Mi nombre es Isabel, vivo en Valladolid capital y me dispongo a relatarles una cosa muy importante acontecida en mi vida hace nada mas unos pocos días.
Se trata de la primera vez que he echo el amor y ha sido maravilloso. Tengo 13 años y voy al colegio de la E.S.O. como todas las chicas normales de mi edad. Aunque guardo unas cuantas diferencias con la mayoría de ellas. En concreto hablo de que la mayoría se dedican a fumar tabaco y salir con chicos y etc.. Y yo guardo unas costumbres muy diferentes, desde pequeña que me ha gustado mucho el deporte y últimamente suelo dedicar mi tiempo libre a la práctica del skate. Este es un deporte muy estrechamente relacionado con los chicos. A diferencia de otros como el básquet o el voleibol pero chicas skaters la verdad no he conocido nunca a ninguna. Acostumbro a practicarlo por mil sitios diferentes. Hay montones de calles y parques con sitios especiales donde puedo practicar mis arriesgadas figuras skaters. Mas de una vez me he metido trompicones y esto me ha echo ser previsora y llevar siempre las protecciones adecuadas de rodillas y codos. El pasado miércoles me encontraba yo haciendo skate en el parque de buena esperanza. Es un parque con abundante vegetación pero tiene unos cuantos escalones y barandillas que lo hacen muy atractivo para mi y muchos de mis amigos. Hay que reconocer que llevaba un día bastante triunfal, me habían salido figuras de las mas difíciles que sé y halagada por tanto triunfo me dispuse a probar una cosa que solo había visto hacer a mis compañeros con mas talento. Se trataba del double grind imposible. Es una figura un tanto complicada incluso para un chico con ya unos años de practica. Es complejo de explicar en letra pero lo resumiré en que se trata de bajar unos escalones pero patinando con el skate por su barandilla. Estaba yo con el corazón aceleradísimo. Por la practica que ya llevaba esa tarde y por el reto que me suponía hacer esa figura tan complicada con la cual además podria congratularme delante de todos mis amigos y demostrarles que no por ser chica iba a ser inferior a ellos. Me lance a ello, tarde o temprano tendría que poner valor y no me paré a pensarlo ni nada sino que tomé carrerilla y me dispuse a intentar mi double grind imposible.
¡shock! ¡scratch! ¡tumble!¡tumble!¡tumble! ¡ooooooooooooh! El trompazo fue brutal, nunca había tenido una caída tan bestia y las protecciones que llevaba lo único que protegieron es mis puntos débiles de rodillas y codos. Pero digamos que los escalones se recrearon con todo el resto de mi cuerpo. Quedé unos instantes en el suelo intentándome aclarar quien era, donde estaba y qué tenia roto. No sabia qué tenia roto porque me dolía todo.
No sé de donde salió el ángel de mi salvación que de pronto apareció arrodillado a mi lado y me pregunto.
-”angel”- eh chica, un poco mas y te matas. Donde te duele ?
-”Isa”- uy uy uy todo me duele todo!
-”angel”- venga guapa, relájate que el mundo no se ha acabado.
Yo tenia las manos en los costados que eran los que mas habían sufrido el aterrizaje y el puso sus manos sobre las mías ayudándome a apretar para mitigar el dolor. Yo hice lo que me dijo y me calmé un poco para evaluar los daños. A la que lo conseguí observé que me había echo bastante daño. Mis rodillas y hombros no tenían nada pero me dolía mucho el torso que había recibido el impacto de los escalones y también me dolía mucho el culo.
-”angel”- como te sientes ? crees que te puedes levantar ?
-”Isa”- no lo se, me duelen muchas cosas, pero creo que en las piernas no me he echo nada.
-”angel”- que te parece ? lo probamos ?
-”Isa”- bueno va, me ayuda usted ? El señor me cogió de los brazos y trato de ayudar a levantarme.
-”Isa”- ay ay ay ay ay. Me duele! déjeme déjeme!
Con el mismo cuidado con que me levantó, me volvió a dejar en el suelo.
-”angel”- parece que se ha puesto difícil la cosa, no te puedes levantar ?
-”Isa”- que va, me duele aquí en el culo, perdón por decirlo. Pero es donde me duele mucho y creo que lo hará durante unos cuantos días.
-”angel”- mmm tienes una madre que pueda venir a recogerte ?
-”Isa”- pues mi madre está trabajando. Y ahora que lo pienso mi padre también porque le toca turno de tarde hoy.
-”angel”- a que hora terminan ?
-”Isa”- Mi madre a las ocho.
-”angel”- vale, pues que te parece si te entro aquí a mi casa y la esperas hasta las ocho en que le pegarás una llamada ?
-”Isa”- oh es usted muy amable, como se lo puedo pagar ?
