
El grupo secreto, Parte 02 (de DagonX)
17 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas
Desperté al día siguiente aun perturbado por lo que había visto en el celular de mi niña, eran las 6:30 AM y rápidamente me levante de mi cama y me dirigía la regadera, con el agua cayendo sobre mi rostro pensaba en cómo debería tratar de ahora en adelante a mi hija sabiendo ya que no era una inocente flor para nada, nuevamente las imágenes del video inundaron mi cabeza haciendo que involuntariamente mi pene se pusiera duro, trate de resistir la tentación de hacerme una bestial paja pensando en su cuerpecito desnudo pero mis bajos instintos eran más fuertes que yo, con una mano rápidamente me masturbe pensando en mi hija, el agua de la ducha servía como lubricante y poco a poco comencé a sentirme mejor de cómo estaba al despertar, ya estaba por terminar cuando de repente una voz interrumpió mi tarea manual. Era la voz de mi dulce niña, preguntándome si había visto su pequeña libreta en la sala, rápidamente le conteste que no sabía nada del asunto entonces o' como se daba la vuelta y salía de mi habitación a toda velocidad, suspiré aliviado y di por terminado mi ducha matinal.
Ya vestido con mi habitual traje, camisa y corbata baje al comedor y nuevamente me topé con mi hija, había preparado el desayuno y se encontraba sentada en la mesa comiendo unos huevos revueltos y un pan, me senté frente a ella y la contemple unos minutos en silencio, esta era la primera vez que veía a mi hija con detalle después de mucho tiempo, rápidamente me di cuenta al verla que irradiaba un aura de madurez sexual mucho mayor de lo que esperaba, sus labios rosas jugueteaban sensualmente con la cuchara de metal, su lengua húmeda salía de su boca y se relamía los alrededores buscando las pequeñas migajas de pan que se quedaban pegadas con cada mordida que ella daba, sus ojos castaños miraban atentamente la comida sobre la mesa y de vez en cuando también me observaban a mí, su mirada era tan profunda, madura y sensual que al verlos de frente me hipnotizaban y me dejaban completamente paralizado.
Una vez terminado su desayuno se levantó de la mesa levanto su plato y se dirigió al lavavajilla, fue ahí cuando aproveche para recorrer con mi mirada su cuerpo pre-adolescente, llevaba puesto su uniforme escolar, una falda ploma que se elevaba diez centímetros encima de su rodilla, una blusa blanca de manga larga y un sencillo chaleco azul que la cubría del frio, mi atención se fijó en sus firmes y suaves muslos, mis ojos subieron poco a poco y se encontraron con su bien formado trasero y delgada cintura, sin duda alguna mi hija de la cintura para abajo era la completa imagen de la perfección, mi pene nuevamente comenzó a despertar y una sed de lujuria recorrió mi cuerpo en su totalidad, quería atacar a mi hija por la espalda y cogerla brutalmente como lo hizo el tipo del video, mi respiración se aceleró y mi cabeza se llenó de sudor, con mis manos y mi fuerza seria fácil el someter a mi hija para después ponerla encima de la mesa boca abajo subir su falda, bajar su calzoncito para luego rápidamente bajarme la bragueta y liberar mi miembro endurecido, de seguro ella gritaría y se resistiría, pero entonces yo le contaría sobre el video y sobre su libreta entonces no tendría más opción que dejarse hacer lo que sea, después de todo si ella podía hacerlo con relativa normalidad con cualquier hijo de puta degenerada por que no conmigo que era su padre con más razón.
Una vez resignada me tomaría mi tiempo y la desnudaría lentamente tocando lascivamente cada centímetro de su cuerpo, al ser joven y con vasta experiencia de seguro su entrepierna no necesitaría mucha lubricación así que violentamente metería mi verga en su vagina y me deleitaría con la sensación de su estrecho interior, nunca lo había hecho con una niña me pregunto como de apretado en verdad estaría su cavidad, incluso tenia cierta duda si en verdad su vagina podía albergar mi enorme pene, tal vez podía incluso causarle algún daño interno con la primera penetrada, seria incomodo después ir al ginecólogo y decirle al doctor que el útero de mi hija se había desgarrado debido a que la viole con brutalidad, si seria realmente incómodo.
Pero bueno ese problema lo dejaría para después mientras tanto solo me enfocaría en seguir penetrando a mi hija por detrás contemplando su delgada espalda encima de la mesa y escuchando con placer todos sus gemidos y sollozos de puta, de seguro la mesa también haría ruido debido a los tremendos sacudones que producirían nuestros cuerpos chocándose con violencia, de seguro que mi hija lo disfrutaría tanto como yo de eso puedo estar seguro, luego de unos minutos no me contendría y llenaría totalmente su cuerpo con el blanco semen que en el pasado le había dado vida a ella dentro el útero de su madre, no me importaría dejarla embarazada, quizá así dejaría de trabajar para el tal DANDY y se convertiría felizmente en mi mujer, si de seguro todo aquello pasaría si tan solo tuviera el valor de atacarla ahora mismo por la espalda y volver realidad toda esta delirante fantasía.
Las palabras de mi hija me despiertan de mi trance, ella agarra su mochila y se despide alegremente de mí, yo me quedo con una expresión idiota y la veo salir de la casa a paso acelerado, el contoneo de su cadera hace que su falda se mueva provocativamente de un lado para otro mientras su larga cabellera negra se desliza entre sus hombros y cubren parcialmente su ligero busto.
Aun sentado en la mesa veo mi entrepierna y se encuentra totalmente manchada, la fantasía en mi cabeza había sido lo bastante erótica como para hacerme venir dentro de mis pantalones igual que la noche anterior, no podía ir al trabajo así, nuevamente subí a mi habitación y me cambié de calzoncillos y pantalón, en qué carajo estaba pensando, violar a mi hija claro, como si eso fuera totalmente aceptable, ahora mismo mi prioridad debería ser el alejar a mi preciosa hija de las manos del tal DANDY que la tenía empleada como prostituta para viejos degenerados.
Nuevamente revise la libreta en busca de alguna dirección o número telefónico, pero no encontré nada de nada, solo sugerencias montos y alguno que otro nombre de seguro falso, quizá era hora de tomarme un pequeño descanso del trabajo y ponerme a investigar a fondo todo este asunto, el ir a la policía no estaba en mis planes, al menos no por ahora, quien sabe si incluso alguno de esos oficiales estaba implicado en este asunto también. El grupo secreto, para encontrarlo debía seguir a mi hija a todas partes de manera oculta, tarde o temprano tendría otra cita con algún otro imbécil y ahí aprovecharía para averiguar un poco más sobre el funcionamiento de este singular grupo.
Me encontraba ya en mi segunda semana de seguimiento sin ningún resultado revelador, al parecer mi hija había estado diciendo la verdad después de todo, porque ni bien acababa la escuela en efecto ella se iba a casa de sus amigas y se quedaban ahí maquillándose y peinándose, para luego dirigirse rápidamente a casa casi entrando la noche, por un instante creí que todo lo que había visto en ese chat era solo imaginación mía, estaba por dar por concluida mi seguimiento cuando de repente un día vi a mi hija tomar otra ruta, se había despedido de sus amigas y tomo un bus hacia un lugar un poco alejado de nuestra casa, yo la seguía con mi auto a una distancia moderada para que no se percate de mi presencia, se bajó del bus y marco un numero con su celular, un hombre que se encontraba sentado en una banca a unos metros de mi hija se paró y se aproximó hacia ella, la rodeo con un brazo y la condujo hacia una enorme casa que daba signos de estar vacía pero no era así, toco la puerta rápidamente y otro hombre en su interior le abrió, ambos pasaron y la puerta se cerró, este sin duda alguna era el lugar de reunión del condenado grupo, baje de mi auto y me dirigía inspeccionar el lugar, levante la cabeza y una cámara de seguridad se posó sobre mi, este lugar estaba bien vigilado no había mucho que pudiera hacer en este preciso momento, volvía mi auto y espere a que nuevamente mi hija y su misterioso acompañante salieran, claro después de haber disfrutado de una increíble sesión de sexo, el tan solo pensar en aquello me ponía rojo de furia, ahora mismo mi hija de seguro se encontraba desnuda frente a aquel tipo chupando su verga o quizá montándose encima de ella, imaginaba sus cuerpos desnudos chocando con placer y los gemidos que mi hija de seguro se encontraba soltando ante tan salvaje sesión, no podía hacer nada más que esperar a que todo acabara dentro aquella enorme casa, debía esperar a que aquel tipo termine dentro de mi hija, solo debía esperar.
Continuará

Maty
16 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Violacion
Él se dedicaba a secuestrar jovencitas para la trata de blancas, pero no se imaginaba lo que le esperaba.
Esta última muchachita que había traído Joaquín a la casa, sin ser una belleza espectacular, estaba bastante bien, tenia todo en su lugar y de buen tamaño, sus chiches eran duras y suaves y sus nalgas eran paraditas y redondas. Tendría quizás no más de 16 años y realmente había sido muy fácil traerla, la niña había estado caldeando con su novio más de 3 horas dentro de un destartalado automóvil estacionado en una calle solitaria. Él los había estado espiando y cuando la chica se bajó del coche él pensó que el muchacho también se bajaría para acompañarla a su casa, pero el joven simplemente había arrancado el coche y se había marchado. Lo demás había sido muy sencillo, ya eran más de las once de la noche, el se bajo de su auto y se le acerco para pedirle razones sobre una dirección, la muchacha se le acerco confiada y el casi sin resistencia de parte de ella le aplico el pañuelo con cloroformo que ya llevaba preparado, la subió a su coche ya dormida y se la llevo.
Y ahora estaba aquí con ella en el departamento que había acondicionado arriba de la bodega que usaba como escondite. La aseguro de las manos con las esposas a la cabecera de la cama y la desnudo por completo y se recostó junto a ella para manosearla a su gusto, le paso las manos por las chiches, por el estomago, por la panocha, por las nalgas, por las piernas, y se relamió de gusto esperando a que ella despertara. La pensaba violar y divertirse con ella todo el DIA siguiente, ya que por la noche tendría que ir por la otra muchacha a la que le había echado el ojo, era la primera vez que se le iban a juntar dos, de manera que a la otra tendría que amarrarla en la bodega, pero no importaba, ya que de esa manera también cobraría doble y quizás podría tomarse un tiempo de descanso.
Joaquín tenía 34 años, de estatura mediana y algo gordo.
La joven despertó poco a poco en ese momento, sus ojos se abrieron extrañados como tratando de recordar que había pasado y tratando de reconocer en donde se encontraba, la cabeza le daba vueltas y se sentía mareada, descubrió al hombre que estaba junto a ella y trato de gritar, pero el hombre le tapo la boca con una mano, ella vio que estaba desnuda y el miedo se apodero de su mente.
-No quiero que grites, no quiero que hables, no quiero que hagas nada –le dijo el hombre a la vez que le acercaba una navaja a su cara- te voy a destapar ala boca, pero a la primera palabra que digas te sacare un ojo con esta navaja, entendiste?
La chica asintió con la cabeza sin entender plenamente lo que pasaba, pero si entendía que estaba con un loco y que este loco era capaz de hacerle daño en cualquier momento.
-Muy bien –dijo el hombre quitando la mano de su boca- mi nombre es Joaquín y te he traído aquí simplemente porque me gustas, quiero pasar unas horas contigo y después te dejare ir sin hacerte ningún daño, pero si no cooperas conmigo y haces todo lo que te ordene sin reparos, entonces simplemente te matare y después de cualquier forma te violare y te tirare en cualquier basurero.
Joaquín había aprendido por experiencia que diciendo esto a las muchachas que secuestraba era mas fácil que ellas cooperaran y se sometían a la violación pensando que pronto serian libres, ellas le creían porque querían creerle, porque en sus condiciones no tenían muchas opciones para elegir, pero que distinta era la verdad.
La chica por miedo o quizás simplemente por instinto de conservación, respondió que si con la cabeza.
-De acuerdo, no vas a decir ninguna palabra salvo que yo te lo ordene, ahora te voy a hacer algunas preguntas y tú me responderás con la verdad, después vamos a gozar del amor, y después te dejare ir sin hacerte ningún daño, no soy un secuestrador y no quiero ningún rescate, solo quiero tu cuerpo, contéstame si estas de acuerdo?
-Si –respondió la chica muy quedo, pensando que si accedía a las peticiones de su captor, se salvaría de ser maltratada o quizás muerta, y que dentro de algunas horas ya todo habría pasado.
-Perfecto, cómo te llamas?
-Sonia.
-Cuántos años tienes?
-15
-Eres virgen?
-No.
Joaquín quedo satisfecho con las respuestas y sin desnudarse comenzó a besar a Sonia en el cuello a la vez que le agarraba las chiches y las masajeaba dándole de pronto un fuerte pellizco en el pezón derecho, quería asegurarse de su docilidad, pero la chica pego un grito al sentir el dolor en su pezón, Joaquín se levantó y la empezó a abofetear con la mano abierta, los golpes no eran demasiado fuertes pero si lo suficiente para dejarle los dedos marcado, le pego en la cara, en los brazos y en las chiches.
-Te dije que no hablaras, estúpida, no debes abrir la boca ni para gritar ni para nada si yo no te lo mando –y no era que le importara mucho que Sonia gritara, estaban en un lugar en donde nadie podría escucharla, pero le molestaba escuchar gritos- entiendes?
-Si –contesto Sonia llorando.
Joaquín se volvió a acomodar para seguirla manoseando, le paso los labios por todo el cuerpo poniendo especial énfasis en sus senos, en su panochita y en su culito. Y Sonia instintivamente comprendió que la sumisión total era el único camino para salvar la vida, y se dejó hacer todo.
Joaquín se levantó y se desnudó lentamente, como saboreando la sumisión de la chica y el agasajo que se iba a dar con aquel cuerpo. Le soltó la mano derecha y se recostó en el lado izquierdo.
-Ahora vas a hacer lo siguiente, te vas a poner de lado poniéndome tus tetas en la cara y con tu mano libre me vas a agarrar la verga haciéndome una chaqueta lentamente.
Sonia obedeció y el se prendió a los pezones de ella lamiéndolos y mordiéndolos a la vez que con las manos le estrujaba las chiches o las estiraba para agarrarle las nalgas. Así estuvieron durante un rato, su verga no era muy grande, media 12 cms. Ya totalmente parada, y de pronto el se paro y se hinco sobre la cara de ella poniéndole la verga sobre los labios, ella entendió de inmediato y abrió la boca metiéndose mas de la mitad del instrumento mientras con la mano libre le acariciaba los huevos. Joaquín no era de los que aguantaban mucho tiempo la eyaculacion y quería probar su panocha antes de venirse, le saco la verga de la boca y se pudo entre sus piernas, las que flexiono y sin miramientos le clavo la estaca en la panochita, Sonia solamente dio un respingo y se abandono a las acometidas de su violador. Pasaron un rato así hasta que el sintió que estaba a punto de venirse, le saco la verga del chocho y se la acerco a la boca.
-Ahora te vas a meter solamente la cabeza en la boca y me la vas a chaquetear hasta que me venga y te vas a tragar todos los mocos sin desperdiciar ni una sola gota, esta bien?
Ella asintió y se metió la cabeza de aquella verga en la boca mientras con su mano la movía arriba y abajo. Nunca antes nadie se había venido en su boca y ella estaba temerosa de no poder soportarlo y quizás hasta volver el estómago cuando sintiera los mocos en su garganta, pero no sucedió nada de eso y cuando Joaquín se vino metiéndole más a fondo la verga, ella simplemente los recibió y los trago sintiendo un placer que hasta entonces era desconocido para ella, cuando Joaquín termino y sin que se lo pidiera, ella comenzó a limpiarle la verga con la lengua y apretándosela con la mano para sacarle hasta la ultima gota. Sonia ya estaba caliente aun en contra de su voluntad y esperaba con ansia lo que seguiría, después de todo –pensó- solo serían unas horas, de manera que trataría de gozarlas y después todo quedaría solamente como una experiencia más, la pobre no sabía que aquello era solamente el comienzo y que su tormento no duraría solamente unas horas, sino muchos años.
Ya casi amanecía y Joaquín tenía sueño, además de que debía estar bien despierto para aquella noche en que haría su siguiente trabajo, de manera que se recostó al revés de la chica tratando de que su verga quedara a la altura de la boca de ella.
-Ahora me voy a dormir un rato, pero quiero que te metas la verga a la boca y que no te la saques durante todo el tiempo que yo duerma, tampoco quiero que la mames, solamente que la tengas en tu boca, si te quieres dormir puedes hacerlo pero sin sacarte la verga, si despierto y no tienes mi verga en tu boca, te golpeare pero esta vez no va a ser con las manos sino con el cinturón.
Ella sin decir nada se acomodó también de lado y se metió la verga en la boca.
Así pasaron varias horas. Sonia hubiera querido sacar la verga de su boca para mover un poco la cabeza, pero no se atrevía, tenía miedo, pero aun conservaba la esperanza de que aquello terminara y quedara libre, y no quería contrariar a Joaquín.
Al filo del mediodía Joaquín se despertó, y lo primero que sintió fue la casi seca boca de Sonia en su verga, esto quería decir que no se la había sacado ni un momento, se la saco el y se levanto, vio en la mirada de Sonia que quería decirle algo pero no se atrevía.
-Habla –le dijo.
-Tengo ganas de orinar –dijo Sonia.
-Esta bien, yo también tengo ganas, de manera que lo haremos juntos.
La soltó de la cabecera de la cama pero le ato las manos a la espalda con las esposas, la llevo al baño y la sentó en el w.c., Sonia aun con la vergüenza de que la vieran orinar no le quedo otra que hacerlo, cuando ella termino, el la paro y orino a su vez y después lo volvió a sentar a ella ordenándole que le limpiara la verga mojada de orines, ella la lamió de arriba abajo limpiándola completamente.
Después la llevo a la cocina, la sentó en una silla y preparo unos huevos con jamón para comer, luego el se sentó y la arrodillo a sus pies diciéndole:
-Me gusta que me chupen la verga mientras como, de manera que hazlo y bien si es que quieres comer tu también.
Sonia como estaba atada de las manos a la espalda se acerco a la flácida verga y como pudo se la metió en la boca sintiendo casi de inmediato que esta comenzaba a crecer, Joaquín empezó a comer con toda la calma del mundo disfrutando de la mamada que le estaban dando, y cuando termino, se levanto y sirvió otro plato para ella sentándose en el mismo lugar.
-Te voy a dar de comer –dijo Joaquín- pero vamos a hacerlo de la siguiente forma, comerás una cucharada de alimento y te meterás la verga a la boca, luego tomaras otra cucharada y otra mamada y así hasta que termines.
Y procedió a hacerlo, Sonia se sentía humillada comiendo y mamando verga, pero tenia hambre y no le quedo otra que hacerlo. Al terminar volvió a limpiarle la verga que ya se encontraba totalmente parada de pequeños restos de comida que le habían quedado.
