Dicen que el que tiene un amigo, tiene un tesoro. Yo tengo un vecino que, ayudado por sus amigos, educó, sexualizó, y depravó a mis hijitas del alma. Y aunque parezca increíble, soy tremendamente feliz de ser parte de esa depravación.
Cuando entré en la vivienda de mi vecino Adolfo, lo que más me impresionó fue el enorme silencio de la casa, cosa inaudita porque él estaba con mis dos hijas de 3 y de 6 años, que siempre estaban jugando, corriendo y gritando. Estuve a punto de llamarles a gritos, pero de repente, oigo la voz de Adolfo que decía:
--Sigue así Begoña, sigue así que lo haces muy bien y ya la tengo muy dura. Termino de engrasarte el culo y te lo volveré a follar. Y te felicito ¡qué buena mamona te estás haciendo! A tu edad y ya te tragas más de media polla hasta el fondo de tu boca. Vas a ser una gran puta.
La voz era cálida, excitada, y venía de su dormitorio. Muy sorprendida y en silencio me dirigí hacía allí. Pero al girar el pasillo me encontré con la puerta del dormitorio abierta y encima de la cama, totalmente desnudos, estaban Adolfo y mis dos niñas ¡me quedé petrificada! Adolfo estaba sentado en la cama, con su espalda apoyada en el cabezal, y con mi pequeña Marisol abrazada a él y los dos besándose en la boca. Mientras, Begoña, mi mayor, estaba entre sus piernas mamando su polla ¡y tenía dentro de su boquita, todo su capullo y buena parte de su polla! Al mismo tiempo, con la mano izquierda agarraba la base de esa polla y con la derecha lo masturbaba sin prisas.
Me apoyé en la pared. Una enorme sensación de calor extremo y de mareo me llenó. Dos sentimientos me invadieron terriblemente y con la misma fuerza. El primero, fue el de entrar en la cocina, agarrar el cuchillo jamonero y cortarle la polla y el cuello de Adolfo, en ese orden. El segundo, para vergüenza mía de madre, fue el de quedarme rígida, quieta, contemplando esa preciosa porno-estampa de los tres.
Siempre he sido una mujer sexualmente libre y muy abierta, y mis primeras relaciones sexuales completas, ya se iniciaron a fines de mis estudios de primaria con mi tío-abuelo Paco, pero joder ¡ahora eran mis pequeñas e inocentes niñas! También vi que la mano libre de Adolfo acariciaba el ojete anal de Begoña ¿se lo estaba realmente engrasando para follarla analmente?
¿Qué quería decirle Adolfo a mi hija con eso de ser una gran puta? Y sin embargo, mi hijita de solo 6 añitos, siguió mamando su polla como si nada fuese con ella. El cabrón de mi pervertido cerebro calenturiento tomó la iniciativa total de mi cuerpo excitándome brutalmente. Mis pezones estaban a reventar y un enorme estremecimiento en mi entrepierna, me dijo que estaba a punto de correrme ¿Sería capaz yo de impedir que ese pollón entrase dentro del culo de mi niña de 6 años y 2 meses? O dejaría que Adolfo la follase y se vaciase dentro?
Una horrible sensación extraordinariamente morbosa, sexualmente depravada y antimaternal, me invadió, y sentí la necesidad. Si, si, amig@s, ¡la necesidad!, de “ver qué podía pasar”. Me deslicé un poco sobre mis mocasines sin hacer ruido, no solo para que no me viesen, sino para que esa penetración no se pudiese interrumpir “por mi culpa”.
Sentí un enorme interés y unos deseos irracionales, de ver esa polla penetrar profundamente y follar el culo de mi hijita. No me importó su grosor, ni su posible violación, ni el dolor que le produciría esa penetración y una posible rotura de fibras musculares. Solo me importaba saber la reacción de mi niña ante esa dura penetración y gran dilatación ¿sería capaz de desear ser follada y de soportar dentro de su culo ese pollón? Desde la esquina del pasillo, yo podía ver todo lo que ellos hiciesen. No quería perderme nada de lo que pasase. Y nuevamente escuché la voz de Adolfo hablando a mi niña:
--Vale, vale Begoña, ya me la has puesto muy dura y hoy sabes que no me correré en tu boca, sino en tu culo, porque hoy, después de que Paco folle a Marisol, me correré en su boca porque le toca a ella beber mi leche. Pero te estás haciendo muy buena mamona y me siento orgulloso de ti. En pocos meses, ya verás como te tragas las pollas casi enteras.
--Adolfo –dijo Begoña-, si he estado tan bien como dices… ¿Cuándo podré ya ser puta? ¿Cuándo me dejarás follar por dinero? No me importa con quien follo o con cuántos hombres. A mí me gusta follar, quiero ser puta, viciosa, borracha, fumadora… Vosotros me decís que hay muchos hombres que ya quieren follarme… ¿A qué esperamos entonces…?
