
Perdí mi virginidad con mi propio padre
14 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Incesto, Jovencitos, LGBTQ+
Cuando pienso en la forma en que perdí la virginidad, a veces me asusto y se me revuelven las entrañas, pero en el fondo, creo que casi nada de lo que tiene que ver con el sexo es digno de ser aborrecido, y el incesto, a lo que se refiere mi historia, es una cuestión cultural que no tiene por qué ser mirada con los ojos del horror. Os contaré mi historia.
Sucedió veinte años atrás. Siempre fui un chaval empollón y ratón de biblioteca, poco dado a las relaciones sociales, excepto para jugar mis partidos de futbol todos los sábados, deporte que me apasionaba desde niño y que me sigue apasionando. Así todo no participaba generalmente de las juergas y bromas de mis compañeros de equipo en los vestuarios, mi timidez es muy acentuada, pero allí y en algunos libros aprendí lo que era la masturbación.
Pronto me di cuenta de mis inclinaciones sexuales y quizá fuera esta la causa de mi timidez. Pero no me atraían mis coetáneos, con sus pollas pequeñas y sus cuerpos lampiños, sino los mayores: los monitores, el árbitro, etc. Yo tenía catorce años. Mis padres están separados y yo pasaba el verano con mi padre en su apartamento de la costa brava. Comencé a masturbarme a esa edad, de forma torpe a dos manos y cosas así. Y enseguida me entró la curiosidad por ver a mi padre desnudo. Le espiaba a través de las puertas entreabiertas, pero no lograba ver casi nada. Un día me decidí y mientras él se duchaba, llamé a la puerta y le dije que no podía aguantarme las ganas de mear. Me dijo que pasara y eso hice.
Discretamente mire hacia la ducha, que carecía de cortina o de mampara, pero él se había dado la vuelta y solo podía ver su culo: era espléndido, también era deportista y tenía sólo 38 años. Mi polla estaba en completa erección delante de la taza y no salía nada de allí. Mi padre se dio cuenta de mi tardanza.
¿Qué te pasa?
Nada, ya he meado.
Y me subí rápidamente la bragueta y salí. Cuando mi padre salió de la ducha, vestido solo con el albornoz se dirigió a la sala, donde yo estaba y me dijo.
Me parece que ya es hora de que hablemos de ciertas cosas.
¿A qué te refieres?
¿A qué va a ser? Al sexo. Supongo que ya te haces pajas, o al menos habrás tenido alguna polución nocturna. Yo callaba.
¡Vamos!, que soy tu padre. Contéstame.
¡Joder papá!, ¡que preguntas tienes!
¿Te gustan las chicas? Enrojecí completamente.
¿Por qué me lo preguntas?
Porque me he dado cuenta de que me espías cunado me cambio o me pongo el pijama.
Estaba completamente avergonzado.
No es cierto.
No importa. Sé que es pura curiosidad. La normal en un chico de tu edad.
No sabía que excusa inventar: tengo miedo de tener la polla pequeña y quería comparar, también había algo de verdad en esto.
A tu edad lo normal es tenerla pequeña. Enséñamela.
¿Qué?
Sí hombre sí, que soy tu padre.
Ni hablar.
Mira la mía.
Entonces se desató el albornoz y quedó al descubierto su polla. Era gruesa y hermosa, sin circuncidar y sus huevos colgaban grandes y rotundos. Te voy a enseñar cómo se hace una paja de verdad. Esta es también función de los padres. En los países árabes los padres lo hacen siempre.
Yo callaba. El empezó a acariciarse el miembro de manera dulce y suave, pero cogiéndoselo con el puño entero. Enseguida se empalmó y yo quedé extasiado ante las dimensiones que iba adquiriendo, la verdad es que era la primera vez que veía una polla que no fuera la mía en erección y que su tamaño, visto con la perspectiva de los años y la experiencia no era tan descomunal como entonces me pareció. De repente se detuvo, se acercó a mí y comenzó a desabrocharme el pantalón. Yo intenté recular, pero él me agarró con la otra mano por la cintura y me bajó el pantalón. A través de los slips se marcaba mi polla empalmada.
¿También te tengo que bajar yo los calzoncillos?
Yo estaba parado incapaz de hacer nada. Entonces el me empujó al sofá, me quitó la camiseta, me sacó las zapatillas y los pantalones y me volvió a poner de pie. Allí estaba yo, vestido sólo con los calcetines, de pie, con la polla tiesa y las manos caídas a los lados. El entonces se volvió a coger la polla que estaba otra vez flácida.
Haz lo mismo que yo. Verás cómo disfrutas.
Empezó a meneársela con una mano, mientras con la otra se acariciaba los huevos y la entrepierna hasta el esfínter. Yo lo único que hacía era tocármela tímidamente, agarrarla y mover compulsivamente. Él se rió.
Así no. Ven.
Y se acercó a mí. Me cogió la polla y empezó a masturbarme. Yo me corrí enseguida en su puño, y él, sin siquiera limpiarse comenzó a pajearse hasta que se corrió. Yo miraba extasiado toda la leche que salía de su miembro y como caía en el suelo.
Entonces dijo. Vístete si quieres, ya limpio yo esto.
Yo estuve todo el resto del día atormentado, pensando en lo que había sucedido, porque me parecía algo anormal. Pero por la noche mi padre entró en mi habitación.
Hoy te voy a hacer disfrutar como nunca.
Yo estaba asustado. Pero él se despelotó, se acostó a mi lado y me bajo el pantalón del pijama. Entonces se metió mi polla en su boca y comenzó a chuparla de forma rítmica y suave. Yo sentí un éxtasis como nunca más he logrado sentir; sentía como si me fuera desmayar y al poco me corrí como nunca lo había hecho. Como si hubieran sido diez corridas juntas. Mi padre no apartó su boca y cuando terminé, se incorporó y me dijo.
Mira. Tengo en mi boca tu néctar divino.
Y me enseñó su lengua y su boca llena de mi semen. Enseguida empezó a lamerme por todo el cuerpo, pringándome con mi propia leche. Yo volví a empalmarme y entonces, empujo mi cabeza hacia abajo y metió su polla en mi boca. Aunque al principio me ahogaba enseguida me gustó el sabor de la carne tersa de su miembro y chupaba como un loco con su mano puesta en la nuca aferrándome. Al cabo de un rato me dijo.
Me voy a correr pero no te lo tragues, mantenlo en la boca como hice yo.
Cuando comenzó a descargar no pude evitar tragar un poco, pero enseguida conseguí mantener su jugo debajo de mi lengua. Su sabor era agradablemente salado, aunque la textura aquella primera vez me resultó algo repugnante. Cuando sacó su polla de mi boca me besó apasionadamente lamiendo su propio semen de mi boca y pasándoselo a la suya. Entonces volvió a chupármela y volví a correrme. Y después yo a él otra vez y así hasta que me corrí cinco veces yo y cuatro él y nos dormimos abrazados en medio de aquel baño de semen que había dejado un olor acre en nuestros cuerpos y en nuestra habitación.
Fin

Colegiala, la nena de la familia, Parte 01 (de Ariel el Argentino)
14 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas
Esto comenzó desde hace un año. Yo salgo con una chica que se llama Jazmín. Ella es bastante bonita (lo digo yo, y lo dicen todos), y valió la pena todo el esfuerzo que hice para conquistarla. Siempre había tenido cierta debilidad por las chicas de colegio privado, por el uniforme, me vuelve loco verlas con pollerita, camisa y cortaba. Y cuando comencé a noviar con Jazmín, ella ya estaba ya en él último año de la secundaria. Ella es rubia, de ojos verdes y alta, un metro setenta. Lo mejor de Jazmín, y es lo que me enamoro, es la cara de gatita viciosa, con unos labios que ya han hecho un buen labor con su novio. Además, tiene unos pechos que entran perfectamente en mis manos, una cinturita finita y piernas bien torneadas, largas. Y su atributo mas deseado por mí, su cola redondita, la cual que todavía no pude hacer que me la entregue, se niega rotundamente al sexo anal.
Pasado un año ya de salir con ella, y tener sexo en todas sus variantes menos el sexo anal ya mencionado, Jazmín salió del colegio y ya no tuve más a mi colegiala en uniforme. Igual, ella se coloca a veces su uniforme que ya le queda chico cuando estamos solos para darme el gusto… un jueguito de novios. Pero después de un año de noviar, comencé a ir a su casa cada vez mas seguido, sobretodo estos últimos meses.
Sus padres me tienen ya confianza y saben que lo mío con su hija es una relación seria, Pero en estas visitas, cuando cumplía mi rol de novio visitando a su novia, había veces que Jazmín no estaba, y me quedaba en su casa esperándola. A veces estaba la hermana mayor de Jazmín, Luciana, una veinteañera que esta muy buena… o mas que buea Es algo petiza, pero tiene un cuerpo infernal, con dos tetasas que son enormes, dos sandias, y un culo grande y redondo… Es una mujer muy voluptuosa… Luciana tiene novio, un tipo con el que siempre me lleve de mil maravillas cada vez que lo vi. Resumiéndolo, como ella y su novio tienen casi mi misma edad, y nos hicimos amigos.
Otras veces, la mayoría de las veces que me quedaba a esperar a que llegara Jazmín en su casa, me quedaba charlando o mirando TV con su hermana menor, Jesse… Jesse, nombre en honor de su abuela yanqui (por algo son todos rubios en esta familia) es la nena mimada de la casa. Es la bebota de papá, y la cuidan y minan como sí fuera de porcelana fina. Jesse es una jovencita que heredo toda la belleza de sus padres y hermanas. Chiquita de estatura al igual que su hermana Luciana (la única alta era Jazmín), con cabello rubio ondulado hasta los hombros, con unos bucles naturales encantadores. Una mirada color cielo, una sonrisita encantadora… tiene una carita de niñita inocente y muy bonita. Además, su cuerpo ya esta tomando forma de manera abrumadora, sus tetitas en menos de un año se inflaron de golpe, y son hasta incluso un poco más grandes que las de Jazmín. Pero sus padres le visten con ropa holgada para ocultar el cuerpo de su “nena”… pero yo pude verlo en ropa interior una vez que entre sin golpear la baño de la casa. Jesse se estaba desvistiendo para bañarse, justo yo abrí la puerta y la vi. Un cuerpo perfecto, pechos no muy grandes, pero que en unos años si lo van a ser, una cinturita finita y estrecha, y una cola redondita y firme… todo en una piel blanca como la leche, perfecta. Desde esa vez, hace unas semanas, comencé a mirar a la hermanita de mi novia con más detenimiento.
Y el gran factor que hace que la nena sea comida por mis ojos, es que va al colegio secundario, a un colegio privado, donde años antes asistieron sus hermanas. Y por ello, es la única de la familia que usa uniforme colegial aun. Su sumamos eso mas mi adicción a las polleritas…
Si estoy con ella miramos TV, a Jesse le gustan las películas románticas, la música tranquila, lee poesía… Es tímida, no dice malas palabras… le encanta retocar el Jardín… en fin, es una nena amorosa, inocente e ingenua…
Me encanta verla sonreír cuando le cuento un chiste. Sonríe de una forma enternecedora, llevándose la manito a la boca mordiéndose el dedo índice. Además, le gusta que yo le hable de mi facultad, como estudio dibujo artístico en la Facultad de Bellas Artes, Jesse quedo fascinada con eso. Me mira fijamente cuando hablo de mis estudios, analizando el sentimiento de las pinturas clásicas y de lo artista que soy, una vil mentira, pero me gusta hacerme el bohemio con las chicas.
Este año, para le día del amigo, a Jesse le había regalado un collar hippie que había comprado en la calle por menos de dos pesos. Ella me había abrazado fuertemente cuando se lo di, diciendo: “ayy… que bonito, gracias!!”. Desde ese día nunca mas se lo saco, lo lleva siempre puesto. Jazmín me dice chistosa que su hermanita se enamoro de mí, y me jode con que yo no me aproveche de eso, mas porque me gustan las colegialas, pero siempre en chiste.
Y en unos meses de ver seguido a Jesse, me encariñe con ella, tomando bastante confianza. Ella me contaba sus cosas, decía que yo era el único que la comprendía realmente. Que tenía pocas amigas, y que se estaba dando cuenta de que sus padres la cuidaban demasiado (más que demasiado tal vez para su edad) y no podía hacer nada. Que sus amigas ya salían solas a divertirse, algunas tenían ya un novio… y que ella siempre tenia que quedarse en su casa. “Sos muy chiquita todavía” le decían sus padres sin tener en cuenta que su nena ya estaba grande.
-Ni siquiera puedo comprarme la ropa que me gusta…- Me dijo cierta vez. Yo comprendía más o menos a sus padres, si Jesse ya comenzaba a salir y a usar ropa más sugerente… La casa se convertiría un hervidero de pretendientes.
