Aventuras pornográficas de pedófilos, Parte 21 (de CuPed)

    ATENCIÓN

    El siguiente relato erótico es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de BlogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.

    No sigas leyendo si eres menor de 18 años y/o consideras que la temática tratada pudiera resultar ofensiva.

    Esta publicación es la parte 21 de un total de 22 publicadas de la serie Aventuras pornográficas de pedófilos
    4
    (3)

    "Fue cuando vi al tío Christoph ponerle los cuernos a mi padre que supe que jamás podría ser el hombre que él era. Aunque había tomado su premio y compartido lo suyo, sabía que jamás tendría el poder, la crueldad que inspiraba un miedo tan implacable en un semejante."

    "¿Por qué tienes que ser tan cruel?", gritó Bianca, dirigiéndose a George. Bianca era la tercera mujer que participaba en la producción de películas porno. No tenía hijos, pero como maestra de veintidós años, descubrió que dos de las chicas de su clase mantenían relaciones sexuales con sus padres. Las había escuchado hablar de sus dos familias, que se habían reunido la noche anterior, y le intrigó el entusiasmo con el que las dos niñas de siete años habían hablado de sus aventuras sexuales. Eso fue antes de que se implementaran las reglas. Bianca investigó y se unió al grupo. Había participado activamente en él durante diez años y fue aceptada como una de ellos.

    Fue difícil conseguir que Bianca compartiera las actividades del grupo. Bianca estaba casada y su esposo no sabía nada del grupo. Bianca había intentado atraerlo, pero su esposo odiaba a los pedófilos con pasión. Si alguna vez descubría que su esposa era una, la habría matado o algo peor. Bianca amaba al hombre, pero era un pésimo amante, y Bianca solo estaba verdaderamente satisfecha cuando participaba activamente en el grupo. Por suerte, su esposo era confiado, poco sospechoso y estúpido. Podía conseguir tiempo para jugar fácilmente si se le daba el tiempo.

    Su cabello, normalmente rubio oscuro, estaba teñido de un color más claro para la escena, aunque sus ojos azules eran tan brillantes que no necesitaba lentes de contacto. Con su 1,60 m, la mujer de treinta y dos años no había perdido su figura juvenil. Sus pechos, algo pequeños, seguían firmes, con pezones del tamaño de una moneda de cinco centavos, de 1,25 cm de largo y muy sensibles. Ahora estaban expuestos, y ella estaba de rodillas frente a un amenazador George. Esta era una escena muy poco común, solo para adultos, que el alemán había solicitado.

    El segundo hombre adulto en el set dio un paso adelante y dijo con voz débil y suplicante: "¡Por favor! No puedes hacerle esto a mi espo...". Fue interrumpido por la mano de George cerrándose alrededor de su garganta.

    "Ella no es 'tu' esposa. Olvidas tu lugar, hombrecillo patético", siseó George furioso en la cara de Robert. "Permití que esta zorra se casara contigo con el único propósito de darme lo que necesito. Nuevas hembras para saciar mis deseos. Ahora que lo ha hecho, ya no eres necesario. ¡Te haría bien recordarlo! Te dije que me dejaras con mi juego, pero como necesitas que te recuerden quién es el amo de esta zorra, ¡ahora te quedarás a observar!" Dicho esto, George dio un paso adelante con calma y metió sus dieciocho centímetros en la boca y la garganta de Bianca.

    "¡Corten!", gritó Jack. "¡Buen trabajo, chicos! Preparémonos para la siguiente escena". La escena que acababan de filmar era corta según el guion del alemán. Era más bien un preludio para la escena gay que se filmaría a continuación. Ayudaron a Bianca a ponerse de pie, quejándose de que la habían excitado y habían cortado la escena. George tendría otra escena con Jill ese día, y Jack no quería que se cansara. Pronto, la voz de Bianca exclamó de alegría al ser presentada a Travis y Gregg. Tendría suficiente atención masculina para justificar su salida, pues los chicos ya empezaban a manosearla mientras la llevaban a la sala verde.