Al terminar se fueron nuevamente a la recamara en donde el le ordeno que se empinara sobre la cama y ella obedeció adivinando y temiendo lo que venia, era virgen del culo y siempre había tenido miedo de que le dieran por ahí pues suponía que le iba a doler mucho, Joaquín se deleitó viendo y agarrando los cachetes de las nalgas de Sonia y no tardo en empezar a meterle un dedo por el agujero del culo, ella se quejo pero el ni la tomo en cuenta, le embarro saliva en el ojete y acercándole la verga se la fue metiendo poco a poco, Sonia gemía de dolor pero se lo aguantaba para no gritar y en un momento dado el se la dejo ir toda arrancándole un pequeño grito a Sonia que no se pudo aguantar el dolor. Entonces el comenzó a moverse lentamente aumentando poco a poco el movimiento hasta que se vino después de algunos minutos, acto seguido le saco la verga y la sentó en la cama para que se la limpiara, Sonia aun sentía el dolor en el culo pero no se quejo y procedió a su tarea a la que ya comenzaba a acostumbrarse.
Joaquín volvió a amarrarla de la mano izquierda pero ahora la esposo a su propia mano derecha para que ella tuviera mas libertad de movimientos y se acostó junto con ella.
-Ahora vas a seguir chupándome la verga hasta que se pare y después me masturbas sin sacarla de la boca hasta que me venga, y no te apures mucho, aun me quedan unas 3 horas antes de irme.
Ella hizo lo que le indicaban alentada por la idea de que pronto el se iría y posiblemente la liberaría o por lo menos la dejaría descansar un rato.
Eran un poco más de las doce de la noche. Joaquín estaba sentado al volante de su automóvil de modelo reciente. Su vida había sido un completo desastre, podría haber sido de otro modo, había tenido las oportunidades de llevarla por otros caminos pero a el siempre le había gustado lo fácil, el dinero fácil, las mujeres fáciles, la vida cómoda.
Joaquín desconocía a ciencia cierta el destino de las mujeres que el secuestraba y entregaba, aunque naturalmente no era tonto y sabía que era la trata de muchachas blancas. El las entregaba a López y lo que el hiciera con ellas ya no era de su incumbencia, en alguna ocasión en que discretamente se lo había preguntado, el le había contestado que se ocupara de sus propios asuntos y no se metiera en los ajenos, y el así lo había hecho, sabía que con los hombres como López no se podía jugar.
Tenía más de dos horas de estar esperando cuando distinguió a lo lejos sobre la desierta calle la figura de una muchacha, era la misma que había estado espiando durante varios días, un verdadero bombón, lástima que a esta no podría gozarla como hubiera querido, pues tenía que entregar a las dos chiquillas al otro día por la mañana. Se bajó de su coche y camino para el lado contrario de donde venía la víctima, se resguardo en la oscuridad de un zaguán, y espero. Las pisadas de la joven ya se escuchaban claramente y era cuestión de segundos para tenerla a la mano, en cuanto la tuvo enfrente se le abalanzo y la abrazo por la espalda con la mano izquierda mientras que con la derecha le aplicaba a la boca y nariz el algodón con cloroformo previamente preparado, la muchacha solo alcanzo a emitir un leve gemido agitando las piernas y en unos segundos quedo como trapo en las manos de Joaquín.
En poco más de una hora estaban los dos en la bodega de la planta baja de su departamento, esposo de ambas manos a la muchacha a una varilla de acero que en forma de u sobresalía de la pared, la chica era realmente hermosa, parecía una modelo de revistas, vestía un pantalón vaquero y una blusa blanca. Joaquín sintió el deseo de violarla, pero ella continuaba dormida y de esa forma no le gustaba, le gustaba que estuvieran despiertas y verlas humilladas, por lo que se sentó en una silla frente a ella y se dispuso a esperar que despertara.
Joaquín se quedo dormido sentado en la silla, y cuando despertó eran casi las cinco de la mañana, la muchacha aun no despertaba y eso era muy raro, pensó en echarle agua fría para ver si la despertaba o si esperaba un rato más, y en eso noto que la chica comenzaba a moverse.
Gabriela (que era el nombre de la joven) despertó poco a poco de su adormecimiento, y de inmediato se le quedo viendo fijamente a Joaquín, su mirada no era de sorpresa, ni de miedo, era una mirada de odio y esto sobresalto un poco a Joaquín sin saber porque, el estaba acostumbrado a que al despertar las mujeres lloraran, gritaran y cosas así, pero esta era distinta.
-Eres un desgraciado infeliz –dijo ella en voz alta.
-No me lo digas –contesto Joaquín sobreponiéndose a la sorpresa- y si no tienes nada más importante que decir es mejor que te calles.
-Si tengo algo más importante que decir, te has metido en una bronca de la cual no tienes ni idea, te equivocaste de persona y esto te va a costar muy caro.
-No me amenaces que me voy a poner a temblar, que no te das cuenta de que eres mi prisionera, que no te intriga saber lo que voy a hacer contigo?
-En lo mas mínimo –contesto Gabriela- ya que sea lo que sea lo que pienses hacer conmigo, no tendrás tiempo de hacerlo, Maty vendrá a salvarme.
-Maty? Que es eso, un hombre o una mujer?
-Maty viene de Matías, estupido, y es el hombre con el que iba a verme cuando me Interceptaste y ahora probablemente es que se encuentre buscándome y cuando me encuentre créeme que te vas a arrepentir de lo que hiciste.
-Vaya –contesto Joaquín- pensé que era algo realmente importante, olvídalo nena, nadie nos vio, nadie nos siguió, y ni tu ni tu amigo tienen la menor idea de donde te encuentras, y menos idea tienen de donde te encontraras al amanecer, y aun en el improbable caso de que tu amigo nos encontrara, estoy más que preparado para recibirlo.
Y sacando Joaquín una pistola de entre sus ropas se la mostró a Gabriela.
-Maty es muy hábil –contesto Gabriela- y esa pistolita jamás lo espantaría y tampoco a mí, el se ha enfrentado a situaciones mas difíciles y siempre ha salido adelante, y pienso que un imbécil como tú no puede amedrentarlo, con o sin pistola.
-Mira jovencita ya basta de bravatas idiotas, deberías de estar mas preocupada por tu situación y por tu futuro que por la posibilidad de que te rescaten, o acaso no tienes miedo?
-En realidad no –contesto Gabriela- porque habría de tenerlo?, después de todo no eres más que un pobre infeliz, débil mental y probablemente drogadicto o alcohólico.
Joaquín no contesto y se volvió a sentar en la silla, estaba desconcertado por la situación, no era normal lo que estaba sucediendo, ella debería estar llorando y suplicando clemencia, y por el contrario estaba altanera y segura de si misma. Sintió un poco de miedo pero luego se tranquilizo y decidió que no había razón para ello, ya ni siquiera tenia ganas de violarla, de manera que decidió esperar a que amaneciera y entregarlas a las dos, y ahí se terminaría todo.
-El puede olerme –dijo de pronto la chica sacando a Joaquín de sus pensamientos.
-Que dices?
-Que el puede olerme y seguramente que ya está tras la pista, además de que puede correr grandes distancias y a gran velocidad.
-Estás loca – contesto Joaquín volteando para otro lado.
No habían pasado más de 10 minutos cuando Joaquín escucho el primer ruido. De momento pensó que quizás se tratara de alguna rata, pero el ya había escuchado ratas anteriormente en ese mismo lugar y el ruido no era el mismo. No era un ruido de pisadas, al menos no de pisadas humanas, mas bien eran como pasos de algún animal más grande que una rata. Se paró a un lado de la puerta y sacó su pistola, lo que sea que fuese moriría en cuanto tratara de entrar, contuvo la respiración y entonces otro sonido le hizo voltear a donde estaba la muchacha y vio que esta intentaba zafarse de sus esposas, y con gran sorpresa noto que la varilla en donde estaba esposada la joven comenzaba a doblarse, sus ojos se abrieron al doble y pensó que era increíble, ningún ser humano podía doblar esa varilla que tenía una pulgada de espesor, y menos una muchacha de esa edad.
De pronto la puerta de madera salto en pedazos como si le hubieran disparado con un cañón y tras los pedazos y astillas de madera como un bólido por el aire entro la cosa, parecía un perro pero enorme, tenía casi el tamaño de un oso y sus fauces abiertas que echaban espuma por los lados también eran enormes. Joaquín quedo paralizado por el terror, le apunto con la pistola pero el miedo la había engarrotado los dedos y no podía disparar, hizo un esfuerzo y alcanzo a disparar justo en el momento en que el perro se lanzaba sobre el, dio en el blanco pero pareció no hacerle nada a la bestia, la enorme mole cayó sobre el y sus fauces se cerraron sobre la mano que sostenía la pistola arrancándosela de cuajo sin ningún esfuerzo. La fiera se separó de el aun con la mano y la pistola en el hocico y fue a reunirse con la muchacha, la cual ya se había liberado de las esposas.
-Ya ves –hablo ella- te lo dije, te advertí que Maty vendría a salvarme y tu no quisiste hacerme caso, tuviste tu oportunidad de escapar pero la dejaste ir.
-Por favor –imploro Joaquín casi gimiendo y llorando por el esfuerzo- déjenme ir.
–Muchacho, muchacho –dijo Gabriela mientras acariciaba la cabeza del animal- no comprendes que todo esto estaba anticipadamente planeado por Maty y por mi, no comprendes que tenemos que cumplir con nuestro deber y por lo tanto no podemos dejarte ir, pues pensamos que con esto aparte de divertirnos y satisfacernos, de paso también le hacemos un bien a la humanidad al privarla de un ser tan despreciable como tu, olvídalo, tu destino ya está marcado.
La fiesta había terminado, de Joaquín solo quedaron algunos huesos que Maty y Gabriela ya no quisieron comerse por estar demasiado llenos. Gabriela subió al departamento y libero a Sonia quien de prisa se vistió y salio huyendo pues había escuchado casi todo lo sucedido.
Empezaba a amanecer y cualquiera que lo hubiera visto por la calle seguramente que no habría sospechado nada de lo aburrido, solo habría mirado a un par de jóvenes adolescentes que caminaban lentamente, una pareja de enamorados estrechamente abrazados que seguramente vendrían de alguna fiesta y que trataban de hacer el camino lo más largo posible para así poder estar más tiempo juntos.
Fin

Connie es chantajeada, Parte 01 (de Janus)
16 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, Jovencitos
Connie estaba haciendo sus deberes con atención cuando llamaron a la puerta. Suspiró. La niña de trece años se tomaba en serio sus estudios y siempre se enorgullecía de hacer un buen trabajo. No le gustaba que la interrumpieran cuando hacía los deberes, especialmente cuando había colocado el cartel de "No molestar" en el pomo de la puerta. Sus padres sabían que estaba haciendo los deberes cuando el cartel estaba colgado. Eso significaba que solo podía ser su hermano pequeño, Brad.
Ella abrió la puerta. Efectivamente, era Brad. Él le sonrió.
—Brad, ¿qué estás haciendo? —preguntó—. Sabes que no debes molestarme cuando estoy haciendo los deberes.
Sin responder, Brad entró en su habitación. —¡Oye! ¿Qué estás haciendo?—, exclamó Connie. —¡No puedes entrar a mi habitación así como así! ¡Sal de aquí, pequeño pervertido!—. Se movió para golpearlo, preparándose para una pelea. Con trece años, ella era dos años mayor que Brad, pero él era mucho más bajo que ella. Como era la mayor, siempre disfrutaba mucho señalando que él tenía solo once años.
Brad se alejó de ella ágilmente antes de sentarse en su cama. —¡Sal de aquí!—, dijo Connie enojada. Ella se movió para empujarlo, pero él le entregó un sobre.
—Tengo algo para ti —dijo, sonriendo con picardía. Connie agarró el sobre y lo arrojó sobre su escritorio.
—¡No tengo tiempo para esto, Brad! —dijo ella, alzando la voz—. Será mejor que te vayas de aquí antes de que se lo diga a mamá y papá.
—Mira el sobre —le dijo Brad. Connie volvió a suspirar y lo sacó de su escritorio. Al abrirlo, vio que solo contenía una hoja de papel. Al ver la actitud alegre de Brad, sentado en su cama, sacó la hoja. Era una fotografía, impresa desde la computadora de Brad. La cara de Connie se puso blanca cuando vio lo que era: una foto de ella y su amiga Carrie, besándose.
—¡Idiota! —le gritó Connie—. ¿Qué es esto? ¿De dónde has sacado esto?
Brad ya no pudo contener la risa. Connie se puso furiosa cuando su hermano se echó a reír a carcajadas en su cama. Cerró la puerta de su dormitorio.
—Lo digo en serio, Brad —dijo enfadada—. ¿Qué es esto?
—Son sólo algunas fotos que tomé con la cámara digital que me regalaron por mi cumpleaños—, le dijo Brad.
—¿Fotos?—, se lamentó Connie. —¿Quieres decir que tienes más de éstas?
Brad asintió. —Alrededor de una docena.
—¿Cómo las tomaste? —preguntó Connie—. ¿Por qué?
—Estaba escondido en el armario—, confesó Brad.
—¡Idiota! ¡Quiero que borres todas esas fotos ahora mismo!
Brad negó con la cabeza. —Por supuesto que no.
Connie pateó la cama con frustración. —Si no los borras, te voy a dar una paliza, imbécil.
Brad se encogió de hombros con indiferencia. —Si me pegas, les mostraré estas fotos a mamá y papá. Y también a todos en la escuela.
Connie quería estrangularlo. —¡No te atreverías!—, exclamó. Pero Brad se limitó a mirarla con frialdad. Con una sensación de derrota que la hundía, supo que él tenía la sartén por el mango. —Está bien—, concedió Connie. —¿Qué quieres? Tengo unos cincuenta dólares ahorrados de mi trabajo de niñera.
—No quiero tu dinero—, dijo Brad.
—Muy bien, pequeño chantajista —le espetó Connie—, ¿qué es lo que quieres?
Connie vio que Brad vacilaba. Él dijo rápidamente: —Quiero que te quites la ropa interior y me dejes ver entre tus piernas.
Connie se quedó en shock. —¿Qué? ¡Estás loco! ¡No voy a hacer eso!
—Si no lo haces—, amenazó Brad, —les mostraré estas fotos a todos. Todos te llamarán marimacha.
Connie puso los ojos en blanco. —Eres un estúpido, Brad.
—Si no haces lo que te digo, todo el mundo verá estas fotos.
Connie se cruzó de brazos y miró a su hermano pequeño con enojo. —No eres más que un pequeño pervertido. ¿Qué quieres? ¿Un vistazo rápido?
—No —dijo Brad—. También quiero tocarte.
—¿QUÉ? —estalló Connie—. ¡Estás completamente loco! ¡Eso es una locura! No voy a dejar que hagas eso.
—Tienes que hacerlo, o si no...
Connie pensó furiosamente. Tenía que haber algo más que pudiera hacer. Pero cada idea conducía a un jaque mate. Su hermano pequeño dictaba el trato. —Está bien—, dijo, tragándose la rabia, —puedes tocarme. Pero promete que borrarás las fotos.
Brad asintió.
—Te veré mientras las borras, ¿no? —dijo Connie, queriendo aclarar el trato. Brad asintió de nuevo. Connie reflexionó sobre la propuesta—. Así que me quedaré aquí en la cama y dejaré que me toques, ¿no? Pero no puede ser para siempre. Voy a cronometrarte. Puedes hacerlo durante diez segundos.
—De ninguna manera —le dijo Brad—. Quiero sesenta segundos.
Connie se sintió muy irritada. —¡Sesenta segundos! ¡Eres un pervertido! Puedes mirar durante diez segundos y ya está.
—Treinta segundos, entonces —negoció Brad—. Te levantarás la falda durante treinta segundos y yo también podré tocarte.
—Está bien —dijo Connie furiosa—. Treinta segundos. Voy a buscar el cronómetro. Vuelvo enseguida.
Connie bajó las escaleras enfadada para coger el cronómetro de la cocina. Estaba furiosa porque su hermano pequeño la chantajeaba de esa manera. Deseaba poder contárselo a sus padres, pero la niña de trece años sabía que sus padres se pondrían furiosos si descubrían que había besado a otra chica. Su hermana mayor, Joanie, había sido enviada a una estricta escuela privada cuando sus padres descubrieron que salía en secreto con chicos y fumaba cigarrillos. Connie solo podía imaginar cuáles serían las consecuencias si su hermano Brad les mostraba las fotos.
Había sucedido la semana pasada cuando Carrie se quedó a dormir en su casa. Las dos chicas habían estado hablando de chicos y de citas cuando acordaron hacer un experimento de besos. Connie se sonrojó de vergüenza al recordar qué más habían hecho esa noche. Las dos chicas habían acordado quitarse la ropa interior para poder ver cómo era cuando alguien las tocaba entre las piernas. Al menos Brad no tenía ninguna foto de eso.
Connie cogió el cronómetro de un cajón de la cocina y volvió a subir las escaleras. Se detuvo en el baño para sacarse la ropa interior de debajo de la falda. La idea de lo que estaba a punto de hacer la hacía sentir mal. ¡Su propio hermano pequeño tocándole las partes íntimas! Era mortificante y pervertido. Por desgracia, era la única salida.
Connie regresó al dormitorio y encontró a Brad esperándola. Ya se sentía expuesta al estar en la misma habitación que su hermano pequeño, que llevaba una falda y no llevaba ropa interior. Brad se levantó de la cama para que ella pudiera acostarse. Con cuidado de mantener la falda ajustada contra las rodillas, Connie se acostó con cuidado, dejando que sus rodillas colgaran del borde de la cama.
—Muy bien, pervertido chantajista —le dijo Connie a su hermano pequeño—. Pongo el cronómetro a medio minuto, ¿entiendes? Y cuando terminemos, vamos a borrar esas fotos.
Brad asintió. Connie lo miró con el ceño fruncido. La sensación de náuseas le subía por el estómago. Sintiéndose como una niña sucia, presionó el botón de inicio del cronómetro y se levantó la falda.
El corazón de Brad latía con fuerza en su pecho mientras veía a su hermana levantarse la falda. No podía creer que ella estuviera de acuerdo con esto. Había pasado días formulando un plan y estaba saliendo a la perfección. Vio cómo su falda se deslizaba más allá de sus rodillas, revelando sus muslos blancos como la leche. La falda de algodón continuaba más allá de sus delgadas piernas hasta llegar a su cintura. Pero los ojos de Brad estaban cautivados por la vista entre sus piernas.
Su vello púbico oscuro había crecido, pero todavía era muy escaso. Un rastro de vello se extendía hacia arriba desde su hendidura oscura y carnosa, el patrón del vello creciendo en una suave espiral en forma de S mientras amenazaba con apoderarse de toda su región púbica. El corazón de Brad saltó de emoción mientras estudiaba los pliegues aún inmaduros de sus labios. Un lado estaba creciendo más rápido que el otro, se curvaba en un fruncido provocativo mientras que el otro lado permanecía bastante plano y sin nada destacable. Era como si Brad estuviera mirando a una mujer y una niña, fusionadas.
Brad respiró profundamente. Estaba disfrutando cada segundo de esto. Le encantaba la forma en que la suave piel de marfil de su hermana cambiaba a medida que se acercaba cada vez más a sus partes privadas. A ambos lados de su valle, la piel era de un rosa oscuro que se aclaraba gradualmente a medida que se desvanecía en su tono de piel normal. Debajo de su zona privada rosada, había un área de piel normal que nuevamente cambiaba de tono gradualmente para marcar su abertura anal fruncida. Brad sintió un movimiento en su ropa interior mientras miraba a su hermana.
Al darse cuenta de que había desperdiciado varios segundos preciosos, Brad extendió la mano y tocó el labio más maduro que adornaba el lado derecho de los labios de su hermana. Ella se estremeció ante su toque, pero Brad la ignoró. Empezando por la parte superior de su raja, dejó que su dedo recorriera entre sus labios vaginales. Se sentía extraño. Su zona íntima no estaba completamente seca, sino que tenía un toque de humedad. Brad se preguntó por qué su piel no estaba completamente seca. ¿De dónde provenía esa humedad?
