
Viaje a dedo (de Falkop3d)
20 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Violacion, Sexo en grupo
Cambiare algunos datos personales solo para no herir o avergonzar a la persona involucrada. Año 1981, en el sur Argentino vivía Claudia con 9 hermanos en una humilde casa de tres cuartos, el papa era jornalero y la madre planchaba para afuera. La comida no sobraba y las penurias eran varias, en ese contexto creció esta niña, ya que al momento de esta historia tenia 14 años recién cumplidos. Por su cabeza pasaban muchas cosas, pero lo que siempre se le ocurría era el cómo poder ayudar a sus padres, pensaba que si viajaba para Bahía Blanca podría encontrar trabajo y así poder enviar dinero para ellos.
Así empezó a preguntar el costo de los pasajes y la manera de viajar, pero lo que le decían era demasiado costoso como para que ella pudiera pagarlo, fue una amiga del colegio que le comento que su primo fue a dedo hasta una ciudad importante y que no tubo ningún problema, así empezó a planear como podría hacer para irse sin que sus padres se dieran cuenta, ya que sabia que por voluntad propia no la dejarían ir. Como a las dos semanas averiguo que de una fabrica que estaba a 30 kilómetros de su pueblo salían periódicamente camiones para Buenos Aires llevando productos terminados y a la vuelta venían con materias primas, y que pasaban por la entrada de su pequeña ciudad. Ya con todo planeado y con algunos pesos conseguido con pequeños trabajos realizados cuando faltaba al colegio, junto unas pocas ropas y a las primeras luces de un amanecer de primavera se lanzo a la aventura de vivir.
Camino mas o menos 8 kilómetros por la ruta nacional tres hasta un pequeño paraje protegido por un refugio de chapa para la gente que esperaba los ómnibus de media distancia, estuvo allí como 3 horas haciendo dedo a los camiones y autos que pasaban pero los pocos que pararon eran de la zona y no iban muy lejos. Ya a las 4 de la tarde empezó a desesperarse pues no quería volver a su casa. Cuando estaba por desistir del viaje para un camión con un hombre de unos 35 a 40 años que le pregunta a donde se dirige, ella ya muy cansada y con mucho apetito, le contesta que a cualquier lado mientras la saque de ahí, siempre hacia delante.
Cuando se acomodo en el asiento del acompañante fue como si le corriera por la espalda un escalofrió, se asusto pero intento no darle importancia, estaba muy cansada y casi sin dormir desde el día anterior. A las 19:30 hs el camionero para en una estación de servicio, completa el tanque de combustible y compra algo para comer, y le pregunta a Claudia si ella va a cenar, esta le contesta que tiene poco dinero, y que por ahora se va a aguantar de comer, él le dice que le pagara un samwich para que pueda dormir bien.
Ella muy agradecida lo acepta y lo devora en cuestión de minutos. Nuevamente en la ruta el tipo que dijo llamarse Juan le comenta que siempre para en ese puesto de combustible porque de ahora en mas , el próximo puesto queda a mas de 200 kilómetros, que si quiere, se puede pasar a la cucheta que tiene el camión para poder dormir tranquila , a lo cual Claudia acepta por estar muy cansada, en cuanto pone la cabeza en la almohada se queda dormida… Claudia siente como un dolor que la despierta, esta todo oscuro y no siente el ruido del motor del camión, cuando quiere levantarse siente una mano que la agarra del cabello y se da cuenta que tiene los pantalones bajos, que su ropa interior fue cortada por un cuchillo o tijera, intenta darse vuelta para gritar a Juan, pero es este quien la tiene sujeta, al principio Claudia no entiende, pregunta que pasa, es ahí cuando el camionero le dice que es hora de que le pague el viaje y la comida, porque si no, la va a bajar ahí mismo en el medio de la nada, y le hace ver a través de la ventanilla el lugar desolado en que se encuentran , a la mitad de la noche, es en ese momento que su mente se da cuenta que no tiene escapatoria, que si no hace lo que ese hombre dice la puede abandonar o lo que es peor, matarla… Juan empieza a toquetearla y a besar su boca con una lujuria que ella no conocía, no era como en el colegio, tan puro y sin malicia como lo hacían los chicos, este era un animal, que forzaba su pequeña boca con la lengua llenando su cavidad con saliva. Ahora me vas a escuchar le dijo Juan, te voy a decir lo que vas hacer de aquí en adelante, primero vas a entregarte a mí sin decir ni mu, segundo cuando paremos en algún lugar no te vas a bajar del camión si yo no te lo digo, si nos detiene alguna patrulla de caminos, vos sos mi sobrina, estamos de acuerdo?, si, dijo temblorosa Claudia mientras su mente trabajaba a mil para ver si podía salir de esa situación, y otra cosa, continuo el degenerado, solamente te voy a soltar cuando me canse de vos, entendiste… si contesto ella mirando el piso sin saber lo que vendría…
Terminado de decir sus condiciones Juan la pone boca abajo con sus nalgas expuestas y sin mediar ningún estimulo previo la penetra vaginalmente con las lógicas consecuencias de una ruptura de himen a una adolescente virgen, en solo tres o cuatro movimientos el animal descarga su semen dentro de ella, es así que el se levanta y le tira una toalla para que se limpie, y le ordena que duerma un poco, que después seguía, ella obviamente no puede dormir, todo lo que le esta pasando no lo puede creer, quisiera estar ahora con sus hermanos y padres, quiere gritar y llorar, pero el miedo a ese ser tan repugnante la tiene aterrada y no salen de su garganta ni un sonido. Aun no había amanecido cuando siente que la despierta tomándola del brazo, le dice que le va a dar de desayunar, ella piensa en comida, pero no, lo que él piensa es totalmente diferente, le dice que se ponga una pollera que ella tenia entre sus cosas, que no quería verla con pantalones, que no le gustaba que las mujeres se vistan como hombres, y que no usara ropa interior, acto seguido el se introduce en la cucheta con ella y le pregunta si ya chupo alguna pija, lo cual Claudia le dice que no, bueno ahora va ser tu primera vez, así que abrí esa linda boquita y chupa nenita, le decía con una pequeña sonrisa en su rostro, Claudia asustada abrió un poco la boca y sintió como el miembro Todavía sucio de la acabada de algunas horas atrás se introducía en su virgen boca y la cogió por ahí, las arcadas y vómitos fueron en un solo movimiento, lo cual enfureció al camionero, este le pego con fuerza en la cabeza y tomándola de los pelos la hizo bajar del camión y le ordeno que limpie todo de inmediato, una vez concluido el trabajo la bajo al costado del camión y continuo con la violación bucal, en tres minutos ella sentía como se le llenaba la boca de esa leche que nunca había visto, le pareció lo mas repugnante del mundo y se puso a escupirla con bronca, con una gran furia, pero todo no salía, era muy espesa y pegajosa, en cuanto pudo agarro el bidón con el agua y se enjuago la baca, hizo gárgaras y buches para sacar ese gusto amargo la invadía, pero no lo logro. Ya en marcha, continuaba el viaje al parecer sin problemas, ella pensó que el ya se había saciado con ella y de ahora en mas podría estar tranquila, lo único que le molestaba era el echo de que la hizo vestir con pollera y sin ropa interior.
Abrían echo unos 50 Km. cuando Juan pone el camión al costado de la ruta, ella pensó que verificaría algún desperfecto, pero se equivoco de nuevo, el la paso para atra y en eso ella se dio cuenta que él estaba totalmente excitado, su miembro estaba duro como piedra, y que la iba a violar de nuevo, ya en la cucheta le dijo, quédate quieta y no quiero gritos, se lleno la mano de saliva y la refregó en el culo de ella, solamente bajo el cierre del pantalón saco su pija, levanto un poco la pollera de ella y puso su miembro en el ano sin ninguna delicadeza la empezó a penetrar, y Claudia por miedo a ser mas lastimada reprimía los gritos que le provocaban el desgarro anal al cual estaba siendo sometida, para suerte de ella el tipo era de corta duración o su calentura era demasiada, ya que en pocos movimientos el acabo inundando su culo con abundante leche, Claudia sintió como el se relajaba encima de ella y se levantaba volviendo al volante y reanudando la marcha, ella estaba tan dolorida que no podía moverse, fue por eso que se quedo recostada, como a la hora sintió como el camión paraba de nuevo, pensó que estaban en alguna estación de servicio, pero no, era Juan que de nuevo se metía en la cucheta con ella, el le dijo que ya estaba listo para otra “cabalgata” y sin mediar palabras se saco el pantalón la puso boca arriba le aparto las piernas y la violo en forma reiterada por mas de dos horas, fue mucho más completo esa vez, primero vaginal, luego anal , y de nuevo vaginal.
Estaba tan sucia por dentro y por fuera, que ella misma no lo podía soportar, así que le pidió ir algún lugar para tomar una ducha. Llegaron como a las 21:00 hs a un parador de camioneros, él le dijo que fuera con él a tomar un baño, él cuidaría que nadie la molestara, fue así que Claudia pudo limpiar dos días de suciedad ,de semen pegado en su cuerpo y porque no de su alma, ya un poco mas repuesta por el reconfortante aseo le pidió algo de comer, ya que no temía que se quiera cobrar de nuevo, ya cobro por adelantado demasiado . Estaba sentada a la mesa del restaurante comiendo un abundante guisado cuando llega otro camionero aparentemente conocido o amigo de Juan , se pusieron a conversar y él la presento como la “sobrina” Claudia, para todo esto Claudia esperaba una oportunidad para escaparse, sabia que si podía subir a otro vehículo podría alejarse de ese loco, si el amigo de Juan lo distraía lo suficiente ella seria libre. Pero no pudo ser, Juan le dijo que ya era hora de seguir, lo cual la tomo del brazo y casi a la fuerza la llevo al camión, una vez subida en la cabina, Juan se quedo charlando con el amigo abajo del camión, pero sin perder de vista a Claudia, ella no podía oír lo que hablaban, así que se arres costo e intento dormir, estaba casi dormida cuando escucha la vos del camionero que le dice que se corra, que quiere acostarse, así como estaba se pone de costado y da lugar a Juan, pero le parece que ocupa demasiado lugar, es por eso que abre los ojos y ve a media luz que son dos los cuerpos que ocupan ese pequeño espacio, el amigo de Juan esta ahí sacándose la ropa, ella no puede creer lo que esta pasando, lo mira a Juan y ve que también se saca el pantalón, el amigo le mete la mano en su vagina y con el dedo mayor intenta penetrarla, Claudia se asusta y quiere gritar, pero recibe una fuerte trompada en la espalda, que le quita el aire, en ese momento le tapan la boca con un pañuelo que casi le impide respirar, Juan le agarra las manos y se las ata con un cordón de sus zapatillas, impidiendo que Claudia se mueva, una vez dominada y silenciada los dos hombres le suben la remera y empiezan a chuparle sus diminutos pechos, el otro dice que nunca le chupo la concha a una pendeja y quiere hacerlo, Juan le dice que aproveche ahora que esta limpio, ya que en cinco minutos va a estar lleno de leche, y se empieza a reír.
En las ultimas 48 horas Claudia fue violada por un hombre en 5 oportunidades, pero nada la preparaba para lo que vendría, el ser poseída por dos miembros adultos a la vez, el desgarro interior y el horror que sintió, no se pueden describir con palabras simples. Claudia alcanzo oír que Juan llamaba de Pedro al otro camionero, ¿qué queres que le hagamos primero Pedro? Decía Juan riendo, la colita? , O la conchita? Claudia temblaba como una hoja, quería morirse, quería que todo fuera solo la más terrible de las pesadillas. Pedro le dijo, déjame disfrutar de su conchita fresca, acto seguido puso a Claudia de costado ,agarro la pierna derecha de ella y la elevo hacia el techo de la cabina en un ángulo de 50 grados, la ato con una soga de algodón al pasamanos ubicado en el techo, así quedo expuesta toda la parte genital de Claudia, a todo esto Juan se puso de tras, y jugando con su pene lo pasaba por la cola de ella. Pedro busco con su lengua el pequeñito clítoris de ella, para chuparlo y ver si podía estimularlo, Claudia no podía interpretar ese cosquilleo que sentía en el estomago, era una sensación agradable, pero difícil de comprender, estaba siendo violada y sin embargo había algo que le gustaba, cerro un poco los ojos para ver que sucedía en su interior, quería que parara, pero a la vez que siga, estaba totalmente confusa… pero algo la trajo cruelmente a la realidad, el miembro de Juan que buscaba su orificio anal, que sin ningún miramiento empezaba a penetrarla, el dolor era insoportable, lo poco de placentero que había experimentado desapareció como arte de magia, ahora era todo dolor, Juan en un brusco empujón introdujo la mita del miembro y así se movía muy lentamente, al parecer no quería acabar muy rápido, esto sorprendió a Claudia, que sabia que el hijo de puta era de tirar la leche rápido.
Pedro una vez satisfecha su curiosidad, dijo que ya era hora de que la nenita probara un poco de carne, fue así que por primera vez Claudia vio el miembro erguido de pedro, su cara expresaba el pánico que le causaba lo que estaba viendo, este animal tenia algo que ella nunca se hubiese imaginado, tendría como 25 cm y era extremadamente ancha, si lo que tenia Juan le parecía descomunal, esto era el doble. Como Juan ya la tenia penetrada por el ano, le pidió que se ponga de espalda , con Claudia encima de Él, es decir Juan abajo, Claudia en el medio, mirando al techo y Pedro arriba , penetrando la conchita de ella.
Claudia entro en pánico, Pedro la penetraba con un miembro que la estaba destrozando, los músculos de su vagina no aguantaría mucho mas tiempo, sentía que se moría, quería que todo pase pronto. Pedro fue mucho mas experto que Juan, la fue acomodando despacio para que se acostumbre a su miembro, la Vagina de ella se fue acostumbrando a tremendo pedazo de carne, por suerte para Claudia la naturaleza es sabia, y los líquidos vaginales permitieron una penetración menos violenta, las paredes se fueron dilatando hasta tragar de apoco mas de la mitad de ese descomunal miembro, cuando ella sintió menos dolor, es como si se relajara un poco de la tremenda tensión, fue en ese momento que los dos miembros la penetran hasta el fondo de su humanidad, el grito apagado de Claudia fue terrible y en ese instante pierde momentáneamente el conocimiento.
Cuando se despierta aun esta penetrada, solo que ahora esta de costado, Pedro decía que se le acalambraron los brazos de aguantar su propio peso, así fue que esperaron con pequeños movimientos que Claudia se despertara, querían que sintiera cuando largaran la leche dentro de ella , fue así que dijo Juan ,_Pedro, yo no aguanto mas, vamos a darle la lechita a esta putita_ , esta bien respondió Pedro y con dos o tres movimientos Claudia sintió como sus entrañas y matriz se llenaban de una gran cantidad de esperma caliente. ( yo me pregunto hasta hoy, que hubiera pasado si alguien hubiera escuchado los gritos de Claudia, en ese playón de camioneros, eran como doce o catorce camiones, ¿ La hubiesen ayudado? O se habrían unido a la fiesta? Se imaginan si fuera lo ultimo, violada por mas de 10 hombres ) Cuando se repusieron , Juan y Pedro bajaron del camión a estirar las piernas, ella levanto un poco la cabeza para poder ver hacia fuera y vio como Pedro le entregaba algo a Juan, que no alcanzo a reconocer,( hoy se imagina que fue dinero). Como a los 40 minutos sube Pedro solo al camión, Claudia sigue atada de las manos y amordazada, el se acerca al oído y le dice, me vengo a despedir , vas a ser buenita conmigo? Si asintió con la cabeza Claudia, ahora te voy a sacar la mordaza, no grites, esta bien? Si , bueno a ver , dame esa boquita tan hermosa que tienes, y con unos movimientos mas que suaves puso su miembro en la boca de ella, ahora vas a chupar muy despacio, yo te voy a enseñar lo que le gusta a los hombres, ella confundida con tanta amabilidad obedece sin quejarse, bien, le dice Pedro, con la lengua lubrica la cabeza de mi pija, ¡!si!! así mi amorcito, despacio y con dulzura metela adentro y ensalívala bien para que corra con facilidad, Claudia pensó que así no era tan espantoso ser violada por la boca, cuando se trata bien todo es distinto, ya con el pene totalmente erecto y excitado Pedro fue perdiendo su amabilidad, y comenzó a penetrarla con fuerza, el miembro tocaba el fondo de su garganta con cada empujón lo cual producía arcadas en Claudia, cuando pensó que vomitaría, Pedro lleno su boca con abundante semen caliente, su estrecha boca.
