Al día siguiente salimos a hacer compras y las llevé a conocer otras atracciones de la ciudad, luego de dejar las compras en el Departamento salimos y las llevé al Cine y después a cenar a un Restaurante. Mas tarde en la casa el rito del baño y la Paja a las tres que ya se estaban acostumbrando y tomándole el gusto a mis juegos. Esa noche Eulogia me dijo que quería dormir conmigo que a ella le tocaba esa noche y sus hijas estuvieron de acuerdo. Miramos Televisión hasta casi las once de la noche y luego acostamos a las chicas. Maria ya estaba durmiendo cuando la llevé hasta su cama y Lucrecia se durmió al rato, al lado de su hermana, con la promesa de su madre que la siguiente noche ella dormiría conmigo. Eulogia entró a mi baño mientras yo me desnudaba y sin cerrar la puerta se desnudó y se puso el camisón que le había dado y después de orinar se metió en mi cama. La atraje contra mi cuerpo y la besé en la boca, no sabía besar así que le enseñé, y mientras nos besabamos le comencé a acariciar todo el cuerpo mientras le sacaba de a poco el camisón por sobre su cabeza y la dejé desnuda a mi lado. Esa noche le enseñé a que me chupe la pija y me la cogí varias veces por su estrecha y peluda vagina, enseñandole varia poses que jamas había hecho, ya que su marido solo se la cogía de la forma tradicional.
Nos dormimos cerca de las dos de la mañana y despertamos en la madrugada. Besé su cuerpo oloroso a sexo y pronto la tuve bien caliente entre mis brazos. La coloqué en cuatro patas y comencé a dilatarle el culo con mis dedos y con un poco de Vaselina hasta que cuando la vi dilatada le metí mi pija por su culo y me la cogí con fuerza haciéndola pujar y gemir hasta que le llené su culo de semen. Nos volvimos a dormir hasta que las chicas nos despertaron cerca de las nueve de la mañana.
Seguimos con las compras y conociendo la ciudad durante todo el día. Eulogia andaba un poco despatarrada porque le dolía un poco el culo, que le acababa de desvirgar. Por la noche después de la rutina de la cena, el baño y la Televisión, Maria y su madre se fueron a dormir y yo me llevé a Lucrecia a mi Dormitorio, donde la desnudé y la arropé entre mis sabanas.
Me bañé y cuando volví me estaba esperando despierta, jugando con una muñeca que le había regalado ese día. Me metí desnudo a su lado mientras Lucrecia dejaba a un lado la muñeca y me abrazaba con sus dos bracitos pegandose a mi cuerpo. Nos besamos como ya le había enseñado y lego me chupó la pija hasta que la tuve bien erecta, mientras yo le chupaba la vaginita y el culito, con su cuerpito acostado al revés del mío. Mas tarde la coloqué de espaldas en la cama y le subí sus piernitas abiertas, hasta la altura de su pechito, hincado entre sus piernitas le chupé su vaginita y su culito hasta que le arranqué su primer orgasmo. La seguí chupando un rato mas y luego le dilaté el culito con mis dedos suavemente y le coloqué bastante Vaselina. Cuando sentí que su culito estaba bien dilatado, le comencé a meter mi pija en su culito que se abría a lo maximo, mientras mi pija entraba de a poco. Lucrecia pujaba y gemía mientras yo le metía mi pija en su culito virgen hasta ese momento.
Me la cogí suavemente por un rato hasta que la niña se acostumbró al grosor de mi pija en su culito. Después la coloqué en cuatro patas y se la volví a enterrar en su abierto culito y me la cogí otro rato hasta que sentí que me vino un orgasmo intenso y largo, derramando todo mi semen dentro de su estrecho y maravilloso culito. Lucrecia solo pujaba y gemía mientras la enculaba y cuando terminé dentro de su culito caímos en la cama, yo encima de su pequeño cuerpito con mi pija todavía enterrada en su culito. Se la saqué despacio y le di la vuelta y la estreché entre mis brazos, hasta que se calmó. Mi pija estaba dolorida y muy sensible a causa del esfuerzo y la estreches del culito de Lucrecia. Me dijo que le había dolido mucho y que tenía ganas de cagar, así que la llevé hasta mi baño y al sentarla en el inodoro se vació. Gritó de dolor cuando le comenzó a salir la mierda mezclada con mi semen y la abrasé mientras terminaba de cagar. Mas tarde en mi cama la limpié bien y al revisarla vi que le había dañado un poco su pequeño esfínter, así que le puse una crema cicatrizante y al rato se durmió abrazada a mi cuerpo.