Inclinándose más cerca, el chico curioso separó los labios de su hermana con ambas manos. Casi se quedó sin aliento ante la vista que lo recibió. Su raja se abrió en una forma perfecta de lágrima. En la parte superior de la lágrima, algunos pliegues de piel se unieron para formar una especie de vértice. El interior de la lágrima era de un tono oscuro de rosa con sus labios vaginales aún más oscuros a cada lado. Toda el área brillaba como si estuviera cubierta con rocío matutino. En la parte inferior de la lágrima había un tono muy claro de rosa donde los pliegues hinchados de carne le guiñaban el ojo.
Brad se acercó más, inclinándose hasta que Connie sintió su aliento sobre su piel. Se sonrojó furiosamente mientras su hermano pequeño exploraba su área privada. Se mordió el labio cuando sintió que su dedo recorría la longitud de su raja. Con una punzada de culpa, Connie sintió una ligera sacudida de excitación cuando la tocó. Tragó saliva con fuerza cuando sintió que la abría. La niña de trece años estaba abrumada por la vergüenza cuando su hermano se inclinó para examinar sus labios maduros.
Manteniendo los labios de su hermana bien abiertos, Brad usó su pulgar para tocar el interior de la lágrima. Su hermana retrocedió levemente ante su toque. Su pulgar empujó con cautela el área rosa claro en la parte inferior de la lágrima. Para su sorpresa, el área rosa cedió y se tragó la punta de su pulgar. ¡Estaba explorando la entrada de su vagina! Estaba a punto de explorar un poco más cuando Connie anunció: —¡Se acabó el tiempo!
Connie se apartó del contacto de su hermano y dejó que su falda volviera a caer. Se apresuró a ir al baño y se puso las bragas, saboreando la sensación de seguridad de estar cubierta de nuevo. Al regresar a su dormitorio, vio a Brad esperándola.
—Está bien, Brad —dijo—. Vámonos.
Caminaron en silencio hasta el dormitorio de Brad. Se sentó en su escritorio y encendió el monitor. Abrió el Explorador de Windows y seleccionó una carpeta marcada como "Connie".
—Está bien —insistió Connie con impaciencia—. Bórralo. —Observó cómo Brad presionaba el botón de borrar—. Adelante —dijo, mirándolo—. Vacíalo de la papelera de reciclaje.
Brad hizo lo que le dijeron. Una vez que terminó, Connie le dio un fuerte puñetazo en el brazo. —Pequeño pervertido—, le frunció el ceño. —No volveré a hablarte nunca más—. Connie se dio la vuelta y salió de la habitación.
Una vez que ella se fue, Brad cerró la puerta y la bloqueó. Se sentó de nuevo frente a su computadora y tomó el mouse. Navegando por un árbol de carpetas diferente, sacó una carpeta titulada "connie2". Sonriendo para sí mismo, Brad seleccionó un archivo jpeg y lo envió a la impresora. Mientras su impresora de inyección de tinta cobraba vida, Brad sintió que su joven pene se endurecía nuevamente mientras miraba más fotografías de su hermana y su amiga en varias etapas de desnudez.
Continuará

La pervertida profesora Teresa, Parte 01 (de Johernan)
16 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Zoofilia, Sexo en grupo
Teresa se sentía incomoda por tener que soportar al nuevo jefe de su esposo Pedro. Ricardo era un hombre corpulento de piel morena que parecía más a un leñador que al nuevo jefe de la compañía donde trabajaba su esposo como vendedor.
Apenas tenía un mes en la compañía cuando su esposo lo invito a una cena familiar un viernes en la noche, Pedro le había dicho a ella que quería causar una buena impresión a su jefe que le había prometido darle un ascenso en la compañía como encargado de ventas y Ricardo estaba muy interesado en conocerlos desde el primer momento que vio la foto familiar de ellos y los niños sobre el escritorio de su pequeña oficina. Teresa estaba muy contenta cuando su esposo le dijo que con el nuevo cargo en la compañía él podría ganar un sueldo que triplicaría el actual con las comisiones de las ventas que le correspondían. El salario actual de su esposo y el suyo que ganaba como profesora en un colegio público apenas si alcanzaba pagar el alquiler de la casa en el barrio donde vivían, las mensualidades de los niños en el colegio privado donde ellos estudiaban y sus gastos personales; Teresa vio una oportunidad por lo que aquel viernes ella preparó con esmero una cena para la familia pero especialmente para el gusto del jefe de su esposo, luego de preparar la cena y de asegurarse que sus hijos vistieran sus mejores ropas, ella misma se puso su mejor vestido que llevaba a la iglesia o a las reuniones en el colegio. Ya habían pasado media hora luego de la hora señalada cuando se escucho el portón del garaje y Teresa y sus hijos salieron a la puerta principal de la casa a esperar a que su esposo se bajara con el invitado. La primera sorpresa se la llevo cuando vio salir al jefe de su esposo del carro llevando una camisa hawaiana mostrando el pecho desnudo peludo y unos pantalones cortos holgados en zapatos deportivos, ella se sintió ridícula y furiosa por la falta de consideración a la ocasión además que no mostraba ningún respeto por ella y los niños mostrando su pecho desnudo como si estuviera en una playa, cuando su esposo y su jefe se acerco a la puerta ella estaba roja de la furia, cuando supo que ellos venían de algún bar y su esposo estaba ebrio fue su segunda sorpresa, sin embargo ella se contuvo y disimulo y con una sonrisa fingida les dio la bienvenida a la casa, pero cuando ella extendió la mano para presentarse, él le tomo la mano y prácticamente manoseo la mano y el brazo mientras parecía desnudarla con la mirada que no paso desapercibido para ella y los hijos aunque su esposo miraba a otro lado, luego cuando saludo a su pequeña Tania de quince años, que parecía una copia de su madre cuando era de su edad, también le manoseo mano y brazos detallándola, Teresa sintió un impulso de tomar a sus hijos adentro y cerrar la puerta de la casa en la cara de aquel hombre grosero pero se contuvo y conteniendo la furia y con sonrisa fingida los mando a pasar.
Cuando se sentaron a la mesa el hombre parecía sacado de las cavernas sin las más mínima decencia agarraba el alimento con las manos para comer mientras tomaba cerveza, también hacía tomar cerveza a su esposo que parecía no darse cuenta o no quería, por la ebriedad parecía disfrutar de la actitud de su jefe aunque este no le quitaba la mirada a su esposa e hija.
Teresa se sintió aliviada cuando el hombre se despidió luego de dos horas y mientras se despedía le agarro sus nalgas, mientras ella levanto la cara y le disparo una mirada dura con vergüenza y apenas atino a mirar a los lados para ver si sus hijos o su esposo la estaban viendo pero los niños se habían retirado a sus cuartos mientras el ebrio de su esposo estaba sacando el carro del garaje para llevar al hombre a su casa. Luego de recoger el desorden en que había quedado la mesa ella fue a su habitación pero no podía sacar de su mente el mal rato que había pasado.
A la mañana siguiente cuando despertó, Pedro su esposo se había ido a la oficina y aunque ella se fue a la cama la noche anterior con la intensión de hablar seriamente con su marido por el mal rato que aquel hombre había hecho pasar a ella y sus hijos especialmente su hija Tania, al despertar y mirar el lado vacío de la cama donde dormía su esposo, a la mente le vino la imagen de su esposo ebrio y se preguntó si él estaría consiente del comportamiento vulgar de su jefe, pero ella se preguntaba por qué ahora no sentía la rabia de la noche anterior sino al contrario se sintió avergonzada cuando recordaba el atrevimiento de aquel hombre que parece un oso, entonces se levanto y fue a preparar todo para que los chicos salieran para el colegio para luego salir a su trabajo, Teresa no hizo ningún comentario de la noche anterior aunque Tania tiro algunas puntas de la manera como aquel hombre la miraba a ella y a su mamá.
Aquella tarde luego que llego su esposo Teresa no hizo ningún comentario del comportamiento de su jefe. Cuando todos estaban reunidos en la mesa para la cena Pedro dio la noticia: "Él había sido promovido y ahora estaba a cargo de las ventas en la compañía" los niños no entendían que significancia tendría la promoción aunque Teresa no pudo ocultar su alegría, luego que su esposa había absorbido la noticia Pedro dijo que su jefe Ricardo vendría de nuevo el siguiente día a cenar. Tania miro a su madre con conocimiento y Teresa como si hubiera escuchado el pensamiento de su hija volteo la mirada a ella y las dos miradas se encontraron como si las miradas hablaran. Las nuevas tenían excitada a Teresa por lo que a la hora de dormir fue por uno de sus equipos sexys que tenia y se monto sobre las piernas de su esposo empezando a soltar los botones del pantalón de la piyama, pero Pedro apenas permaneció allí por unos minutos y luego se volteo tumbando a Teresa sobre su lado de la cama disculpándose que él tenía que madrugar. Teresa se sintió despreciada y sin ánimo de insistir se quedo en su lado mirando el techo, luego de unos minutos volteo para ver que su esposo estaba dormido, entonces empezó a tocarse con una mano el clítoris que parecía un nudo y cuando estaba excitada su tamaño aumentaba notablemente, mientras con la otra mano manoseaba apretando con fuerza una teta para luego intercambiar lugar de las manos llevando la que tenía en la teta al clítoris restregándolo con fuerza mientras la mano libre fue a la otra teta, llevándose el pezón oscuro a la boca y empezó a chupar como una bebé, luego de varios minutos las piernas estaban en lo alto completamente abierta con la pierna izquierda volando sobre la cintura de su esposo y la otra al aire fuera del colchón mientras golpeaba con fuerza retorciendo su clítoris y la otra mano sostenía una teta mientras chupaba duro mordiendo el pezón, para luego explotar en un orgasmo que la dejó desmayada con la pierna izquierda sobre la cintura de su esposo mojando las pantaletas de seda trasparente. Teresa quedó unos minutos recuperándose pero sin dejar de tocarse mojando y revolviendo todo el vello púbico que era un matorral, entonces se estiro sobre el borde del colchón y alargando la mano derecha empezó a buscar en el colchón hasta que encontró un falo de caucho largo de unos 25 cm y 5 cm de diámetro negro que era la réplica de algún montante y volvió a la posición anterior, levantando y estirando las piernas en lo alto luego con la mano izquierda retiro la entrepierna completamente mojada de las pantaletas a un lado para exponer su coño y darle la bienvenida a la cabeza que parecía una manzana y empujo metiéndose la mitad mientras chillo de placer, entonces levantó la cabeza del colchón llevándola entre las tetas grandes como globos que se pandeaban a los lados par luego empujar suavemente hasta que la mano golpeo sus labias, entonces bajo los pies posicionándolos justo debajo de sus nalgas blancas y se abrió completamente para empezar a follarse con aquel palo de caucho con venas sin importarle si su esposo se despertaba, una hora después exploto en otro orgasmo y quedo tirada y cansada sobre el colchón.
Teresa despertó cuando sonó la alarma sintiéndose insatisfecha y excitada y el falo de caucho estaba tirado sobre el colchón, ella lo tomo para seguir masturbándose pero luego lo tiro al colchón levantándose y fue al baño, su esposo aún dormía. Cuando Teresa salió para el colegio sentía que entre sus piernas había un fuego que le quemaba. Cuando llego a casa la excitación no cesaba y aunque quería masturbarse no tenía tiempo porque debía preparar todo para recibir al invitado.
Luego de tener todo preparado para recibir al jefe de Pedro su esposo, mando a sus niños a prepararse y ella fue a su cuarto; Teresa usó uno de sus vestidos modestos de blusa y falda que llegaba más debajo de la rodilla, cuando fue al espejo para mirar el reflejo de su figura, sintió que su entrepierna cobraba vida entonces mordió su labio y pensando: "Le voy a enseñar al estúpido de Pedro que yo todavía soy deseable, cuando vea como me mira su jefe se va reventar de los celos" entonces fue al closet y busco un vestido de licra rojo que su esposo le había comprado en un aniversario cuando ella era una talla menor, se quito la blusa y la falda y se puso la licra con esfuerzo, se miro al espejo y vio que la licra se pegaba completamente a la piel resaltando su escultural cuerpo haciendo que la piel sedosa blanca pareciera más apetitosa, la falda llegaba a medio muslo, vio que la tela gruesa de los sostenes se marcaban entonces se los quitó y miro de nuevo, se maravillo como los pezones sobresalían apuntando y estirando la tela, el vestido tenía un escote que llegaba justo entre los globos blancos mostrando parte de la carne, entonces giro y miro la espalda y vio de nuevo que la línea de las pantaletas se marcaba bajo el material, Teresa se agacho y saco sus pantaletas y miro de nuevo girándose: las nalgas grandes y firmes se sentían libres y abultaban más el material, Teresa se fijo que la abertura o raja que separaba las nalgas se notaba; ella tenía ese rasgo que las nalgas se separaban formando un abismo como un cañón profundo, pensó en ponerse de nuevo las pantaletas pero en cambio las agarro y las tiró al cesto de ropa sucia y fue por un bikini. Luego de ponerse unos tacones altos salió.
Cuando salió del cuarto sus hijos estaban en la sala y al verla sus ojos se abrieron completamente de asombro, habían pasado años que ellos no habían visto a su mamá vestir algo diferente a los modestos vestidos que siempre llevaba, los dos jovencitos se sintieron incómodos porque la mirada siempre iban a los dos bultos bajo la quijada y los dos globos rojos que parecían explotar detrás bajo la espalda, Teresa avanzó mirando a Tania que llevaba un pantalón de jean y franela con mirada que preguntaba que le pasaba a su mamá, especialmente sabiendo quien era el invitado.
Teresa se sintió aliviada porque justo en ese momento sonó la corneta del carro de su esposo y se escucho el portón del garaje que se abría, Teresa puso las manos en cada una de las espaldas de sus niños y empujándolos los guio a la puerta. Cuando se bajo el jefe este llevaba de nuevo un camisa hawaiana y shorts holgados blancos con zapatos tenis que contrastaba con el traje de su esposo, ambos llevaban cervezas y de nuevo Teresa y los niños supieron que su papá estaba ebrio, Ricardo se acerco y sin el más mínimo respeto manoseo las manos y brazos desnudos de Teresa hasta los hombros mientras la mirada fue a la hendidura de las tetas y luego bajo la mirada como si estuviera desnudándola, entonces se adelanto para darle un beso en la mejilla, Teresa se inclino un poco mostrando mas hendidura y carne de los globos para recibir el beso pero el hombre sin el menor respeto paso por la mejilla para luego decir en el oído lo buena que ella estaba, Teresa se retiro cuando sintió la punta de la lengua en la mejilla cerca de la oreja y escucho aquellas palabras vulgares, entonces miro de reojo para ver y no estaba segura si habían escuchado algo pero de seguro no habían perdido detalle del atrevimiento de aquel hombre mientras su esposo parecía mirar a otro lado, luego fue donde Tania manoseando sus manos y brazos de forma descarada ante la mirada atónita de Teresa que no dijo nada quizás por no hacer un escándalo en el momento. La cena no fue diferente a la vez anterior, el jefe no dejaba de decir algo vulgar o obsceno sin importar que habían mujeres y niños, Pedro que estaba ebrio o quizás por no contradecir a su jefe se reía de los chistes o comentarios obscenos de él, al principio Teresa se sintió avergonzada y molesta por el comportamiento de aquel hombre vulgar pero luego de escuchar obscenidades por un tiempo y ver a sus dos niños reír y parecían disfrutar aunque su pequeña Tania seguía incomoda por la mirada vulgar de aquel viejo de 50 años, y luego de haberse tomado unas cervezas y sentirse alegre no pareció importarle más.
Cuando la cena termino y se levantaron de la mesa Tania se disculpo y fue a su habitación pero Pablo y Toni se acomodaron a cada lado de su madre en el sofá mientras Ricardo y Pedro ocuparon los otros muebles, los chistes vulgares siguieron mientras Teresa reía y absorbía una cerveza, el señor Ricardo no dejaba de mirar entre las piernas de Teresa que parecía haberse olvidado que llevaba una licra que se recogió cerca a la entre pierna exponiéndola completamente y los chicos no dejaban de mirar en las piernas como de seda blanca sin mancha. Teresa vio donde miraba Ricardo y los niños y acomodo su vestido pero al momento de nuevo se recogía, teniendo a Teresa ocupada estirándolo de nuevo. Luego de dos horas el señor Ricardo se despidió y justo como había hecho la vez anterior se despidió colocando las grandes manos peludas en las jugosas nalgas haciendo saltar a Teresa mientras miraba a Pedro su esposo sacando el carro y luego volteo la mirada a los dos jovencitos que se habían quedado en la sala mirando y vieron todo.
Al día siguiente Teresa se sentía avergonzada por su comportamiento la noche anterior, ella era muy estricta con sus hijos y no permitía mal comportamiento de ninguna manera y las palabras vulgares eran castigadas y ella misma había violado todas las reglas pero se disculpo para sí culpando a las cervezas y la excitación que sentía y al momento no le importaba, sin embargo ahora era diferente y no quería enfrentar el hecho que ella había fallado, sin embargo cuando todos estaban juntos aquel día ella explico a los niños que se había dejado llevar por las cervezas que se había tomado pero que eso no significaba que las cosas habían cambiado en la casa.
Desde aquel día las visitas del jefe de Pedro se hicieron más frecuentes cada vez y Teresa y los chicos se acostumbraron a la presencia de Ricardo y su conducta vulgar, en algunas visitas Ricardo llevo a su esposa Rita una mujer joven de 30 años de piel morena madre de dos gemelos de doce años también de tez morena que no eran hijos Ricardo, la mujer era tan vulgar como su esposo y vestía con equipos tan escasos que prácticamente no escondía nada y no le importaba mostrar disparando a todos, incluso a sus hijos; su pequeña ya tenía un cuerpo de mujer a pesar de su tierna edad, con tetas del tamaño de dos naranjas grandes, dos grandes globos que montaban piernas largas, ella también llevaba ropa sexy como su madre y se maquillaba exageradamente. A Pablo y Toni les encantaba cuando Rita iba a la casa.
Apenas habían pasado dos meses como jefe de ventas cuando Pedro fue enviado por un mes fuera del país, en ese ínterin Ricardo visito dos veces la casa una junto con su esposa e hijos, pero también mantuvo comunicación por teléfono con Teresa con la escusa de saber como si estuviera preocupados por ellos creciendo una amistad entre ellos, los siguientes meses su esposo Pedro permanecía más tiempo fuera de casa, la amistad entre Teresa y Ricardo fue creciendo hasta que llego el día que Ricardo invito a Teresa a una cita y ella acepto.
El esposo de Teresa había estado fuera de casa muy seguido y ella empezó a sentirse sola con la responsabilidad de tener que cuidar tres chicos adolescentes, por supuesto ahora tenían mejor ingreso económico y los chicos cambiaron su closet, todo parecía ir bien pero ella extrañaba la presencia de su esposo en las noches aunque apenas una vez a la semana se ocupaba de sus necesidades, en el mismo momento que conoció al jefe de su esposo Ricardo un hombre tosco grueso, peludo, vulgar que no tenía la más mínima pizca de decencia trato de seducirla y aunque al principio ella lo repudiaba y consideraba que la presencia de él no era buena en la casa y así se lo hizo saber a su esposo poco a poco lo fue aceptando al grado que ahora eran buenos amigos, Ricardo la había estado invitando a una cita privada y ella finalmente acepto.
