Mi primera vez con mi prima, Parte 02 (Final) (de CRWatsonX)

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Esta publicación es la parte 2 de un total de 3 publicadas de la serie Mis dos primas
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Mi tío se fue y cinco minutos después, mi mamá se fue a visitar a una amiga que había venido del extranjero. Mi prima y yo estuvimos jugando un rato y le dije que mejor fuéramos a la pieza pues allá podríamos sacar juguetes y no nos dificultaría organizarlo, además en mi pieza podíamos hacer bulla sin que nadie molestara, algo perfecto para mí.

Nos sentamos en la cama y le dije:

-“¿Beso de pingüino?”

Ella asintió con la cara y empezamos, lo primero fueron risas pero poco a poco me le iba acercando y ella notaba que la cosa iba cambiando. Por un momento paró pero le dije que se tranquilizara, que no iba a pasar nada malo y seguimos, en esta ocasión, nos recostamos pues podíamos aprovechar para saltar o jugar en la cama. Ella encima mio empezó a tocarme la cara y yo decidí hacer lo mismo con una mano y con la otra tocar su espalda.

Mi mano fue bajando poco a poco. Ella tenía puesta una blusa que no le quedaba grande sino que por el contrario, le dejaba ver un poco de piel que fui tocando y ella automáticamente se dio cuenta, paró de mover la nariz y se quedó viéndome, yo sentí que esa era la oportunidad correcta para actuar y le empecé a bajar la cabeza, ella sabía que se venía y cerró los ojos. Nuestro primer beso fue algo mágico, era el primero que daba así que ambos éramos inexpertos pero poco a poco fuimos tocando nuestros labios con más fuerza, nuestras lenguas fueron tocándose y poco a poco se movían, mi mano empezaba a bajar por su faldita, blanca y corta y terminó tocándole la cola con fuerza.

Ella paró y nos miramos, le dije que la quería y que sabía que a ella le gustaba, me miró sorprendida pero me sonrió y volvimos a besarnos. Esa fue mi señal de que todo en ese día sería mágico. Mi primera acción fue bajar más mi mano y empezar a tocar su ropa interior, se veía que era de licra pero en mi ser lo único que me importaba era quitarle todo, pero no quería ser afanado.

Mi mano subió y empecé a subirle la blusa, ella terminó de hacerlo y vi por primera vez esas aureolas de los senos aún sin desarrollarse, empecé a besarle el cuello y la moví para yo quedar encima de ella. Mi boca fue bajando y empecé a besar sus pezones, ella parecía feliz y yo seguí bajando hasta llegar a su ombligo, ahí estuve un momento y la volví a besar en la boca. Sus manos se fueron corriendo hasta intenta quitarme la camisa que en ese entonces, hubiera preferido que me la arrancara. Dejé que terminara y mi mano empezó a tocarle por primera vez su vagina, aún oculta por su licra, empecé a sobarla y ella empezó a moverse, sabía que estaba disfrutándolo, me quité los zapatos y a ella le quité sus sandalias, besé sus pies y fui subiendo poco a poco hasta llegar a sus piernas.

Sólo quería quitarle la falda pero no supe cómo, ella sonrió y me mostró el cierre que era oculto, lo bajé, nos reímos y le termine de bajar toda la falda. Ahí estaba, su licra color rosado con un hello kitty, yo procedí a quitarme mi pantaloneta mientras estaba de rodillas, quise ponerle diversión así que me la empecé a quitar tarareando una canción y ella se rio, me la quité y se vio mi pantaloncillo color negro con algo que resaltaba, no lo tenía muy grande, unos 11 centímetros estando erecto y a pesar de ser peludo, no tenía todavia pelos. Le dije que si lo quería ver y ella me dijo que sí, le dije que sólo si lo lamia como un bon bon y dijo que bueno, ella fue la que se puso de rodillas y me bajó el pantaloncillo, cuando lo vio le sorprendió y dijo que nunca había visto uno en persona, le dio miedo y dijo que nunca había visto uno, yo sabía que era mentiras pero le dije que empezara.

Cuando lo tocó, sentí como si un fuego interno estuviera ardiendo, ella me masturbo inconsciente pero de un momento a otro sentí su lengua tocando mi pene, ella me dijo que le sabía raro pero insistí que pensara que era sabor de fresa y empezó a meterlo totalmente a la boca, sentí que iba a orinar pero le dije que siguiera, así me tuvo un momento hasta que le dije que parara. La bese de una y me gustó su nuevo sabor de la boca, estaba besando una boca con olor a mi pene, me estaba besando a mi mismo, le metí la mano a la licra y toque su vagina, sólo quería bajar rápidamente así que deje de besarle la boca y pasé a hacerlo con todo el cuerpo.

