
Mi experiencia como niñera
31 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, LGBTQ+
Mi nombre es Martina, tengo 22 años, soy de Buenos Aires y soy bisexual. Descubrí que lo era a mis 18 años, cuando empecé a trabajar de niñera de una chica que en ese momento tenía 11 años llamada Lucía, o Luli, como le digo cariñosamente.
Por darles una breve descripción de mi apariencia, mido 1,68 cm. y peso unos 58 kilos (y en aquel entonces era bastante parecida a esto), soy blanca de piel pero no pálida, pelo y ojos marrones oscuros. Estoy contenta con mi culo y pechos pero una siempre se compara con una mejor, jajaj.
El trabajo en lo de Luli consistía en cuidarla cada vez que sus padres salieran de noche. Al llegar a mi primer día, su madre me dio las llaves y se fue sin demasiadas instrucciones.
Ni bien conocí a Luli, tuve un pantallazo de lo que era esa nena. Qué les puedo decir, una loca linda, cantaba, bailaba, jugaba, saltaba, gritaba, reía, era re simpática y divertida. Tez bien blanca, ojos verdes, pelito negro y una colita perfecta. Quedé atónita, y por primera vez en mi vida dudé de mi sexualidad. Pero decidí no alarmarme. «Es sólo que me genera mucha ternura», me dije.
Todo marchaba normal hasta que llegó la hora de bañarse.
—Martu, me da cosa bañarme sola. Vení conmigo.—me dijo, poniéndome algo tensa.
—Luli, no puedo, ya sos grande y te tenés que bañar sola. Imaginate si voy a estar ahí con vos desnuda…—traté de responderle con profesionalidad.
—No importa, va a estar todo bien, vení conmigo—Insistió y rápidamente, sin darme posibilidades de negarme, entró en el baño tirándome de la remera. Sin pensarlo, como por reflejo, la seguí.
En el baño inmediatamente y sin ninguna vergüenza empezó a sacarse la ropa frente a mí, y ya ni me resistí. Me dediqué a contemplar cómo se desnudaba frente a mí y ahí fue cuando vi lo que me faltaba para que perdiera los estribos: su virginal conchita, excitante y perfecta, como de una escultura, sin mencionar unas tetitas que ya empezaban a asomar precozmente grande para sus once años.
Mi instinto me pedía a gritos empezar a toquetear y desnudarme yo también pero me contuve, era sólo una nenita. Terminado el show, Luli entró a bañarse pidiéndome que me quedara sentada en el inodoro. Fue ahí cuando arrancó con las preguntas:
—Martu, ¿Tenés novio?—
—No, Luli, hace un tiempo que no tengo.—dije
—¿Pero alguna vez tuviste?—
—Sí, jajaja—
En ese momento empezó a hacerme muchas preguntas de sexo, terminé por explicarle varias cosas del tema, siempre aclarando que esas cosas mejor las hablara con su mamá. Me sorprendió lo poco que sabía de sexo a sus 11 años, aunque fuera niña, yo a esa edad más o menos algo sabía. Ella no. Derrochaba inocencia. Ya habiéndome dado cuenta de que le tenía ganas sexualmente, esas preguntas me calentaban más y más.
—¿Y le viste el pito?—
—Jaja, esas cosas las tendrías que hablar con tus papis…—respondí, a punto de estallar.
—¿Y qué hiciste con el pito de tu novio?—
Cuando me dijo eso perdí los estribos y corrí las cortinas de la ducha.
—Me lo metí acá…—dije, tocándole el monte de venus. Todo esto con la ducha todavía andando.
—¿Cómo, por dónde?—me preguntó entusiasmada. Me tentó demasiado.
—Por acá…—le dije, metiéndole el índice en la concha. Inmediatamente Luli reaccionó con entusiasmo y exitación por su primer contacto sexual.
-¡Ahh, me re gusta, dame más!—
Perdí el control, le metí dos dedos de forma furiosa por la concha mientras con la otra alternaba entre tocarle el culito, las tetitas y estimular mi propia concha.
Así nos mantuvimos por unos minutos hasta que me sobresalté por lo que estaba haciendo y sin decir nada, dejé de tocarla y empecé a bañarla rápidamente.
Cerré la ducha una vez que estuvo lista, y la sequé como a una beba. Totalmente desnuda salvo por la toalla, me la llevé a su cuarto y prendí el televisor con el volumen bajo. Ahí me di cuenta que por estar cojiendo con ella en la ducha, tenía toda mi ropa empapada de agua y decidí que tenía que ponerla a secar.
Vi el reloj, eran las nueve de la noche. Sus papás llegaban a las once, así que había tiempo para resolver la situación. Tenía puesta una remera y unos pantalones de jean, ambos empapados, que decidí quitarme y poner en la estufa del cuarto de Luli. Después de lo que habíamos hecho en la ducha, perdí el pudor de mostrarme en bombacha y corpiño frente a ella.
Me senté a su lado en la cama, ella estaba aún desnuda, mirando la TV pero buscando con el dedo el agujero por donde le había metido los dedos. Cada tanto lo tocaba, pero se asustaba y decidía no penetrarlo.
—Luli, de lo que hicimos recién en la ducha no tenés que contar nada de nada de nada, ehh…— Le dije buscando complicidad.
—Obvio, ni loca les digo nada, me re castigan sino.—Me dijo, para mi calma.
—¿Segura?—
—Sí, super re mil re segura—dijo, dándome un abrazo.—Sos mi niñera favorita.—
—Jeje—dije, recordando su simpatía—dale que te doy algo de comer, vení.—
—No quiero comer, Martu… no tengo hambre—
—Pero algo tenés que comer, o te va a doler la panza—
—No, a veces no como y nunca me duele nada—me dijo, y luego me chantajeó—Si no querés que diga nada de los jueguitos, no digas nada de que yo no quise comer.—Propuso con una sonrisita traviesa.
—OK, trato hecho.—
Ya que no teníamos hambre y ya teníamos algo de confianza, decidí seguir explorando.
—Entonces ¿querés seguir jugando, Luli?—
—¡Sí, dale, porfis!—me gritó, entusiasmada.
Inmediatamente busqué su conchita con los dedos y se los empecé a colar. Exitada se sobresaltó.
—Mirá, yo con mi novio hacía así.— y le enchufé un beso en la boca con mucha lengua, casi un minuto seguido.
—¡Guau, Martu! ¿me das otro?—sin responder obedecí y volví a chapármela con furia.
—Las nenas grandes son así.— Le dije casi exclamando, y me saqué violentamente el corpiño mostrándole mis tetas. Luli abrió los ojos en incrédulo asombro.
—¿Y qué hacen los chicos grandes con eso? —Me preguntó, curiosa.
—Esto, mirá—Respondí y llevé sus manos a mis pezones, haciéndola masajearlos con fuerza mientras yo le colaba dos dedos hasta el fondo. Excitada a mil quería que me los chupara, así que me acosté y la acosté panza abajo contra mi panza, y le dije que los chupara. Al principio tenía timidez pero después de un rato le enganchó la mecánica, y me estaba excitando mucho. Cambiaba de pezón en pezón cada más o menos medio minuto.
Hasta que no aguanté más, la tomé de la cintura, la puse sobre mi boca y empecé a chuparle la concha. Era la primera vez que chupaba una en mi vida y debo decir, el placer fue inmenso. No podía parar de darle labio y lengua a esa conchita excelente.
Tal fue mi excitación que metí mi mano debajo de mi bombacha y me hice acabar a dedazos.
Cuando terminamos, vi la hora y me sobresalté: eran las once menos diez.
Rápidamente mandé a Luli a lavarse los dientes, la vestí con una bombachita, y la puse a dormir. Me vestí con mi ropa ahora seca y recibí a sus padres que no sospecharon nada.
Fin

Crónicas de un profesor, Parte 01 (de El Teacher)
31 de enero de 2025 en Jovencitas, Relatos SDPA
El primer día de clases.
Era un día de enero del año 2014, en mi país a esa época se comienzan las clases lo cual es motivo de mucha alegría en algunos niños. Y yo tengo la dicha de ser profesor de un colegio, soy profesor de ingles y le doy clases a muchos niños y niñas desde el pre escolar hasta el 9º grado. lo especial de este día no era solo el primer da de clases, sino que también era mi primer trabajo como profesor después de haberme graduado, nunca había tratado con niñas/niños ni tampoco los había visto con malicia nunca.
La mañana siguió bien, llegue a mi trabajo deje mis cosas y tome mi posiciones, niñas entraban a el colegio y yo solo los veía y los saludaba muy alegremente, algunos me miraban extrañados ya que era el profesor nuevo de el colegio, hasta que por fin sonó el timbre que anunciaba la entrada de los alumnos, los alumnos formaron y el director dio sus indicaciones para luego pasar a sus respectivos salones. hasta el momento todo estaba bien. mi primera clase era con tercer grado.
Entre a el salon de clases y vi a muchos niños, tambien muchas niñas muy lindas que hasta ese momento las miraba mas que como tiernas, sin ningun tipo de malicia. me presente, comence mi clase hasta que sono el timbre de salida a el primer recreo. mientras estaban en recreo yo me quede en el salon como todo profesor nuevo sin conocer a nadie, hasta que una nena se me acerco, era morenita, bajita, rellenita, con cuerpo en desarrollo pero atractivo, se me acerco y comenzo una conversacion muy interesante:
– hola profesor. me dijo.
– hola linda, le respondi. ella hizo una cara como de pena o de admiracion cuando yo le dije linda.
te molesta que te diga linda? le pregunte.
– me da un poquito de pena. me respondio. lo cual no se porque me parecio muy exitante y senti un latido en mi pene, lo cual lo note extraño. luego le dije.
– pero es la verdad, eres muy linda. le respondi mientras le acariciaba las mejillas con dos grandes camanances. ni yo me creia lo que habia hecho. la nena se puso rojita. de pena.
– me gusto mucho su clase. me dijo cambiando el tema.
– de veras, por cierto como te llamas. le pregunte.
– Valeria. me respondio.
– que lindo nombre Valeria. Lindo como tu. le dije. mi acoso seguia y ella no hacia nada, solamente se reia.
y tienes novio? le pregunte.
– no, me respondio con una sonrisa en su carita. lo que hice despues, ni yo mismo me lo creo. le dije
– que bonitas piernas tienes. y comence a meter mi mano en sus piernas ya que estaba con la pierna cruzadita. la nena solamenta pego un salto, pero no me dijo nada, segui subiendo hasta que me dijo algo que me sorprendio:
– profe…no, puede venir alguien, mejor en el otro recreo.
la nena me estaba dando el pase para que la siguiera tocando en otro momento, lo cual me excito tanto, anhelaba el siguiente recreo, senti largas las horas hasta que por fin llego el recreo. la nena llego al salon cerro la puerta y me dijo:
– ya vine, en que nos quedamos.. ah si me estaba tocando la pierna. me dijo con una sonrisita picara en su rostro.
– si, le dije que se parara, meti mis dos manos en su falda y roque sus nalguitas tan ricas, paraditas y duritas. luego se me acerco al oido y me dijo:
– bajeme el calzoncito.
quede asombrado y tembloroso le baje el calzoncito y le levante la faldita, y vi el manjar mas delicioso que jamas habia visto. un conejito tan lindo, morenito, sin ningun pelito y muy cerradito. la sente en una mesa y abri sus piernas y comence a meter mi lengua, mi lengua jugaba con su rayita y su pequeñito clitoris hasta que senti que su vientre temblo y me dijo:
– profe me voy hacer pipi. eso me excitó, ni me dio tiempo de responderle cuando senti un gran grito. la nena tuvo su primer orgasmo que fue toso para mi. luego le dije:
– te toca bebe preciosa. saque mi pene, ella se quedo clavada en mi pene, lo agarro con sus manitas comenzo a hacerme la mejor paja de mi vida, luego conmenzo a lamer mis bolas hasta que comenzo a mamar mi pene poco a poco. luego la nena siguio con la paja, sin duda era una pajeadora experta. no me dio tiempo de avisarle que me venia pues cuando senti ya habia chorreado su linda carita con mi leche la cual ella se restregaba por toda la cara…..
desde ese dia supe que ese seria un año escolar muy, muy interesante y largo…
Continuará

Abandonada, Parte 03
31 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, LGBTQ+
Sentí que el tiempo se paralizó por completo. La sangre se me fue a los pies y a mi rostro, el cual sentía al rojo vivo. Mi corazón se estremeció, casi dolorosamente, al escuchar las palabras de mi amiga. Tratando de disimular mi sorpresa, y casi temblando, doy un sorbo a mi taza de té. Volteé a verla. Allí estaba, sonriendo comprensivamente. Creo que ella ya sabía mi respuesta, pero quería escucharla de todas formas. – Bueno… claro que no… es decir… ella… es que…-. No podía articular bien las palabras. Finalmente, cierro los ojos, respiro profundamente y contesto: – pues… creo que… creo que sí. Alicia me gusta-.
Sandra suspira de alivio. Al observar mi nerviosismo y que estoy a punto de estallar en llanto, toma mi mano, estrechándola. Con eso me calmo un poco, y entonces mi amiga comienza a hablar nuevamente: – Me da gusto, ¿sabes?, me da mucho gusto porque es la primera vez que te veo así: ilusionada, enamorada…-. Levanto mi mirada para verla, siento ya que una lágrima recorre mi mejilla. Sandra continúa: – sólo recuerda: ella es una niña aún, y hay gente que no es tan tolerante al respecto. Debes tener cuidado. En lo personal, creo que Alicia siente lo mismo por tí. Lo ví en sus ojos cuando fuiste a verla-. Toma algo de aire y prosigue: – si crees que ella es la persona correcta para tí, lucha por ello, y sean felices. De hecho, creo que ya eres feliz en éste momento. Nunca te había visto tan contenta y entusiasmada en lo que llevo de conocerte-. Tras tranquilizarme, seguimos conversando un rato más. Al despedirnos, ella me abraza y me dice lo contenta que está de verme así. Ella aborda su vehículo, y despidiéndose con la mano, y con una gran sonrisa en la boca, se retira.
Entro a la casa, y veo a Alicia en la sala, aún con pijama, jugando con Katy. Me quedo unos segundos viendo tan enternecedora escena, y procedo a únirme en su juego. Tras dejar exhausta a la pobre felina, Alicia me pregunta: – ¿qué tienes Ari?-. Sorprendida, le pregunto el porqué de su pregunta, a lo que ella me responde: – no sé, te ves como más… contenta, más.. bonita-. Sonrío, y le acaricio la mejilla. Luego le pergunto a dónde quiere ir, a lo que, entusiasmada, me responde que quiere ir a comer algo rico.
Tras bañarse y cambiarse con una falda escocesa y una blusa con cuello y manga corta, subimos al auto. En el camino, recordé mi conversación con Sandra, y cómo Alicia notó mi cambio tras haber reconocido (hacia mí misma) mis sentimientos por ella. Tomo de la mano a mi compañera, y así vamos todo el camino. Ella está visiblemente contenta por ir así. No podía creer lo que me pasaba. Nunca imaginé que algo así pudiera sucederme. Para empezar, Alicia es otra mujer. Siempre salí con chicos, aunque como ya mencioné, nunca sentía la chispa o la emoción por estar en una relación. Nunca creí fijarme en otra pesona de mi mismo sexo… o eso me decía siempre. Como ya dije, solía ser muy buena para mentirme a mi misma, pero en retrospectiva, creo que era algo que se veía venir. Es decir, me excitaba cuando me veía al espejo mientras me vestía, o cuando alguna chica linda pasaba a mi lado, la miraba fijamente, argumentando que veía la clase de ropa que llevada puesta. Es más, en un par de ocasiones, terminé “sin darme cuenta” mirando algunos videos porno. La acción chico-chica era excitante, sobre todo al observar las reacciones de ella, pero debajo del video, en la sección de videos sugeridos, había unos videos lésbicos. Por curiosidad, vi algunos de ellos, y allí estuve un rato, viendo cómo dos (o más) chicas se besaban, se acariciaban tiernamente y se hacían el amor apasionadamente. Tras verlos, terminé sumamente excitada y húmeda. Tanto, que me avergonzé de mi misma y nunca más vi videos pornográficos. Y permanecí en negación acerca de mi sexualidad… hasta hoy.