-¿Y en la escuela no hay alguien que te guste? ¿Algún noviecito?…- Le había preguntado una vez mientras esperaba a Jazmín. Jesse y yo mirábamos Mtv aburridos.
-Nooo… no me gusta nadie de la escuela…- Dijo ella agachando la cabeza y excusándose rápidamente. Jesse pocas veces me miraba fijamente a los ojos, y esta vez además de eso, se puso roja como un tomate.
-Pero debes que tener muchos enamorados, porque sos re bonita… ¿Que le pasa a estos chicos de ahora?- Le decía yo. Igual, a eso se lo decía siempre, me parecía una chica muy bonita de enserio. Y siempre me gusto verla sonrojarse cuando solo le decía “que linda que estas”.
-Ay, gracias, pero no, nadie que yo sepa…- Me decía media triste y un poco menos colorada.
-Vamos ¿no te gusta nadie?…- Seguía yo, pero ella solo me mira fugazmente y contesto que si con la cabeza ya totalmente colorada. Note como se agarraba las manos y se las retorcía, como hace cuando esta nerviosa.
-No te puedo decir…- Susurro Jesse, y comprendí que no debía preguntar mas. Los dos estábamos sentados en un sofá de tres cuerpos, uno al lado del otro. Ella hace menos de una hora que había llegado del colegio y tenía su uniforme: una camisita blanca con pollera y corbata escocesas. Yo la miraba y por mi mente perversa y fantasiosa me la imaginaba haciéndome un strip-tease… Pero a esa imagen la borraba rápidamente de mi mente, era la hermanita de mi novia.
-Yo… yo…- Comenzó a balbucear ella luego de unos segundos de silencio. Comenzó a sollozar de repente. Yo no sabia que hacer, se me partía el corazón al verla así. Trataba de decirme algo, y me sentí la peor persona por provocar eso.
-Es malo… yo…- Seguía ella tratando de hablar, mientras sus ojitos celestes se le llenaban de lágrimas. Yo pasando mi brazo alrededor de ella, la atraje hacia mí y la abrace. Jesse se aferró a mí fuertemente, hundiendo la cabeza en mi hombro sollozando. Hasta ese momento yo estaba enternecido por chica… Pero al tenerla entre mis brazos, estrechándola con una mano en la espalda y otra de la cintura, me comencé a excitar. Intente separarme de ella, pero mentalmente, porque mis brazos no reaccionaban, la seguían estrechando.
-¿Que es malo?…- Le preguntaba comenzado a acariciarle la cabeza, mientras con la otra mano le frotaba la espalda. Se sentía tan bien… olía tan bien… tenia un perfume suave de flores que me estaba volviendo loco.
-Es que… es que…- Decía Jesse, y hay levanto un poco la cabeza y me miro a los ojos. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, sus labios carnosos estaban muy cerca de los míos. No me podía controlar, ver a esa cosita tan bella en mis brazos, tan cerca me estaba descontrolando.
-¿Qué?…- Le decía sacándole un par de lagrimas de las mejillas suavemente con mi mano, ella suspiraba. Luego le acomode un mechón de pelo tras la oreja… No podía controlarme, estaba haciéndole él chamullo del amigo consolador, y sabia bien a donde llegaba eso.
-Es que… vos… me gustas vos… y…- Yo no lo podía creer, Jazmín me jodia con eso, pero no me la creía de enserio. Nunca pensé seriamente que pasaría si Jesse gustaba de mí. Fantaseaba, pero como lo hace cualquier hombre ante una mujercita de buen ver… Mi mente perversa me decía que aproveche la situación.
-Está mal, porque salís con Jazmín…- Seguía diciendo ella desahogándose. Estaba tan cerca de mí, que sin pensarlo, me iba acercando más a Jesse, ella a mí, hasta que la bese suavemente. Ella suspiró y dejo de balbucir, estaba como drogada. Le agarre la cara con mis manos y seguía besándola. Sus labios eran muy suaves, me enloquecían, cada segundo que pasaba la besaba con más pasión. La aferré mas a mi cuerpo, estrechándole de la cintura. Sus pechos se oprimían en mi pecho. Ella suspiró y abrió la boca, metí mi lengua. Jesse torpemente comenzó a besar con su lengua. Me moría de placer al sentir que era tan inexperta. Su lengua giraba alrededor de la mía, y la mía se metía por todos los rincones de su boca. No parábamos de besarnos.
Yo estaba fuera de mí… Despacio, la fui recostando en el sofá, hasta dejarla acostada sin dejar de besarla. Una mano mía fue hasta sus piernas, y comenzó a recorrerlas, frotando sus muslos. La otra acariciaba su panza, se metía por debajo de su camisa de colegio…
-Mmmm… aahh… no… para… ahhh…- Susurraba Jesse cuando mi boca no estaba contra la suya… Pero lo decía tan poco convincente, que me incitaba más a seguir sobandola. Comencé a besar su cuello, mis manos recorrían su cuerpito suave y firme. Mi mano llegó a su entrepierna, deslizándose bajo su falda. Jesse no oponía resistencia, solo se retorcía en el sofá bajo mi cuerpo. Eran tan bajo mi cuerpo, que estaba a mi total disposición.
-Aahhhhhhh…- Jadeo ella cuando comencé a frotar su vagina por encima de la tela de sus bragas. Mi otra mano se había metido bajo su camisa y masajeaba uno de sus pechos… Dios, eran más grandes que los de mi novia, mas firmes, mas esponjosos…
-Aaahh… no… para… ahh…- Seguía jadeando Jesse retorciéndose, arqueando su espalda por mis frotes en sus bragas. Mis dedos rápidos se metieron bajo la tela, y no tuvieron problema en encontrar su vulva, luego el clítoris, para comenzar a jugar con él. Mi otra mano había desabrochado unos botones de su camisa, sancado un pecho afuera… Pellizcaba suavemente su pezón duro como una espina.
-Aahhh… aahhhh… aahhh…- Gemía Jesse agarrada con sus manos al sofá. Sus jadeos me enloquecían, no podía parar. Mi verga estaba por estallar dentro de mi pantalón. Mis dedos estaban ya metidos en el interior de su vagina completamente mojada, dos de ellos entraban y salían. Abrí más su camisa y saque su otro pecho afuera, bajando su sostén. Comencé a mamárselos, chupárselos, morderlos. Jesse jadeaba cada vez más fuerte. Me rodeaba con sus piernas y me apretaba la cabeza contra sus pechos, hundiéndola contra sus tetas.
-Aaah… aahhhh!!… ahhh!!…- Estaba por acabar, lo sabía. Yo estaba súper caliente, hervía. Así que saque como pude mi verga del pantalón. Agarre la mano de Jesse y la lleve hasta mi pene. Ella lo agarró sin dramas, ya ni sabia lo que hacia… Comencé a mover su mano, para que me pajeara. Su manita era suave, me la apretaba dé tal manera que me estaba por hacer eyecular. Mientras seguía chupando sus pechos, deje su mano y ella solita me pajeaba. Seguía con la mía ahora que ella me satisfacía… Metía mis dedos en su cueva más rápido, haciéndola gritar. Jesse me apretaba la verga más fuerte y la movía más rápido, sus movimientos torpes me encantaban.
-Aahhh!!… aahhhh!!!… -Comenzó a temblar, a gritar, su mano que no me pajeaba me clavo las uñas en la espalda. Estaba acabando. Yo no daba mas, era demasiado lo que sucedía. La manita de Jesse me apretaba tanto la verga, que comencé a acabar en ella, embardunandole toda la mano con semen. Quedamos jadeando, yo arriba de ella, ella abrazándome. Luego comencé a besarla de nuevo. Me correspondió apasionadamente, aprendió a besar en menos de 20 minutos, era increíble. No podía creer que había hecho eso con la hermanita de mi novia, la nena de la familia, la bebota de mi suegro.
Jesse me miraba embelesada, luego atrajo su mano a la cara y la miro, estaba chorreando mi semen. Yo estaba encima de ella acariciando sus espléndidos senos y piernas con mis manos, me encantaba acariciar su pequeño cuerpo de piel de seda.
-¿Que es esto?- Me pregunto ingenuamente. Yo sonriendo le dije, si dejar de tocarla, porque veía que ella seguía gimiendo y respirando fuertemente a causa de mis sobos.
-Es mi leche, probala que te va a gustar…- La mire expectante… Jesse, sin peros, se llevo la mano a la cara. La olió un poco, y sacando su lengua, la paso por sus dedos.
-Mmm… no es feo…- Eso me enloqueció, haciendo que mi verga comenzara a crecer de nuevo. La miraba fijamente como comenzaba a introducir sus deditos en la boca… se tragaba todo mi semen, se chupaba los dedos, pasaba su lengua por su mano hasta dejarla limpia y brillante. La nena era increíble. Yo estaba loco, pensando en lo que podría hacer con ella.
Me senté en el sofá, con mi verga afuera y completamente dura. Jesse me imito, se sentó, toda despeinada y con los pechos afuera de la camisa, pero parecía no molestarle eso. Solo me miraba a mí, pero cuando vio mi verga se la quedo mirando fijamente, con la respiración agitada.
-Porque esta así, tan… ¿grande?…- Me pregunto ingenuamente. Yo la miraba a ella, me excitaba mas ver que estaba con los pechos afuera, con la corbata del colegio cayendo en medio de sus globos, con la faldita enrollada, dejando ver todas sus piernas… y era tan inocente… no entendía nada de nada. Era como si viviera en una burbuja de cristal.
-Esta así por vos…- Le dije y ella sonrió tontamente.
-¿Nunca habías visto un pene erecto?…- Jesse, con toda la naturalidad de una nena, me dijo que no con la cabeza. Yo no lo podía creer, era tan inocente que le podía decir lo que yo quisiera y ella se lo creería… Total no sabia nada.
-Nunca vi… un pene así… solo en una foto a un nene…- Me dijo así, como que se dice algo al pasar. Yo, sonriendo y aprovechando lo que había pasado, y ver que Jesse seguía excitada, le dije…
-Harias algo por mi…?-
-¿Que?- Me dijo ella expectante.
-¿La chuparías? Eso me aria muy feliz…- Jesse me miro confundida, seguro no tenia ni idea del sexo oral. Yo agarraba mi pene con mi mano y me comencé a pajear.
-¿Y esta bien eso? ¿Porque te la frotas así?- Me pregunto inocentemente. Dios, esto era demasiado para mí.
-Me estoy masturbando, nunca lo hiciste?…- Jesse dijo que no con la cabeza sonriendo. Y le explique sin dejar de masturbarme. ¿Como era posible que no supiera nada?
-Sentate abriendo tus piernas, y pasa tus deditos donde yo te toque recién…- Ella me miro y lo hizo sin chistar. Soltó una risita al sentir las sensaciones.
-Aaahhh… Me hace cosquillas!…- Dijo tocándose más rápido. No entendía como ella nunca se había masturbado, pero eso no importaba mucho, yo me pajeaba viendo como la nena se metía sus deditos enfrente a mí sin problemas.
-¿Te gusta lo que haces?…-
-Si… aah… mucho…- Decía ella apenas conteniéndose. Agarre su mano libre y la lleve a mi verga. Jesse la agarro y sin que le diga nada, comenzó a bajarla y a subirla, masturbándome mientras ella se pajeaba a si misma.
-Aprendiste rápido…- Le dije y ella se rió poniéndose colorada. Sus jadeos suaves aumentaban, estaba perdiéndose en un nuevo mundo antes desconocido para ella. Y yo quería que me la chupe, quería sí o sí eso. Lentamente, agarre su cabeza, la atraje hacia mí verga. Jesse se dejaba llevar. Hasta que la deje con la cara a centímetros de mi pene. Ella no dejaba de tocarse y pajearme.
-Abrí la boquita y chúpala Jesse…- Ella no hizo nada, pero hice un poco de fuerza en su cabeza, haciendo presión entre sus labios y la cabeza de mi verga. Cuando ella abrió la boca para jadear, metí me verga en su boca, lentamente, hasta llegar a la mitad.
-Mmmmmm… mmmmmm…- Emito Jesse. Suspire al sentir como su lengua frotaba mi verga, degustándola. Estire mi mano hasta su cola y comencé a frotársela. Con mí otra mano comencé a subir y a bajar su cabeza lentamente, deslizando mi verga por su pequeña boca.
Ella chupaba si saber bien que hacer, pero no me mordía. Sin que le diga nada ella mamaba mi verga. Mi mano se metió con la suya en su vagina… entrecruzábamos los dedos dentro en su cueva.