--Todavía no Begoña, pero ya falta poco. Yo tengo más ganas que tú de verte follar a tus 6 añitos como una puta de verdad, pero quiero dilatarte un poco más tu coñito y tu culito porque quiero que follar te guste mucho y te duela poco. Dentro de un rato vendrá Paco que follará a tu hermanita, y entre los “4 papis”, te follaremos mucho, y así te dilatarás bien y te enseñaremos muchas cosas “especiales” que aún no sabes. Y te prometo que este verano ya serás puta, y cuando empiece el nuevo curso del cole, serás puta para siempre. Te llevaré a un club de niñas y ya follarás con muchos hombres a cambio de dinero ¡mucho dinero!
***Pero tu hermanita Marisol también quiere ser putita. Tenemos que enseñarle, como a ti, y tenemos que dilatarle bien el culito que aún lo tiene estrecho y así podrá follar por ahí y empezar a ser una puta “del culo”, mientras le vamos ensanchando su vaginita para que no le duela mucho. Y de momento solo puede chupar algunas pollas, como la mía o la de Paco, porque no todas le caben en su boquita.
***Con paciencia, como te pasó a ti… ya sabes que es importante abrirle bien el coñito. Así, dentro de pocos meses, las dos seréis putitas para siempre por todos los agujeros. Pero no hay que tener prisa, acuérdate del dolor y de los lloros que tenías cuando empezamos a follarte, y ahora ya no lo quieres dejar. Y además hay que hablar con la mamá, para que os de permiso y a ti te deje fumar y beber ¡Ya sabes que las putas fuman y se emborrachan! Incluso podréis hacer porno las dos.
Pero mi caja de sorpresas aún no estaba abierta del todo. Marisol lanzó unos grititos de alegría al oír que venía Paco y la follaría analmente ¡Y aún faltaban unas pocas semanas para cumplir sus 4 añitos! En esos momentos, mi hija Begoña abandonó la mamada de ¿su educador? Y con toda naturalidad se puso “de a cuatro” y le ofreció su culo. Y otra sorpresa para mí. Mis dos pequeñas niñas se comportaron tan normalmente en esos momentos, que solo me hice una pregunta ¿desde cuándo las estaban follando y hasta donde pensaban llegar con ellas?
Porque tenía claro por lo que había oído, que Begoña , con sus recientes 6 años, había sido ya follada por todas partes por todos esos hombres, y casi a mi pequeña Marisol, sin haber cumplido sus primeros 4 años. Y a esas infantiles edades ¡las estaban preparando para ser putas en pocos meses! ¡Y yo en las nubes… sin enterarme de nada!
Conocí a Adolfo hacía unos tres años. Compró y se instaló en ese piso, frente al mío, pocos meses después de nacer mi pequeña Marisol, justo en el momento en que mi esposo y yo mandábamos a la mierda nuestro matrimonio y nos separábamos. Adolfo tenía 58 años, alto, robusto, no trabajaba, no era rico pero vivía de rentas, y al verme sola y con las dos crías, me echó una mano. Poco después me echó la otra mano. Y a los pocos meses de conocernos, lo que me echaba era semen por todas partes.
Si yo ya os he dicho antes que soy una liberal-sexual completa, os aseguro que Adolfo es un degenerado sexual en todas sus facetas. Me follaba cuando quería, como quería, donde quería… incluso frente a mis hijas para excitarse y excitarnos más. Y yo no me negaba a ser un espectáculo porno para mis niñas.
Cuando se acercaba la fecha de reincorporarme a mi trabajo después de mi maternidad, intenté buscar guarderías e incluso alguna mujer que las cuidase (mis padres me ayudarían económicamente), pero en esas fechas no había forma. Adolfo, que realmente era matemático aunque no ejercía, se ofreció, en mis ausencias, a cuidar de mis niñas, y al mismo tiempo las iría “educando y enseñando”.
Yo dudé mucho por lo pervertido que era conmigo incluso delante de mis hijitas, pero ante su insistencia para ayudarme “en educarlas”, los grandes y pervertidos placeres sexuales que me proporcionaba constantemente, y la falta de oportunidades para atender a las niñas más adecuadamente, acepté. Y de manera consciente o inconsciente, puse mis niñas totalmente en sus manos.
Esa aceptación, fue el disparo inicial de toda nuestra vida sexual futura sin yo saberlo ni adivinarlo. En poco tiempo fui aceptando degradarme y ser su juguete sexual multiusos. En pocas semanas me trajo a sus tres mejores y más depravados amigos y me entregó, o yo misma me entregué sin limitaciones, a todos ellos. Caí en toda clase de perversiones, depravaciones, y aberraciones. Pero lo peor de todo, es que me gustaba hundirme en esa charca de vicios, ser su juguete. Y siempre deseaba ser más usada sin ponerle limitaciones, nunca se las puse.