Pero eso no era todo. Claro que no. La otra parte es que Alicia es quince años menor que yo. Quince años. Igual no sería problema si ella tuviera veinte y yo treinta y cinco. Pero no, ella sólo tenía doce años. Podía decirse que aún era una niña, sonre todo con lo delgada que era y el busto en desarrollo que tenía. Quizá ni siquiera había menstruado. Aún era muy joven. Tendría que ser cuidadosa si quería mantenerla a mi lado. En ese momento me preguntaba cuáles serían los sentimientos de Alicia hacia mí. Sandra dijo que se veía en los ojos de la niña que así eran. Por ello, al detenernos frente al restaurante, la miro a los ojos. La niña me miró, dulce y tiernamente, y pude ver el amor en sus ojos. Es difícil de describir, pero fue así. Seguimos mirándonos frente a frente, y en eso Alicia se acerca a mí y me da un rápido beso en la mejilla, tras lo cual de inmediato se sienta en el asiento con el rostro encendido y la mirada baja. Sonrío, y mientras la tomo suavemente por la barbilla, y mirándola a los ojos, le digo suavamente: – gracias por el beso-. Ella me dice: – el otro día… el primer día que me quedé contigo… cuando me quedé dormida tras platicarte mi historia… un ángel me dio un hemoso beso en mi mejilla… y ahora quise devolverlo, porque me gustó mucho ese beso-. Me quedé sin palabras. Me quedo mirándola, allí, sentadita, con su angelical carita infantil, con su esbelto cuerpo, sus largas piernas… creo que me estaba enamorando cada vez más de ésta joven chica. La tomo de la mano y la invito a bajar del auto.
La comida transcurrió sin contratiempos. Alicia sin duda era la más dulce de las niñas que había conocido. Era inteligente, amable, inocente, pero a la vez, usaba palabras que parecían sacadas de algún libro de poemas de amor. Todo eso me encantaba de ella, y cada vez más estaba más abierta a demostrarlo.
Tras comer, paseamos un rato, tomamos un helado, fuimos a caminar por el jardín principal, fuimos de compras al súper… en fin, cosas cotidianas. Eran ya casi las 10 de la noche cuando llegamos a casa. Nos dirigimos a descansar a la sala y nos sentamos un rato. Tras charlar un rato, tomo de la manita a Alicia, y le digo: – Mija, desde hace unos días hay algo que tengo que decirte…-. La niña levanta las cejas, sorprendida. Continúo: – quiero pedirte disculpas por haberte atropellado esa noche. De veras lo siento. Fui una tonta. Acababa de pelearme con alguien y estaba tan enojada que no prestaba atención a lo que hacía… por favor, disculpame-. La niña se acerca a mí, se acurruca en mi pecho y me dice suavemente: – no te apures, Ari, claro que te perdono, como te dije, el ser atropellada por tí fua algo bueno. Yo creo que Diosito nos puso en el camino de ésta forma. Si eso no hubiera pasado esa noche… nunca te habría conocido… nunca me habría sentido así como me siento ahora…-. Tragando saliva, y movida por las dulces palabras de la niña, le pregunto, mientras le acaricio suavemente el cabello: – ¿y cómo te sientes ahora? -. Alicia sonríe mientras levanta la mirada para verme. – Pues…- contesta, y continúa: – me siento muy feliz contigo Ari, me gusta mucho estar contigo, me gusta mucho salir contigo… me gusta mucho…- .
En ese momento no pude más. Interrumpo a la niña mientras la tomo suavemente de su barbilla y acerco su rostro al mío. Ella se sorprendió, pero creo que entendío lo que estaba sucediendo, porque de inmediato cerró suavemente sus ojos. Acercamos nuestos rostros cada vez más, hasta fundirnos en un bello beso. El sentir sus labios contra los míos era la sensación más maravillosa de todas. Nunca había sentido esto al besar a mis “novios”. No. Los labios de la niña eran suaves, cálidos, delicados. Comienzo a acariciarle su cabello mientras nos besamos. No necesitamos palabras. Alicia sólo imitaba mis movimientos para perfeccionar nuestro primer beso. Con mis labios abría ligeramente los de ella, mientras los acariciaba con mi lengua. Ésto pareció excitarla pues se estremieció un poco. Yo misma me estaba excitando ante tan embriagante experiencia. Suavemente introduzco mi lengua en su boca y busco ansiosa su propia lengua, y tras hallarla, comienzo a lamerla y chuparla suave y delicadamente. La niña comenzó a gemir y lleva su mano a mi cintura, acariciándo suavemente mi cadera. Era una experiencia totalmente nueva para mí. Me sentía en trance, en éxtasis. No podía creer que estuviera pasando ésto. Mi cuerpo parecía actuar por sí mismo. Comenzé a acariciar la espalda de Alicia, así como sus caderas, y empecé a besarle el cuello y los hombros. Cuando volteaba a verla, ella se encontraba sumida en su propio éxtasis, jadeando, con los ojos cerrados, mordiéndose el labio en señal de placer.
Me sentía ardiendo. Mi vulva estaba lubricando como nunca antes. Apretaba mis muslos uno contra el otro para tratar de satisfacer el ansia de placer, en vano. Nos separamos un momento, jadeando, y es cuando ella me dice: – Te amo Ari -. Contuve las lágrimas, pues a pesar de que eran lágrimas de alegría, no quise arruinar el momento ni asustar a la niña. Finalmente le digo: – y yo a tí Alicia, te amo -.
Reanudamos así nuestros besos y caricias. La niña se sienta en mis piernas, con los rostros frente a frente. Alicia comenzó a besarme el cuello, con lo cual me estaba llevando al límite. Mientras lo hacía yo empezé a acariciar sus piernas, sus muslos, mientras llevaba mis manos cada vez más y más arriba, por debajo de su falda. Alicia estaba lamiendo mi cuello. Me sorprendí de que ella supiera de ésto, pero luego me contaría de que vió algunas cosas en la vecindad, como algunos chicos teniendo relaciones con las muchachas de allí. En eso, Alicia sume su rostro en mi escote, entre mis pechos, y comienza con una mano a masajear suavemente uno de ellos por encima de mi blusa. Mis manos van recorriendo sus muslos hasta llegar a sus nalgas. En eso me percato de que está usando la tanga que le obsequié. Al notar mi cara de sorpresa, Alicia se ríe pícaramente con una de sus manos cubriendo parcialmente su boca, cosa que me encendió aún más.
Procedo así a acariciarle sus suaves nalgas. Me sorprendió lo firmes y redonditas que estaban, a pesar de estar tan delgada. Supongo que era su encanto escondido. Comienzo a recorrer la tela de la tanga, la cual estaba ya húmeda en la zona que cubria su más íntima zona. La niña estaba excitándose más y más, al punto de que decide bajarme la blusa junto con el sostén, sacando uno de mis grandes senos. La niña se retira un poco, y decide sacar el otro también. Se retira y se queda sentada en mis rodillas unos instantes, contemplando mis desnudos senos, con mis grandes areolas rosadas y mis pezones erectos como nunca en mi vida. La niña se muerde el labio, y con voz suave me dice : – me encantan tus pechos Ari -. – Entonces disfruta de ellos mija – le respondo con mi voz entrecortada por la adrenalina del momento. La niña comienza a sobar con las yemas de sus dedos mis pechos, acaricia suavemente mis pezones, los pellizca tiernamente, y finalmente acerca sus labios a ellos, con su lengua de fuera.
Casi siento un orgasmo al sentir su húmeda y cálida lengua en mis pezones. No creí que mis pechos fueran tan sensibles. Empieza a chupar mis pezones, primero con suavidad, y luego con ansias y mucha pasión. Yo estaba gimiendo a viva voz, acariciando las nalgas de mi compañera, sobándo por encima de su tela húmeda sus genitales. En eso, tratando de detener un poco la intensa estimulación del momento, la invito a mi habitación.
Caminamos hacia mi cuarto, yo iba aún con los senos de fuera. Al llegar, Alicia se sorprende: -Es la primera vez que entro a tu cuarto… es muy lindo-. Tras decir eso, nos arrojamos a la cama. Comienzo a quitarme la blusa y el sostén, así como mi pantalón, quedando sólo con una tanga negra de hilo dental. Ella hace lo mismo: comienza a quitarse la blusa, quedando sólo en sostén. Tras ello, se desata la prenda poco a poco, dejando así que vea su lindo pecho en desarrollo. Así, me acerco a sus pequeños senos, y comienzo a besarlos, a lamerlos, a chuparlos. Era increíble cómo cabía en mi boca un pecho completo, y era muy excitante el ver a Alicia reaccionar ante mis caricias. Nos recostamos una al lado de la otra, besándonos en los labios. Alicia está ocupada acariciando con sus manitas mis senos, mi abdomen, mi espalda. Comienza a acariciar mis nalgas. Yo respondía con caricias similares por todo su hermoso cuerpo. En eso, mi mano se halla ya por encima de su pubis. Estaba por dar un gran paso. La niña estaba sumamente excitada, por lo que procedo a meter mi mano bajo su tanga y acariciarle su vulva.
Mi corazón palpita con fuerza al sentir su cálida vulva. Sus labios aún eran los de una niña, sin ningún vello aún. Su humedad es extraordinaria. Con mis dedos comienzo a localizar su clítoris, el cual se escondía tímidamente entre sus labios. Finalmente, lo encuentro, y con movimientos suaves y rápidos, procedo a estimularlo. La niña gemía de placer y se retorcía de gusto. Comienza a besarme más apasionadamente, a la vez que acerca su mano a mis genitales, deslizándo su manita lentamente por debajo de mi tanga. Al sentir su mano, siento un delicioso escalofrío en mi cuerpo. Sus suaves manos localizan mis genitales, adornados por un coqueto corte con sólo una línea de vello. Ella comeinza a sobar mi vulva y mi clítoris, el cual está por estallar. Así duramos un rato, masturbándonos mutuamente mientras nos besábamos.
Tras unos momentos, siento que ya no puedo más. Mi orgasmo es inminente. Es quizá la primera vez que siento uno. Siento que la sensación es cada vez mayor. Pero al abrir mis ojos, veo que Alicia está muy sonrojada, retorciéndose de placer. Su propio orgasmo está cerca. Decido que tengo que esperar a que ella termine primero, pero es muy difícil. Finalmente, cuando creía que había alcanzado mi límite, Alicia se despega de mis labios, gimiendo de placer, dejando salir una abundante y cálida humedad de su infantil vulva. Con ello, yo misma dejo salir mi orgasmo, mojándome como nunca en mi vida, gritando del más satisfactorio placer que halla sentido.
Acostadas, jadeando, tomadas de la mano, Alicia me pregunta: – ¿Fue tu primera vez?… porque yo nunca había hecho algo así… y la verdad fue lo más hermoso que he sentido en mi vida -. Sonrío, la beso y le digo con suavidad: – sí cariño, fue mi primera vez… y también fue maravilloso para mí-. Tras eso, nos besamos nuevamente, cada vez más apasionadamente. Comienzo a besarla más y más, recorriendo su cuello, sus senos, su ombligo… le beso sus piernas, sus caderas, sus ingles… Finalmente, coloco mi cara frente a su enrojecida vulva. Su olor era fascinante, delicioso, me excitaba de sobremanera su fragancia. Inhalo profundamente hasta llenarme de su aroma. Tras ello, le separo con mis dedos sus labios, dejando al descubierto su tímido clítoris y su pequeña abertura vaginal. La niña me observa con mirada perdida, totalmente embriagada de placer. Con la punta de mi lengua comienzo a lamer su vulva. El sabor era increíble. Yo misma me sentía escurrir aún sin ser estimulada. La niña gime más y más fuerte por la deliciosa sensación que cruzaba por su cuerpo. Finalmente, su cuerpo se tensa, deja salir un apagado grito de placer, y con sorpresa, siento que un chorro de líquido llena mi boca, la cual seguíe pegada en su vulva. La niña tuvo un orgasmo tan intenso que la hizo eyacular. Ésto me excito demasiado y yo misma sentí un orgasmo. Tras recuperar el aliento, Alicia se sienta, me acuesta y se coloca entre mis muslos y dice: – Ahora me toca -.
Sus movimentos de lengua eran rápidos, audaces, ansiosos. Volteé a mirarla, y la observé lamiéndo mi vulva, con los ojos cerrados, saboreando cada centímetro y cada gota de mis jugos. Siento una nueva sensación, similar a querer orinar. No sé que hacer, el estímulo de Alicia es demasiado intenso, y dejo salir todo: un grito, mi orgasmo, mi propia eyaculación. Cuando recupero el aire, veo que Alicia está sentadita, sonriendo ampliamente, con la cara llena de mi néctar. Nos besamos apasionadamente, en eso, decido intentar algo que ví en mis andadas por cierta página de videos sexuales.
Siento a la niña frente a mí, le separo las piernas, y haciendo yo lo mismo, me acerco a ella hasta que nuestras vulvas entran en contacto una con la otra. Creo que por instinto, Alicia comienza a mover sus caderas. Yo hago lo mismo. La sensación de su húmeda y ardiente vulva contra la mía es increíble. No sé cuantos orgasmos más tuvimos al hacer eso. No sé cuántas veces más eyaculamos. Al final, exhaustas, sobre las sábanas empapadas de nuestros jugos, nos acurrucamos, y tras darnos un tierno beso, caímos dormidas sin darnos cuenta.
Continuará

Sexo con una niña down
30 de enero de 2025 en Violacion, Relatos SDPA, Jovencitas
Mi nombre es Enric, debo reconocer que estoy un poco bastante loco. Dicho en otras palabras: Es que comenzé muy joven a ver peliculas guarras y a hacerme pajas y eso ha hecho que mi inmaginación haya tenido un desarrollo superior al del resto de personas.
Soy heterosexual del todo creo yo. Nunca he sentido atracción hacia ningun tio pero he mantenido unas cuantas relaciones homosexuales porque…yo que sé porque. Pero el caso és que las mantuve llamado por..por el riesgo quiza? Vete a saber, cuando me muera se lo preguntaré a san Pablo, que creo recordar que és el de la puerta del cielo no?
Bueno, me inicié en el sexo homosexual hace unos cuantos años, con una persona que mejor me callo, pero que siendo él más joven que yo, sabía mejor de que iba la historia del mariconeo.
Tuve unos cuantos mariconeos con él pero lo acabamos abandonando porque no sé, creo que él és maricon de verdad pero como veia que yo no lo era pues tenía un comportamiento huidizo de mi.
Después de él tuve unos cuantos mariconeos más con otros tios, que conocí principalmente a través de una sección de contactos del periodico. Me lo hize unas cuantas veces con unos cuantos tios pero notaba que faltaba algu muy importante. Y no entendía el porqué no me gustaba, cuando a mi me gustaba pajearme viendo una peli x hetero, y pensando que yo era la chica que era follada por el chico.
Al final me vino la idea a la cabeza de hacerlo con un tio pero yo vestido de tia. Lo hize un par de veces pero con nefastos resultados. Pero no por la condición del transvestismo, sino por motivos de hacerlo en un sitio muy guarro o que la pareja seleccionada estuviera un tanto colgada. Me parece recordar que el tio ese no paraba de temblar y se fumaba como 4 paquetes de tabaco diarios.
Volvamos al tema, al final logré saber bien lo que quería y como lo quería y conseguí quedar con un tío con el que realmente me gustó enrollarme con él. Yo me había vestido con un “vestido” de tia y hicimos como una pequeña trama en que yo era su mujer y lo esperaba en casa, y el regresaba del trabajo y nos poniamos a mirar la tele y enrollarnos y nos ibamos a pegar un polvo a la habitación.
Dentro lo que cabe salió bastante bien porque cuando me estaba morreando con él en el sofá delante la tele. Por primera vez en mi vida, me gusto morrearme con un tío. Nos fuimos a la habitación pero fue allí que la experiencia tuvo un final un poco flojo. Porque no se le levantó el rabo y allí acabo todo.
Después de ese me lo hize con otro tio que tambien montamos una trama en la que tuve mi primer orgasmo “femenino” cuando él me comía el “coño” jeje. O sea, era en mi inmaginación que ese tio lo que me estaba comiendo era el coño. Tuve uno de esos orgasmos no de picha, sino de cerebro, que los siente todo el cuerpo y te quedas temblando unos instantes. Pero no tuvo tampoco el final de penetración deseado porque no sé, pero el pavo prefirió no hacerlo.
