que maravillados apreciaban el tamaño del instrumento. Nuevamente su manita se apoderó del grueso palo y lo apretó con torpeza.
– ¡Te voy a enseñar!
Le fui indicando paso a paso lo que debería de hacer cuando mi garrote se encontrara en su mano, ella obedientemente comenzó a mover la mano de arriba para abajo, descubriendo la púrpura cabeza que por primera vez veía aparecer ante sus ojos oscuros. Asombrada ella contempló como la piel del tronco se movía para abajo y luego nuevamente volvía a cubrir la gran cabeza en forma de hongo que coronaba la tranca. La ardiente mano de mis sobrinita se estuvo moviendo delicadamente sobre mi grueso armamento por muchos minutos, tiempo durante que cual yo ya le había quitado completamente el suéter, la camisa y el sostén, le había mamado los dos senos y estaba ahora acariciando sus piernas. Comencé desde las rodillas y lentamente fui subiendo por la suave piel hasta llegar a sus muslos. Toqué su entrepierna con la contra cara de los dedos y poco después comencé a jalar la prenda.
– ¡No tío, eso no!
– ¡No tengas miedo pequeña, ya veras que te gusta mucho!
Jalé por completo las bragas hasta dejarlas en sus tobillos. El aroma de su sexo ya húmedo inundó mis fosas nasales y me enardeció más. Me levanté y jalé sus bragas hasta sacárselas completamente; puse sus piernas sobre mis hombros, ante mí estaba ahora su cuquita completamente desnuda. Su mata de vello estaba completamente ensortijada y en la parte de abajo se dibujaban los labios vaginales apretaditos uno contra el otro. Acerqué mi cara enseguida y ataqué con mi lengua la cálida hendidura.
– ¡Mmmmmm, oh! – gimió mi sobrina.
Mi lengua comenzó a trabajar rápidamente sobre sus labios, lamía cada uno separándolos y humedeciéndolos, Jendayi sujetaba mi cabeza con sus manos. Ella se encontraba recostada de espaldas sobre el asiento del sofá y su cabeza quedaba levantada por el respaldo del mismo, sus piernas se encontraban en mis hombros y su falda escolar estaba enrollada en su cintura. Trabajé delicadamente sobre los labios y la humedad en la panochita de la nena comenzó a crecer.
– ¡No, tío, no!... ¡Qué me estas haciendo! – decía ella pero sin resistirse.
En pocos minutos ella soltó un fuerte gemido a la vez que su cuerpo completo se convulsionaba preso de un espasmo de inenarrable placer. Sus jugos escurrieron por entre esos suculentos labios y mi lengua los buscó presurosa para tragar toda la venida de mi querida sobrinita. Después de su orgasmo comencé a inspeccionar su conchita abriendo con mis dedos sus labios vaginales, pude ver el himen que aún no había sido roto. Y su agujerito apenas abierto un poco.
Me levanté después de esto y le tendí la mano a Jendayi, ella obedientemente me siguió hasta la recamara, debo decirles en este momento que yo vivo solo, soy divorciado, pero nunca tuve hijos con mi mujer, ahora tengo cincuenta años.
Llevé a la criatura hasta mi cama y la recosté boca arriba sobre el suave edredón, su cuerpo lucia fantástico, firme, joven y de piel suave y sedosa. Su cabellera rubia que le llega un poco por debajo de los hombros estaba ahora revuelta y desordenada sobre la cama bajo su cabeza. En su mirada se apreciaba el miedo a lo desconocido y la curiosidad de la inexperiencia. Me coloqué al lado de ella y la comencé a besar en los labios, luego recorrí su cuello, sus tetas, su estómago y nuevamente su vagina. Le di una nueva mamada hasta hacerla estallar nuevamente en otro orgasmo. La hice entonces hincarse sobre el colchón y me paré frente a ella con el enhiesto palo apuntando a su cara.
– ¡Te voy a enseñar cómo lo debes de mamar!
Un poco renuente ella fue siguiendo las instrucciones que le daba, tomó con su mano el tronco y lo movió justamente cómo le había enseñado, le pedí que con la otra mano acariciara las grandes bolas que se bamboleaban debajo. Luego le dije que abriera su boquita y dejara que la punta fuera atrapada por sus labios. Lo hizo lentamente y por fin pude sentir el calor de su boca atrapando el glande de mi garrote.
– ¡Abre más la boca, deja que entre! – le pedí.
Jendayi abrió lo más que pudo la boca para dejar que la barra se deslizara un poco más hasta dejar que la cabeza se perdiera dentro de su candente boca. Le dije como seguir, le pedí que acariciara con su lengua mi barra y que con sus labios mamara el tronco. También le dije que mientras la estuviera metiendo y sacando de su boca me masturbara con su manita. Afortunadamente mi querida sobrinita no era ninguna chica temerosa y dejaba que la fuera guiando mientras ella procuraba hacer las cosas lo mejor posible. Aprendía rápidamente y le gustaba lo que hacía.
Pasados algunos minutos sentí como en mis bolas se comenzaba a formar una potente orgasmo, le pedí a mi sobrina que apurara los movimientos y ella siguió mis instrucciones, tenía la verga bien clavada en su linda boquita cuando solté la primera descarga de leche, ella tomada por sorpresa se echó para atrás sacándose la barra y las siguientes descargas pegaron en su cara y en su pecho. La primera descarga se la tuvo que tragar forzosamente. La leche seguía saliendo y estrellándose contra su cara y pecho, gruesas y pesadas gotas escurrían por su barbilla y se alargaban hasta caer sobre sus senos pequeños pero firmes y dispuestos. La dejé completamente bañada en leche y por último le pedí que se volviera a meter mi verga en la boca para limpiar los residuos que de ella todavía salían. Ya más repuesta, mi sobrinita abrió su boca dejando que la verga la penetrara y chupó aunque con un poco de repulsión los jugos que todavía escurrían de la punta. Afortunadamente se fue acostumbrando al sabor del semen y siguió mamando hasta que me dejó la barra nuevamente dura como el hierro.
– ¡Eres virgen!... ¿Quieres dejar de serlo?
– ¡No!
– ¡Bien... entonces no te preocupes!
Me bajé de la cama y acomodé a mi sobrina sobre el colchón, la puse a cuatro patas en la orilla y su hermoso culo quedó a mi disposición. Me hinqué para quedar a su altura y sin más comencé a besarle las perfectas nalgas, busqué con mi boca su orificio trasero y con mi lengua lo lamí y penetré. Luego de dejarlo perfectamente humedecido con mi saliva metí uno de mis dedos, primero la puntita y muy despacio fue avanzando. Tardé cerca de diez minutos en conseguir que se lo devorara por el ano. Comencé a bombearla muy lentamente y poniéndole mucha saliva para una perfecta lubricación. Su ano se comenzó a distender poco a poco facilitando la entrada de un dedo más, en este lapso de tiempo ella había logrado alcanzar un nuevo orgasmo y sin ni siquiera haberla tocado de la panocha.
