
Inmaculada, Parte 02 (de Nexus6)
9 de enero de 2025 en Jovencitas, Incesto, BDSM, Control Mental, Relatos SDPA
Después de la cena, Ramón les dijo que salieran del salón, que iba a preparar algo. Las tres esperaron en el pasillo, impacientes, nerviosas. Inma les hacía cosquillas. Sus hijas reían. La metían mano. Intentaban tocarle el coño metiendole la mano entre los muslos. Le apretaban las enormes tetas. Ella se hacía la ofendida. Más risas.
-Venga, ya podeis pasar-
Entraron corriendo al salón, tropezando y riendo. Al llegar a la altura de la mesa baja, miraron pero no comprendían. Se quedaron quietas. Inmaculada, comprendía vagamente.
Ocho lineas blancas estaban extendidas por el cristal, al lado de una piedra blanca de cierto tamaño. Miró a Ramón. Este la sonreía mientras enrollaba un billete de dos mil.
-¿qué.....es esto?- preguntó inquieta
-Cinco gramos de coca peruana, que nos van a poner a tope- le contestó sonriendo
-¿qué es mama?- preguntó Cari inocente.
-Una cosa muy buena cariño- contestó Ramón
-Pero, Ramón........son niñas........y yo nunca he probado esto....-
-Dejate ahora de historias. Esto me ha valido una pasta. Es algo natural. Viene de una flor.
¿o acaso crees que te iba a dar algo malo para ti y las niñas? Es bueno para estar animoso. Mira.-
Ramón se agachó, con el billete enrollado, y aspiró dos lineas, una por cada orificio de la nariz. Las tres le miraban inmoviles.
-Mírame. ¿acaso me ves distinto?-
Inma le observó.
-No sé Ramón.....¿no pasará nada verdad?-
-Que va tía, no jodas. Anda toma.- le alcanzó el turulo
Inma lo cogió. Se agachó lentamente. Ramón le enseñó a aspirar. Dos veces. No sintió nada. El le que enseñara ahora ella a las niñas. Mientras se sentó, cogió un whisky y observó como las enseñaba. Inma comenzó a sentirse algo distinta, pero bien. Marisa snifó, después Cari; ella las guió con el cuidado de una pricipiante.
Cutro rallas después, las cosas habían cambiado. Inma estaba mejor que en su vida, y por lo que veía sus hijas tambien. Hablaban por los codos. Se metían mano. Solo Ramón no participaba. Se reía con ellas pero solo las observaba. De repente, se dirigió a ellas.
-Vamos a jugar a un juego-
-Vale!!!!!!-dijeron todas entusiasmadas.
-Inmaculada, ponte en el suelo de rodillas-
Inma se rió y obedeció rapidamente
-¿así?- preguntó encantanda
-sí, así vale. Ahora niñas quiero que escupais, insulteis y pegueis ostias a vuestra madre-
Las tres se quedaron calladas. Las niñas rieron tapándose la boca. Ramón se levantó y se puso de rodillas tras Inmaculada.
-Tu dejate llevar como siempre- le susurró al oido, mientras deslizaba la mano bajo su falda buscando su clítoris.
Media hora después Inma alcanzaba el mayor orgasmo de su vida, hasta casi perder la conciencia, cubierta de escupitajos, ostias e insultos cada vez más soeces de sus propias hijas. Se corrió justo en el momento en que Marisa le arreaba una sonora bofetada. Era el comienzo de su entrenamiento en Bondage y drogas.
La noche seguía a buen ritmo. Ramón instruía a Cari y Marisa, presas de gran excitación, de cómo humillar más y mejor a su madre. La mearon en la bañera. Les costó soltar el chorro, pero al final lo consiguieron, Ella abrió la boca. Se masturbaba. Se corrió.
La obligó a lamer los pies de sus hijas, a obedecerlas como una perra, a lamerlas los coñitos. Se corrieron. Se corrió. Más rayas. El se corrió sobre las tres. Las meo. Una enorme meada. Se morían de risa. Más rallas. Ató a las niñas. Le obligó a azotarlas. La masturbaba. Se corrió a mares. Después chupó a las niñas. Las hizo correrse. Más rallas.
Hizo que excitara a Cari, masturbándola y susurrándole al oido toda una enorme serie de obscenidades. La llevaba al punto. Paraba. Así seis veces. A la séptima la hizo correr. Su hija se corrió a gritos entre sus dedos y se desmayó. La dejaron. Fueron a por Marisa. Era mayor. La obligó a darle de ostias. El la sodomizó brutalmente, mientras ella la comía. Se corrió entre placer y dolor. Cayó agotada.
Después fue a por ella. La sodomizó brutalmente. Se masturbaba. Se corrieron entre alaridos. Todos durmieron.
Continuará

Inmaculada, Parte 01 (de Nexus6)
8 de enero de 2025 en Relatos SDPA, Jovencitas, Incesto
Inmaculada, tenía cuarenta y cuatro años. Trabajaba como vendedora en un concesionario de automóviles. Se había separado recientemente, quedándose al cargo de sus dos hijas pequeñas, Marisa y Cari, de nueve y siete años respectivamente. Era una mujer inquieta, excesivamente nerviosa, casi hiperactiva. Su atractivo residía fundamentalmente en unas grandes tetas y un gran culo, enfundado todo ello en jerseys y faldas muy ajustadas. Lo que nadie sabía era como había cambiado su vida recientemente, pues su comportamiento era el mismo, aunque más feliz. Eso sí, sus faldas y jerseys eran ahora todavía más ajustados. Casi los reventaba.