Bien mi amor, le decía Pedro, esperemos un ratito, porque quiero probar tu culito antes de irme, Claudia tembló, se le vino a la mente lo que había sentido con semejante miembro en su concha, no podía ni pensar lo que pasaría por atrás, pasaron como 20 minutos mientras Pedro la acariciaba y le decía cosas al oído, palabras que Claudia no escuchaba, porque estaba pensando en lo que vendría a continuación. El tipo saco del bolsillo del pantalón una pomadita de color blanca, se puso un poco en el dedo y se lo unto en el ano de Claudia, ella sintió eso frío y se estremeció, él le decía que se quedara tranquila, que no le va a doler, pasaron unos minutos y Pedro empieza como a jugar con su dedo dentro del ano de Claudia, esta se asombra al darse cuenta que no siente casi nada, como si estuviese anestesiado todo esa zona, esta en esos pensamientos cuando siente que la agarra de la cintura y la pone boca a bajo, ve cuando Pedro extrae su miembro totalmente erguido e hinchado, y se prepara para penetrarla, ella dice que no con la cabeza, por favor no, llorando suplica para que pare, pero Eso enerva mas a este animal, y le contesta que se calle o la golpeara, mientras tanto ya penetro su cabeza en el estrecho ano, al percatarse de eso Claudia no entiende porque no le esta doliendo como cuando la cogió Juan, ahí se dio cuenta que la pomada es un anestésico, no para ese fin, pero que cumple bien su cometido, al tener el cuerpo chico, el miembro de Pedro es enorme en comparación y ella siente que esta siendo empalada, pues 25cm no es poca cosa para tenerlo adentro del cuerpo, ella no podía sentir dolor pero si, la sensación de penetración, el ir y venir de Pedro la hacían sentir cosas raras, quizás un poco por como la trataba este hombre y otra, que no sentía dolor, fue así que por primera vez en su corta vida tobo un orgasmo, sin que ella en ese momento se diera cuenta.
Después de 5 minutos Pedro acabo en su intestino, llenándola de una gran cantidad de semen que ella sintió tibia y reconfortante, el se desplomo sobre Claudia relajando todo su cuerpo, ella tan agotada y un poco dolorida se duerme con él dentro de su ano. Ya ha amanecido cuando Claudia abre los ojos, ve que Juan esta al volante del camión tomando unos mates, cuando se da cuenta que ella esta despierta, le dice: ¿ Y? ¿Cómo la pasaste anoche? Pedro me contó que nunca la paso tan bien con nadie, sos una leona, tenes mucho futuro y el hombre que se case con vos, va a gozar como nadie. Claudia lo miraba con odio, quería que ese animal se muriera ahí mismo, sin hablarle se sentó en el asiento del acompañante, aun estaba muy dolorida, pero no quería pensar en lo que paso, con la vista fija en la ventana fueron pasando las horas, en un momento Juan dijo algo que le alegro el corazón, _!! Sabes piba, que ya estamos cerca de Bahía Blanca?, Ya recorrimos 900 km desde tu pueblo, en mas o menos tres horas llegamos. Todo termino pensó Claudia, por fin acaba esta pesadilla, pero como a los 40 minutos Juan para el camión bajo unos árboles y le dice, bueno nena es la hora de la triste despedida, acá te voy a dejar, pero antes me vas a agradecer por traerte, a ella se le puso la piel de gallina, que quería ese hijo de puta. Bueno Claudia, como veras estoy excitado y necesito tu ayuda para calmarme, si no lo haces voluntariamente no te voy a dejar ir, entendes? Si respondió ella con cara de asco, bueno, pásate para atrás y empesa a masturbarte, te quiero caliente como una yagua cuando yo valla, de acuerdo? Sí.
Al recostarse Claudia en esa cucheta volvieron a su mente los momentos vividos unas horas antes, y se estremeció, pero pensó que ahora era la ultima vez, y eso la reconfortaba un poco, entonces empezó a tocarse en su pequeña vagina , intentando estimularla, pero no podía pensar en nada agradable, así que se lleno la mano con mucha saliva y se lleno su conchita para lubricarla, ¿ Ya esta? Pregunto Juan, si contesto Claudia, mas para si misma que para él, cuando el se pasa a la cucheta, Claudia estaba boca arriba con la faldita tapando apenas su entrepierna, esto volvió loco a Juan , que de un solo movimiento salto sobre la indefensa niña / adolescente y con el pene totalmente erecto la penetra con gran lujuria y descontrol, ¡!!dios, que bueno que esta tu conchita!! Gritaba Juan , como poseído, sus movimientos eran salvajes, quería meter lo que no tenia, los golpes de pelvis contra pelvis eran para Claudia extremamente dolorosos, pero para su suerte este tipo estaba tan caliente que en menos de dos minutos inundo su concha con tremendos chorros de leche que hasta diría mas adelante, la reconfortaron un poco. Mientras Juan se recomponía le pidió a Claudia que le besara los testículos y que se metiera la pija en la boca, para así poder cogerla nuevamente, eso hizo ella con tal que se terminara pronto todo eso. Cuando la tubo dura de nuevo , Claudia le pidió que la penetrara de nuevo por su conchita, (para que no usara su culito ), pero los planes de El eran otros, la dio vuelta, le puso una manta doblada bajo la pelvis de ella y con el ano totalmente expuesto, le paso la lengua y acto seguido la penetro, primero lentamente y cuando entro la cabeza, de un solo empujón el resto del miembro, el grito de ella fue de terror, el jadeo de ella que era de dolor confundía a Juan, pensando que la estaba haciendo gozar, fue por eso que dándole no mas siete u ocho bombazo eyeculo en su diminuto y apretado ano el resto de su leche y quedo tendido exhausto a su lado.
Cuando Juan se recupero se vistió y le dijo a Claudia, prepara tus cosas, ponte la bombacha y los pantalones, toma estos pesos, no es mucho pero te van a servir para tomar un ómnibus que pasa dentro de 2 horas por aquí, tienes que caminar 4 kilómetros hasta un restauran que esta allá enfrente, ahí tiene la parada la empresa que va hasta el centro de Bahía Blanca, de aquí en mas te arreglas sola. Quedo Claudia mirando como el camión se alejaba , y no lo podía creer, fueron casi tres días de violaciones, de miedos y penurias, pero miro al cielo , agradeció que estaba viva y que había llegado a su destino…..
Fin

Fresitas con leche, Parte 02 (de VoldeLord)
20 de enero de 2025 en Incesto, Relatos SDPA, Jovencitas
Continúo contándoles de esa mañana que cambio mi vida, por culpa de mi morbosa calentura y mi hijita Tiara. Acababa de hacer una travesura con mi niña, aprovechando su postre favorito: las fresas con leche. Entonces me fui a dar un duchazo para calmar la tremenda nueva calentura que estaba sintiendo al verla tragándose todo mi semen mezclado con leche condensada y esas fresitas que tanto le encantaban a mi hijita Tiara de 7 añitos.
Estaba terminando de ducharme en el baño privado de mi habitación, cuando escuché de afuera a mi niña -papi, ya terminé, quiero mas fresitas!- -YA MI AMOR, ESPERAME UN POCO, TERMINO DE BAÑARME Y SALGO-. No demoré mucho y al salir, vi a mi hijita muy atenta a la tv -MALDICION- pensé, solo había apagado el televisor pero había olvidado apagar el dvd, así que cuando mi niña encendió la tv, apareció reproduciéndose el vídeo porno que había estado viendo unos minutos antes. -A que tan jugando papi?- me dijo, mirando muy atenta la escena de un negro fuerte y dotado dándole de mamar verga a una rubia muy golosa. Lo primero que se me ocurrió fue decirle -JUEGAN AL PAPA Y LA MAMA, HIJITA- -ammmmm-, yo tragaba saliva, al pensar cual podría ser la reacción de mi hijita, cogí el control remoto y cuando estaba a punto de apagar la tele, mi niña me interrumpió -noooo, déjalo ahí papiiii- -NOO NOO, ESO ES COSA DE MAYORES, SI SE ENTERA TU MAMA, SE ENOJA- -déjalo papi, yo no le digo, ya??- Mi hijita me había convencido, y a mí me provocaba un morbo tremendo el ver a mi niña mirando con mucha atención la escena morbosa de la película porno, mientras yo al costado, y ya con la verga a tope, pero tapado con la toalla, no sabía qué hacer. ¿Cómo terminar ese momento provocativamente lujurioso, sin traumar de más a mi chiquita? hasta que sucedió.
-Mira papi!!!!! Le tá dando lechita- Oh siiii, el climax de la escena, en la película el negro dotado le estaba terminando en la cara a la rubia, chorros y chorros de leche muy blanca que iban directo a la boca coloreteada de la zorra y otros chorros a sus tetas, las mismas que ella saboreaba, mostrando orgullosa ante la cámara lo rico que sabía todo ese semen de aquel macho. Mi hija, mientras tanto, cada vez abría más la boquita, a modo de sorpresa, pero con una leve sonrisa, mirándome a mí y luego mirando nuevamente a la pantalla, tal vez, como confundida y pensando, wow, tanta leche que salió del pito de ese macho, y la mujer que se lo comía todo -UHMMMMM QUE RICO, VERDAD? SE COME TODA LA LECHITA!- dije yo, abandonándome al momento, y al frenesí, ya sin importarme si mi hija pudiera quejarse de algo, no sé qué paso exactamente por mi cabeza, solo pensé que sería rico si… -ammm siii papi, me gusta la leche con fresitas- -MMMM SI, LO SE… TE GUSTA MUCHO, VERDAD?- le dije, mientras más me acercaba a ella, que estaba paradita con su espaldita pegada al borde de la cama.
Mi bulto era más que evidente, y ella rápidamente, hizo conexión con lo que había visto en la película, cual inteligente ella, miro mi bulto, y luego miraba la pantalla y nuevamente mi bulto, y de pronto me sorprendió al alzar su manito y agarrar mi bulto por encima de la toalla, y sonreírme. Así es, mi niña me sonreía mientras me agarraba mi bulto -QUIERES LECHITA DE TU PAPI?-. Ella solo asintió con la cabeza, y sin dejar de tener esa sonrisita de angelito; así que yo no aguanté más, y deje caer mi toalla hasta los pies. Mi verga se mostró parada como un tronco duro, no es muy grande, pero sí muy gruesa y jugosa, tan solo 17cms de verga gorda, y recientemente lavada, olía a champo, por lo que pienso que no le desagradó a mi hijita, que la cogió con sus dos manitos. Ahí estaba yo, totalmente desnudo delante de mi hijita Tiara, que también paradita, estaba agarrándome la verga con sus dos manitos tan suaves. Ya era por puro instinto que yo actuaba -ABRE HIJITA, ABRE- ella no entendió mi mensaje, pero yo insistí. Ella no sabía qué hacer con mi verga, solo la amasaba; por momentos miraba la pantalla, que ya comenzaba otra escena donde una pareja empezaba a desvestirse –
ABRE, ASI… AHHHH ABRE LA BOQUITA TIARA- De pronto, la imagen que me marcó para siempre, mi hijita levantó su carita, mirándome, y regalándome una sonrisita más, abrió su linda boquita; yo puse una mano en su hombro, y la otra en su cabecita y… – AHHHHHHH CHIQUITA- fueron unos 3 ó 4 segundos apenas, pero exquisitos; ella se separó al instante, tratando de comprender ese saborcito que acababa de probar, era mi presemen, aunque ya lo había hecho antes, sin saber, al comer su postre favorito. – OTRA VEZ, MI AMOR, DALE- Esta vez, yo la atraje más hacia mí, volviendo a meter mi verga en su boquita, esta vez ella estuvo más cooperativa, dejándose llevar por el vaivén lento pero fogoso de mis caderas -ASIII ASIII, AHHHHHH TIARA, AHHHHHH- ella nuevamente se separó, se limpió su boquita con su manitas, levantó su mirada una vez más, y esta vez, ya riéndose prácticamente, cogió nuevamente mi verga y se la llevó a la boca, cual golosa y tragona -ammmm- los soniditos y chapoteos que hacía con su boquita eran espectaculares. Mi hijita estaba a punto de deslecharme otra vez, esta vez de manera directa -SIGUE ASI, ESOOOOO, ASI COME HIJITA COMEEEEE- yo estaba poseído, con la mirada perdida, a veces mirando al cielorraso, y perdí un poco el control cuando la escuche atragantarse, y zafarse de mi verga nuevamente. Increíble, al ver mi verga, esta estaba mojada hasta casi la mitad. Así es, le había entrado casi la mitad de mi verga en la boquita de mi niña.
No había marcha atrás -LA ULTIMITA HABER, ABRE AHHHHH- -ammmmm- abriendo su boquita nuevamente se la di de mamar, que locura! Insisto, mi verga no es muy grande, pero si gruesa, y se veía realmente descomunal al ver la carita finita de mi bebita tragándosela como una zorrita cualquiera. El vaivén era más fuerte, sentía que me venía -ASII ASII ASII ASII AHHHHHH CHUPA CHUPA CHUPA, AHHHH AMORRRRRRRRRRRRR- nuevamente se atragantó un poquito, su cuerpo rebotó en la cama, me refiero a su espaldita, y entonces la sujete de sus cabellos con una mano, mientras yo terminaba de pajearme con la otra -ABRE LA BOQUITA, AHÍ VIENE TU LECHE AMOR, ABREEEE- ella obediente abrió mucho su boca, esperando lo que le
prometía… -AHHHHHHHHHHH- y me vine, de la manera más copiosa que lo haya hecho alguna vez. Mi primer chorro fue a dar hasta su garganta, ella por instinto, cerro los ojitos y la boquita, confundida, pero le obligue -ABRE, ABREEEE LA BOQUITA-, ella volvió a abrir la boca y mis chorros fueron a dar a su lengua, otros a sus cachetitos, casi le cae en los ojitos. Fue una venida descomunal. Si hubieran visto la carita de confusión de mi niña, tal vez hasta gracia les hubiese causado, pero para mí fue morbo total. Ella abría y cerraba su boquita tratando de descifrar el saborcito saladito de mi semen; yo sonreía maliciosamente, disfrutando cada segundo de aquella viciosa escena, sacándome las últimas gotas de mi glande y poniéndoselos en la boca; luego con mis dedos, guiaba los restos que estaban en sus mejillas, y se los dirigía a su boquita, ella poco a poco, se familiarizó con el sabor, y de verdad que lo tragaba. Yo le pellizcaba sus mejillas, como acto de aprobación, como que la felicitaba por hacer algo muy bueno, y ella también lo veía así, porque se puso muy sonriente, saboreando los últimos restos de lechita de su carita, que le quedo pegajosa jajaja.