    "Esto es muy oscuro e intenso", dijo Robert acercándose a Jack. "¿Crees que realmente ocurrió?"

    "Creo que el diálogo se ha enriquecido", respondió Jack. "Y quizá también algunos recuerdos de los encuentros sexuales, pero claro, creo que ocurrió".

    "Me pregunto cómo resultó entonces", dijo Robert. Justo cuando lo hacía, Justin se acercó.

    "¿Listo para tu escena?", le preguntó Jack al niño de ocho años. Justin asintió, pero no dijo nada. "¿Nervioso?", preguntó Jack.

    "Un poco", respondió Justin.

    "No te preocupes, seré lo más delicado posible", dijo Robert, poniéndole una mano en el hombro a Justin. Con un metro sesenta y cinco de altura, Robert no era mucho más alto que el niño de ocho años. Robert era el hombre bisexual que actuaría con Justin en la siguiente escena.

    La introducción de Robert a esa vida había sido única. Un hombre pasivo casado con una mujer dominante, tenían tres hijas. Se resistió con todas sus fuerzas cuando Fiona empezó a incitarlo a excitar sexualmente a sus hijas, pero finalmente cedió. Fiona no tocaba a las niñas, pero siempre se emocionaba al ver a Robert poner a prueba a sus dispuestas hijas.

    Peter los había descubierto y presentado al grupo dos años antes. Cuando Fiona descubrió que Peter tenía dos hijos bisexuales, instó a Robert a probarlos. Robert se resistió de nuevo, pero finalmente accedió a los deseos de su esposa. Al hacerlo, descubrió que disfrutaba tanto del sexo con chicos como con chicas. Después de que Peter consiguiera un ascenso y se despidiera del grupo a regañadientes para mudarse a Florida, Fiona lo instó a tener encuentros sexuales con otros hombres, y Robert no se resistió tanto a esa transición.

    Mientras Robert tanteaba el terreno con otros hombres, a él y a su familia se les prohibió participar en el grupo. El miedo al SIDA era una gran preocupación para todos. Si bien el grupo era numeroso en ese momento y todos los miembros tenían relaciones sexuales libremente, en general era monógamo. No solo Robert, sino cualquiera que tuviera relaciones fuera del grupo tenía prohibida la participación. Dan y su familia fueron excluidos del grupo cuando él inició a Renee y a los suyos. Renee y su familia tuvieron que hacerse la prueba antes de poder ser presentados. No se trataba solo del SIDA, sino también de todas las ETS. Incluso el propio Jack fue excluido del grupo cuando introdujo a Fred y a su familia.

    Justin le sonrió a Robert y le respondió: "Sé que lo harás. Pero después de las escenas, creo que seguiré con chicas. No creo que haya nada malo en el sexo entre chicos, pero simplemente no creo que sea para mí". En el set, Bob sonrió ampliamente aliviado, pero rápidamente recuperó la neutralidad. Jack, sin embargo, había visto la reacción.

    "¿Seguro que quieres hacer la escena?", preguntó Jack. "Aún estamos a tiempo de echarnos atrás. Podemos buscar a otro chico si hace falta".

    "Está bien", respondió Justin. "Puedo hacerlo. Dije que lo haría, y de verdad que no me importa. Lo haré como es debido".

    "Buen chico", respondió Jack con firmeza. Habría sido difícil encontrar a otro niño pequeño para el papel. Pero Jack no iba a obligar a Justin a hacer algo que no quería. "Vamos a organizarlo, entonces".

    La escena se montó y se desarrolló sin problemas. Fiel a su palabra, Justin la representó a la perfección. La escena se montó de tal manera que, después de que su madre y su tío dejaran al padre cornudo en la habitación, el alemán que interpretaba Justin se atrevió a confrontar a su padre. El padre se enfureció con las palabras del chico y lo violó oral y analmente. Normalmente, Jack evitaba las escenas de violación, pero como se trataba de un vídeo privado y el diálogo de la narración denotaba aceptación, si no pasión, lo hizo.

