Soy Marcelo, tengo 38 años, vivo junto a mi hermosa esposa Marión de 35 años y tenemos 2 pequeños hijos; Tomás de 7 añitos y Gastón de 6 añitos. Vivimos cómodamente a unos 40 minutos de la ciudad, mi esposa y yo trabajamos y mantenemos buen físico. Cuando nos conocimos con mi esposa, fuimos parte del mundo de la dominación sexual, durante alrededor de 2 años, pero luego del nacimiento de nuestro primer hijo, eso fué algo que quedó atrás. Tomás es juguetón, regalón y muy tierno conmigo y mi esposa. Él es nuestro consentido en todo. Luego, cuando nos enteramos que Marión estaba en su segundo embarazo, a ambos no nos agradó la idea de traer otro niño al mundo, y por eso, mantenemos cierta distancia con el menor. Gastón es el más travieso, inquieto y desobediente. Con mi esposa somos sexualmente activos, pero a pesar de eso, hay algo más que nos une: ambos nos excitamos sexualmente maltratando a nuestros hijitos, lo cual nos recordaba a nuestra época pasada.
Todo comenzó hace un tiempo atrás, en donde al desobediente de Gastón, se le castigaba en reiteradas ocasiones por su desordenado comportamiento y también por ser travieso. Entonces, con mi esposa tomamos otras medidas, cada vez que Gastón se mal comportaba, se le daban unas palmadas en su culito, y se le amenazaba en frente de su hermano Tomás:
-“Te has portado muy, muy mal, eres un niño malo.” Dije yo.
-“Te castigaremos, te quedarás sin televisión el resto del día, y a tu hermanito iremos a comprarle un regalo.” Dijo mi esposa.
Gastón se puso a llorar.
-“Sí! Yo quiero un juguete nuevo!” Dijo Tomás.
Nos subimos al auto, y fuimos a la juguetería. Al llegar, le dijimos a Tomás que eligiera el que más le gustara y que fuera grande. Gastón dice “yo también puedo elegir uno.” Y mi esposa responde “No!”. En eso Gastón se pone a llorar y patalear, y en ese instante tomo a Gastón y me lo llevo al auto. Llegamos al auto y le digo: “me das vergüenza, tu hermano no es así, el se comporta y es más lindo que tú. Y deja de llorar antes que te parta la boca.” Al cabo de unos minutos llega mi esposa y con Tomás y su regalo. Ya viajando a casa mi esposa y yo conversábamos con Tomás y nos reíamos bastante.
Ya cayó la noche, era viernes, cuando ya eran las 8:30, mi hermosa esposa le dice a Gastón: “ve a lavarte tus dientes, te pones pijama y te vas a dormir.” Y Gastón dice: “y por qué Tomás no se va a dormír?”. Mi esposa le pega una bofetada en la boca y le responde: “a mi me obedeces, ahora ve a hacer lo que te digo o quieres otra?.” El niño hizo lo que debía hacer y se fue a dormir.
Nos quedamos en el living, mi esposa, yo y Tomás mirando televisión. En eso Tomás dice: “papito, mañana podemos bañarnos en nuestra piscina?”. Yo le respondí: “por supuesto, mi hijo campeón.” Tomás dice: “pero lejos de Gastón, porque siempre me pega patadas y me pellizca.” Yo le dije: “tranquilo, mi hijito lindo, lo que tu debes hacer mañana, es empujarlo varias veces a la piscina.” Nos reímos los tres.
Esa noche nos fuimos a nuestra habitación, y de paso, nos llevamos a Tomás. Ya ahí dentro, todo cambió. Mientras mi esposa se desvestía, yo tenía a mi hermoso hijo entre mis brazos, no dejaba de besarle, su carita, su labios, mientras que con mi otra mano le tocaba su pequeño pene y su gordo culito. Me desnudé y de paso lo desnudé a el. Comencé a masturbarle su pequeño pene, mientras que mi esposa le estimulaba su culito. Al cabo de unos minutos, al tener ya su culito dilatado, introducí mi miembro a comencé a penetrarlo suavemente para no lastimarlo. Mientras, mi esposa lo besaba y se masturbaba con uno de los brazos de Tomás que lo tenía dentro de su vagina. La excitación era bastante, mi esposa ya se había venido y, mientras, yo estaba eyaculando dentro del gordo culito de Tomás. Retiré lentamente mi pene del ano de Tomás, mi esposa se acostó en la cama y yo tomé al niño de sus piernas y puse su culito en la boca de mi esposa y le dije que expulsara como si estuviera en el baño. Un rico chorro de blanca y calientita leche comenzó a salir del ano de Tomás y caía toda en la boca de mi esposa. En eso, el niño se acomodó en la cama y se quedó dormido.
Continuará