-TE GUSTÓ VERDAD?- -Siiiiii- riéndose, y de pronto una mirada seria -pero más me gusta la leche con fresitas- jajajajajaja -JAJAJAJAJA- no pude evitar reírme a carcajadas, así que le dije -BUENO, VE A LA SALA, AHORITA TE PREPARO MAS FRESAS CON LECHE, PERO PRIMERO DEJAME LIMPIARTE BIEN-, la llevé al lavabo, le quité su vestidito de pijama lo humedecí un poco y le limpie su carita. Y ella nuevamente salió contenta hacia la sala, mientras que yo me tumbe a la cama, pensando en lo que había hecho. Y la verdad, por un momento tuve un poco de remordimiento, pero solo un poco, ya que cuando regresé a la sala, vi a mi niña más deliciosa que nunca, ahora estaba echadita boca abajo, casi de costado, en el sofá con una pierna estirada y la otra bien flexionada, y mirando la tele, y solo vistiendo su calzoncito, que por cierto estaba algo flojito, y ya se le había bajado un poco, mostrando la rajita de su traserito. Así es, lo mejor estaba por venir. Pero eso se los contaré en el capítulo III.
Continuará

La pervertida profesora Teresa, Parte 04 (de Johernan)
20 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto, Exhibicionismo
Tania dudo pero aún así busco en el closet una franela y el pantalón jean. Camila dijo a Tania que se pusiera el equipo, Tania miro a Camila, entonces se quitó el vestido de casa quedando en sostenes rosados que cubrían completamente las tetas que parecían dos pequeños melones redondos y pantaletas grandes rosadas, Camila dijo: "Quítate los sostenes y las pantaletas."
Tania miro a Camila tratando de comprender pero luego de vacilar un momento se quito los sostenes dejando a la vista dos globos blancos grandes con aureolas de unos cinco centímetros de diámetro que finalizaban con pezones marrones arrugados gruesos que sobresalían unos dos centímetros, luego fue por las pantaletas bajándolas mostrando un parche negro justo entre sus piernas que mantuvo juntas, Camila dijo: "Ahora ponte los pantalones y franela."
Tania se puso la franela y pantalones sin entender, pero cuando se miro al espejo vio una figura que nunca había visto antes, las tetas apretaban el tejido de algodón de la franela y los pezones estiraban el material hacia afuera haciendo que la tela colgara de ellos, pero luego la mirada se poso abajo donde el material del pantalón se encajaba en la entrepierna dejando a la vista dos abultamientos a cada lado como si las labias hinchadas buscaran romper el tejido del pantalón, la vista era obscena para la jovencita por lo que dijo: "Yo no puedo salir así, me veo vulgar."
"Yo quiero que te veas vulgar, será la única manera de salir de dudas, confía en mí."
Camila busco un color de maquillar y luego de poner a Tania firme trazó líneas en la franela y pantalón bajo la mirada atónita de Tania que entendió lo que la atrevida jovencita pensaba hacer pero no dijo nada, luego que Camila marcó mando a Tania a quitarse de nuevo el equipo, Tania lo hizo y miraba como Camila con unas tijeras que estaban en la cajita que había traído, hacia cortes en la franela y pantalón, luego que termino Tania se puso de nuevo lo que Camila le había alcanzado, luego que se puso el equipo miro de nuevo en el espejo y no podía creer lo vulgar que se veía; la franela fue cortada que apenas cubría los pezones dejando medio globo fuera, mostrando un ombligo redondo y profundo, una barriga pequeña blanca, el pantalón era de corte bajo y apenas cubría el parche de pelos, resaltando sus grandes caderas, Camila había recortado el pantalón de tal manera que la las nalgas sobresalían mostrando dos globos grandes redondos haciendo que el material se encajara en la raja dentro de ellas, adelante el material apenas cubría el vientre y el buche entre las piernas. Tania dijo: "Yo no voy a salir así Camila mi mamá me va castigar por lo menos por un mes."
"Ponte unos tenis y confía en mí, ve donde tu mamá, llévale la ropa que tenías puesta a la lavadora yo espero aquí, vamos a cruzar los dedos."
Tania dudo y Camila la empujo fuera de la habitación llevando la muda de ropa que se acababa de quitar, Tania fue fuera de la casa atrás al patio donde estaba su mamá en la lavadora, Camila miraba provocativamente mientras la jovencita meneaba sus dos grandes globos blancos hasta que se perdió de vista, entonces entro a la habitación y espero con ansiedad, pasaron unos minutos cuando Tania entro al cuarto toda sudorosa y excitada, cuando entro fue directo a la cama se sentó para luego decir mirando directamente a Camila: "No puedo creer Camila."
"¿Cuéntame que pasó? Quiero detalles."
"Okey, Cuando llegué al patio mi mamá estaba de espaldas ocupada en la lavadora, yo sentí que el corazón se me salía y pensaba en devolverme antes que me viera pero me animé y continué, cuando estaba justo detrás de ella, dije: `¿Mamá, me puedes lavar esto?' Cuando ella se incorporo y volteo yo casi me desmayo pero ella apenas me miro de arriba abajo y alargo la mano para recibir mi ropa sucia, yo me sentí aliviada porque ella simplemente me dijo: `Justo estoy por comenzar otra lavada' entonces me miro más detalladamente y me pregunto dónde estaba usted, yo le dije que se quedo aquí y me dijo si fue usted quien me dijo que me pusiera esto, yo no sabía que decir y apenas me quede callada, entonces ella dijo sarcásticamente. `Ese pequeño demonio, mira apenas te conoce y ya te esta extraviando, no es así diablilla, jajá' yo supe que no me iba a regañar y me sentí aliviada, entonces agrego: `Tania mañana cuando tu papá los lleve al centro aprovecha de comprar, no deberías estar echando a perder tu ropa para eso,' yo le sonríe, entonces me dijo: `anda vuelve a la habitación no deberías dejar a tu amiga sola' yo quería empujar más allá y le pregunte si podía vestir así como yo estaba, y ella me dijo que yo era suficientemente madura como para saber que ponerme, cuando yo me gire para devolverme ella me dio una nalgada que me dejo marcada su mano haciéndome saltar por el dolor, entonces dijo: `Pobre de tu papá y tus hermanos si te vieran vestida así' yo intrigada le respondí: `¿a qué se refiere mamá?' ella me dijo un poco como si estuviera bromeando o así parecía: `Ay cariño ellos son hombres y si yo fuera hombre y tú fueras mi hija o mi hermana no sabría donde mirar para ocultar mi deseo' yo le dije: `¿Mamá?' pero ella respondió: `Si andas vestida así no quiero quejas, solo te digo esto como una advertencia' luego me vine de nuevo pero no podía creer que la señora que está afuera en el patio es mi mamá, Camila yo creo que a mamá se le zafo una tuerca." "Puede ser, sabes Tania yo creo que cuando la profesora no quiere quejas si andas vestida así más bien quiso decir que vista así y deje que te fastidien."
"¿Tú crees eso Camila, no lo puedo creer?"
"Absolutamente, si la profe te hubiese dicho, `no quiero verte vestida así delante de tu papá y tus hermanos' seria exactamente eso pero no dijo eso solo dijo: `no quiero quejas' ¿me entiende?"
"Entiendo."
"Oye porque no compras algo vulgar para ella, y dile que la quiere ver vestida con lo que tú le compraste. Ordénale"
"Estás loca Camila. Yo no puedo hacer eso."
"Si, apenas lo compras y se lo das, ella lo va a guardar y probablemente nunca lo use pero si usted le dice que se lo ponga eso le servirá de estimulo. Confía en mí, yo sé cómo funciona esto."
Camila estuvo en casa de Teresa hasta la media tarde luego cuando salió para su casa Tania se quito el equipo que Camila la hizo llevar y se puso un viejo vestido de casa, Teresa la vio y se sintió desilusionada, a ella le hubiera gustado que se quedara en esa ropa vulgar para ver la reacción de su esposo y sus dos hijos cuando regresaran luego de estar todo el día atormentados en casa de la puta de Rita y su hija.
Teresa estaba atrás en el patio cuando escucho la voz de Tania que la llamaba porque tenía una llamada, Teresa preguntó quien la llamaba y la jovencita dijo que era el señor Ricardo, Teresa tenía resentimiento con él porque desde que la dejo aquella noche frente a la casa luego de la ida a la granja llevándose las llaves de la casa y ella había pasado semejante vergüenza con sus hijos no se había reportado y aunque se sentía aliviada al principio que no lo hiciera ya que era más fácil para ella cumplir la promesa que había hecho a sus hijos, luego de pensar un momento Teresa dejo lo que estaba haciendo y corrió por el teléfono que estaba descolgado sobre la mesita donde Tania lo había dejado regresando a su habitación, ella recogió la bocina y como si al otro lado supiera escucho la voz fuerte y áspera que dijo:
"Perra te estoy llamando para que vayas mañana al motel que usted conoce."
Teresa se sintió ofendida porque esperaba una disculpa pero en cambio como si ella era una esclava recibió una orden, sin embargo ella dijo: "Ricardo usted ya debería saber que yo no quiero seguir con eso."
Con tono burlón escucho: "Eso es lo que usted quisiera pero tu coño sabe que está mintiendo."
Teresa bajo la guardia y respondió: "¿Así que usted sabe cómo piensa mi coño, huh?"
"Usted es una puta Teresa y yo sé como piensan las putas, además hoy tuve una larga conversación con Pedro."
"¿Qué hablo usted con Pedro?"
"Lo que es evidente, que usted está deseosa de ser una puta del grupo y una perra, por cierto yo tengo un pastor alemán bien dotado y entrenado y se lo puedo regalar si usted me lo pide."
Teresa supo que Pedro le había contado de lo que habían hablado, ella estaba digiriendo las palabras cuando oyó: "Pedro me dijo que él estaría mañana con sus hijos todo el día fuera de la casa. Mañana te espero en el motel como a las nueve de la mañana y lleva un vestido sexy, tengo unos amigos que quieren conocerte, te sugiero que te laves bien ese culo y vaya preparada para ser cogida por unos sementales estos tipos no respetan huecos, hay uno que lo llaman `burro' y mañana te vas enterara porque."
Teresa que había estado todo el día húmeda solo pensando en la conversación que tuvieron Camila y Tania y casi se vino cuando vio a su pequeña vestida con ese vulgar shorts de jean que dejaba sus nalgas al aire y ahora solo con imaginarse a una polla grande hizo que ella cruzara las piernas por la piquiña, sin embargo respondió: "Yo no voy para ninguna parte."
"Okey, usted se lo pierde puta, Mariela tendrá todo para ella sola."
Teresa replico rápidamente: "¿Quién es Mariela?"
"La nueva puta que estoy entrenado, pero eso no es asunto tuyo, si va ya sabe tiene que ir con un vestido sexy."
"Usted debe estar loco si piensa que yo voy andar por allí vestida con ese vestido vulgar de licra que apenas cubre mis nalgas, yo no voy a ir no me espere."
"Okey perra." Teresa escucho que el teléfono había sido colgado dejándola con la palabra en la boca. Luego pensaba para sí: "¿Mariela? Maldita puta". Cuando colgó el teléfono escucho el carro de su esposo que entraba en el pequeño garaje, entonces fue a la cocina y espero, unos minutos después Pablo y Toni entraron casi atropellándose mientras reían entre ellos, ambos chicos saludaron a su mamá cuando la vieron y Teresa los miro fijamente sabiendo que algo extraño pasaba con ellos, luego que ellos se alejaron entro Pedro, y Teresa vio que estaba ebrio, lo miro y dijo:
"¿Qué le pasa a los chicos?"
Pedro miro a Teresa y dijo: "Esos chicos estuvieron todo el día siendo fastidiados por las putas de Rita y su pequeña."
"¿A qué se refiere con fastidiados, Pedro?"
"Jiji, La muy puta de Rita andaba vestida con una camisa amarrada con un nudo justo bajo las tetas sin sostenes y unos shorts de jean que parecían más unos biquinis, usted se puede imaginar lo vulgar que se veía esa negra con las dos nalgas y las tetas bamboleándose libremente, lo mismo estaba la muy puta de su hija que no dejaba de manosear a Pablo y Toni, yo pensé que se los iba tirar allí mismo delante Ricardo, jiji."
"Que descaradas, ya me suponía."
En la noche cuando Pedro y Teresa estaban solos en la habitación Teresa le contó de Camila y como ella había hecho que su Tania usara semejante ropa vulgar, entonces le dijo: "Llévate a Camila junto con Tania y los chicos al centro, luego tu dejas a Tania y Camila para que ellas compren y usted se lleva a los chicos, yo estoy segura que Camila sabe que es lo que ella debe comprar."
Aquella noche Teresa apenas pudo dormir y se levantó a preparar todo para que Pedro y los niños salieran temprano, cuando dejaron la casa ella miro el reloj y corrió atrás al patio por el trozo de manguera que ella había improvisado para limpiar su recto como había estado haciendo desde el día que ordeno el director y luego fue al baño, cuando salió fue a la habitación y se maquillo cuidadosamente como hizo cada vez que tuvo las aventuras luego busco en un cajón donde había escondido el equipo vulgar que Ricardo la hacía llevar. Teresa se vistió en los sostenes de media taza y las pantis que parecían más unos hilos, luego la licra roja que apenas llegaba a medio muslo pero que hacía que las nalgas flotaran y un escote redondeado que mostraba suficiente hendidura para hacer que los globos blancos buscaran salirse, luego de sacar unos tacones de cinco centímetros y ponérselos se miro en el espejo y dijo para sí: "Que vergüenza Teresa, pareces una puta, ese desgraciado de Ricardo como se atreve hacerme salir así a la calle donde los vecinos que me vea que van a pensar de mi," se miro de nuevo y fue a la calle, cuando salió a la calle miro y se alegro que a esa hora no había nadie, Teresa se apuro a la parada antes que alguien la viera.
Era la primera vez que salía con semejante vestido y no dejaba duda para cualquier extraño que la viera que ella no podía ser una madre ejemplar, mientras caminaba se arrepintió y quiso regresar pero ya estaba en la parada y la camioneta se detuvo y como una sonámbula se subió, cuando se sentó vio que todos la estaban mirando, Teresa sintió vergüenza y quería que se abriera un hueco y se la tragara por lo que bajo la mirada y así fue por todo el camino hasta que se bajo en la plaza, cuando se bajo de la buseta miro alrededor todavía toda avergonzada, apenas iban a ser las nueve de la mañana y a esa hora en la plaza apenas habían algunas personas que caminaban alrededor, Teresa miro y supo que ella era la única vestida de esa manera a esa hora y los que pasaban a su lado la miraban lujuriosamente desnudándola, ella camino rápidamente al motel.