    Para cuando terminó la escena masculina, Gregg salió de la sala verde para observar. Fred estaba de pie junto a él, con un brazo sobre el hombro del niño de doce años, hablándole suavemente. Gregg asentía e incluso sonreía discretamente a lo que Fred decía. Al terminar la escena en el set, Fred le hizo una seña a Robert y los tres se quedaron charlando. Jack se concentró en el guion, preparándose para la escena de George y Justin con Jill, y cuando levantaron la vista, los tres hombres desnudos habían desaparecido.

    Mientras miraba en esa dirección, Katie salió de los camerinos. Vio a Jack, sonrió y lo saludó, luego miró hacia la sala verde. Por un momento, la niña de ocho años pareció indecisa, pero luego se giró y se acercó a Jack, subiéndose a su regazo para acurrucarse.

    Mientras los fuertes brazos de Jack sostenían a la niña, ella dijo con nostalgia: "Ojalá pudiera hacer una escena como la de Jill. Se ve tan guapa con ese vestido negro y el pelo así recogido". Katie había estado atrás observando cómo vestían y maquillaban a Jill para su siguiente escena.

    "En la próxima película de disfraces que hagamos, podrás actuar", le prometió Jack con una sonrisa radiante. Jack pensó en la película programada que harían y se le ocurrió una idea: "De hecho, ¿te gustaría disfrazarte de Barbie para poder ponerte traviesa con Ken?".

    "¿En serio?", preguntó Katie esperanzada. "¿Podría usar el vestido rosa con el dobladillo de encaje?"

    "Solo el tiempo que Ken necesite para quitártelo" dijo Jack con picardía mientras le apretaba el trasero.

    Katie se rió y se retorció contra él, luego preguntó: "¿Qué tipo de escena sería?"

    "No lo sé. Aún no lo he escrito. Pero sé de un lugar donde podría encajarlo en el próximo guion", respondió Jack. "¿Qué te parece si estás en el suelo, jugando con Barbie y Ken, la cámara se difumina y te imaginas la escena? ¿Qué tipo de escena te imaginarías?"

    La cara de duendecillo de Katie se arrugó pensativa por un momento y luego dijo: "Estaría en un tocador, en un dormitorio grande. Mientras me miraba en el espejo admirando mi vestido y cepillándome el pelo, Ken entraba vestido con su esmoquin. Sonaba música y Ken bailaba conmigo por la habitación.

    Cuando nos acercábamos a la cama, Ken dejaba de bailar y me besaba profundamente, bajándome la cremallera del vestido. Cuando empezaba a quitármelo, me resisto, pero Ken me tira sobre la cama y me sujeta, besándome mientras yo forcejeo hasta que cedo. Entonces se incorpora y me desnuda, aunque yo intento detenerlo. Después de desnudarme, me besa hasta someterme de nuevo y luego me obliga a desnudarlo. Después de desnudarse, me obliga a chuparle la polla, aunque me da miedo.

    Después de correrse en mi boca, me empuja de nuevo al colchón. Lloro y le pregunto qué más quiere, luego besa todo mi cuerpo y me come. Me hace tener un orgasmo, luego se levanta y me toma en sus fuertes brazos. Me pone de rodillas y me empuja la cara contra las almohadas para que mi grito se ahogue cuando me toma. ¡Ay, Jack, qué duro es! ¡Después de desgarrarme, se siente tan culpable! Intenta ser amable conmigo. Pero entonces me meto en ello y empiezo a decirle guarradas para que vuelva a ser fuerte conmigo. Después de que Ken y yo nos corremos juntos, se tira sobre mi espalda y me aprieta con su peso mientras me susurra al oído cuánto me ama y cómo lo haremos para siempre. Entonces la escena se funde a negro y tengo a Ken sobre la espalda de Barbie, con el rostro sonrojado por mi fantasía. ¿Qué te pareció?" concluyó mirando a Jack a los ojos, los suyos ardiendo.

