Bianca miraba por la ventana de la cocina mientras buscaba otras salchichas en la nevera y veía al carro de su esposo estacionar en el garaje de la casa, era temprano en la tarde y era raro que Juan llegara a esta hora. Su hijo de nueve años Juancito estaba en el colegio, ella tomo las salchichas y regreso de nuevo al sofá, apoyo su trasero desnudo bien formado y moreno al borde del asiento mientras explayaba sus piernas tersas y apetitosas, luego de jugar con su coño grande afeitado como bebe se metió una de las salchichas y dijo:
"Ven aquí capitán sigue comiendo a tu perra, venga cariño mira lo que tengo para ti."
El perro gran danés miraba a su ama mientras ella daba palmaditas a su coño y lo llamaba, el se incorporo de nuevo y se acerco a la mujer y empezó a lamer mientras intentaba alcanzar el pedazo de salchicha que estaba profundo en aquel coño hinchado, ella empezó a gemir de placer mientras meneaba su trasero y restregaba el coño en el hocico del perro negro: "Si lámeme, cómeme. Así Ohhhh, vamos perro bruto mete tu lengua en mi coño."
Ella escucho la puerta mientras se abría y vio la figura de su esposo entrar a la sala. Juan vio a su esposa en el sofá sentada al borde del sofá con sus manos apoyadas en la parte de atrás y las piernas al aire completamente abierta, mientras el perro estaba lamiendo entre sus piernas, luego fijo la mirada en los gemidos ruidosos de una mujer que llenaban toda la casa de la tv de 40 pulgadas que colgaba de la pared, que estaba siendo follada por un perro. Él se acerco por el espaldar del sofá, cuando estaba detrás de Bianca se agacho y empezó a manosear las tetas grandes y redondas desnudas añadiendo más placer a la mujer. Minutos después Bianca se retorcía colocando sus piernas sobre la espalda peluda de capitán y alargo su mano derecha para alejar el hocico de su coño cayendo casi en desmayo a lo largo del sofá.
Unos minutos más tarde ella se recupero y vio que el video había terminado, entonces miro la hora y supo que su hijo estaba por llegar, se incorporo y miro si veía a su esposo pero no estaba a la vista entonces se levanto y fue al baño.
Cuando Bianca regreso a la sala llevaba unos shorts de licra blancos que era una talla más pequeños sin pantaletas, la tela estirada pegaba a su coño que se remarcaba abultando sus labias y las nalgas resaltaban, junto con una franela que escasamente cubría su ombligo.
Su esposo estaba sentado en la mesa comiendo un pan mientras miraba a Bianca acercársele, para él era normal que ella vistiera así, de hecho la primera vez que la vio ella apenas tenía 18 años y estaba en la playa repleta de gente paseándose por la orilla con un hilo dental que exponía completamente sus grandes nalgas morenas redondas y un pequeño triangulo que apenas cubría su vulva completamente afeitada, y de top solo llevaba dos pequeños triángulos que cubrían sus pezones, ella era la razón de todas las miradas tanto de hombres mujeres o niños. Cuando él vio aquella despampanante jovencita su pene cobro vida y desde ese momento él supo que debía conocerla, recientemente él se había divorciado de su esposa que lo había abandonado y se llevo a su hija de 18 años.
Él ocupaba para entonces un puesto importante en el gobierno y estaba de vacaciones para ese momento, él se quedo mirando a esta despampanante morena mientras pasaba frente a sus ojos meneando sus encantos como si sintiera placer que la miraran, la siguió con la mirada hasta cuando ella se ubico bajo una carpa donde había un grupo grande de jovencitas y mujeres maduras. Cuando se acerco un joven empleado del restaurante ofreciendo sus servicios él le pregunto si sabía quién era la morena que estaba seguro de quien estaba hablando, minutos después el joven le trajo toda la información que había averiguado, también le entrego una tarjeta donde ella trabajaba, Juan la leyó y supo inmediatamente con quien estaba tratando, la chica era una prostituta que trabajaba en un burdel de clase en la ciudad que solo atendía a clientes importantes, él mismo estuvo allí varias veces pero nunca la había visto.
Desde aquel día el mismo se convirtió en un cliente asiduo y llego a tener una buena amistad con la dueña del burdel. En poco tiempo empezó a salir con Bianca y supo que ella era una exhibicionista, le gustaba que la miraran y mejor si alguno decía algo sucio de ella, cuando andaba por la calle vestía como una prostituta con ropa de licra que resaltara sus bien formado cuerpo y en tacones altos, en cambio Juan siempre iba muy elegante de acuerdo a su posición en la sociedad, para cualquiera que los veía sabía que él andaba con una prostituta, pero eso no le importaba, luego de dos años de salir con Bianca él le ofreció matrimonio y una vida estable, lo cual ella acepto.
Después del matrimonio ellos se mudaron a los suburbios a una urbanización de familias de clase media alta en una casa grande con amplios espacios abiertos y completamente cerrada al ojo intruso, al principio ella parecía acomodarse a su nuevo rol de esposa y un año después de madre de un niño al que llamaron Juan como su padre y al que cariñosamente hoy llaman Juancito, cuando Juancito apenas tenía un año de edad el matrimonio pasaba por un momento difícil cuando Bianca empezó a extrañar su anterior modo de vida y quería abandonar a Juan y Juancito, pero Juan se había enamorado de ella especialmente le agradaba su sencillez y naturalidad y no estaba dispuesto a dejarla ir. Luego de una conversación los dos estaban en mutuo acuerdo que ella podría regresar a trabajar en el burdel y hacer con su vida lo que le complaciera siempre y cuando todo estuviera oculto de sus vecinos y amigos, para cuando Juancito cumplió cinco años ella dejo su trabajo en el burdel y desde entonces ha estado trabajando como dama de compañía para clientes exclusivos que saben de su vida privada, muchos de ellos son amigos de su esposo, recientemente sus rarezas sexuales han aumentado y compro dos perros grandes machos con los que tiene copula constantemente, Juancito es ignorante de todas las actividades de su madre, aunque para él es normal ver a su mamá andar por la casa en aquellos atuendos que no dejan nada a la imaginación, pero desde que tiene conciencia siempre la ha visto actuar de esa manera por lo que para él es normal.
Continuará