Teresa subió los escalones y fue directo a la puerta de la habitación, su vestido se había recogido encima de las nalgas y ella se esforzó para llevarlo a su lugar luego toco la puerta y en un minuto Ricardo abrió la puerta y la miro con una sonrisa burlona luego dijo: "No te podías aguantar verdad puta sucia," luego la tomo por la mano y con un empujón la mando adentro haciendo a Teresa trastabillar casi haciéndola caer, cuando Teresa se recupero vio alrededor y en colchonetas en el piso a lo largo de la habitación, y en un rincón al lado de una pequeña nevera había una mesa y sentadas alrededor habían cinco hombres medio vestidos mal encarados que jugaban cartas mientras tomaban cerveza pero que en este momento la miraban a ella, luego la mirada regreso a la puerta cuando escucho el golpe cuando Ricardo la cerró y dijo dirigiéndose al grupo de hombres:
"Esta es la puta que les había prometido, pero no es cualquier puta ella es la esposa de uno de mis empleados y madre de tres adolescentes, pero le gusta que la traten sucio y le den duro por todos sus huecos, es toda suya muchachos." Entonces Ricardo abrió de nuevo la puerta saliendo y cerrando de nuevo dejándola a ella allí, Teresa quería correr a la puerta pero las piernas le fallaron, luego que la puerta estaba cerrada ella vio a los hombres que se levantaban de los puestos donde estaban y cuando estaban de pie la mirada fue directo a las entrepiernas; los hombres solo llevaban calzoncillos sueltos que llegaban a medio muslo hechos de una tela suave que casi se trasparentaba por las masas de carne que flotaba desde la entrepierna y apuntaban hacia afuera como si quisieran romper la tela, pero la mirada se centro como hipnotizada en una cabeza morada del tamaño del puño de un niño que sobresalía de la manga derecha de la pierna, Teresa levantó la mirada y vio al hombre que le sonreía, ella supuso que como le había dicho Ricardo este era al que llamaban `el burro' A pesar que nunca había visto a ninguno de estos hombres que estaban tatuados en los brazos y pecho ella no corrió a la puerta. Por las visitas anteriores a esta misma habitación ella sabía que el espacio de la habitación apenas era el cuarto grande donde ellos estaban, un pequeño porche que miraba a la calle en la plaza y el baño, y como no vio a ninguna otra mujer pensó en la manera tan fácil cómo Ricardo la había timado, ella pensó; `Maldita sea Ricardo.' Los hombres fueron por ella y sin perder tiempo uno de ellos la agarro y la empujo a las colchonetas haciéndola tropezar y caer, como si ella fuera una especie de carnada los hombres como perros hambrientos se arrodillaron alrededor de ella luego de quitarse los calzoncillos exponiendo los trozos de carne que estaban semi erectos; Teresa estaba asustada pero la mirada fue directamente a los trozos de carne negra como troncos que colgaban a medio muslo pero al que llamaban `el burro' llegaba casi a la rodilla y era el más grueso como si fuera un brazo que salía de la entrepierna, sin ninguna consideración las manos fuertes tiraban al vestido sobre la cabeza dejándola en las pantaletas porque los sostenes volaron junto con el vestido, uno de los hombres empujo las piernas de ella abriéndolas para posicionarse en medio y luego de agarrar el cordón que era la banda de las pantaletas las tiro duro hacia la rodilla mientras Teresa levanto las piernas al aire doblándolas para hacer el trabajo más fácil, el hombre saco las pantaletas y las tiro lejos para luego posicionarse entre la entrepierna, el hombre bombeo su verga unos segundos hasta que estaba dura y la posiciono en el coño grande hinchado que estaba completamente mojado por sus propios jugos, luego empujo de un golpe haciendo chillar a Teresa de dolor por el invasor que estrecho las labias, pero el dolor se torno en placer cuando la punta toco fondo y Teresa se abrió completamente mientras el hombre agarro los muslos de ella y con movimiento rápido y rítmicamente la cogía, unos minutos después ella era una masa de carne en los brazos de aquel hombre y dejándose llevar por la lujuria ella busco desesperadamente en las entrepiernas de los demás hombres, los tipos que estaban a cada lado de la cabeza y bombeaban su virilidad soltaron sus manos mientras Teresa con desespero agarro los troncos y empezó a bombear para luego levantar la cabeza y chupaba en cada uno metiéndoselo con dificultad hasta donde podía, los otros hombres se aproximaron y con las cabezas de sus guevos manoseaban las tetas llenándolas del jugo de sus varas. Teresa con abandono ella misma luchaba por más moviendo las caderas, el hombre que la cogía dijo: "Esta puta no se conforma con la mía, te quiere `burro'" los hombres reían y `burro' se levantó donde manoseaba una teta y luego que el hombre saco su palo y se levantó `burro' se posiciono y de un golpe empujo haciendo a Teresa atragantarse con la cabeza que tenía mientras hacía una mueca pero luego que se recupero saco la cabeza de la boca y se posiciono mejor agachando la cabeza y con las dos manos abrió sus nalgas para darle la bienvenida a la masa que tenía entre sus piernas y con voz lujuriosa dijo: "Eso papi, dame toda esa verga, mi puto coño la quiere hasta el fondo."
Entonces agrego: "OH sí que rico, dámela toda, SI, Si eso es." Mientras los hombres habían intercambiado posiciones y de nuevo Teresa se dedico a mamar mientras se revolcaba. Cada cierto tiempo los hombres se turnaron cogiéndose a Teresa y para la tercera ronda cada uno vació sus bolas llenando el túnel, cuando todos habían vaciado las bolas se levantaron y fueron a la nevera por más cervezas mientras Teresa yacía tirada en la colchoneta con chorros de semen que brotaban de la raja del coño y todo su cuerpo estaba bañado en sudor. Los hombres se establecieron en sus bancos alrededor de la mesa mientras tomaban cerveza y empezaron a jugar de nuevo cartas por una media hora, cuando Teresa se recupero y se sentó en la colchoneta, el que parecía el líder la llamo: "Venga puta traiga cerveza."
Teresa se levantó como sonámbula y fue a la nevera mientras semen seguía chorreando por los muslos al suelo y saco cervezas y luego de destaparlas las llevó a la mesa, el tipo que estaba más cerca de ella la tomo y con un empujón la sentó en sus piernas peludas mientras dijo: "Tomate una cerveza perra." Teresa pensó en negarse pero ya tenía una cerveza en los labios y ella abrió la boca y tomo, luego de pasar el primer trago amargo y mientras el hombre jugaba con una mano mientras con la otra acariciaba una teta ella llevo de nuevo la cerveza a la boca y esta vez el liquido le pareció agradable, y rápidamente se termino de tomar la cerveza. Los hombres tomaban cerveza y jugaban mientras Teresa fue compartida para que la manosearan por cada uno de ellos mientras echaban chistes obscenos, una hora después Teresa se había tomado cinco cervezas embriagándola y también reía con cada chiste de ellos, el jefe dijo luego de terminar la última partida: "Ya es hora de una nueva ronda" dirigiéndose a `burro' dijo: "Burro traiga la crema" `burro' se levanto y fue por uno de los morrales y fue cuando Teresa se dio cuenta que los hombres no eran de la ciudad y estaban de paso, un frio paso por su cuerpo, pero rápidamente se olvido cuando vio que el hombre sacaba de un morral una perola de vaselina, ella supo cual era el propósito y su culo pico cobrando vida, cuando el hombre regreso y le mostro a Teresa que le sonreía la puso sobre la mesa, el jefe se levanto y dirigiéndose a Teresa: "Vamos puta ponte en cuatro en la colchoneta y levanta ese culo." Teresa tomo la perola y con paso sensual fue al colchoneta y se puso en cuatro abriendo las piernas mientras agacho la cabeza aplastando las tetas contra la colchoneta con las dos manos abrió las dos grandes nalgas blancas apuntando a los hombres para luego decir: "Así le gusta papi, venga cógeme
mi culo que está ansioso de tener esa verga grande."
Los hombres reían y cada uno de ellos fue arrodillándose al lado de la mujer mientras uno de ellos tomo la vaselina y luego de poner bastante entre las nalgas en el culo que ya estaba abierto empezó a restregar metiendo rápidamente tres dedos y haciéndolos girar mientras Teresa chillaba diciendo cualquier cosa vulgar de ella misma mientras meneaba las caderas al ritmo del movimiento de los invasores en su culo, cuando el hombre vio que estaba lista se posiciono y puso la punta en el borde arrugado y empujo un poco hasta encontrar el anillo anal y luego empujo duro pasando la cabeza y el tronco hasta el fondo haciendo a Teresa gritar pero de placer, luego empezó a coger a la mujer. Cada uno de ellos la fue cogiendo hasta que vaciaron sus bolas para darle espacio al otro dejando de último a `burro' que a pesar que el hueco estaba todo suelto se esforzó para penetrarla mientras Teresa agarraba duro la colchoneta y chillaba. Cuando los hombres vaciaron cada uno sus bolas quedando satisfechos dejaron a Teresa tirada en la colchoneta mientras ellos se levantaban; Teresa estaba agotada y se quedo dormida despertando una hora después para verse que estaba sola en la habitación, ella miro y no estaban los morrales y supo que los hombres habían dejado el lugar, ella se levanto y fue al baño.
Cuando iba salir vio el reloj que estaba en la pared y supo que ya era de tarde, ella quería llegar a la casa antes que regresara su esposo e hijos, no sabía qué pasaría si ellos la vieran llegando en semejante facha, ella corrió y cuando llego a la plaza camino directo a la parada; la plaza estaba repleta de gente principalmente familias que compartían juntas, aunque habían otras mujeres que vestían como ella principalmente prostitutas a ella le parecía que todas las miradas estaban sobre ella. Cuando llegó a la parada miro en su bolso y busco dinero entonces paró un taxi que pasaba, era un hombre que la miro como si ella era una prostituta, Teresa sintió vergüenza pero la enmascaro con una sonrisa mientras le indicaba cuanto le cobraba por llevarla a su casa. Cuando el taxi llego al barrio e iba por la calle rumbo a la casa estaba llena de gente, vecinos que estaban sentados en las puertas de sus casas mientras los niños jugaban en la calle, ella se alegro que estaba segura dentro del taxi y nadie la veía aunque cuando pasaba el taxi lentamente se esforzaban por mirar, cuando el taxi se detuvo frente a la puerta Teresa saco el dinero y pago, luego saco las llaves de la casa y cuando estaba lista se bajo y sin mirar a los lados abrió la puerta de la casa y entro, sintiendo que su corazón se le salía y llena de vergüenza pensando quien podría haberla visto, luego de pasar el susto fue a la ventana y con cuidado retiro la cortina y miro a la calle donde la mirada llegaba y vio que nadie estaba afuera frente a su casa, Teresa respiro profundo y se retiro para darse cuenta que aún su esposo e hijos no habían llegado, entonces ella apuro a su habitación y luego de desnudarse al baño para quitarse cualquier rastro del acto adultero.
Cuando ya estaba cayendo la noche Teresa escucho el carro mientras ella preparaba la cena y unos minutos después la puerta se abría y cada uno de los chicos llevaba una bolsa de papel pero Tania llevaba dos y Pedro una Bolsa. Pablo y Toni entraban jugando entre ellos mientras Tania los seguía y detrás de ellos su papá, Teresa dejo lo que estaba haciendo y fue a recibirlos dándoles un besito en la mejilla mientras a Pedro le daba un piquito, Pablo y Toni no podían esperar y fueron a la mesa del comedor, cada uno vacio el contenido sobre la mesa, cada bolsa tenía un teléfono celular y un par de zapatos, pero los chicos estaban interesados era en los teléfonos y rápidamente los sacaron de la cajita que los contenía y lo encendieron para luego mostrárselo a su mamá, pero Teresa apenas podía ver porque ellos estaban demasiado excitados tratando de explicar las funciones a ella cada uno casi gritando sin dejar hablar al otro, Teresa miro a Pedro y Tania que sonreían mientras los chicos parecían unos niños con juguete nuevo. Luego que ellos se calmaron Teresa les ánimo a cuidarlos y entonces dirigiéndose a Tania le dijo que había en cada bolsa, Tania se resistió principalmente porque mientras iban camino a casa Toni había agarrado la bolsa de ella y empezó a sacar los ítems mientras ella luchaba por quitárselos, los dos chicos se burlaban de ella y amenazaban con decirle a su mamá, cuando Teresa invito a Tania a mostrar el contenido de la bolsa Toni dijo: "Sí Tania muéstrele a mamá lo que compraste."
"Cállate mocoso."
Teresa intervino: "Ya basta de ustedes dos, ahora Tania vacié el contenido nosotros queremos ver."
Tania con resistencia tomo la bolsa y vertió el contenido, Teresa apenas pudo ocultar su sorpresa y alegría, Teresa supo de inmediato que allí estaba la mano de Camila, sobre la mesa había tres minifaldas; una de cuero, Jean y la tercera de una tela suave que volaría con una brisa suave, también dos shorts de jeans que parecían pantaletas con volados deshilachados, pantaletas de licra, cacheteros, y pantaletas que eran hilos con un pequeño triángulo, sostenes de media taza, y unos tacones altos, todos miraban pero Toni dijo: "Vea mamá, yo estoy seguro que eso fue su amiga Camila que le dijo que comprara eso. ¿Verdad que usted no la va dejar usar eso?"
Teresa miro a Tania, entonces a Pedro y dijo: "¿Usted sabía que ella compró todo esto?"
Pedro respondió: "Sí, yo creo que ella ya tiene suficiente edad para saber que se va poner."
Teresa pensó entonces dirigiéndose a los dos jovencitos dijo: "Yo también estoy de acuerdo con su papá, ella ya tiene suficiente edad para escoger por sí misma."
Toni replico: "Pero mamá."
"¡Nada de peros!, ya esta conversación se acabo, entonces dirigiéndose a Tania dijo: "Ahora muéstrenos que hay en la otra bolsa."
Tanía respondió con timidez, "Yo no sé mamá, usted se va molestar."
"Nadie se va a molestar, ya todo se aclaro y aquí nadie va criticar lo que usted quiere usar."
"Pero es que no es para mí."
"¿Explícate jovencita, para quien es?"
"Para usted, pero no fue idea mía, fue de Camila."
Teresa casi muerde su labio inferior cuando escucho eso, entonces su interés subió exponencialmente por lo que había en la bolsa y dijo: "Ok ya veo, ahora vacié el contenido"
Tania vacio el contenido y la mayor sorpresa estaba en la cara de los dos jovencitos, Teresa miro un poco sorprendida y sintió una piquiña en su coño cuando vio el descaro de Camila, sobre la mesa estaban los mismos ítems que Tania había comprado para ella pero en medida mayor, también habían unas franelas cortadas que ella supuso que apenas cubrirían sus tetas. Pablo dijo: "¿Usted se paso Tania como se atreve a comprar esto para mamá?"
"Pero no fue idea mía."
"Si, Si ya te creo, oxea que si ella te dice que te lances por un barranco tu lo haces." Entonces dirigiéndose a su mamá dijo: "Mamá usted debería considerar seguir trayendo a esa chica aquí a la casa."
"Ya basta de ustedes chicos, ustedes tienen que madurar, tenemos que aprender a soportar los defectos de los demás." Entonces dirigiéndose a Tania dijo: "Gracias cariño." Entonces de nuevo a los chicos dijo: "En vez de criticar deberían seguir el ejemplo de su hermana que se acordó de mi."
Los dos jovencitos bajaron la mirada, pero Toni dijo rápidamente: "¿Mamá usted va usar eso?"
Teresa miro a él con conocimiento de lo que en realidad quiso decir; `Mamá yo quiero verla usando eso' pero ella dijo: "Ya veremos."
Entonces dirigiéndose a Pedro que le sonreía con conocimiento dijo: ¿Y usted Pedro que compro?"
Pedro vacio el contenido y dijo: "Esto es para usted Teresa, sólo se me ocurrió"
Teresa miro y allí habían dos cajitas; una era un teléfono celular como los que habían comprado los chicos y la otra no estaba segura por lo que ella fue y al abrió y supo que era una cámara de video. Teresa fue donde su esposo y le dio otro piquito dándole las gracias.
... Teresa estaba en el salón sola adelantando trabajo porque este periodo lo tenía libre cuando entro Camila, Teresa levantó la mirada cuando escucho la puerta abrirse y cuando vio la chica siguió escribiendo sobre el escritorio. Camila se acercó junto con una silla que puso de un lado y se sentó, estuvo unos minutos mirando a la profesora que parecía concentrada sin prestarle atención, luego dijo: "¡Profesora usted tiene admiradores!"
Teresa termino la oración y entonces levantó la mirada mirando la jovencita que le sonreía, Teresa la miro extrañada y dijo: "¿De qué coño estás hablando Camila?"
"Hoy los compañeros del club estaban excitados preguntando quien era la mujer madura que se habían cogido en el parque, especialmente Linares me estuvo presionando hasta que lo puse en su lugar."
"¿Usted dice Joaquín Linares de cuarto año, él era uno de ellos, la verdad yo no me fije en ninguno?"
"Sí, él era uno y el principal fans pero también los demás también, y ahora quieren cogerte de nuevo."
"UH ya veo."
"Este viernes tienen gang-bang en el gimnasio en la tarde."