Cuando me cercioré de que su culo se encontraba perfectamente preparado y ensanchado me levanté y me coloqué detrás de ella apuntando con la punta de mi garrote a su agujerito. Me puse más saliva y comencé a forzar su ano. La gruesa cabeza se enterraba un poco y salía por un lado o hacia arriba. Jendayi se quejaba pero no oponía resistencia ni intentaba hacerse para otro lado. Hice el intento en varias ocasiones pero en todas fue infructuoso. Decidí que lo mejor era cambiar de posición, le pedí a mi sobrina que se recostara boca arriba en la cama y que abriera sus piernas lo más que pudiera, ella así lo hizo y yo acomodándome entre ella apunté mi verga contra su ano nuevamente. Le puse más saliva a la cabeza y la dirigí a la estrecha cavidad. Empujé y la punta comenzó a ingresar, pero en un espasmo de su esfínter la barra salió disparada hacia arriba.
– Ábrete las nalgas con las manos. – le pedí.
Mi sobrina metiendo sus manos por debajo de sus nalgas se abrió los cachetes dejándome a la vista su arrugado y apretado agujerito trasero, sobre este babeaba considerablemente su panochita. Nuevamente volvía a empujar con mi ardiente barra y esta vez logré que la cabeza completa se metiera en su agujero. Jendayi se quejó, pero no se movió para impedir que continuara. Muy lentamente y con fuerza fui empujando en su estrecho ano y milímetro a milímetro la barra se fue deslizando en su interior. Tardé cerca de veinte minutos hasta lograr enterrarle la barra completa, fue un verdadero triunfo el sentir como mis bolas chocaban contra sus nalgas. Me quedé quieto en lo más profundo de sus entrañas, el calor que me brindaba y lo apretado de su agujero podrían conseguir que me viniera sin siquiera moverme.
– ¿Te dolió? – pregunté sin salirme.
– ¡Mucho!... Se siente raro.
– ¿No sientes rico?
– Si, pero se siente raro... Nunca había tendido nada adentro.
Moví mis caderas de un lado para otro sintiendo su ano apretándome y entonces me decidí, comencé a sacar el garrote, pero solamente lo saque hasta la mitad y volví a regresar lentamente. Ella levantaba la cabeza tratando de mirar como la penetraba, pero definitivamente la mejor visión la tenía yo. Mi verga estaba enterrada justamente debajo de la unión de sus labios vaginales, cuando la sacaba el ano salía siguiendo mis movimientos y cuando la volvía a clavar su culo se hundía junto con mi barra. La sensación es por demás indescriptible. Varias veces le tuve que poner saliva para que no comenzara a rozar la carne y a molestar. Mis movimientos fueron lentos pero profundos y laterales a la vez. Mi sobrina llegó a su orgasmo dos veces más antes de que yo le soltara toda la crema en lo más profundo. Al sentir mi leche quemar sus entrañas ella tuvo su último orgasmo de ese día, para esos momentos ya mi garrote entraba y salía rápidamente y ella se arqueaba para que la barra la penetrara profundamente.
Cuando comencé a sacar mi verga completamente llena de mi leche su agujero se quedó muy abierto y estuve apreciándolo, ella se lo tocaba y me preguntaba que si le iba a quedar así. Le contesté que en unos pocos minutos se le iría nuevamente acomodando. Nos quedamos recostados en la cama unos minutos, después nos metimos a bañar. Por la tarde mi sobrina se fue a su casa y me llamó en la noche.
– ¡No me puedo ni sentar, tío!... ¡Eres muy malo! – dijo entre risas.
– ¿Cuándo vienes para que te de más? – le pregunté.
– ¡Yo creo que ya no... me dolió!
En eso llegó mi cuñada a preguntarle algo y tuvo que colgar, pero justamente a los tres días mi sobrina Jendayi se volvía a presentar en mi casa para repetir la sesión, sesión que ahora se repite cada semana por lo menos una vez.
Fin

Mis tres ángeles, Parte 02 (Final)
27 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
En el relato anterior, después de haber "comido" la panochita de mi hija Angélica (la mayor de 8 añitos), tocaron la puerta y sin muchas ganas, tuve que ir a abrir, eran mis otras dos bebecitas, Clarita y Rita, que venían de jugar. Les pregunte que como les había ido y muy contentas me respondieron que se habían divertido mucho, preguntaron por su hermana mayor y corrieron a buscarla. Afortunadamente Angeliquita ya estaba vestida, viendo la televisión en mi recamara, sus hermanitas se acostaron con ella y yo que quede en la sala, pensando la suerte que tenia, al haber podido iniciar a mis niña en los juegos sexuales.
Ya entrada la noche, cenamos y escuchamos música hasta que las tres niñas dijeron que tenían sueño y se querían acostar, se fueron a cambiar de ropa y en eso timbro el teléfono, conteste y era mi esposa, que inquieta me preguntaba como me había ido en mi primer día con las niñas. Le conteste que bien, que no daban problemas y que ya estaban por acostarse, llame a mis bebas para que hablaran con su mamá y después de despedirnos, se fueron a dormir.
Me bañe para disponerme a dormir y como veía que Angélica no venia a mi recamara, pensé que ya estaría dormida y me acosté, para descansar. Estaba quedándome dormido, cuando sentí una mirada que me inquieto y abrí los ojos, angélica estaba parada a un costado de la cama, observándome detenidamente, solo tenia puesta una camiseta y sus pantaletitas. Le comente que me había asustado y ella sonriendo me contesto que solo estaba esperando a que sus hermanitas estuvieran dormida, para poder seguir "jugando" como en la tarde.
Hice a un lado las sabanas, invitándola a acostarse, ella se acomodo del lado izquierdo de la cama y abrazándome me dijo: Papi, quiero que me "comas" mi panochita como en la tarde. Solo la bese y de inmediato ella correspondió a mis besos, pero se notaba que estaba ansiosa de gozar, así que sin perder el tiempo le pregunte que si había puesto seguro a la puerta y ella se levanto para colocarlo. Le pedí que prendiera la luz y que por favor se desnudara, sonriendo se quito si camiseta y lentamente deslizo sus calzoncitos. Cuando se estaba acomodando en la cama, le dije que colocara sus pies a los lados de mi cabeza y que poco a poco se fuera inclinando, para que quedara sentada en mi cara, con su vaginita directamente en mi cara. Al hacerlo, vi cono su panochita se abría un poco, dejándome ver lo rosadito de su interior, cuando al fin sentí sus pequeños labios vaginales en mis labios, comencé a deslizar mi lengua por toda su rayita, hasta llegar a su pequeño anito, al sentir mi lengua, se estremeció y me dijo que sentí muy rico, acariciando sus nalguitas, seguí mamando su conchita hasta que comenzó a respirar agitadamente, llenando mis labios con su néctar tan delicioso, se sostuvo con sus manos de la cabecera de la cama, porque se le habían ido sus fuerzas, por el orgasmo sentido.
La tome de su espalda y la recosté en la cama, ella estaba como desmadejada y dándole besos tiernos, le pregunte si le había gustado la forma en como le mame su panochita. Ella sonriendo, me dijo que había sentido mas placer que en la tarde, que cada vez que le comía su vaginita, sentía mas rico. Cuando se repuso, me pregunto si quería que ella me comiera mi pito. Escuchar esta palabra salir de sus labios, no podía creer, que mi pequeña nenita, tuviera el poder de excitarme solo con sus palabras.
