Por fin llegaban a casa, las niñas solo faltaron un día a clase en la escuela especial y pues en realidad no la echaron de menos pues tuvieron cada una en casa su respectiva relación sexual con su padre, el día siguiente martes ya tendrían que presentarse en la escuela; Claudia esta vez las acompañaría para así llevar los videos que habían grabado durante ese fin de semana. El martes a primera hora las chiquillas estaban listas, Claudia recogió esta vez a Nicole y junto con su hija las llevó al colegio, las dejó en el patio justo antes de la formación y ella se dirigió a la dirección, la amable y bella directora recibió a la mujer, está llevaba en las mano los videos tomados durante las cortas vacaciones y después de los saludos y de acomodarse en el sillón de la dirección comentó:
– Norma, que bueno que estas, te traje unos videos que tomamos en las playas para que veas lo bien que han avanzado las niñas. – inició Claudia.
– ¡Huy! Que bien, deja los rotuló para que no se me confundan. – dijo Norma mientras recibía los casetes de video.
– Vas a quedar sumamente complacida, anoche los estuve checando y tuve que ayudarme con “algo” para quitarme las ganas – rió – ya lo comprobaras.
– Me dejas con la duda, pero por ahora no tengo mucho tiempo... Te prometo checarlos más tarde y yo te aviso por teléfono lo que haremos con ellos.... ¿Esta bien?
Claudia un poco desilusionada pues esperaba respuesta inmediata aceptó de mala gana pero resignada, luego se despidió de la hermosa directora y salió del plantel.
La directora, Norma, tenía que acudir a varios de los salones a dar una platica sobre anticonceptivos para las chicas que ya reglaban, más tarde recibir algunos nuevos alumnos y otras tantas actividades que le consumían gran parte del tiempo. Ya por la tarde completamente desocupada llegó a la dirección y quitándose los tacones se sentó en su mullido sillón detrás de su escritorio y se reclinó hacia tras reposando unos minutos. Un poco más relajada se puso de pie poniéndose de nuevo los tacones, tomó su saco y se dispuso a partir para su hogar, apagó las luces de la dirección y justo cuando iba a cerrar la puerta vio el bulto sobre su escritorio, sin encender la luz regreso hasta este y tomó los casetes, luego salió rumbo a casa. Después de darse un regaderazo y ya cómodamente instalada en su recamara Norma metió una de los cartuchos en su video y comenzó a apreciar las escenas grabadas por Claudia y Juan; tan solo ver el comienzo comprendió que el material era de primera, pulsó el botón de la pausa y entonces poniéndose una bata gruesa se asomo por la ventana. Doce pisos más abajo varios chicos jugaban al basketball, la bella mujer llamó entonces al portero del edificio por su interfono y le pidió que la comunicara con uno de los chicos.
– ¿Hola?
– ¡Que tal Sebastián! – contestó con sensual voz.
– ¡Holaaa, Norma! ¿Que milagro? – dijo el chico emocionado.
– Veo que estas ocupado... ¿no?
– Pu... pues, no, no... para ti no... ¿dime?
– ¿Te gustaría subir?
– Claro... claro.
– ¿Y que te parece si invitas a un amigo?
– ¡¡¡Siiii!!!
– Clara amor, te espero... – Norma colgó.
Sebastián sumamente nervioso no sabía a cual de sus amigos pedirle este favor, por fin se decidió y llamó a otro chico de los que ahí estaban.
Sebastián era un vecino de la directora del plantel de educación especial y por asares del destino este chico en ocasiones gozaba de ciertos privilegios con la hermosa mujer. Luis el chico al que llamó Sebastián se acercó a este sudoroso y preguntó que era lo que pasaba. El joven amigo solo le pidió que lo acompañara y no hiciera preguntas. Raudos ambos abordaron el ascensor y subieron hasta doceavo piso. Luis dudando aún y sin comprender que era lo que pasaba se sorprendió cuando al tocar en unos de los departamentos salió a recibirlos una hermosa mujer madura vestida solo con una bata color rosa y que dejaba apreciar unos hermosos muslos blancos que parecían esculpidos en mármol, su cara dejaba apreciar unos ojos hermosos, su cabello lacio caía por la espalda, de color castaño y con brillos más claros, sus senos se dibujaban perfectos bajo la gruesa tela de la bata. La hermosa dama los hizo pasar, era mucho más alta que ambos Sebastián tenía catorce años y Luis trece, los chicos se quedaron en la sala de pie y Norma tras cerrar la puerta se encaminó hasta su habitación, Sebastián que ya alguna otra ocasión tuvo la suerte de estar con ella la siguió y su amigo se quedo ahí esperando a que algo sucediera, sus pensamientos se agolpaban lo mismo que sus sentidos y no pudo responder a ninguno de sus músculos.