Teresa miro fijamente a Camila y dijo: "Este viernes tenemos asamblea de padres y representantes en el gimnasio, o se les olvido que no habrá clases."
"Sí, ellos saben pero justo cuando ustedes estén en la asamblea ellos tendrán su fucking-fucking con Mariela Salinas."
"¿Mariela Salinas, la mamá de Jonatán de tercer año?"
"¿Ella misma profe, usted la conoce?"
"Sí, por supuesto, yo soy la profesora guía de ese grupo y fui a conocer la madre de Jonatán al igual que los demás de mi grupo, pero ella me pareció tan decente y recatada, de hecho su esposo es abogado y trabaja en la fiscalía."
"Sera muy decente y recatada pero en su casa, porque la mujer es una tremenda puta."
"No lo puedo creer ¿cuéntame cómo cayó en las garras de tus amigos?"
Camila se acomodo en la silla mientras Teresa prestaba atención: "Jaime que estudia en la misma sección de Jonatán son amigos desde primer año, ellos estaban un día en su casa haciendo una tarea juntos, ese día estaba un albañil haciendo un trabajo en la casa en el patio, Jaime y Jonatán estaban en la sala haciendo la tarea, Jonatán siempre se está burlando de su amigo porque dice que está enamorado de su mamá, la verdad cualquiera que tenga un pito entre sus piernas se le para cuando ve ese despampanante culo y tetas y aunque ella viste recatada como usted dice parece que ella se las arregla para hacerse notar, sonó el teléfono de la casa y Jonatán mando a Jaime a buscar a su mamá que estaba llevándole un refrigerio al albañil y cuando Jaime corrió atrás a la casa quedo paralizado en seco cuando vio al albañil que tenia a Mariela pegada contra la pared y ella misma tenía su vestido recogido mientras el tipo se la cogía, Jaime saco su teléfono y tomo varias fotos y entonces regreso donde Jonatán sin llamar a Mariela y entonces Jonatán salió al patio." Teresa interrumpió: "¿Qué paso, Jonatán vio a su mamá mientras el hombre se la cogía?"
"Esa misma pregunta le hice a Jaime cuando me entere, Jaime dijo que Jonatán regreso varios minutos con su mamá adentro a la casa, pero él no le comentó nada."
"Okey continúe"
Jaime que sabía del club y siempre quiso formar parte de este fue a Pancho que es el líder y le mostró las fotografías, entonces al otro día Jaime y Pancho fueron a la casa de Mariela sin que Jonatán supiera y Pancho, usted sabe lo malandro que es él, obligo a Mariela para que tuviera sexo con él y Jaime allí mismo o sino su esposo lo sabría, Mariela apenas rogo pero los chamos no necesitaron mucha presión y se la cogieron, Pancho tomo más fotos y así fue como ella llego a ser una de las putas del club.
"¿Entiendo pobre mujer, y como coño van a cogérsela durante la asamblea?"
"Fácil, ella no va estar en el auditorio peri si en la parte de atrás, detrás de las cortinas, si usted quiere ver date una vueltica por los camerinos."
"Quizás vaya a ver, ya veremos."
Camila apenas dijo: "Por cierto profesora el director te quiere ver en su oficina."
Teresa reacciono parándose de la silla, respondió: "Maldición, porque me está haciendo perder tiempo."
"Perra, parece que estuviera en celo todo el tiempo."
Teresa no respondió, y salió apurada a la oficina del director. Cuando llego al pasillo frente a la oficina del director Teresa vio que apenas había dos personas sentadas esperando fuera para ser atendidas por la administración pero no había nadie en espera para la dirección, también vio que Sofía no estaba, miro su reloj y supo que aun tenía una hora antes del siguiente periodo, Teresa se acerco al mostrador donde debería estar Sofía y miro extrañada, entonces dirigió la mirada a la puerta de madera grande de la oficina y estaba completamente cerrada, sin embargo Teresa apretó el botón del intercomunicador que se comunica con el director y dijo: "Soy Teresa."
Espero unos segundos y cuando se disponía a regresar al salón escucho la puerta abrirse apenas un par de centímetros, nadie salió, ella vaciló pero fue a la puerta y con temor abrió asomando la cabeza adentro y vio un espectáculo que la heló; el director estaba desnudo de la cintura para abajo mientras Sofía completamente desnuda apoyaba sus dos manos sobre el borde del sofá mientras le daba la espalda al director con el culo al aire completamente abierta. Entonces escucho la voz autoritaria: "¡Te vas a quedar allí parada y cierra la puerta!"
Teresa paso y fue cuando vio que Sofía tenía clavado en su culo un falo de goma grueso como un salchichón mientras el director lo empujaba penetrándolo más, el hombre continuo: "Ya sabe que hacer puta, venga y atiende mi guevo." Teresa rápidamente se desnudo tirando la ropa al piso y se arrodillo apoyando la cabeza en la nalga marrón de la mujer que apenas gemía de placer y con la mano derecha tomo el palo arrugado gordo que colgaba de las piernas grasientas y manoseo bombeando para recobrara vida y luego metió la cabeza entre las piernas chupando ávidamente, después de varios minutos ya Teresa se había abandonado y chupaba con furia poniendo el trozo de carne completamente tieso como un tronco, de repente sintió una mano que la empujo por la cabeza soltando lo que tenía entre los labios y escucho: "Ahora metete entre las piernas de esta puta y chupa su coño." Teresa miro y fue dentro de las piernas de Sofía sentándose completamente en el piso mientras apoyo la espalda contra la pared del sofá, entonces con las dos manos hurgó en los muslo dentro de la entrepierna para tener acceso a un coño hinchado con labias externas morenas completamente calvo y mojado, Teresa se esforzó y metió su cara hasta que los labios hicieron contacto con la vulva caliente y chupo haciendo chillar a Sofía mientras se abría más para darle un mejor acceso aquella boca hambrienta, el director saco la pieza de caucho que era una copia de un guevo de burro con la cabeza floreada y tirándoselo a Teresa dijo: "Usted sabe qué hacer con esto." Teresa sin despegar la boca mientras chupaba las labias estiro la mano izquierda buscando a tientas en el piso agarro la masa de goma que pesaba cerca de un kilogramo, cuando lo tenía ella soltó los labios y entonces con esfuerzo se puso en cuclillas y posiciono el palo en el piso y se lo metió en su coño casi completamente acompañado de un gemido, entonces regreso a chupar del coño de Sofía mientras el director ya la había clavado en su culo con su vara de carne, Teresa chupo mientras jugaba con las bolas del hombre, el director sacó el palo y se lo metió en la boca de Teresa que chupo como una niña a una chupeta para luego sacarlo y posicionarlo de nuevo en el culo de la mujer, por varios minutos se repitió hasta que el hombre vacio sus bolas en el culo de Sofía y se retiro, entonces dijo: "Ahora sal de abajo y muéstreme ese culo mientras con la lengua limpia el
culo de esta perra."
Teresa con avidez salió de debajo y se levantó y el palo de goma cayó al piso dejando su coño boquiabierto completamente, entonces dio la espalda al director abriéndose completamente ofreciéndole las dos grandes y redondas nalgas que se partieron dejando un túnel profundo, luego con las dos manos abrió las dos nalgas de Sofía que permanecía impávida dejando a la vista un túnel boquiabierto que pululaba semen, Teresa pego la boca y empezó a lamer limpiando con la lengua metiéndola dentro del hueco del culo, el director recogió del escritorio un tubo de vaselina y fue detrás de Teresa y empezó a jugar con el culo untándolo completamente para luego meter un dedo y girar, luego dos, luego tres y giraba haciendo que las paredes y anillo cedieran mientras Teresa meneaba el culo alrededor de la mano, cuando el director sintió que estaba lista recogió la masa de goma y posiciono la punta en el hueco, Teresa espero quedándose completamente quieta y de repente sintió que ese monstruo se abría espacio penetrándola, era la primera vez que algo de ese tamaño entraba en su culo y sentía que la partía pero el dolor se torno rápidamente en placer y cuando la cabeza paso el anillo anal este entro de un golpe hasta la mitad haciendo a Teresa gritar, mientras las uñas las clavaba en las nalgas de Sofía que esperaba estoicamente. Teresa regreso a limpiar con su lengua el culo de Sofía mientras el director empujaba y sacaba ese monstruo hasta que este deslizaba y salía con facilidad, unos minutos después el director dijo: "Sofía ponte debajo de esta puta y no permita que nada que salga de su coño caiga al piso."
Sofía sabía qué hacer y fue debajo de Teresa en cuclillas y posiciono su boca pegándolo en el túnel obscenamente abierto, el director aceleró la penetración y entonces en unos minutos Teresa gritó meneándose y no pudo aguantar más y un chorro de orines salió directamente a la boca de Sofía, luego de otros golpes no pudo aguantar y la golpeo un orgasmo y soltó completamente la vejiga llenando la boca de Sofía que se esforzaba por tragar para que no se derramara al piso, el director se retiro y fue por sus pantalones poniéndoselos mientras las dos mujeres se revolcaban; Sofía esforzándose por tragar tratando de mantener la boca pegada al coño mientras Teresa se meneaba en la cara de Sofía. Cuando las dos mujeres terminaron, Sofía se levanto del piso y luego de ponerse el vestido salió de la oficina, Teresa hizo lo mismo pero antes de salir escucho: "Esta haciendo muy bien Teresa, pero debería considerar traer tu falda más corta, y en tacones más altos."
Teresa miro fijamente al director que ya estaba en su puesto de mando y respondió sumisamente: "¡No puedo! Ya mi falda y botones de la blusa sueltos han causado un alboroto."
"Yo diría que las opiniones están divididas, y las que se escandalizan aun no han presentado ninguna queja y si lo hicieran de aquí no va salir porque nosotros no tenemos código para el uniforme, ni siquiera tenemos uniforme, y usted lo sabe. Solo los estudiantes tienen uniforme pero aún así no hay código del largo de la falda. ¡Además es una orden!"
"Como se atreve, no puedo."
"Vete puta."
Continuará

El grupo secreto, Parte 04 (de DagonX)
20 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Sexo virtual
Pasada la medianoche entre a su cuarto, lo hice sigilosamente tratando de hacer el menor ruido posible con mis pies, su celular se encontraba cargando en una mesita a un lado de su cama, lo desenchufe y lo tome para luego ponerlo en uno de los bolsillos de mi pantalón, me aproximaba a salir de su habitación cuando de repente mi hija recostada en su cama comenzó a moverse y a destaparse ligeramente, su cuerpo semidesnudo se mostró ante mí, este era otro aspecto que también desconocía de mi hija, al parecer ella no usaba pijamas para dormir, en su lugar utilizaba simplemente una ligera blusa y un pequeño bóxer licrado que ligeramente marcaba la línea de su vaginita, mi cuerpo se calentó nuevamente al contemplar su juvenil figura indefensa, me había aguantado todas estas semanas de profanarla pero ahora no había nada que me lo impidiera, saque mi erecto miembro y comencé a masturbarme a centímetros de su cara, de vez en cuando rozaba ligeramente mi punta con sus mejillas y labios, levante un poco su blusa liberando uno de sus pequeños pechos, contemple fascinado su ligera redondez adornado en el medio por un delicado y rosado pezón, la suave brisa de la noche hizo que el mencionado pezón rápidamente se endureciera y su blanca piel también comenzó a estremecerse al sentir el contacto del aire, mis ojos se dirigieron a su entrepierna, al ver la delgada línea que se marcaba en medio de su pelvis comencé excitarme aún más, podía sentir como el semen se iba acumulando en mi punta y yo no podía decidir donde debía tirárselo, no me dio tiempo para planear nada y rápidamente eche el primer chorro de semen en su cabello, el segundo en medio de su pecho descubierto y el ultimo en su vientre a centímetros de su vagina, gracias al cielo mi hija dormía profundamente y no sintió el tibio liquido cayendo sobre su cuerpo, al fin había cruzado la línea, levemente pero la había cruzado, ya no habría vuelta atrás la decisión que tome aquella noche para bien o para mal era la que debía seguir.
Salí de su habitación y me dirigí a la mía, saque el celular de mi bolsillo y la pantalla de bloqueo apareció ante mí, la contraseña de cinco números era la más sencilla de todas.
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Uno pensaría que los chicos de hoy en día con lo extremadamente celosos que son con su privacidad pondrían una contraseña un poco más compleja, pero mi hija ahora mismo era un claro ejemplo de como las nuevas generaciones se van volviendo cada vez más perezosas hasta para esconder sus secretos, bueno al menos este hecho ahora había resultado una ventaja para mí.
Con el celular desbloqueado lo primero que hice fue revisar sus contactos, había muchos, que digo muchos cientos, como era posible que una niña semi-adolescente tuviera tantos contactos, ni yo que era un oficinista adulto con varias relaciones con múltiples empresas tenia tantos contactos como ella.
Buscar algún nombre particular entre tantos contactos sería un verdadero dolor de cabeza, tome la libreta y busque algún nombre que coincidiera con algún contacto, no me sorprendí cuando encontré el primero, era el de mi compañero de oficina, anote su número en una hoja a parte junto con el de varios otros que también halle.
En total había quince nombres relacionados entre la libreta y el celular, ninguno de ellos era el tal DANDY, aun así al final de mi búsqueda quede realmente sorprendido al descubrir que mi hija sostuviera relaciones con quince hombres diferentes cada semana, a lo sumo yo pensé que no pasaba de los cinco pero quince era ya algo exagerado, tenía sus nombres y números ahora solo faltaba alguna foto para reconocerlos cuando los buscara, abrí la galería y me encontré con varias carpetas de imágenes de todo tipo, selfies con sus amigas, imágenes de su cantante favorito, memes, momos etc.
Nada fuera de lo normal, hasta que me topé con una última carpeta que estaba cifrada y requería de otra contraseña, anote la clave anterior y no funciono, pensé un rato t volví a poner la clave anterior solo que al revés, esta vez sí funciono, juventud de hoy en día quien lo diría, la carpeta se abrió y ahí me topé con varias imágenes explicitas de mi hija desnuda y varios otros hombres, algunos enmascarados y otros no, leía los títulos de las fotos “ fiesta de cumpleaños” “en mi primer trio” “mi amigo especial” etc.
En cada una de las imágenes mi nena salía sonriendo, tal parece que estar rodeada de hombres maduros desnudos no le era para nada incomodo, vi las fechas de las imágenes la más antigua era de hace aproximadamente dos años cerca a la fecha en que su madre había fallecido, recuerdo que esas fechas ella solía estar muy deprimida sin ánimos para nada, pero de repente luego de unos meses nuevamente su cuerpo rebosaba de optimismo y alegría, yo como idiota pensé que al fin había superado el luto y la tristeza pero resulta que se encontraba alegre porque había descubierto un nuevo mundo de placeres prohibidos para ella.
Vi la imagen detenidamente, se veía tan pequeña a comparación de ahora, sus senos aún no se desarrollaban y en su cuerpo no se podía apreciar ni una sola curva, era una niña ingenua en todos los aspectos, se encontraba sonriente mostrando sus dientes de leche y abrazando con una mano la cintura de un tipo mientras con la otra sostenía su pene, su manita se veía diminuta entre el enorme miembro del sujeto que también sonreía y abrazaba con una mano a mi pequeña niña jugueteando con sus diminutos pezones, mire detenidamente al tipo y resulto ser nuevamente mi compañero de oficina, ese malnacido hijo de perra, al ver el título de la foto confirme mis sospechas “mi padrino”, aquel infeliz la había introducido en el mundo del sexo.
Estaba rabiado a mas no poder, golpee una de las paredes de mi habitación con furia y un enorme hueco se produjo en ella, inhale profundo y calme mi ira momentáneamente aun no era momento de hacer este tipo de cosas, saque mi celular y me envíe todas aquellas imágenes para revisarlas con más detenimiento después.