-Mmmm… mmmmmm…- mamaba espectacularmente, torpemente y con inocencia, y eso me encantaba. Acariciaba su cabeza. Le iba indicando que hacer. Ella sostenía mi verga con una mano por la base, la sacaba de su boca y pasaba la lengua como yo le decía, me chupaba los huevos, me pajeaba con la mano… La tragaba hasta donde podía. Lo hacia jadeando y respirando fuerte, a causa de su mano y la mía que la masturbaban rápidamente.
-Mmm…. aahhh!!… aahhhhhh!!!…- Gritó ella sacándose mi verga de la boca, en un orgasmo. Luego se volvió a meter mi pene en la boca, y lo chupo más rápido. Yo trataba de meter un dedo en su cola. Lo ensalive, frotaba su esfínter, hasta que lo deslicé un poco en sus entrañas. Jesse se quejo un poco, pero aparentemente le gusto, porque me dejo seguir.
-Mmmm… mmm!!… MMM!!…- Jadeaba chupándome la verga, hasta que sentí que estaba por eyecular, así que sostuve su cabeza firmemente, clavándosela hasta la garganta. Un dedo mío se movía, entrando y saliendo de su ano. Ella se pajeaba al mismo tiempo que yo comenzaba a eyecular en su boca. Jesse comenzó a succionar, para no atragantarse con mi semen, luego le solté la cabeza y ella saco mi verga de su boca, y unos chorros salpicaron su cara mientras ella gritaba en otro orgasmo.
-Aaahhhhhhh!!!!!!!…- Gimió para luego pasar su mano por su carita… Junto mi leche que chorreaba allí, y se la llevo a la boca, comiendo mi leche golosamente, con una sonrisa en la cara. Luego quedo recuperando el aire acostada en mis piernas. Yo saque mi dedo de su ano y la contemplaba. Había sido el mejor sexo de mi vida, y eso que no la había penetrado.
-¿Estuvo bien así?…- me pregunto. Yo me reí, le dije que sí. Luego, mientras ella se arreglaba la ropa y yo también, le explique que no debía decir nada de lo que había pasado.
-… Pero cuando estemos solos, hacemos que somos novios como hoy las veces que quieras…-
-¿¿¿Sí???.. Pero si Jazmín se entera se va a enojar con vos… y conmigo…- Me dijo media triste y asustada. Ella con lo inocente que era, no sabía bien lo que había hecho. -si vos no decís nada, yo tampoco…- Y Jesse me miro sonriendo. Le di un beso en sus labios, y ella me dijo “estoy re contenta” al oído.
-No veo la hora de que estemos de nuevo solos…- Me dijo mientras se iba al baño a cambiarse. Yo me quede en el sofá transpirado.
Mi mente corría a mil, podía hacer lo que quisiera con Jesse. Ella estaba dispuesta a todo. Además, era ingenua y no sabia nada de nada, y yo le podía enseñar tantas cosas… Desde ese día se convirtió en mi colegiala predilecta. Si estaba solo en mi casa, me pajeaba pensando en ella, esperando impaciente un nuevo encuentro, no veía la hora de tener sexo con ella… penetrarla por todos sus agujeros. Y mi mente corría, me imaginaba a Jesse y a Jazmín juntas conmigo, a las dos hermanas juntas mamándome la verga… o mejor, las tres, las tres hermanas juntas… Desde ese día me obsesione con Jesse, y cada vez que tenia sexo con Jazmín, me imaginaba que era Jesse. No había dejado de querer a Jazmín, pero Jesse era un sueño hecho realidad. Y el nuevo encuentro de dio a las dos semanas.
Yo estaba que explotaba por Jesse, me recontra calentaba. Las veces que iba a casa de Jazmín y la veía, nos mirábamos insinuantemente. Jazmín ni se daba cuenta de esto. Aprovechaba cualquier momento para manosearla un poco. Si Jazmín estaba en su cuarto, yo bajaba a la cocina o iba al baño con la intención de encontrarme con Jesse. Si se daba la casualidad, y no había nadie que nos viera, la agarraba apretándola contra mi cuerpo y le estampaba un beso apasionado. Ella siempre se dejaba hacer… Le manoseaba la cola y los pechos, ella suspiraba. Pero eran encuentros fugases. Además, me gustaba dejarla así, caliente a Jesse, así cuando tuviéramos bastante tiempo… Jesse estaría que explotaba como yo.
Era un juego para mí. Amaba a Jazmín, me excitaba su hermanita. No pensaba seriamente en lo que hacia o en las consecuencias… No lo hacia porque no quería…
Y Un fin de semana, un sábado a la mañana, yo iba a pasar a buscar a Jazmín para salir. Pero me llamo al celular diciéndome que no podría hasta la tarde, porque tenía que hacer un trabajo para la facultad. Hasta la tarde faltaban como 7 horas. Yo sabia que generalmente los sábados los padres de Jazmín no estaban hasta la noche, pero a veces estaba Luciana. Así que le dije a Jazmín.
-Ya estoy yendo para halla, te espero en tu casa…- Que era un mentira, yo estaba en mi casa.
-Bueno, espérame si no te molesta, están Jesse y Luciana para entretenerte…- Me dijo riendo y se me ilumino la cara. Yo también sabia que Luciana seguramente se quedaba con Jesse porque los padres de ellas no querían que Jesse se quedara sola. La sobreprotegían de una manera increíble. Y si yo iba, tal vez me dejara a Jesse a mi cuidado.
Fui la casa y me atendió Luciana. Que flor de mina. Luciana parecía de esas pornstars Yankees. Pura voluptuosidad y cara gatuna. Estaba con unos jeans ajustados que le marcaban todo el culo impresionante que tenia, sus tetasas parecían explotar en la remera que tenia. También estaba su novio, y nos pusimos a charlar en el living los tres.
No veía a Jesse, seguramente estaba en su cuarto. Luciana y su novio en la conversación, me dijeron cómplices, si yo me quedaba en la casa con Jesse, así ellos podían salir. Yo, haciendo como que les estaba haciendo un favor, les dije que estaba bien, que me quedaba cuidando a Jesse. Por mis adentros saltaba de alegría.
-Volvemos antes de las 7, Jesse esta en su cuarto, avísale que no abra la boca… igual a vos te tiene confianza.- Me dijo Luciana y me dio un beso en la mejilla… me encanto tenerla cerca de mí.
-¡No hagan chanchadas!…- Les dije mientras se iban y ellos se rieron. Al fin estaba solo con Jesse, tenia toda la tarde. Sin hacer ruido subí las escaleras hasta el cuarto de ella. La puerta estaba cerrada, pero se escuchaba que tenía puesto un CD de Norah Jones, romántica la nena. Abrí la puerta muy despacio, y la vi, estaba en la cama acostada, leyendo un libro. Preciosa, tenía un pantaloncito deportivo azul y una remerita suelta rosa, que le dejaba ver la pancita. Ella me vio y sonrió ampliamente. De un salto salió de la cama y me abrazo.
-¡¡Holaaa!!… ¿que haces acá?- Dijo dándome un beso en la mejilla.
-soy tu niñero, Luciana salió con su novio y estamos los dos solos hasta la tarde…- Dije sonriendo, ella rió y me abrazo fuertemente. Parándose en puntas de pie, me beso tierno en los labios. Luego de unos segundos, la agarre de los cachetes de la cola, masajeándola. Ella me miró, de esas miradas raras de cuando uno esta enamorado, y nos sentamos en la cama a charlar. Jesse se acurruco en mi hombro, la abrasé acariciándola. Notaba que eso le encantaba, que la mime.
-¿Que leías?- Le pregunte.
-Una novela de amor donde una chica se enamora de un señor grande, y todos están en su contra, pero ellos se quieren…- Me comentaba ella emocionada. Era muy romántica y melosa, creía en el príncipe azul y los finales felices.
Seguimos hablando así, de tonteras que a ella le gustaban, mientras yo con una mano jugaba con sus bucles de su cabello rubio, con la otra la acariciaba en las piernas. Hasta que lleve la conversación a temas más íntimos. Jesse me empezó a contar que había hecho después de aquella tarde.
-…Comencé a hacerlo que me ensañaste…- Me decía tímidamente.-…Y ahora no puedo parar, lo hago todas las noches..- Se estaba poniendo colorada.
-Es normal, es algo bueno…- Le decía yo tranquilizándola, mientras mis manos frotaban sus piernas muy cerca de su entrepierna.
-¿Queres que lo haga yo ahora?…- Le dije al oído, y ella recostando su cabeza en mi pecho me dijo que sí con la cabeza. Así que suavemente metí mi mano dentro de su pantalón, dentro de su bombachita de algodón, y comencé a tocarla.
-Ahhh… siii… me gusta…- Jadeo ella abrazándome mas fuerte. Mientras yo la pajeaba, ella movía su cuerpo contra el mío, jadeando cada vez mas fuerte. Yo estaba re caliente, había esperado esto desde hacia semanas, así que le dije.
-Saca mi cosita y hace lo de la otra vez…- Con intención de que me masturbe. Jesse me desabrocho el cinturón del Jean, y saco mi verga afuera, que ya estaba recontra dura. Y sin más agacho su cabeza y se lo metió en la boca. No esperaba eso, pero me encanto, la deje hacer lo que quisiera.
-Mmmm… mmmmm… mmmm- Emitía su boca mientras mamaba. Yo le baje un poco el pantalón y deje su cola al aire, con mis manos comencé a sóbarle la cola. Ensalive un dedo, y comencé a metérselo en el ano.
-Mmmmm!!!… mmmm… mmmmmmmmmmm…- Se quejo al principio, pero luego siguió como si nada. Tenia dos dedos míos en su vagina, entrando y saliendo, y otro en su cola moviéndose circularmente. Su lengua en mi verga hacia un buen trabajo, se lo metía hasta donde podía, la pasaba la lengua, me pajeaba… Jesse aprendía bastante rápido a hacer de todo.
-Aahhh… aahhhh… aahhhhhh…- Hasta que se saco mi pene de la boca y me pajeo rápidamente con su mano. Estaba por acabar, así que moví mis dedos más rápido dentro de ella. Aproveche y le metí otro dedo en la cola, y los moví fuertemente. Jesse reacciono a esto convulsionando cu cuerpo.
-Ahhh!!… aaaaahhhh!!!!… AAAAAAAHHH!!!…- Comenzó a acabar gritando, mientras mi verga no aguanto más y comenzó a lanzar chorros de leche directo a su carita. Jesse se dio cuenta y abrió su boca tratando de agarrarlos, pero la mayoría le embardunaba la carita. Luego, jadeando y desesperada, juntaba el semen de su cara con las manos y me chupaba la verga, comiendo toda mi leche rápidamente. Esa imagen de verla desesperarse por tragarse todo me éxito mucho, la nena era la amante perfecta, un sueño hecho realidad.
Jesse quedo respirando fuertemente y sonriendo, toda colorada. Yo, que después de ver como se devoraba mi semen golosamente, tenía todavía la verga durísima.
-Te enseño otra cosa…- Le dije y ella me miro emocionada. Me acerque a ella y acariciándole la mejilla, comencé a decirle:
–Primero te va a doler un poco, pero luego va a ser mejor que esto, ¿sí?..- Jesse me miro un poco asustada y sin entender, pero me dijo “bueno”, sin contradecirme. Así que la acosté en la cama, lentamente le saque el pantalón… Luego la bombacha. Ella estaba nerviosa por quedar desnuda frente a mí, pero solo me miraba expectante. Acaricie sus piernas y ella suspiro.
-Sentate arriba mío…- Le dije una vez que ella quedo completamente desnuda, solo tenia unas medias blancas puestas. Su cuerpo temblaba levemente de la emoción y nervios. Y lentamente, vino y se arrodillo arriba mío… Luego se sentó y mi verga quedo chocando su panza. Respiraba agitada y temblaba un poco más que antes.
-¿Y ahora?…- Me dijo mirándome. Note los nervios en su voz, que apenas era imperceptible. La agarre de las nalgas y la subí un poco, dejando la cabeza de mi verga en la entrada de su vagina.
-¿La vas a meter ahi? No… no va a entrar…- Me dijo asustada, pero yo la bese y le dije.
-Si va a entrar, primero te va a doler un poco, si queres morder mi hombro, hacelo… pero después te va a encantar…- Le decía yo, ella me miraba prestando toda la atención del mundo
-Ahora, poco a poco te voy a ir bajando, y cuando sientas tope, decime cuando estas preparada, sí?..- Ella me dijo que si con la cabeza y me abrazo fuertemente por le cuello. Era el momento… La baje un poco. Si fuera por mí, la hubiera penetrado de una, sin piedad… Pero Jesse era una cosa tan bonita, que lo haría lo mas suave posible.
-Aahh… aahhhh…- Jadeo ella cuando entro la cabeza. Se sentía tan bien entrar dentro de ella, que tuve que contenerme para no dejarla caer de golpe.