Norma se sentó en la cama y pulso el play nuevamente y las escenas en la playa continuaron, se veía como las niñas estaban siendo penetradas sus respectivos padres, Sebastián tuvo que ir por su amigo y a los pocos minutos ambos estaban sentados también en la cama con la verga completamente erecta por las escenas de la película. Pasaron unos minutos y Norma se sentó entre los dos jovencitos, con delicados movimientos bajo una a una las braguetas de los críos y busco entre sus calzoncillos las erectas macanas, cuando ambas estuvieron fuera comenzó a masturbarlos simultáneamente, una en cada mano. Los movimientos eran lentos y estudiados, ambos chicos no se atrevían a dejar de mirar la pantalla. Norma entonces cuando notó que ya estaban listos se puso de pie y luego hincándose frente a Luis metió la verga del niño en su boca; comenzó una lenta pero profunda mamada metiéndose por completo la enhiesta verga completa, a los pocos minutos la leche era descargada con fuerza a la vez que apagados gemidos escapaban de la garganta del chico.
El mismo trabajo fue para Sebastián que tardó menos en venirse, la mujer los dejó descansar unos minutos y luego ordeno a ambos que se desnudaran por completo, ella aun conservaba la bata color rosa puesta aunque ya un poco más abierta dejaba apreciar parte de los firmes senos. Los chicos atropelladamente comenzaron a desnudarse ante la atenta mirada de la mujer y mientras iban quedando desnudos ellas los iba acariciando, ni que decir, nuevamente los dos ya estaban listos para la acción. Norma se colocó frente a Sebastián y lo besó con pasión, las lenguas se buscaron mientras que los labios se restregaban sin compasión, luego el turno fue para Luis, nunca antes había experimentado una sensación tan placentera, los labios de la mujer en verdad eran fuego. Norma se separó del chico y entonces los incitó a hacer un beso entre los tres, al principio los chicos dudaron un poco pero en realidad poco importaba con una hembra así, unieron entre los tres sus caras mientras que sus lenguas salían buscando toparse con la de los otros, no importaba de quien y lentamente y con gran audacia Norma se fue retirando haciendo que los dos chicos terminaran besándose entre ellos, ella solo observaba desde muy cerca, la lengua de Sebastián y Luis se enroscaba mientras que sus labios succionaban la saliva del otro, luego de un rato ambos se separaron un tanto asustados pero no hicieron comentarios; Norma frente a ellos comenzó a desnudarse, en realidad solo tuvo que desanudar el nudo en la parte frontal de la bata y los dos gajos de esta lentamente se fueron abriendo y mostrando el blanco y exuberante cuerpo de la mujer, los senos firmes mostraban un pezón puntiagudo y de color apenas mas oscuro que el resto de su piel, su vientre dejaba apreciar una vellosidad ensortijada formando un delicado triangulo abajo el cual se apreciaban unos carnosos labios vaginales, remataba el conjunto las hermosas piernas de la mujer, con lentitud dejó que la bata se resbalara por sus delicados brazos y con estudiado detenimiento la bata fue cayendo hasta caer completamente al suelo.
Norma le pidió a Sebastián que se recostara en la cama, el chico no dudó ni un segundo; la hermosa mujer entonces se encaminó hasta donde el se encontraba y con hermosos movimientos se subió a la cama, se colocó sobre el muchacho y luego lentamente fue descendiendo sobre su vientre, la ya enhiesta vara del muchacho rozó la húmeda y peluda rajada de la mujer, está se froto varias veces en ella haciendo sentir al chico lo mojados que ya estaban los labios vaginales. Después con expertos movimientos la mujer se acomodó y fue haciendo que el pene la penetrara lentamente; el chico soltó un gemido de satisfacción al sentir como su daga se iba perdiendo en el interior de la mojada y cálida caverna.
