Dos amigos, Parte 08 (de Cazzique)

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El siguiente relato erótico es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de BlogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.

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Esta publicación es la parte 8 de un total de 11 publicadas de la serie Dos amigos
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Claudia entró en su “choza” mientras el capitán se retiraba hacia la embarcación que estaba al final de muelle, encontró a los demás profundamente dormidos, se recostó en la cama al lado de su marido y en pocos minutos aún con el placer palpando en su piel se fue quedando profundamente dormida.

El despertar de todos fue lento, primero las chicas que salieron a dar un paseo por el muelle y la playa, poco después despertaron los demás, Pedro, Juan y Claudia se dedicaron a preparar un suculento desayuno mientras regresaban las niñas, Nicole y Carolina llegaron justo cuando ya todo estaba listo, el desayuno se desarrolló entre platicas y risas de todos. Los planes para ese, el último día, ya estaba trazados, todos se dirigirían hasta el otro lado de la isla cruzando por la pequeña “selva” y se estarían ahí hasta la tarde, mientras que el capitán recogía todo para la partida. Terminaron el desayuno y después de darse una buena ducha se pusieron sus trajes de baño y juntaron las toallas y demás enseres así como la comida, las metieron en dos mochilas que cargarían los hombres, claro, lo más importante, la cámara de video. Caminaron cerca de treinta y cinco minutos y por fin llegaron al otro lado, como la anterior la playa era hermosa y de blancas arenas, el sol apenas comenzaba a calentar. Descansaron unos minutos sobre las toallas previamente tendidas en la arena. Cerca de media hora después Juan se ponía de pie y le hizo una seña a su amigo para que hiciera lo mismo.

Sobre las toallas solo quedaron Claudia y a cada costado de ella las niñas, todas recostadas boca abajo. Esta ocasión Nicole portaba un bikini de color naranja, Carolina un traje de baño de una sola pieza de color verde limón y claudia un bikini de color negro, por supuesto que la parte de abajo solo era un pequeño hilo dental y dejaba apreciar las hermosas nalgas de la mujer. Juan tomó la cámara y la encendió haciendo tomas de las tres recostadas en las toallas.

Claudia lo vió comprendiendo entonces con delicadeza comenzó a acariciar delicadamente las piernitas de su hija, Carolina al sentir como los dedos de su madre la recorrían se estremeció levantando un poco la cabeza, rió a la cámara y volvió a recostarse, las suaves manos de su madre comenzaron a acariciarle el culo, lentamente y con movimientos circulares, aún por encima de la tela, las manos subieron por la espalda y luego regresaron a las nalgas, esta vez metiéndose bajo el traje de baño. Carolina volvió la cara poniéndola a la altura de la de su madre y ambas se regalaron un candente beso, los labios de madre e hija se apretaron y se buscaron sus lenguas. La madre recostándose de espalda dejó que la niña se montara sobre ella, las manos de Carolina buscaron al instante los gloriosos senos de su madre, los estrujó con amor metiendo sus manitas por debajo de la tela negra del bikini, los pezones de está se pusieron rígidos al instante y nuevamente se volvieron a besar.

Nicole a un lado de ambas se percató de los movimientos y recargando su carita sobre las manos observó la candente escena, vio como el padre de su amiguita se movía de un lado a otro tratando de captar con la cámara lo más candente, cuando la lente se colocó frente a su hermosa carita la niña sonrió coqueta recordando lo aprendido en la escuela especial, luego Juan movió la cámara para seguir el candente encuentro entre madre e hija. Las manos de Claudia buscaron los tirantes del traje de baño de su hija y lentamente comenzó a deslizarlo por su espalda, la tersa piel de la niña comenzó a aparecer y las expertas manos continuaron retirándola prenda, pronto se dejaron ver completamente desnudas las nalguitas de la niña y las manos de su madre se apoderaron de ellas, Nicole a su lado no perdía detalle. Con las palmas y los dedos muy suavemente la madre acariciaba las nalgas, buscó el canal que separa los cachetes y lo recorrió con su mano izquierda, luego con un dedo palpó la arrugada entrada trasera, se llevó su mano a la boca y poniendo mucha saliva en el dedo medio regresó hasta el arrugado ano de su hijita, con precisión apuntó y lentamente se lo fue clavando. El dedo por fin logró penetrar completamente y con movimientos lentos la madre fue bombeando en él.