-Mmhhhhhhaaa…- Gimió cuando la baje un poco mas. Tenía los ojos cerrados y apretaba los labios. Luego dijo ella:“ahh, ah hay…”. Sentí su Vigo, la tela que la hacia virgen. No podía creer que estaba por desvirgarla, eso era un sueño hecho realidad. Jesse respiraba fuertemente, infando su pecho como si acabara de correr, tenia los ojos cerrados y me abrazaba tanto que me estaba dejando sin aire.
-¿Lista?…- Le dije, ella dijo “aja” susurrando. Y de golpe, la deje caer, enterrando toda mi verga dentro de ella.
-Ahhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!…- Gritó ella y me clavo las uñas en la espalda. Me contuve, porque después de gritar Jesse me mordió el hombro fuertemente. Su vagina me apretaba la verga, sentía sus contracciones, como se ajustaba perfectamente al grosor de mi pene. Se sentía tibio, era una sensación increíble, n se comparaba con ninguna otra mujer. Comencé a besarla, ella tenía lágrimas en los ojos, pero se la aguantaba como una reina. Luego de un rato, comencé a subirla lentamente, y luego la bajaba muy lentamente, penetrándola.
-Aahhhhh!!… aahhhh!!!!…- Gemía ella fuertemente, con un poco de dolor. Pero yo seguía, aunque me mataba verla sufrir así. Pero mi excitación podía más, así que seguí bajándola y subiéndola. Cada vez un poquito más rápido, deslizando toda mi verga por su interior.
-Aaahhhhh… aahhhhhh…- Los gemidos de ella se iban tranquilizando, su dolor desaprecia. Ya no me apretaba tanto con sus brazos. Y para esa altura la subía bajaba rápidamente. Ella tenía su cabeza recostada en mi pecho, y cuando me di cuenta, estaba gozando de lo lindo.
-Aaahh… aahhh… aahhhh…- La deje, ella sola subía y bajaba, clavándose mi verga hasta el tope, la volvía a sacar, y la volvía a enterrar ella solita. Jesse comenzó a subir y a bajar cada vez más rápido, jadeando mas fuerte, provocándome aguantar mi eyeculación.
-Aaaahhh… siiii… aahhh… ahh… ahh…- Gemía ella sin parar, frotándose contra mi cuerpo. Yo agarre y le metí dos dedos ensalivados en su cola, que entraron perfectamente. Y luego de un rato, ella tenso su cuerpo, comenzó a temblar y a gritar, abrazándome fuertemente de nuevo.
-Aahhhhhhh!!!!!!…- Tenía un violento orgasmo, y como yo no aguantaba más, y no quería acabar dentro de ella, la tire en la cama, me arrodille arriba de ella y le puse mi verga en la cara. Jesse sabia que quería, y la engullo rápidamente… comencé a venirme con tremendos chorros en su garganta. Ella los tragó a todos, sin desperdiciar nada, y siguió succionando mi verga hasta que ya no salía más semen.
-Wow….- Dijo ella jadeando cansada cuando me acosté a su lado, también jadeando. Ella se acurruco a mi lado, y me dijo.
-Fue increíble, nunca sentí nada parecido…-
Viste que te iba a gustar?..- Le dije sonriendo.
-Me encanto…- Dijo ella. Luego de descansar un rato, ya se había hecho mediodía. Le dije que bajáramos a comer algo, y después veíamos que hacíamos, pero yo ya tenía planes para la tarde. Ella fue al baño a lavarse y cambiarse. Vi las sabanas manchadas con un poco de sangre, así que baje al lavadero y las metí en el lavarropas, para desaparecer las evidencias. Si alguien se llegaba a enterar de que había desvirgado a la bebota de la familia, me mataban.
Igualmente, yo estaba perdido en un mundo de excitación, no pensaba seriamente que había hecho, ni en lo que iba a hacer, solo quería vivir el momento y aprovecharlo lo máximo posible. Al rato volví y Jesse salía del baño. Se había duchado, tenia el pelo mojado y estaba cubierta con una toalla. Sonreí ampliamente al verla.
-Me cambio y comemos algo…- Me dijo mientras abría su placard. Se comportaba muy naturalmente, poco a poco iba perdiendo conmigo esa timidez característica de ella. A mi se me prendió la lamparita, y le dije.
-Jesse, ¿porque no te pones le uniforme del colegio?- Le dije, después de lo que paso, me excitaba de sobremanera tener sexo con ella en uniforme.
-¿Te gusta?…- Me pregunto extrañada por mi proposición.
-Me encanta como te queda, te ves preciosa con el uniforme…-
-Ah… gracias…- Me dijo empezando a sacar el uniforme del placard. Yo vi que también tenia otros uniformes, y le pregunte curioso:
-¿No tenes un uniforme del año pasado?- Ella me miró sin entender, pero luego miro el placard y me dijo.
-Si, pero me quedan chicos, mamá en cualquier momento los tira…-Yo sonreí, y Jesse cayo y comprendió lo que yo quería. Sonriendo picaramente, saco otro uniforme y se lo llevo al baño.
-No te muevas, que ahora salgo…- Me dijo mientras corría y se encerraba en el baño. Espere impaciente, Jesse me calentaba mucho, mi verga comenzaba a latir dentro del pantalón, y cuando la vi salir, fue como un sueño hecho realidad.
-¿Te gusta como me queda?.. Esta re chiquitito…- Me pregunto. Yo solo sonreí: Apenas si el entraba en su cuerpo que crecía a pasos agigantados. La pollerita le quedaba muy corta, casi a la altura de las nalgas, y la camisa se ajustaba a su cuerpo resaltando sus pechos, con el detalle de la corbata cayendo entre ellos. Mi verga palpitó al ver semejante bombón enfrente de mí.
Luego bajamos a la cocina. Vale destacar que cuando Jesse bajaba las escaleras, su pollerita se levantaba con su andar y se le veía toda la cola. Además de que pude apreciar como la meneaba al caminar, como siempre tenia ropas holgadas, nunca había podido observar su caminar… pero ahora me daba cuenta de que era toda una gatita, por como movía sus piernas.
Preparamos unos sándwiches y cominos charlando de tonteras. Yo no podía dejar de ver sus piernas, ella estaba sentada en la silla y las movía como una nenita, las habría y las cerraba. Después no sé que fue a buscar a la alacena, que sé tubo que parar en puntas de pies… se le levanto toda la pollera, dejando su cola a mi total visión, justo frente a mí.
No aguante mas, me pare y me puse tras ella, la abrasé, apoyando todo mi bulto contra su cola. Ella dejo de buscar en la alacena y se agarro a la mesada con las manos, dejándose sobar. Mis manos recorrieron su cuerpo, hasta quedar masajeando sus pechos. Jesse miro hacia atrás, comencé a besarla. Ella, además, movía su cola fregándola contra mi bulto, estimulándome a sobremanera. Una mano mía ya estaba sobandola en la entrepierna, nuestros cuerpos se movían frotándose entre sí.
En el ínterin de esto, agarre a Jesse y la puse contra la mesa. Y ella se recostó allí, dejando su cola en pompa y a mi total disposición. Baje mi cabeza hasta sus piernas, baje su bombacha, y comencé a lamerla en su raja, haciendo que comience a gemir.
-Aahhh… siii…- Jadeaba ella con la cabeza recostada en la mesa. Le metí unos dedos, y mi lengua fue hasta un poco mas arriba, hasta su ano. Comencé a lamerlo, tratando de meter mi lengua en su pequeño orifico, el único que no había estrenado.
-Mmm… Aahhh….- Seguía ella, mi lengua iba y venia de su vagina a su ano, notaba como sus piernas flaqueaban a causa de las sensaciones. Saque mi verga del pantalón, necesitaba acción. Así que me pare, la apoye en la entrada de sus labios vaginales, y la deslice dentro sin ningún problema.
-Aahhhhhhhhhh…- Suspiro largamente Jesse al tenerla dentro. La agarre de la cintura y comencé a bombear lentamente, pero con fuertes estocadas. Cada penetración era correspondida por un grito de ella, cada vez más fuerte.
-Aahhh!!… ahhh!… ahhhh!… aahhh!!…- Cada vez aumentaba más la velocidad. Mis manos recorrían su cuerpo, hasta que ensalive mis dedos y comencé a pasarlos por su cola, metiendo uno sin gran dificultad.
-Mmmm!!… aahhh… ahh…- No se quejo demasiado hasta que le metí un segundo dedo. Comencé a moverlos en circulo, tratando de abrir su esfínter. Pero mi verga en su vagina hacia su trabajo, y no la dejaba quejarse demasiado.
-Aaahh!… aahhhh!… aaaaaaahhhhhhhhhhhhhh!!!…- Jesse comenzó a acabar aferrándose a la mesa y curvando su cintura. Pero yo seguía con mi bombeo regular, si parar ni un segundo. Logre meter un tercer dedo en su cola, lanzo un quejido, pero seguí abriéndole el ano. Hasta que después de un rato, me recosté en su espalda, saque mi verga de su vagina, la ensalive, y la apoye en la entrada de su ano.
-No va a entrar…- Dijo ella suspirando, con los pelos pegados en la cara por la transpiración. Yo le agarre las manos y la inmovilice con el peso de mi cuerpo, e hice presión con mi verga, hasta que entro la cabeza.
-Aaahhh!!!… duele!!….- Se quejo ella cerrando los ojos y apretando los dientes. Pero yo seguí y empuje un poco mas, deslizando mi verga solo unos centímetros.
-Haayyyy!!!… sacala!!!… duele!!… ahhhhh!!…- Se quejaba ella, trataba de moverse y salirse, pero yo no la dejaba, la tenia firmemente agarrada. Seguía haciendo presión, mi verga se iba enterrando cada vez más. Sentía como su anillo me apretaba la verga increíblemente, se sentía muy ajustado.
-Un poco mas y ya esta… aguanta…- Decía yo a su oído, viendo como ella ya tenia lagrimas en los ojos, apretaba los dientes y se aferraba a la mesa con sus manos, aguantando. Mi verga casi ya estaba dentro, el cuerpo de Jesse temblaba, hasta que finalmente, después de un rato y mucho transpirar, entro completamente.
-Me… ahhhgghh… me quema… aahh…- Se quejaba ella, pero yo deje mi verga quieta allí dentro. Para apaciguar su dolor, con mi mano comencé a masturbarla. Ella comenzó a jadear en una mezcla de dolor y placer. Mi verga palpitaba de la emoción en sus entrañas, mi mente volaba al saber que me estaba por culear a la hermanita de mi novia con uniforme de colegio…
-Aahhh!!… aagghh!!!… aahhh!!!!…- Comencé a bombear, haciendo que Jesse grite. La sacaba un poco lentamente de mi verga, y la volvía a enterrar hasta los huevos. Ella respiraba que parecía que estaba en un parto, tenia toda la cara transpirada y con los pelos cayéndole en la frente.
-Aaah!!… aahhhh!!… ahhhh!!…- Poco a poco aumentaba las embestidas. Desabroche su camisa y saque sus pechos afuera. Y mientras seguía masturbándola, comencé a masajearle las tetas besando su cuello. Ella jadeaba ya con más placer que dolor.
-Aahhh… aahhhh… ahhhh…- No paso mucho tiempo hasta que solo era placer lo que escuchaba de ella, así que me dedique a culearla tranquilamente. Por momento sacaba mi verga de su cola y la enterraba de un envión en su vagina… Luego volvía a su ano, por el cual mi verga ya se metía deslizándose perfectamente. Me encantaba sentir rebotar mi vientre en los cachetes de su cola en cada embestida.
-¿Te gusta ahora Jesse?…- Le pregunte bombeando más fuerte. Ella decía “siiii” apenas entre los gemidos. Me agarre de su cintura con las manos y embestí cada vez mas fuerte, provocando que ella grite de placer. Su cola vibraba y se tragaba mi verga hasta hacerla desaparecer. Luego me recosté sobre ella y me aferré a sus pechos, apretujándolos, bombeando mas fuerte viendo venir mi orgasmo y el suyo.
-Aahhh… ahhh!!… aahhh!!!… aaahhhhhhhhhhhh!!!- Ella comenzó a acabar en un tremendo orgasmo, yo no aguante más. Dando fuertes embestidas que hacían que la mesa se corriera de lugar, comencé a acabar con tremendos chorros de semen dentro de su cola, llenándola. Era increíble la sensación que me provocaba esto, no se puede describir. Nos quedamos allí, ella abajo y yo recostado en su espalda un rato, jadeando y recuperando la respiración totalmente transpirados. Mi verga perdió tamaño y salí de dentro de ella. Jesse parecía que venia de una maratón, se la veía fatigada.