Adolfo me demostraba cada día, ser un perfecto “educador sexual”… y un extraordinario depravador sin sentimientos, cosa que me atraía brutalmente. Y dejó de importarme que mis hijas formasen parte de los juegos mirando todo lo que me hacían, tanto él como sus amigos ¿Fue así como pudieron verme gozar mis niñas y desear hacer ellas lo mismo? Al llegar el verano sugirió que por comodidad y calor, todos fuésemos desnudos y desde entonces, todos y todas íbamos desnudos por las dos casas. Todo era natural.
Meses después, mis niñas fueron desapareciendo cuando me follaban. Estaba tan feliz, borracha y colocada en esos momentos orgiásticos, que nunca me pregunté qué podrían hacer Adolfo y sus amigos con mis niñas en su casa, cuando yo no las veía. Ahora, en estos momentos que estaba en el pasillo siendo yo quien veía a mis niñas ser folladas y deseándolo, me daba cuenta de que también mis sentimientos maternales fueron borrándose, para convertirme en solo un juguete sexual entregado a las depravaciones de los cuatro amigos, mientras ellos degeneraban también a mis hijitas.
Ahora, al ver a mis niñas follando con Adolfo, empezaba yo a darme cuenta del por qué muchas veces, uno o dos de ellos, me encerraban en una habitación de mi casa para follarme y emborracharme intensamente. Yo pensé en alguna ocasión que lo hacían, para que mis hijitas no viesen algunas escenas masoquistas y escatológicas a las que me sometían.
Pero ahora me daba perfecta cuenta que mientras yo no veía a mis niñas, el resto de ellos y en la casa de Adolfo, para que yo no las oyese gritar o llorar, “enseñaban” a mis niñas, convertían a mis niñas en otros pervertidos juguetes sexuales para su disfrute personal, y para degenerarlas dedicándolas a la prostitución infantil. Yo era el modelo porno para las niñas. Si la mamá disfrutaba de todas esas aberraciones sexuales y se lo pasaba “pipa”, las niñas aceptarían que “todo eso” era bueno y no se negarían a nada.
Como he dicho antes, Adolfo, fríamente y sin importarle que mis niñas fuesen testigos permanentes de todo lo que me hacían, me convirtió en un objeto sexual y luego en el de sus amigos. Fui el comodín necesario para el repoker de reyes. Me convertí en una mujer con 4 maridos, usada a todas horas y de todas maneras, día y noche. Fui un perfecto ejemplo y modelo porno para mis niñas. Si yo no me negaba a nada ¿por qué mis niñas iban a negarse a hacer lo mismo que la mami?
Éramos una gran familia “muy unida”. Adolfo, Manel, Paco, Oliver, y nosotras tres. Los 4 machos me follaban a mí intensamente, con dureza, como a una cerda… incluido lluvia dorada, scat, e iniciándome en el bdsm. Cierto es que me llenaban de toda clase de placeres y orgasmos. Pero mientras unos me hacían eso en mi casa ¿se estarían follando los otros a mis niñas en su casa, enviciándolas como a mí, llenándolas de placeres y por eso mis niñas deseaban ya ser putas?
Un gritito de Marisol, me devolvió a la realidad. Adolfo dejó de abrazar y besar a Marisol (por eso el gritito) y se acercó por detrás a Begoña. Con sus manos le dio fuertes palmadas que enrojecieron sus nalgas ¡sin que mi hija protestase por el dolor de esos fuertes golpes! Apoyó su capullo en la entrada anal y cogiéndola por sus caderas la empezó a penetrar. Las manos de mi hija se convirtieron en puños cuyos nudillos blanqueaban de lo apretadas que tenía las manos. Esa penetración le estaba doliendo… y sin embargo no se quejaba ¿Cuántas veces se lo habrían metido para no quejarse de esa gran dilatación y fricción? Para mi sorpresa, ese grueso pollón seguía penetrando lenta pero constantemente… Y yo ya no aguanté más.
Pero no os imaginéis que entré en el dormitorio y suspendí la follada llamando a la policía para que detuviesen al pederasta de mi vecino. NO. No hice eso. Lo que hice fue meterme la mano derecha dentro de mis pantalones para masturbarme intensamente, con fuerza ¡y con enormes deseos de que en ese culito le metiese todo su pollón hasta los huevos! Nunca me había sentido tan cerda, tan puta, y pervertida. Era una larga y gruesa polla que ya había entrado muchas, muchísimas veces dentro de mis agujeros en los tres últimos años, dándome placeres interminables.