Después de este vino el sujeto que és parte importante de este relato. Se trata de un pavo de un poco lejos de mi ciudad. Vive como a 3 horas en coche, pero que vió mi anuncio de contacto del periodico y se animó a dejarme mensaje. Tuvimos un par de charlas y la cita entre él y yo no pintaba muy clara, basicamente por este echo de que nos separaban tres horas en coche. Pero al final acordamos quedar un sabado noche.
Nos encontramos facilmente una vez llegó a mi ciudad y como que mi casa estaba vacía pues nos fuimos directamente a ella. Por el camino le enseñé un pequeño escrito de la trama que me gustaría mantener con él. Se trataba de un trozo del relato “el padre de mi mejor amiga” de autor anonimo, de la web de internet.
Una vez en casa me vestí con un “vestido” delante de él mientras el se leía y releía el pequeño escrito que le había imprimido. Por telefono ya me había dicho que a él esa historia de tener la relación sexual como si fuera una obra de teatro, no le llamaba demasiado. Es por eso que escogí para mantener con él, una trama bastante corta y sencilla.
En un instante representamos la breve escenificación que podeis leer vosotros mismos, si accedeis a ella en .com (os recuerdo que se llama “el padre de mi mejor amiga” de autor anonimo). Me metió la mano en el muslo mientras me enseñaba un album de fotos, para llegar a mi supuesta rajita que acarició muy bien arrancandome debiles gemidos.
No nos estuvimos por muchas historias y se bajó los pantalones dispuesto a penetrarme y esta vez si que conseguí una relación homosex con penetración al fin!
Conmigo a 4 patas encima de la cama, el me penetraba repetidamente arrancandome gemidos de mezcla de placer y dolor. Al cabo de un par de minutos de penetración, le propuse cambiar de posición y ahí se acabó todo porque agobiado por la calor de mi cuarto y todo el día de trabajo que llevaba, no se le volvió a levantar.
Le serví un vaso de agua repleto de cubitos de hielo y un helado de nata para que bajase un poco la temperatura de su cuerpo. Entonces con él sentado en la cama y yo en la silla, tuvimos una pequeña charla.
Yo le conté cosas de mí. Como mi vida en el arte de mariconeo y mi afición a escribir relatos eróticos que publicaba en internet. Y él me contó que había estado casado y que tenía dos hijos. Yo me pareció curioso este echo pues practicamente nunca me lo había echo con un padre (almenos sabiendolo yo) y le pregunte cuantos años tenían su hijos.
El me respondió: la niña tiene 11, y tiene el sindrome de down. Seguimos charlando a partir de este ultimo tema y me contó que había tenido la niña cuando aun no hacían los medicos un tipo de prueba pre-parto para ver si el embarazo tenía alguna enfermedad de nacimiento y poder optar al aborto.
Pero bueno, que la conversación acabó y nos dirigimos a su coche, para llevarme él hasta mi coche y despedirnos. La ultima frase que intercambiamos fué: te llamaré! Y yo dije: vale.
En los dias siguientes pensé bastante en la situación vivida. Había estado bastante bien. No fué fenomenal fenomenal pues la situación no era todo lo morbosa que me podria gustar. Y mi pareja, ya lo he dicho, tampoco era muy de hacer obras de teatro. Pero hubo un aspecto que me llamó mucho la atención. Y és el echo que me habia contado que tenia una hija afectada del sindrome de down.
Mi mente dio vueltas y vueltas y vi que una relación de un adulto con una menor afectada del sindrome de down és de lo más morboso que te puedas tirar por la cara. Más morboso que nada que hubiera leído yo hasta el momento. Seria sensacional tener una relación con ella y después escribirla para publicarla en una web. Me puse manos a la obra.
Convencer a (lo llamaré Julio) para que permitiera tener esa relación con su hija. Era quizá el paso más dificil convencer a Julio y és por eso que esperé a un domingo, dia en que estuviera yo totalmente liberado de nervios del curro y tal. Y me encerré en mi cuarto para que nadie me molestara. Tuve quiza 20 minutos de conversación. (más que conversacíon era mi propia charla pues él no decía mucho)
Le hablé de muchas cosas, como que esta sociedad está llena de prejuicios que ocultan los verdaderos y naturales sentimientos. Y que estamos todos (yo incluído) reprimidos por el echo de vivir tanta gente, tan juntos. Y bueno, deliró mi conversación por muchos más temas que ni me acuerdo pero que acabé obteniendo cierta aceptación por parte de Julio, que me dijo que se lo pensaría.
Yo le dije que era lo mejor que me podía contestar. Porque obtener su inmediata aprobación era practicamente imposible. Asi que nos despedimos y yo me dispuse a esperar (y más que esperar, desear) que me llamara para decirme que estaba de acuerdo.
Estuve un par de semanas esperando su llamada, pero nada. Creí que lo que le faltaba a Julio es decidirse y lo acabé llamando yo. Volví otra vez a confesarle todo lo que quería hacer y como hacerlo y que no tenía en absoluto ningun tipo de mala intención y al final se decidió por fin.
Me dijo que me esperaba en su casa el domingo y que nos encerraríamos los tres en una habitación y él miraría todo lo que hiciese yo con su hija. Me advirtió que comprobaría que era cierto todo lo que le había dicho que quería hacer y que si en algun momento dudaba de mi, me echaría de casa para siempre.
No me impacienté en la espera del domingo. Me lo tomé con calma porque lo principal que tenía que tener en ese momento és calma y fuera todo tipo de nervios, stress laboral o desequilibrios que pudieran desestabilizarme en realizar algo para lo cual lo tenía que dar TODO de mi.
Y el domingo llegó. Después de comer algo, inicié mi viaje entre 10 y 11. Llegué pasado el mediodía y con un mapa que había comprado acabé encontrando la casa de Julio. Habíamos quedado que no habría nadie en su casa. Solo él, yo y Susana, su hija.
Esta me recibió con una agradable sonrisa. Como en todos los afectados de sindrome de down, se le notaba claramente en su cara esta afectación. Esos ojitos achinados y todo el resto de cara que un dia alguien calificó como mongolicos y el denominativo este se hizo famoso.
Saludé a Julio con un apretón de manos y a Susana con un par de besos en los mofletes. A ella le animaron un monton ese par de besos, quiza porque no se los solía dar con nadie, y se puso los brazos en la cabeza y a hacer una cosa rarisima mirando hacia el suelo y emitiendo un ruido con la boca.
Nos sentamos los tres en la mesa y nos dispusimos a comer un par de pizzas que Julio ya tenía en el horno guardadas calientes, provinientes de pizza-hood o alguno de estos de las motos.
Fuí charlando con Julio mientras de reojo me iba mirando a Susana. Tenía un muy joven y simpatico rostro y se veía que de las 24horas que tenía el dia, 12 se las pasaba sonriendo. Estaba rellenita y mejor, porque a mi estos looks actuales de las tías tan delgadas no me gustan nada. Y esas formas redonditas y temblequeantes me ponían un monton. De echo en la misma mesa de comida se me empalmó el pijo pero no me causó ningun problema porque estaba todo tapado por la misma mesa.
Acabamos la comida y entablamos los tres una plática sentados aún en la mesa. Me gané facilmente la confianza de Susana utilizando simplemente mi mirada. En otras chicas normales tienes que usar la conversación y etcetera pero son Susana unicamente me hizo falta transmitirle con mi mirada, que yo era bueno.
Llegó el momento en que la conversación se hizo pesada pues había una mucho mejor cosa que hacer que charlar en la mesa. Se lo dije a Julio, que no era cuestión de perder el tiempo y que me estaba poniendo nervioso porque Susana me gustaba mucho mucho.
Julio dudo un segundo que a mi me pareció una eternidad y acabó diciendo: vamos a la habitación. Cogió a su hija de una mano y nos encaminamos los tres a su habitación de matrimonio (divorciado). Una vez ahí le dijo a Susana que se sentara en la cama, sentandose él en una butaca que tambien había en la habitación.
Yo me senté junto a Susana e inicié mis maniobras de estimulación. Primero de todo le dije: tranquila, no te pongas nerviosa, vale?
Ella tan solo me asentía con la cabeza pero viendo yo que sería dificil que mantuviese la calma, se lo traté de hacer entender bien. Le dije: voy a hacerte una cosa muy bonita que te gustara mucho pero si no te portas bien me parare y no te haré nada, vale?
Esta vez ella asintió con la cabeza pero con gran fuerza, cosa que me hizo confiar en que trataría de controlarse. Puse mi mano en su hombro y empezé a acariciarla para estimularla. De momento se controlaba pues no hacía lo que hizo al principio cuando le dí los dos besos.
Le besé el hombro mientras sin que se enterase le iba desabrochando la blusa. Su padre seguia cada uno de mis movimientos pero a mi no me ponía ni un pelo nervioso. Pues le había relatado a este con exactitud, todo lo que le pensaba hacer a Susana y no tenía que haber ninguna sorpresa.
Al igual que mi boca acabó en su boca, la blusa tambien terminó cayendo en la cama, mostrandome un fenomenal cuerpo rechoncho que gruñia ya a cada una de mis besos y caricias.
Si fuera una niña flaca, a esa edad no tendria en absoluto ningun tipo de pecho. Pero como estaba gordita, se le habían formado ya unas apetitosas tetitas que chupé goloso.
Era inevitable y és que mantener una relación sexual con una chica en estas condiciones no es lo mismo que mantenerlas con una chica normal que és dueña de sus actos. Pensé eso cuando mientras le comía las tetas, Susana estalló y sus brazos escaparon de su control. Iban estos de un lado a otro mientras emitía con la boca el mismo raro ruído de cuando llegué a la casa y le dí los dos besos.
Yo me separé un poco de ella para cogerselos y calmarla un poco. Miré a Julio con mirada un poco decepcionada porque la relación sexual parecía afrontar obstaculos muy dificiles. No parecía haber manera de mantener quieta a Susana y lo hable con Julio.
La solución se me ocurrió rapido. Era de echo la solución más facil y rapida que podía tener la cosa. Atarla. Pero primero de nada había que hablarlo con Julio, ya había hablado mucho con él y ya tenía confianza en mi. Le dije: me ayudas a atarla?
Él comprendió/aceptó que era la mejor solución y se fue a buscar unos cabos. Cuando tuvimos los cabos y con unos elaborados nudos marineros. Atamos las manos de Susana a su espalda. Evidentemente no se las apretamos como si fueramos carceleros y apenas se quejó Susana que seguía recibiendo mi cariño con mis manos.
Julio volvió a sentarse en la butaca y con un ademán de mano me dió via libre. Yo la incorporé en el borde de la cama y volví a besarla en la boca, para siguiendo el ritmo, acabar comiendole los pechos de nuevo, los mejores pechos que he comido nunca. De su garganta volvían a salir los mismos gruñidos de antes y hacía un gesto de como querer liberarse pero en el fondo estaba gozando cantidad.
Mi pito estava a reventar y para ahorrar tiempo y cortes de rollo, me desnudé del todo y desnudé tambien a Susana, descubriendo un cuerpo fenomenal. Sé que en una pasarela de moda no triunfaría mucho ese cuerpo pero a mi me pareció divino. Ese ancha barriga y esos muslos inchados, y esa rajita escondida por los michelines a ambos lados. Y esos brazos inchados como si fuera un muñeco de goma. Tenía ante mí, mi propio ideal de chica 10, desnuda, atada de manos y apetente de que yo le hiciera el amor.
Me puse manos a la obra y le empezé a meter el dedo por la rajita mientras le mordía el cuello con tacto, para no dejarle ningun lameton (marca). Si de una persona normal en estas condiciones ya salen gemidos incontrolables. Inmaginense ustedes de Susana, que gemía ese gruñido suyo más fuerte que nunca lo había echo. Yo miré a Julio como preguntando si no se molestarían los vecinos y el me contestó que ya estaban acostumbrados a sentir los gruñidos de Susana.
Me decidí a tomarla pero, en qué posición? En postura perro perdería mucho la cosa, ni yo podría mirarle la cara ni ella a mí. Y en postura misionero le harían daño las manos atadas detrás. Opté por trincarmela con ella sentada encima mio, la primera penetración la tendría que hacer yo, pero en un instante cogería el ritmo y sería ella misma que me follaría a mi.
Me estiré en el centro de la cama y la coloqué encima mio un poco levantada. Pegandome a ella le apunté el pene en su rajita y le cogí fuerte todo el cuerpo, para ir bajandola encima mío con precisión. Mi pene entro un cachito dentro de ella y pegó un fuerte gruñido. Pero pensé que: los vecinos ya estan acostumbrados. Entonces la bajé del todo, metiendosela todo lo que daba de sí.
Esta vez no gruño sino que estalló a llorar. Yo pensé: se le va a pasar rapido, veras.
Saqué mi pene de ella y se lo volví a meter y gruñó. Hice esto repetidamente hasta que, como esperaba, fué ella misma que cogió el ritmo. Botando y botando encima de mi, dando todo lo que daba de sí mi pene.
Estuvimos un buen rato así, la magia de la situación hacía que yo tardara en correrme pero al final llegó mi leche que acabo rezumando la concha de Susana aún penetrada por mí. Pero ella no paraba de botar, yo ya estaba orgasmeado sin que ella se diera cuenta pues le encantaba botar encima mio.
La detuve yo mismo, cogiendola fuerte como la había cogido al principio para apuntarle el pene en su concha. Pero aun así, ella no paraba de intentar moverse milimetro arriba, milimetro abajo. Me volvía a excitar, mi pene se estaba empalmando de nuevo y decidí meterle otro polvo.
Pero esta vez llevaría yo las riendas. Le desaté los brazos y como esperaba, se abrazo fuerte a mí. La tumbe en la cama y se la volví a meter y meter y meter. Je Je, los vecinos estarían acostumbrados a los gruñidos de Susana pero estoy seguro que ese día les pareció notar que pasaba algo raro.
Esa segunda vez no me llegué a correr, a medio polvo Susana dejo de gruñir y empezó a llorar. Eso me indicó que le estaba haciendo daño y me detuve.
Polvo acabado, nos vestimos y Julio me dejo tumbarme en el sofa del salón a echar una siesta mientras él lo limpiaba todo y ponía a su hija en orden.
Para las ocho de la tarde yo me despedí de Julio con otro apreton de manos, entregandole mi amistad de por vida. Y de Susana también me despedí con un pico en la boca. Ella se debía dar cuenta de que yo me iba porque se puso a llorar cuando me vió alejarme.
Fin

Fiestita entre amigos
30 de enero de 2025 en Jovencitas, Sexo en grupo, Relatos SDPA
La chica Popular de la sacundaria es engañada por unos losers…
Rocio es de esas chicas que en la secundaria era objeto de deseo de mas de uno. Como así también era de las chicas “rápidas”. Ojo, no era una presa fácil, pero había transado (besado) a los mejores chicos de su secundaria, a amigos de su hermano, a un primo, a chicos mas grandes que ella en discotecas.
Y a sus 16 años, en el ante-ultimo año de la secundaria religiosa donde asista, le había agarrado el gustillo al sexo. Se había conseguido un novio de un año mas arriba que ella, uno de los mas deseados por las chicas del colegio, lo que ocasionaba miradas de odio hacia Rocio.
Lo que pasaba, es que Rocio es de esas minas lindas, que están muy buenas, “una perra” la llamaban algunos. Alta, delgada con una figura excelente. Largas piernas trabajadas en gimnasio. Su mejor atributo, su cola redonda, firme, dura y parada, era el objeto de deseo de todos. Sus pechos no eran pequeños, ni demasiado grandes, lo justo: un 95 de talla. Su carita picarona, de mirada color cielo y cabellos ondulados rubios, derretían a los que la conocían. Ella sabia aprovechar el cuerpecito que dios le dio: hacia que los mas chicos, de 1° año, le compraran cosas con solo sonreírles un poco. Su uniforme elevo mas de una queja en la madre superiora, su faldita tableada era cortisima, y le gustaba llevar la camisa apretada, resaltando mas su figura. Inclusive había logrado que un profesor, que se babeaba con ella, le subiera las notas bajas que tenia en matemática.
-porfa profe…- Solo había tenido que decir, comiendo un chupetín insinuantemente y jugando con sus cabellos, lanzándole una miradita de cachorra triste, de las que ella bien sabia hacer.
