Mi esposa se quitó la ropa deportiva, se bajó las bragas, se quitó la camiseta y el sujetador deportivo. Los cuatro estábamos desnudos en el dormitorio.
Se acercó a la cama y se acostó, levantando al pequeño de la cama. Abrió las piernas, abrió su coño mojado y empujó su pequeño trasero hacia adelante para que su pene estuviera dentro de ella. Obviamente no podía estar obteniendo placer físico de esto, así que debe haber estado realmente entusiasmada.
Levanté a Ashlie y la sostuve sobre la cara de mi esposa. Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, abrió la boca y extendió la lengua. Bajé a Ashlie hasta la cara de mi esposa mientras me paraba y observaba cómo un niño de 4 años se la follaba.
Mientras sostenía a Ashlie, mi esposa extendió la mano y comenzó a frotar mi pene suave (aunque se estaba poniendo duro nuevamente). Después de un minuto, estaba nuevamente en erección completa.
Ella sacó a Jacob de ella y lo colocó en el suelo, luego puso a Ashie en el suelo también, y luego me hizo acostar en la cama donde comenzó a chuparme.
Cerré los ojos y disfruté la sensación y el recuerdo de todo lo que acababa de suceder cuando mi esposa me chupó la polla.
Abrí los ojos y comencé a sentarme cuando sentí contacto nuevamente, y entonces me di cuenta de que mi esposa había separado los labios del coño de Ashlie y estaba a punto de empalarla con mi polla dura. Ahora bien, yo no era un tipo muy grande [en absoluto], pero sabía que esto la lastimaría. Pero antes de que pudiera reaccionar, ella estaba siendo empujada hacia abajo sobre mi miembro viril.
Las lágrimas brotaron de sus ojos, pero me metió dentro de ella. Se sentó allí en silencio esperando lo que vendría después. Entonces mi esposa tomó a Jacob y lo colocó sobre mi pecho para que pudiera chupar su pequeña polla.
Lo siguiente que supe fue que mi esposa estaba levantando ligeramente a Ash hacia arriba y hacia abajo sobre mi pene, y lo siguiente que supe fue que estaba eyaculando completamente dentro de esta niñita. Me corrí y me corrí y me corrí un poco más. Mi semen comenzó a gotear por los costados de su pequeño coño con un poco de color rosa por la sangre.
Me quedé allí temblando por el semen más fuerte que jamás había tenido y los cuatro nos acurrucamos desnudos en la cama.
Entonces sentí una manita sobre mi pene y vi que Ashlie lo estaba estudiando como si fuera una criatura misteriosa. Esta iba a ser una familia increíble, al menos por un tiempo.
Aunque disfrutamos muchísimo de nuestro tiempo con Jake y Ashlie, finalmente los colocaron en sus hogares de acogida de largo plazo. En realidad, habían pasado 4 meses desde que nos necesitaron como padres de acogida de corto plazo. Aunque mi esposa y yo todavía éramos sexualmente activos, era difícil mantener el nivel de entusiasmo cuando estábamos con los pequeños.
Hoy, sin embargo, había una luz al final del túnel. Recibimos una llamada diciendo que había una necesidad de adopción inmediata para dos niñas gemelas. Cuando llegaron, nos recibieron dos niñas de 9 años con cabello castaño largo, hermosos ojos castaños y labios carnosos increíbles. Pronto supimos que se llamaban Savannah y Sierra, y que sus padres habían sido arrestados por dirigir un laboratorio de metanfetamina y no tenían otra familia. Parecía que tendríamos a estas niñas al menos durante los próximos 6 meses.
Les mostramos sus habitaciones, desempacamos su ropa, hicimos la inspección normal de piojos y del cuerpo, y les mostramos dónde estaba la ducha. Mi esposa se aseguró de dejar la puerta abierta para que yo pudiera entrar a "ayudar". Ayudé a una de las niñas a quitarse la remera por la cabeza mientras mi esposa hacía lo mismo. Cuando una de las pequeñas se bajó las bragas, su pequeño coño estaba cubierto de un sarpullido rojo. Se lo señalé a mi esposa y mientras lo revisaba, anunció: "Está bien, solo es una infección por hongos". Al revisar a la otra niña, confirmó que ambas tenían una.
"A veces", dijo, "las chicas pueden tener estos genitales si alguien las ha estado lamiendo ahí abajo". De repente, las chicas se miraron entre sí, luciendo avergonzadas. Mi esposa me miró y me guiñó un ojo.
Una vez que las niñas se bañaron, las llevamos a su habitación y comenzamos a recoger su ropa. Mi esposa les dijo que se acostaran en la cama para poder ponerles su medicamento, y ellas obedecieron. Sacó un tubo de Desitin de la mesita de noche y se echó un poco en las puntas de los dedos. Se agachó, abrió las piernas de la niña y comenzó a frotarlo sobre el sarpullido rojo que cubría su coño. Hubo un alivio evidente en el rostro de la niña cuando la picazón comenzó a disminuir. Me entregó el tubo y dijo: "¿Puedes cuidar de Savannah? Esto va a llevar un tiempo". Luego me dio esa pequeña sonrisa pícara.
Me eché un poco en los dedos y Savannah se recostó y abrió las piernas para mí. Empecé a frotarlo, explorando la exquisita sensación de su pequeño coño bajo mis dedos que tan voluntariamente me había dado. Le pregunté si se sentía mejor y ella respondió, casi sin aliento, "¡MUCHO!".
Mi esposa y yo nos sentamos en la cama a acariciar los coños de estas niñas y ella les dijo: "Avísennos cuando estén listas para que dejemos de hacerlo. Y pueden avisarnos si necesitan más medicamento más tarde". Las dos niñas dijeron: "Está bien..." y simplemente se quedaron allí acostadas, abiertas de piernas.
Entonces mi esposa dijo: "Parece que puede haber una pequeña infección en el interior. Tal vez quieras frotar un poquito por dentro". Miré hacia abajo, separé sus pequeños labios vaginales e introduje lentamente mi dedo meñique hasta el primer nudillo. Froté la loción y observé cómo la niña cerraba los ojos y soltaba un pequeño jadeo en silencio.
Al ver mi evidente entusiasmo y frustración, mi esposa dijo: "Muy bien, niñas, les daremos más medicamentos por la mañana. Ahora necesitan dormir un poco". Las cubrimos con sus sábanas y mantas y nos levantamos para salir de su habitación. Dejamos las luces bajas para que no se asustaran y rápidamente nos deslizamos hacia nuestra habitación para pasar un buen rato "divertido".
Antes de que pudiera cerrar la puerta detrás de mí, mi esposa ya estaba a punto de abrirme los pantalones y abrirme la bragueta. Le advertí lo excitado que estaba y le dije que me iba a correr en cualquier momento, así que se quitó los pantalones y las bragas y se tumbó en mi lado de la cama, acercándome a mí y a mi polla dura como una piedra a su coño chorreante.
Los dos llegamos en un tiempo récord y nos quedamos allí desnudos juntos hablando de lo bien que íbamos a pasar con estas chicas.
Continuará
, ¡pero quizás tú si la tienes 
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