Ahora, era yo testigo de que esa polla ya entraba también en los cuerpos de las dos niñas ¡nos había convertido a las tres en sus putas! Pero os juro que disfruté viéndolo. Disfruté viendo como ese cabrón sodomizaba a mi niña intensamente y como ella lo aguantaba. Y me prometí no negarme a que mis niñas fuesen putas, es más ¡lo deseé! Adolfo sería nuestro puto Amo y explotador para siempre.
De repente, oí abrir la puerta de la vivienda y me vino muy, pero que muy justo meterme detrás de la puerta de la cocina y ver pasar a Paco. Tenía 62 años, había sido transportista, era ligeramente más bajo que Adolfo, más barrigón, peludo, pero con una preciosa polla que sabía usar muy bien. Posiblemente era, con Manel, los más pervertidos del grupo y unos locos de toda clase de parafilias. Se dirigió a la habitación, entre los gritos y la alegría de las niñas al oírle, y empezó a desnudarse mientras hablaban los dos hombres.
--Vaya Adolfo, ya veo que te estás follando a Begoña, pero también veo que aún lo haces con delicadeza ¿no habíamos quedado en que quieren ser putas y hay que tratarlas como putas? Nosotros las estamos follando para nuestro placer y no el de ellas ¿no es así? Y las hacemos putas para el placer de sus clientes, no el de ellas ¿no es así? Hay que forzarlas y depravarlas al máximo, para que sean muy complacientes y entregadas.
--Mira Paco la gran cantidad de polla que está dentro de su culo. Y con qué fuerza la saco y la meto follándola. Ni siquiera una niña de 9-10 años aguantaría tanta polla y gruesa. Esta cría ya está preparada y degenerada para hacerla follar por dinero, solo falta hacerla fumadora, borracha, y poco a poco iniciarla en las drogas, pero temo que su madre se entere de lo que estamos haciendo con ellas antes de lo previsto, se enfade, y llame a la policía. Si contásemos con la ayuda de su madre, las haríamos ya borrachuzas, y en dos meses podrían follar varias veces al día como putas ¡lo desean y les gusta!
--Pues si yo Adolfo, tengo que entrar en la cárcel por follarme niñas para mi placer, al menos lo haré habiendo follado a estas dos con dureza, a mi gusto, como lo putas que son ¿De verdad crees que a la cerda de su madre le importa lo que nosotros hagamos con sus hijas mientras la sigamos follando sin parar? Hacemos con ella todas las guarradas que queremos y ya está pervertida hasta los ovarios. Recuerda que nos prometió anteayer que ya no pondrá impedimentos para volver a quedarse preñada y darnos hijas. Ya no tomará jamás anticonceptivos. Y la haremos parir, los hijos para venderlos y las hijas para divertirnos nosotros y hacerlas más putas que a su propia madre ¿de verdad crees que nos va a denunciar esa cerda? Jajajajaja
***Y vosotras niñas ¿queréis ser putas para siempre, o ser monjas de clausura?
--¡PUTAAAS! –Contestaron las dos mientras se reían-
Y Paco, cogiendo a la sonriente Marisol y apoyando su pequeño estómago sobre una almohada, engrasó su culo, y todo su glande penetró de un solo empujón. La niña gritó, pero la fuerte mano de Paco tapó su boca, mientras su polla penetraba profundamente en su intestino. Lenta y profundamente mientras la niña se movía sin parar. Y mirando a su amigo Adolfo, le dijo entre risas y como desafiándole:
--Mira Adolfo. Mira y admira como se folla a una niña de aún 3 años ¿de verdad crees que me importa que le duela? ¿A qué esperas para atravesar con fuerza el culo de Begoña y meter tu polla hasta los huevos? Lástima que todavía no las podamos preñar a las dos. Y no te preocupes por su madre. Estoy seguro que antes se cortaría los pezones que nos denunciaría. Entre los cuatro la hemos hecho muy puta, muy cerda, muy borracha, y muy drogata, y ya verás cómo pronto se quedará preñada ¡menuda cerda está hecha!
***Y vosotras niñas ¿queréis ser folladas suavemente como niñas, o forzadas como putas viciosas?
--COMO PUTAAASSS VICIOSASSSS…! -gritaron las dos niñas-
Fue en ese momento, entre los gritos y risas de las niñas pidiendo a sus folladores ser folladas como verdaderas putas degeneradas, cuando me sentí orgullosa de haberlas parido tan viciosas. Y por primera vez, me sentí totalmente cerda en vez de madre. No me importaba que las hiciesen putas de verdad, es más, deseé que las hiciesen cerdas, muy cerdas. Mucho más cerdas y degeneradas que a mí misma.
Continuará
Me gusta mucho esperando continuacion
¡Eso es una madre moderna! Olé
Me esta gustando la historia