Salía todos los fines de semana a discotecas, fumaba sin que sus padres lo supieran, y trataba de que no la vena llegar borracha, cosa que hacia bastante seguido. Se juntaba con los amigos de su novio, todos estaba muertos por ella, pero ella era propiedad e uno solo de ellos. En conclusión, la típica chica popular de una secundaria.
-mmmsshppp….- Emitía Rocio con su boca.
-chupa…aahh… mas rápido.. así putita… te gusta que te diga putita?…-
-si.. tu cachorra putita… mmsshhp…- Decía Rocio sacándose la verga de su novio de la boca, luego se la volvía a meter. Estaba los dos en el auto del novio, el tiraba la cabeza hacia atrás, mientras Rocio bajaba y subía su cabeza, tragándose cada centímetro de la verga hasta la garganta.
-así… eso putita.. seguí…- Jadeaba el novio marcándole el ritmo agarrándole los pelos a Rocio con una mano. Ella se dejaba hacer. Ya no era virgen, solo le quedaba invicta la cola, cosa que no quería entregar.
-aahhh… dale… dale que acabo putita!!…- Rocio después de tres meses de perder su virginidad, se había convertido en una experta mamadora. Había mamado ya 6 vergas distintas, la de su novio que tenia en la boca en este momento, la de su primo, y la de algunos chicos de la discoteca. Y a ella no le disgustaba, le gustaba saber que volvía loco a los hombres que se las mamara… le gustaba el calor, sentir como palpitaba al acabar.. y tragarse todo el semen.
-aahh..aahhh.. trágate todo,, eso putita…aahhh!!!…- EL novio le tenia firme la cabeza a Rocio, y ella tragaba con esfuerzo el semen que salía disparado a su garganta. Pero había algo que no le gustaba de los hombres a las que se la había mamado, ninguno después deque acabaran en su boca, la quería besar hasta que este limpia.
-vamos que si nos ve alguien, sonamos…- Dijo el novio y arranco el auto. Claro, el ya estaba satisfecho, peor ni se había ocupado de ella, y Rocio quería acción. Y esa noche no la tubo. Y se quedo tan enojada por tan poca atención por parte de su novio, que la dejo en su casa y arranco como si se le fuera la vida (porque tenia una reunión con sus “amigos”) que no tubo ganas de masturbarse, por mas caliente que se sintiera.
En la semana, por mas escote que se pusiera, y por mas que mirar con sonrisitas a su profesor de matemáticas, era imposible que subiera el 2 que se había sacado en el examen. Sus padres la regañaron, y le dijeron que hasta que no subía la nota, no salía. Y el fin de semana se tubo que quedar en casa luego de un juerga sin fin. Rocio salía todos los fines de semana, bailaba desaforada con algún chico lindo si no estaba su novio. Lo besaba si le gustaba, y si valía la pena, se morreabana en los reservados, y si daba la situación, ella el mamaba la verga (siempre y cuando el joven agraciado valiera la pena), siempre y cuando el le dedique algo a ella, un par de mimos.
Paso una semana de abstinencia de su diversión, y eso la hacia sentir inquieta. Pero no levantaba la nota de matemáticas. Y el fin de semana habría un campamento, donde asistirían los tres últimos años, 3°, 4° y 5°. Y Rocio no se lo quería perder. Mas por las palabras de su novio “si vas al campamento, hacemos de todo, vos y yo solitos en el bosque…”. Rocio ya no estaba enojada con el, mas porque tanta abstinencia (una semana era mucho para ella) la hacían hervir cuando recordaba tener sexo, esa cosa que había descubierto este año.
-dale papi, porfa… solo esta vez, te prometo que estudio sin parar luego!…- Le rogó Rocio a su padre, con lagrimas incluidas (falsas, claro), con su carita de cachorra triste, moviendo un piecito en el suelo con una niña pequeña. Y lo logro, asistiría al campamento.
-llevemos alcohol…- Decían sus amigas cuando preparaban la mochila. Una de ella, que estaba enamorada de uno de los amigos de Rocio, le decía si ella no la ayudaba a ganárselo.
-A la noche, me meto en la carpa de ellos, y mando a los amigos de mi novio con ustedes…- Ese era el perfecto plan de Rocio. Se metería a escondidas en la carpa de su novio y sus dos amigos. Se quedaría sola con su novio, y los amigos de el, irían a escondidas a la carpa de ella, donde estaban sus dos amigas. Todos contentos, nada podía fallar.
Rocio se había llevado al campamento la ropa interior más sexy que tenia. Un conjunto rojo de encaje, que levantaba sus pechos haciéndolos parecer más grandes, y apenas los tapaban. Y una tanga minúscula, que atrás solo era tan finita que se le metía bien adentro de los cachetes de la cola.
EL día del campamento, todos estaban desesperados por llegar y hacer vida “sana” en el bosque. Había tres Monjas que custodiaban, separando las carpas de varones y mujeres. Pero al final decidieron hacer así: una carpa de mujeres, una de hombres, todos los años mezclados. Durante le día jugaron al la pelota, al voley… Rocio tenia puesto una remerita que le dejaba la pancita afuera, y un shortcito ajustado que remarcaba la perfecta cola, recordándoselas a todos. Mas de uno se le quedaba mirando el culo embobado. Peor también había otras chicas de buen ver, una de 3° año, tenia unos pechos grandes como sandias, y que cuando saltaba jugando al voley, se le movian de acá para allá, para gracia de los espectadores.
Las amigas de Rocio tampoco estaban nada mal. Rocio solo se juntaba con las chicas más bellas de su curso. Carolina era un morena con un buen cuerpo, buena cola, buenas tetas, con cara de niña chupadora, pero bajita. Andaba vestida con unos jeans ajustados y una remera negra. La otra era rubia como Rocio, Soledad, que sus atributos eran su carita de nena inocente, y su buen par de tetas, las más grandes de las tres amigas. Las tres, Rocio y Carolina y soledad, al estar juntas, acaparaban todas las miradas.
Un grupito de chicos de tercero miraba a las tres diosas del colegio jugar al voley. Las miraban embobados y reían como tontos. Comentándose cosas al oído. Rocio, la más provocativa de las tres, de vez en cuando les sonreía sensualmente a estos chicos, que rápidamente corrían la mirada. Luego, ella les daba la espalda, y arqueaba la cintura dejando su cola en pompa justo delante de ellos. Los tres miraban su impresionante culo con la boca abierta.
-que pajeros que son!!..- les gritaba las amigas de Rocio a los chicos, sin que escuche las monjas, claro. Y los tres se sonrojaban. Y como las tres amigas se reían de ellos, se fueron de allí.
-cuando todos duerman, hacemos el intercambio de carpas…- Comentaban las chicas emocionadas. La noche llego, se prendió una fogata, y uno de los amigos del novio de Rocio, canto canciones con una guitarra. Cosa que arranco los suspiros de las chicas de años menores.
Casi a la medianoche, las monjas bostezaban, porque eran dos viejas setentonas y una monjita de unos 22 años. Y dijeron “hora de dormir, y sin peros”. Igual se quejaron, pero inevitablemente todos se tuvieron que meter en sus respectivas carpas, y acostarse a dormir.
-y que no los escuche hablar!…- Dijo una de las viejas monjas. Al lado de la carpa de Rocio estaba la carpa de los tres chicos que la habían estado mirando. Y la de su novio estaba 5 carpas mas halla. En silencio, las tres amigas, Rocio, Soledad y Carolina preparaban la carpa para cuando llegaran los chicos. Habían traído alcohol, cigarrillos, y preservativos de ser necesarios. Aunque Soledad, al que estaba enamorada de unos de los chicos, dijo que no quería tener sexo todavía, ella era virgen y se reservaba para el amor de su vida.
-con esas tetasas no vas a tardar demasiado en encontrar al “amor de tu vida”, jaja ….–comentaba Rocio y reían, Soledad sonrojándose. Casi a las dos de la mañana, ya no se escuchaba ruidos, todos parecían dormir. Y Rocio, muy sigilosamente, abrió su carpa, y se escabullo en la oscuridad de la noche.
-Hola preciosas…- a los 5 minutos, ya habían llegado los amigos del novio de Rocio a la carpa. Traían cerveza en una mochila. Y entrando en la carpa, comenzaron a divertirse. Los dos no dejaban de mirarle las tetas, que se le transparentaban a Soledad, en la fina remera que llevaba.
-queres que te la chupe?…- Decía Rocio a su Novio al oído, mordiéndole la oreja. Desde que había llegado ella, no dejaban de morrearse, besándose desenfrenadamente a oscuras en la carpa. EL le metía mano por debajo del short que ella, amasijandole los cachetes de la cola. Rocio no daba mas, quería mamar la verga, metersela, hacer algo para apagar la calentura que tenia hace dos semanas. Hasta se le había cruzado pro la mente entregarle la cola a su novio. “el sexo anal es lo mejor doloroso y placentero a la vez” le había dicho su prima de 19 años. Y a Rocio desde entonces le rondaba la idea por la cabeza.
-para…- Dijo el Novio.
-que pasa.. dale, desvestite…- Decía Rocio sin la mas mínima gana de parar.
-tengo que ir a mear…-
-dale, pero rápido!!..- Decía Rocio sin poder creer que tenia que aguantarse un rato mas para satisfacerse.
-prepárate que cuando llegue, te hago pomada!…- Le dijo su Novio mientas salía de la carpa. Rocio prendió una linterna. Se saco rápidamente toda su ropa, quedando desnuda. Y de su mochila, saco el conjunto de lencería que había traído. Se lo coloco, la tanga se le metía entre los cachetes de la cola, y el sostén apenas tapaba sus tetas.
-sos una perra Rocio, una perra muy sexy…- Se decía a ella misma riéndose. Luego, saco una caja de preservativos. Escucho ruidos afuera y apago la luz, quedando a oscuras.
El cierre de la carpa de abrió. Ella veía una figura negra.
-dale tonto, apúrate… veni que te voy hacer ver estrellas…- Dijo Rocio agarrandole las manos y tirandolo sobre ella. Inmediatamente lo comenzó a besar. Ella sintió sus manos recorrer su cuerpo, temblorosamente. Los labios de Rocio besaban desenfrenadamente, pero el lo hacia suave. Lento. Las manso de el acariciaban el cuerpo de ella, haciéndola suspirar.
-estas mimoso…- Decía ella, que aunque quería sexo inmediatamente, quería aprovechar que el estaba mimoso. Porque siempre era un bruto que le gustaba el sexo fuerte, y nunca habían hecho el amor.
-aahhh… que haces… ah, picaron!…- El le había colocado una lazo en los ojos a Rocio, dejándola sin poder ver. Ella sonreía, le gustaba jugar, nunca jugaban con su novio. Hoy estaba muy extraño.
-para que me tapas los ojos si estamos a oscuras bebe?…- Preguntaba ella. Pero escucho un clic!. Era el sonido de la lampara prendiéndose.
-ah, te gusta con luz ahora… ¿te gusta lo que me puse bebe?.. es especialmente para vos…- Recia Rocio agarrandose las tetas y apretándoselas. Pero el que la miraba embobado no era el novio, sino uno de los tres chicos que la habían estado mirando.
-ahh… ahhh… me gusta eso…- Comenzó a suspirar Rocio cuando el chico comenzó a besarle las piernas. Sus labios iban recorriendo las perfectas piernas, cada vez mas arriba. Cuando llego a la entrepierna, comenzó a pasar un dedo lentamente por la tela de la tanga.
-aahh… dios.. dale.. Hace algo mi amor.. lo que quieras, pero no me tengas así…ahhh…- Le chico agarro la tanga con los dientes, y comenzó a tirar de ella hacia abajo. Rocio levanto la cintura, hasta que ya nada la cubría de la cintura para abajo.
-mmmm..aaahhh… al fin te acordaste de mi… ahhhmmm…- Comenzó a gemir Rocio cuando le chico comenzó a pasar su lengua por su vagina. A Rocio le resultaba un tanto extraño el comportamiento de su “novio”, pero le gustaba lo que hacia… nunca se comportaba así, pero le encantaba ahora.
-aahhh…dios… aahhhmmm…- Jadeaba Rocio arqueando la cintura. EL chico sabia lo que hacia, pegaba lengüetazas, mordía suavemente el clítoris, metía lentamente uno de sus dedos en el interior… Rocio estaba en las nubes, era lo mejor, era increíble, pensaba ella.
-aahhh..ahhhh…acabooo…aahhggg….. –Gritaba Rocio mordiéndose la mano. Pero el chico no paraba, no paraba de chuparle la vagina, cada vez mas rápido. Rocio se retorcía en la colchoneta, tratando de no gritar. Le rodeaba la cabeza al chico con sus piernas, le apretaba la cabeza contra su entrepierna, queriéndose meter la lengua de el mas y mas adentro.
-dame verga mi amor, no doy mas… ahhh.. dame… ahh… verga…- Rocio decía esto entre gemidos. Y ni escucho, porque estaba muy perdida entre gozar y tratar de no hacer ruido, que la carpa de habría y entraban los otros dos chicos que faltaban.
-aahhh… ahhh… dale… dame verga…- Uno de ellos, le saco el sostén a Rocio. Y sus manos fueron hacia allí, a masajearle las tetas. Luego, su boca comenzó a lamerle los pezones, mordiéndoselos suavemente. Rocio no daba mas, gemía, jadeaba, estaba tan caliente que ni se daba cuenta que tenia a dos personas sobre ella, una entre sus piernas, otra entre sus tetas.
El tercer chico se desvestía, y saco su verga dura y palpitante. Los tres se miraban entre ellos in poder creer que estaba teniendo una orgía con la mejor chica de la escuela. Y menos podían creer lo que escuchaban.
-aahhh.. dame verga… quiero tu verga ahora….aahhhh…- Y no la hicieron esperar. El 3° chico acerco su verga a la cara de Rocio, y ella al sentirla, al agarro inmediatamente con su mano, pajeandola. El otro le mamaba las tetas como si se le fuera la vida en ello. Iba de una teta a la otra, chupandolas, mordiendo los pezones. El otro le metía dos dedos mientras chupaba el clítoris, arrancándole gemidos a Rocio. Pero ella cayo de cuenta de que había mas de una persona con ella.
-aahhh… que hacen?… trajiste a tus amigos?..aahhhhh…- Dijo apenas, porque uno e ellos no dejaba de chuparle la vagina. Y el otro, que tenia la verga en la mano de Rocio, aprovecho que ella tenia la boca abierta y se la metió de un empujón.
-mmmmm…mmmmm…- Eso fue demasiado para Rocio, sentía un inceible placer al ser chupada allí abajo, que encantaba que le chupen los pezones, y estaba mamando una verga. EL placer la domino. “Ya estoy acá, a gozar!” Pensó. Se dejo hacer, no aguanto mas y comenzó a mamar la verga del chico, metiendosela hasta la garganta.
EL que le chupaba las tetas dejo de hacerlo y se desvistió en menos de un segundo, quedando con la verga al aire. Rocio al sentirla cerca de ella, manoteo la verga con su otra mano y comenzó a pajearla. Chupaba la otra con pasión, se la sacaba y la lamía, pasándole toda su lengua mientras subía y bajaba su mano. Luego acercó la otra a su cara, y se la metió en la boca, realizándole el mismo trabajo. Se sentía golosa con dos vergas, chupandolas como una puta.
-mmmsspp… mmmmsshhoo….- Emitía la boca de Rocio. Los chicos Gemian sonrientes al ver lo apasionada que era esta chica, como mamaba sus vergas desesperada. El que estaba entre sus piernas, se desvistió y con la verga en la mano, comenzó a pasársela por la vagina, haciendo temblar a Rocio.
-metemela.. ahhh… dale… meteme tu verga… ahhh…- Decía Rocio fuera de si sacándose las vergas de la boca. Y de un empujón, el chico le enterró toda u verga hasta los huevos.
-mmmmmmmmmmmmmmmmmmm!!!!!!…- Grito Rocio con la boca llena de carne caliente. El chico comenzó a bombear rápido, Rocio abría sus piernas entregándose completamente. Ni se habían acordado de ponerse los preservativos.