Teresa no fue al trabajo sin el conocimiento de sus hijos, cuando era media mañana empezó a prepararse. Busco en el closet un vestido elegante negro que había comprado para una de las pocas salidas románticas que tuvo con Pedro, con medias panty y tacones, luego fue al tocador y peino el abundante cabello castaño largo que caía encima de sus hombros, se maquillo cuidadosamente como si fuera una adolescente en su primera cita resaltando sus grandes ojos verdes como esmeraldas y labios gruesos rojos, cuando estaba satisfecha con lo que vio fue por unos sostenes y pantaletas de tira rojas, luego de vestirse tomo el bolso y salió a tomar un taxi que la llevara al lugar donde debían encontrarse. Ahora sentada en el asiento trasero y bajo la mirada escrutadora del conductor por el espejo retrovisor que no apartaba la mirada de la hendidura pronunciada entre sus dos grandes melones, era la primera vez que iba a una cita que no fuera con su esposo en muchos años.
Cuando llego al lugar ella miro alrededor, nunca había escuchado de ese sitio; era una calle transitada a las afueras de la ciudad, cuando se bajo del taxi el chofer le mostro el local donde ella iba; era una fuente de soda ubicada frente a una plaza llena de mesas donde se sentaban los comensales, estudiantes o transeúntes que estaban esperando a alguien o iban de paso, Teresa fue y vio que estaban ocupadas casi todas las mesas, había una libre y se sentó mirando alrededor para ver si veía a Ricardo, cuando habían pasado unos minutos se acerco un joven que trabajaba como mesero, luego que Teresa le dijo que estaba esperando a alguien el inmediatamente pregunto si ella era Teresa y esperaba al señor Ricardo, entonces le dijo que él estaba retrasado y mientras pidiera algo, Teresa pidió un café, mientras tomaba la bebida caliente ella miraba alrededor y fue cuando se dio cuenta que por la calle transitaban muchas mujeres, supo de inmediato que eran prostitutas buscando clientes, se fijo en una mujer un poco gorda que estaba apoyada sobre la puerta de un carro mostrando al chofer sus dos grandes melones mientras el hombre manoseaba las tetas como si estuviera tanteando la mercancía pero lo que más le llamo la atención era que la falda que llevaba apenas le cubría la mitad de sus grandes nalgas blancas exponiéndose a todos los que pasaban y no podían evitar de mirar la entrepierna y culo porque la mujer al apoyarse y meter la cabeza por la ventana del carro abrió sus piernas completamente dejando la vista vulgar a todos sin que le importara que en ese momento iban pasando unos jóvenes estudiantes que miraban y se reían bromeando entre ellos.
Cuando miró el reloj ya había trascurrido 15 minutos, entonces de nuevo el chico se acerco y le entrego una nota, Teresa miro la nota y levantando la mirada noto que justo la fuente de soda estaba en la planta baja de un motel, Teresa se sintió contrariada porque lo que estaba pasando no era lo que ella tenía en mente, lejos de la velada romántica que ella tenía en mente, Ricardo la estaba esperando en una habitación de un motel, quería regresar a la casa, pero luego de unos minutos de una lucha en su mente llego a la conclusión que ella había ido a la cita justo con la intensión de terminar en un hotel dispuesta a engañar a su esposo, por lo que el hombre tenía claro que era lo que ella quería. Luego de otros minutos se levantó y fue a una pequeña puerta que estaba justo al lado de la fuente de soda que tenía el nombre del motel justo encima a la entrada, ella entro e inmediatamente se encontró con una escalera, teresa miro la nota y supo que debía subir tres pisos, mientras subía supo que era un motel barato que usaban las prostitutas como la gorda que ella vio para llevar a los clientes, Teresa apuro el paso no quería ser vista y cuando llego al piso fue directo a la puerta y toco.
Unos segundos después cuando la puerta se abrió Teresa quedo helada al ver a cuatro hombres y Ricardo desnudos follando a Rita, Teresa intento correr pero el hombre que abrió la puerta era grande y fuerte de casi dos metros moreno y atlético la tomo por el brazo y empujándola adentro cerró la puerta con el pie luego la lanzó como una muñeca de trapo a la cama, los otros hombres la agarraron tirando del vestido sin el menor cuidado mientras ella luchaba, luego de un minuto estaba desnuda, Ricardo que era el hombre de mayor edad estaba de pie a un lado de la cama mirando todo dijo a Teresa mientras tres hombres la inmovilizaron boca abajo y el hombre grande se montó en la cama y levantado sus nalgas la puso en cuatro y sin piedad la penetro haciendo a Teresa chillar, dijo:
"Cálmate puta que nadie te va hacer daño."
Rita añadió mientras movía su trasero como si quisiera tomar más de la vara negra grande y gruesa del hombre que empujaba agarrándola por las nalgas: "Perra adultera, así que pensabas tirarte a mi marido, me imagino que diría tu esposo si viera esto"
Teresa con lagrimas que le bañaban la cara volteo con una mejilla aplastada por una mano fuerte que presionaba la cabeza al colchón dijo: "Ricardo por favor déjame ir yo prometo que no le digo a nadie que ustedes abusaron de mi"
"Nadie está abusando de ti cariño, usted vino por su cuenta, yo si te prometo que si te quedas tranquila te soltamos."
"Está bien yo no voy a luchar, pero por favor déjame ir."
"Voy hacer un trato contigo puta, usted decide, si en media hora veo que no estás gozando te puedes ir y más nunca te voy a molestar, pero si veo lo contrarío te tienes que quedar hasta que mis amigos y Rita digan que es suficiente."
Teresa pensó que ella podría soportar media hora y acepto, apenas habían pasado unos minutos y Teresa seguía llorando pero no sentía repulsión por la violación, su coño la estaba traicionando pero ella pensó que podría aguantar media hora y luego salir para su casa y no volver a ver a ese hombre, dijo: "Esta bien, pero no te quiero ver de nuevo por la casa ni a usted ni la perra de tu mujer."
Rita respondió: "Puta"
Ricardo dijo: "Ok ese es el trato, pueden soltarla muchachos esta puta hambrienta no va ir para ningún lado."
Los tres hombres la soltaron quedando sentados al lado de la cama mientras el negro la penetraba hasta el fondo con su vara tiesa de 30 cm, Teresa se posiciono mejor en cuatro abriendo las piernas y lucho por no sentir placer.
Apenas habían pasado unos quince minutos cuando se rindió y ella misma empezó a mover sus caderas, uno de los hombres que era tan fuerte como el negro y con manos grandes y dedos como salchichas se arrodillo al lado del negro, la raja de las nalgas estaban abiertas mostrando completamente al fondo un rio de pelos y un hueco negro que estaba medio abierto, el hombre penetro el dedo medio dedo de una mano y luego el otro dedo medio de la otra mano haciendo un boquete, el dolor que sintió al principio se trasforme en placer empujando ella misma hacía atrás como si quisiera ser penetrada completamente en el culo por los dedos invasores entonces Teresa se rindió completamente diciendo:
"Cójame duro con ese plátano que tienes por guevo maldito negro, vamos coge este coño adultero, yo soy una puta adultera."
Los hombres soltaron la risa y los otros dos cada uno a un lado frente a su cara manosearon sus palos y por turnos la hicieron mamar, Teresa mamo de cada uno de esos miembros como una mujer hambrienta. El hombre negro saco la vara del coño haciendo a Teresa gritar:
"Maldito negro métela de nuevo. Vamos métela." Pero ella sintió como otro trozo grueso la penetraba en el culo haciéndola chillar. Unos minutos después ella misma meneaba su trasero penetrándose hasta el fondo aquel pedazo de carne como un salchichón de 25 cm.
Ricardo miraba mientras su mujer fue al pie de cama y empezó a mamar de la vara negra que apenas hace unos instantes estaban en el hueco peludo de Teresa. Pasaron los minutos y cuando terminaron los 30 minutos Ricardo dijo: "Ya muchachos dejen a la puta para que se vaya." Cuando Teresa escucho y se sintió libre miro con fiereza a don Ricardo y dijo: "Yo no voy para ninguna parte. ¡Cójanme!"
Todos rieron y de nuevo la penetraron. Teresa fue el juguete de aquellos hombres y la mujer por el resto del día hasta que la tarde estaba cayendo, fue utilizada en todos los huecos y cuando Ricardo le lanzó una bata para que se cubriera luego de bañarse le dolía el culo y las quijadas.
Ricardo llevo a Teresa a la casa antes que los niños y corrió al baño a ducharse y eliminar todo rastro de su adultera aventura, luego fue a la cama y se recostó pensando en lo que había hecho y se sintió culpable por haberle fallado a su esposo e hijos, Teresa empezó a llorar profundamente avergonzada y prometiéndose que nunca más se dejaría llevar por semejante conducta. Cuando escucho la puerta de la entrada principal se levanto y limpio su rostro y se vistió en un vestido largo que cubriera cualquier rastro de las marcas que sufrió a manos de esos brutos.
A pesar que se sentía la peor de las madres y esposa aquella noche durmió como nunca había dormido en mucho tiempo, y la alarma la despertó y junto con la alarma también el sentimiento de culpabilidad, ella se levanto y preparo a los niños para el colegio para luego ir al colegio, aunque las imágenes de su abandono el día anterior la perseguían haciéndola sentir como la más ruin de todas las mujeres.
Para el tercer día ya había absorbido la culpa y pensó que lo hecho ya hecho estaba y con remordimiento no iba solucionar nada. Para el fin de semana los dos chicos le preguntaron porque su tío Ricardo como ellos lo llamaban no había ido a la casa, Teresa apenas respondió que quizás tenía mucho trabajo y no tenía tiempo de hacer visitas, pero en el fondo ella sentía alivio que ni siquiera la había llamado, no quería volver a ver aquel hombre.
Ocho días después su esposo regreso y se sintió aliviada, pero apenas habían pasado dos días de su regreso cuando llevo de nuevo a su jefe a la casa, Teresa lucho consigo para tratar de ser normal y evitar dar alguna rara impresión principalmente a sus hijos que se extrañaban porque Ricardo no había ido a la casa en 15 días.
Apenas había pasado otra semana cuando de nuevo su esposo se iba por otro mes fuera de la casa y Teresa sintió de nuevo el abandono pero no lo demostraba porque ella era una de la más interesada en reunir suficiente dinero para comprar su propia casa fuera de ese barrio, en cambio animaba a su esposo a seguir trabajando diligentemente.
Pasaron otros días y sintió que podría definitivamente regresar a ser la vieja Teresa, se sentía aliviada que no estaba la presencia de aquella mala influencia rondando por la casa y Toni y Pablo ya no preguntaban por él, pero justo el jueves en la tarde cuando estaba en casa y los niños no habían llegado sonó el teléfono y cuando contesto era la voz de Ricardo que sin el más mínimo respeto dijo: "¿Puta está extrañando otra cogida?"
Teresa sintió que la sangre se le revolvió en el cuerpo poniéndose roja y cortó la llamada sin contestar. Un minuto después repico el teléfono y no respondió en cambio se alejo a su cuarto, en la cama ella trato de no escuchar el repique del teléfono pero aquella llamada fue como si hubiese despertado en ella toda la experiencia en el hotel y desde ese momento no dejaba de pensar en lo que había vivido todo aquel día. Paso una hora y el teléfono repico unas cuatro veces, cuando escucho la puerta de la casa y sintió que los chicos entraban repico de nuevo y ella se helo. Unos segundos después Tania se asomo a la habitación diciendo cuando la vio recostada sobre la cama: "Mamá es don Ricardo, que le digo."
Teresa pensó un momento y se levanto yendo al teléfono mientras los chicos cada una iban a las habitaciones a mudarse de ropa dejando los útiles sobre la mesa de cenar. Teresa levantó la bocina y si dejar al hombre decir algo dijo:
"No quiero que me vuelva a llamar."
"Tranquila puta solo te estamos invitando para otra fiesta mañana en la tarde después de las cuatro en el mismo lugar, estamos en la plaza. Usted decide." Con eso la llamada se corto dejando a Teresa con la respuesta en los labios.
Cuando los chicos regresaron y estaban alrededor de la mesa dispuestos hacer su tarea, Toni dijo: "¿Tío Ricardo viene para la casa?"
Manteniendo el control Teresa respondió: "No cariño solo quería saber cómo estaba todo por aquí por la casa."
"¿Cuando va venir?"
"No se amor debe estar muy ocupado, mejor dedíquense a sus tareas." Con eso ella abandono la cocina y fue de nuevo a la habitación.
Toni dijo a sus hermanos: "¿Mi mamá esta rara, no es así?"
Tania respondió: "Eso veo pero ha estado así desde que mi papá se lo pasa viajando."
Toni que había aprendido de don Ricardo, dijo sin titubear: "Le falta un hombre que la coja"
Pablo replico: "Cállate Toni y ocúpate en hacer las tareas."
"Pero es cierto"
"Cállate"
Tania dijo: "Ya basta de ustedes dos, Toni tiene razón a mi mamá le está faltando un tipo que la coja"
Los dos chicos dijeron: "¿Tania?"
"No es así como ustedes dicen cuando un hombre lleva a una mujer a la cama, ya basta y póngase a estudiar."
Había trascurrido una hora desde que Teresa fue a la habitación y regreso a la cocina, cuando los chicos recogieron las cosas y ella sirvió la cena y todos se sentaron a comer ella dijo luego que termino la cena: "Niños mañana una amiga del colegio va hacer una reunión en la noche y estoy invitada, así que no me esperen probablemente regrese tarde."
Aquella noche Teresa se masturbo tres veces con el palo de caucho imaginándose que era el negro grande que la tomaba como una vulgar puta, en la mañana se levantó excitada imaginando la aventura que iba vivir. Todo el día no pudo concentrarse en lo que hacía ansiosa que la hora llegara para correr a la casa y salir. Teresa busco algo sexy y se lo puso y fue por un taxi antes que llegaran los niños y la vieran vestida así y tuviera que dar más explicaciones.
Cuando llego a la plaza y se dispuso a caminar a las mesas escucho la corneta al lado de ella que la hizo voltear, era una casa rodante grande y en el puesto delantero al lado del chofer estaba Ricardo y al volante Rita, pero lo que le extraño era que en medio de ellos iban los gemelos, entonces escucho la puerta lateral que se abría y Ricardo grito: "Suba"
Teresa subió la escalera y en el espacio reducido al fondo había una jovencita trigueña de unos 16 o 17 años sentada al borde de una cama y junto a ella un jovencito de unos 15 años que parecían familia. La joven tenía cabello negro con dos clinejas largas, y llevaba uniforme de colegio. Teresa se acerco y se sentó al lado luego de saludar, la camioneta arranco pero la mirada de Teresa estaba en los dos jóvenes. En el colegio donde ella trabajaba como profesora había muchos jóvenes estudiantes con los mismos rasgos, lo menos que ella quería era que supieran que ella era una profesora, así que se limito a sentarse allí, el jovencito que tenía más o menos la misma contextura de su Pablo estaba desnudo, Teresa no pudo evitar notar que estaba completamente rasurado en su cuerpo incluso entre las piernas parecía un bebé pero con un pene de largo que se escondía entre su entre pierna, el chico tenía cabello largo y fue cuando Teresa vio que la joven le estaba sacando las cejas, Teresa tenia sentimientos encontrados en el fondo sabía que no era correcto lo que ella estaba haciendo allí y menos viendo a unos jovencitos siendo corrompidos pero también estaba demasiado excitada como para importarle, el vehículo rodo una media hora y la jovencita ya tenía al chico que supo que era su hermano todo maquillado pareciendo una jovencita pero sin tetas y con un pene entre las piernas, entonces busco en un morral al lado de la cama y saco unas pantis, unas tetas de silicona que parecían autenticas, una mini falda con una blusa y tacones con medias panty, el chico se levantó de la cama para que su hermana amarrara las tetas posicionándolas en el lugar, y Teresa no pudo evitar al ver la salchicha larga colgando que casi llegaba a medio muslo media unos 15 cm a pesar de estar flácida y era tan gruesa como un cambur, ella se pregunto si su Pablo la tendría así de larga, cuando el jovencito estaba completamente vestido con aquel equipo sexy parecía una niña de unos quince, entonces la jovencita se dispuso a maquillarse ella. Unos quince minutos después la jovencita estaba lista con dos moños a los lados amarrados y se puso una falda de uniforme más pequeño que apenas llegaba unos centímetros bajo la entrepierna mostrando completamente sus piernas bien formadas y voluptuosas, con la blusa y el maquillaje parecía aún más joven de apenas unos 12 años con un cuerpo voluptuoso. La vista era rara pero erótica aun para Teresa.
De repente sintieron que la camioneta salió de la carretera por un camino de tierra ya que se bamboleaba de lado a lado cuando atravesaba los baches de la carretera, por unos cinco minutos avanzaron y se empezó a escuchar bulla de música y gente que gritaba y reía formando un escándalo.
La casa rodante se detuvo, aun era de día y Teresa vio que estaban en un campo lejos de la ciudad y lejos de casas alrededor, el lugar parecía una hacienda por los animales que había alrededor, los establos y lecherías.
Cuando bajaron Ricardo fue y le dio a Teresa un beso húmedo de amante tomándola por su trasero separando sus dos globos grandes de nalgas, Rita también le dio un beso en la boca aunque esto no era desconocido para Teresa ya que la vez anterior ella incluso tuvo que limpiar todo el semen que ella tenía lamiéndole su coño negro hinchado como carbón. Teresa quiso preguntar qué hacían los niños allí pero luego que vio como la gemela iba vestida justo como su mamá con unos shorts de licra extra pequeño que mostraba completamente la mitad de los globos negros grandes como si quisieran salirse y la banda de los shorts apenas llegaba justo sobre la vagina afeitada mostrando completamente el vientre y una franela que parecía más una tira suelta que apenas cubría sus grandes naranjas desnudas, no le importó. El grupo fue a un caney grande donde había unas cincuenta personas entre hombres, mujeres y niños; la gente estaba mirando y animando a dos mujeres en licras y franelas como Rita y la gemela en un círculo untadas completamente de aceite que luchaban, Rita se mezclo en el tumulto así como los gemelos y los dos jóvenes estudiantes, Ricardo tomo a Teresa y la llevo a un grupo de hombres que estaban reunidos celebrando aparte en otro caney pequeño y como si fuera una vulgar prostituta barata la lanzó al grupo diciendo que les traía la carne que le había prometido, Teresa miro a Ricardo pero apenas atinó a sonreírle, los hombres sin perder tiempo empezaron a manosearla mientras la iban desnudando allí al aire libre a la vista de cualquiera que quisiera mirar.