Ahora debía revisar los videos, al tener que satisfacer a quince tipos distintos durante casi dos años espere que en su galería hubieran cientos de videos sexuales de cada uno de sus encuentros pero extrañamente solo encontré unos cincuenta en una carpeta igualmente cifrada e igualmente con la misma contraseña, nuevamente envíe los videos a mi celular para revisarlos con detenimiento uno a uno más después.
Era algo extraño el encontrar tan poco videos de seguro ella no los descargaba todos, así que abrí su cuenta y busque el nombre de su grupo, entre y leí con detenimiento cada uno de los mensajes que allí había, la mayor parte de ellos eran solo frases lujuriosas y fotos de sus miembros, los mensajes que les mandaba mi hija también eran de ese tono y no solo mi hija sino también las varias otras chicas que estaban agregadas en aquel chat, al final entendí que la página que había visto cuando descubrí su secreto era solo un chat obsceno con alguno que otro video que de seguro rara vez compartían para presumir.
Los verdaderos chats de negocios se encontraban en los perfiles de los quince tipos que ella frecuentaba, abrí cada uno de ellos y me encontré con lujo de detalle cada una de las citas que habían programado hasta ahora, horarios, lugares de encuentro, montos de dinero etc.
Anoté toda aquella información y seguí subiendo hasta llegar a los primeros mensajes, curiosamente descubrí que doce de los quince tipos habían recién frecuentado a mi pequeña a partir de este año, quizá fuera solo cuestión de gustos que hasta ahora recién se hayan fijado en ella, comprendí porque solo habían unos cincuenta videos guardados hasta ahora, la imagen de mi hija hambrienta de penes se fue suavizando gracias a estos datos.
Supongo que aún no era del todo tarde para sacar a mi hija de aquel mundo de prostitución, pensando en ello la batería de su celular comenzó a molestar y tuve que terminar mi investigación, nuevamente volví a su habitación y puse el celular en la misma posición en la que la encontré, eche un vistazo a mi hija dormida y vi como el semen que le había tirado se había secado en su cabello, tuve que contener mis ganas de echarme otra paja en su cara.
Volví a mi habitación y revise la hora, las 5:15 AM ya iba a amanecer, me desplome sobre mi cama, tome mi celular y para pasar el rato busque el último video enviado, el video que se había realizado hace no más de 10 horas, lo encontré, mire su duración 34 minutos, dude un poco.
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– “REPRODUCIR”
– “SI” “NO”
– …………………………………………………..
– “SI”
Continuará

La pijamada (de Janus)
18 de enero de 2025 en Jovencitas, Incesto, Jovencitos, LGBTQ+, Sexo en grupo, Relatos SDPA
—¡Apuesto a que no puedes hacer esto!— Melissa se balanceó sobre la alfombra de la sala de estar e hizo una parada de manos. Jack, su primo, la observó mientras levantaba con cuidado sus piernas temblorosas en el aire.
—Yo también puedo —la contradijo Jack—. Mira. —Intentó hacer el pino, pero se cayó antes de poder estirar las piernas en el aire.
Melissa se rió. Siempre le habían encantado las noches de los sábados, pero ésta era particularmente especial porque iba a pasar la noche en casa de su primo Jack. Conocía a Jack desde que tenía memoria. Como tenían la misma edad y vivían a tan solo dos ciudades de distancia, los dos niños prácticamente habían crecido juntos.
Jack renunció a la postura sobre la cabeza. —Bueno, ¡apuesto a que no puedes hacer esto!—. Se subió al sofá y saltó sobre la mesa de café hacia un sillón.
—¡Sí, puedo! —Melissa siguió su ejemplo, pero la distancia entre el sofá y el sillón era engañosamente grande. No llegó al sillón y aterrizó sobre una pila de almohadas. Jack se rió de ella. —¡Déjame intentarlo otra vez! —insistió Melissa.
—Eh, vosotros dos —el tío Thomas asomó la cabeza por la sala de estar y observó a los dos niños saltar sobre los muebles—. Mmm, eso explica por qué el sofá se hunde tanto en el medio... —murmuró para sí mismo—. Eh, ya son las nueve —informó a los niños—. ¿Nos saltamos la hora del baño esta noche?
—¡No! —protestó Jack—. ¡Quiero mostrarle a Melissa las Súper Burbujas!
El tío Thomas enarcó una ceja. —¿No se están haciendo un poco viejos para bañarse juntos?
Melissa y Jack se miraron. —¿Qué importancia tiene eso?—, preguntó Jack desconcertado.
—Bueno, ya tienen siete años y... —Al ver sus rostros inexpresivos, se dio por vencido—. Está bien, no importa. Está bien, si vas a bañarte, será mejor que lo hagas ahora, antes de que sea demasiado tarde.
Los niños corrieron escaleras arriba para ir al baño. Sin el menor reparo, los dos niños se quitaron la ropa. Llevaban mucho tiempo bañándose juntos, así que verse desnudos no era gran cosa. En realidad, sus cuerpos no eran tan diferentes entre sí. Melissa tenía el pelo castaño y rizado que le llegaba hasta los hombros, mientras que Jack lo tenía corto y rubio. Había una diferencia anatómica evidente entre sus piernas, pero por lo demás ambos tenían la misma complexión delgada y la misma estructura ósea.
Jack abrió el grifo. —Mamá me compró este nuevo baño de burbujas y es genial. Hace como un millón de burbujas.
Melissa comenzó a estirarse mientras esperaban que se llenara la bañera. —Jack, apuesto a que no puedes hacer esto—. Parada sobre un pie, estiró la pierna hacia atrás hasta que la planta del pie casi tocó su cabeza.
Jack lo intentó, pero sólo pudo poner el pie a la altura de la cintura. —¿Dónde aprendiste eso?—, preguntó decepcionado.
—Clase de ballet—, respondió Melissa.
—Bueno, no hago ballet así que no es justo.
El baño estaba listo, así que se metieron en el agua tibia y jabonosa y continuaron con su divertida pelea. Compitieron para ver quién podía aguantar la respiración más tiempo bajo el agua. Jack ganó, así que se sintió un poco mejor por no poder estirarse tan bien como Melissa.
Las Súper Burbujas hicieron honor a su nombre, ya que una gruesa capa de burbujas comenzó a formarse en la superficie del agua. Los dos niños se divirtieron mucho jugando con la espuma. —¡Mírenme!—, exclamó Jack. Se había hecho una barba de burbujas que le colgaba de la barbilla. Melissa se rió.
—Espera, ¿qué tal esto?—, recogió rápidamente algunas burbujas y se hizo un bikini que le cubría el pecho plano y la zona entre las piernas. —¡Soy modelo!—.
—Toma —dijo Jack, poniéndole burbujas en la cabeza—. Te peinaré.
—¡Cuidado! —gritó Melissa—. Que no me entre en los ojos, porque me escocerá.
Jack rebuscó en el contenedor de juguetes para la bañera y le entregó un par de gafas de buceo. —Puedes ponértelas para protegerte los ojos.
Melissa se ajustó las gafas hasta que la banda elástica se mantuvo firme contra su cabeza. Entonces Jack comenzó a echarle burbujas de nuevo. Cuando terminó, las burbujas eran tan espesas en la cabeza de Melissa que estaba irreconocible.
—¡Genial!— gritó Jack.
—¡Quiero ver!— Melissa se puso de puntillas en el agua jabonosa para mirarse reflejada en el espejo del baño. Estaba asombrada. Era como si su cabeza estuviera hecha completamente de burbujas.
—Es tu turno —le dijo a Jack—. ¿Tienes otro par de gafas? Él asintió y rebuscó en el contenedor de juguetes. Triunfalmente, sacó un par idéntico y se las puso. Melissa se puso a trabajar, juntando cuidadosamente burbujas en sus manos ahuecadas y apilándolas sobre la cabeza de Jack. Cuando terminó, ambos se miraron en el espejo.
—¡Genial!— dijo Jack. Ambos niños eran ahora cabezas huecas. Se rió y saludó con la mano a su reflejo.
Melissa se miró en el espejo. —Mírate—, dijo. —Si usamos nuestras manos para cubrirnos entre las piernas de esta manera, ni siquiera podríamos distinguirnos—. Era cierto. Con las manos ahuecadas sobre sus entrepiernas, ambos niños parecían iguales: hombros flacuchos, pechos planos y muslos delgados.
—Lo sé —dijo Jack, inspirado. Ahuecó algunas burbujas y comenzó a cubrirse entre las piernas. Melissa, que comprendió lo que estaba haciendo, hizo lo mismo. Se miraron al espejo de nuevo y se rieron. Ahora eran cabezas de burbuja con ropa interior de burbujas.
—¡Papá! —gritó Jack—. ¡Ven a ver esto!
—¿Qué cosa? —gritó su padre desde la sala de estar.
—¡Ven a verme a mí y a Melissa! —gritó Jack—. ¡Apuesto a que no sabes quién es quién!
Ambos intentaron contener la risa cuando Thomas entró al baño. —¡Bueno! —dijo—. ¿Alguien ha visto a mi hijo Jack? ¿O a mi sobrina Melissa? Las risitas de los niños estallaron entre sus dientes apretados. —¡Ah, ya entiendo! Thomas asintió. —Una de ustedes es Melissa y el otro es Jack. Mmm, ¿cuál es cuál?
Se acarició la barbilla pensativamente. Los niños se quedaron quietos mientras él se arrodillaba para examinarlos. Incluso les echó un vistazo de cerca entre las piernas, pero fue inútil. En lugar de eso, Thomas respiró profundamente y sopló el espeso montículo de burbujas que había entre las piernas del primer niño con cabeza de burbuja.
Melissa se rió mientras sentía su aliento fresco sobre su piel. Su aliento alejó las burbujas hasta que estuvo cara a cara con su raja sin vello. —¡Ajá!—, dijo Thomas. —¡Partes de niña! Eso debe significar...— Usó su mano para quitar la espuma de la otra cabeza de burbuja, revelando el pene de bebé de Jack. —¡Bingo!—
Los niños se rieron. Melissa observó cómo su tío limpiaba con cuidado las burbujas que había entre las piernas de Jack antes de pellizcarle el pene entre los dedos. Jack se rió aún más fuerte.
—¿Quieres bañarte con nosotros también, papi? —preguntó.
—No, gracias, amigo —respondió Thomas—. ¿Por qué no terminas y jugamos un rato a la Switch antes de irnos a dormir? Llenó un balde con agua de la bañera y lo vertió sobre ambos, provocando más gritos. Luego salió del baño.
—¿Sueles bañarte con tu papá?—, preguntó Melissa mientras comenzaban a enjuagarse la espuma.
—A veces —asintió Jack—. ¿No te bañas con tu papá?
—No—, respondió Melissa.
—¿Por qué no?
—No lo sé —se encogió de hombros—. Supongo que nunca le pregunté.
—Me gusta bañarme con papá—, le dijo Jack. —A veces nos gusta...— Se quedó en silencio y miró hacia otro lado rápidamente.
—¿Qué? —preguntó Melissa.
—Nada —respondió Jack—. Lo olvidé.
—Oh —continuó enjuagándose—. Tu polla está dura —observó.
—Lo sé—, respondió Jack.
—¿Por qué está así?
—No lo sé—, dijo Jack sin mucha convicción.
—Antes no hacía eso—, comentó.
—Lo sé. —Cambiando de tema, preguntó—: ¿A tu padre nunca se le pone así?
—No lo sé, nunca lo he visto —le dijo Melissa.
—¿Enserio?
—No nos bañamos juntos, ¿recuerdas? —le recordó.
—Bueno, nunca has... —Jack se quedó en silencio otra vez.
—¿Qué?
—Nada —dijo. Jack se agachó y quitó el tapón del desagüe. Con un fuerte gorgoteo, el agua empezó a salir en remolinos. Los dos niños de siete años salieron de la bañera y empezaron a secarse con la toalla. Melissa se dio cuenta de que a su primo todavía le sobresalía la polla, pero no dijo nada. Se dio cuenta de que él no quería hablar de ello.
Una vez que se pusieron los pijamas, los niños bajaron a jugar a los videojuegos. La habitación estaba especialmente cálida gracias a la chimenea. Después de unas cuantas partidas de Mario Party, Jack empezó a desabrocharse la parte superior del pijama.
—Jack, ¿qué estás haciendo? —le preguntó su padre.
—Me voy a quitar el pijama —respondió Jack—. Hace demasiado calor aquí.
—Jack... —su padre alzó una ceja—. ¿Tal vez no esta noche? Después de todo, tenemos invitados.
—A Melissa no le importa —dijo Jack. La miró—. ¿Verdad?
—No —dijo ella encogiéndose de hombros—. Supongo que está bien.
—¿Tampoco tienes que ponerte el pijama? —le dijo Jack—. Cuando jugamos a la Switch, papá y yo normalmente...
Thomas lo interrumpió y se aclaró la garganta ruidosamente. Melissa se sorprendió al ver que su tío miraba fijamente a Jack, que ahora se sonrojaba un poco. —Nada—, dijo Jack. Se quitó los pantalones.
Melissa frunció el ceño, un poco desconcertada por esta conversación secreta entre padre e hijo. En cualquier caso, Jack tenía razón. La chimenea encendida estaba haciendo que la habitación fuera casi incómodamente calurosa, así que ella también se quitó el pijama. Ambos niños estaban ahora desnudos mientras jugaban y hacia gestos con los mandos de la Switch. Al echar un vistazo, Melissa se dio cuenta de que la polla de Jack volvía a tener un aspecto normal y no sobresalía como antes.
Después de unas cuantas partidas, ambos niños se cansaron, así que Jack apagó la Switch.
—Muy bien, ustedes dos —dijo Thomas—. ¿Ya es hora de dormir?
—¡No estoy cansado!— declaró Jack.
—Bueno, ¿qué les gustaría hacer? —le preguntó su padre.
—Ummm —pensó Jack por un momento. Subiéndose al sillón de su padre, el niño le susurró algo al oído. Melissa no podía oír lo que decían, pero vio que el tío Thomas sacudía la cabeza en señal de reproche hacia Jack. Sin inmutarse, el niño le susurró algo al oído otra vez. Finalmente, Thomas suspiró.
—Melissa —dijo—, necesito hablar contigo de algo—. Por un momento, la niña de siete años se preguntó si estaba en problemas. Su tío continuó: —Te conozco desde hace mucho tiempo, desde que eras un bebé. Sé que eres una niña inteligente. Una niña en la que puedo confiar. ¿No es así?
Melissa asintió.
—Por eso quiero confiar en ti ahora —su tío miró a Jack, que estaba sentado en el borde de su sillón—. Jack y yo... tenemos un secreto. Es el secreto más especial del mundo. Sólo nosotros dos lo sabemos, pero como eres su prima favorita, Jack quiere que tú también lo sepas.
Hizo una pausa para que la idea le resultara más fácil. Melissa había estado escuchando atentamente y ahora notó la atención que su tío le prestaba. —Si te contamos nuestro secreto, ¿lo guardarás, Melissa? —le preguntó—. Será nuestro secreto especial. Sólo nosotros tres lo sabremos y tú nunca podrás contárselo a nadie. Jack ha guardado este secreto a salvo. ¿Puedes prometerme que tú también lo guardarás a salvo?
Melissa asintió solemnemente. Se sentía feliz de que su tío confiara en ella lo suficiente como para confesárselo. —Lo prometo—, juró. Jack aplaudió y saltó arriba y abajo.
—Está bien —le sonrió Thomas—. Nuestro secreto, Melissa, es que a Jack y a mí nos gusta jugar juntos a juegos especiales.
—¿Juegos especiales?— preguntó Melissa desconcertada.
—Juegos especiales para adultos —aclaró Thomas—. Ahora entiendo que no quieras saber más sobre nuestro secreto. ¿Estás segura de que quieres aprender más sobre juegos para adultos?