Rocio succionaba ahora de tal manera una de las vergas que le chico no pudo evitar acabar. Lo hizo dentro de su garganta, y ella golosa como era, se trago cada gota que le entraba, sin desperdiciar nada. El chico quedo exhausto por la tremenda mamada que le había hecho. Pero Rocio quería mas, y comenzó a engullir la otra rápidamente, mientras le chico que la cogía, comenzaba a transpirar.
-mmm!!—mmmm!!!.. Mas!!…ahhh siiiii….- Gemía Rocio como una perra en celo. Y el chico, por cogerse a la chica de sus sueños, sintió su orgasmo. Rápidamente, saco su verga y se arrodillo encima de Rocio, comenzando a venirse a chorros sobre las tetas de ella.
-ahhhhh!!…- Grito Rocio. Ahora otro de ellos la empernaba. Tenia las piernas de ella sobre sus hombros, y la penetraba fuerte y duro. Pero Rocio no se adrementaba, mientras recibía las embestidas, limpiaba la verga del que le había acabado en las tetas mientras seguía pajeando la otra. Cuando ya estuvo lista, se volvió a meter la otra verga.
-háganme mierda, eso… sii.. ahhh…- Jadeaba Rocio incitando mas y mas a los tres chicos. El que la cogía acabo de nuevo, sacando su verga y eyeculandole en el estomago. Le tocaba el turno al otro. Este dio vuelta a Rocio y la dejo en 4 patas, y le ensarto su verga de un golpe.
-aahhh…… dale… cojéeme… rómpeme….- Jadeaba a Rocio, pero le chico dio dos embestidas que sintió su orgasmo, y le eyeculo en la espalda.
-que pasa? Sigan cogiendo!..- Decía Rocio sin poder parar su excitación. Uno de los chicos tomo la posta y comenzó a culearla fuertemente, haciendo vibrar los cachetes de la increíble cola de Rocio. Otro le tenia agarrada la cabeza y le culeaba prácticamente la boca. El tercero se reponía de su reciente acabada.
-ahhgg…mmmm!!!…- Se quejo Rocio. El chico que la cogía, escupía en el ano de ella, y comenzaba a meter un dedo. Rocio se quejaba, le dolía. Trato de safarse, pero su excitación no la dejaba, apenas si se movía. Le chico le dejo la posta a otro que ocupo su lugar, y comenzó a coger a Rocio. Y el también siguió metiendoles un dedo en el año, abriéndoselo.
Aahh.. por hay no..mmmm!!!!…- Decía Rocio, pero la callaban con una verga hasta la garganta. Y cuando le pusieron la otra e frente, ella se abalando sobre las dos, mamandolas alternativamente. Y se olvido, a pesar del dolor, que le estaban abriendo el culo.
-mmmm!!..mmm!!!!!..- El chico la cogía cada vez mas fuerte, ya tenia dos dedos en el ano de Rocio, y los movía en circulo. Ella movía su cola para acá y para halla, insinuantemente. El chico no podía creer que tenia el culo mas perfecto que había visto frente a el, a punto de ser atravesado por su verga. Y así fue.
-aaahhggggg!!!…- Se quejo Rocio apretando los dientes, y aferrándose a las dos vergas que tenia en la mano. Le chico de pronto, había sacado la verga de la vagina, y de un empujón y sin previo aviso, le metió la cabeza en el ano.
-despacitoooo… ahhggg….- Seguía quejándose ella. Pero le gustaba, era una mezcla de dolor y placer. Sentía como esa barra caliente le estaba llenando las entrañas. El chico la tenia agarrada de las caderas, y empujaba cada vez mas, metiendo su garrote en lo mas profundo de Rocio, estrenando el culo prodigioso. Hasta que su vientre choco con los cachetes de la cola de Rocio.
-aahh… huufff… aahhhh…- Ricio parecía que estaba en un parto, respiraba dificultosamente y tenia la cabeza recostada en la colchoneta. Pero seguía agarrada a las dos vergas. Lentamente el chico comenzó a bombear, sacaba lentamente su verga, y la volvía a meter.
-aahhgg.. despacio… ahhgg… no se como te deje metermela por hay….- Decía Rocio toda colorada. Pero por sus adentros disfrutaba como una loca “mi prima tenia razón!”. AL rato, Rocio engullo de nuevo las vergas, recibiendo cada vez más rápido las embestidas en su culo.
-mmmm!!…mmmmmmm!!..mmmmmmm!!!…- En chico que la culeaba no aguanto mas, culearse a Rocio era la meta de su vida, y con dos fuertes estocadas, y todo transpirado, comenzó a eyecularle en las entrañas. Rocio al sentir las descargas de semen comenzó a temblar, Ya ni sabia cuantas veces había acabado esa noche, pero esta era potente. Sentía corrientes de electricidad en el cuerpo que la hacían convulsionar. Luego quedo con la cabeza en la colchoneta, desfallecida.
Mientras había tremenda orgía con Rocio y a los que ella creía su novio y sus amigos, había otras “fiestitas” en le campamento. La monjita joven, había salido a inspeccionar, porque escucho ruidos raros. Las otras dos monjas roncaban como troncos y nada las despertaría, a no ser que alguien les grite al oído. Pero ella se había acercado, primero a la carpa donde antes estaba Rocio. Allí no había ninguna Luz, pero se escuchaban leves jadeos, muchos, de varias personas. Los amigos del novio de Rocio, tenían también su fiesta dentro de la carpa, y seguramente, soledad que tanto protegía su virginidad, ya no era tan santita por sus gemidos.
La monjita no hizo nada, solo escucho atentamente los jadeos que le resultaban muy curiosos y excitantes. Luego, al ver que había Luz en la carpa donde estaba ahora Rocio, se acerco hasta allí.
Podía ver las sombras de todos ls que estaban allí dentro traslucidas en la tela de la carpa. Miro hacia todos lados, aparentemente, salvo las dos carpas fiesteras, todos dormían. Miro con ojos muy abierto lo que sucedía. Y las palabras de Rocio “dame verga!.. cojéeme!!. Siiiaahhh” la excitaron. Y había estado presenta toda la orgia. Se había recostado en un árbol, y tenia su mano bajo el camisón que usaba para dormir, masturbándose viendo las tres figuras que se encamaban con Rocio.
-mmmm..mmmm…- Gemía la monjita, viendo como ahora Rocio cabalgaba encima de uno de los chicos, mientras mamaba la verga del otro.
-aahh… siii….mmmmm…- gemía Rocio casi saltando en la verga del chico. También succionaba con sus labios, la verga de oro que tenia metida hasta la garganta. LE tercero se frotaba la verga, y ya sabia donde meterla. Rocio tenia para su disposición el agujerito recién estrenado.
-aaaahhmmm.. noo.. no.. de a dos juntos no…- Decía Rocío al sentir que el chico se apoyaba detrás de ella y apuntaba su verga al ano de Rocio.
-no… los dos… nooaaahhhhhhggggggggmmmmmm….- Pero ningún pero valía, el chico haciendo fuerza se fue abriendo paso en las entrañas de Rocio. Ella apretó los dientes para no gritar. Dos vergas dentro de ella era demasiado, comenzó a tener un orgasmo en ese mismo instante.
-aahhh!!.. hijos de putaaa!!!:..aahhhhhhhh….-Jadeaba ella convulsionando en su orgasmo, Peor el chico seguía metiendo la verga en su ano, y cuando la metió bien adentro, comenzó a culear.
-aahhh… me matan!! Diossss!!!.. Me matan!!!…- Jadeaba Rocio toda llena de sudor y se metió a la 3° verga en la boca. Los chicos coordinaron sus embestidas, cuando uno sacaba su verga, el otro entraba, y Rocio nunca dejaba de tener verga por todos sus agujeros. El de abajo le chupaba las tetas, mordiéndole los pezones. Sus pechos estaban marcados por los dientes de ellos tres, pero a Rocio le encantaba que le muerdan sus tetas.
-aahhhhh.. sii… hijos de puta.. me parten en doooss…aahhh…- Jadeaba Rocio, ellos rotaban, se turnaban para meterle la verga en el culo, en la vagina o en la boca. Ahora ocio estaba boca abajo, sobre uno de los chicos que a empernaba por el ano, el otro la penetraba rápidamente pro la vagina, y el otro le culeaba la boca.
Las tres vergas entraban y salían de Rocio sin parar. Ella ya estaba exhausta de tener tantos orgasmos, sentía que si acababa unas veces mas se iba a desmayar. Nunca había gozado tanto en toda su vida. Además, penaba que tener un verga en el culo era lo mejor que había probado, su prima tenia toda la razón, peor también penso que mejor que una en el ano, eran acompañada por otra en la vagina. Y si había una en la boca, mejor. “sos una tremenda puta Rocio”.. de dijo a si misma.
.aahhh.. dios… ya basta… no doy mas… ahhh.. Decía Rocio. Y los chicos, que estaban todos sudado por cogerse por todos los agujeros a su diosa. Colocaron sus vergas en la cara de ella, y masturbándose, comenzaron a eyecular los tres a la vez. Rocio habría la boca tratando de tragar su presiado semen. Pero termino con la cara enchastrada, chorreando leche. Luego comenzó a mamar cada una de las vergas lentamente, limpiándolas, pasándole la lengua, llenándolas de su saliva, hasta dejarlas brillantes.
Rocio, recostada en la colchoneta, comenzó a juntar los restos de semen que tenia en la cara con sus deditos, para luego chuparselos sonriente. Los chicos le acariciaban el cuerpo, metiendeole mano por todos lados a Rocio, haciéndola ronronear como a una gata. Y uno de ellos, se acerco a la cara de Rocio, y empezó a besarla, lego se sumaron los otros dos.
-aahh..sssiii…- A Rocio el encantaba eso, que la besen. Ahora los tres eran suaves, sentía las 6 manos recorriendo su cuerpo, y tres bocas que la besaban en la boca, en el cuello, en sus pezones, por todos lados. Pero algo andaba mal. La habían besado en la boca, y ella no había conocido un hombre que después de tragarse su leche hubiera hecho eso. Sin penarlo, agarro lo que le cubría los ojos y miro de le hacia abajo, sacándoselo. Primero le costo ver a su alrededor, pero cuando se acostumbro a la luz, vio algo que la dejo muda.
-ustedes… ustedes.. Ustedes tres.. me… me…- Decía Rocio sin poder creer que esos tres chicos eran los que habían hecho una orgía con ella. Mientras Rocio reaccionaba a la sorpresa, los tres se vestían a las apuradas sin decir palabra, peor con una sonrisa de oreja a oreja.
-Sus nuestra diosa!…. Dijo uno y sacando una cámara digital de su bolsillo, le saco una foto a Rocio desnuda, con los pelos revueltos, y semen seco en el cuerpo. Rocio abrió grande los ojos todavía sin poder creer lo que había pasado.
-hijos de!!…- Pero el chico, mientras los otros dos salian rápidamente de la carpa, saco tres fotos mas, y salió disparado de la carpa.
Rocio llego a su carpa media hora mas tarde, cuando los amigos de su novio salían de la de ella. A la mañana siguiente, Rocio no comentaba palabra de lo que había pasado. Peor escuchaba a sus amigas, que le contaban la flor de fiesta que se había armado con los amigos de su novio.
-ya no soy virgen…- Le dijo soledad sonriendo a la vez que se sonrojaba.
-Quién hizo esto!!…- Gritaba una de las monjas. EL novio de Rocio estaba atado en un árbol, con una trapo en la boca, los ojos vendados y solo en calzoncillos. Estaba muerto de frió. Cuando todos se levantaron por los gritos de las monjas, comenzaron a reírse a carcajadas, inclusive a la monjita se le escapaba una sonrisita. Rocio tampoco pudo evitar sonreír ante el espectáculo.
No se descubrió quien fue. Lo que hizo la monjita esa noche afuera, masturbándose viendo a Rocio ser culeaba, es un misterio. EL novio de Rocio no había visto quine lo había golpeado en la cabeza, y luego atado en el árbol. Y Rocio, no dijo nada de lo que paso, solo dijo a sus amigas “yo estuve con mi novio, fue a mear, pero como no volvía me quede dormida”, pero también sabia que los tres chicos tenían fotos de ella, y quine sabe lo que harina con ellas. Peor a pesar de todo, habían pasado al mejor noche de su vida.
Muchachos y muchachitas, termino el cuento.. ahora a la cama y a dormir…. y recuerden, nada de lo que escribo es algo verídico, solo son historias….
Fin

Con mi sobrina
30 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
Somos de México de cerca de la capital; pues bien Karlita es mi sobrinita de 6 añitos, hija de mi hermana quien siempre vivió cerca de la casa de mis padres a unas cuantas cuadras, bien en ese entonces yo hiba a la secundaria cursaba el segundó grado y a mis 14 uff traía la hormona a todo lo que daba, como buen adolescente ya todos han pasado por esa estapa y comprenderan, mi hermana siempre me confió el.cuidado de Karlita la confianza existía por demás esta decir que en todas las familias siempre el tío es quien tiene la mejor oportunidad de lograr esto que cometí; púes bien mi calentura era extrema literalmente, mis maestras hacían que tuviera sueños húmedos pero hasta ahí, mi hermana siempre trabajaba en el mercado o tianguis vendiendo peces, y pues esto absorbía su tiempo y ya sabrán en donde dejaba a karlita, para ese entonces mi preciosa niña tenía recién cumplidos los 6 añitos aún hiba al Linder y mi Mamá obvió se encargaba de ir por ella saliendo del kinder, cuando yo llegaba ya de la secundaria, púes mamá guisaba la comida y karlita uff me esperaba siempre para jugar como cualquier niña de esa edad sin malicia alguna.
Mi hermana trabajando mi madre ocupada a las tareas propias del hogar, púes el incesto se da porque se da, yo tenía en mí cuarto revistas y vídeos xxx ( VHS ) que había robado a mi papá, bastante buenos y culpables de que YO cometiera mi objetivo, karlita es apiñonadita, cachetoncita, pelo lacio y castaño obscuro, ojitos grandes y sumamente obediente, obvio sólo conmigo soy su tío les recuerdo, su tío favorito. Púes bien resulta que karlita tenía a sus 6 añitos unas nalguitas bien redonditas y con la faldita del kinder resaltaban más, yo de tanta película xxx pues ya sabrán mi calentura a mil y semanas pensando como haría para desnudarla en mí cuarto, primero que nada anhelaba ver en vivo y a todo color el ANO de mi sobrinita, y también su vulvita pero sabía que no podía penetrarla por su vagina ya que mi pene no entraría y al quitarle el himen sangraría y me acusaría eso amigos es violacion y no era tan pendejo de hacer eso.
Un día me armé de valor, la llame a mi cuarto siempre jugábamos en la sala o el patio este día no, mi madre en sus quehaceres y karlita y yo en mí cuarto bien, cerré la puerta con seguro así si mamá nos buscaba pues le sería más difícil entrar, púes bien a ella no le sorprendio eso tenerla en mí cuarto me dice tío a que vamos a jugar? Yo: sabes que estas bien bonita, de veraz tío, si en serió yo te quiero mucho siempre te he cuidado desde bebé y en la playa te acuerdas, si tío y yo también te quiero muchooooo, pero a que vamos a jugar? Ella traía su faldita del kinder, ojo amigos a nuestras nenas no hay que explicarles sin tanto rodeo pues, me crean o no, la voltie le subí la faldita y al oído le dije ( te voy a bajar tu calzoncito ), ella ni dijo nada sólo me dijo que si con su cabeza, creanme una niña de 6 añitos a esa edad no opone ningún tipo de resistencia y menos si eres su tío. Wow que sorpresa tan deliciosa ver el ANO de mi niña si mi niña desde ahí lo sería, con mis manos le abrí sus nalguitas y pude ver su pequeño ANO sólo para mí ella estaba semirecostada en mí cama conmigo atrás abriendole sus nalgas y viendo su ANO, obvio le olí su ANO y creanme si tenía un poquito de caquita que limpie con papel higiénico pero ella seguía como si nada, sabía que le estaba viendo el ano, y me dijo porque me lo limpias, es que tienes caquita y le dije me dejas ver adelante que tienes, me dijo si; la voltie y se apenó me dijo ya me viste y se tapo, le dije porque te tapas no me dejas ver tu colita, y me dice mi Mamá me ha dicho cuando me baña que no me deje tocar mi colita, amigos creanme mi corazón estaba a mil por hora, y mis manos temblaban, pero le suite las manitas y pude ver su vulvita, amigos a la niña no se le pide permiso se le toca y ya, púes le toque sus labios vaginales hijole era tan chiquita su vulvita que con eso me basto para no ni siquiera pensar en penetrala vaginalmente, en seguida la voltie y como si nada le seguí admirando su hermosa ANO y sus nalgas las agarre y les di besos con mi dedo índice derecho le toque el ano y quise meterlo pero ella me dijo no tío sólo velo, uff ese día no me la creía no me la creía, le subí su calzoncito y le acomode bien la faldita y le dije karlita, ( de ahora en adelante cuando yo quiera te voy a bajar tu calzoncito ) me dijo si tío, creanme perdí la noción del tiempo.