-”angel”- no me tienes que pagar nada hija, mi recompensa en ayudarte.
-”Isa”- pues muchas gracias, donde vive usted ?
-”angel”- aquí delante del parque, estoy aquí muy a menudo porque como lo tengo delante casa.
-”Isa”- vale pues como lo hacemos para llegar a su casa ? tenga en cuenta que no me puedo ni levantar.
-”angel”- tranquila chica, desde los 14 años a los 34 estuve trabajando de camionero y no pesas ni la mitad de los paquetes que repartía yo.
Ni tardo ni perezoso el señor ex-camionero me cogió como quien coge un bebe y se encaminó a su casa. Fui yo que sustenta en sus brazos y con sus llaves, abrí la puerta. Me dejó en el sofá y se sentó a mi lado.
-”angel”- bien chica, quedan como cuatro horas para que puedas llamar a tu casa. Espero que mi casa te parezca acogedora durante este rato.
-”Isa”- sí gracias, tiene una casa bonita. Como se llama usted ?
-”Francisco”- Me llamo francisco, y no soy un usted, trátame de TU que yo haré lo mismo contigo.
-”Isa”- vale Francisco, vives solo ? No parece haber nadie en tu casa.
-”Fran”- sí chica, mi mujer me dejo hace años. Pero no hablemos de ello. Seguro que una chica tan guapa como tu tiene mil cosas a explicarme. Me ha sorprendido verte con el patinete, normalmente no veo mas que chicos.
-”Isa”- sí, ya lo se que es raro una chica skater pero mira, a mi me gusta mucho aunque esté siempre rodeada de chicos.
-”Fran”- como va tu espalma y -ejem- tu culo ?
-”Isa”- pues me sigue doliendo, pero creo que no me he roto nada porque he oído que si te rompes algo el dolor es grandioso.
-”Fran”- quizá mejor que te desmontes todas esas rodilleras y cosas que llevas no ? Vas a estar aquí unas 4 horas.
Me saqué entonces todos esos trastos y me acomodé lo mejor que pude en el sofá en el que me iba a pasar toda la tarde. Fran se fue un momento a la cocina y regresó con un par de vasos, en uno había vino y en el otro agua. Supuse que el agua era para mi y el vino para el y así fue. Encendió la tele y me preguntó qué solia mirar y yo le dije que nada porque raramente miraba la tele. Puso un canal en que se veía uno de esos reportajes sobre animales y dejo el mando en la mesita.
-”Fran”- Isabel, tengo un tacto especial para los masajes, quieres que te haga uno en la zona afectada y veras como se disipa un poco el dolor ?
-”Isa”- mmm de verdad sabes hacer masajes ? mi madre también sabe y muchas veces me ha echo después de alguno de mis habituales trompicones. Que hago ? Me quito la camiseta ?
-”Fran”- mmm pues sí, estaría bien, yo no me atrevía a pedírtelo pero si que saldrá mejor si te quitas la camiseta.
-”Isa”- me siento confiada aquí con usted, uy perdón, contigo. Me tratas como si fuera tu propia hija. Tienes hijas ?
-”Fran”- si que tengo, e hijos. Pero todos se fueron de mi casa ya hace años para crear sus propias vidas.
Yo me saque la camiseta quedando ante él vestida solo con el sostén. Debido a que practico tanto deporte mi sostén no esta muy hinchado que digamos y eso le sacó la importancia que hubiera tenido si gastara yo una talla 120 de sostén. Mi costado apareció ligeramente amoratado y él se sentó a mi lado dispuesto a aplicarme la terapia masajista.
-”Fran”- túmbate de lado.
Así lo hize y él, con una suavidad extrema, empezó aplicar sus manos a mi costado. Acababa de sufrir yo un moderado trauma y para tener un masaje un efecto positivo, este tenia que ser aplicado con un esmero profesional. Y Francisco estaba provisto de ese esmero. Lo que me había dicho que tenia un tacto especial para los masajes era verdad porque sus tiernas manos estaban alejando esa pincharte sensación que me afectaba hacia pocos minutos.
-”Isa”- es verdad lo que me has dicho, lo haces muy bien. Fuiste masajista ?
-”Fran”- nooo, no tanto. Lo que pasa es que de joven me movia en circulos de atletismo y muchas veces hice masajes a compañeros y se un poco como va esto.
-”Isa”- cuantos años tienes ?
-”Fran”- 53, y tu ?
-”Isa”- yo 13, jeje, no se tantas cosas como tu.
El masaje era fenomenal. Había traspasado ya el fin terapeutico que tenia con los golpes y me estaba haciendo gozar verdaderamente con la delicadez con que era aplicado.
