Desde que nací, he vivido en una hermosa ciudad, donde el calor es sofocante durante gran parte del tiempo y obliga a todos los que vivimos ahí a tener que andar con ropa cómoda, camisetas, pantalonetas y hasta desnudo. Esa última opción era mi preferida, pero no podía hacerlo porque estaba mi madre casi todo el tiempo en la casa. Cuando ella se iba, yo cogía, me quitaba todo y listo, era feliz, andaba con mi pene de joven de 13 años suelto. Como fui muy sobreprotegido, poco supe del sexo, algo me habló mi papá pero nada era relevante.
A los 12 años descubrí el porno por casualidad, en un tv que estaba gris y por ratos en color pues era un canal que no estaba incluido en el plan, vi formas que se movían y poco a poco entendí que eran mujeres y hombres. Al pasar los días entendí gran parte de lo que pasaba y lo que hacían hasta el día en que por un error o gracias a una persona, lo dejaron 1 día completo a color y disponible. Desde ese día empecé a masturbarme y aunque con mi primera eyaculación me asusté, recordé que a los “señores de los videos” les pasaba lo mismo. Al pasar los años me volví un pajizo compulsivo.
Un día a los 13 años mí prima Veronica y mis tíos fueron a visitarnos como de costumbre, pero como hubo fiesta, se quedaron hasta el otro día. Al otro día se puso un vestidito y la detalle, para su edad estaba muy desarrollada, aunque no tenía senos si tenia una cola paradita y unas piernas riquísimas pero no le presté mayor atención pues iba de salida, mis padres no estaban y mis tios dormían. Antes de irme, me saludó:
-Hola primo.
-Hola Veronica.
-¿Me prestas tu computador para jugar Habbo?
Tenía 8 años, era muy “inocente” y me caía muy bien.
-Claro, cógelo.
Al regresar, me doy cuenta que sigue conectada pero me dice que le gusta jugar sin que la vean a lo cual acepté, “cosa de niños” pensé y me fui a leer al cuarto. Media hora después entra en mi habitación y empezamos a hablar, me dice que hagamos un “beso de pingüino” y lo vi normal, sólo es tocarse las narices y lo hicimos un rato, no niego que me empecé a calentar pero dije “Es mi prima chiquita, tiene 8 años, imposible” y empezamos a jugar, por ratos le tocaba la cola pero hasta ahí llegue pues al pasar las horas se fueron. Lo primero que hice fue irme al pc y encontré una gran sorpresa.
Como tenía activada la opción de Messenger de guardar todo lo que se escribía en un documento, encontré un chat de ella con un tipo en donde palabras mal palabras menos, ella le pedía que le mostrara el pene a cambio de ella desnudarse. En ese chat ella hablaba como si tuviera 12 años y el tipo sólo sabía pedirle fotos de “la raja” como lo dijo en repetidas ocasiones. Al parecer ella activo la cámara de mi computador y se desnudó frente a él. Mi excitación fue tal que no pude evitar masturbarme, el sólo tener en mi cabeza a esa vaginita de niña frente a mi computador me producía ganas hasta de hablar con el tipo sólo para que me contara la experiencia o me enviara un video si la grabó. Pero no, me conformé con tal delicioso texto y eyaculé. Toda la semana me imaginé teniendo sexo con mi prima, viéndole la raja, tocandoselas y haciendo todas las cosas que veía en la tv.
La oportunidad se dio, dos meses después, un sábado, mi tío fue a la casa y estuvo de visita, yo me puse a jugar con mi prima y cada vez que tenía oportunidad la tocaba. Pude sentir de cerca su cola, su pecho plano y sus piernas. Creí que sólo sería eso hasta que mi tío dijo:
-Mijo, me voy porque tengo que hacer unas vueltas, más tarde viene Daniela por la niña. Veronica, se cuida y se porta bien.
-Bueno tío, se cuida.
-Chao papi, le dice a mi mamá que nos traiga algo rico a los dos jijiji.
Continuará
, ¡pero quizás tú si la tienes 
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