Pasaron los días y mamá no sospechaba nada, menos su mamá, mi hermosura no había dicho nada a ellas dos, púes bien comenzamos a meternos más a mi cuarto ella ya sin decirle se me volteaba y yo le bajaba su calzoncito, un día intente meterle un bolígrafo uff que fui hacer amigos jamás lastimen el ANO de su niña, hijole que regada di se puso a llorar, jamás olvidaré como apretó sus nalgas y me dijo eres malo que me querías meter, le dije nada mi Amor nada perdoname si, ojo el ano es muy sensible no comentan ese error, peroooo aquí viene lo bueno, existe la crema Nívea uff que delicia chingo el que hizo esa crema, púes bien tenía mi tarro gran de de Nívea y papel higiénico jamás lo olviden pues bien con mis dedos le untaba un chingo de Nívea en todo al rededor de su ano y obviamente en mí pene sólo en la cabeza la puntita el Glande pues, ya untado mi pene con Nívea y no es comercial jajaja sólo la punteaba si la puntita así en su oído le decía, mi Amor sólo te voy a meter la puntita si, ella me decia si con su cabeza y seguía jugando con sus muñecas, yo a mis 14 era virgen osea no había eyaculado, sólo de me ponía como mástil y pero me kedaba dolorido el Pene porque no podía eyacular aún, y ella una niña de 6 hijole creanme cuando lo hagan sabran, ella gozaba sólo con que la punteara, las niñas de 6 años son las mejores que hay para hacerles el sexo Anal, creanme una niña de 6 años va a gozar y te va a Hacer eyacular en su ANO como no te imaginas, les repito por última vez las niñas de 6 años están aptas para hacerles el sexo Anal, ojo sólo Anal, ventajas: no te van a acusar, su ANO esta apto para tu penetracion y lo mejor ella solita te va a pedir que se lo metas, ahorita escribiendo y recordando todo esto con mi sobrinita me estoy viniendo de nuevo…
Siempre que podía la metia rápido y desaforado antes de cualquier mandado o cosa que me dijera mi madre que fuera a hacer, yo la agarraba la metia a mi cuarto le bajaba su calzoncito y le me untaba crema en mí pene la punteaba y ya ni la limpiaba creanme, creanme es crema, y la crema no deja rastro se desvanece y ella te lo agradece no la Lástimas en lo absoluto y lo goza si lo GOZA porque ella termina diciendote, tío quiero… Ustedes amigos ya saben qué.
Se llegó el tan anhelado día ese día que uff jamás vaz a olvidar en tu vida literalmente, nunca lo olvidas, púes si ya saben la rutina, pero esta vez fue en la cama y cuarto de mi hermana, si porque ahí su cama era más alta justamente a la altura perfecta para ella ya saben recostarse pero esta vez kedo a la perfección sus nalgas a la altura de mi pene hijole ese día ya no aguante mi calentura y si amigos si, lo que están Pensado y se que van ha hacer también, púes si ese día ya la tenía a ella lista y si esta vez se va sin crema!!! Obvió ella mostrandome su culito pues ni cuenta se dio, literalmente, y si traía mi pene que ya no podía mas, sólo me el Pene y con otra mano le abrí sus nalguitas ojo ella no sintió esta vez la crema,pero una niña de 6 añitos ya sabe que es su ANO y que sirve para que el Pene de su tío entre en él.
Púes bien me agarre el Pene con mi otra mano le abrí las Nalgas y apunte la cabeza en el mero ANO y esta vez comenze a empujar pero ahí les va, es despacio acomodar la cabeza de su pene en el mero hoyo, y con las dos manos van a tomar la cinturita de su niña en este caso la mía mi niñita, y ya no la van a soltar por nada mundo, por nada esta vez con sus manos bien agarradas de su cintura literalmente empiezan a empujar su pene hasta que solito le entre TODO si señores como lo leen, su Pene va a entrar TODOOOOOOO y sin esfuerzo, su niña lo único que va a Hacer es parar su culito, si como lo oyen ella solita va a parar su culito y obviamente ELLA ya sabe que ya tiene el Pene adentro de su ANO si señores ELLA ( SU NIÑA ) ya sabe lo que le están metiendo en su ANO!!!
Púes no hay palabras para describir el hecho de tener tu PENE en tan PEQUEÑO orificio y luego de quien en este caso de mi sobrinita de 6 añitos, si amigos 6 años.
No mes resta más que Gozar ese culito que se están chingando, y bueno fue algo maravilloso su ANO de mi NIÑA literal me ordeño!!!! Ella apretó su ANO apretaba pero jamás se quejó de dolor alguno, es .mentira eso de que la vaz a lástimar, NO al contrario ella para más su culito y aprieta bien su ANO y creanme ustedes lo único es gozar del ANO de su niña porque entra TODOOOOOOOOO pasaron minutos no se bien, y si señores si, EYACULE por primera vez dentro de mi NIÑA mi sobrinita hermosa, si EYACULE POR PRIMERA VEZ, uff algo INOLVIDABLE para mí y obvió para ELLA, sentí como mi Pene estando dentro de su ANO dentro de ELLA es GENIAL porque esta calientito y se te pone bien MEGA DURO y ahí zaz te pones tieso, tu corazón se acelera y sientes como todo te paralizas del cuerpo no sueltas a tu NIÑA de sus caderas y te va saliendo algo CALIENTE de tu Pito pero adentro de ella y en mí caso me vine bien delicioso!!! Adentro de ELLA y me Asusté porque me dijo hay tío te hiciste chis adentro!!! Sentí toda tu Chis sacamelo!!! Regrese a la realidad y si por un momento Pense hijole me orine, pero nooooooo!!! Lo saque rápido y cual es mi sorpresa líquido transparente si amigos como lo oyen transparente me escurría de mi pito y ella por primera vez miraba mi Pene y me dijo oye tío eso que es, le dije Amor me hiciste venir Amor, ella no sabe no comprende que hizo, sólo sabe que su tío le hizo chis con su pene adentro de ella y la revisé y le dije haber mi Amor, le abri las Nalgas y sólo le escurría tantito líquido de cuando se lo saque, le subí el calzoncito y su pantalóncito y yo seguía tocando con mis dedos mi líquido transparente lo olí lo veia y lo sentía pegajoso corrí al baño, ah eso si me dieron unas ganas de hacer ahora si chis chis que pa Ke les cuento hice mucha orina y me decia karlita tío te hiciste chis en mí todavía siento calientito en mi vaz a ver tío!!!
Yo sólo reía y le decía no mi Amor eso no es chis es líquidito transparente. Obvio no le dije es mi semen, púes no ni me hiba a entender.
A partir de ahí ujule cada que ELLA quería ya se lo metia BIEN y TODO en su ANO si señores una NIÑA de 6 añitos ya GOZA de un Pene dentro de su ANO y ya todas las veces que me venia pues ya era blanco mi semen y espeso y si la respuesta es SI!!! A ellas les gusta sentir el semen adentro de su ANO si les encanta que se vengan en ellas. Mi karlita ya se me sentaba solita en el Pene y ya sabia ahora si bien como era mi semen blanco y de donde salía, éramos tan cani…jos que cuando sus abuelos bajaban a comprar los víveres en la central de abasto nosotros decíamos no vayan ustedes nosotros aquí nos quedamos y ya sabrán… Mi niña ya me abría el cierre me sacaba el Pene y con sólo agarrarlo de me ponia como mástil y ya ella solita se bajaba su calzoncito y se abria sus nalgas y se acomodaba en mí Pene y obvió se lo metía TODOOOOOO hasta que me hacía eyacular delicioso dentro de ELLA, esto es real las niñas de 6 años si AGUANTAN y Gozan te piden que las penetres por su ANO y es bien Rico…pero sólo ANALMENTE!!! SI LO AGUANTAN TODO.
Actualmente ella vive en León guanajuato y allá conocio a su esposó el que jamás sabrá de esto y si si tenemos contacto por redes sociales ese es nuestro secretito que jamás revelaremos a nadie!!!
Fin

Abandonada, Parte 02
30 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, LGBTQ+
Mientras sirvo algo de limonada en unos vasos, veo desde la cocina a la esbelta figura sentada en mi sala. Decidí traerla a mi casa, al menos mientras decidiera bien qué hacer. Estaba por escuchar la historia de Alicia, quien, luego de llorar todo el camino, finalmente se tranquilizó.
Me contó algunos detalles de su vida. Luego de la muerte de sus padres en un accidente, cuando ella tenía 6 años, sus abuelos la acogieron. Su vida era tranquila y normal, pero luego de algún tiempo, sus abuelos también fallecen, primero su abuelo, y luego de unos meses, su abuela. Una tía lejana la acogió. Ella ya tenía un par de hijas y un hijo. Allí comenzó el infierno. El hijo y el padre bebían mucho alcohol, y golpeaban a su tía y a sus hijas. Éstas a su vez desquitaban su coraje con Alicia, la humillaban, la encerraban en la casa, la hacían trabajar mucho, y la golpeaban si no obedecía. Su tío y su primo también llegaron a golpearla y a hacerle insinuaciones sexuales. Trataban de espiarla mientras dormía o se duchaba. Su único escape era la escuela, donde era una excelente alumna. Ésta situación llegó al límite cuando el primo, de unos 19 años, llegó tomado y gritando a la casa. Alicia estaba sola en ese momento, haciendo quehacer. El primo la golpeó, la arrojó a la cama e intentó violarla. Alicia gritaba, y en su desesperación, logró quitarle a su primo la botella que aún sujetaba, y se la rompió en la cara. El desgraciado cae inconsciente. Alicia afirma que respiraba muy raro, y sangraba demasiado. Así que, asustada, tomó su mochila de la escuela, un paquete de galletas y salió corriendo de la casa, aprovechando que la puerta había quedado abierta.
Anduvo por las calles un tiempo, hasta que unos chicos y chicas que lavaban parabrisas la hallaron y la invitaron a su “casa”, o sea, un cuarto en una vecindad. Ahí estuvo un tiempo, hasta que algunas de las chicas, envidiosas por la belleza y educación de Alicia, le robaron su mochila, en la cual tenía sus preciados libros. Además le inventaban chismes, y finalmente la agredieron físicamente. Algunos de los chicos también la agredieron, por lo que decide escapar. Estuvo así como dos semanas, sola, deambulando por las calles de la ciudad, comiendo de los contenedores, y si algún ciudadano se apiadaba, comprando algo en la tienda.
– Ese día estaba muy contenta porque una señora me regaló veinte pesos, fui al minisuper y me compré mis galletas favoritas. Éstaba tan emocionada que atravesé la calle sin fijarme y…-
Me sentía a punto de llorar. Al oírla decir ésto, supe que se refería a la noche que la atropellé. Sin decir nada, me acerco a ella y la abrazo. Ella recarga su cabeza en mi pecho y comienza a llorar. Yo misma estaba ya derramando algunas lágrimas. En eso, oigo que la niña me dice, con el rostro aún hundido en mí, mientras lloraba – creo que el ser atropellada fue lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo… –
Pasaron algunos minutos, y al notar la tranquila respiración de Alicia, me percato de que está dormida. Tratando de no despertarla, la cargo y la llevo a acostar a la habitación de huéspedes. La recuesto, le quito el calzado y la tapo con una sábana. Está profundamente dormida. Me siento junto a ella, y comienzo a acariciarle el cabello. Es cuando mi estómago ruge, y decido que voy a ir a comer algo. Antes de salir de la habitación, me acerco a ella y le doy un suave beso en la mejilla.
Preparé algo rápido para comer, a pesar de ser ya las 6 de la tarde, me preparo unos huevos con tocino (mi debilidad es el tocino). Tras comer, me asomo a la habitación de Alicia. Aún duerme. Me voy a la sala a descansar un rato, en eso suena mi celular. Era Jorge. En ese momento él era la menor de mis preocupaciones, así que decido finalizar todo de una vez. Contesto. Él me pidió perdón, me dijo que iba a cambiar, etc. No era la primera vez que oía éstas palabras. Pero ya estaba harta de él. En ese momento, me sentía llena de una nueva fuerza en mi interior, por lo que pude decirle la verdad: ya no me interesaba nada. Le dije que le pagaría lo que había gastado, pero que ya no tenía interés en casarme, y que todo estaba cancelado. Le hable tranquilamente, en plan de amigos, con un tono de voz soprendentemente relajado. Sin embargo, él no lo tomó tan bién. Comenzó a elevar el tono de voz y a insultarme, decirme mojigata, que era una hipócrita por vestirme como una zorra y no acceder a tener sexo. En fin. Tras un rato de escucharlo, sin inmutarme demasiado (la verdad ya no me importaba lo que él u otros opinaran de mí), dice que me vaya al diablo, que él conseguirá a otra mujer de “de verdad”, y cuelga. Cuando lo hace, me siento extrañamente relajada, como si me hubiese quitado un peso de encima. Tras unos minutos, reparé en que muy seguramente iba a recibir llamadas de mis amistades o de mis padres. Vendrían tiempos difíciles seguramente. Pero nada se comparaba con lo que había vivido Alicia. Si ella ha sido de capaz de sobrevivir a todo eso, y aún así ser capaz de sonreír como lo hace, yo podría enfrentar esto.
No pasaron ni 10 minutos cuando sonó de nuevo mi celular. Creí que sería mi padre o mi madre. Pero no. Era Sandra. – Cómo estás, qué pasó siempre con la niña?- Me preguntó. – Terminé por traerla conmigo a casa- Le dije y añadí – creo que ella esta sola por completo y no tiene a dónde llegar- . – En serio? Vaya! Y qué harás después?-. Lo mismo me he preguntado desde que comenzó todo ésto. Le respondo: – No lo sé. Creo que dejarla conmigo unos días, luego… simplemente no sé- suspiré. – Si ocupas ayuda u otra cosa me llamas sale? Oye y que onda con Jorge? Ya cambió su estatus a soltero!- Eso me recordó que yo misma tendría que cambiar el estatus tan pronto como fuera posible. – Cancelé la boda- le dije, y procedo a platicarle la historia. Sandra se escuchaba feliz. No por mi rompimiento, sino porque finalmente tuve el valor de hacer lo que yo quería, y no lo que otros me decían que debía hacer.
Tras finalizar la llamada, procedo a entrar a mi perfil. Cambio el estatus a “soltera”. Doy una revisada a mi perfil. Ví mis cientos de fotos de fiestas, viajes, reuniones… ví mis más de mil “amigos”… vi mis sugerencias de amigos. Suspiré. Decidí borrar mi perfil. Tras hacerlo, doy otro largo y profundo suspiro de alivio.
En eso, escucho unos pasos y una vocecita. – Está bien señorita?- Volteo a ver a Alicia. Aún amodorrada, despeinada, con una carita de preocupacíón. – Hola mija, sí estoy bien, no te preocupes, ah! Y no me digas señorita, llamame Ariana o Ari, y háblame de tú, no de usted, pues me haces sentir viejita! – Con eso, nos reímos juntas.
Platicamos un momento en la sala. De ésto y de lo otro. No dejaba de sorprenderme de su inteligencia y de su fortaleza. Comenzó a oscurecer. Me pongo de pie y le invito a cenar fuera. Ella acepta encantada, y entusiasmada, se pone su chamarra.
Decido ir a un restaurante en una plaza comercial. Pensé que sería lo mejor pues aparte de cenar podríamos distraernos un rato. Alicia se veía un tanto tímida en la calle, incluso asustada. Íbamos caminando cuando en eso, siento que me toma del brazo. Por alguna razón, mi corazón se aceleró cuando hizo eso.