Desde atrás el otro chico observaba la caliente escena y no pudiendo contenerse comenzó a masturbase ferozmente; Norma se dio cuenta de los movimientos del muchacho y le pidió que guardara fuerzas, esté se detuvo y la mujer entonces le pidió que se la metiera por el culo. Perplejo el jovencito no podía creer la que la mujer le pedía, nervioso se colocó detrás de ella y con torpes movimientos intento penetrar el ano de ella sin resultados. Norma soltó una leve carcajada y con amor le dijo que se parara frente a ella, el chico lo hizo y vio como la boca de ella comenzaba a mamarlo nuevamente, esta vez poniendo más saliva en el palo. Luego de unos minutos le pidió que intentara metérsela de nuevo; el chico regreso a la parte trasera y apuntó de nuevo su glande contra el agujerito, norma recostando su cuerpo contra el de Sebastián se abrió los cachetes con ambas manos dejando completamente expuesto el arrugado ano facilitándole así a Luis el trabajo, el glande penetró lentamente y el palo completo se fue perdiendo dentro del caliente culo; la sensación era increíble, nunca antes su palo había sentido nada parecido, el calor y la fuerza con que ese culo lo apretaba era alucinante, con movimientos lentos las caderas de Norma fueron haciendo el resto del trabajo. Sus caderas se movían rítmicamente exprimiendo, por así decirlo, los jóvenes palos que la tenían penetrada por ambos agujeros.
No tardaron mucho tiempo en venirse, casi al mismo tiempo los tres lograron sus respectivos orgasmos, el joven semen de los chicos comenzó a llenar los agujeros de la mujer, ella entre tanto gemía y seguía moviéndose rítmicamente, exprimiendo completamente a los chicos, los gemidos de los tres llenaron el cuarto y de los agujeros de ella lentamente comenzó a escapar el semen caliente mezclado con sus propios jugos; al poco los tres aún respirando con dificultad se dejaron caer sobre la mullida cama, descansaron algunos minutos y Norma fue la primera en levantarse, los chicos la siguieron con la mirada, la hermosa mujer se vistió con una lencería negra que sacó de uno de los cajones, se veía increíble, regresó al lado de los chicos y sin más se hinco en la cama y con el culo en pompa comenzó a mamar la verga de Luis, está estaba recostada sobre una de sus piernas y completamente flácida, mas la mujer sabía de la fogosidad de los jovencitos y continuó con sus labor, en pocos minutos el chico estaba con la verga completamente erecta de nuevo.
Norma llamó a Sebastián y el chico aun perplejo se colocó al lado de ella, comenzó a besarlo ardientemente y con sus manos tomó las de él, con movimientos suaves lo hizo acariciarla y poco después de su cuerpo fue pasando al de su amigo, las manos del chico se dejaron llevar y sin darse cuenta ya estaba acariciando el pene de su amigo, entonces la mujer le pidió que se la mamara a su compañero; Sebastián dudó, pero con delicados empujones la hermosa dama hizo que el muchacho se inclinara hasta que su cara estuvo justo encima de la entrepierna de Luis. Norma entonces se agachó y haciéndolo a un lado comenzó de nuevo a chupar el palo erecto, lo mamó con glotonería y después de un par de segundos se lo ofreció a Sebastián, el chico todavía con dudas abrió la boca y torpemente se fue tragando el morado glande de su compañero; la calentura y el morbo entre los tres fue en aumento, Sebastián ya sin dudas siguió mamando la macana, lo hacía despacio y procurando reconocer bien el terreno, Luis sentía como la lengua de su amiguito lo recorría desde la punta hasta la base y puso sus manos sobre los cabellos del chico guiando la velocidad de las chupadas. Experta Norma hizo que Sebastián se moviera de posición y al poco entre los dos chicos hacían un suculento sesenta y nueve. Lo s dedosde la mujer buscaron su rajada y comenzó a masturbarse lentamente, sus dedos se movían con suavidad sobre el erguido clítoris mientras que las bocas de los niños estaban llenas de sus respectivos penes.
El primero en venirse fue Luis, un primer potente chorro golpeo la garganta de su amigo pero esté siguió mamando y tragándose la leche, pocos segundos después Luis recibía la descarga de Sebastián y Norma viéndolos se venía entre gemidos de suma satisfacción. Después de que los palos volvieron a ablandarse los chicos se separaron y sin comentar más comenzaron a vestirse. Norma se puso la bata y les dijo:
– Dentro de ocho días los quiero ver aquí a ambos, a las seis de la tarde... ¿Está bien?
Los chicos sin responder asintieron con la cabeza y poco después salían pensativos y sin hablar cada uno se fue hacia su casa.
Continuará