En minutos estaba en las pantis, bikini y sostenes en tacones, mientras los hombres jugaban con ella, ella tomo bebida de cada uno de ellos a medida que cada uno la sentaba en sus piernas y la manoseaba, a los quince minutos estaba desnuda siendo el juguete de todos, a la media hora estaba siendo follada mientras los hombres hacían un circulo y la penetraban en cada uno de los huecos, a Teresa no le importaba solo quería ser un objeto para cualquiera que quisiera tratarla como una prostituta barata. Una hora después Ricardo se acerco al grupo y todos se alejaron dejando a Teresa gimiendo mientras decía toda suerte de vulgaridades a los hombres para que la siguieran cogiendo. Ricardo tomo a Teresa y la levanto del piso entonces le puso un collar y una cadena, Teresa no le importó apenas lo miraba con ojos vidriados, entonces él la guio al círculo donde todos miraban con expectación, Teresa miro alrededor las caras sonrientes de todos donde la mayoría estaban desnudos, de repente se escucho un coro: "PERRA, PERRA, PERRA"
Don Ricardo llevo a Teresa al medio del círculo y la presentó como la nueva perra, entonces mando a llamar los perros, Teresa reacciono cuando vio que un hombre llevaba dos perros grandes negros al círculo y empezó a protestar esforzándose para librarse. Los perros se mantenían amarrados con cadenas al igual que Teresa pero inmediatamente sabían qué hacer y fueron a lamer entre la entrepierna y raja del culo de la mujer, Teresa lucho unos minutos tratando de librarse pero luego de cinco minutos se relajo y le dio la bienvenida aquellas lenguas ásperas y largas que luchaban por llenar los huecos de su coño peludo y hueco del culo, ella dejo de luchar y se puso en cuclillas para permitir un mejor acceso a los intruso bajo las miradas, vítores, y silbidos de los presentes, luego de otros minutos Ricardo halo la cadena duro asiendo que ella tropezara y cayera en cuatro al suelo, uno de los perros fue inmediatamente y la monto penetrándola en el primer intento, teresa abrió sus piernas y se agacho aplastando las tetas al piso dándole la bienvenida aquel miembro largo rojo de unos 30 cm con una punta delgada pero que se abultaba uno 6 cm de diámetro en el medio, momentos después ella misma se revolcaba meneando sus nalgas contra los lomos del animal, provocando más risas y burlas del grupo, el muchacho que sostenía los perros agarro al otro por el collar y lo posiciono junto a la boca de Teresa que entendió el mensaje y levantando la cara fue por la vara y empezó a mamar descaradamente. Los dos perros montaron a Teresa anudándose cada uno por turnos uno en su coño y el otro en el culo. Teresa se rebajo como una perra.
Ricardo trajo a Teresa a la casa en la madrugada con apenas el vestido en tacones sin pantaletas, sostenes o medias panty, la dejo en la entrada y se fue, Teresa estaba ebria pero consiente por lo que con el menor ruido abrió las rejas y puertas y con paso sigiloso y descalza fue a su habitación directo a la ducha.
El siguiente día era sábado ella y los niños tenían el día libre. Cuando despertó era casi medio día sintiéndose una basura como ser humano, sentía que le había fallado a todos, quería meter la cabeza en un hueco como un avestruz y quedar allí sin saber nada de lo que estaba alrededor, sus pensamientos de culpabilidad se disiparon cuando escucho la puerta de la habitación y la voz de su pequeña Tania que gritaba desde afuera si todo estaba bien. Teresa reacciono al instante y tapándose su desnudez dijo: "Si cariño puedes pasar"
Tania paso y fue directo a la cama sentándose en el borde, diciendo: "¿Qué pasa mamá todo está bien?"
"Si querida, solo me quede dormida, no pensaba que la reunión fuera hasta tan tarde."
Inclinándose Tania le dio un beso en la mejilla a Teresa diciendo: "Ok mamá solo nos preguntábamos porque no te levantabas." Entonces salió del cuarto.
Teresa miro a su niña vestida en la licra que usaba bajo la falda del uniforme que llegaba a medio muslo y una franela con una imagen de su ídolo favorito salir del cuarto y no pudo evitar de compararla con la gemela.
Aquel día y los siguientes fueron terribles para Teresa, pero también al igual que la primera vez no supo nada de Ricardo, para la segunda semana ya había absorbido la culpa y no se sentía culpable aunque estaba dispuesta a olvidar esa conducta. Para la tercera semana su temperamento estaba a punto que cualquier cosa que no le gustaba la hacía explotar aunque se controlaba. Cada vez que sonaba el teléfono corría agarrarlo y se sentía defraudada cuando no escuchaba la voz que quería escuchar, hasta que por fin la escucho y de nuevo fue invitada a otra fiesta. Esta vez Teresa no hizo ningún berrinche y le dijo a los chicos que iba a salir de nuevo hasta tarde, los muchachos le pareció extraño que su mamá en un mes ya había salido a fiestas dos veces pero estaban de acuerdo que su mamá necesitaba distraerse para poder soportar la ausencia de su papá. En el trascurso de los siguientes quince días antes que Pedro regresara Teresa estuvo fuera de la casa hasta tarde dos veces y en ambos fue el objeto de diversión de hombres mujeres y perros que ella sirvió de buena gana como una esclava obediente.
Pedro su esposo regreso del viaje y estuvo en casa por un mes antes de partir de nuevo, en ese tiempo Ricardo fue tres veces a la casa y también Rita y los gemelos para el gusto de Pablo y Toni. Apenas había trascurrido unos días de la partida de su esposo cuando Teresa fue invitada a otra orgía, los chicos ya se habían acostumbrado a las salidas nocturnas de su mamá y en ellos apenas había duda que su mamá estaba teniendo algún asunto con alguien, pero nadie se atrevía a plantar el asunto.
Aquella madrugada Ricardo trajo a Teresa y como los otros días la dejo y se fue, solo que esta vez ella había olvidado bajar el bolso y cuando reacciono ya el carro iba lejos dejándola allí sin las llaves para entrar a la casa, Teresa estaba ebria y llevaba un vestido de licra blanco que había comprado para la ocasión que apenas llegaba unos centímetros bajo la entrepierna y estaba húmedo del semen que se le secaba en el cuerpo, también estaba desnuda bajo la licra, se quedo pensando que hacer y luego de medio acomodarse la licra toco el timbre varias veces unos minutos después las luces se encendieron y por la ventana que daba a la calle se asomaron tres caras, cuando la vieron abrieron la puerta de la casa y luego la reja de entrada. La mandíbula de los chicos casi se cae cuando vieron a su mamá vestida en aquel equipo vulgar en tacones, Teresa no dijo nada y paso a la casa con miradas de preguntas en los tres chicos, los muchachos vieron a su mamá caminar a su habitación y encerrarse.
Al día siguiente cuando despertó a media mañana ella recordó que las llaves de la casa las había dejado en el carro de Ricardo y los chicos abrieron la puerta para que ella entrara. No quería salir de la habitación pero debía enfrentar el hecho. Teresa se levantó y luego de vestirse en su camisón largo fue a la cocina donde los muchachos esperaban, todos la miraban y se miraban entre ellos pero ninguno hablaba, entonces Tania dijo:
"¿Mamá que significa lo que vimos esta madrugada?"
Teresa no sabía si su hija se refería a su vestido, el semen que cubría su cuerpo, el que estaba ebria, o acaso las tres, ella trato de esquivar el asunto respondiendo:
"Hijos perdóneme ayer me deje llevar por el licor y perdí el control. No volverá a pasar lo juro."
Pablo dijo: "¿mamá usted tiene un amante?"
Teresa sintió que el piso se hundía pero tomando el control dijo: "No amor solo que me pase de tragos..."
Tania repico sin dejarla terminar: "Mamá ya basta, nosotros sabemos que usted debe estar teniendo algo con alguien porque si no, no estuviera saliendo tanto últimamente, sabemos que papá se lo pasa afuera mucho tiempo y si usted tiene una amante está bien para nosotros. Pero porque tiene que andar vestida de esa manera, usted es una profesora que pasa si los vecinos te ven así."
"Lo siento cariño me deje llevar pero no volverá a pasar no sé que estaba pensando perdóneme pero desde hoy eso se acabo, ya no pasara de nuevo. Ok"
Toni que no había dicho nada dijo: "¿Mami que era lo que bajaba por tus piernas?"
Teresa quedo fuera de base y se puso blanca pero inmediatamente Tania dijo: "Cállate Toni eso no es tu problema." Teresa mintió: "No amor solo fue una malteada que se me derramo entre las piernas cuando bajaba del carro."
Toni dijo: "Uhmmm."
Los chicos se miraron y Teresa supo que ninguno de ellos creyeron la escusa pero no estaba dispuesta a continuar con el asunto por lo que dijo: "Ok ya basta de explicaciones no volverá a pasar." Luego que termino esa charla embarazosa Teresa pensaba que había ido demasiado lejos.
Apenas habían pasado un par de días cuando Ricardo la llamo de nuevo, y cuando Teresa se enteró que él hizo a propósito dejándola sin las llaves de la casa se puso furiosa y le dijo que no volviera a llamarla.
Ocho días pasaron y Teresa atendió a Ricardo luego de él insistir, como ella pensaba era para invitarla a otra fiesta para el siguiente día, él colgó luego de la invitación como siempre hacía, desde el momento que atendió la llamada el temperamento de Teresa cambió y se puso peor a medida que pasaban las horas, apenas durmió esa noche y él día de trabajo al siguiente día le pareció una eternidad pero se lleno de autocontrol y no fue a la fiesta, pasaron otros días para que Teresa lograra tranquilizarse aunque no completamente. Se sintió aliviada cuando su esposo Pedro llego del viaje aunque significaría volver a ver Ricardo por la casa.
Continuará

El grupo secreto, Parte 01 (de DagonX)
16 de enero de 2025 en Jovencitas, Relatos SDPA
Seré sincero y directo con mis palabras... mi hija... es una puta.
No es que yo lo haya sabido desde siempre, es más, a mí también me sorprendió el enterarme de su largo registro sexual a tan corta edad, y no es que me esté quejando de eso es decir, tengo entendido que las niñas de hoy en día son bastante despiertas pero yo normalmente esperaba enterarme de este tipo de noticias después de que ella cumpliera los quince y no antes, de verdad que el mundo de hoy está bastante enfermo, pensar que hasta hace un par de años mi niña todavía jugaba con muñecas y me contaba antes de arroparla en su cama sus fantasías sobre ponis y castillos, en que rato fue que dejo de ser la dulce niña que una vez conocí.
Ahora que lo pienso quizá todo empezó después de la muerte de su madre, al no poder llenar el vacío que ella dejo en su corazón, la obligue a buscar el amor y el consuelo que ella tanto necesitaba en brazos de un total extraño o de varios quien sabe. La red está lleno de sujetos así en busca de niñas envueltas en distintas crisis, listos a hacerse pasar por buenas personas dispuestos a oír cualquier sensiblería o problema inútil que niñas como la mía estén dispuestas a compartir.
Desearía que lo que les ando relatando ahora fuera una broma, pero no, no es así, ya que hace una semana lo acabo de confirmar, ya se me hacía raro que mi niña de solo doce años llegara a casa en un horario poco usual y con el cabello y uniforme todo desarreglado, como yo aún la veía como una niña pensé que era debido a que se quedó a jugar en algún parque y cosas así, sehh, sehh, sé que soy un total ingenuo y que no merezco ser llamado padre, pero al ver que este comportamiento era cada vez más usual una noche insistí en cuestionarla, al final me soltó con que simplemente se quedaba con un grupo de amigas probándose peinados maquillándose y cosas así, y que no era nada de lo que preocuparse, al verla recobrar la alegría que había perdido después del incidente con su madre estaba dispuesto a creerle cualquier cosa.
Esa misma noche luego de cenar ella se fue directo a su cuarto para después tomarse una ducha antes de dormir, al prepararme para irme a dormir también encontré en la sala un pequeño cuaderno, deduje que debía ser de ella, así que lo lleve a su habitación, ella no estaba ahí, de seguro se encontraba en la ducha, di un rápido vistazo a su cuarto y vi el celular que le había comprado para su cumpleaños encendido en su escritorio, al parecer aún se encontraba desbloqueado y tenía cargada en la pantalla una página de Whatsapp, me acerque hacia el celular dejando el cuadernito en el borde del escritorio, había un chat abierto, tenia de título "AMIGAS.ORG ^w^" parecía inofensivo a simple vista, quise dejarlo ahí pero una fuerte curiosidad me llevo a leer el contenido de dicho chat, que tipo de padre revisaba las conversaciones privadas de su hija sin su permiso si ella se entera de esto estaría en serios problemas, todo parecía ir bien cuando de repente me encontré con algo que no debería poseer una niña de doce años, era la foto de un pene enorme, conforme subía me encontraba con cosas aún más peores, videos de niñas bailando desnudas frente a varios hombres maduros, videos de las mismas niñas siendo salvajemente penetradas por el culo, chupando y tragando el semen que salía de ellos como si fuera todo un juego.
Ahí fue donde la vi, aquel video, duraba unos siete minutos y la protagonizaba mi angelito, en el pude ver como al principio con una gran sonrisa besaba a un tipo casi de mi edad lujuriosamente, su lengua exploraba la boca de aquel sujeto como si lo conociera de toda la vida, el tipo la agarraba de sus caderas y masajeaba suavemente sus nalguitas cada tanto, mientras poco a poco le iba bajando el cierre de su falda negra para dejarla caer lentamente sobre el piso, mi niña en cambio la rodeaba apenas con sus brazos intentando aferrarse hacia él lo más posible, el tipo seguía besándola y sus manos ahora desabrochaban desesperadamente su blanca blusa dejando al descubierto sus nacientes pechos rosados los cuales comenzaron a ser masajeados por sus callosas manos, mientras el tipo se distraía con su cuerpo desnudo mi niña dejo de besarlo y procedió a bajarle los pantalones y los calzoncillos, dejando a la vista su enorme pene que se encontraba totalmente erecto apuntando hacia ella, tomo con sus manitos esa enorme cosa y empezó a masajearlo de arriba hacia abajo como si ya estuviera acostumbrada, al ver su rostro pude ver que claramente esto lo hacía por pura voluntad, no había ningún signo de que estuviera siendo forzada ni nada, en verdad ella disfrutaba de aquello.
Poso sus labios infantiles en la punta del tipo y empezó a succionar rápidamente, su saliva iba cayendo sobre toda la longitud de aquel sujeto que lejos de observar tranquilo el trabajo que mi niña le hacía se dedicaba a empujar aún más con sus manos la cabeza de mi hija sobre su erecto miembro, su la larga y sedosa cabellera negra se entremezclaba con los gordos dedos de aquel sujeto que no la dejaba ir por nada. Había agarrado cierta velocidad en sus empujes cuando de repente el tipo bruscamente la descorcha de su verga y rápidamente la toma de la cintura para colocarla de cuatro encima de la enorme cama en la que se encontraban, le baja las braguitas rosadas que aun llevaba puesta y apunta con su miembro hacia su vaginita, mi niña toma aliento y cierra los ojos mientras veo como su rostro se retuerce y de su boca salen gemidos y pequeños gritos, sus manitas se comprimen y tratan de soportar el dolor que su cuerpo está experimentando en ese momento, el tipo se la mete suave al principio pero al acostumbrarse al interior de mi hija comienza a bombear rápidamente, sus manos la sostienen de las caderas y se impulsa de ellas para penetrar con más violencia dentro el cuerpo de mi niña, el video avanza mientras observo cada detalle de este, los gestos que ponen las sabanas que se arrugan los sonidos que provocan, su velocidad va aumentando parece que está a punto de acabar su rostro es el de una bestia fuera de control más aun viendo como la niña que tiene enganchada con su pene no para de gemir y sollozar con cada golpe que de seguro le hace a su pequeño útero.
Mi hija pierde el control sus brazos ya no le responden, se deja caer sobre la almohada mientras el degenerado aun la penetra sosteniendo su pequeña cadera con las manos, los gemidos no paran y poco a poco a mí también me van excitando, mi pene empieza a calentarse y junto con el tipo del video ambos eyaculamos al mismo tiempo, claro que yo lo hago dentro mis pantalones y el dentro de mi niña, totalmente exhausto el sujeto retira su pene de la pequeña vagina e inmediatamente sendos chorros de semen salen de su interior, mi niña se encuentra aún recostada en la cama totalmente abatida el sujeto ya no está en cámara de seguro se encuentra vistiéndose, nuevamente aparece esta vez con la mochila de mi hija en mano, del interior saca un pequeño cuaderno anota algo y lo vuelve a poner dentro, se acerca a mi hija y la besa una ultima vez, el video acaba.
Me encuentro en shock, el cuaderno pequeño que vi en el video es el que se encuentra al borde del escritorio, lo tomo y hecho un vistazo, es una agenda, en el hay varias páginas llenas de horas y firmas, quizá esa era la forma en la que registraban sus horas laborales, las firmas eran similares y algunos tenían incluso pequeñas sugerencias, como ser "practica más las mamadas" o " me gusta que gimas fuerte, hazlo más seguido" claramente era una agenda de sus clientes, al final de cada mes había una rara firma y un pequeño monto anotado, "DANDY : 500".
El tal DANDY de seguro era el que las manejaba, quien era ese sujeto, donde lo ubicaría, como es que convirtió a mi dulce niña en eso. No tenía tiempo de averiguar todo aquello en ese momento, deje el celular donde estaba y tome el cuaderno para revisarlo mejor, salí de la habitación y me dirigí a la mía, ya en mi cama venían a mi mente las imágenes del celular, no dejaban de aparecer las lindas expresiones de mi hija que me habían hecho eyacular y que no me permitían dormir en paz, puse mi mente en blanco cerré los ojos y me forcé a dejar de pensar en el asunto, pero era imposible, la protagonista de aquel candente video sexual se encontraba en esta misma casa en aquel preciso instante, era mi hija.
Continuará

Incesto genético, Parte 03
16 de enero de 2025 en Jovencitos, LGBTQ+, Sexo en grupo, Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
Hola, hoy les voy a contar como el circulo incestuoso se va cerrando, y como voy disfrutando con esto cada vez mas y me vuelvo mas adicta al incesto.
Habian pasado unas semanas de la primera “fiestita” con nuestros primos, la cual repetimos en varias ocasiones.
Estabamos solos en mi casa con mi hermano, cuando llaman a la puerta, era Federico el mas chico de mis primos y que en un principio se negaba a mantener sexo con la hermana y conmigo, pero una vez que le tomo el gusto al sexo entre nosotros se hizo el mas adicto a los cinco.
Nos conto que Valeria, mi prima, estaba con la regla y se acercaba el fin de semana y no iba a poder participar activamente en nuestro encuentro y para colmo el estaba re-caliente, ya que hacia un par de dias que no podia coger. A lo que Leonardo le propuso que me cogieran entre los dos ahi mismo ya que estabamos solos y nuestros viejo no regresarian hasta la noche.
Asi que nos fuimos al dormitorio de Leo y despues de desnudarnos me acostaron boca arriba en la cama y mientras le chupaba la verga a Leo, Fede me mamaba la conchita. Despues me hicieron poner en cuatro patas y le chupe la verga a Fede y Leo colocandose detras mio me penetro de un solo golpe por mi sexo; asi estuvimos un rato, hasta que despues de mi primer orgasmo, Fede se acosto y me dijo que lo motara. Yo asi lo hice y introduciendome despacio su verga en mi interior, cuando la tuve toda adentro comence a cabalgarlo mientras le chupaba la pija a Leo, quien no tardo en dejar esa posicion para colocarse detras y penetrarme por el orto con suavidad, en esa estabamos cuando sentimos que la puerta de calle se cerraba de golpe. Nos quedamos congelados y mas al oir la voz de mi padre que nos llamaba.
De inmediato nos esparamos; Leo y Fede se vistieron a toda prisa, y bajaron a la sala donde encontraron a mi viejo y mi tio Ricardo, el padre de Fede, y le dijeron que yo estaba en el baño.