Cenamos y conversamos buen rato. Alicia se veía fascinada con todo. Parecía que todo era nuevo para ella. El panini que se comío y la soda italiana que bebió parecieron fascinarle. Ya eran las 11 cuando salimos. El tiempo realmente voló. Pasamos frente a un cine, el cual ella miraba fijamente. Casi bobamente. – Otro día te traigo al cine ¿sale?- le dije. Ella volteó conmigo y sonriendo, asiente encantada.
“Otro día te traigo al cine”. Me sorprendió la naturalidad con que dije esas palabras. ¿Qué esperaba realmente de todo ésto? Pareciera como sí diera por sentado que Alicia iba a estar conmigo varios días más. Y ella parecía no tener intenciones de irse. Llegamos a casa. Alicia estaba exhausta, por lo que se retira a dormir. Le doy una pijama (que también compré en mi frenesí) y le dije que mañana acomodaríamos todo en el clóset. De nuevo, me sorprendí al decir eso: ¿acaso eso significaba que quería que Alicia se quedara conmigo indefinidamente? Le doy las buenas noches, y me retiro a mi cuarto. Mientras me dirigía a mi habitación, paso por la puerta principal. Casi nunca la cierro con llave, pues hay vigilancia en el coto y nunca pasa nada. Pero esa vez, cerré con llave, la cual guardé conmigo. No supe bien por qué lo hice. Creo que no quería que Alicia se escapara mientras dormía. Me dirigí de nuevo a mi cuarto, pero me detuve de pronto, recordando el cómo sus tíos la encerraban a ella. De inmediato, quité la llave a la puerta y así, me retiro a dormir.
Amanece nuevamente. Es fin de semana, pero me levanté muy temprano para ducharme y vestirme. Son apenas las ocho, y supuse que Alicia seguiría dormida. Pero mi corazón se estremece al pensar que quizá se escapó durante la noche. Me dirijo a su cuarto, y abro la puerta lentamente. La cama estaba tendida, pero no había nadie. Mi corazón se estemeció aún más, sobre todo porque todo estaba en absoluto silencio. Comienzo a llorar. En eso, se abre la puerta del baño del cuarto y sale Alicia, vestida ya, secándose el cabello. Se sorprende al verme, sobre todo porque estaba llorando. – Hola Ariana, buenos días… ¿te ocurre algo? -. Sonriendo y suspirando de alivio al verla, aún con la voz entrecortada por el llanto, le contesto: – estoy bien, es sólo que… creí que te habías ido -. Alicia sonríe, y me abraza un momento, luego, se separa de mí y me da las gracias. La dejo en el cuarto mientras termina de arreglarse, y voy a la sala a esperarla para el desayuno.
¿Qué rayos fue lo que me pasó? ¿Por qué lloré cuando creí que se había ido? Algo me estaba pasando. Esa niña me estaba haciendo sentir cosas que a mis 27 años nunca había sentido. No sabía qué hacer. Todas esas emociones eran nuevas para mí. Para cualquier otra persona resultaría obvio lo que me estaba sucediendo, menos para mí. Mi forma de vivir todos estos años nunca me había permitido experimentar esa misteriosa emocion que estaba sintiendo ahora.
Tras desayunar, vamos a su cuarto a acomodar toda la ropa. Ella se veía muy emocionada de ver toda la ropa que le compré y que ya tenía dónde guardarla. Yo estaba guardando sus blusas, y ella su ropa interior. En eso, de reojo, veo que saca la tanga que compré y se queda observándola. Siento mi piel erizarse, y mi corazón agitarse, pero hice como si no viera nada y continúo haciendo lo que estaba haciendo. Alicia observó un momento la prenda, sonrojada intensamente. En eso, veo que la abraza suavemente, y procede a guardarla. Ese acto me sorprendió un poco, pero no quise abordar el tema.
Es sábado, y casi siempre suelo salir con mis amigas a desayunar o al café. Casi siempre mi teléfono está sonando toda la mañana con invitaciones. Pero hoy no. Con mi perfil borrado, y con todos los números de mi agenda bloqueados (excepto el de Sandra), mi celular permaneció en calma. Como era de esperarse, tenía alrededor de 300 llamadas perdidas. Al menos 100 de ellas eran de diferentes números.
– ¿Qué quieres hacer hoy? – Le pregunto a mi joven invitada. Titubeando, y sonrojadísima, me dice, tímidamente – n…no sé… ¿ir.. al… cine?- . Sonrío ante la encantadora imagen que tengo enfrente. Le contesto: – Eso me parece muy bien, pero mejor déjalo para la noche, yo digo ¿ahorita a dónde quieres ir?
Y así, fuimos al parque. Al parecer, a ella le gustaba mucho ir cuando vivían sus padres y sus abuelos, y nunca había tenido oportunidad de ir desde entonces. Preparamos un lonche para comer allí. Jugamos un buen rato, corrimos, nos perseguimos, nos revolcamos como niñas. Creo que no me había divertido así desde… nunca. Era realmente increíble el estar con ella. Me divertía mucho y me encantaba convivir con esa frágil pequeña. Exhaustas, nos sentamos a comer el lonche. Mientras devorábamos las salchichas, veo que de pronto su semblante se pone serio. – ¿Te pasa algo mija?- le pregunto. Con la mirada baja, responde: – No, es sólo que… me siento muy contenta… me siento muy feliz contigo Ariana…-. Su rostro se enciende como carbón al rojo vivo, y siento que el mío hace lo mismo. Me acerco a ella, me siento a su lado, la abrazo y le doy un beso en la cabeza. Ella sonríe y reanudamos nuestro lonche. Más tarde, llegamos a casa y Alicia se mete a bañar para alistarse para el cine, y lo mismo hago yo. Al salir, de bañarme, suena mi teléfono. Como todos los números están bloqueados menos el de Sandra, era evidente que era ella.
– Hola Ari, ¿cómo estas?-. – Bien, bien Sandra, y tú?-. – Excelentemente, pero oye, qué onda con tu vida, tus papás me hablaron para preguntarme de tu rompimiento!-. Mis padres (sobre todo mi madre) nunca aceptaron por completo mi amistad con Sandra, decían (de nuevo, sobre todo mi madre) que no era de nuestro nivel. Por eso era muy extraño que le hubieran hablado. – Lamento eso, es que bloquee todos los números para que no me molestaran con eso- . – Lo entiendo, pero estás bien ¿verdad?-. – Claro, Sandrita, nunca me he sentido mejor -.
Me dijo que mis padres estaban decepcionados (sí, sobre todo mi madre) y que era una pena y que más valía que buscara una reconciliación y rápido. También me dijo que el face estaba loco por el chisme. Y que al parecer Jorge ya andaba con otra chava (creo que resulta obvio el pensar que ya andaba con ella desde antes). Tras conversar un rato más, me pregunta: – oye, ¿y qué pasó con Alicia?-. Me sonrojé, y le contesto: – Nada, sigue aquí conmigo, le acondicioné un cuarto, ya guardamos su ropa allí. En la mañana fuimos al parque y se está bañando porque vamos a ir al cine al rato-. Sandra responde: – Me da gusto por ustedes dos, en serio. Creo que ambas se sentían muy solas por diferentes razones, ¡y ahora están acompañándose una a la otra! –
Era cierto, ambas estábamos muy necesitadas de compañía, y ésta situación nos cayó del cielo. Esa niña realmente me hacía sentir feliz. Tras vestirme con unos ajustados y sexys jeans, y una escotada blusa, me perfumo, me maquillo ligeramente y voy a la sala, donde ya está Alicia, jugando con mi pequeña Katy (mi pequeña gatita blanca y peluda). La veo, vestida con una falda de mezclilla y una blusa formal, y un saquito que le combinaba. Se da la vuelta y me pregunta cómo se ve. – Hermosa- respondo. Ella sonríe. En eso le digo que me espere. Voy a mi tocador por un perfume que me encanta. Regreso, le coloco en el cuello, manos y pecho. – Ahora sí estamos listas!- le digo.
No había mucho de dónde escoger en el cine. Una comedia romática hollywoodense, una película de unos superhéroes que nunca había escuchado en mi vida, una pretenciosa película de arte, y una película infantil de animación digital. Optamos por ésta última, ya que queríamos divertirnos, no aburrirnos o llorar.
Compré unas palomitas y unas sodas. Era una película que tenía de todo: comedia, algo de drama, y muy emotiva y dulce. En eso, Alicia me dice que le acompañe al baño pues había tomado mucha soda. Salimos de la sala, usamos el baño (yo también bebí mucho refresco) y regresamos. Al entrar, nos dirigimos lentamente a nuestros asientos. La escena en la pantalla era oscura, por lo que no se veía muy bien la sala. En eso, siento que Alicia me toma de la mano. Mi corazón comienza a latir fuertemente. Mientras caminamos, entrelazo mis dedos con los de ella, y finalmente nos sentamos, aún tomadas de la mano, y con su cabecita recargada en mi hombro. Duramos así el resto de la película. Realmente no presté mucha atención al resto del filme. Estaba concentrada en la sensación de su mano en la mía, y también estaba embelesada mirando sus largas y esbeltas piernas, pues su falda le cubria sólo como medio muslo, supuse que la posición en que estaba le había levantado un poco la falda.
Sus piernas eran realmente lindas. Su carita infantil sumamente hermosa. El aroma del perfume que le puse se combinó con su propio olor dando por resultado una embriagante fragancia que me estaba enloqueciendo. No me había sentido así nunca. Creo que me estaba excitando. Al salir de la sala, aún tomadas de la mano, le digo que voy al baño nuevamente. Ella me esperó afuera. No quería ir al baño en realidad, sólo tenía que verificar algo. Así, me encierro en uno de los retretes, me bajo la pantaleta y me reviso. Sí, en efecto, mis sospechas se confirmaron. Estaba sumamente mojada. Me limpio mientras pienso en el porqué de ésto. El mentirme a mí misma siempre me ha resultado fácil, pero últimamente ya no lo era. Era obvio lo que estaba pasando. Alicia me excitó.
Al salir, estaba allí mi joven compañera, la cual me toma de la mano, mientras caminamos hacia la salida. En eso, me encuentro con Sandra y su novio. Al parecer, a Sandra se le antojó ir al cine cuando le dije que Alicia y yo saldríamos también.
Nos saludamos, nos presentamos y conversamos un poco. Ya nos despedíamos cuando llega Ana, una conocida en común, también del jet set. Me interrogó sobre mi rompimiento, y al ver que estaba con Alicia, aún tomadas de la mano, me pregunta: – ¿Y quién es ésta niña?- Sandra intentó salir al paso, pero yo, con una señal, le hice ver que todo estaba bien. Pude haber dicho que era mi prima, mi sobrina, una amiga. Pero lo que dije fue : -¿Oh, ella? Ella es mi compañera-. Ana se veía confundida, pero por fortuna se despidió y se fue. Sandra sonrió, y también se despidió y se fue. Alicia y yo nos dirigimos entonces al auto.
Todo el camino nos fuimos tomadas de la mano. Platicamos sobre la película y las palomitas. Al llegar a casa nos sentamos en la sala a descansar. Es cuando Alicia me pregunta: – ¿Qué quisiste decir con “compañera?-. No supe qué responder en el momento. Pero tras unos segundos, y tras tomarle de las manos, le contesto: – Compañera es… alguien especial, que te hace sentir feliz y contenta. Alguien con quien puedes platicar, jugar, o llorar. Una compañera es alguien a quien …-. – ¿Alguien a quien quieres?- Me interrumpe, mirándome con sus tiernos ojos, grandes como la luna, verdes como aguamarina, y expectantes como un gatito. Extendiendo, léntamente, mi mano derecha, hasta tocar suavemente su mejilla. Ella cierra sus ojitos, y sonríe. Mi corazón palpita a mil por hora. No sé que está sucediendo con exactitud, pero mi cuerpo parece actuar por su cuenta. Con mi pulgar acaricio suavemente sus labios de coral. Ella abre sus ojos nuevamente. Al verlos, reacciono nuevamente, y finalmente le contesto:
– sí, es alguien a quien quieres-.
Tras ese momento de trance no sucedió gran cosa. Ella sonrió, me abrazó, y seguimos conversando sobre varias cosas. Finalmente, luego de unos momentos de bostezar, se retira a su habitación. Le doy las buenas noches y yo misma me retiro a mi cuarto, suspirando, con mi cabeza dando vueltas, aún sin comprender que acaba de suceder en la sala de mi casa. Me recuesto en mi blanda cama, y tomo el celular. Más llamadas perdidas, más mensajes bloqueados, y ningúna notificación. Decido marcarle a Sandra. – Hola Ari, ¿cómo estás?-, me contesta animada. – Bien, creo… oye ¿vas a estar ocupada mañana por la mañana?-. -Mmm… no, creo que no tengo planes…-. Un poco nerviosa, le digo: – ¿Podemos vernos en algún lado?, tengo que platicar contigo-. Quedamos de vernos en un café que acostumbrábamos. Tras colgar, caigo profundamente dormida, sin ni siquiera haberme vestido para ello.
Me despierto temprano, y tras bañarme y vestirme, voy a la habitación de Alicia. Aún duerme, pero despierta al escucharme. – Voy a salir un momento mija, te quedas solita OK? Hay panqués de microondas y cereal en la cocina -. – ¿Te vas a tardar?- me pregunta, inquieta. – No, voy con Sandra pues quiere platicar conmigo de algunas cosas, no me voy a tardar- . Ella sonríe y se acurruca nuevamente. Salgo despacio del cuarto, y cuando estaba cerrando la puerta, me detengo. – No te apures Ari, no me voy a salir, te voy a estar esperando aquí-, me dice. Era cierto, eso era lo que en verdad me preocupaba, y de algún modo esa niña pudo leer mis pensamientos (o mis sentimientos). Más tranquila, acudo al sitio de mi encuentro con Sandra.
Al llegar, al café, la veo en nuestra mesa de siempre: en un rincón, junto al jardín, bastante apartada de las demás mesas. Allí, refugiada tras una humeante tasa de café, la veo recibirme, sonriente. Conversamos un momento, pido mi taza de té chai y finalmente me pregunta: – y bien, ¿de que querías hablar conmigo?-. Siento mi rostro sonrojarse un poco, y tras dar un sorbo a la taza, le digo, suspirando: – pues, quería hablarte de… de Alicia-. Ella abre sus ojos, sorprendida: – ¿En serio? Creí que querrías hablarme sobre la boda cancelada o Jorge -. – No, eso ni me apura en realidad, es un capítulo cerrado de mi vida y uno que preferiría olvidar -. Ella me observa y me interroga de nuevo: – ¿Y qué hay con la niña?-. Tras contarle lo que sentí al creer que se había ido, lo del parque, lo sucedido en el cine, lo que sentí cuando nos tomamos de las manos, lo de la plática en el sillón de la sala, de cuando la acaricie en el rostro y en los labios, ella me mira con seriedad, da un sorbo a su café que acababa de llenar nuevamente la camarera, cierra sus ojos y me dice, con un tono de voz serio pero relajado: – Ari, lo que te voy a preguntar lo hago como tu amiga… ¡no!… como tu hermana. Y creéme que contestes lo que contestes, nada, pero absolutamente nada va a cambiar lo que siento por ti, el cariño y el afecto que te tengo, y la profunda amistad que nos une, pero por favor, sé sincera al contestarme-. Sorprendida por sus palabras, únicamente asiento con la cabeza y la escucho mientras me pregunta, sin rodeos: – ¿Te gusta Alicia? -.
Continuará

Dos niñitas
29 de enero de 2025 en Jovencitos, Exhibicionismo, Relatos SDPA, Jovencitas
Joven de 17 le va a enseñar los mas lujuriosos placeres a 2 niñas inocentes.
Personajes:
D: (Diego, 17)
G: (Gabriela, 9)
A: (Alicia, 8)
Diego estaba triste por tener que mudarse. En Asunción tenía su vida entera, sus amigos, todo. Por otro lado, su madre compartía su tristeza pero intentaba levantarle el ánimo diciéndole que su nueva casa iba a ser muy lujosa
Llevaron algunas cosas al estacionamiento del edificio para cargarlas en el coche mientras los muebles iban a parar al camión de mudanzas.
Al cabo de 30 minutos, ya se encontraban en camino a su nuevo destino: Ypacarai. Luego de un viaje de más de 2 horas, llegan a un campo verde donde se veía una casa moderna, su nuevo hogar.