-Vamos al cuarto así descansas…- Le dije y ella sonrió. Cuando la vi caminar con dificultad, la agarre y la cargue en mis brazos, llevándola hasta su cuarto. Ella me rodeaba el cuello con sus brazos. Luego la deposite en la cama, y sin más, Jesse se durmió cansada por el tremendo esfuerzo que había hecho. Yo me la quede mirando, sin poder creer que una cosa tan chiquita pudiera proporcionarme tanto placer. Luego me fue a bañar, estaba totalmente transpirado, mi meta de desvirgarla por sus tres agujeros estaba cumplida.
Luego de bañarme, me acosté con Jesse abrazándola, en posición de cucharita. Ella acomodó su cola bien contra mi bulto, dormida, y así quedamos unas horas. Al despertar, ya eran como las 5 de la tarde. Luciana vendría, según imaginaba, tipo 7 de la tarde, al igual que Jazmín. Y los padres de ellas recién a la noche. Jesse no estaba en la cama, pero escuche el ruido de agua de la ducha del baño. Se estaba bañando, así que baje a la cocina, me prepare algo para comer, y fui al living a mirar televisión.
-Ya me bañe dos veces…- Me dijo Jesse sentándose a mi lado. Se había cambiado, ahora tenia puesto un vestido verde que le llegaba hasta las rodillas, pero que insinuaba su figura. Se había atado el cabello con dos colitas, y tenia un rico perfume a rosas que me gusto mucho.
-¿Cómo te sentís?…- Le pregunte, pero ella alzo los hombros y riendo dijo:“muy bien”. Comprendí que no pasaba nada, porque yo creía que le podía haber hecho algún daño después de culearla tan salvajemente como lo había hecho en la cocina.
Mirábamos la TV tranquilos, mientras yo tomaba una gaseosa, ella tenía un pote de helado y lo comía muy sensualmente. Ella obviamente, no sabia que lo hacia así. Me la quede mirando como se metía la cucharita en la boca y apretaba sus labios. O si se le chorreaba un poco, se pasaba la lengua por las manos. Me estaba excitando ver eso, hasta que ella riendo me dijo:
-¿Que?…- Sin entender porque yo la miraba así.
-Me gusta mucho cuando comes el helado así…- Le dije.
-¿Cómo, así?…- Dijo ella comiendo otra cucharada, mirándome fijamente con sus ojazos celestes. Mi verga palpitaba en el pantalón, Jesse vio como se me formaba un bulto cada vez mayor.
-Pobrecito… ahora tengo ganas de comer otra cosa…- Me dijo bajando el cierre de mi pantalón, y sin mas saco mi verga que salió disparada, dura y lista para la acción.
-Mmmmmmm.. Así te gusta?…- Me dijo pasándole la lengua y apretándome el tronco con una mano.
-Dale unos besitos… eso…- Jesse besaba la cabeza de mi verga. Luego, y esto me sorprendió muy gratamente, agarro helado y embarduno mi verga con él. Comenzó a pasarle la lengua por todo lo largo, la sensación del helado frió y su lengua tibia me enloquecía… finalmente, se la engullo hasta donde podía. Comenzó a succionar como si estuviera mamando una mamadera. Frotándome la lengua son mover la cabeza. La nena aprendía muy rápido, me provocaba sensaciones mucho mejores que cualquier mujer… tal vez mejor que Jazmín.
-Mmmmm… mmm…- Luego, con una mano agarre su cabello, sacándoselo de la cara, y mientras ella subía y bajaba su cabeza, estire mi mano hasta su cola comencé a meterle unos dedos. Estaba todavía dilatada, entraron fácilmente. Y lo mejor, es que Jesse ni se quejo al recibir dos dedos.
Mire la hora, eran las seis de la tarde, teníamos tiempo para una ultima sesión de sexo. Jesse me la chupaba despacio, disfrutando de todo el largo de mi verga con su boca. Luego de un rato, la acosté en el sofá boca arriba, le subí el vestido, le saque su bombacha, y metí mi cabeza entre sus piernas, era su turno.
-Aahhh… siii… me gusta eso… mmmmaaahhh…-Comenzó a jadear Jesse aferrándome la cabeza con sus piernas. Mi lengua iba y venia por si rajita, jugando con su clítoris, le metía dedos, ella se retorcía en el sofá gimiendo a mas no poder. Hasta que después de unos momentos, me apretó la cabeza con las piernas que casi me ahoga, teniendo un poderoso orgasmo.
Coloque sus piernas en mis hombros, y de una estocada le clave toda mi verga en su vagina.
-Aaahhhhhhhh!!…- Comencé a bombear fuertemente, me gustaba escucharla gritar, ver como sus tetas bamboleaban debajo del vestido. Estuve un rato así penetrándola, hasta que la di vuelta, la saque le vestido dejándola desnuda… y en posición de perrito metí mi verga en su cola lentamente, pero sin dificultad.
-aaahhh… despacito…- Me dijo cuando comencé a bombear su cola. La agarre de la cintura, le metía y sacaba mi garrote de su cola. Ella se mordía una mano y tenia los ojos cerrados. Estábamos así, culeando, cuando siente un ruido, y mirando fugazmente a la puerta de entrada del living, veo a Luciana y a su novio mirándonos. Y lo más llamativo de todo, era que el novio de Luciana tenía su verga afuera masturbándose… y Luciana tenía su mano dentro de su Jean, también tocándose.
Me éxito muchísimo eso, tener espectadores. Ahí que comencé a bombear a Jesse más fuerte.
-Aahhh!!… aahhh!!… aahhh!!!…- Gritaba ella. Luciana me miraba con una sonrisa en los labios, agarrandose de una de sus tetasas y apretándolas, mientras con la otra se pajeaba fuertemente. Luciana le dijo algo al oído de su novio, y los dos me miraron riéndose. Jesse ni se daba cuenta de esto, estaba muy ocupada recibiendo mi verga en su ano brutamente. Se mordía los nudillos y tenia la cabeza recostada en el suelo, con los ojos cerrados.
-Aaahhh… aahhh… aahhmmmmmmm… mmmm…- Jesse, que estaba jadeando con la boca abierta, levanto un momento la cabeza, recostando sus codos en el suelo… Me recosté en la espalda de Jesse, penetrándola mas fuerte, y le decía al oído.
-Relájate Bebe… disfruta… vas a ver como te va a encantar…- Jesse trato de apartarme un poco, pero metí mis dedos en su raja y se tranquilizo. Luciana se había sentado sobre su novio en un sofá cerca de nosotros. Me recontra excito verla sin los jeans, su novio le amasaba sus enormes tetas y le metía dedos sin parar en la concha. Luciana pajeaba a su novio frenéticamente. Ambos mirándonos, espectadores. Luciana tenía una sonrisa maliciosa en la cara…. mirando como me culeaba a su hermana.
-¿Te gusta mi hermanita?…- Dijo Luciana abrazándome por detrás, apoyando su cabeza en mi hombro. Sentí sus enormes tetas recostadas en mi esplada.
-¿Te gusta mi hermanita? – Seguía diciéndome, mirando fijamente mi verga entrar y salir del culo de Jesse. Ella tenia los ojos cerrados y aun no se daba cuenta de nada. Su cuerpecito blanco estaba totalmente transpirado y convulsionaba a cada rato…. acabando en múltiples orgasmos.
-Mmmm!!…. mmmm… mmmm…- Jadeaba sin parar. La situación era increíble, lo único que faltaba era que venga Jazmín y se uniera a la fiesta… una orgía familiar
Luciana me acariciaba el cuerpo, abrazándome por detrás, hasta me comenzó a besarme apasionadamente, metiendo su lengua hasta mi garganta. Su novio miraba todo desde el sillón masturbándose. Se reía y se asombrara de lo que hacíamos. Parecía excitarle más que este besando a su novia. Comencé a mamarle las tetasas a Luciana. Dios… eran enormes, como dos piñatas. Luciana me apretaba la cabeza contra ella. Comenzando a jadear.
-Aahhhh!!…- Gimió fuertemente Jesse aun con los ojos cerrados y aguantando la culeada. Era increíble pensar en la escena. Estaba penetrando por la cola a Jesse, la nena de la casa a la que todos cuidaban como a una muñequita, y a su vez, tenia a su hermana Luciana refregándome las tetas en la cara. Y no nos olvidemos del novio de ella masturbándose como espectador de cine porno.
-Aahhh!!!!!… aahhh!!!!!… aahhhhh!!!…- Seguía gritando Jesse. Aumente las embestidas. Tenia agarrada a Jesse por las nalgas, cada vez bombeaba más rápido, más fuerte, y Jesse gritaba cada vez más.
-Aaaaaahhhh!!… aaaaaahhh!!!!… aaaaaahhhh!!!!..- Luciana miraba todo de cerca, y se mandaba todos los dedos que podía masturbándose. Hasta que sentí iba a acabar, ya no aguantaba más. Saque mi verga de dentro de Jesse. Ella cayó sobre la alfombra recostada. Me arrodille frente a Jesse con la verga a punto de explotar en las manos, apuntándole directo a la carita de ella. Cuando Jesse me miro, comencé a venirme con tremendos chorros de semen. Se la notaba confundida, pero al recibir los primeros chorros, abrió su boca sacando su lengua para recibir la leche que caía en su cara.
-Aaahmmmmm…- Jadeaba ella mientras tragando instintivamente mi leche. Le fregué mi verga contra la cara. Jesse sola habría la boca y se las metía, las chupaba como si fuera lo mas natural del mundo. Y en ese momento fue cuando se dio cuenta de que Luciana, su hermana mayor, estaba a su lado masturbándose y mirándola fijamente.
Luciana con su sonrisa perversa, se arrodillo frente a Jesse y comenzó a lamerle la carita a su hermana, limpiándole con la lengua el semen que le chorreaba. Jesse solo estaba ahí tendida quieta en el suelo. Yo ya me esperaba cualquier cosa después de eso. Más cuando Luciana comenzó a besar a su hermanita… Jesse abrió sus ojos sorprendida el sentir los labios de su hermana sobre los suyos. Pero luego de un rato cerro sus ojos y se dejo llevar por eso beso.
-¡Increíble hombre! Increíble!- Gritaba el novio de Luciana eyeculando en el sillón. Festejaba el final de una película que le había encantado.
Una vez que las hermanas se separaron, Luciana agarro su ropa y se fue con su novio diciendo: “Nos vamos a bañar!”, dejándonos solos. Jesse los siguió con la mirada sin entender como era que ellos dos estaban ahí. Me miro confundida y sonrojada, pero respirando ya mas calmada. Tenía los pelos revueltos y su cuerpo bañado en transpiración. Ella no entendía nada de lo que había pasado.
-¿Cómo te sentís Jesse?…- Le pregunte esperando que me pegara una abofeteada. Pero ella solo me miraba. Se sentó en la alfombra tratando de tapar su cuerpo desnudo. Estaba totalmente avergonzada y tímida. La abrase y ella hundió su cabeza en mi pecho. Luego de unos segundos me dijo…
-Y… bien… nos miraron todo el rato… no?- me pregunto con la voz apenas audible.
-Si… pero no van a decir nada. Te lo prometo ¿Te gusto lo que paso recién?…- Le pregunte curioso. Y ella me miro y sonrojándose me contesto…
-Si… bastante…- Y me dedico de sus sonrisas que derretían.
Continuará

Mi historia, Parte 13 (de Falkop3d)
14 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, Jovencitos
Después de haber observado el video de seguridad. Los cinco nos desnudamos y nos dirijimos a la habitacion. Al ingresar encontramos que Bianca dormia plasidamente en el colchon, mientras que su madre lo hacia en la camilla ginecologica, totalmente inmobilizada y con la mitad del enorme consolador con que Flavia la habia sodomizado dentro de su ano.
Malu al escucharnos ingresar desperto y comenzó a exigirnos que la liberaramos y a insultarnos; esto hizo que Bianca se despertara algo asustada. Esta se coloco en posicion fetal sobre el colchon. Pamela se acerco a la pequeña y acariciandole el pelo le susurro que no debia temer por nada, que no le hariamos nada y que seria una observadora.
Don Francisco retiro el consolador, mientras Roberto y yo desatabamos a Malu. Esta continuaba insultandonos; pero Don Francisco tomo el cordon que unia los dos piercing de los pezones, jalo de el y le propino dos sonoros cachetazos que hicieron que se callara.
Robert y yo colocamos el cuerpo de Malu sobre el caballete de madera, mientras Don Francisco le colocaba el aro mordaza en la boca. Nos turnamos para darle un par de azotes mientras introducimos nuestras vergas en su boca a traves del aro mordaza. Pamela y Flavia se sentaron junto a Bianca en el colchon y nos observaban. Comenzamos a penetrar analmente a Malu quien comenzo a llorar. Unas risas provenientes de las chicas hizo que detuvieramos nuestro trabajo y les preguntaramos el motivo, alo cual pamela que era cosas de chicas.