Un rato despues baje y los salude como si nada y entonces nos contaron que al dia siguiente irian con Jorge, un amigo y socio de ellos, hasta la costa para alquilar una casa grande para las vacaciones, ya que Jorge y su familia iban a pasarla con nosotros.
– Jorgelina, ¿por que no venis con nosotros?, asi tenemos la opinion de una mujer, ya que como ni tu madre ni tu tia pueden ir porque trabajan – me propuso mi tio.
– Es que este fin de semana pensabamos ir a ver un concierto de Rock con los chicos – le conteste, pensando en que me iba a perder la orgia que habiamos preparado para ese fin de semana y que mi prima estaba con la regla y a los chicos les iba a cagar la diversion, ademas de aburrirme como loca con tres viejos.
– Nesecitamos de tu ayuda, asi que anda preparando el bolso que mañana salimos a las 6 de la mañana – me dijo en forma tajante mi padre, sin darme oportunidad a que protestara.-
Al dia siguiente Jorge nos paso a buscar con su auto, era un viaje de diez horas, asi que se iban a turnar para manejar. Yo me sente atras con mi padre y fuimos hablando de que comodidades tenia que tener la casa que ibamos a alquilar.
A media mañana paramos para desayunar y cambiar de conductor, cuando volvimos al coche, mi tio manejo y Jorge fue el que se sento a mi lado, al rato de estar en marcha note que estaba excitado y que aprovechaba cualquier ocasion para rozarme la pierna con la suya. Esto me llamo un poco la atencion ademas de excitarme tambien un poco.
Nos volvimos a detener para almorzar, entramos a un bar y nos sentamos en una mesa redonda, quede sentada entre Jorge y mi tio y mi viejo estaba casi enfrente mio.
Durante todo el almuerzo, tanto mi tio como su amigo me rozaban como al descuido las piernas con la de ellos, yo no decia nada por temor a que me equivocara en sus intenciones y solo fuera casualidad.
De regreso al auto mi viejo manejo y mi tio se sento a mi lado, asi seguimos el resto del viaje charlando, haciendo bromas y los tres hombres contando chistes verdes o de doble sentido.
A las 17.30 llegamos a destino, fuimos a un hotel y alquilamos un departamento con dos dormitorios y una salita de estar. Uno de los dormitorios tenia una cama de dos plazas, la otra dos camas individuales y cada habitacion tenia su baño.
– Nosotros vamos a usar el de cama matrimonial – me dijo mi padre – los muchachos van a dormir en el otro- al ver que lo miraba desconcertada siguio diciendo – Ellos no pueden compartir una cama ¿que van a pensar los del hotel?, si ven que duermen junto -bromeo.
Despues de desempacar, salimos a ver algunas inmobiliarias y hacer sitas para el dia siguiente para ver las propiedades que se ofrecian. A eso de las 19,30 mi tio y Jorge dicen que tienen que ir a comprar unas cosas y mi viejo y yo vamos a recorrer el centro y tomar algo antes de volver al hotel.
De regreso al hotel nos encontramos que nuestros dos compañeros de viaje ya habian regresado y estaban en su habitacion. Mi padre me dijo que me bañara, para despues de hacerlo el, ir a cenar.
Cuando salgo del baño, envuelta en un toallon, encuentro a mi viejo sentado en un sillon, desnudo tapado con una toalla y mi tio en boxer apoyado en el marco de la puerta y a Jorge cerca de el con unos pantaloncitos de futbol.
– Mira lo que te compraron estos dos locos – dijo mi padre señalando hacia la cama.
En ella habia un vestido negro de laicra muy escotado, entallado al cuerpo hasta la cadera y con falda suelta, junto a el habia una diminuta braguita negra casi transparente y un par de zapatos con una pequeña plataforma y tacos muy altos. Me incline para verlos de cerca, este moviendo dejo al descubierto mis nalgas, cuando me di cuenta de esto me incorpore rapido tomando el vestidito, me di vuelta diciendo:
– Muchas gracias, es divino, me encanta – y acercandome a mi tio y Jorge les di un beso en la mejilla a cada uno, notando que ambos estaban con el amigo duro.
– Ponte el conjunto esta noche para ir a cenar – me dijo mi padre – Yo ahora me voy a duchar – se levanto y cuando paso a mi lado me dio una palmada en el culo.
Cuando salieron los otros dos, cerre la puerta y comence a vestirme. El vestido era mas corto de lo que creia, apenas unos centimetros debajo de mis nalgas y cuando me sentaba se subia casi hasta el comienzo de la braguita que casi no tapaba nada.
Cuando salio mi padre del baño, envuelto en una toalla, se quedo mirandome, lanzo un silbido de aprobacion, me levante y le pregunte si no era muy corto.
– Esta perfecto, te hace ver mayor y deja apreciar lo bien formada que estas. Los tipos no van a dejar de babearse al verte – me dijo.
Cuando fui hasta el espejo para arreglarme el cabello y maquillarme, vi a mi padre que no me quitaba los ojos de encima mientras se frotaba su miembro a traves de la toalla, la dejo caer y pude apreciar que la tenia semi dura y de buenas proporciones. Esto me calento un poco, pero hice como que no habia visto nada, el se vistio y cuando termino salimos al encuentro de los otros dos, que estaban en el bar del hotel tomando una copa.
Ambos se quedaron con la boca abierta al verme y me llenaron de piropos, despues de un rato salimos rumbo al restaurante. Fuimos a uno muy elegante y discreto, con mesas redondas con largos manteles que la cubrian hasta la mitad y un sillon semicircular de respaldo alto que la rodeaba. Yo me sente entre mi papa y me tio, y al lado de el Jorge. Despues de pedir la cena y mientras esperabamos charlamos de lo que ibamos hacer al dia siguiente, durante la charla note el roce de las piernas de mi tio y mi padre contra la mia, las cuales junte lo mas posible para evitar esto, pero ellos las acercaron mas, siguiendo su jueguito. Despues de cenar decidieron esperar un rato para pedir el postre y seguimos charlando. De pronto siento una mano que me acaricia una pierna, era la mano de mi padre, intento sacarla pero el se acerca a mi oido y me dijo:
– Ya sabemos lo que haces con tu hermano y Fernando, los vimos cogiendo ayer, en el dormitorio de Leo – yo no le respondi y el volvio a poner su mano en mi pierna y la empezo acariciar, lo mismo hizo mi tio. Sus caricias iban recorriendo mis muslos desde la rodilla hacia arriba, acercandose cada vez mas a mi sexo.
Mi tio fue el primero en tocar mi vagina, que ya estaba bastante humeda, yo para facilitar su trabajo abri un poco las piernas, mientras sucedia esto ellos no dejaban de charlar como si nada sucediera. Despues de un rato asi Ricardo, mi tio, se levanto con la excusa de ir al baño y Jorge lo acompaño.
– ¿Te gusta lo que te estamos haciendo? – me pregunto mi padre.
Yo asenti con la cabeza, pero sin pronunciar palabra.
– Esto es el comienzo, despues en el hotel te vamos hacer disfrutar como una puta. Este fin de semana vas hacer nuestra putita y te va a gustar.
Mientras decia esto no dejaba de tocarme la concha que ya estaba totalmente mojada.
Cunado regresaron Ricardo y Jorge, este se sento en el lugar de mi tio, y de inmediato comenzo a tocarme la pierna subiendo rapidamente a mi sexo, el cual acaricio a traves del la tanguita.
Despues de comer el postre, salimos del restaurante, y nos dirigimos al hotel, en el auto me sente atras junto a mi padre, que de inmediato puso su mano entre mis piernas y comenzo a sobarme el sexo y besarme en la boca, despues de una rato separo la tela de mi tanguita y con un dedo me masajeo el clitoris, bajando por la rajita hasta llegar al agujerito, y tras jugar un poco en el me introdujo el dedo, comenzando a moverlo lentamente. Esto me puso a mil, arrancandome pequeños gemidos de excitacion. Jorge, que iba conduciendo, detuvo el auto y cambio el lugar con mi viejo, de inmediato metio su mano en mi conchita, masajeando el clitoris con fuerza, se abrio la bragueta y saco con dificultad su verga que estaba durisima. Yo se la agarre y empece a menearsela con suavidad. El gemia mientras me metia un dedo en el ano, que ya estaba medio lubricado con los jugos que chorreaban de mi conchita.
Cuando llegamos al hotel, los tres estaban super excitados, se les notaba mucho la ereccion que tenian. Asi que nos quedamos un rato tranquilos en el auto hasta que se les bajo un poco. Como a mi tio se le notaba menos, fuimos a pedir las llaves de la habitacion, mientras mi padre y Jorge esperaban en el auto que se les terminara de baja. Subimos los dos en el ascensor y sin mas preambulos mi tio me empezo a besar con pasion en la boca mientras con sus manos me tocaba el culo y las tetas.
Entramos en la habitacion y ahi seguimos besandonos mientras el me metia mano por todos lados. Al rato llegaron mi padre y Jorge, ambos se unieron a nosotros, quedando rodeada de tres hombres que me besaban y me manoseaban por todos lados.
Me sacaron el vestido y quede solo con la tanguita puesta, asi me llevaron hasta la cama y me acostaron en ella boca arriba. Ricardo se arrodillo entre mis piernas y sacandome la tanguita hundio su cara en mi conchita chupandola con maestria, me metia la lengua y despues me mordia con suavidad y chupaba mi clitoris, despues bajaba hasta mi ano para darle tambien el mismo tratamiento. Mientras mi tio estaba en esta tarea, Jorge se apodero de mis senos lamiendolos, chupandolos y estrujandolos con sus manos en forma alternativa y mi padre me daba su considerable tranca para que se la chupara. Al rato tuve el primer orgasmo, cuando se percataron de esto cambiaron de lugar, hasta que todos chuparon por mis tetas, mi concha y por mi boca pasaron las tres vergas y yo tuve otro orgasmo mas.
Los tres ya estaban desnudos y pude apreciar bien sus vergas bien paradas, mi tio la tenia enorme, larga y gruesas, mientras que la mi padre era un poco mas corta pero casi igual de gruesa y la de Jorge se la podia considerar normal.-
Jorge se acosto en la cama boca arriba y a mi me pusieron en cuatro entre sus piernas para que lo mamara, mientras mi padre se me puso atras y despues de tocar un poco mi conchita me ensarto la pija muy lentamente, cuando estuvo toda adentro comenzo el movimiento de mete y saca, al principio despacio paro fue acelerando a medida que se iba calentando cada vez mas. Yo le estaba chupando la pija a Jorge muy lentamente, a su pedido, asi no se acababa pronto.
Mi padre aumento el ritmo de sus embestidas, preambulo de que se iba a correr, yo tambien estaba casi a punto, cuando de repente me la saca y se dirige hasta mi boca, donde vertio todo su nectar. Yo trague lo mas que pude pero no llegue al orgasmo, el hijo de puta me lo corto.
Cuando le deje la verga limpia, Ricardo ocupo el lugar de Jorge y este me la ensarto muy despacio, hasta el fondo, bombeando lenta y acompasadamente, mientras mi viejo nos miraba desde un sillon mientras se masturbaba.
Cuando Jorge, se estaba por acabar tambien me la saco y me la metio en la boca, llenandomela de leche. Dejandome otra vez al borde del orgasmo.
Volvieron a cambiar, siendo mi padre el que ocupo el lugar de mi tio, y el colocandose detras de mi me la ensarto de un solo golpe hasta el fondo, haciendo que me tragara la verga de mi viejo casi por completo ahogando mi gemido de dolor.
Me cogia con fuerza, casi como si me estuviera violando, pero a pesar de la violencia de sus arremetidas me estaba excitando cada vez mas, arrancandome gemidos de placer.
No tarde en llegar a un orgasmo muy intenso, que estremecio todo mi cuerpo, mientras el seguia con sus arremetidas cada vez mas fuertes, hasta que por fin empezo a gemir y se empezo a correr dentro de mi conchita, que a esa altura estaba pidiendo que la dejaran en paz. Cuando termino de derramar su semen me la saco y todavia dura me la hizo chupar para que probara su nectar y le limpiara la verga de mis jugos y los de el.
Quede tendida en la cama agotada de la tremenda cogida recibida por esos tres hombres, cuando me recupere fui al baño a orinar y levarme. Cuando regrese estaban los tres tomando un whisky, mi padre me dio uno, diciendo que era para que recuperara el animo.
Mientras tomabamos nuestras copas, los tres coincidieron en lo bien que cogia y mamaba, que era una putita hecha y derecha, y otras barbaridades por el estilo.
Cuando terminamos el whisky, mi tio se me puso atras, apoyando su verga en mi culo, mientras me sobaba las tetitas, despues se arrodillo y separandome las nalgas comenzo a chuparme el orto, Jorge me empezo a besar en la boca y el cuello mientras sus manos me masajeaban el clitoris, y mi padre se apoderaba de mis tetas. Asi estuvimos un rato hasta que mi tio se levanta y me lleva hasta el sillon, me hace poner de espalda a el arrodillada en los apoyabrazos y los codos apoyados en el respaldo. En esta posicion me chuparon el orto los tres hasta que mi tio coloco la punta de su pija en la entrada de mi culito, comenzando a presionar con hasta que mi esfinter anal cedio, introduciendo por completo la cabeza de su gran verga. Esto me dolio un poco y el notando esto se quedo un momento quieto para que mi ano se acostumbrara a semejante intruso. Cuando se adapto, de una feroz arremetida me la metio toda, haciendome dar un grito de dolor. Sin miramientos y entre las risas y comentarios soeces de los otros dos comenzo un mete y saca violento mientras que con sus manos me agarraba por las caderas para que no me apartara. Mi padre se acerco y metiendo la mano entre mis piernas me masajeo el clitoris y Jorge las tetas.
A pesar del dolor, me gustaba lo que me estaban haciendo y empece a gemir tanto de dolor como de placer. Hasta que me vino un orgasmo bastante intenso, Ricardo siguio con sus arremetidas durante varios minutos mas que se me hicieron eternos, hasta que al fin entre gemidos y combulciones se acabo dentro de mi maltrecho culito. Cuando me la saco, su lugar fue ocupado por mi padre, que me la metio con mas suavidad pero tambien de un solo golpe, que no me dolio tanto por que mi orto estaba dilatado, Jorge seguia masajeando y chupando mis tetas y mi tio me masajeaba el clitoris. Mi viejo no tardo mucho en acabarse emitiendo fuertes gemidos, llenandome los intestinos con mas leche, cuando me la saco me la refrego por las nalgas, dejandolas pegajosas con su semen. Entonces Jorge ocupo su lugar, que tambien me la ensarto de un solo golpe, pero dado la dilatacion y lo lubricado que tenia mi ano, no me dolio. Tras unos minutos de intensos bombeos, y lanzando un grito derramo su leche en mi interior.
Cai agotada en el sillon, mientras sentia como se deslizaba por mis piernas el semen de mis amantes que salia de mi orto.
Ricardo me levanto en brazos y me llevo al baño, diciendome que me iban a bañar entre los tres. Abrieron la ducha y nos metimos los cuatros, yo estaba parada en medio de ellos que me empezaron a enjabonar todo el cuerpo, mientras me acariciaban mis parte mas intimas. Una vez que terminaron de enjabonarme me pidieron que yo hiciera lo mismo con ellos, yo acepte y comence a enjabonar a Jorge, despues a mi padre y por ultimo a mi tio, cuando termine note que los tres estaban empalmados nuevamente, nos terminamos de duchar y sin secarnos nos dirigimos nuevamente al dormitorio.
– Bueno, ahora te vamos a dejar descansar – me dijo mi tio, y tras darme un profundo beso en la boca se fue a su dormitorio, lo mismo hizo Jorge.
Mi padre tambien me beso y nos acostamos. Tenia el cuerpo dolorido por la cogida que me dieron, y me quede dormida enseguida.
De pronto senti la verga de mi padre apoyada contra mis nalgas, y su mano que acariciaba mis pechos. Con suavidad me puso boca arriba y se me subio encima, abriendo mis piernas con las suyas me penetro de un golpe, comenzando un suave mete y saca que fue acelerando a medida que se iba calentando mas. No tardo en acabarse en mi interior, yo fingi unos gemidos de placer, pero no sentia nada de tan cansada que estaba. Despues de este polvo tardio, que no me dio placer me quede profundamente dormida.
Me despertaron unas caricias, era mi tio que sentado al borde la cama me estaba tocando los senos y el culo, yo le sonrei y lo deje hacer.
– Levantate, que tenemos que ir a ver las casas para alquilar – me dijo despues de un rato.
– ¿Que hora es? – pregunte
– Las 9, a las 10 nos esperan en la inmobiliaria. Ponte este vestido, pero sin nada abajo – me ordeno, dandome una solera de algodon corta y ceñida a la cintura.
Me levante y despues de higienizarme, me vesti y me reuni con ellos en al bar del hotel para desayunar.
Una ves en el auto, Jorge que estaba sentado a mi lado me metio la mano debajo de la falda, para comprobar si realmente no llevaba nada debajo, comprobado la ausencia de mi tanguita, se entretuvo un rato acariciando mi clitoris.
Pasamos a recoger al dueño de la inmobiliaria y fuimos a ver tres chalet, en dos que habia escaleras yo subi corriendo delante de ellos y baje dando saltos cuando ellos estaban a los pies de la escalera, haciendo flamear mi falda con estos movimientos y dejando ver que no llevaba nada debajo. Esto hizo que a Alberto, el de la inmobiliaria, se le notara un bulto considerable debajo del pantalon.
Dejamos a Alberto en la inmobiliaria y nos fuimos a almorzar, durante la comida nos reiamos de como estaba de caliente Alberto y lo bien que me habia portado haciendolo calentar. Despues de comer nos fuimos al hotel, a “descansar” un poco, ya que a las 17 teniamos que ver otras casas.
Una vez en la habitacion me llevaron al dormitorio donde nos desnudamos, y despues de chuparle la verga a los tres, Jorge se acosto boca arriba y me hicieron que lo montara. Me puse sobre el y fui introduciendo su miembro despacio en mi conchita, cuando estaba todo adentro comence a cabalgar muy lentamente,
Mi padre acerco su pija a mi boca para que lo mamara, mientras mi tio me lamia el ano, introduciendo dos dedos por mi agujerito. Yo estaba a mil de excitacion, cuando siento la cabeza de la verga de Ricardo frotarse en mi culito, buscando la entrada.
– No me la metas – le suplique, pero el no me hizo caso y haciendo un poco de fuerza metio la punta dentro de mi orto, se quedo quieto un momento y de un solo golpe me penetro hasta el fondo, haciendome gritar de dolor.
Mi padre volvio a meterme su tranca en la boca y tomandome de la cabeza comenzo a cogerme por la boca. Mientras Jorge y mi tio hacian lo mismo por mis otros dos agujeros. A pesar del dolor que sentia en el culo, estaba gozando con la triple penetracion a la que estaba siendo sometida, no tarde mucho en tener un orgasmo muy intenso. Ellos siguieron cogiendome asi durante un buen rato.
Hasta que decidieron cambiar de lugares, mi padre se acosto para que lo montara y Jorge me penetro por el orto, mientras se la chupaba a Ricardo.
Despues de un rato y otro orgasmo, sucedio lo que tanto temia, Ricardo se acosto para que lo montara y mi padre me iba a ensarta a ala vez por el culo, me iban a penetrar a la vez las dos vergas mas gruesas y grandes que habia probado hasta ese momento a la vez.