Cuando llegue a su vagina le quite la licra y ahí estaba, limpia, pura, sin pelos, sin haber sido tocada nunca antes por otro hombre, una vagina hermosa para una niña de su edad. La toque con los dedos y automáticamente se movió, ella sabía lo que estaba pasando y mi boca se postró sobre su delgada línea, recordé lo que hacían los hombres en los videos porno del televisor y empecé a besarla, me imagine chupando tapa de yogurt y eso hice, mover mi lengua e irla penetrando poco a poco y ahí escuche su hermoso gemido, el primero que pudo tener y venía gracias a mí.

Pase un rato ahí hasta que dije “es el momento” y empecé a subir, puse mi pene en la entrada de su vagina y fui penetrado poco a poco y ella en vez de gemir, se puso a gritar de dolor, le dije que tranquila que no le iba a doler mucho y que le iba a gustar y pasé a darle un largo beso mientras al tiempo iba metiéndolo. Me dolió cuando sus uñas empezaron a entrar en mi espalda pero no importaba, lo valía, por dentro se sentía como si ese fuego interior estuviera en un incendio, era delicioso, era cálido, era magia.

Cuando sentí una “pared” que sólo años después supe que se llamaba himen, sentí un poco de interrupción pero seguí, ella me dijo que no más pero insistí y me beso, decidí hacerlo un poco rápido, no la deje gritar entones sus uñas entraron más, ahora el que quería llorar era yo.

Empecé a moverme, para arriba y para abajo, sacando y metiendo, moviendo la cola hacia los lados, su cara cambió y empezó a volver a gemir, por ratos nos besábamos y por otros empezaba a usar mis dedos para tocar la parte de arriba de su vagina intentando que fuera más feliz pero yo también lo era, no sabía que sentir pues mi interior era una mezcla de muchas explosiones. Estaba teniendo sexo con mi prima de ocho años, la prima más hermosa de todas, la más “inocente” pero la más candela en la realidad. Estuvimos varios minutos así hasta que sentí que iba a orinar, no quería ensuciarla pero tampoco quería dejar de tener sexo así que me quedé ahí, el semen salió disparado por dentro de su cuerpo, ella y yo dimos un grito impresionantemente fuerte, creí que nos iban a escuchar los vecinos pero nada importaba, lo habíamos hecho, habíamos perdido la virginidad juntos.

Estuvimos por un rato así, besándonos mientras mi pene seguía dentro de su húmeda vagina. Cuando saque el pene ella se tocó la vagina, se sentía rara pero se rio, yo también lo hice. Le dio miedo que alguien se diera cuenta pero le dije que así no sería, que nadie descubriría que hicimos el amor pero que algún día tendríamos que volverlo a hacer y me respondió con un beso corto y un:

-Sí primo, a mi me gustó mucho, me dolió un poquito pero me gusto, aunque ahora somos como novios ¿cierto?

Eso me dejó en shock, no sabía que decirle, una cosa era ser primos que se acostaban y otra un noviazgo, me imaginaría que así era más fácil que nos pillaran y terminaríamos con miles de problemas así que le dije:

-Mejor primos especiales ¿no te parece?

-Yupi, me gusta más. Me duele un poco pero deberíamos vestirnos, que tal que llegue mi tía y nos vea así jijiji, tu pipi está volviendo a ser pequeño.

Nos queríamos ir a bañar pero sería muy raro que ambos estuviéramos recién bañados así que nos vestimos, le dije que me regalara la licra pero nos dimos cuenta que sería raro que llegara sin ella. Nos besamos ya con ropa y prometimos no decirle esto a nadie, que cuando estuviéramos juntos con nuestra familia seríamos los mismos primos pero que cuando estuviéramos solos, seríamos primos especiales, de esos que se dan besos, tienen sexo y se manosean. Antes de ir a la sala a jugar con el computador, hicimos una raya en la puerta y llegamos al acuerdo que cada vez que nos acostáramos, haríamos una raya hasta intentar dejar toda la puerta marcada.

Esa fue mi historia con Verónica, mi primera prima especial.

Pd. Tengo muchos primos así que nos vemos en una próxima historia.


Fin

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