Acostado como estaba, ella se recostó, quedando su cara en mis muslos y tomando mi miembro con su manita, comenzó a acariciarlo, lo observaba detenidamente y besaba la cabecita, sacando su lengua comenzó a recorrer mi verga y con su otra manita, acariciaba mis testículos. Mi excitación era grande y le suplique que por favor, ya se lo metiera en su boquita, ella sonriendo lo introdujo y comenzó a succionar, trataba de metérselo lo mas que podía, pero, solo llegaba a la mitad, así siguió por unos 10 minutos, hasta que me fue imposible contenerme y comencé a eyacular en su boquita, no le avise y la tome desprevenida, pero no hizo intento alguno por separarse de la verga de su papá.
Mis espasmos fueron disminuyendo y ella continuaba succionando, bebiendo todo el semen que salía, hasta que me dejo limpio, sin resto alguno. La tome en mis brazos y la bese ardientemente, agradeciéndole lo rico que me había hecho sentir. Aun pude percibir que en sus labios había un poco de semen y aun así, seguimos jugando con nuestras lenguas. Yo estaba cansado, ya que dos eyaculaciones en un rato, cansan a cualquier personal considerada como "normal" ella me abrazo y le dije que si nos dormíamos un ratito, mi niña puso cara de frustración y le pregunte por que hacia pucheros. Me contesto que quería seguir "jugando" otro rato, le explique que cuando un hombre "vacía" su leche, quedaba cansado y que tenia que reposar para poder seguir gozando.
No muy contenta, me dijo que estaba bien, pero que solo dormiríamos un rato porque no quería desperdiciar el tiempo descansando, la abrace y puse su espalda en mi pecho, quedando mi miembro en medio de sus nalguitas, le bese el cuello y quise dormirme. Pero al sentir el calor de su cuerpo y principalmente el calorcito que manaba de sus nalguitas, mi miembro comenzó a erectarse otra vez, ella volteo su carita hacia mi y me pregunto: no que nos íbamos a dormir? Besando su cuello, le explique que ella era la causante de que mi pene estuviera duro otra vez, alegremente me pregunto: entonces vamos a seguir jugando? Le conteste que si, pero que ahora quería enseñarle otras cositas. Ella solo contesto: quiero que me enseñes todo lo que sabes y haces con mi mamita.
Seguí besando su cuello, pasando por sus mejillas, mordiendo delicadamente sus orejitas y mi pene quedo aplastado en su nalguita derecha, le dije que si iba a hacer todo lo que de dijera, ella contesto: todo lo que quieras papi. Sentir sus nalguitas me excito demasiado y sin dejar de besarla, con mis dedos puse bastante saliva en la cabeza de mi pene, pidiéndole a mi niña que separa sus nalguitas con sus manos. Al hacerlo comencé a deslizar mi miembro desde su anito a su pequeña vaginita, pero como estaba muy seca, volvía a poner saliva en mi glande. Podía sentir el calorcito de su ano y usando mi mano, guiaba mi miembro, a todo lo largo de la separación de sus nalguitas.
En un momento dado, no pude aguantar mas y colocando la cabeza de mi pene en su culito, hice un poco de presión, ella echaba mas sus nalguitas hacia atrás y también las separaba. Le comente que si quería que tratáramos de que entrara en su colita, ella dijo que si, pero le avise que tal vez podría dolerle un poco, que me dijera cuando sintiera alguna molestia, consiente de que tal vez le dolería, ella dijo que quería saber que se sentía tener el miembro de su papito dentro de ella. Poniendo un poco mas de saliva en mi verga, la tome con mi mano y comencé a hacer presión en su anito, al principio no trataba de meterlo, solo quería que ella lo sintiera.
mi mano solo sostenía mi miembro y se podría decir que "picoteaba" un poco el anito de mi niña, ella separaba mas sus nalguitas y las levantaba un poco. La cabeza de mi pene podía sentir como poco a poco el anito de mi bebita, se iba aflojando, solo entraba un cuarto del glande, posteriormente, podía sentir como se abría un poco mas y con movimientos de mi cadera, iba entrando mas y mas, hasta que al sentir como la cabeza de mi pene se introducía en ella, mi niña se quejo, soltando sus nalguitas, apretando su anito, como queriendo degollar mi glande. Deje de empujar y besando su cuellito, le pregunte si le había dolido, ella me contesto que si y mucho, que no me moviera porque le causaba dolor y ganas de ir al baño. Quedamos en esa posición como unos tres minutos, sentía que me apretaba demasiado y comenzaba a dolerme el miembro, tome un poco mas de saliva con mis dedos y la esparcí a lo largo de mi tronco y en el pequeño anito de mi hija.
Podía sentir el borde de su esfínter haciendo presión a mi pene, pero después de unos instantes de haber puesto salivita en su colita, sentí como aflojo un poco y suavemente trate de introducirme un poco mas. Ella volvió a quejarse, pero no hacia intento de sacarme de ella, me dijo, que espera otro poco. Le dije que mejor, ella tratara empujar hacia atrás, para que fuera regulando la entrada, así que pasando mis manos por su pecho plano, comencé a acariciar sus pezoncitos y a besarle el cuello, le decía lo rico que sentí mi miembro el estar en ella, con estas caricias, su piel su puso chinita y tomando sus nalguitas con sus manos, las separo y comenzó a empujar hacia atrás, mi pene sintió como su anito se rompía y la mitad de mi pene se alojo en ella, mi niña solo suspiraba y volvía a empujar sus nalguitas hacia mí, ver su espalda, sus nalguitas abiertas y separadas con sus manitas, fue muy excitante para mi y no pudiéndome contener, descargue toda mi leche llenando los intestinos de mi niña, fue un orgasmo delicioso, pero a pesar de mi "venida" mi miembro no perdió su dureza a causa de la excitación que yo sentía. Mi semen, sirvió para calmar el ardor que mi bebita sentía en su colita y sirvió como lubricante, porque en el siguiente empujón, todo mi pene estaba en ella. Bese mas ardientemente su cuello y tomándola de la cintura, comencé a moverme en forma circular, ya con mi verga completamente dentro de mi nenita.
Mi pequeña, comenzó a gemir, diciendo que sentía muy rico, pidiéndome que no dejara de moverme, saque un poco mi pito y volvía a meterlo, cada vez mas profundo, tomándola de la cintura, la coloque encima de mi quedando su espalda en mi pecho y sus piernitas entre las mías, con mi mano derecha busque su vaginita y empecé a acariciar su pequeño clítoris, estaba muy duro, parecía un granito de frijol, por su tamaño que había alcanzado, al mismo tiempo que empujaba mi cadera hacia arriba y hacia abajo. Ella abrió sus bracitos que dando desfallecida sobre mi, con sus manitas agarraba las sabanas y las apretaba, comenzando a gemir mas fuerte, diciéndome: papi, que rico¡ mételo mas¡ muévete mas rápido¡ me orino papito lindo¡ pude sentir las contracciones de su anito y como cerraba sus piernitas con mi dedo sobre su vaginita. Que rico siento papá¡ mas delicioso que en la tarde¡ ayyy¡ papi, todo, todo¡ hasta dentro¡ se desvaneció y suspendí mis movientes, dejando que ella gozara.