-”Fran”- esto, Isabel, estas en sostenes delante mío y esto no parece escandalizarte para nada. Quieres que te haga el masaje también en el – culo- con perdón ?
-”Isa”- si claro, gracias por preguntármelo. Yo no me habria atrevido.
Me bajé el short que llebava quedando este en mis rodillas y me tumbe boca abajo ofreciendo mi -culo- a las manipulaciones de Francisco. No sentia ningun tipo de miedo por estar practicamente desnuda ante un desconocido porque Fernando era de total confianza. Las manos de Fran siguieron entonces sus manipulaciones por una zona que noté que era especialmente sensible. No le informe de nada de esto porque no sé, me cortaba decirselo. Y es que me estaba excitando sexualmente. Habia vivido esas sensaciones de excitación, contadas veces en mi vida y digamos que no las vivia con la misma equipareidad que un helado de nata o un yogur de fresa. Francisco no se cortaba un pelo y metia sus manos por dentro de mis braguitas para acariciar el moflete dañado. Mi cabeza estaba viviendo sensaciones con la misma intensidad del dolor de hacia un rato pero tranformadas en placer. En un momento dado en que sus manos estaban manipulando mi muslo y su dedo, no se si sin querer o aposta, rozó mi sexo. Se me escapo en debil gemido.
-”Fran”- que te pasa ? te duele ?
-”Isa”- noo.
Continuó entonces su estimulación por el mismo sitio. Yo estaba tumbada boca abajo, con los ojos cerrados y la boca abierta a causa de las placenteras presiones de Francisco. En esto que su mano se metió, como anteriormente, por dentro de mis braguitas. Y acariciando lentamente mi moflete se fue desplazando hasta rozar con un dedo mi sexo. -Mmmmmmmm- Recorria arriba y abajo mi rajita metiendo la punta del dedo y haciendome suspirar silenciosamente.
Sin tan solo pedirmelo me bajo las bragas hasta la misma altura que los shorts, en las rodillas. Y noté como empezó a besarme ambos mofletes del -culo- mientras abria y abria mi entrepierna con los dedos. Su dedo se acabó metiendo en mi rajita mientras que su lengua terminó en mi agujerito del culo.
-”Isa”- ooooooooooh, señor Franciscoooo.
-”Fran”- jeje, tratame de TU.
-”Isa”- jajajajajaja.
Con mi estallido de risa me giré e incorporé en el sofa.
-”Isa”- nunca habia echo esto!
-”Fran”- mmmmm encuentro fenomenal ser tu primero.
Francisco me cogió de las manos y empezó a besarlas. -muac-muac- fué subiendo sus besos por mi muñeca, mi brazo, mi hombro, mi cuello hasta llegar a mi moflete de la cara. En el que se detuvo unos instantes, besando ya con humeda saliva que con sus labios pegaba a mi cara. Yo esperaba que me diera entonces el primer beso de mi vida pero no. No se si para torturarme o para hacerme gozar mas pero se dirigió otra vez a mi cuello y con la boca y los dedos me bajo ambos tirantes de los sostenes. Una vez que tuvo mis pechitos al aire se dedicó a lamerlos y a chuparles el pezonzito cosa que me arrancó gemidos ya no tan mudos con los de antes.
-”Isa”- mmmmmmmm mmmmmmmm Franciscooo Franciscooo.
Con un pequeño manoseo me desató el sosten y lo tiró al suelo. De nuevo se dedicó a chuparme el cuello mientras con las manos me pellizcaba los pezonzitos. Sentia que el momento de mi primer beso se acercaba y no erré. Una vez me tuvo totalmente excitada por el cuello y los pechos. Se dirigió a lo que yo mas deseaba. Comenzó con debiles picos que yo respondí con fervor hasta que él mismo y con la ayuda de su lengua, me abrió la boca metiendomela y tropezando con la mia que tanto ansiaba su llegada. Sus manos me seguian acariciando mis costados mientras el me besaba con hombria. De pronto noté que sus manos se metian dentro de mis braguitas por los lados. Se dispondria a quitarmelas? pensé yo. Y tampoco erré esta vez, pues estirandome un poco en el sofa, me las quitó y las tiró encima de los sostenes.
-”Fran”- ya estas totalmente desnuda.
Diciendo esto se levantó y empezó a despojarse de sus vestimentas. Camisa fuera, camiseta fuera (yo no perdia detalle de su desnudo) pantalon fuera y acabó con los calzonzillos que ni corto ni perezoso se saco tambien tirandolos al monton que se habia formado con mis ropas y las suyas.
Se sentó a mi lado y volvió a abrazarme con sus besos pero esta vez me metió la mano entre piernas. Su dedo se metia avido en mi rajita y mis gemidos ya no cabian en mi boca. Mi mano tambien se metió en su entrepierna y encontre un pene flacido.