Nicole con la vista fija en el culo de su amiguita veía como entraba y salía el dedo de su madre del apretado ano, el traje de baño enrollado bajo sus nalgas no la dejaba ver bien y entonces se incorporó y lo fue retirando, cosa que agradeció Juan quién no perdía detalle con la cámara en la mano. Claudia separándose un poco de los labios de su hija le dijo a Nicole:

– Chúpaselo… lámele el culo. – y con la mano le hizo una señal sobre el culo de su hija.

No perdiendo el tiempo Nicole se acomodó detrás de su amiga y abriendo sus piernitas se montó sobre los muslos de las otras, se agachó sobre el culo de su amiguita y comenzó a besarle las nalgas mientras las acariciaba también con las manos. Lentamente con su lengüita de fuera fue ensalivando cada parte de las nalgas y pronto buscó el arrugado agujerito, ya estaba un poco abierto por las dedeadas que su madre le había dado y sin miramientos la lengua se sepultó lo más profundamente que pudo. Con las manos Nicole separó más los cachetes buscando una penetración de su lengua más profunda y continuó metiendo y sacando su lengua con rapidez. Carolina entre tanto bajó como pudo el sostén de su madre dejando expuestos los senos y sin misericordia se dedicó a mamar de los pezones que de bebé la había alimentado. Su lengua recorría con sabiduría los erectos botoncitos de su madre quién se retorcía de placer.

Juan nervioso y con una erección que no podía contener el traje de baño le pidió a su hija que levantara el culo y la niña obediente se acomodó levantando su hermosa colita, sus nalgas se dibujaron hermosas y debajo de ellas su vulva abultadita; Nicole volvió a la carga después de la interrupción y esta vez también dedicó parte de sus mamadas a la jugosa conchita de su amiguita. Así alternado entre culo y vagina la niña lamió y lamió hasta conseguir de Carolina un dulce y potente orgasmo.

Era el momento de cambiar de posiciones y esta vez Carolina quedó recostada sobre sus espaldas, su madre se quitó el bikini quedando completamente desnuda, luego se recostó de lado formando un ángulo denoventa grados con Carolina y su cara quedó a ala altura de la papaya de la niña, inmediatamente la madre comenzó a lamer el rico coño; Nicole entonces por orden de Claudia se montó sobre la cara de Carolina, la niña desde su posición vio entre las piernitas el naranja encendido del bikini, apreciando lo abultadito de la rajada por detrás de la tela, sin pensarlo mucho acarició las piernitas de su amiguita y pronto hizo a un lado el bikini, la lampiña rajadita de Nicole se mostró y en un instante la lengua de Carolina se fue sobre ella, con mamadas lentas y profundas hizo que un creciente calor recorriera el cuerpecito de Nicole desde su rajada a cada rincón. Un gemido escapó de los labios de la pequeña mientras echaba para atrás su cabecita haciendo que su cabello se balanceara de adelante para atrás. La boca de Carolina pronto se humedeció con los jugos que su amiga secretaba y pocos minutos después un fuerte orgasmo hacia gritar a la bella niña.

Claudia por su lado no dejó rincón de su hija sin mamar, la experta lengua de la mujer recorría de arriba para abajo y de un lado para el otro la húmeda vagina de su niña, la lengua entraba muy profundamente a gran velocidad restregándose por todas las paredes y buscando al salir la parte alta, de esta forma también rozaba el rojizo clítoris, casi al mismo tiempo que Nicole, la panocha de Carolina comenzó a contraerse una y otra vez, y un nuevo orgasmo se comenzó a dibujar en el interior de la niña, al poco la lengua de su madre era regada con sus deliciosos jugos.