D: Wow, este lugar es enorme
Llegaron y empezaron a desempacar las cosas del coche mientras los hombres de la mudanza descargaban, ingresaban y colocaban los muebles según las instrucciones de sus padres.
Para la noche las piezas ya estaban amuebladas, solo faltaban la cocina, los baños y la sala.
La casa era grande y lujosa, los baños tenían lavamanos de granito al igual que la cocina y había 3 piezas bastantes grandes: 2 para los niños y 1 para los padres
A la noche, Diego estaba muy caliente así que, aprovechando el silencio de la noche, decidió desnudarse y masturbarse
Acabó como 6 veces durante la noche antes de acostarse a dormir
A la mañana siguiente, su familia salió, asi que se quedó solo y, lógicamente, se desnudó. Tenía bastantes ganas de orinar, ya que no fue al baño la noche anterior, asi que decidió salir afuera. Se disponía a orinar hasta que escuchó unas risitas y posteriormente una voz de una niña pequeña
G: Hola, ¿Sos nuevo por acá?
Al voltearse, Diego vio a 2 niñas pequeñas que también estaban desnudas
D: Si, ¿Y ustedes?
G: Nosotras también. ¿Cómo te llamas?
D: Me llamo Diego, ¿Y ustedes?
G: Yo soy Gabriela y ella es mi hermana Alicia
D: Un placer conocerlas
G: Gracias, igualmente
¿Cuantos años tenés?
D: 17, ¿Y ustedes?
G: Yo tengo 9
A: Yo tengo 8
Ambas niñas eran muy bonitas. Gabriela tenía pelo negro rizado mientras que Alicia tenía el pelo un poco más cortito y un marrón chocolate que a Diego le enamoró.
También eran similares en atributos: tetas pequeñas, colitas paraditas y vaginitas lampiñas, pequeñas y vírgenes
D: Disculpen niñas, pero tengo que orinar
G: ¿Podemos ver? Es que nunca vimos a un hombre orinando y nos da curiosidad
Diego se sorprendió un poco por la pregunta, pero igual aceptó. Estuvo paseando con las nenas hasta llegar a una zona rocosa. Una vez ahí, aflojó su esfínter y su orina empezó a salir. Las nenas miraban llenas de curiosidad al ver que Diego si tenía algo entre sus piernas y cuando terminó de orinar, volvieron a la casa
G: ¿Qué es eso que tenés entre las piernas?
D: Se llama pene. Lo tenemos todos los hombres y lo usamos para orinar
Gabriela y Alicia se miraron preguntándose porque ellas no tenían eso
D: Niñas, quiero saber una cosa: ¿Por qué están desnudas?
G: Pasa que nuestros padres nos dejaron estar así para secarnos, ya que recién nos bañamos
D: Para tener 9 y 8 años, son muy bonitas
G y A: Gracias
Respondieron ambas al unísono
En eso suena el teléfono de Diego: era su madre, quien le dijo que se iban a tardar un poco debido al tránsito y que en un rato se prepare algo para almorzar. El aceptó normalmente y colgó el teléfono
En eso se escucha una voz llamando a las niñas, era su madre
G: Diego, ya debemos irnos
D: Ok, ¿Pero puedo sacarles unas cuantas fotos?
G: Ok
Las niñas hicieron todo tipo de poses: se acostaban en el suelo, se abrazaban, hacían tijeras, todo esto frente a Diego, quien estaba muy duro
Finalmente, las niñas se despidieron con un beso cada una y se fueron. Sin ellas saberlo, Diego les estaba grabando mientras se iban, viendo como sus colitas desnudas rebotaban. Durante la noche, Diego se quedó seco de tantas veces que eyaculó pensando en esas niñas
(Al día siguiente)
Diego se quedó solo de nuevo, pero esta vez decidió no desnudarse, pero igualmente salió al patio a caminar, con las mismas ganas de orinar que ayer, pero se excitaba muchísimo al pensar en sus nuevas amigas
Al cabo de un rato, ellas aparecieron, pero esta vez con vestidos. Gabriela llevaba un vestido rosa con flores blancas y Alicia llevaba un vestido amarillo
G: Hola Diego, ¿Te gustan nuestros vestidos?
D: Hola niñas. Wow, me encantan
G: Gracias
Dijo Gaby sonriéndole
D: Niñas, como hace calor, ¿no quieren tomar algo?
G: Claro, tengo mucha sed
D: ¿Y vos Alicia?
A: Si, yo también quiero
Enseguida Diego se fue a la cocina para llevar una gran botella de agua al patio junto con algunos vasos
D: Listo niñas, acá está
G: Gracias Diego
Comenzaron a servirse el agua mientras hablaban de diferentes temas
G: Diego, ¿vos siempre te quedás solo acá?
D: Si. Estos últimos días mi familia salió bastante y ayer, por ejemplo, me quedé solo por 4 horas. ¿Y ustedes?
G: También. Nuestros padres trabajan en el campo y no vuelven hasta la tarde-noche
Estuvieron hablando sobre diferentes temas hasta que Gaby, un poco inquieta, le preguntó a Diego
G: Diego, ¿Dónde está el baño?
D: En el pasillo del lado izquierdo de la sala, ¿Por qué?
G: Tengo ganas de ir. No me fui ayer ni hoy
D: Tranqui, no hace falta entrar a casa. Podemos hacerlo acá
G: ¿Enserio? ¿Tu familia no se va a molestar?
D: No
G: Ok
A: Yo también tengo ganas de orinar
D: Ok, vamos
Diego se desnudó ante la mirada de sorpresa de las niñas, quienes no dudaron en hacer lo mismo. Para sorpresa de Diego, las nenas no tenían nada bajo los vestidos, por lo que al levantárselos, vio su hermosa piel morena, esas tetitas inexistentes, sus vaginitas lampiñas y sus hermosos culitos
Mientras caminaban desnudos por el campo, el pene de Diego se movía de lado a lado, algo que llamaba mucho la atención de las nenas
G: Diego, ¿Por qué tu pene se mueve tanto?
D: Más que nada se mueve así porque está duro, y está duro porque estoy con 2 niñas hermosas
Luego de decir esto, las niñas se rieron, ya que les gustó el comentario
Pasado un rato, ambas niñas ya tenían sus pancitas muy infladas y se apretaban la vagina, obviamente reteniendo su orina
D: ¿Están bien niñas?
G: Diego, voy a reventar. Ya no aguanto
A: Yo igual, ¿Dónde lo hacemos?
D: Tranqui, ya casi
En eso llegaron a una zona con bastantes yuyales. El piso estaba suavecito así que se sentaron con bastante dificultad
En eso, las niñas vieron que el pene de Diego estaba palpitando y le preguntaron
G: Diego, ¿Por qué tu pene está palpitando?
D: Quiere expulsar un líquido, pero necesita su ayuda
G: Ok, ¿Qué hacemos?
Diego agarró la mano izquierda de Gaby y la mano derecha de Alicia, y les dijo que muevan su pene hacia abajo lentamente, mientras él ponía sus manos en sus vaginas
G: Diego, ¿Qué hacés?
D: Lo mismo que ustedes me haces. ¿Les gusta?
G: Si, me da cosquillas
A: A mí también
Las niñas estuvieron haciendo ese movimiento por un rato, al mismo tiempo que Diego jugaba con sus vaginas. Pasado un rato, los 3 estaban a punto de reventar (tanto sus orgasmos como sus vejigas) asi que Diego apuró la masturbada a las niñas y les ordenaba que hagan lo mismo
G: ¡Diego, me voy a orinar!
A: ¡Yo también, ya no aguanto!
D: ¡Ya falta poco niñas, resistan!
Finalmente, los 3 explotaron: las niñas empezaron a temblar a la vez que cerraban las piernas y se mojaban, y Diego lanzó 6 potentes chorros de semen
G: Diego, ¿Ya podemos orinar?
A: Me duele mi pancita, voy a reventar
D: Si niñas. Hagámoslo todos juntos
Una vez pasado el orgasmo, los 3 dieron un suspiro de alivio a la vez que aflojaban sus vejigas y largaban toda su orina. Terminado el acto, las niñas se recostaron en el pasto
D: ¿Les gustó niñas?
G: Eso fue increíble
A: No sabía que orinar podía ser tan placentero
Una vez aliviados, se dispusieron a volver a casa donde estaban los vestidos de las nenas. Si bien Alicia podía caminar, a Gaby le temblaban las piernas y no podía pararse, asi que Diego se animó a cargarla
Una vez en casa, la madre de Diego le llamó para decirle que ya iban de vuelta, asi que Diego les dijo a las nenas que se vistan y se vayan, ya que su familia ya iba a volver. Alicia le dio su beso de despedida, pero a la hora de despedirse de Gaby, este le dio un beso en la boca. Ella se tapó la cara por la vergüenza, pero igual le devolvió el beso.
D: Mañan vení vos sola
G: De acuerdo, guapo
Finalmente las niñas se vistieron y desaparecieron entre los árboles, mientras Diego empezaba a planear como iba a coger con Gaby
Fin
Relato enviado por Alejo pedof vía formulario de relato anónimo.

La hijita del Paola, Parte 02 (Final) (de Sol y Lucas)
29 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas
Estaba en medio de la masturbación cuando escucho que golpeaban la puerta…
Estaba pasándola de lujo con Mili hasta que Paola salió con otra mina a fumar y ver como estaban los chicos. Hacia mas de una hora que se habian desentendido de ellos, y para que no las molesten les había dejado una bandeja de panchos y gaseosas. Ellas fumaron el cigarro y se metieron a la casa.
Yo me meti a mi habitacion cuando salieron y me estaba pajeando con la calentura que me dejo esa nenita de 3 años. La primera vez acabé enseguida, pero como seguia caliente continue tocandome.
En un momento escucho que golpean mi puerta, me alerté y me enfadé un poco por la interrupcion, pero note que los golpes eran a mitad de la puerta y como si fueran con la palma abierta. Solo alguien muy pequeño golperia así. En ese instante escucho.
-ATIIIN! (mi nombre es Agustin)
Era Mili, que habia llegado en el momento justo. Ahora la tenia a mi disposicion y en mi cuarto.
-Entrá bebé! Queres jugar conmigo?
Se metió corriendo, se trepó al sillon que tengo, y parada sobre él miró por la ventana que da al patio.
Le grito un «Holaaa» medio burlon a los chicos que estaban lejos y no la escucharon.
Yo no perdí tiempo me arrodille a su lado para corroborar dos cosas: que los niños estuvieran lejos y las mujeres en la casa, ya que desde mi ventana se veia por la ventana el interior del salon de la casa, pero de ahí hacia acá no.
Asi que sin perder tiempo empiezo a abrazarla desde atras y tocarle su vulva directamente dentro de su ropa interior.
-Quelo pancho! me dijo Mili.
Yo rápido de ideas le respondo
-No tengo pancho mi amorcito… tengo salchichita nomas… se acabó el pan.
Te gusta la salchichita?
Ella responde moviento la cabeza afirmativamente.
– Le ponemos mayonesa?
-Siiii
Entonces agarre la mayonesa y le dije
-Yo te doy la salchichita pero es una salchicha sorpresa… ¡la mas rica de todas!
Asi que tapate los ojitos, dale?
Mili me obedece y yo saco la pija que la tenia a reventar,con restos de semen de la primera paja y lubricando con presemen. Me embardurno con un poco de mayonesa y se la apoyo sobre sus pequeños labios.
Al sentir la salchicha posada en sus labios ella abre la boquita y le meto la cabeza entera sin problemas ya que no tengo la gran pija (14cm). Mili la recibe y la sensacion se su lengüita y su boca humeda casi me lleva al cielo.
Ella me mordió el tronco, cosa que me olvidé decirle que no se podía.
La saco y le digo
-No muerdas mi amorcito, esta salchichita se come como un chupetin.
Se la meto de nuevo y comienzo a cogerle la boquita. La imagen era impresionante; nunca imaginé que ver a una nenita chupandome la pija pudiera dar tanto placer. Miro por la ventana y veo a Paola tomando cerveza de la botella y miro para abajo y su hijita chupando la pija que ella rechazó y me llené de morbo.
-Te gusta la salchicha Mili? Tragate la salsita mi amor… le dije mientras metia y sacaba… sentia venir la leche y empiezo a acabar adentro.
-Aaaay Mili que rico… que peterita que sos!
Tragate la salsita bebé.
Mili traga lo que puede y hace arcadas mientras algo de leche se le cae por la barbilla y mancha su ropa. En eso se destapa los ojos y ve la escena; ella sentada y yo arrodillado con mi pene en su cara. No se asustó, creo que el hecho de que estoy todo depilado ayuda.
-Ey, hiciste trampa enana! le reclamo y ella se rie y yo le hago cosquillas.
-Te gusto mi salchichita? pregunto mientras intento metersela de nuevo.
Ella da unos chuponcitos mas, la escupe y me dice
-Quelo pis!
No me quedo mas remedio que llevarla a mi baño, me arrodillo ante ella y lentamente bajo su calza y su bombachita para ver al fin ese tesorito esponjoso y tierno que es su vulva. Espero a que orine, y se limpie. Cuando se quiere subir la calza le digo que espere que me fije si esta limpia.
La cargo y la llevo hasta el sillon, chequeo por la ventana y prosigo
-A ver si se limpió bien la nena…
Le levanto las piernas y me arrodillo cerca
-Ummm ! Que linda chulita que tiene la neeena! Le puedo dar un besito?
-Emmm ti! Jiji
Acerco mi cara y siento su aroma a conchita y orina. La miro a los ojos y le doy un besito en su rayita, lo cual le provoca cosquillas y se sacude. Espero que sd calme y continuo. Comienzo a lamerla suavemente, ella rie y mira atenta mientras saboreo con mis labios y mi lengua su vagina chiquita pero carnosa. Su sabor era delicioso. Mili se quedo quietita como hipnotizada y yo seguia mamando con mucha ternura y masturbandome.
Habia pasado algunos minutos y me paré para chequear la ventana nuevamente y Mili se para sobre el sillon, tambien mirando por la ventana.
-Ya ta! -me dice intentando subirse la ropa
-Un ratito mas…dale bebé? Le ruego haciendo ademanes.
…
Saco el movil y propongo
-Te pongo videitos en el celu si seguimos un ratito… si?
Ella sonrie con ojos de ilusion y le pongo videos infantiles para entretenerla. Si bien habia acabado dos veces queria seguir.
Asi como estaba parada sobre el sillon con la bombachita baja y mirando videos, me arrodille tras ella. Y apoye mi pene ya lubricado entre sus piernas y comence con el vaiven. La tenia abrazada con mi mano en su pancita y mi verga recorria toda su raya y mi glande sobresalia por delante, rozando su conchita. Mili cada tanto miraba hacia su vagina y veia la accion, mientras yo le decia cochinadas:
-Te gusta jugar conmigo bebé? A mi me gusta mucho jugar asi con vos.
-Yo quería jugar con tu mami asi… pero vos sos mejor. Como me gustaria ser novio de tu mamá para ser tu papi!
-Te gustaria que yo sea tu papi Mili? Te tendria asi todos los dias…
Para seguir me arrodille y le chupe la conchita y el culito. Me asegure de dejarselo bien ensalivado, volvi atras suyo y coloqué mi verga entre sus nalguitas haciendome una turca.
Ver mi pija deslizandose por esa colita me dio el ultimo empujon de calentura que pude soportar y apunte mi verga a sus orificios y acabé abundantemente embarrando de semen desde su vulva hasta su ano, jadendo de placer, sentia que me iba a desmayar.
Mili sintio el liquido en su intimidad y pregunto si me hice pichí. Yo inmediatamente me saque la remera la limpié aunque algunas gotas cayero sobre su ropa interior.
Le acomode la ropa y la deje un rato mas que vea videos. A los minutos la lleve a jugar afuera hasta que salio Paola justo cuando Mili me pidio que le sirviera gaseosa.
-Como chupa esta nena! Dice Paola jocosamente viendo como Mili hacia fondo blanco.
-Uff… si… seguro lo heredó de la madre eso de chupar.. jaja. Le digo haciendo señal al vaso de cerveza que traia en su mano.
Si supiera en qué sentido lo dije… jeje.
Fin