-”Fran”- tocalo, tocalo y veras lo gordo que se pone.
Siguiendo sus indicaciones lo fuí acariciando como quien acaricia un perro y crecio mucho. Se hizo el doble o el triple que cuando lo vi salir de los calzoncillos.
-”Fran”- apoyate aqui encima del respaldo del sofá, veras como te encantará.
-”Isa”- que vas a hacer ? me vas a hacer el amor ? –
”Fran”- si chica, te da miedo ?
-”Isa”- no, mmmm no mucho jeje. Pero me han dicho que la primera vez duele.
-”Fran”- es verdad, en algunas ocasiones duele un poco la primera vez. Pero tu no te preocupes porque duele solo al principio y en un instante desaparecerá todo el dolor.
-”Isa”- vale pues, vamos a hacerlo.
-”Fran”- lo dicho, incorporate y apóyate en el respaldo del sofa mirando hacia allí.
Me puse exactamente como me dijo y él se puso detras de mi. Me metio el dedo en la rajita durante un ratito hasta que ante mis gemidos se decidió. Apuntó su pene en mi rajita y me cogió del lado con una mano. Su introducción empezó muy suave, apenas notaba yo que eso tenia que doler. Hasta que llegó a un punto en el que noté que dolia.
-”Isa”- ay! ahi duele.
-”Fran”- vale guapa, ha llegado el momento. Te va a doler un poco pero tu no le hagas caso porque en un instante pasará.
Me cogió entonces con las dos manos la cintura y empujó suavemente la suya para ir introduciéndomelo. Como dijo, yo notaba dolor pero haciéndole caso ni grite ni salte ni nada de eso. De pronto empujó repentinamente hasta el fondo. Lo noté porque su cintura impactó en mi trasero. Yo no pude reprimir un gritito.
-”Isa”- aaaaaaaaaaah.
-”Fran”- ya está chica, lo malo ya ha pasado.
-”Isa”- uy, a ver si es verdad.
-”Fran”- sí chica, veras que bien lo vamos a pasar. Cógete bien del respaldo que te hare volar.
Como habia echo ya media docena de veces, seguí sus indicaciones y me cogí fuerte del respaldo. Él me la metió de nuevo lentamente llegando al final repentinamente como la primera vez.
-”Isa”- ooooooooh.
Prosiguió entonces un mete-saca sin parada lento y potente que me elevo, como dijo, a las estrellas.
-”Isa”- ooooooh ooooooh ooooooh.
Su velocidad iba en aumento, lentamente pero sin parada sus embestidas eran mas poderosas cada vez. Transmitiendo esa energia a mis gemidos que igualmente iban en aumento y no se como se llevaba Francisco con sus vecinos pero seguramente ese dia recibió algun comentario suyo por el escandol que pegué. Sus manos me cogian fuerte de la cintura y sus penetraciones eran totales dentro de mi. Sacaba su pene casi del todo, quedando solo la puntita dentro de mi sexo y lo metia en su totalidad, impactando su cintura en mi trasero. Ooooooh cada vez que lo pienso me parece sentir lo mismo que sentia en ese momento. De pronto el ritmo de Francisco adoptó la mayor intensidad que tuvo y acompañó mis gemidos con los suyos. Yo sentia como por dentro me estaba echando liquido. Seria ese semen que echan los hombres cuando hacen el amor. Ese extraño sentir provocó en mi una sensación increible, perdi toda mi fuerza y me dejé caer en el respaldo del sillon. Fernando no paraba de penetrarme pero eran sus ultimos momentos pues su velocidad habia decrecido considerablemente. Acabó del todo sacando su pene de dentro de mi y se estiró al sofa. Yo me abrazé a el y me tumbe encima suyo. Le empezé a besar el pecho, continuando por la barriga, hasta llegar a besar ese bendito pene que me acababa de hacer el amor. Estaba totalmente flácido pero tenia un sabor maravilloso. Lo lamí y chupé como quien come una piruleta hasta dejarlo perfectamente limpio. En acabado me tumbe encima de Fernando en la posición denominada – fetal- y me dormí hasta las ocho o asi. Momento en que me despertó, nos vestimos y llamé a mi madre. Mi madre llegó en un rato y hablo con Fernando. Al cual agradeció soberanamente que me hubiese tenido en su casa todo ese tiempo.
La verdad es que yo sí que tenia razones para agradecerme a Fernando. No creo que tarde mucho en re-visitar el parque de buena esperanza, a ver si re-encuentro a mi angelito.
Fin
El relato esta muy bien.
Y admiro lo bien que elijes las fotos
Es un buen relato… al que penaliza la forma en la que están escritos los diálogos.
Las nenas deportistas