    "¡Guau!", dijo Jack sin aliento. "Eso sí que estaría buenísimo. Pero no pudo correrse en tu boca en la escena. Tiene que ser una toma espectacular."

    "Luego, después de hacerme un tratamiento facial, me empuja la cabeza hacia la manta para limpiarme su semen de la cara", dijo Katie después de un momento.

    "¿Pero podrías con las cosas rudas?", preguntó Jack. "¿Ser presionada bajo un hombre?"

    "Oh, sí", dijo Katie, retorciéndose de nuevo en el regazo de Jack. "En la fiesta de Arlene, después de que Bob me follara y se tumbara encima de mí, empecé a excitarme de nuevo". Confesó tímidamente.

    "¿A quién te gustaría ver interpretando a Ken?", preguntó Jack, asombrado por la niña en su regazo. Ella abrió la boca rápidamente para responder, pero Jack fue más rápido y añadió: "¡Además de mí!".

    Katie cerró la boca y le dedicó a Jack una sonrisa tímida. Luego, pensativa, sus ojos se nublaron y, tras un minuto, dijo lentamente: "Mmm, Jason, creo. Siempre ha sido muy suave al follarme, pero noté que quería ser más fuerte. Siempre se ha contenido conmigo, pero apuesto a que le da caña a Helen".

    "Entonces Jason", dijo Jack. "Y para que encaje con el guion, puede hacer de tu papá. Entra y ve lo sonrojado que estás y la posición en la que sostienes las muñecas. Adivina a qué estabas jugando. Luego te seduce, siendo tan suave en esa escena como rudo en la otra".

    Katie asintió con una sonrisa y se bajó del regazo de Jack. Metió las manos en sus pantalones cortos y se los quitó rápidamente. Desnuda de la cintura para abajo, agarró el cinturón de Jack y dijo: "Estoy caliente y excitada. ¡Tengo el coño tan mojado! ¡Quiero follar!".

    Jack miró su reloj y vio que faltaban veinte minutos para la siguiente escena. Sonriendo con anticipación, levantó las caderas para dejar que la ansiosa niña le bajara los pantalones y la ropa interior, y luego ayudó a la niña de ocho años a subirse torpemente a su regazo, mirándolo. La silla del director no estaba bien diseñada para permitirlo, pero hicieron lo mejor que pudieron.

    Jack, con los pantalones aún colgando, deslizó el trasero hacia adelante todo lo que pudo en la silla. Esperando que fuera lo suficientemente firme, ayudó a Katie a subirse. Al hacerlo, deslizó la mano entre sus piernas y descubrió que su coño estaba empapado. Katie gimió cuando sus dedos le rozaron el clítoris un momento antes de volver a su cadera. La silla no era lo suficientemente ancha como para que ella apoyara las rodillas, así que tuvo que dejarlas colgando bajo el reposabrazos mientras se apoyaba con las manos en sus anchos hombros y los pies en sus rodillas.

    Mientras Jack colocaba a la ansiosa chica sobre su miembro, ella acercó su rostro al suyo y reclamó sus labios en un beso apasionado y necesitado que dejó a Jack sin aliento. Mientras la gimiente niña de ocho años le chupaba la lengua, Jack la bajó sobre él, sintiendo su grueso pene abrirla. Katie gimió de nuevo cuando Jack la bajó quince centímetros sobre su pene, disfrutando de la sensación de su apretado coño preadolescente extendiéndose sobre él.

    Katie flexionó las piernas y Jack la ayudó con las manos en la cadera mientras se levantaba, luego la bajó lentamente, gimiendo al sentir las suaves y resbaladizas paredes de su coño aferrándose a él. La folló lentamente de arriba a abajo cuatro veces antes de empezar a acelerar. Katie comenzó a mover las caderas adelante y atrás, atrayendo su clítoris hinchado contra su miembro y gimiendo de placer mientras enviaba descargas eléctricas a través de su joven cuerpo.