A pesar de haber vaciado mi semen en mi nenita por tres ocasiones (dos en boquita y una en su colita) aun estaba duro mi pene y con ganas de descargar otra ración de leche pata mi bebé. Así que dejándola descansar y si sacar mi pene de su anito, continúe acariciando su cuerpecito. Le pregunte si quería cambiar de posición y ella, me dijo que si, que como quería que se pusiera. Le dije que se arrodillara en la cama, soriendo me pregunto: como los perritos? Si mi niña, como los perritos. para cambiar de posición, se levanto y quedo sentada sobre mi, aun hizo movimientos con su cintura y yo podía sentir que mi verga topaba con su intestino. Cuando se levanto, mi pito, salió de su colita, quedando sobre mi muslo izquierdo, y como la tenia de frente, pude ver, como mi semen escurría desde su anito, hasta empezar a chorrearle por las piernas.
Cuando se arrodillo, pude ver que la colita de mi niña, estaba muy abierta, se veía un boquete y me agache a observar mejor, vi que su interior estaba rojizo (ya que mi nenita tenia su culito de color cremita, colocándome de pie en la orilla de la cama, le dije que ella sola se lo metiera, se acomodo y sin meter las manos, sus nalguitas buscaban mi pene, yo me agache un poco y ella solita, al sentir mi pene cerca de su ano, comenzó a empujar hacia atrás, por mas que intentaba, no podía meterse todo mi pene, porque tenia molestia, pero yo tampoco trataba de empujar, ya que era muy excitante, ver y sentir como mi nenita trataba de meterse mi pene.
Mi piernas me temblaban por la excitación y el esfuerzo realidad, así que haciéndome hacia atrás me arrodille, besando sus nalguitas, después amontonando las almohadas en la cabecera, me recosté y le pedí a mi niña que se sentara sobre mi. Colocado sus rodillas en cada lado de mi cadera, se sentó y mi pito quedo entre sus labios vaginales, la bese ardientemente y ella correspondió con la misma pasión. Tomando su carita entre mis manos y viéndola a los ojos, le pregunte: bebita hermosa, no te lastime mucho? Ella sonriendo, me dijo que al principio le ardía mucho, pero que con la lechita que le había echado, sintió muy rico y que le gustaba sentirme dentro de ella, besándola en la cara, su cuello y en sus orejitas, de dije que como yo aun no había terminado, si quería que se lo metiera otra vez, no dijo nada y tomando con sus deditos mi pene, levanto un poco sus caderas y colocándole en la posición correcta, empujo suavemente sus nalguitas hacia abajo, metiéndose mi verga muy despacio, el semen que tenia en su anito, ayudo a que sin darnos cuenta, ya tenia todo mi miembro dentro de ella.
Basando sus pequeños pezones y acariciando sus ricas nalguitas, le ayudaba a subir y bajar, diciéndole cuanto la amaba y lo feliz que me hacia, ella me respondía: a mi también me gusta sentirte dentro de mi, quiero que llenes mi colita con tu lechita, le pedía que me apretara la verga con su anito y haciendo un puño con la mano, le explicaba como hacerlo, al apretar mi mano, ella entendió y comenzó a presionar con su anito mi pito, no aguante mucho y besándola ardientemente, comencé la ultima eyaculación de la noche. No se de donde me salía tanto semen, nunca en mi vida había tenido una relación sexual con tanto aguante, solo sabia que mi niña me hacia feliz y le gustaba todo lo que hacíamos. Cuando la ultima gota de mi semen, se deposito en ella, quedo recostada sobre mi pecho, con una sonrisa de satisfacción en los labios. Nos besamos tiernamente y aun teniendo mi pene dentro de ella, nos quedamos dormidos, hasta el otro día, cuando fuimos despertados por mi hija Clarita. Pero eso es otra historia.
Continuará

Las perversiones de Bianca, Parte 03
27 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Incesto, Jovencitos, Exhibicionismo
Habían trascurrido dos meses desde entonces hasta aquella tarde que Juan se presentó temprano en la casa, en el fondo de su corazón Bianca dudaba que Pedro cumpliera su promesa, pero cuando Juan le hizo la pregunta ella no podía ocultar su éxtasis.
Juan termino de comer su merienda ante la mirada inquieta de Bianca, entonces se levantó de la silla y fue al maletín que había dejado sobre el otro mueble de la sala, saco un sobre y se devolvió donde Bianca que no sabía cómo contener su emoción, Bianca abrió el sobre y saco todo su contenido: Había un titulo de licenciada a su nombre, una carta con membrete del cargo de Directora de la `Escuela y Colegio de hembras y varones de San Jerónimo' a partir del nuevo año escolar. Luego que Bianca había asimilado las buenas nuevas Juan dijo:
"Pedro viene esta noche para hablar personalmente contigo."
"Si que venga y si quiere cogerme enfrente tuyo que lo haga, esto me excita tanto."
Juan le sonrió con una sonrisa de amor, él estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de ver feliz a su esposa, y la dejo a ella mientras releía una y otra vez el contenido del sobre.
Juancito llego a la casa del colegio y toco el timbre, la puerta que protegía la casa del exterior se abrió y el paso luego de cerrar la puerta él echo a correr a la casa donde la puerta principal estaba abierta, entro a la sala y dejando su morral sobre un mueble fue a saludar a su mamá que estaba de espaldas en la cocina, él estaba en esa edad en que sus temas de conversación con sus compañeritos era de las niñas del colegio, su estatura y corpulencia era mayor que el promedio para un niño de nueve, de hecho era el más alto de la clase y fácilmente podía pasar por un niño en su pre-adolescencia, él era el tema de conversación de muchas niñas y adolecentes y de un tiempo se había despertado un sentimiento que él no entendía mucho sobre la figura de la hembra, un sentimiento que tampoco pasaba desapercibido por el cuerpo de su mamá, desde que él tuvo conciencia siempre vio a su mamá en estos atuendos sexys, pero ahora cada vez que la veía no podía evitar mirarle sus tetas, coño o nalgas haciendo que por su cuerpo corriera como una sensación que lo hacía sentir raro y que se reflejaba en medio de sus piernas haciendo que su pene bien dotado cobrara vida, entonces sentía pena que su mamá viera su bulto y se alejaba.
Mientras se acercaba a saludar a su mamá Juancito no dejaba de mirar sus dos grandes globos redondos que parecían sobresalir sobre la delgada y estirada tela blanca, él se quedo mirando las nalgas de su madre unos instantes y su pene inmediatamente hizo un bulto en sus pantalones, Bianca había visto a Juancito entrar a la sala y luego continuo fregando los platos que había en el fregadero, ella esperaba que él dejara el morral y corriera a darle un beso en la mejilla como era su costumbre, pero hoy se había demorado por lo que ella se extraño un poco y pensando que quizás había ido a su cuarto se volteo para cerciorarse, cuando giro su medio torso hacia la espalda vio a Juancito parado a unos dos metros que tenía fija su mirada en sus nalgas, ella se quedo esperando que él levantara la mirada pero no fue así, ella de nuevo giro su torso y continuo con sus quehaceres esperando que iba hacer Juancito, unos minutos trascurrieron luego hasta que escucho la voz en la espalda:
"Hola madre ya llegue"
Bianca volteo completamente en forma natural mientras notaba que la mirada de su hijo no sabía donde posarse si en su coño abultado que se contorneaba a través de la tela o en sus tetas redondas como melones que sobresalían por el bulto que ella hizo a la franela justo arriba del ombligo. Ella disimuladamente bajo la mirada y vio que Juancito tenía sus dos manos cubriendo su entrepierna, entonces en tono natural como si no hubiese notado nada dijo:
"¿Hola Cariño, como estuvo tu día hoy?" luego se acerco y se agacho para darle el beso en la mejilla, mientras vio que el bajo la mirada a sus dos globos a través de la tela.