Cuando estaba sobre mi tio y con su verga en la puerta de mi vagina, el tomandome de la cintura me hizo bajar de golpe, clavandomela muy profundo, sin dejar que la sacara un poco, mi padre coloca la suya en la entrada de mi culito tambien me la metio de un solo golpe. Yo grite por el dolor que me estaba produciendo semejantes vergas dentro mio, Jorge sin miramientos metio su verga en mi boca hasta llegar a mi garganta produciendome arcadas y llenandome de lagrimas los ojos.
Tanto mi padre como mi tio empezaron a cogerme fuerte, metiendo y sacando sin compasion a los quejidos que yo emitia, a pesar de tener la boca ocupada con la verga de Jorge, que tambien me estaba cogiendo por ella.
Me estuvieron cogiendo asi, durante unos quince minutos mas, que se me hicieron eternos, hasta que Jorge entre gemidos comenzo a correrse en mi boca inundandola con su jugo, casi enseguida lo hizo mi padre llenandome el culo de semen, mientras mi tio me hacia cabalgar mas rapidamente hasta que llegue a un nuevo orgasmo y minutos despues el se derramo en mi interior.
Cai en la cama agotada y sentia como el semen salia de mis partes intimas y se deslizaban por mis muslos. Me estuvieron cogiendo los tres a la vez durante casi una hora, dejandome dolorida y exauta, pero tambien satisfecha.
Me dejaron descansar un rato y despues de darme una ducha me vesti como a la mañana y salimos a ver mas casas.
Cuando llegamos a la inmobiliaria, el dueño ya nos estaba esperando en la puerta. Se acerco al coche para decirnos donde ibamos a ir, y de paso ver hasta donde podia ver de mi entrepierna. Le dijeron que se subiera atras, quedando sentado a mi lado.
Todo el tiempo que duro el viaje, me rozo la pierna con la de el, como si fuera en forma accidental.
Fuimos a visitar dos casas mas, y en varias oportunidades me metio mano por el culo, como por accidente, y yo le rece el bulto, que lo tenia como piedra, con la mano. Esto no escapaba a las miradas de mis tres amantes, que tambien estaban duros.
Ricardo llevandome aparte me pregunto:
– ¿Queres que te dejemos sola con ese durante un rato?
Me quede pensando un momento, sopesando al tipo, tendria unos 50 años, algo gordito, mediana estatura, poco atractivo, pero parecia que tenia un buen trozo.
– Si ustedes quieren, si – les respondi.
– Bueno. Te dejamos sola con el durante 20 minutos, pero no dejes que te coja, solo chapasela.
Cuando volvimos junto al de la inmobiliaria, mi viejo y Jorge no estaban, el viejo nos dijo que se habian ido a comprar cigarrillos, entonces mi tio dijo que el tambien nesecitaba y los iba a buscar, que los esperaramos ahi que el regresaba enseguida.
Cuando salio Ricardo, me sente en un sillon, y abri un poco las piernas, para que el viejo viera mi conchita. Sin disimulo clavo la vista en ella, mientras se masajeaba el bulto por encima del pantalon.
Lo mire a los ojos y le brinde una sonrisa muy picara, a la vez que abria mas mis piernas, dejando ver por completo mi sexo.
Se acerco al sillon, y acariciandome la cabeza, me pregunto mi edad, le dije 17 aunque tenia 14, a la vez que le empece a acariciar el bulto. El no tardo en abrirse la bragueta y sacar su pija, que era de un tamaño medio. Acerque mi boca a ella y comence a mamar. El poniendo su mano en mi nuca atrajo mas mi cabeza a su cuerpo haciendome tragar toda su tranca.
Asi estuve unos minutos, hasta que me hizo arrodillar en el sillon, de espaldas a el, colocandose de rodillas detras de mi, me levanto el vestido hasta la cintura y comenzo a chuparme la conchita y el agujerito del culo, metiendome los dedos en ambos agujeros alternativamente. Despues de un rato se levanto y apoyo su verga en la entrada de mi culo, yo quise apartarme, pero me inmovilizo tomandome de las caderas con fuerza, y de un golpe me penetro haciendome dar un gemido.
Me bombeo con fuerza durante unos cinco minitos hasta que derramo su semen en mis intestinos, quedando apretado contra mis nalgas mientras su pene se iba deshinchando.
Cuando la saco, note como me chorreaba su semen por las piernas. Me limpio con un pañuelo y luego fui a terminar de higienizarme al baño.
Cuando regrese ya estaba mi padre, me dijo que Jorge y Ricardo se habian ido a hacer unas compras y que nos encontrariamos con ellos en el hotel. Llevamos a tipo a su negocio y fuimos a tomar una gaseosa con mi padre, ninguno de los dos dijo nada de lo sucedido, pero por la manera en que mi padre me miraba sabia que estaba al tanto de por lo menos la orden que me habia dado mi tio.
Despues de dejar al de la inmobiliaria, fuimos comprar unos regalos, para llevar a casa y despues regresamos al hotel.
Al entrar en la habitacion, nos encontramos con Ricardo y Jorge, que habian regresado. Despues de charlar un rato, mi tio me llevo al dormitorio y desnudandome me puso en cuatro sobre la cama y me penetro fuerte por el ano, dandome sin compasion durante casi veinte minutos hasta que acabamos casi al mismo tiempo. Luego entro Jorge que me cogio por adelante, sin que me produjera ningun orgasmo, y al terminar este lo hizo mi padre que tambien me penetro por la concha. Despues de ser cogida por los tres, nos duchamos y vestimos para ir a cenar. Me dijeron que me vistiera como la noche anterior, fuimos al mismo restauran y los tres se turnaron para tocarme las piernas y la concha por debajo de la mesa, preambulo de lo que me iban hacer despues en el hotel.
De regreso al hotel, me enviaron a la habitacion para que descansara, ya que al dia siguiente nos teniamos que levantar temprano para regresar y ellos querian quedarse tomando unas copas en el bar del hotel.
Una vez en la habitacion me desnude y me acoste, quedandome dormida casi de inmediato.
No se cuanto tiempo dormi, pero me desperte sintiendo que alguien me abria las piernas y comenzaba a chupar la concha, abri los ojos pero no veia nada ya que estaba todo oscuro, alguien puso su verga en mi boca, era mi tio, lo supe por el tamaño, otro subiendose en la cama se apodero de uno de mis pechos, acariciandolo y chupandolo con gula. Me sobresalte al sentir que mi otro pecho era trabajado por otra persona. Los hijos de puta habian traido a otro tipo para cogerme.
Asi estuvieron un rato hasta que alguien encendio la luz y al mirar a mi alrededor me lleve la mayor sorpresa, quien me estaba chupando la conchita, era una mujer de unos treinta años morocha y buen cuerpo, que habia visto en el bar del hotel.
– Chicas, hagan un show para nosotros – dijo mi tio.
Se sentaron alrededor de la cama, mientras Nancy, asi se llamaba la chica, me besaba el vientre, subiendo lentamente hacia mis tetas. Al llegar a ellas se entretuvo chupandolas y mordisqueando un ratito, par luego seguir hasta mi boca, donde me beso con pasion.
Despues me dio sus tetas para que las chupara, mientras ella acariciaba las mias. Pasado un rato se sento sobre mi cara para que le chupara la concha, cosa que hice con gula de lo caliente que estaba. Ella se tumbo encima mio para hacer un 69, mientras ella me chupaba la concha me iba metiendo un dedo en el ano, haciendome gemir cada vez mas. Yo le iba haciendo lo mismo que ella a mi. Las dos gemiamos como locas, hasta que despues de un buen rato llegamos a un espectacular orgasmo ambas, casi al mismo tiempo. Nancy salio de encima mio y me volvio a besar en la boca.
Mi viejo se levanto e hizo que Nancy se acostara boca arriba con las piernas abiertas y que yo me pusiera en cuatro patas entre ellas, para chuparle nuevamente la concha. Ricardo le ofrecio, a Nancy, su verga para que la chupara mientras Jorge le apoderaba de sus tetas y i viejo se colocaba detras de mi, para penetrarme por la vagina. Asi estuvimos un largo rato hasta que cambiaron de pocion, y fue Jorge el que reemplazo a mi padre, y por ultimo mi tio que me penetro por el ano. Durante esta parte de la orgia me arrancaron dos fuertes orgasmos y Nancy tubo un muy intenso. Ninguno de los hombres acabo.
Jorge y Ricardo se acostaron en la cama boca arriba, e hicieron que los montaramos, Nancy a mi tio y yo a Jorge; mientras mi viejo colocandose detras nuestro nos iba penetrando por el orto un rato a cada una. Despues de un rato, cambiamos de pijas, yo me monte en mi tio y Nancy en mi viejo y el que nos dio por el culo fue Jorge, y por ultimo Nancy se monto en mi viejo, yo en Jorge y mi tio nos penetro por el culo con furia, haciendonos doler.
Todavia ellos sin acabar, me pusieron en cuatro patas y mientras volvia a chuparle la concha a Nancy, me fueron cogiendo de a uno, el primero fue Jorge que me la ensarto por el orto, mientras que con una mano me masajeaba el clitoris, despues de unos minutos cambio de agujero y tras unas cuantas embestidas se acabo en conchita abundantemente, el que siguio fue mi viejo, que hizo lo mismo pero repartio su leche entre el interior de mi concha y la entrada de mi orto. Por ultimo mi tio me penetro primero por la conchita para despues de un rato pasar a mi ano, en el cual desagoto todo su semen. Luego le toco el turno a Nancy, pero a ella no le hicieron chuparme la concha, sino que hicieron que me masturbe, cuando acababan me daban sus pijas para que les sacara los restos de leche que les quedaba y se las dejara limpias.
Cuando terminaron con Nancy, descansamos un rato y nos volvieron a coger a las dos por mas de dos horas, yo perdi la cuenta de los orgasmos que tuve y de los polvos que me echaron.
Cuando terminaron me quede dormida casi de inmediato. Al despertar estaba sola en la cama, note que tanto mi vagina como mi dolorido culito estaban pringosos de semen seco, al igual que mi cara.
En la mesita de noche habia una nota de mi viejo en la que me decia que me duchar y bajar a desayunar, que ellos estaban en el bar.
Mientras desayunaba, no hicieron ningun comentario de la noche anterior, solo me dijeron que al terminar el desayuno partiamos de regreso a casa.-
En el camino de regreso paramos en dos oportunidades en caminos solitarios donde me cogieron por turno.
Al llegar a casa mi hermano queria coger conmigo, pero yo le dije que estaba cansada del viaje y no me sentia bien, cosa que era verdad por el rali de sexo que tuve el fin de semana y que no queria que lo supiera, ya que tenia el ano muy dilatado de tanto que me habian dado por ahi. Gracias a Dios al dia siguiente me indispuse y no hice nada durante toda la semana.
Continuará

El ser, Parte 03
16 de enero de 2025 en Ciencia Ficción, Terror, Relatos SDPA, Jovencitas, Zoofilia
Creo que todo este ambiente idílico se torció a partir del día en que tuve que acompañar a mi madre al mercado de un pueblo vecino. Pues ese día nos marchamos tan temprano para hacer el viaje que no me dio tiempo de darle de mamar, y regresamos cuando ya era muy de noche.
Recordando el consejo de mi tía me abstuve de darle de comer, aunque me daba mucha pena ver el ansia con que buscaba mis pechos cuando lo acurruque entre mis brazos para dormir, como de costumbre. Tan desesperado estaba que no dudo ni un instante en deslizarse por encima de mi cuerpo hasta incrustarse en mi desnuda intimidad, succionando mi clítoris con un ansia y frenesí desconocido hasta el momento.
Pronto perdí la cuenta de la cantidad de orgasmos que obtuve esa noche, pues cuando me quede dormida, de puro agotamiento, en mitad de uno de ellos, el ser todavía seguía libando de mi dulce almejita y sepultando a la vez una cantidad abrumadoramente desconocida de tentáculos en mis dos acogedores orificios.
Sin embargo a la mañana siguiente me sorprendió que apenas tuviera ganas de mamar, pero lo achaque a que también él estaría cansado después de una noche tan tormentosa. Menos mal que a la tarde ya volvió a succionar mis pezones con su hambre habitual, calmando así mis inquietudes.
Durante los días siguientes se volvió a repetir el proceso, ya que apenas si tenia ganas por la mañana, pero merendaba con un ansia barbara. Tarde todavía casi una semana mas en darme cuenta del sutil cambio que se estaba operando en todo su cuerpo.
Aunque al principio pensé que eran solo figuraciones mías pronto tuve que aceptar la realidad, y es que el suave pelaje del ser se estaba volviendo de un color mucho mas oscuro, tornándose casi rojo; al mismo tiempo su tamaño se incrementaba, y ya media casi cincuenta centímetros.
Pensé que se estaba haciendo ya mayor, y que los cambios serian algo natural, por lo que decidí restarle importancia. Por desgracia todo su cuerpo estaba creciendo de igual forma y pronto, con gran pesar, tuve que empezar a prescindir de sus agradables visitas a mi intimidad, pues sus tentáculos eran ya tan gruesos que llegue a temer que me desvirgaran, si continuaban entrando con tanta facilidad en mi angosto interior.
Ademas succionaba y libaba con tanta fuerza de mi clitoris que me hacia hasta daño.
Por otra parte su trompetilla era ya tan grande que cuando se acoplaba a mi pezón, abarcaba una buena parte de mi seno.
La cosa no tendría mayor importancia si no fuera por que su succión también era mucho mas violenta y me dejaba los sensibles pitones totalmente irritados y algo morados al acabar de mamar.
Ahora, cuando el ser se amorraba a mis grandes fuentes, sus tentáculos, cada vez más largos y fuertes, me rodeaban todo el torso, incluidos los brazos, dejándome totalmente inmovilizada sobre la cama mientras calmaba su voraz apetito.
Pues, a medida que crecía de tamaño también aumentaba su necesidad de alimento, pasándose cada vez mas tiempo pegado a mis jugosos pezones.
Sin embargo, después de apagar su sed volvía a ser el maravilloso peluche que tanto me gustaba, enroscándose, mimoso, a mí alrededor, hasta quedarse dormido.
Continuará

Desvirgando a la mendiga
15 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas
Algunas personas pensarán que esta historia es asquerosa, y en verdad lo es, pero yo qué sé, soy Sombrero y me conocéis todos, y los que no me conozcáis ya podéis ir echando un vistazo a mi obra y sabréis lo que es heavy metal.
Está Sombrero en su lugar de trabajo como está diariamente 8 horas al día, ir cobrando a los clientes de la tienda de congelados uno tras de otro. Es la tienda de Sombrero una de herencia familiar, no es una sociedad anónima.
Y eso hace que el trato tanto con los clientes como con los trabajadores, como con los suministradores, etc. sea impuesto de un modo igualmente familiar. Esto tiene muchas ventajas sin duda, pero también inconvenientes.
El tratar de un cliente como si fuera tu hermano imposibilita ciertos comportamientos paramente profesionales que si bien justos, no queda fashion con el concepto de la tienda. Un ejemplo práctico de ello son los mendigos. No son estos necesariamente aparentes desgraciados vestidos con harapos ni lisiados de guerra que te pidan para comer, sino que muchas veces son representantes de asociaciones benéficas en favor de drogadictos, chavales que te vienen a vender 4 chorradas para pagarse el viaje de final de curso o inmigrantes que te vienen a vender alfombras.
En un supermercado por ejemplo, estos individuos no tendrían sitio. A ninguna de las cajeras del hipermercado se le ocurriría entregar un sólo euro a un mendigo y que después la multinacional S.A. que la emplea le sacase ese mismo dinero de su nómina o algo peor…
Pero la tienda de congelados de Sombrero goza de multitud de ventajas al ser su trato en ella de tipo familiar, pero también inconvenientes y es que no puede Sombrero negarle un par de euros a una persona necesitada que venga pidiéndolo.
El caso es el siguiente: está ahora mismo Sombrero sentado en el asiento de su caja de cobro cuando ve a lo lejos que se le acercan un par de mujeres que han entrado por la puerta.
A medida que se acercan Sombrero reconoce que una es una mujer de unos 50 años y la otra no es tan mujer, sino que es una chavita de unos 13 años con una cara, no podía ser de otra manera, riquísima. Las dos hembras se siguen acercando a la caja y Sombrero se espera a responder cualquier duda que puedan tener las mujeres sobre donde está el pulpo a la gallega o las patatas fritas congeladas.
Cuando llegan y la mujer de ±50 años abre la boca, Sombrero se resigna escuchando que lo que quieren estas no es comprar sino “cobrar”. –
– Mujer˜50* buenos días, sería usted tan amable de darnos algo de dinero, porque somos necesitadas y. . .
El resto de palabras expulsadas por la boca de la mujer no son perfectamente comprendidas por Sombrero pues ha comprendido este casi desde la 4 palabra lo que quieren estas. Por ello emplea el tiempo que tarda la mujer en concluir su discurso para analizar a ojo vista con quien trata.
La mujer de ±50 años no se ve tan necesitada. Presume de los kilos que habitualmente suelen adornar a una mujer de su edad y no se le ve en la cara pasar mucha hambre o carencias.
La chavita sigue siendo tan linda como cuando reparó en ella hace unos 30 segundos, y le mira esta con una de ruego cara invitante a que suelte Sombrero algunos €urillos.
Sombrero sabe perfectamente que mediante la ideología de su tienda tendría que soltar a las dos mujeres cómo mínimo tres €urillos, pero no es la primera vez que le pasa esto y la verdad es que se empieza a cansar de la falsedad con que viene según quien a pedir dinero sabiendo que no se lo podrán negar.
– Sombrero * “””” y por qué no lo vais a pedir al banco Santander “””” piensa silenciosamente Sombrero urdiendo alguna respuesta a la que cree injusticia en que se ve sometido más a menudo de lo que querría. –
– Sombrero * “”” mira sabes qué, yo no me corto un pelo o sea que “”” La mujer ha terminado ya su recitación y cuando ve Sombrero que es su turno de abrir la caja y sacar algo de plata para entregárselo a la mujer acompañado de unas palabras de consuelo, este improvisa.
– Sombrero * esto, ven chiquilla, acércate. Dice Sombrero tendiéndole la mano a la chiquilla.
La chiquilla mira primero a la quizá familiar cercana suya y no recibiendo respuesta alguna de esta, dar un par de pasos hasta situarse al lado de Sombrero.
Sombrero le pasa la mano por la flaca cadera y mientras la acaricia le dice un par cucos.
– Sombrero * eres muy bonita…
– Chiquilla** gracias.
– Sombrero * ¿te gustaría ver la película de 007 conmigo?
La chiquilla se alarma y vuelve a mirar a su quizá familiar cercana y esta vez ella sí responde.
– Mujer˜50* ¿te gusta la niña?
– Sombrero * claro, cómo no me va a gustar esta manzanita.
– Mujer˜50* si quieres puedes verte con ella, si nos das un dinero.
– Sombrero * Uhmmm, hablemos de tratos. Quiero con ella, os doy 20 € para estar con ella.
Mientras Sombrero charla con la mujer la chiquilla no dice nada y tan sólo gira su rostro al turno de quien está hablando.
– Mujer˜50* huy no, que sepas que .. (La mujer baja la voz) .. Es virgen .. si quieres con ella tendrán que ser 150€.
– Sombrero * ¿virgen esta? y me la ofreces tan a la ligera? no te creo.
– Sombrero * Esta chavala ya debe haber conocido el pecado de la carne.