Salió del concesionario a las dos de la tarde y corrió hacia su casa. Ramón y las niñas le esperaban. Cionocía a Ramón hacía tan solo seis meses y había cambiado su existencia totalmente. Cogio un taxi. Su corazón estaba agitado. ¿qué habría para hoy?
Llegó a las dos y media.
-¡Hola!- saludó desde la puerta. Su hija Cari se acercó a ella saltando con su uniforme de colegiala,
-¡Hola mami!-
Cari se acercó as u madre y metió la mano entre sus piernas por debajo de la falda, entre los muslos.
Tocó su coño.
-¡Te echaba de menos!- sonrió complice
-Yo a ti tambien, cariño- Se agachó a la altura de su hija. Se besaron en la boca . Con lengua. Cari acarició el coño de su madre por encima de los pantys. Inma gimió.
-Quieta zorrita- Sonrió.-¿Dónde está tu hermana?-
-Le estabamos chupando la polla a Ramón- le contestó sonriente. De repente un gran grito de placer se escuchó desde el salón
-.....HIJA DE PUTAAAA........-
Era Ramón. Inmaculada y Cari se dirigieron hacía la estancia de donde provenían los suspiros. Cari apretaba y acariciaba el culazo de su madre. Al llegar observaron como Marisa, babeando semen, mamaba de rodillas la polla de Ramón, sentado sobre el sofá.
-Joder Ramón,no esperas nada.......¡Marisa te estas manchando el uniforme!- Se acercó a ella y la apartó de la polla enorme de Ramón.
-Mira como te has puesto! Toda la pechera llena de semen. Ayyyyyyyyyy....... anda quitatelo y metelo en agua en el lavabo......y tú no te rías que el semen cuesta un monton de sacar- Le espetó a Ramón que sonreía
-Lo siento Inma, es que las niñas me ponen a cien y me `piden caña-
-Ya, pero las corridas las limpio yo, ten más cuidado, joder-
-Vaaaaaaale-
Inma le cogió la polla chorreante y se arrodilló.
-Te la voy a limpiar, no sea que tambien te manches el pantalón- le dijo sonriente. Acto seguido engulló la morcillona polla en su boca. Ramón gimió
Marisa ya había vuelvo y miraba como su madre se la mamaba a Ramón, mientras que Cari, inquieta se ponía tras su madre maniobrando bajo su falda Vió como su nuevo padrastro se volvía a poner en forma...¡y como! Su hermana levantó la falda de su madre, bajó sus pantys, y por último sus bragas. Su enorme y peludo coño, del que ambas habían salido, apareció babeante. Se acercó y se arrodilló junto a su hermana, ambas se miraron sonrientes. Cada una apretó una nalga. Casí a la vez dirigieron sus bocas al coño de su madre. La penetraron con sus leguas. Inma gimió con la polla erecta de Ramón en su boca. Se la sacó un momento.
-¡Hijas de puta!- gimió
Las niñas rieron. Ramón tambien.
Inma siguió a lo suyo. Las niñas tambien. La metieron los dedos. Cari le terminó metiendo el puñó mientras Marisa le metía la lengua en el ano. Su madre meneaba las caderas. Ella y Ramón se corrieron a la vez. Gritos. Cari meneando el puño frenética. Sudaba. Inmaculada y Ramón se retorcían. Su madre cayó al suelo entre espasmos.. Cari le sacó el puño a su madre. Su mano chorreaba. La lamió. Le apretaron las tetas por encima del suéter. La besaron. Fueron a rebañar a Ramón. Casi le desmayan.
-¡Por favor niñas, parad, parad.....no lo aguanto....-reían, mientras Ramón se retorcía, intentando escapar.
Su madre habló desde el suelo, recuperándose.
-Este par de putitas necesita caña, Ramón.-
Se incorporó, se quitó los pantys, intentó coger a las niñas, estas corrieron, jugando. Su madre salió tras ellas, por el pasillo. Las pilló en la habitación de matrimonio. Lucha, forcejeo, risas. Faldas y leotardos de niñas fuera, jersey de mama y sujetador tambien, enormes tetas fuera, balanceándose, pezones duros.
-¿las quereis , ¿eh putitas?- les dijo balanceándolas ante ellas.
Inma les quitó las braguitas. Las dos abiertas de piernas, con sus coñitos chorreantes, boca arriba en la cama. Ella de rodillas en la misma, frente a ellas.
-Pequeñas zorras, os vais a enterar-
Metió sus dos manos entre las piernas de sus hijas. Empezó a acariciar sus clítoris, con los pulgares. Gemidos de niña.
-Ramón, -grita Inmaculada-no seas cómodo y ven a currártelo un poco.-
Ramón viene. Con la polla fuera. Sonriente. Se arrodilla en la cama, ante Marisa. Madre y padrastro meten sus cabezas entre las piernas de sus hijas. Suspiros. Gemidos. Lenguas habiles. Gritos infantiles.
--MMMMMMMAAAAAAAAAAAMMMMMMMAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.........-
Jadeos. Resuellos. Madre y padrastro se sonrieron, con bocas húmedas. Se besan. Mezclan los jugos de las niñas. Tras el beso Ramón mira a Inma.
-Vamos a comer. Hay que coger fuerzas. Esta noche hay algo especial. -A Inmaculada se le encogió el estómago. Los especiales de Ramón eran imprevisibles. Le volvió a besar. Con fuerza. Le amaba. Antes de conocerle no sabía lo que era un orgasmo en cuarenta y tres años. Ahora eran brutales. Y sus hijas tambien los conocían. Ojala hubiera tenido ella la suerte de conocerlos tan pronto. Había descubierto el amor sin trabas. Era feliz. A tope.
Continuará
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