Tratando de tomar el control Juancito respondió y disculpándose corrió a su cuarto, dejando una sonrisa malévola en Bianca, haciéndole recordar la experiencia en la escuela.
Cuando sonó el timbre eran las 10 de la noche, Juancito se había encerrado en su cuarto temprano como su costumbre y Juan también había ido a la cama, Bianca sabía que se trataba de Pedro y abrió el garaje desde la casa y miro al carro entrar y estacionar en el amplio patio de la casa, luego se quedo esperándolo en la puerta principal mientras se acercaba a la casa, ella recibía a Pedro como un amante y esta noche tenía suficientes motivos para agradecerle, cuando el cruzo la puerta a la sala ella se colgó a su cuello y ambos se besaron como amantes que no se habían visto en mucho tiempo, después Bianca empezó a trabajar en las vestiduras de Pedro como la profesional con movimientos seductores hasta que la camisa y el pantalón estaban en el piso de la sala dejando a Pedro en interiores, luego se agacho y trabajo en su miembro manoseándolo con las dos manos y los labios hasta que estaba exponiendo sus orgullosos 25 centímetros para luego dedicarse a darle una garganta profunda como ella sabía que le gustaba a él, toda la polla adentro hasta que los labios tocaban las bolas, minutos después el estaba explotando su semen dentro de Bianca que no dejo de tragar y mamar hasta que el miembro quedo flácido. Después ella se quito la franela y la licra quedando completamente desnuda y agarrando a Pedro por la polla lo llevó al centro de la sala. La pareja estuvieron revolcándose en el piso de la sala por una hora, mientras Bianca gemía de placer y gritaba cada obscenidad que era imposible para los que estaban en la casa no escuchar. Juan estaba dormido cuando escucho el ruido del motor que se acercaba dentro del patio de la casa, el se incorporo de la cama y se disponía a salir acompañar a Bianca mientras conversaba con Pedro pero cuando abrió la puerta los vio besándose en la puerta que se abstuvo de molestar, entonces se quedo allí con la puerta entre abierta viendo todo el show que estaba ofreciendo su esposa, después que quedo Bianca jadeando en el piso de la sala mientras se estrujaba sus tetas y coño y Pedro se incorporaba a vestirse él cerro la puerta y pensando en voz alta murmuro: "Que puta" yéndose a dormir. En la otra puerta Juancito había presenciado el mismo espectáculo mientras se manoseaba su pene y no dejaba de observar a su mamá, era la primera vez que él había visto a su mamá hacer semejante cosa con otro hombre, aunque ya la había visto comportarse de esa manera con su papá mientras ellos creían que estaba durmiendo y dejaban la puerta del cuarto matrimonial abierta. Él también había mirado a la puerta donde dormía su papá y vio que estaba entreabierta y vio una silueta, él supo que era su papá, luego vio que la puerta se cerraba, entonces él también serró su puerta del cuarto y fue a la cama desnudo sin poder apartar de su mente el espectáculo que acababa de presenciar. Después de unos minutos Bianca se incorporo del piso y sin preocuparse en vestirse se sentó en el sofá enfrentando a Pedro que La observaba mientras ella se sentaba completamente abierta con el pie derecho sobre el asiento y doblando la pierna exponiendo su coño bostezante de manera vulgar y no dejaba de acariciar las labias que chorreaban semen, Pedro la conocía por lo que sin prestarle atención dijo:
"Supongo que ya estas enterada que ahora eres la nueva directora del colegio del pueblo de San Jerónimo. Bueno vine a decirte que estoy cumpliendo con mi parte y solo pido de ti que andes con mucho cuidado."
"¿A qué te refieres?" mientras no dejaba de acariciar su sexo.
"No queremos que las cosas se salgan de control y que yo no pueda enderezar. Anda poco a poco con mucha inteligencia, te estoy enviando allá porque sé que es un pueblo fácil de manipular y si tu eres muy inteligente como se que lo es podrás satisfacer tus más oscuros y cochinos deseos."
Como si estas palabras la excitaran ella empezó a frotarse el coño casi que causándose dolor mientras gimiendo dijo: "Si Papi eso es lo que quiero."
"Bueno tienes la escuela a tu disposición, todo el personal fue reubicado y ahora tú tienes que buscar tu propio personal, tienes que comenzar ya, necesito los nombres para fines de este mes y tienes que presentarse al colegio por lo menos un mes antes que empiecen las clases."
"Por eso no hay problema. ¿Mi preocupación es donde voy a vivir y mis maestras?"
"Ya eso está arreglado, ya mande acondicionar las residencias que albergaban a los monjes y que desde hace mucho tiempo estaba abandonado, esta es una construcción que está cerca de la escuela. Allí pueden vivir hasta 20 familias en completa privacidad."
"Creo que te refieres a la que está frente al parque infantil."
"Si esa es, además tu ayudante ya está en su cargo, me costó un poco pero lo logre."
"¿A cuál ayudante te refieres?"
"El sacerdote necesita que tu trabajes de la mano con él. Ustedes dos hacen un buen equipo."
"¿A qué te refieres?"
"El tipo es un pervertido como tú y lo mejor es que él va estar bajo tus ordenes."
"Explícate que no estoy entendiendo un coño"
"El tipo estaba en la cárcel por pervertido sexual, al tipo le gustan los niños y niñas, además de otras cosas raras, sus perversiones eran tan escandalosas que la iglesia no pudo protegerlo y dejo que lo encerraran en la cárcel, pero por mis contactos en Roma logre que el tipo fuera asignado a esa iglesia después que logre anular su pena. Ya hable con el tipo personalmente y está amenazado, él solo podrá hacer lo que tú le permitas hacer o de lo contrario va desaparecer para siempre, esas son sus órdenes."
"Me encanta. Umm"
"Espero que no me falles zorra, mira que he puesto demasiado sobre el fuego por ti."
"No te fallaré cariño, me encanta que me llames zorra aunque prefiero que me digas perra."
Después que Pedro salió de la casa Bianca recogió las cosas que estaban tiradas en el suelo, entonces levanto la mirada a los cuartos de su hijo y esposo y mordiendo su labio fue a dormir.
Cuando entro al cuarto Juan estaba sentado en la cama apoyando la espalda a la cabecera de la cama mientras leía un libro, ella le sonrió y él un poco serio le dijo:
"Cariño no te pareces que exageraste un poco hoy, es la primera vez que te comportas de esa manera aquí en la casa cuando esta Juancito, tu sabes que te amo y dejo que hagas lo que quieras no importa lo que sea pero otra cosa es Juancito, él es apenas un niño y además nuestro hijo."