Despues de descargar nuestro semen en el ano de Malu, los 3 hombres nos tomamos un descanso alejandonos del lado de la mujer. Pamela se acerco al cuerpo de Malue introdujo su verga en la boca de esta; mientras tanto, Flavia se volvia a colocar el arnes falico y comenzo a penetrar salvajemente la vagina de la mujer. Bianca, en un acto que nos sorprendio, se acerco al lugar y tomando la fusta con sus manos comenzo a azotar a su madre en las nalgas y la espalda. Despues de unos minutos, Pamela y Flavia intercambiaron de lugar. Cuando Pamela descargo su semen dentro de la vagina de Malu; tomo de la mano a Bianca y se hicieron a un lado ya que los azotes que le estaba propinando la niña estaban lastimando seriamente el cuerpo de su madre. En la cara de Malu se reflejaba una incredulidad total ante la paliza que le dio su propia hija.
* Don Francisco = esta ves si que nos pasamos (observando el lastimado cuerpo de su nuera)
* Bianca = papi, podemos hablar vos y yo??? (con algo de vergueza y pudor agachando la cabeza frente a Roberto)
* Roberto = no tenemos nada de que hablar nena (dandole la espalda y agachando su cabeza)
Bianca comenzo a disculparse con Roberto por como lo habia estado tratado y que su comportamiento se debia a las amenazas y golpes que le daba su madre. Tambien dijo que hasta el dia de ayer desconocia quien era su verdadero padre y que siempre considero que el lo era. Todo esto, nosotros ya lo sabiamos, pero el escucharla disculparse llorando, hizo que consideraramos liberarla. Pero la ultima la tendria Roberto; quien despues de un corto silencio le repondio que ya lo sabiamos todo, ya que vimos la filmacion del interrogatorio que le hiciera a su madre la noche anterior y que si bien no le hariamos ningun daño aun permaneceria en cautiverio y que veria los tormentos de su madre. Ademas le dijo que si lo considerabamos todos nosotros tal ves la dejariamos volver a castigarla. Durante este dialogo ninguno de los dos se miraron a la cara. Bianca permanecio con su cabeza agachada sollosando y Roberto dandole la espalda.
* Pamela = dale algo de tiempo pequeña, si (abrazando y dandole un calido beso en la cabeza de Bianca)
* Don Francisco = el tiempo lo cura todo (acariciando la cabeza de Bianca)
Un pesado silencio cubrio la habitacion por un largo rato. Este silencio solo fue interrumpido por un gimoteo de Malu; a quien estabamos liberando se sus ataduras, previa introduccion de una bola vibradora en su vagina y la colocacion de tres pequeños candados en los piercing vaginales para evitar que se la quitara. Todo esto lo habiamos realizado Don Francisco, Flavia y yo ya que Roberto permanecia inmobil y Pamela abrazaba a Bianca que no dejaba de sollozar; ambos en el medio de la habitacion.
Don Franciasco y yo colocamos a Malu de pie y roberto al ver esto rapidamente se nos acerco y le dio un fuerte puñetazo en la cara a su esposa, haciendo que esta se desplomara en nuestros brazos. Esto hizo que Don Francisco y yo realmente nos enojaramos con Roberto; quein salio de la habitacion raudamente.
Colocamos el cuerpo inconsiente de Malu boca abajo en el piso y mientras Don Francisco le aplicaba una crema cicatrizante en la sangrante espalda y las nalgas; yo esposaba una de sus manos a una cadena empotrada en la pared. Dejamos la habitacion Don Francisco, Flavia y yo; minutos despues lo hizo Pamela dejando la puerta abierta. Bianca se recosto en posicion fetal el colchon sollozando hasta quedarse dormida.
Ya de noche y despues de una acalorada discucion entre nosotros. Flavia y Pamela le llevaron alimentos a nuestras cautivas. Flavia le acerco una fuente con restos de comida a Malu que ya se encontraba conciente sentada en el frio piso; esta al recibir la fuente comenzo a deborar todo su contenido sin hablar o mirar a las chicas. Pamela se acerco a Bianca; que dormia profundamente, acariciando su cabeza logro despertarla. Bianca y pamela se miraron a los ojos y pamela le dijo que era mejor que comiera; Bianca observo la bandeja y Pamela le dijo que era lo nosotros acababamos de comer y no las sobras del dia anterior como le habia tocado a su madre.
Mientras Bianca comenzaba alimentarse les hizo una pregunta a Pamela y a Flavia, que se encontraban una a cada lado y la observaban. La pequeña queria saber cual era la relacion entre ellas y su familia. Pamela le dijo que terminara de comer; que en un rato volverian y sujetado la mano de Flavia se retiraron. Don Francisco, Roberto y yo nos fuimos a dormir a pedido de las chicas; aunque era temprano como para hacerlo les hicimos caso.
Un rato despues de que nosotros nos acostaramos, Flavia fue a buscar a Bianca y tomandola de la mano la llevo hasta el jardin. En el jardin habia una piscina y dentro de esta se encontraba Pamela jugando con dos niños; estos eran Julia y Cecilia/Carlitos, los tres estaba desnudos. Pamela al verlas llegar les dijo que se metieran al agua y raudamente lo hizo Flavia, en cambio, Bianca lo hizo con algo de duda. Una ves que lo hizo sus dudas se disiparon y hasta penso que lo que habia vivido hasta hace unos instantes fue un sueño.
Despues de unos jugueteos en el agua; Pamela le dijo a Bianca que si realmente queria saber toda la verdad sobre todos nosotros; Bianca le dijo que si. Despues de unos segundo de silencio, Pamela le dijo que le contarian todo con lujo de detalle y que si tenia alguna duda o necesitaba que le explicaran algo que se lo hiciera saber. Entonces, Pamela Y Flavia comenzaron a contarle sus historias de vida y la vinculacion que nos unia sin obviar casi ningun detalle. Bianca las escucho atentamente y varias veces interrumpio la charla para pedir alguna explicacion. La charla les llevo toda la noche; Flavia le dijo que podia usar ropa si lo queria, pero se rehusó diciendole que desnuda se sentia mas comoda y ademas le agradecio la depilacion de su entrepierna aunque le haya resultado algo aterradora y dolorosa la forma en que se lo hicieron. Casi al amanecer, Flavia y Pamela estaban sentadas en unos sillones y Bianca estaba recostada en la falda de Pamela. Pamela mientras le acariciaba la cabeza, le dijo a Bianca que a partir de ahora ella era libre de hacer lo que quisiera, siempre y cuando su padre de corazon y no de sangre la dejase. Bianca balvuceando entredormida le pregunto si alguna vez su padre la perdonaria. Pamela le respondio que si, pero que le diera un tiempo. Minutos despues se durmio con una leve sonrisa dibujada en su cara.
Yo que me habia despertado demasiado temprano y siendo el primero, pude escuchar esta ultima conversación desde el umbral de la puerta de la casa. Don Francisco tambien habia escuchado parte de la conversacion cuando se acerco a mi. Ayudamos a levantarse a Pamela sin despertar a la niña y la cubrimos con una sabana. Poco despues se desperto Roberto y mientras se servia un cafe nos pidio hablar. Primeramente se disculpo por lo sucedido el dia de ayer y creyo que era de terminar con todo esto que segun el no estabamos logrando nada de lo que habiamos pensado; despues dijo que hablaria con Malu y que para eso necesitaria que pagara la camara de vigilancia. Tambien le pidio a su padre que anesteciara a Bianca ya que no queria que escuchar ningun grito si lo hubiera en la conversacion que tendria con su esposa; en un principio al viejo no le gusto la idea pero termino aceptando mas alla de que Roberto ya habia visto que su seudo hija estaba durmiendo en el sillon del jardin y que las caras de Pamela y Flavia demostraban que aun permanecian despiertas. Lo ultimo que dijo Roberto y que no hubo explicacion para ello, es que se iria un par de dias con Pamela y que mientras no estubiera a su esposa la retendriamos pero no la sodomizariamos ni violariamos.
Todos aceptamos el pedido de Roberto. Despues de desayunar; Don Francisco se levanto y comenezo a urgar en unas cajas. Cuando encontro lo que buscaba; esto era un tubo del tamaño de un matafuego con una manguera y una mascarilla, se dirijio donde estaba Bianca. Don Francisco se arrodillo delante de ella, beso su frente y coloco la mascarilla suavemente en la cara de la niña y abrio la valvula del tubo. Despues de uno minutos, el viejo volvio a la mesa y explico que le habia dado oxido nitroso como anestesia y que con eso no se despertaria. Todos nos miramos por unos segundo y despues me levante yo y me diriji a donde estaba Malu; detras mio fue Roberto. Cuando ingresamos a la habitacion; Malu se desperto algo sobresalda pero no pronuncio ni una palabra. Desactive la camara y se lo hice saber a Roberto; este con una vos muy suave, me dijo que podia retirarme y que cerrara la puerta al marcharme y asi lo hice.
Continuará

Fiesta familiar, Parte 29 (de Cazzique)
14 de diciembre de 2024 en Exhibicionismo, Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, Sexo en público
La mañana siguiente ya estábamos desayunando Patricia y yo y las chicas apenas bajaban, Vanesa se sentó a mi lado dejando a su amiga junto a mi mujer, entre los cuatro nos pusimos a conversar de cualquier cosa y terminamos platicando de lo que ese día haríamos para pasarla bien, yo propuse a las chicas salir a dar un paseo por uno de los bosques cercanos a la ciudad para despejarnos un poco, Carolina sugirió que mejor nos quedáramos en la casa y viéramos una película, Vanesa dijo que mejor nos fuéramos de compras y mi esposa dijo que fuéramos los cuatro al cine. Entre los cuatros nos comenzamos a poner de acuerdo y fuimos descartando una a una las sugerencias hasta que por fin llegamos todos a un unánime acuerdo, iríamos al cine, ahora solo faltaba escoger la película; Vanesa fue por el periódico del día y nos pusimos a escoger una cinta, la verdad es que no había mucho que escoger ya que la película de estreno por esas fechas era para niños y como que no se nos apetecía verla fue en eso que entre broma y seriedad las chicas dijeron que sería mejor ir a un cine para adultos, después de bromear un poco los cuatro quedamos de acuerdo en ir a uno de esos cines, pero ahora la cuestión era ver como iban a dejar entrar a las chicas; mi mujer fue la de la siguiente idea, disfrazar a las chicas para que se vieran mucho mayores de lo que eran.
Así en la tarde las chicas subieron al cuarto con mi mujer para disfrazarse, yo entretanto me quede mirando la televisión. Después de cómo una hora me gritaron desde la habitación para que pudiera ve r el cambio. Subí las escaleras y al llegar a la habitación toque por si aun no se terminaban de vestir, solo se escuchaban las risas de ellas, me dijeron que entrara y así lo hice, vaya sorpresa, las tres mujeres se habían vestido como unas autenticas putas, llevaban minifaldas, medias, y blusas de escote que en realidad las hacían parecer unas autenticas prostitutas, me reí de la situación y les pregunté si estaban dispuestas a salir así a la cale, ellas en coro y riendo contestaron afirmativamente, yo entonces accedí y así los cuatros salimos rumbo al centro de la ciudad. Aparcamos el carro en una de las calles cerca del cine al que nos meteríamos y caminamos por la avenida, por supuesto yo me coloque en medio de Carolina y Vanesa y las abracé por la cintura, las apreté contra mí y Vanesa abrazo a su madre, así los cuatro, no fueron pocos los piropos y habladas que llegaron hasta nuestros oídos, los hombres no dejaban de voltear para admirar a las bellas prostitutas que este hombre llevaba:
– ¡Vaya atracón que te vas a dar!–
– ¡Te va a dar un infarto… viejito!–
– ¡Mamacitas… cuanta carne para un chimuelo!-
– ¡Eso no es comida… amigo!–
Esos y más comentarios nos llovieron mientras que nos encaminábamos hasta el cine, cuando llegamos al inmueble yo me separe de las chicas y fui a la taquilla, compre los boletos y luego todos juntos entramos, en la galería había de toda clase de gente, hombres solos la mayoría, algunas parejas, por los pasillos algunos homosexuales en busca de parejas, etcétera, nos encaminamos entonces a la sala y ya ahí buscamos unos lugares solitarios para poder estar más a gusto, mi mujer se sentó primero quedando en una de las orillas, Vanesa al lado de su madre, después seguí yo y por ultimo se sentó Carolina en la orilla de la butaca, al poco rato una pareja se sentó al lado de mi mujer, nos vieron un tanto con desconfianza pero era esta la parte del cine más solitaria y al parecer ellos deseaban un poco de soledad, aproximadamente esperamos como unos diez minutos antes de que apagaran las luces.
