La familia López se estaba hospedando en el hotel que habían elegido para pasar unos días en familia, Juan tenía dos hijas una de siete años y otra de tres, dos preciosas niñas rubias con el cuerpecito muy bien formado teniendo unas caderitas anchas y un culito redondito sobre todo Melanie que era la pequeña era una dulzura con unos pies chiquititos y su padre procuraba llevarla siempre con unas medias muy bonitas.
se estaban hospedando cuando en ese momento Juan se fijó en una pequeña que estaba sentada en el hall. tendría aproximadamente unos cinco años llevaba una faldita muy corta en la que se veían bien unas piernas muy torneadas gorditas envueltas en unas suaves medias rosadas que la hacían todavía más apetecible en ese preciso momento la niña subió las piernas un poco más al sofá y dejó ver unas braguitas amarillas que le puso la polla gorda en un instante, en ese momento le dieron las llaves a la familia de las dos habitaciones y Juan disimulando dijo a su mujer que tenía que volver al coche a coger algo que se le había olvidado. cuando se aseguró de que su familia había montado en el ascensor sin dudarlo se acercó a esa pequeña niña que parecía estar sola de repente se dio cuenta que la niña se estaba rascando su precioso piececito disimuladamente se sentó al lado de la niña y empezó a ver su móvil cuando tuvo ocasión le preguntó a la niña que si le picaba el pie y ella dijo que sí ,que no paraba de picarle y se ofreció para rascarle y la niña le tendió el pie se lo puso en el regazo no podía creerlo esa preciosa niña sin dudarlo le había puesto el pie casi casi en la polla que tenía ya una erección tremenda. empezó a rascarle su piecito suavemente y acariciarlo le dijo que si quería que la acariciara el otro también y la niña subió sus dos pies encima de sus piernas él no podía más del calentón que tenía y empezó a frotarse disimuladamente el pene con los pies de la niña pudo ver cómo se le veían las braguitas y él no podía más, le dijo que si quería ir con él al baño para revisar a ver porque le picaban tanto los pies que podían tener algún algún granito ella le dijo que sí y los dos encaminaron al baño centro del baño se metieron en un cubículo y la sentó en la taza del váter la volvió a descalzar y empezó otra vez acariciar en sus piececitos sin más Juan le dijo que le iba a dar una cremita pero que tenía que cerrar los ojos la niña muy obediente cerró los ojos y Juan se sacó su pene y empezó a frotarlo sin parar por esos dos preciosos piececitos las medias empezaban a mojarse con el líquido preseminal y se hacían todavía más encantadoras de repente a los dos minutos no pudo más y estalló en una gran corrida de cuatro o cinco chorros de inmensos semen muy espeso dejando los pies y las piernas de la niña totalmente embadurnados y por último un último chorro que no dudó en acercarlo y echárselo en la cara a la niña fue cuando la niña abrió los ojos y le vi el pene y dijo iiiianda es como el de mi papá cosa que le cosa que le sorprendió y le agradó a la vez saber que tenía un cómplice en el hotel le dio muchas cosas que pensar quizás incluso podrían compartir a sus preciosas hijas pero eso será en el siguiente episodio.