—Supongo que sí—, dijo Melissa.
—¿Y puedes mantenerlo en secreto? —le preguntó su tío—. Porque eso es lo más importante de todo. ¿Puedes mantener en secreto nuestros juegos especiales para adultos?
—Sí—, prometió de nuevo.
—Bien —dijo Thomas—. Sólo quiero decirte que algunas de las cosas que hacemos te parecerán extrañas y confusas. Pero sólo quiero que sepas que te amo y me preocupo por ti y que nunca haría nada que pudiera hacerte daño. ¿De acuerdo?
—Está bien—, dijo Melissa.
—¿Podemos empezar ya?—, preguntó Jack con impaciencia. Saltaba de alegría.
—Está bien, está bien —convino su padre riéndose—. ¿Qué quieres hacer primero?
—Deberías quitarte los pantalones— le dijo Jack.
Melissa observó cómo su tío se levantaba y se desabrochaba los pantalones vaqueros. Se sentía extraña al verlo desvestirse. Nunca había visto a un adulto desnudo hasta ahora. Su tío era un hombre corpulento, entre musculoso y voluminoso. La niña no pudo evitar mirar su entrepierna peluda. Estaba acostumbrada a ver la niñez suave y rosada de Jack.
—Mira—, dijo Jack. —Sé cómo poner duro a papá—. Diciendo eso, tomó el pene de su padre con ambas manos y comenzó a frotarlo de arriba a abajo. Melissa observó con gran interés cómo Jack cumplía su promesa. El pene de su tío había estado colgando flácido al principio, pero ahora estaba creciendo ante sus propios ojos. Pronto se puso derecho y rígido, como un tubo de plomo que sobresalía de su abdomen.
—¿Cómo hiciste eso?— preguntó Melissa.
—Papá me enseñó a hacerlo —respondió Jack con aire satisfecho—. Sólo hay que saber tocarlo de la manera correcta.
—El tuyo también sobresale ahora—, señaló Melissa.
Jack bajó la mirada y se encogió de hombros. —A veces se pone duro sin tocarlo.
Desconcertada, la joven miró entre las piernas de Jack y luego entre las piernas de su tío. El pene de Jack era rosado e inocente, mientras que el de su tío era oscuro y… de aspecto casi enfadado. El pelo áspero que rodeaba su erección le daba el aire de un animal salvaje. Además, la gran diferencia de tamaño hacía que el pene de su tío pareciera casi un arma amenazante. Si Jack era del tamaño de su meñique, entonces seguramente su tío era del tamaño de su antebrazo.
—Papá, quiero mostrarle a Melissa lo que puedo hacer —suplicó Jack—. ¿Podemos mostrarle lo que hice la semana pasada?
—Está bien —consintió su padre—. ¿Por qué no te recuestas y te preparo?
Jack se tumbó boca arriba con entusiasmo y, demostrando la flexibilidad sobrenatural de la juventud, abrió las piernas como si estuviera haciendo un split en el aire.
—Apuesto a que no puedes hacerlo—, le dijo a Melissa.
Ella sacudió la cabeza. —¡Yo también puedo!
—Bueno —dijo Jack—, apuesto a que no podrás hacer lo que estoy a punto de hacer. El chico abrió las piernas de par en par mientras su padre se arrodillaba ante él. Melissa se sintió un poco extraña al ver a su primo tan descaradamente desnudo ante ella. Bañarse con él era una cosa, pero esto era otra muy distinta. Podía ver claramente su pequeña polla rosada y la extraña bola de piel. Además, en esta posición de águila extendida, también podía ver su trasero marrón que brillaba entre su delgado trasero.
Observó cómo su tío destapaba una botella que contenía un líquido transparente y lo esparcía sobre sus dedos. Luego, asombrada, observó cómo comenzaba a esparcir el líquido sobre el agujero fruncido de Jack, incluso metiendo un dedo dentro. —¿Qué vas a hacer?—, preguntó finalmente.
—Papá va a meter su polla dentro de mí —le dijo Jack con orgullo.
—¿Qué? —dijo Melissa, sorprendida. Su tío ahora estaba frotando el líquido sobre su miembro. Ella comparó su gran erección con el pequeño ano de Jack. —Pe-pero... ¿en serio? —tartamudeó la niña de siete años con asombro—. ¿De verdad va a caber? ¿Por qué querrías hacer eso de todos modos?
—Es parte de los juegos de adultos—, le dijo su tío. —Dije que podrías encontrar algunas cosas extrañas y confusas, ¿no?
—Sí —concedió Melissa, dubitativa—. ¡Pero tu pene es tan grande!— No podía imaginar por qué alguien querría hacer algo así.
—Entrará—, dijo Jack con seguridad, respondiendo a su otra pregunta. —Papá y yo tuvimos que practicar durante mucho tiempo, pero la semana pasada logramos que entrara bien por primera vez.
—Así es —respondió Thomas, mientras se acariciaba la polla con la mano y ésta brillaba.
—¿Qué es eso que tienes en la polla?—, señaló Melissa.
—¿Te refieres a mi pene?— aclaró su tío.
—¿Qué es eso que tienes en el pene?— se corrigió.
—Es lubricante —dijo—. Va a hacer que mi pene quede agradable y resbaladizo para que pueda ponérselo en el trasero a Jack. —Le tendió un dedo—. Toma. Cierra el puño alrededor de mi dedo. ¿Puedes sentir lo resbaladizo que está?
La niña inocentemente masturbó el dedo de su tío. —Sí—, respondió.
—Imagina que tu puño es el trasero de Jack y mi dedo es mi pene —le dijo—. El lubricante hace que sea más fácil deslizarlo dentro de Jack. ¿Entiendes? Melissa asintió. Se colocó en la puerta trasera de su hijo. —¿Estás listo, Jack?
—Listo.
Fascinada, Melissa observó a su tío frotar la punta roja oscura de su pene contra la pequeña abertura marrón de Jack. Su roseta desapareció detrás de la firme presión del eje de su tío. Por un momento, Melissa no pensó que nada iba a pasar hasta que las delgadas mejillas de Jack parecieron abrirse aún más.
—Ahhh —jadeó su primo. Lo miró sorprendida. Su rostro era una máscara de concentración y esfuerzo.
—¿Estás bien, Jack?— preguntó preocupada.
—Estoy bien —suspiró Jack.
—¿Te duele?— Melissa se mordió el labio.
—N-no... —mintió Jack—. Está bien... Papá... ¡ahhh!
Su padre se había retirado un poco. Melissa podía ver ahora cómo el estrecho agujero marrón de Jack se cerraba alrededor de la cabeza gorda de su padre. Empujó suavemente. Un poco más de él desapareció.
—Eso es más o menos lo que pudimos meter la última vez, Jackie —dijo su tío—. ¿Crees que puedo meter un poco más?
—E-está bien—, asintió el niño.
Fue recompensado con otro jadeo. Melissa no pudo evitar mirar con asombro cómo su primo se dejaba empalar. La cabeza le daba vueltas mientras intentaba comprender lo que estaba sucediendo. Ni en un millón de años habría imaginado que un hombre podía hacer desaparecer su pene en el trasero de alguien. Pero era cierto. Poco a poco, la dura herramienta de su tío fue desapareciendo a medida que penetraba en el niño de siete años.
Finalmente, su tío volvió a hablar: —Buen chico, Jackie. Ya va más o menos la mitad. ¿Cómo te sientes?
—R-realmente grande...— admitió Jack.
—¿No duele?
—Ya no—, respondió Jack. Corrigiéndose, Jack dijo rápidamente: —No me duele nada.
—Buen chico —dijo su tío. Melissa notó que la polla de su primo estaba sobresaliendo de nuevo. Su tío también debió notarlo porque se agachó y comenzó a acariciar el pequeño pene de Jack. Comenzó a mecer sus caderas suavemente. —Se siente bien, ¿no es así, Jackie?
—Sí, así es —respondió Jack. Y estaba diciendo la verdad. Al principio, Melissa pudo percibir fácilmente la evidente incomodidad de su primo mientras lo penetraban. Pero ahora podía ver una expresión tranquila y extrañamente satisfecha en el rostro de Jack. El tío Thomas también estaba haciendo la misma mueca mientras pellizcaba y acariciaba el pene rosado de Jack.
Jack la miró. —Ves—, dijo con aire de suficiencia. —Apuesto a que no puedes hacer esto.
Esta vez, Melissa tuvo que permanecer en silencio. Se quedó boquiabierta al ver la erección sustancial parcialmente enterrada en el trasero de Jack, pero no estaba segura de querer tenerla dentro de ella. La niña de siete años estaba segura de que la partiría en dos. Pero a pesar de sus dudas, Melissa también sintió algo más en lo más profundo de su ser. Sentía un hormigueo por todas partes, como si tuviera una picazón pero no supiera cómo rascarse. La extraña sensación parecía estar centrada justo entre sus piernas, donde notaba una extraña humedad...
Su tío la sorprendió mirándola. —Bueno, ¿qué te parece, Melissa? ¿Quieres intentarlo?
—Oh, eh, no lo sé —dudó Melissa, palideciendo ante la idea.
Él le alborotó el pelo. —Sólo estaba bromeando—, sonrió. —A Jack y a mí nos llevó mucho tiempo llegar hasta aquí. Sé que podrías hacerlo algún día si quisieras, pero no hoy—. Ella sonrió débilmente ante su broma.
—Pero sabes —continuó—, apuesto a que Jack no es demasiado grande para ti.
—¿En serio?— Melissa levantó las orejas al oír esto. En verdad, se había sentido un poco excluida de los acontecimientos. Ciertamente no quería la gran polla del tío Thomas en su trasero, pero no podía evitar sentirse superada por Jack.
—Por supuesto —respondió su tío—. El cuerpo de un adulto y el de un niño necesitan tiempo para acostumbrarse el uno al otro. Pero el cuerpo de un niño y el de una niña deberían encajar perfectamente, sobre todo cuando tienen la misma edad, como vosotros dos.
—¡Quiero probarlo! —declaró Jack. Melissa también asintió. Su tío se rió y se apartó del trasero apretado de Jack, provocando apenas un gruñido de la niña de siete años. Entonces, el tío Thomas la tomó de la muñeca y le indicó que se tumbara en el suelo de la sala de estar.
—Jack —le dijo a su hijo—, ¿por qué no coges la botella de lubricante y te preparas? El niño de siete años asintió y obedeció, chorreando generosamente su pene en miniatura.
Mientras tanto, el tío Thomas se sentó en el suelo junto a Melissa. Apoyó la espalda en el sofá, abrió las piernas y luego acercó a Melissa, dejándola apoyar la cabeza contra su muslo. La joven se sentía un poco rara acostada en una posición tan íntima con su tío. Sin embargo, él era su tío y era un adulto. Seguramente él sabía más que ella. Aun así, Melissa se congeló cuando sintió que su dura erección palpitaba detrás de su cuello. Moviéndose de nuevo, él se movió para dejar que su miembro saltara libre de modo que ahora estuviera contra el costado de su cabeza. Sobresalía rígidamente de su cabello castaño rizado, rozando su sien, su punta roja oscura apenas visible en su visión periférica.
—Abre las piernas así —le ordenó. Tomó un tobillo con cada mano y comenzó a empujar sus piernas hacia atrás hasta que los dedos de sus pies tocaron sus hombros. Aunque ya había estado desnuda frente a su tío y su primo, Melissa se sentía muy expuesta ahora. Su cuerpo estaba tan cerca de ser doblado que podía ver claramente su propia raja sin vello y la región inferior rosada que se extendía debajo de ella.
Jack se arrodilló entre sus piernas. Melissa pudo ver cómo su pequeña polla sobresalía de nuevo y brillaba con lubricante. —Acércate un poco más, Jack—, le ordenó su padre. —No se la vas a poner en el trasero, se la vas a poner aquí.
—¿Qué es eso?— preguntó Jack.
—Es su vagina—, dijo su padre. —Ahí es donde pones tu pene. Tú no tienes vagina, así que tengo que poner mi pene en tu trasero.
Esta respuesta pareció satisfacer a Jack. Colocó su pene de bebé en la entrada rosada de Melissa de modo que su protuberancia descansara contra sus labios inmaduros. Ella podía sentir el calor de él contra su piel sin vello. Jack miró nuevamente a su padre en busca de orientación. —Apunta más alto—, le indicó. —Querrás tomar un ángulo más alto... así es. Ahora empuja suavemente...
Melissa sintió una ligera presión entre sus piernas. Y entonces, antes de que se diera cuenta, el pequeño pene de Jack se deslizó dentro de ella. —E-está dentro de mí, ¿verdad?—, dijo Melissa, sorprendida. No le dolió, pero sí se sintió extraño. Nunca antes habría imaginado que un chico pudiera deslizar su pene dentro de ella.
—Sí, está dentro de ti —le dijo su tío—. ¿Cómo te sientes?
—No... no lo sé —respondió Melissa. No podía describir exactamente lo que sentía. Se sentía agradable y cálido en su interior. En el fondo, sabía que quería algo, pero no sabía qué. Sus ojos se encontraron con los de Jack. Podía sentir que se formaba un extraño vínculo entre ellos.
—¿Y a ti, Jackie? —le preguntó su padre—. ¿Te gusta?
Jack sonrió y asintió. —Es muy suave y esponjoso.
—¿Por qué no pruebas a entrar y salir? —sugirió su padre—. Saca un poco, no demasiado... No, eso es demasiado. Vuelve a meterlo... Está bien, saca solo un poco esta vez... Bien, ahora vuelve a meterlo. Sigue así.
Con la ayuda de su padre, Jack empezó a entrar y salir de Melissa. Ninguno de los dos comprendía realmente las consecuencias de lo que habían hecho, de lo que estaban haciendo. Melissa suspiró para sus adentros mientras su prima se retiraba y se hundía repetidamente. Se sentía muy bien. El movimiento constante de balanceo de Jack era tranquilizador pero emocionante al mismo tiempo. Los dos niños de siete años volvieron a establecer contacto visual y cada uno comprendió al instante la expresión agradable en el rostro del otro.
Melissa se sintió muy satisfecha. Se imaginó que hubiera sido bueno seguir haciendo esto por siempre. Pero inesperadamente vio que la expresión de Jack cambió. De repente comenzó a temblar y a convulsionar.
—¡Papá! —gritó Jack sorprendido—. Se siente... Las siguientes palabras del niño se interrumpieron cuando un escalofrío enorme recorrió su cuerpo de la cabeza a los pies. Melissa no entendía lo que estaba sucediendo, así que se limitó a observar a Jack temblar. Tenía los ojos cerrados con fuerza mientras sus manos se aferraban a la nada. Sin embargo, durante todo ese tiempo, nunca dejó de moverse dentro de Melissa.
Finalmente se detuvo. El niño de siete años se apartó de la niña con un leve "plop" y se sentó sobre sus talones. Decepcionada, Melissa deseó que se hubiera quedado. —¡Papá!—, dijo acusadoramente. —¡No me dijiste que se sentiría tan bien!
—¿Te ha gustado? —preguntó su padre con suavidad.
Jack asintió.
—¿En serio? —preguntó Melissa—. Pero estabas temblando y todo eso. No parecía que te sintieras bien.
—Lo hizo —insistió Jack—. Fue...
—Melissa —interrumpió su tío—, ¿quieres que te haga sentir bien también? Ella asintió. A la niña no le gustaba que su prima supiera tantas cosas que ella no sabía. Melissa estaba acostumbrada a ser buena en todo.
—Relájate —le instó su tío—. Mantén las piernas abiertas... —soltó un tobillo y movió la mano entre sus piernas. La niña de siete años sintió una extraña oleada de... algo... mientras él comenzaba a acariciarla.