La función comenzó con los cortos que pasan antes de todas las película, solo que en este cine eran cortos de películas para adultos, se veía a toda clase de mujeres desnudas cogiendo con hombres musculosos y de penes extraordinariamente gigantes, por la vagina, por el culo, en orgías en la playa en el bosque en camas en suelos etcétera.
Después comenzó la película con una pareja que estaba haciendo el amor, por supuesto que nos comenzamos a calentar, mi verga estaba a cien, pude ver de reojo como la pareja que estaba al lado de mi mujer se comenzó a acariciar disimuladamente, yo entonces inicié con un plan que se me había ocurrido, con mi pierna comencé a rozar la pierna de Carolina, Vanesa se dio cuenta pero no dijo nada, solo codeó a su madre para que esta pudiera ver lo que sucedía. Carolina en un principio retiro su pierna pero yo seguí insistiendo hasta que note como ella comenzaba a ceder un poco y dejaba su pierna para que yo se la frotara, cuando ya no la retiró continué con la segunda parte de mi plan, puse mi brazo en la codera de la butaca y dejé que mi mano cayera a la orilla, con movimientos circulares de mis dedos comencé a acariciar la pierna de la pequeña Carolina, ella estaba inmóvil a la expectativa de lo que podría suceder si Vanesa o Patricia llegaban a ver lo que yo le hacia, la podía sentir sumamente nerviosa y excitada a la vez, mis dedos se paseaban por su pierna de arriba para abajo y poco a poco se iban moviendo hacia su muslo, las piernitas de Carolina estaban un poco separadas y no me fue difícil acceder al cálido y carnoso muslo de ella aun sin tratar de acercarme a su entrepierna, palpe con delicadeza las firmes carnes de la amiguita de mi hija y ella solo atinó a poner su abrigo sobre su cuerpo para tratar de tapar mi atrevimiento, cosa que no hizo más que confirmarme que estaba de acuerdo en que la siguiera manoseando. Entonces avancé un poco más hacia arriba y logre acariciar su entrepierna, se sentía sumamente caliente, mis dedos se pasearon a lo largo de sus bragas y pude sentir como comenzaba a mojarse la tela de estas.
En la pantalla seguían pasando las escenas de las cogidas que se daban los actores entre tanto el calor en varias de las butacas iba en aumento, la nuestra no era la excepción ya de reojo pude notar que una de las manos de Patricia se estaba agasajando con la vagina de su hija. Yo por supuesto que no deje de mimar la vagina de Carolina, hice a un lado sus bragas y pude sentir directamente su panochita, su rizados vellos fueron acariciados por mis dedos y poco a poco fui acariciando los labios vaginales hasta que logre encontrar el clítoris de la niña, ella respingo un poco al sentir mis dedos jugado con su botoncito y entonces a los pocos segundos un orgasmo la invadió, ella se mordía los labios para no soltar sus gemidos, ahora en sus caderas había un ligero movimiento de adelante para atrás tratando de prolongar su orgasmo. Vanesa y mi mujer no perdieron ningún detalle y supieron justo cuando Carolina se estaba viniendo porque ella cerró los ojos y echo la cabeza para atrás dejándome completamente libre su panochita. Después de su venida le saque la mano de entre las piernas y me acomode en mi asiento.
–Vamos por unas golosinas ¿Qué se les antoja?– les pregunte a Vanesa y a Patricia.
–Unas palomitas. – contestaron comprendiendo que me iba a llevar a Carolina para algún lugar aparte.
Le tendí mi mano a la pequeña Carolina y luego nos perdimos en la oscuridad de la sala, íbamos avanzando cuando vi un rincón vació en la parte alta del cine, nos dimos la vuelta por otro pasillo y nos encaminamos a este lugar.
– ¿Qué no íbamos por unas palomitas?– me preguntó Carolina un poco nerviosa.
–No te preocupes, les diremos que nos perdimos en l a oscuridad y no dimos con ellas. – le contesté mientras la jalaba para el rincón.
Llegando ahí la hice que entrara en la fila de butacas y la seguí, nos sentamos los dos de nueva cuenta, esta vez la abrace y la acerque a mí, acerque mi rostro al de la chiquilla y le comencé a besar los labios, ella nos respondió al beso por algunos minutos pero luego su lengua salió en busca de la mía y entonces nos comenzamos a besar ardientemente, mis manos buscaron sus firmes senos y los empecé a acariciar delicadamente por sobre la tela de su blusa, luego las introduje por sobre su escote y por primera vez pude sentir sus pezones completamente rígidos, cálidos y a la vez suaves y tersos, los masaje con gran excitación, estrujándolos con delicadeza, luego para sorpresa de ella le baje un poco la blusa hacia un lado y le saque una teta, me agache y se la chupe con fruición, pasando me lengua por el pezón, mamé con detenimiento la rica y dulce teta de la pequeña, ella soltó un leve gemido y se me abandono por completo, su cuerpo se destenso y una de sus manos buscó mi bragueta, con habilidad sus dedos bajaron el cierre y luego buscaron mi garrote, la chiquilla lo tomo con su mano y comenzó a bajeármela rápidamente, subiendo y bajando la piel caliente.
Le pedí a Carolina que me la mamara, ella no lo dudo mucho tiempo y luego de unos segundos se agacho y puso sus ardientes labios sobre la cabeza de mi pene, lentamente se lo fue introduciendo en la boca, su lengua comenzó a acariciarme la piel del tronco y al poco rato ya se lo estaba tragando por completo, yo entre tanto busque meter mi mano por entre sus nalgas que ahora quedaron libre gracias a que ella estaba empinada mamándome, levante un poco la minifalda de ella e hice a un lado las bragas, mis dedos se hundieron en su vagina y comencé una leve masturbación en la quinceañera, su vagina me apretaba fuertemente los dedos e imagine como sería si le metiera mi verga, continuamos así todavía por un rato más.
Luego le pedí a la pequeña que se quitara las bragas, ella se incorporo y sentada se quito las bragas dándomelas, las acerque a mi nariz y pude apreciar el aroma de sus fluidos, luego me acomode bien en mi asiento y le dije a Carolina que se montara en mí, la pequeña se puso de pie y yo la fui guiando a la hora de sentarse, le acomode la punta de mi pene en su vagina y ella se detuvo por unos segundos, luego continuó bajando y sola se fue enterrando la verga, sus jugos permitían una penetración suave y placentera, por fin Carolina logró sentarse por completo con mi verga total mente enterrada en su vagina, mis manos se posaron en sus tetas y mi boca en su cuello; comencé un suave movimiento arriba y abajo, tratando de ensartar mi herramienta lo más profundo dentro de al concha de la niña, ella comenzó a experimentar el placer y sus caderas se movían circularmente sobre mi palo, su cara se volteó lo más que pudo para así poder besarme en la boca, beso que le correspondí con ardiente deseo, la butaca comenzó a crujir con nuestro movimiento, per o eso no fue motivo para que paráramos, continuamos cogiendo así por unos cuantos minutos más y ella por fin logro otro orgasmo, esta vez sus gemidos salieron aunque leves en su volumen, sus fluidos me comenzaron a mojar todo el palo y escurrió hasta mojar mis huevos y piernas, la vagina de la chiquilla se contraía con gran fuerza apretando a su invasor y haciéndole sentir gratificantes sensaciones, le pregunte a Carolina si tomaba algo para el embarazo y ella me dijo que no, entonces continué bombeándola por algunos minutos más pero cuando ya sentía cerca mi orgasmo le dije que me la mamara, ella entonces comprendió el motivo e inmediatamente se levanto y se hinco en el suelo con su cabeza entre mis piernas, con su mano siguió masturbándome mientras que su boquita se trago mi herramienta, a los pocos segundos una fuerte expulsión de esperma estalló en su garganta, la amiga de mi hija se tragó con gran satisfacción toda mi leche, el orgasmo fue intenso debido a la tensión desde el comienzo d e la película, ella procuro tragarse toda la leche y solo algunas gotas se le escaparon; descansamos por unos segundos sentados y luego nos pusimos de pie y fuimos por las palomitas, en la luz me pude dar cuenta de que toda la parte frontal de mi pantalón estaba embarrada con los jugos de la joven.
Cuando llegamos a nuestros lugares junto a mi esposa y mi hija ellas preguntaron que por que nos habíamos tardado tanto, aunque en realidad ya lo sabían. Por supuesto que les di la tonta excusa de que nos habíamos perdido en la oscuridad y ya no hubo más preguntas.
Continuará

Mi hermanita
12 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
Esta historia es completamente real, y no tengo miedo ni vergüenza al contarlo, ya que fue una experiencia muy agradable y hermosa, no solo por ser una tierna historia entre hermanos, si no que es una muestra de que el amor no tiene fronteras.
Todo sucedió hace 4 años, hay por el año 2020 yo tenía 16 años y mi hermana tenía 8. Yo era el típico chavo que empezaba a crecer en varios aspectos, tanto física como mentalmente. En ese tiempo ya empezaba a cobrar fuerza todo este rollo de internet, por lo cual comencé a ver videos pornográficos, primero eran videos normales, osea hombre y mujer, pero con el pasar del tiempo descubrí los videos de lesbianas, que hasta la fecha son mis favoritos.
Al ver esos videos me daba mucha curiosidad saber que era lo que sentían las personas, quería saber por que gemían los hombres y las mujeres gritaban. Eso me hiso comenzar a imaginarme teniendo sexo con varias niñas de mi clase, también con algunas de mis amigas de la colonia donde vivía e incluso con mis primas mayores (que por cierto estaban muy buenas).
Pero todo cambio cuando empecé a leer relatos eróticos, primero de lesbianas, pero cuando descubrí los diferentes géneros en una página quede boquiabierto, ya que era la sección de "Incesto". Al principio pensaba que la gente que hacia eso con sus hermanas o primas estaban locos, pero al pasar el tiempo empecé a ver a mi hermana con otros ojos, me imaginaba a mi haciéndolo con ella, aunque fueran segundos eso bastaba para que se me parara. No podía evitarlo, mi hermanita estaba bien linda para su edad, era blanquita y delgada, tenía el pelo color castaño claro hasta la espalda, unos ojos color miel y su culito era bien paradito, claro que a su edad no tenia tetas, pero para mi era lo de menos, los que más me gustaba de ella eran sus piernitas, que las tenia bien torneaditas y lindas, ella siempre usaba vestidos cortos y sandalias para lucirlas, cuando había frio usaba pantalones de lona pegaditos.
Ella me volvía loco de un momento a otro, era cuestión de segundos para que al verla me excitara mucho. Ya no podía resistirlo, tenia que tener sexo con ella, ya era demasiado imaginármela, así que use una de las técnicas que casi siempre leía en los relatos: "Jugar al papá y a la mamá". Y así fue como sucedió un día que mis papás irían a una reunión de la iglesia, salian a las 6pm de la casa y regresaban tipo 11pm ya que pasaban a cenar a algún lugar romantico, asi que esa era mi oportunidad.
Pasando un rato de que se habían ido fui al cuarto de mi hermanita, ella estaba jugando con un bebe, asi que la casaca del juego fue mas fácil, llegue y le dije que estaba aburrido y que si me dejaba jugar con ella, al principio se quedo un poco extrañada pero acepto. Antes de que me diera al bebe le dije que conocía otro juego de papás que era mas divertido que cuidar a un bebe, ella me pregunto cuál era y le dije que este era solo para niños grandes y que no tenia nombre, pero que era mucha mas divertido. Ella después de pensarlo uno segundo accedió. Entonces nos sentamos en la cama y le dije que para jugar teníamos que estar primero solo en ropa interior, ella se quedo algo extrañada pero me iso caso, se paro y empezó a desvestirse (ese día tenia puesto un vestidito de lona, unas sandalias y una diadema azul) con un poco de nerviosismo se desbotono por detrás el vestido y lo dejo caer. Y hay estaba, solo con su calzoncito y su top, recuerdo que eran blanquitos con orilla verde. Al verla así se me paro, entonces le dije que se recostara en su cama, yo me pare y me quite la ropa, al quedarme solo en bóxer (el cual era muy pegado) se notaba mi verga, ella se dio cuenta y me pregunto que por que estaba así de grande, entonces yo le dije que se me ponía así al ver niñas muy lindas, ella solo asintió mientras se sonrojaba. Entonces me subí a la cama y le dije que abriera sus piernitas, ella lo hiso y me puse en medio de ellas. Le dije que el juego empezaba el más grande, el cual debía darle besitos en el cuello, en el pecho y en otras partes del cuerpo, ella solo dijo que sí. Cuando recibo su aprobación empecé a besarle el cuello, ella cerró los ojos y tanto su respiración como su corazón aumentaron de ritmo. Yo empecé a bajar y bese su pecho, ahí fue cuando le dije que necesitaba que se quitara su top, ella dijo que si y se sentó en la cama y se lo quito. Y ahí estaban, sus dos tetitas muy ricas (les recuerdo que apenas tenía 8 años, por lo cual aun era planita, pero no me importo) entonces se volvió a acostar y yo empecé a lamerle y chuparle sus pezoncitos, eran rosaditos y estaban duros, su piel se erizo y eso me excitaba. Comencé a bajar por su estomago y lamí su ombligo. Cuando llegue a su calzoncito le dije que si se lo podía quitar, ella me dijo que si, entonces se lo quite.