Bianca sabía lo que Juan le insinuaba. Era verdad era la primera vez que ella estaba tan excitada, había muchas veces que ella fue cogida por sus clientes en su propia casa a veces en presencia de su esposo, una vez cinco hombres la follaron todos a la vez en la sala mientras su esposo veía desde el cuarto como sabía que lo estuvo haciendo hoy, pero esas veces siempre Juancito no estaba en casa, pero hoy ella estaba demasiado excitada tanto por la noticia como por la vista de su hijo en la tarde mientras no dejaba de mirarla, ella prácticamente obligo a Pedro que la follara esta noche a sabiendas que su hijo estaba mirándola desde el cuarto, y eso la excito aún más. Calmadamente como si todo estaba normal ella dijo: "No exageres tanto cariño, que yo me encargo de nuestro pequeño, todo va estar bien es cuestión de tiempo que él empiece aceptar la clase de madre que soy, y además muy pronto vamos a dejar este lugar y estoy segura que él va ver muchas cosas. Lo único que te pido es tu apoyo en cualquier cosa. Prométemelo"
Juan que no podía llevarle la contraria a su amada dijo: "Esta bien, pero prométeme que no voy a tener problemas, y no lo obligaras hacer algo que él no quiera hacer."
"Prometido cariño, por eso es que te amo tanto." Abalanzándose sobre él y ambos rodaron en la cama entregándose a las caricias como dos enamorados. Al siguiente día después que Juan había salido para el trabajo Bianca se levantó y se puso las mismas licras y franela que tenía el día anterior entonces fue a la cocina a preparar el desayuno de su hijo que debería estar preparándose para ir al colegio, ella estaba pendiente de la puerta del cuarto de él y cuando lo vio salir disimulaba que estaba distraída en la cocina dándole la espalda, era normal que el salía del cuarto con su uniforme listo para ir a la escuela y después de darle el beso de buenos días se sentaba a la mesa a esperar que su mami le sirviera los emparedados. Bianca empezó a contar mentalmente esperando que en cualquier momento su Juancito dijera "Mami buenos días" y fuera y le diera un besito tierno en la mejilla pero hoy se estaba retrasando más de lo normal, entonces ella disimuladamente volteo y lo vio de nuevo allí cerca de ella como una estatua con la mirada sobre su trasero, esta vez ella se giro y dijo: "Hola cariño dormiste bien" Juancito apenas levanto la mirada y sus ojos se encontraron, con voz temblorosa respondió y fue y le dio el beso casi que con susto y fue a la mesa a sentarse sin levantar la mirada. Bianca esperaba que él fuera un poco más agresivo y se sintió desilusionada y un poco culpable, quizás había ido demasiado lejos, él era apenas un niño que se sentía todo avergonzado. Ella le sirvió el desayuno y se sentó a un lado de la mesa observándolo mientras él sin levantar la mirada trataba de llevarse el emparedado a la boca. Bianca respiro profundo entonces después de pensar un poco dijo:
"Cariño te voy a preguntar algo y necesito que tú seas sincero conmigo ¿Puedes cariño? Es muy importante para mí."
Él solo movió la cabeza en señal de aprobación, Bianca esperaba un sí, pero estaba bien por ahora entonces agrego: "¿Tú sabes cuál es la diferencia entre una niña y un niño?"
Con voz entre cortada dijo: "Si"
"¿Donde lo aprendiste?"
"Todo mundo sabe eso" dijo con voz sonara como si la pregunta fuera tonta, que si lo era, pero sin levantar la mirada.
"Si bueno es verdad todo mundo lo sabe, soy una tonta al preguntarte semejante tontería, pero entienda es un poco difícil para una madre hablar de estos temas con su hijo, debería ser tu padre, entre hombres se entienden, pero él me dijo que hablara contigo de este asunto. ¿Perdona si mis preguntas resultan ridículas pero necesito que me respondas, está bien cariño?"
Él volvió de nuevo a afirmar con la cabeza. Bianca agrego "¿Cariño tu sabes porque Dios nos hizo diferentes al hombre y la mujer o a los niños y las niñas?"
Juancito se quedo pensativo, en su corta vida nunca se había preguntado el porqué había diferencias entre ellos y las niñas, entonces dijo: "No"
Bianca noto una diferencia en el tono de la voz a un poco más amable, ella respondió: "Dios nos hizo diferentes porque las mujeres o niñas somos las hembras en el reino animal y los hombres y niños son los varones o machos del reino animal y nos hizo así porque uno es el complemento del otro. ¿Entiendes porque somos un complemento del otro?"
Ya en tono un poco más amigable dijo: "Ni idea"
"muy pronto lo vas a entender cuando tengas una niña a tu lado y te sientes bien como si quisiera que estuviera allí para siempre."
Ya como si el hielo se hubiera derretido él respondió animosamente: "Me gusta cuando las niñas están cerca de mí."
"Ve cariño, a esto me refiero. También las niñas se sienten felices cuando están cerca de un niño, es un sentimiento natural que Dios nos ha dado, con el tiempo estos sentimientos de atracción van creciendo y ya no se conforman con estar solamente uno del otro." Juancito levanto la mirada por primera vez y miro a su mamá como en forma de pregunta. Bianca continuo "Luego se empieza desarrollar en cada uno de nosotros algo que llaman deseo sexual, esto sucede generalmente cuando el cuerpo de la niña empieza a sufrir cambios, sus senos empiezan a crecer y a crecer vello en sus partes intimas y al niño también le crece vello en sus partes intimas. ¿Sabes a que me refiero?"
Juancito había oído que las niñas cuando se desarrollan les crecen sus tetas y sale vello en la totona como se referían entre ellos al órgano femenino y los niños también le salía vello en el pene, él constantemente se estaba revisando para ver cuando empezaría a desarrollarse. El respondió "Si"
Bianca continuo: "Entonces aquí es donde entendemos la razón de nuestras diferencias y el deseo sexual como si fuera una mano invisible empuja a la hembra y al macho y terminan teniendo relaciones sexuales. ¿Sabes que es una relación sexual?"
Juancito se figuraba que era algo parecido a lo que había visto la noche anterior, pero dijo: "No"
"Es cuando lo que nos hace diferentes se unen en uno solo. Déjame explicarte. Ustedes los niños y hombres tienen un pene y nosotras las hembras tenemos una vagina, así es como la llaman los médicos en una relación sexual el pene penetra a la vagina que lo recibe con placer, haciendo que el varón y la hembra sientan el placer más exquisito que se pueda sentir. Dios nos hizo de esta manera, entonces no debemos sentir vergüenza. ¿Me entiendes?"
Juancito empezaba a sentir de nuevo esa sensación entre sus piernas por lo que estaba escuchando de su mamá, ahora su mirada se fijo en las tetas de su madre y una sensación recorrió su cuerpo como si aquellos globos se hubieran trasformado ante sus ojos en dos frutas apetitosas que quisiera agarrar. Bianca vio la reacción de Juancito y supo que su niño estaba pasando de nuevo por ese deseo que ella justo le estaba explicando. Ella continuo: "Cariño algunas personas desarrollan este deseo más que otras y es como si no pudieran vivir sin él, también es posible que niños y niñas tengan deseos sexuales sin que se hayan desarrollado. No debemos sentir vergüenza en ningún caso, esta es una dadiva de Dios." Ahora Juancito se sentía a gusto hablando con su madre de este tema, hace apenas unos minutos él no quería ni mirarla sin ni siquiera comprender cuál era la razón pero ahora parecía todo diferente, Bianca también noto el cambio de actitud de su hijo y pregunto, aunque con cierto temor: "Cariño toda esta conversación es por algo que paso anoche y estoy seguro que tu viste. ¿Verdad? No tengas ningún temor en responderme, es importante para mi"
Juancito sintió que de nuevo se llenaba de aquel sentimiento que apenas acababa de dejar. Bianca lo miro y cuando vio que él agacho de nuevo la cabeza alargo la mano y tomándolo por las manos dijo: "Esta bien cariño yo sabía que estabas mirando, y por eso quería tener esta conversación contigo, creo que ya es el momento que sepas algunas cosas.