Durante varios minutos de felicidad, permaneció inmóvil mientras su tío la tocaba. La picazón suplicante para la que no tenía nombre solo se hizo más fuerte. La picazón se había desvanecido cuando Jack se apartó de ella, pero ahora su tío la estaba despertando, alimentando las chispas de la vida. La niña se enroscaba y desenroscaba bajo sus dedos, y su toque, paradójicamente, aliviaba la picazón y la empeoraba.
—Jack, ven aquí —dijo su tío en voz baja. Melissa observó con los ojos muy abiertos cómo su tío abría la boca y engullía el diminuto pene de su primo. Su boca permaneció pegada a la entrepierna de Jack durante un largo rato antes de apartarse. La niña se sorprendió por el resultado. El pene de Jack había estado blando y colgando antes de entrar en la boca de su padre, pero ahora estaba sobresaliendo de nuevo.
Su tío hizo un gesto con la cabeza. —Ve y mételo de nuevo en tu prima—, dijo. Ansiosa, Melissa abrió las piernas con anticipación. Obedientemente, Jack volvió a su posición anterior y se acomodó. Con una embestida, entró en la niña de siete años.
Melissa estaba en el paraíso. Entre el balanceo de Jack dentro de ella y el toque atento de su tío, se sentía casi delirante de placer. Se sentía tan cálido... tan agradable...
—¡Ahhh! —exclamó Melissa de repente. Sintió como si un rayo de luz brillante la atravesara. Su cabeza se nubló mientras un enjambre de sensaciones deliciosas asaltaba sus sentidos. Incapaz de controlarse, Melissa comenzó a temblar. ¡Temblando! Finalmente comprendió lo que Jack había sentido antes. Triunfal, la pequeña niña cabalgó sobre las olas de su primer orgasmo, sintiendo como si su propio ser fuera lanzado al cielo. Se sentía como nada que hubiera experimentado antes.
Poco a poco, fue bajando de su punto máximo. Poco a poco, Melissa volvió a tomar conciencia de lo que la rodeaba. Podía sentir la alfombra que le picaba contra la espalda. La polla dura de su tío se sentía caliente contra su oreja mientras le frotaba la sien. Y todavía podía sentir a Jack, pequeño y duro, dentro de su cuerpo.
—¿Te ha parecido bien, cariño?—, la miró su tío.
Un último escalofrío le recorrió la columna. —¡Oh, sí! —le dijo Melissa—. Fue una sensación tan agradable... ¿Qué fue?
—Esa es la agradable sensación que se obtiene cuando se juegan juegos para adultos—, le dijo. —Así que ya ves por qué a los adultos les gusta jugar, ¿no?
—¡Pero a mí también me gusta jugarlo!—, interrumpió Jack.
Su padre se rió: —Sí, es agradable, así que a los niños también les gusta jugar.
—Quiero mostrarle a Melissa cómo puedo hacerte sentir bien—, anunció Jack.
El padre de Jack, que no tenía muchas ganas de disuadirlo, se levantó y se sentó en el sillón. Jack se arrodilló ante él. —Le gusta cuando lo chupo, así—, le demostró Jack a su primo. —O a veces muevo mi mano sobre él así.
—Oh —dijo Melissa. No le gustaba mucho que Jack desempeñara el papel de profesor, pero no tenía más opción que aceptar ser el alumno—. ¿Y luego sigues haciendo eso?
—Sí —confirmó Jack—. Sigo haciéndolo hasta que papá libera su crema
—¿Qué?—, preguntó Melissa. Ahora sí que estaba confundida. —¿Crema?
—Sólo mira —le dijo Jack.
No pasó mucho tiempo. Unos minutos después, Melissa escuchó a su tío suspirar. —Prepárate, Jackie—, murmuró. —Prepárate... ¡Oh!—. Melissa, asombrada, observó cómo Jack abría la boca. Su mano continuó moviéndose a lo largo del miembro de su tío y, efectivamente, varios chorros de líquido de aspecto cremoso comenzaron a brotar de su pene. Algunos se dispararon directamente a la boca abierta de Jack, pero algunos chorros sueltos aterrizaron en su barbilla y pecho. Melissa estaba cautivada. Su tío se estremecía al igual que ella y Jack lo habían hecho antes, excepto que también estaba gimiendo en voz alta.
Jack se volvió hacia ella con orgullo. —¿Ves?— Melissa no sabía cómo responder, pero tenía que admitir que estaba impresionada. Un pequeño hilo de líquido todavía se filtraba del pene de su tío, pero Jack puso su boca en el extremo de la erección que se desvanecía y la lamió hasta dejarla limpia.
—¿Es realmente crema? —preguntó Melissa, sintiendo la curiosidad apoderándose de ella.
Jack usó su dedo para limpiarse un poco del líquido que había caído sobre su pecho. —Toma—, dijo. —¿Quieres probar un poco?
Melissa lamió con cautela la gota de líquido blanco que Jack tenía en el dedo extendido. —No sabe a crema—, señaló.
—Lo sé—, respondió Jack. —De todas formas, nos gusta llamarlo crema.
La niña lo hizo girar un poco en su boca antes de tragarlo. —Bueno, apuesto a que yo también podría hacerlo salir—, le dijo Melissa.
—Dejemos de pelearnos, ¿eh, niños? —anunció el padre de Jack. Quería que su voz sonara firme y autoritaria, pero estaba completamente agotado. Sin embargo, por mucho que lo intentó, no pudo evitar que se le escapara una sonrisa tonta mientras dejaba caer la cabeza hacia atrás en el sillón. Se sentía como si hubiera ganado la lotería. —Creo que tendremos mucho tiempo para decidir quién puede hacer qué —les dijo a los niños.
Fin

Fresitas con leche, Parte 01 (de VoldeLord)
18 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
Es una calurosa mañana aquí en Trujillo-Perú y me despierta el sonido de la ducha; son las 6:30am, y mi esposa está tomando una ducha. Yo suspiro aliviado pues sé que a partir de hoy durante las 2 siguientes semanas, tendré mis vacaciones tan esperadas. No hay viajes a Punta Sal, ni nada de eso jeje, pero si estoy contento de no tener que levantarme tan temprano para ir a la oficina, y más aún en estos días próximos a navidad y año nuevo. Vuelvo a tratar de conciliar el sueño, y a los pocos minutos el despertador me vuelve a joder el descanso. Al momento de apagarlo, justo sale mi adorada mujer del baño, secándose el cabello, es toda una delicia ver a mi mujer, tan bella, tan blanca, alta, con curvas que enloquecerían hasta al más puritano; ella me guiña el ojo <oye no creas que te vas a quedar ahí todo el día eh, tienes a una hija que atender, jajaja> le correspondo la risa, estirándome y luego acurrucándome con la sabana encima. Soy feliz!
Hola, mi nombres es Fabian de 34 años, casado con una hermosa mujer llamada Patricia de 25 y quiero contarles acerca del día que mi vida cambió por completo, el día que mi perversión y lujuria derribaron todo limite posible de cordura y conciencia para darme paso a este mundo tan maravilloso de incesto.Esa mañana amanecí mas acalorado y excitado que de costumbre al ver a mi mujer secándose el cuerpo, y colocándose la toalla en sus cabellos, como lo hacen las mujeres, dejando al descubierto su cuerpo precioso, sus curvas contorneadas, moviéndose de aquí para alla, en la habitación, acomodando su uniforme, preparándose para ir al trabajo, echándose colonia en el cuerpo.
Mmm mi calentura es tal, que hago a un lado la sabana y le hago ver mi excitación, mi verga gorda esta a punto de salirse del bóxer, ella lo ve y sonríe <te pasas fabi, siempre andas asi> <TU ME PONES ASI MI AMOR> ella totalmente coqueta se sienta al borde de la cama para colocarse las pantimedias, tan sutil, tan delicada, tan mujer. No aguanto las ganas y me acomodo sentándome detrás de ella, con las piernas abiertas, rosandole mi verga que se escapó ya de la bragueta del bóxer, se la sobo por la espalda <ay fabi calmate, ya se me hace tarde para ir a la oficina> mmmmmmm <NO TE PUEDES IR DEJANDOME ASI> mientras la cojo de la cintura y la aprieto suave, lamo su cuello, parece que ella está cediendo, oh si, entonces poso mi mano por delante, apenas roso su vagina rica, estoy seguro que ella siente una corriente sabrosa y excitante en el cuerpo,
uhmmm, la levanto un poco, no sin antes mojar con saliva mi verga, y la voy acomodando despacito. Ella se va sentando despacito, está entrando la cabeza, <AHHH MI AMOR QUE RIC…..> de pronto se escucha la puerta que se abre intempestivamente, ambos giramos <Ashhh Tiara!!!!> <CIERRA LA PUERTA CARAJO!> le grito a mi hija, mientras trato de ocultar mi pija, y echarme en la cama, para taparme con la sabana, mi mujer rápidamente se tapa con la toalla.
Digo, no es anormal que los hijos vean desnudos a sus padres, si hasta nos bañábamos juntos, sino que fue un momento vergonzoso para ambos <mami, quiero ver tele> dice mi hija, paradita en la puerta <ya voy mi vida, espera que me cambio y voy pero anda afuera> <ya va empezar mami > <QUE YA VA TU MAMA CARAJO, ANDA AFUERA!> le grito yo, molesto por cortarme ese momento erótico con mi esposa <caracho Fabián, no le grites a la niña, y más bien levántate ya, lávate y sales a atender a tu hija, porque yo ya me voy al trabajo> carajo, de un momento rico, pasamos a un momento tenso, mi hija salió afuera, y yo a regañadientes me fui al baño a asearme. Al salir, mi esposa ya estaba arreglada, perfumándose, <ya me voy mi vida, no reniegues con la beba porfa, le prendo la tv pero ya sal para que prepares el desayuno, yo tomaré un café en el Starbucks, ya se me hizo tarde, chau chau> saliendo mi mujer prácticamente corriendo porque de verdad ya se le había hecho tarde, lo sé porque trabajamos en el mismo banco (allí fue que nos conocimos, cuando ella era apenas una practicante, pero eso tal vez se los detalle en otro relato).
En fin, me eché en la cama, pensando en el rico mañanero que pude haber tenido con mi mujer, me sobo, rico, se me ocurre poner el canal porno que solo hay en el televisor de nuestra habitación, uhm justo están dando de interracial, que rica rubia, se está comiendo una buena pija de un negro dotado, la cosa se pone interesante, entran una pareja más en escena, es una pequeña orgia interracial, y pienso, ya que no tuve sexo, me tirare una pajita, uhmm si, que rico, para estar más cómodo me termino de desnudar, estoy pajeándome rico con la mirada puesta en el televisor, a veces la mirada perdida en el cielorraso <UHMMM AHHHHH> y maldición, otra vez la puerta <papi!!!! quiero vel la…..> mierda, es mi hija otra vez <CARAJO TIARA, QUE
QUIERES AHORA?> mientras me tapo mi verga erecta con el bóxer que recojo del suelo, mi hijita se quedó como de piedra tratando de entender porque me tapaba o que se yo, y finalmente habló de nuevo <papi quiero ver sofia y yo, respirando profundo y tratando de no perder la paciencia le digo <YA VOY HIJITA YA VOY, ANDA A LA SALA, AHORITA TE CAMBIO EL CANAL> y ella se regresa saltando. Carajo, que situación para más triste y patética, ni una paja puedo darme, en fin, cosas de hombre casado, pienso, me vuelvo a poner el bóxer y salgo a ver a mi niña. Ahora, paso a comentarles que nosotros vivíamos en un amplio departamento en el 4to piso de un edificio multifamiliar en una zona exclusiva de la ciudad. La sala comedor lujosa y una cocina estilo americano con una barra desayunador que limita la zona de la cocina con la sala-comedor, es importante esta acotación para que entiendan como se dieron las cosas, a continuación.
Al llegar a donde estaba mi niña, procedí a cambiarle el canal <YA, LISTO, NO ESTES DE MELOSITA, OK?> <pero papi, tengo hambre> <OK> Regresé al área de la cocina para ver que puedo prepararle a mi angelito; Oh preciso y practico de hacer: hay fresas, hay leche condensada, y otras cosas. <AMOR, QUIERES FRESITAS CON LECHE?> <siiiii que rico, si quiero fresitas con leche> entonces procedo a colocar las fresitas en un plato para cortarlas por la mitad, para echarlas en un bolo y esparcirles la leche condensada, como le gusta a mi hija.
De pronto levanto la mirada, y veo que mi niña al echarse boca abajo, se le levanta el vestidito que usaba para dormir, un vestidito era mejor que un buzo de pijama para esas épocas de verano, obviamente. Es decir, ella estaba boca abajo, apoyada en sus brazos para ver la tele, como dije, su faldita se la había subido bastante, lo que me permitía ver su calzoncito blanco con maripositas de colores. No sé qué me paso realmente, pero fue como si alguien hubiese prendido un interruptor que enciende el morbo; es que su calzoncito se le metía ligeramente por la rajita de su culito, sus nalguitas eran muy redonditas y paraditas. Baje la mirada, y mi verga quería explotar de la arrechura. Me recriminaba por tener esos pensamientos calientes <NO SEAS PENDEJO FABIAN, ES TU HIJITA> me decía a mí mismo, trataba de concentrarme en algo tan simple como las fresas, y ya estaba con la lata de leche condensada lista para esparcirla, ver cómo caía la leche, Uds. saben, la textura y el color de la leche condensada, mmmm y luego volver a ver las nalgas de mi niña, pero además sus piernitas rechonchas, su espaldita, su cabello lindo y castaño, tan dulce ella, tan tierna, tan virginal.
Y la leche seguía cayendo lentamente hacia el bolo con fresas, y entonces… lo hice.La barra del desayunador me cubría desde la cintura para abajo, así que me baje el bóxer hasta las rodillas, y empecé a masturbarme frenéticamente, sin dejar de mirar a mi hijita, ya no eran solamente sus nalguitas, ahora me excitaba ver todo su cuerpito, si, de pies a cabeza. ¿Como era posible que el cuerpito de mi niña, de solo 7 añitos, me excitara tanto?, mi niña giró su cabecita para verme: <¿Ya papi?> Uffff mi niña estaba esperando su postre <YA MI AMORCITO, UN RATITO MAS, AHORITA TE LO LLEVO> ya estaba a punto de explotar, así que cogí el bolo con las fresitas y las bañé con harto semen que eyaculé mientras pronunciaba el nombre de mi propia hijita. Lo sé, fue una locura, pero la sensación fue extremadamente placentera. Hacía mucho tiempo que no me había dado una súper paja como esa vez; uffff, con mis piernas temblando, aventaba mis últimos chorritos de leche, mezclándolos con las fresas y la leche condensada. Me subí el bóxer, y recobrando la respiración, me acerqué donde mi niña, que al verme aproximarme, se sentó en posición de loto, y recibió el bolo, cogió la cuchara y empezó a devorarse las fresitas con tanta avidez. No podía creer lo que acababa de suceder. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo ahora. Era mi princesita pequeña comiendo fresitas y la lechita caliente de su padre. Por momentos ella se carcajeaba mirando sus dibujitos animados, y por la comisura de sus labios chorreaba mi semen, la leche condensada. Mi verga reaccionó rápidamente, y ya se me estaba poniendo dura, otra vez <¿TE GUSTA HIJITA?> mmmm <siii papi está rico hmmmmm> Era tanta la calentura, que por primera vez miré a mi pequeña niña con deseo, con morbo, con placer. Pero, en un momento de ligera cordura, me dije <SUFICIENTE, MEJOR ME DOY UN DUCHAZO JEJE>. Este placer incestuoso es tan prohibido, tan ilógico, más esa mañana de verano ese placer que acababa de descubrir con mi hijita, se convirtió en mi necesidad. En el siguiente capítulo, les contaré, lo que sucedió esa misma mañana, apenas unos momentos después de la gran deslechada que tuve con la imagen perfecta de mi dulce Tiara.
Continuará