Cuando vi su rajita me excite mucho mas, no podía creerlo, la conchita de mi hermana era hermosa, rosadita y suave. Yo le dije que ahora me tocaba lamerle su vagina y que luego seria su turno, ella asintió con la cabeza. Entonces di el primer lengüetazo, cuando lo di, Paula (que asi se llama mi hermanita) le dio un escalofria, yo me quede maravillado, el sabor de su potio era delicioso, entonces comencé a lamer mas veces, cada vez que lo hacia Paula respiraba mas rápido y se oian unos diminutos gemidos. Pasado un rato me dijo que ya no podía mas (seguro tuvo un mini orgasmo) yo le dije que estaba bien y que ya era su turno. Ella muy emocionada me pregunto que devia hacer, entonces to me acoste y le dije que me quitara el bóxer, ella se sorprendió pero lo hiso. Cuando mi verga salió del bóxer se sorprendió al verlo (me media 9 cm) ella dijo que era muy grande y con un poco de pena me dijo que si podía agarrarlo, yo le dije que no había pena, entonces lo agarro y dijo que estaba caliente, yo le explique que devia hacer, que devia bajarme la piel y asi lo hiso. Se sentía rico, mi hermana lo hacia a buen ritmo, pasado unos minutos le dije que tenia que hacer otra cosa y que luego vendría lo mejor del juego, ella me dijo que tenia que hacer y le conteste diciendo que devia lamerme y chuparme el pene. Cuando le dije eso se sorprendió mucho, pero aun asi accedió.
Entonces con nervios me paso la lengüita por todo mi pene, yo sentí muy rico, y luego lo volvió a hacer pero en otro lado, no lo podía creer, mi hermanita me estaba dando mi primera sesión de sexo oral, entonces le dije que se metiera a la boca la cabezita y que empezara a subccionar; ella sin mas explicaciones lo hiso, yo me sentía en la gloria, me subían escalofríos e involuntariamente comenze a gemir y a sobarle su cabecita, su pelito y le decía cosas como "Sigue nenita lo haces bien".
Ella tenia cerrados sus ojitos y con una mano me apretaba un huevo, eso me ponía a mil. Entonces sentí una cosquillas ricas en subiendo por mi pene hasta la cabeza, lo sentí delicioso, fue mi primer orgasmo, le dije que parara y ella se sento. Yo le dije que lo había hecho de maravilla y que ya era mi turno. Se recostó en la cama y yo me puse encima de ella, le dije que se abriera los labios vaginales y asi lo hizo. Con mucho nerviosismo empeze a meter mi pene en su conchita, ella cerro los ojos y dijo que le dolia, yo no le hice caso, al momento que mi pene iso contacto con su cuquita ya no era yo, era un hombre que necesitaba coger. Se lo sigui metiendo, ella empezó a llorar y me decía que parara, pero no le asia caso, sentí cuando mi pene topo en algo, quería seguir pero ya había entrado todo, entonces comencé a moverme, sentía mi piel chocar con la piel de Paula, mi cabeza frotaba las paredes vaginales de mi hermanita, ella gemia y me decía que parara, pero yo seguía como un animal.
Paso como 2 minutos cuando sus gemidos y lloriqueos pasaron a ser pequeños gritos de placer, me puso sus brazos alrededor del cuello y me decía que ya no parara, que siguiera y que no le sacara mi verga. Yo no quería parar, ya estábamos sudados, teníamos cerrados los ojos y solo se oia nuestros gemidos, pero Paula rompió ese sonido diciendo "Dani, Dani que rico! Si se siente rico, si sissisis!!! Entonces dejo salir un pequeño grito, al hacer eso yo acelere y bombe mas rápido, hasta que sentí las mismas cosquillas de la vez anterior.
Cuando pare saque mi pene de su conchita y me acoste a su par, nos quedamos viendo y le pregunte si le había gustado el juego, ella me dijo que si y que jugaramos otro dia, yo le conteste que cuando se pudiera lo jugaríamos. Entonces vi mi reloj y apenas había pasado hora y media, le dije que tal si nos quedamos asi viendo una película, ella me dijo que si, tomamos una sabana y nos tapamos. Cuando dieron anuncios fui por la cena y comimos desnudos en la cama de mis papás, cuando faltaba una hora para que llegaran nos pusimos pijama y cada quien se fue a su cuarto. Cuando entre a mi cuarto no lo podía creer, había cojido con mi hermana, fue deliciosa y por su puesto que lo repetimos, pero esa es otra historia.
Fin

Mi historia, Parte 12 (de Falkop3d)
12 de diciembre de 2024 en Relatos SDPA, Jovencitas, Jovencitos
Al día siguiente; al ingresar a la habitación donde se encontraban madre e hija comprobamos que estas habian comido todo lo que les dejamos y que se encontraban recostadas en charcos de sus orines y excrementos. Don Francisco tomo una manguera y comenzó a lanzarles agua, lo cual hizo que se despertaran.
Después de haber estado rociandoles agua, me acerque a la columna y libere de esta a Bianca. La lleve hacia otro lugar, donde Pamela hizo que mantuviera los brazo arriba mientras yo volvia a colocarle las esposas. Acto seguido, le coloque el aro mordaza en la boca y tome una soga que colgaba de un roldana en el techo; atando esta a las esposas. Roberto dio un leve tiron al otro extremo de la soga y el cuerpo de la pequeña de despego del piso unos 10 centimetros. La cual comenzo a llorar y a contornearse suspendida en el aire. Posteriormente hicimos lo mismo con el cuerpo de Malu, su madre; con los mismos efectos.
Despues de limpiar el lugar. Nos desnudamos completamente ante las miradas de madre e hija, quienes al observar nuestra desnudez parecian horrozadas y mas aun al ver el cuerpo de Pamela; muy similar a de ellas, pero con un gran pene entre las piernas.
* Pamela = Malu, sabes quien soy yo??? (mientras su cuerpo volvia a tocar el piso)
* Malu = siii. Sos el travesti que se coge a mi marido (habiéndole quitado el aro mordaza de la boca)
* Pamela = no no no
* Pamela = roberto y yo somos amantes. Nos cogemos mutuamente.
* Malu = que me importa. Son putos los dos. Me dan as... (no pudo terminar de hablar ya que en es instante recibio un fuerte golpe en el estomago por parte de Pamela)
* Pamela = decime Malu; alguna ves te hicieron la cola???
* Malu = no no no. Eso ... (nuevavente fue interrumpida por otro golpe en su estomago y posteriormente por la mordaza)
* Pamela = a partir de ahora; vas a empezar a tratarme con mas respeto... (dandole dos fuertes cachetadas)
* Pamela = y nos llamaras amo o señor. Entendiste?? (dandole un par de cachetadas mas)
Don Francisco y yo colocamos a Malu en una silla y utilizando cinta adhesiva sujetamos sus piernas a las patas y esposamos sus manos por detras del repaldar de esta. Los hombres y Pamela comenzamos a introducir nuestras vergas por el aro mordaza y sujetando la cabeza de la Madre reproducíamos los movimientos de succion hasta descargar nuestra dotacion de semen dentro de la boca. Como Malu no trago nuestras descargas, estas se escurrian de su boca y caian en su pecho.
Después de esto, colocamos el cuerpo de Malu en la camilla ginecologica y la sujetamos de igual forma a como habia estado Bianca el dia anterior. Roberto sujeto los pecho de su esposa y los apreto fuertemente, haciendo que esta gritara de dolor. Posteriormente; Roberto perforo los pezones y le coloco a cada uno, un aro de 2 centimetros de diametros. A estos aros los unio con un cordon. Despues, repitio el proceso en los lavios vaginales que habia hecho en Flavia; pero esta vez fueron 6 los aros que coloco. Una vez que termino, Roberto se encontraba con una increible ereccion, asi que de un fuerte golpe introdujo su verga el la vagina y la cogio como un desposeído hasta acabarle dentro.
Roberto se hizo a un lado, cediendo su lugar a su padre. Don Francisco penetro a su nuera y con la misma vehemencia que su hijo. Cuando el viejo termino, lo reemplaze y la penetre vaginalmente hasta acabar. Una ves que termine, le cedi mi lugar a Pamela; quien hizo un comentario sobre la cantidad de semen que emanaba la vagina de Malu, del cual todos reimos. Pamela introdujo su verga en la vagina y lo retiro. Sin haberle dilatado el ano y valiendose del semen como lubricante, dando un fuerte empujon penetro el virgen ano de la esposa de su amante. Malu al sertirse penetrada analmente por el travesti no dejaba de gritar. Cuando Pamela acabo, le cedio el turno a Flavia; quien tenia colocado un arnes con una protesis peneana de 30 cm de largo por 9 cm de diametro. Flavia copio el prosedimiento de Pamela, introduciendo el enorme consolador primero en la vagina y despues en el ano. La indroduccion del elemento falico hizo que Malu gritara mas fuerte que antes para despues desmayarse.
Mientras Flavia sodomizaba analmente a Malu; Don Francisco bajo el cuerpo de su seuda nieta y yo le desate la soga. Bianca al sentirse liberada, corrio hasta donde estaba su padre y quitandose el aro mordaza de la boca dijo:
* Bianca = por favor, papi. Por favor, no me hagan nada (arrodillandose a sus pies)
* Roberto = papi??? Ahora me decis papi???
* Roberto = hace 3 años que ni me decis asi (dándole una sonora bofetada en una de sus mejillas)
* Bianca = perdon papi. Perdon (llorando)
* Roberto = desde el momento que supe que tu madre estaba preñada, supe que no eras hija mia
* Roberto = las pruebas geneticas y la confesion de Don horacio me respaldan.
* Bianca = queee??? (aun llorando y con cara de asombro)
* Roberto = si lo que escuchaste, pendeja
* Bianca = nooooo (llorando desconsoladamente)
* Roberto = y como sos mi hija, te vamos a hacer lo que se nos de la gana. jejejeje (riendo maliciosamente)
* Bianca = no por favor no
* Bianca = si me he portado mal, perdoname. Por favor
* Bianca = Mamá era la que me obligaba a tratarte mal... perdoname
* Roberto = ya no existe eeee... (fue interrumpido ya que Bianca se habia introducido su verga en la boca)
* Roberto = te crees que asi me vas a convenser??? (dandole un empujon y haciendo que se despenda de su verga)
* Bianca = perdooonnnn (volviendo a llorar)
* Roberto = veni para aca, puta (sujetandola de los cabellos la recosto en el caballete de madera donde anteriormente habiamos azotado a su madre)
* Bianca = AAAAAHHHHHGGGGGG (grito al recibir los fustigazos de Roberto)
Minutos despues, Don Francisco y yo tuvimos que detener a Roberto; ya que el castigo que le estaba propinando estaba realmente lastimando las nalgas de la niña. Pamela tomo el cuerpo de Bianca y lo recosto boca abajo en un colchon. Don Francisco, Roberto y yo comenzamos a discutir sobre lo ocurrido y nos retiramos de la habitacion. Pamela y Flavia se quedaron por un rato mas y cuando fueron a nuestro encuentro, Pamela intercambio una palabras con Don Francisco. Este volvio a la habitacion a realizarle unas curaciones a quien creia que era su nieta y para llevarle comida.
Al dia siguiente; revise junto a Roberto, el video de la camara de seguridad que anteriormente habia instalado en la pieza. Vimos que cuando Malu recobro el conocimiento, fue interrogada por su hija; quien le exigia repuestas. Al parecer, Bianca habia comenzado su mal conportamiento bajo las amenazas y castigos de su madre. Bianca supo que realmente su padre era el padre de su madre, osea el difunto Don Horacio.
Tambien supimos que Bianca ya conocia a Pamela de habersela encontrado en la clinica de Roberto y que no le desagradaba su condicion de travesti. Tambien observamos que al parecer Don Francisco no habia cerrado bien la puerta y Bianca al darse cuenta de ello y ya que no estaba atada prefirio quedarse pudiendo haber escapado. Otra de las cosas que observamos es que Bianca, a pesar de estar famelica y tener dos platos con comida a su disposicion, solo prefirio uno y se nego a alimentar a su madre; quien la insulto y amenazo, recibiendo como respuesta de su hija un par de cachetazos y escupitajos.
Continuará