Yo era una niña precoz cuando apenas tenía 8 años de edad mi cuerpo era más desarrollado de lo normal: mis caderas eran grandes y mi trasero era mi rango favorito las piernas eran largas y rellenitas, solo me faltaba que mis pechos crecieran pero aun así todos me miraban y alababan a mi madre por tener una hija como yo. También había desarrollado interés por los jóvenes, un día cuando apenas era de 9 años nos fue a visitar a la casa mi primo Antonio que era de 17 años, el chico era todo un galán y su cuerpo parecía un adonis, cuando lo vi sentí que él debía ser mi chico. Desde el día que llego yo empecé a perseguirlo y a insinuarme, siempre fastidiándolo cuando estaba en el mueble viendo tv yo me le montaba en sus piernas, otras veces me le colgaba encima como caballito y siempre iba a su cuarto en las mañanas a despertarlo, yo creo que él sabía cuál era mi intensión pero cuando estaba mi mamá cerca me evitaba, mis juegos se hacían más evidentes cada día que incluso mi mamá empezó a sospechar pero aun así ella prefería ignorar a veces incluso bromeaba del asunto frente a Antonio. Entonces un día que me levante en la mañana mi madre había salido y yo corrí al cuarto donde dormía mi primo y me desnude después me subí a la cama y me metí en las sabanas y lo desperté, ya Antonio no aguanto más y aquel día perdí mi virginidad cuando era solo de 9 años. Esta experiencia solo hizo que mi deseo sexual aumentara y durante el mes que mi primo nos visito yo terminaba en la cama con él cada día, después que se fue yo sentía un vacio que casi me volvió loca y yo sabía cuál era la causa, no paso mucho tiempo para que yo terminara teniendo sexo con todos los chicos de la cuadra y muchos compañeros del colegio."
Juancito estaba atónito escuchando a su madre, entonces como por un reflejo dijo: "¿Mi abuela no sabía nada?"
"Ella supo que yo iba a la cama de Antonio y sé que me vio mientras nosotros teníamos sexo. Un día mientras yo estaba con Antonio en la cama escuche que la puerta sonó e inmediatamente me baje y corrí a esconderme, yo esperaba que en cualquier momento ella entrara con un rejo con el que siempre me castigaba, pero no paso nada yo sabía que era ella porque vi su silueta detrás de la puerta, luego me vestí y con mucho temor Salí del cuarto esperando que ella me estuviera esperando para azotarme, la vi en la cocina y trate de ser natural, mi sorpresa mayor fue que ella simplemente me sonrió y me sirvió el desayuno. Yo perdí el temor de ser vista por ella y desde aquel día mientras estaba en la cama con mi primo yo miraba de reojo a la puerta y mi mamá estaba allí mirando.
Muchas veces las vecinas chismosas le advertían a mi madre que tuviera cuidado conmigo, pero mi mamá nunca les hizo caso, cuando me decía era algo así: `Por ahí estuvo la chismosa de Francisca debería preocuparse de sus propios asuntos' luego mi ropero cambio y cuando no tenía que llevar el uniforme del colegio siempre andaba con algo sexy. Me encantaban que me miraran y me excitaba mucho cuando los jóvenes o hombres maduros decían algo de mi cuerpo, algunos incluso me decían cosas obscenas y no me molestaba al contrario me agradaba. Cuando apenas cumplí los quince años ya no podía vivir sin tener sexo me había hecho una adicta sexual, por lo que apenas termine el colegio salí de la casa y me vine a la ciudad." Bianca termino la frase y se quedo mirando a Juancito como si esperara un reproche o algo de él pero solo veía a un niño que no dejaba de mirarla como si estuviera hipnotizado, entonces ella continuo: "Cuando tu papá me conoció yo era de 18 años y trabajaba en burdel. ¿Sabes lo que es unv burdel?" Juancito casi como si le costara decir algo respondió: "No"
"Te explico. Muchos hombres que no se sienten satisfechos con el sexo que reciben de su esposa o cualquiera que desee tener sexo con una mujer pero sin sentirse comprometido va a lugares llamados burdeles donde trabajan mujeres que se encargan de satisfacerlos y a cambio cobran un precio que ya se ha fijado, estas mujeres son llamadas prostitutas. ¿Ahora entiendes?"
Juancito afirmo con la cabeza sin decir nada. Bianca continuo: "Yo trabajaba de prostituta en un burdel donde solo entraban personas exclusivas principalmente que les gustaba tener sus asuntos en completa privacidad. Tu papá me conoció allí y desde entonces no dejo de visitarme hasta que un día me pidió que me casara con él. Yo no quería estar atada a un hombre a pesar que Juan me ofrecía todos los lujos que nunca en mi vida había conocido, pero con el tiempo nuestra relación fue creciendo en amor y entonces un día yo acepte con la condición que me dejara vivir mi vida a mi antojo y él acepto. Yo deje el trabajo y me dedique a la casa y del fruto de nuestro amor naciste tú al que me dedique de lleno hasta que cumpliste 5 años, yo pensaba que podría dejar atrás mi vida anterior. Pero poco a poco de nuevo empecé a sentirme vacía con el mismo vacio que tenía cuando mi primo me dejo, entonces regrese de nuevo al trabajo de prostituta pero no en un burdel como era antes, ahora yo tengo una lista de clientes a los que les sirvo cuando me llaman por eso es que a veces paso días fuera de la casa, otras veces los recibo aquí en la casa, cuando tú no estás, aunque no me importa si esta Juan, él sabe de mi trabajo y siempre he recibido su apoyo." Bianca de nuevo se detuvo y espero unos segundos, Juancito solo no dejaba de mirarla con sumo interés, Bianca respiro profundo y continuo: "De unos días para acá he notado que tú te quedas mirándome ya sea mi trasero, tetas o vagina cada vez que tienes oportunidad y veo que eso te gusta lo he notado porque tu entrepierna te delata, siempre te veo andando por ahí con tus manos cubriéndote. Yo pienso que eso es un signo de tu deseo sexual y eso te está haciendo cosquillas en tu pene y me alegra mucho que sea así, por eso pensé que ya era hora que conocieras a tu verdadera mamá y fue por eso que anoche tuve sexo con Pedro a pesar que yo sabía que tú estabas mirando, es mejor que tu sepas todo sobre nuestra vida de familia y no haya necesidad de ocultar nada."
Bianca alargo las dos manos y tomando las pequeñas manos de Juancito entre las suyas dijo con voz tierna pero firme: "Yo no pienso en cambiar mi manera de ser y espero que tú me aceptes de esta manera. ¿Crees que puedes hacerlo?"
Él no podría saber la profundidad de la pregunta, su tierno cerebro no estaba en capacidad de entender una pregunta como esa, pero él estaba seguro que amaba a su mamá y sonriendo a su madre respondió: "Si mami yo te acepto como tú eres."