¿Eh chica? Dice Sombrero pellizcándole el traserito a la niña que aún tiene a su lado.
– Mujer˜50* que te digo que no, nunca ha cogido. Si quieres puedes hacerla mujer pero por 150€.
– Sombrero * uhmmm, está muy linda.. Pero sigo sin creerme que sea virgen… vamos a hacer una cosa. Lo haré con ella y comprobaremos si mancha la toalla, y primero os daré 100€, y si queda comprobado que era virgen, os daré 100€ más.
– Mujer˜50* uhm, de acuerdo, que así sea.
– Sombrero * vale pues, donde viven ustedes…
Sombrero y la mujer ultiman los acordes del trato y fijan en que esta misma noche acudirá Sombrero a una casa particular en que le será entregada la mercancía.
– Sombrero * de acuerdo, allí estaré.
– Mujer˜50* vale pues hasta luego.
La mujer y la chiquilla se alejan y vuelven a salir por la misma puerta que entraron a vigilancia de Sombrero.
La jornada laboral de este prosigue sin mucho más contratiempo y la hora de cerrar se ejecuta con especial rigor pues no hay que dejar enfriar la comida. Sombrero se despide de sus compañeros y camino a casa toma un par de trozos de pizza de la pizzería pues no tiene hoy tiempo ni paciencia para cocerse el arroz tradicional. Aún con un pequeño trocito de pizza suplicando piedad en su mano, Sombrero entra en su casa y después de ejecutar el que sabía el trozo de pizza que tenía negro destino, guarda en la caja fuerte el beneficio bruto del día y… se mira un momento al espejo, se alisa el bigote..
– Sombrero * uhmm sí, bien, un perfecto trovador encantador.. Dando su apariencia como óptima Sombrero abandona su casa rumbo a la ejecución del delito, el pecado de la carne, abusar de una menor a cambio de dinero.
En diez minutos Sombrero llama al timbre de la casa indicada. -riiiing- La puerta es abierta en unos segundos y es la chiquilla quien la abre.
— Sombrero * hola osito! Sombrero se lanza encima de la niña y empieza a besarle en la boca. La niña se ve de verdad inexperta y con gran timidez y escapándosele la risa imita el besuqueo de Sombrero.
– Chiquilla** muac, ji ji, muac, ji ji ji.
— Sombrero * muac, tate quieta, muac, ssssh, muac.
– Chiquilla** ji ji ji.
Es la voz de la mujer±50 la que interrumpe el romántico encuentro entre Sombrero y la niña.
— Mujer˜50* oye bribón, que te la estás comiendo antes de hora.
— Sombrero * ay sí, perdona pero es que es monísima.
— Mujer˜50* venga va, vamos adentro que charlaremos de la… de lo… de lo que hemos hablado. Sombrero y la chiquilla siguen a la mujer hasta llegar a un iluminado salón en que aparentemente pretende la mujer ultimar el trato. La mujer se sienta en una silla y Sombrero, teniendo tomada la chiquilla de una mano, se sienta en el sofá y siéntase la niña encima.
— Mujer˜50* espero que no le hagas daño…. ¿cómo la tienes?
— Sombrero * según me han informado terceras personas la tengo mediana tirando a grande, pero no tengo sin duda las monstruosidades que tienen los moros o los actores X.
— Mujer˜50* uhmmm, bien, pero.. ¿Sabrás hacérselo con cuidado?
— Sombrero * claro que sabré mamita, y no tengas tanto miedo porque vergas como la mía vienen desvirgando niñas como estas desde hace más de 1000 años.
La mujer duda unos segundos asimilando el inteligente comentario de Sombrero y en dichos segundos lo comprende, lo cree y le responde tranquilizada.
— Mujer˜50* tienes razón, no hay que preocuparse tanto… si yo te contara…
— Sombrero * ¿si usted me contara? uhmm, pues no lo califique de tan etéreo este comentario porque una de las cosas que más me gusta es que me cuenten cosas.
— Mujer˜50* ¿uhhh? qué dices?
— Sombrero * oh nada, no piense en ello. Quizá después de pasarme la noche con…
Sombrero, que tiene la niña sentada encima, sube su mano y acaríciale la mejilla haciendo que se le escape una sonrisa y se coloree un poco.
– Chiquilla** j.. j..
— Sombrero * nada, no piense en ello.. cosas personales que no le tienen que preocupar en absoluto pero que quizá hablaríamos mañana usted y yo de su pasado; de su infancia, de su adolescencia… en fin, ya se lo contaré mañana o pasado.
— Mujer˜50* ¿umm? no me preocupe por favor, que estoy a punto de entregarle mi sobrina. ¿De qué quiere hablar mañana o pasado?
— Sombrero * nada importante buena mujer, pero a mi me gusta que la gente me cuente experiencias que ha tenido y en especial experiencias sexuales que ha tenido. Me agradaría mucho que me contara usted, me narrara cómo fueron sus primeras o sus más especiales en su vida experiencias sexuales.
— Mujer˜50* uhmmm, ¿qué raro no?
— Sombrero * no, nada raro, en absoluto. Soy escritor y en concreto me gusta escribir acerca de las experiencias sexuales de la gente.
— Mujer˜50* bien, supongo que no hay problema. No tendré problema en contarle mañana acerca de mis experiencias, previo pago.
— Sombrero * uhmmm, me parece que no me ha entendido usted bien señora. Yo voy a pagar esta noche por comerme esta niña, pero para que usted me cuente mañana lo que me tenga que contar no le pagaré.
— Mujer˜50* pues entonces por qué se lo tendría que contar..
— Sombrero * es una compleja idea señora… o sea.. ¿Usted quiere ser inmortal?
— Mujer˜50* ¿yo? claro, claro que me gustaría ser inmortal. Pero sé que eso no es cierto y que todos moriremos algún día.
— Sombrero * se equivoca un poco, un poquito… o sea. Yo, yo he hecho a gente, he convertido a gente en inmortal.
— Mujer˜50* no diga bobadas, me va a decir que usted es un mago y va a hacer que yo viva 1000 años..
— Sombrero * no necesariamente 1000, quizá 10.000 o quizá toda la eternidad. Toda la eternidad en que la raza humana siga en nuestro planeta.
-Mujer˜50 & * Chiquilla: ja ja ja ja ja.
Sombrero que tiene tomado encima de él el trasero de la niña ve evidente que tiene que aclararles a las mujeres de qué está hablando porque lo más normal en estas circunstancias es que lo tomen en broma.
— Sombrero * o sea… les pondré un ejemplo de una persona que es inmortal, que usted conoce y quizá nunca había reparada en ello.
— Mujer˜50* a ver, ¿con cuala me saldrá ahora?
— Sombrero * uhmmm, a ver, quien… uhmmm Marilyn Monroe.
— Mujer˜50* pero qué dice, si esa mujer está muerta desde hace más de 30 años.. Cómo va a ser inmortal ella?
— Sombrero * le aclaro, está muerto su cadáver, pero ella está viva, está viva en todas las películas que rodó, en las mentes de las personas que vieron sus películas, en todas sus fotos que están en uno u otro lado, y de hecho en toda la sociedad moderna del presente año 2006 que es de una forma porque ella existió un día.
La tía y la sobrina se miran con cara de duda-sorpresa y aparentan empezar a comprender de qué habla Sombrero.
— Sombrero * claro queridas, ella vivirá siempre mientras subsista la raza humana en el universo, y lo mismo está pasando con miles de personas, digo no, millones, porque todo el mundo es inmortal en mayor o menor medida. Evidentemente no destacará la misma inmortalidad de Indira Gandhi que la de un empleado de una planchistería de l´Hopitalet, pero serán los dos inmortales porque dentro de 100, 1000 años, la India, o l´Hospitalet, tendrán algún aspecto resultante de su anterior existencia.
– Chiquilla** oh, pues es verdad.
— Sombrero * claro que es verdad querida.
Dice Sombrero tomando la chiquilla de la carita y dándole un tierno besito en los labios.
El besito se alarga con la misma ternura con que empezó y Sombrero y la niña no parecen tener intenciones de detener tan dulce juego. La mujer de más o menos 50 años los mira también enternecida convencida de que el recién conocido Sombrero será una buena primera experiencia para su sobrina.
La mujer se levanta y abandona la pareja para que disfruten estos de la cálida y discreta soledad del salón en que se encuentran. Sombrero y la niña se siguen besando y su ternura se va convirtiendo poco a poco en juguetona pasión.
A la niña le agrada ese que hasta el momento poco conocía juego del beso.
No era la primera vez que se besaba pero en este caso se está besando con un hombre con el que dentro de poco va a tener una experiencia nueva, puntual, eterna, única. La niña se deja desabrochar la blusita y le encanta entregar esos que hasta el momento había guardado de manera tan solapada pechitos al astuto recién conocido Sombrero.
– Chiquilla** mmmm.
— Sombrero *…. muac …. ¿Donde ha ido tu tía? … .. cariño. . .
– Chiquilla**….supongo que a su habitación . . ..
— Sombrero * . .. ¿hay otra habitación? .. .
– Chiquilla**…. sí, la de mi prima … .
— Sombrero * . .. ¿y está ella en ella? .. .
– Chiquilla**.. no, bueno, creo que no . …
— Sombrero * . . Vamos a comprobarlo .. Sombrero se levanta y con la mano de la niña tomada, y esta con la blusa desabrochada, se dirigen ambos a la habitación que sabe ella en que podrán estar más cómodos.
La primera en asomar la cabeza es la niña.
– Chiquilla** no, no está.
Sombrero le empuja cariñosamente el trasero para meterse ambos en la habitación. Mientras la niña parece arreglar algunas cosas en la recámara, Sombrero se empieza a desnudar para quedarse como un ternero recién nacido.
Ella recibe una agradosa sorpresa cuando ve a Sombrero en pelota picada y obedeciendo a su infantil timidez, se sienta en la cama para esperar los acontecimientos.
Sombrero se sienta a su lado y vuélvele a chupar la boca mientras le acaricia los pechitos. Ella se deja caer lentamente en la cama hasta que su compañero está encima de ella, chupándole el cuello, bajando por el esternón, hasta mamar de esos pequeños pezones que hácenla gemir de unos que en sus neuronas son 100 veces más hospitalarios gemidos.
– Chiquilla** mmm, mmmm, mmm.
— Sombrero * chuup, chuup, chuup.
Mientras le chupa los pechitos, Sombrero sabe que tiene que ir abriendo caminos inexplorados para trazar las sendas de las futuras expediciones de colonización; le baja los pantaloncitos y cuando han salido estos de los pies de la niña, le mete la mano dentro del calzón para acariciar su panocha en una de las mejores épocas de su vida; cuando son tan finos los morenos pelos que parecen rubios.
— Sombrero * . .. muy bien hijita . .. te quiero mucho … . me gustaría estar eternamente contigo …
– Chiquilla** mmm, mmmm, mmm, mmmm.
La mano de Sombrero ha bajado ya el calzón de la niña y ahora es uno de sus dedos que va estimulando la rosa rajita de la niña para ir preparándola para una cuidadosa penetración.
El dedo de Sombrero se entromete en los pliegues vaginales de la niña con excelente precaución. Cada falange tiene que esperar su turno y primero es la parte de la uña la que entra.
– Chiquilla** aaaah.
Después lo sigue la segunda falange.
– Chiquilla** aaaaaah.
La falange de la uña y la segunda falange del dedo del corazón de Sombrero va entrando y saliendo de la panocha de la niña encharcando tanto misma panocha de jugos vaginales como la voz de la chava de agudos gemidos.
– Chiquilla** ihmmmm, ihmmm, ihmmm.
Sombrero sabe que la niña lo está pasando como nunca lo ha pasado, y quiere que pase mucho tiempo para que la chava lo llegue a pasar más bien de lo que lo está pasando hoy, por lo que sin detener su masturbación dúctil, sube su cabeza y vuelve a besar la boca de la niña, teniendo esta que encargarse de dos actividades; la de gemir y la de besar.
– Chiquilla** uhmmm, uhmmmmm, mmm, aahmmm, hmmm.
Sombrero desnuda cuidadosamente de la blusita a la niña mientras no cesa su atención al corazón de la chava que quiere hoy ser tratada con el más intenso amor de su vida. Ahora están desnudos los dos encima de la cama y él lleva ya esa de que ha hablado antes, verga mediana tirando a grande, en creciente estado de tensión.
Sombrero continúa aún actuando con extremo cuidado con la niña pues lo que menos querría en el mundo es que la chava se volviera lesbiana por una traumática primera experiencia sexual.
Él la va subiendo desde en el que estaban extremo de la cama y cuando la tiene en el centro se estira encima de ella. Sombrero come el cuello de la niña mientras con una mano va dando los últimos estímulos en su panocha previsores de la que se le va a meter verga.
Él ve al cabo que el momento ha llegado y subiéndose un poco más en la altura de la cama, posa su pecho a la altura de la cara de la chiquilla para que quede su verga a la altura de la panocha en que está sentenciada a entrar.
Sombrero maneja la cabeza de su verga en la húmeda y lampiña almeja mientras no cesa de pronunciar tranquilizadoras frases.
— Sombrero * ahora te va a entrar hacia dentro, pero tranquila porque esto les ha pasado a todas las niñas… tú no tengas miedo y no te dolerá nada… amor.
– Chiquilla** por favor, mmmm, no me hagas daño, ….
La cabeza de la verga se acaba insertando en la panocha de la chava y esta exhala un leve gemidito.
– Chiquilla** aah.h.h.h.
— Sombrero * así…. tranquila, déjala entrar hacia dentro, abrázala, abrázala con la panocha, amor…
Sombrero introduce un poco más confiando en que la niña no se asuste.
– Chiquilla** aaah.h.h.h.h.h…
— Sombrero * muy bien, muy bien amor mío, lo has hecho muy bien, te quiero, te quiero y te querré para siempre.
Sombrero ha empleado el máximo de su ternura oral porque aún simulando desconocimiento oye a la niña sollozar tenuemente.
– Chiquilla** mm, bmmm, bhmm, bhmm.
— Sombrero * muy bien, muy bien princesa, nadie lo hubiera hecho mejor.. has dejado que la verga te entrara dentro y de verdad que no te ha dolido nada?
– Chiquilla** bhmm, bhmm, un poco, bhmmm.
— Sombrero * vale, pues ahora tranquila porque va a venir lo mejor. Nos estaremos un momento así y en un par de minutos me empezaré a mover dentro de ti y verás como nunca lo habrás pasado tan bien.
– Chiquilla** bmn, eso espero, mm.
Sombrero actúa con convencimiento y empieza a besar la cabecita de la niña pues es lo único que, a la altura de tenerle la verga metida, puede llegar con su boca.
— Sombrero * muac, muac, muac.
Los cariñosos besos se le alargan los prometidos dos minutos y tras ellos es la chiquilla que empieza a acariciarle su ancha espalda sintiendo el amor que le ha sido entregado. Sombrero no pierde su consciente cuidado y es con sumo cuidado que empieza a meter y sacar la verga de la niña.
– Chiquilla** aah . .. . . aah . . . .. ah . … . .ah.
Los débiles brazos de la chiquilla se abrazan con su escasa fuerza a los pétreos hombros de Sombrero obedeciendo a los primitivos impulsos de su cerebelo.
A medida que Sombrero nota que la chiquilla va ganando seguridad, también asegura la entrega de su verga y cada vez son más profundos e intensos los entrares de su miembro dentro de la reciente mujer.
– Chiquilla** aaah .. . aaah … . aaah. . .. aaaah.
— Sombrero * muy bien, uhmmf, muh, uhmmmf, uhmmf, uhmmf, uhmmf.
– Chiquilla** aaaah, aaah, aah, aaah, aaah, ah, aaah, aaah.
El amar de las dos personas se sucede dentro la habitación de la prima de la chiquilla con el mismo ritmo con que la marea acude y se retira de la costa de Ferrol.
Pasa un buen rato para la tía, mujer˜50 que pasa la noche mirando la tele desde su habitación. Pasa también un buen rato para Sombrero desvirgando la tierna y púber muchachita.
Y pasa el hasta el momento más maravilloso momento de su vida, que tardará años en ser igualado, y tardará más años en ser superado, de la niña que siguiendo el tosco dicho de “echó hasta la última papilla” “echa hasta la última lágrima” lágrima peró diferente a todas las que, de enfado, de tristeza, de impotencia, ha soltado en su vida, pero que ahora estaría encantada de llorar el resto de su vida con estas mismas lágrimas de pasión.
– Chiquilla** aaaah, aaaah, aaaah, aaaaah, aaaaah, aaaah, aaaaah.
Sombrero también estaría encantado de seguirse metiendo en la chavita el resto de su vida, pero siendo esto evidentemente imposible para una mujer, para un hombre es un poco más imposible pues aunque actualmente es una mujer la que tiene el récord Guiness de hacer el amor, para un hombre es hartamente más difícil pues entre acto y acto tiene que descansar un tiempo y este mismo acto viene también tallado por el que le está viniendo a Sombrero orgasmo.
— Sombrero * uhmmmf, uhmmmf, uhmmmf.
La verga de Sombrero entra ahora sin miedo en la profundidad de la panocha de la chava, dando por seguro de que esta no ha sido para ella una experiencia traumática que la haga volver lesbiana sino, que lejos de ello será para muchos años la mejor experiencia sexual y en campo diverso de su vida.
El colapso del orgasmo de Sombrero detiene también su frenesí y su cadera se va deteniendo poco a poco, sin dejar por ello de forma brusca de meter verga en la que aún gime chiquilla, pero llegando a su fin en que Sombrero resta abrazado encima de la niña con su verga perdiendo tamaño y rigor en el interior de esta.
La niña peró, curiosamente no cesa de gemir cautamente y sacudir su pequeño cuerpo como queriendo que el sueño no termine.
– Chiquilla** uhmm .. . . uhmmm .. uhm.
Sombrero comprensivo le besa la cabecita y le dice.
— Sombrero * tranquila hermana, déjalo pasar, ya ha terminado, déjaloo… muac, muac.
Amparada por el cariño de Sombrero la niña termina por aceptarlo y resta quietamente abrazada al elegido con el que ha cruzado el estrecho puente entre niña y mujer.
La verga de Sombrero sigue en el interior de la niña a un tamaño pero, 4 veces más reducido al que ha sido necesario para acompañar a la chiquilla en su tránsito de maduración sexual.
Pero siéntelo casi igual de dulce la chava pues no le está la verga castigando las paredes vaginales sino simplemente transmitiéndole, expulsando dentro de ella, amor.
La pareja es despertada por la mujer de 50 años cuando los más madrugadores miembros de la ciudad han empezado su jornada.
Sombrero y la chiquilla se encuentran abrazados de la misma manera que se durmieron y ha la verga dormido también dentro de la panocha de la muchacha seguramente de maravilla.
-Mujer±50: ¡venga va! que la niña tiene que ir a colegio.
Mientras oyen los gritos de la mujer, Sombrero y la chiquilla se miran a los ojos a la vez que los dos notan que la verga se está entumeciendo de nuevo.
Sombrero se acerca a la oreja de la chavala y sin ser descubierto por nadie más que ella le susurra un número de 9 cifras.
– Chiquilla**… Me acordaré. …
Ambos se levantan, se visten y la joven mujer se dirige a su jornada lectiva al colegio en que estará rodeada de niñas.
Sombrero se queda con la tía de su amada y cuéntale esta unas cuantas que le cuesta un poco recordar experiencias sexuales.
Fin