    Los labios de Katie dejaron los de Jack y bajaron para acariciar su cuello mientras el ritmo se volvía más frenético. "Oh, Dios, sí, fóllame, Jack". La excitada preadolescente respiró en su garganta. Él suspiró mientras aceleraba el ritmo, empujando a la niña de cabello castaño rojizo de arriba a abajo sobre su miembro. "Fóllame, fóllame, fóllame", decía Katie al ritmo de su pene penetrante. Jack cerró los ojos mientras suspiraba extasiado.

    Sus ojos se abrieron de golpe al oír fuertes vítores provenientes de la sala verde. Mirando los monitores frente a él, Jack sonrió al darse cuenta de que su encuentro con Katie estaba siendo mostrado a todos. Ray tenía una vista panorámica de la espalda de la preadolescente, arqueando la columna al mover las caderas. Bob había hecho un zoom para un primerísimo plano de los labios vaginales de Katie ordeñando su pene con cada embestida. Al levantar la vista, Jack vio que un micrófono de brazo había sido colocado sobre ellos para captar los sonidos de la excitación de la chica y los jadeos de Jack. "Para tu colección privada", gritó Ray alegremente al darse cuenta de que Jack había notado su broma.

    "Están locos", los reprendió Jack mientras volvía a acelerar el ritmo, volviendo loca a su amante preadolescente. El cuerpo de Katie se ponía al rojo vivo y su voz se había apagado mientras Jack la llenaba una y otra vez. De repente, su cabeza se echó hacia atrás y un grito escapó de su garganta. Las manos de Jack volaron desde sus caderas hasta la parte baja de su espalda para evitar que se cayera de la silla mientras su pequeño cuerpo comenzaba a agitarse en la liberación. "¡OH DIOS!", gritó Katie con fuerza mientras su cabeza se movía de un lado a otro.

    La combinación de verla en el monitor y sentir su cuerpo agitado moviendo su coño espasmódico contra la verga de Jack lo llevó al clímax. "¡Gyuahhhh!" Su voz se unió a la de Katie mientras sus testículos se tensaban. Su polla empezó a chorrear su semen caliente dentro de ella y la cámara que sostenía Bob lo capturó mientras su semen se derramaba alrededor de su polla. Después de que el hombre y la niña disfrutaran juntos de sus orgasmos, Katie se desplomó contra su pecho mientras su cuerpo, aún tembloroso, se calmaba. Las manos de Jack volvieron a su cintura y la folló lentamente de arriba abajo mientras su pene comenzaba a desinflarse en su coño acalorado. Mientras estaban sentados jadeando, Jack escuchó aplausos y más vítores provenientes de la sala verde y sonrió.

    Joyce apareció como por arte de magia con dos toallas. Exclamó con admiración: "¡Dios mío, Jack, qué bien la pusiste!". A Katie casi se le doblaron las piernas cuando Joyce la ayudó a levantarse, saciada. Katie tomó otra toalla que Joyce le había traído y, mientras la sujetaba con las piernas sobre su coño supurante, limpió a Jack con cariño. Al terminar, se inclinó y besó el pene desinflado de Jack con reverencia antes de dejar que Joyce, entre risas, la acompañara.


    Continuará

    Califica esta publicación

    Ayudarás al autor y a la administración a mejorar el contenido...

    Promedio de puntuación 4 / 5. Recuento de votos: 3

    Hasta ahora no hay votos. Sé el primero en puntuar este contenido.

    Ayúdame a mejorar la calidad del blog dejando tus comentarios en la parte de abajo y una calificación a la publicación aquí arriba. También puedes dejar tus dudas, sugerencias y/o comentarios en la página de contacto.

    Si el relato lleva varios días sin continuación es muy probable que no la tenga 🙁, ¡pero quizás tú si la tienes 😀! Para compartir tu relato puedes usar la sección de Enviar relato

    blogSDPA.com
    blogSDPA.comhttp://blogsdpa.com
    Publico relatos SDPA anónimos o con autor desconocido. Si un relato publicado es tuyo házmelo saber por correo electrónico.

    Publicaciones similares