Bianca se incorporo sobre la mesa hacia su hijo y sus tetas casi se salen sobre la franela, entonces las manos fueron a la cabeza del niño y la empujo hacía ella, después le dio un tierno beso en los labios, luego se separo y dijo con voz tierna: "Ese es mi hijo por eso es que te amo tanto."
Era la primera vez que Juancito sentía los labios de una fémina sobre sus propios labios y el sentimiento fue como si en un santiamén hubiera viajado a un lugar hermoso. Bianca se dio cuenta y entonces paso su dedo por los labios del niño y le sonrió.
Entonces agrego: "A partir de hoy espero que las niñas tengan que cuidarse de mi pequeño montante. Te digo un secreto todas nosotras tenemos mucho de prostitutas solo estamos esperando que alguien nos muestre los putas que somos."
En toda la conversación era la primera vez que usaba una obscenidad y lo hizo a propósito para ver cómo reaccionaba su hijo, él solo la miro y sonrió, ella agrego: "Cariño con el tiempo aprenderás que los asuntos sexuales son más excitantes cuando se nombran por su verdadero nombre."
En aquel momento sonó la corneta del trasporte escolar y Juancito se levantó de su asiento como siempre lo hacía cada mañana y corrió a la calle, dejando a Bianca con una sonrisa y mirada malévola.
Continuará

Fiesta familiar, Parte 13 (de Cazzique)
27 de noviembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, Jovencitos, Sexo en grupo
La noche nos sorprendió rápidamente y pronto todos nos fuimos a acostar, deje que pasaran solo un par de horas y ya en la madrugada me levante, salí de mi habitación y me dirigí al cuarto de mi hija, cuando entre todos estaban dormidos, me acerque a Vanesa y la desperté, mi hija me sonrió para luego sentarse en su cama, yo me dirigí a la cama de mi sobrinita Cintia y la destape, traía puesto un camisón largo que le cubría hasta los tobillos inmediatamente se lo levante y le baje las bragas, mi dedo previamente ensalivado fue a clavarse directamente en su culito, ella despertó y cuando me vio me regalo una tierna sonrisa.
Vanesa por su parte fue a la cama de Pedro y también lo descobijo y como él estaba solo en truza no le costo mucho quitársela y comenzarle a mamar su pequeña verguita. Con las mamadas que Vanesa da no fue mucho el tiempo que la macana de mi sobrinito ya estaba completamente dura, el despertó y vio que su prima le estaba chupando el garrote y se intimido un poco pero lo calmo mi presencia en la habitación. Vanesa traía puesta su camiseta larga yo me puse detrás de ella con la verga completamente dura, les dije a mis sobrinos que no perdieran detalle de lo que le iba a hacer a su prima ya que luego yo quería que ellos hicieran lo mismo. Levante la camiseta de mi hija y deje al descubierto su culo, luego tome mi verga entre una de mis manos y la apunte directamente a su coñito, mi hija recibió mi verga en su interior e inmediatamente nos comenzamos a mover, los niños se acercaron para ver como mi herramienta entraba y salí de la panocha de mi hija, Vanesa se quito por completo la camiseta y yo me separe de ella, le pedí que se acostara en su cama y yo me puse de rodillas en frente de ella, sus pequeñas tetas estaban al aire, yo nuevamente dirigí mi verga a su centro y la comencé a penetrar ahora más lentamente para que los niños no perdieran detalle de cómo entraba y salía la verga de esa delicada y bella panocha. Cuando lo hizo yo le dije a Pedro y a Cintia que le chuparan las tetas, ellos obedecieron y se pegaron los dos a las tetas de mi hija, cada uno por su lado, las manos de Vanesa fueron a parar al culito de su primita y a la verguita de su primito mientras yo continuaba bombeando en su panocha.
Después de un rato de estársela metiendo a Vanesa y después de que ella tuvo su orgasmo yo le saque la verga y me erguí con la barra al aire, le dije a Pedro que dejara el seno de mi hija y que me chupara la verga, mi pequeño sobrinito lo dudo por unos instantes pero luego abrió lentamente su boquita y se fue introduciendo mi barra, el sabor de los jugos vaginales de mi hija mezclado con el de mi verga no le resulto desagradable al pequeño que en poco tiempo le agarro el ritmo a la mamada que me estaba dando. Lo detuve cuando sentí que me iba a venir, descanse unos instantes y luego continué metiéndosela a mi hija. De nueva cuenta deje que ella llegara a otro orgasmo y ahora le dije a Cintia que me la chupara, ella no lo dudo e inmediatamente me la chupo como yo se lo había enseñado; su boquita se tragaba la mitad de mi verga y la estaba dejando completamente limpia, también la detuve cuando sentí que me venía.
Esta vez ya no se la metí a Vanesa y le dije a pedro que el se la metiera, mi sobrinito se monto torpemente sobre mi hija y deposito su pequeña cosita en el interior de su prima, luego ella le fue enseñando como moverse para sentir rico, Pedro no tardo en aprender como menear su pito en una panocha, entretanto yo me dedique a chuparle el culito a Cintia y meterle un dedo ahora en su vagina, mi lengua la penetraba por el ano y yo trataba de que fuera lo más profundo posible. Sentí que una de las manos de mi hija se aferro de mi verga y me empezó a masturbar, la escena era de lo más delicioso, mi sobrinito de ocho añitos montado sobre su prima de catorce, mi sobrinita de seis estaba disfrutando de mis mamadas y mi hija me estaba masturbando.
Cuando Vanesa tuvo otro orgasmo le dije a pedro que le mamara la pucha, el se bajo de su prima y puso su cara sobre su rica panocha, empezó a chupar toda la rajada de mi hijita recogiendo con su lengua y boca todos los jugos que de esta salían, le dije a Cintia que le ayudara a su hermanito a mamar esa rica panocha y ella inmediatamente se unió a la exquisita labor, de las mamadas que le estaban haciendo lograron que mi hija se viniera nuevamente en un enloquecedor orgasmo que la hizo estremecerse de pies a cabeza. Sus jugos nuevamente escaparon de su crica y los niños continuaron mamándole hasta que la dejaron completamente exhausta.
Yo les dije que se detuvieran y que descansaron por unos minutos, pasado este tiempo le dije a pedro que le chupara la vagina a su hermana, él se coloco entre las piernitas de la niña y le empezó a dar lengua a su pequeña panochita, después de un rato de que se la estuvo mamando le dije que era hora de que se la cogiera pero que él se quedara acostado, se acostó de espalda y Vanesa le ayudo a Cintia a montarse sobre la verga de su hermano, la pequeña herramienta se perdió dentro de la panochita de su hermana y ella enseguida comenzó a moverse sobre de está. Ver a los dos hermanitos en esas circunstancias me puso inmediatamente cachondo y le dije a mi hija que me la chupara mientras que ellos cogían a gusto, pasaron unos minutos y Cintia logro tener un pequeño orgasmo que la dejo completamente vencida, mi hija por su parte ya se había cansado y dejo de mamármela verga y poco después Vanesa y Cintia se quedaron dormidas en una cama mientras que yo todavía quería coger.
Pedro ya tenía su verguita completamente flácida y se empezaba a quedar dormido, yo tenía la verga a mil y ya todos se habían quedado dormidos.
Continuará