Al mismo tiempo Pedro que estaba sentado a unos metros sobre la arena se masturbaba ferozmente, su mano con gran velocidad se movía de arriba para abajo a lo largo de su tronco dejando la púrpura cabeza completamente pelada cuando estaba hasta abajo la piel. En segundos sus bolas comenzaron a contraerse y uno tras otro fuertes chisguetes de semen se fueron a estrellar contra la arena a unos cuantos centímetros de él. Sus gemidos fueron intensos. Su mano se estuvo moviendo hasta los últimos espasmos ahora toda mojada con su propia leche, Pedro después se dejó caer de espaldas descansando unos instantes.

Las niñas por otro lado ahora estaban cambiando de posiciones, esta vez Carolina se recostó sobre las toallas boca arriba y su madre se montó sobre ella, su panocha peluda quedo justo sobre su carita y sin más la pequeña se adhirió a sus labios vaginales, Nicole se recostó al lado de su amiga y delante de la madre de esta, Claudia sin pensarlo abrió con sus dedos los labios vaginales de la niña observando el rosado interior, su lengua no tardó en penetrar a la chiquilla y comenzó a comerle la concha con metidas y sacadas de lengua mientras que sus labios degustaban de los pliegues vaginales a su gusto. Un dedo de Carolina fue a parar al ano de su madre y con cuidado se lo metió hasta la base para luego comenzar a bombearla lentamente. Claudia pasó una de sus manos hasta la vagina de su hija y busco meterle un dedo, lo hizo con cuidado y lentamente el dedo penetro la apretada rajadita de la niña y comenzó a moverse entrando y saliendo de esta. A pesar de el ruido del mar y la aves que a lo lejos se paseaban, los chasquidos eran el único sonido de la playa, chasquidos producidos por los jugos de las tres hembras que ahí se daban placer.

Simultáneamente las tres comenzaron a experimentar sus propios orgasmos, las vaginas se mojaron todavía más y el placer más intenso se apoderó de los cuerpos de las mujeres, ellas siguieron chupando y moviendo sus dedos hasta quedar completamente rendidas, por fin Claudia se dejó caer sobre su espalda a un lado de las dos niñas, sus rajadas rojizas mostraban los estragos de la batalla, sus jugos regados por toda la zona púbica reflejaban el sol que ya caía insolente sobre los cuerpos. Juan terminó las tomas con una acercamiento a cada una de las panochas comenzando por la de Claudia, sus ensortijados vellos oscuros se veían mojados y los labios abiertos de par en par, el culo igual mostraba una ligera dilatación. Nicole con la rajadita lampiña completamente abierta mostraba el rosado interior y el oscuro túnel, corría hasta su ano un pequeño riachuelo de líquido transparente que se perdía bajo el oscuro ano de la niña; Carolina solo mostraba una ligera abertura de sus labios vaginales, su clítoris sobresalía en la parte alta y también un reguerillo de jugo mojaba sus nalgas, los pechos de todas subían y bajaban con gran velocidad tratando de absorber la mayor cantidad de aire.

Juan apagó la cámara e hincándose frente a las mujeres se bajó el traje de baño y se masturbo con velocidad, apenas bastaron unos pocos minutos y los chorros de esperma se regaron sobre el cuerpecito de Nicole, la niña al darse cuenta de las calientes gotas que le caían levantó su mano y terminó de masturbar al amigo de su papá.

El resto de la tarde la pasaron jugando y recostados al sol, luego comieron y después de dormitar un rato más regresaron hasta el muelle en donde ya los estaba esperando el capitán con todo en orden y listo para el regreso a la civilización. Un viaje igual de doce horas hasta el continente.


Continuará

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