Por la mañana hicimos las últimas compras y por la tarde las llevé al Cine, a un Circo y luego a comer a un Restaurante, por la noche les dije que este era nuestro último día en la ciudad y que al día siguiente tendríamos que regresar, a coro las chicas y su madre me pidieron que nos quedemos un día mas.
Lucrecia había estado dolorida del culito todo el día pero no dijo nada a su madre ni a su hermana, cuando podía le colocaba la crema para que sane mas rapido y esa noche las dos chicas querían dormir conmigo ya que yo acepté quedarnos un día mas. Eulogia aceptó que las dos durmieran conmigo con la condición que la última noche ella sería la que dormiría conmigo. Después del baño y la televisión, acosté a las chicas en mi cama, mientras Eulogia se fue a acostar a su Dormitorio. Lucrecia y Maria se desnudaron sin que les diga nada y me acosté desnudo al medio de las dos. Nos besamos y nos acariciamos un rato, hasta que Lucrecia se dio la vuelta y empezó a mamarme la pija. Yo senté sobre mi pecho a Maria y le comencé a chupar su pequeñisimo coñito mientras ella reía y gemía. Lucrecia ya había conseguido levantar mi pija con sus manitos y boquita, Mientras Maria seguía gozando de la chupada que le daba con mis labios y mi lengua. Maria cayó a mi lado agotada de tanto gozar con mi lengua, subí sobre mi cuerpo el cuerpito de Lucrecia que en ningún momento dejó de chupar mi pija y le comencé a chupar su coñito lampiño hasta que la sentí que soltaba mi pija para poder gemir y gozar con su primer orgasmo. Mi lengua penetraba en su pequeña vagina haciendo que Lucrecia lanzara grititos de gozo a cada momento y la sentí terminar una vez mas. Me chupó con mas fuerza y cuando ella llegaba a su tercer orgasmo me derramé dentro de su boquita y ella se tragó todo mi semen sin dejar de chupar mi pija.
Mas tarde cuando las dos niñas se durmieron, me levanté y me fui al Dormitorio donde dormía Eulogia, encendí la luz de la mesa de noche y la destapé, luego le saqué le camisón y comencé a besar su cuerpo hasta que ella despertó. Me pidió que le chupe su coño peludo, me acosté del lado contrario y la subí sobre mi cuerpo, aparté con mis manos los labios mayores de su coño y hundí mi lengua en su vagina, mientras sentía como Eulogia me comenzaba a pajear y a chupar mi pija. Le chupé su minúsculo clítoris y su vagina hasta que sentí que se llenaba de sus líquidos. La acomodé en cuatro patas y por atras la penetré por su mojado coño y la comencé a coger con fuerza hasta que la sentí terminar en un orgasmo largo, lleno de grititos y palabras ininteligibles.
Cuando cayó derrumbada sobre la cama le di la vuelta y me subí sus piernas sobre mis hombros y le volvía penetrar, mi pija por su mojado coño y me la cogí con fuerza hasta que la sentí estallar en un nuevo orgasmo. Me saqué de los hombros sus piernas y la dejé descansar un rato toda despatarrada sobre la cama. Cuando volvió a abrir los ojos comencé a chupar sus senos, su barriga y su coño totalmente inundado por sus secreciones, hasta que la sentí excitada de nuevo. Coloqué de nuevo sus piernas sobre mis hombros, pero esta vez los llevé hacia adelante y apoyé sus rodillas contra sus tetas y de esa forma su culo negro quedó a mi vista, mientras la agarraba por los tobillos, soltando una mano dirigí mi pija totalmente erecta contra su culo y se la comencé a meter, despacio pero firme, su esfínter se abrió dejando pasar la cabeza inflamada de mi pija, poco a poco le fui enterrando el tronco dentro de su blando y estrecho culo, hasta que se la metí toda mientras ella pujaba y gemía sin parar.
Comencé un mete y saca cada vez mas rapido dentro de su culo hasta que sentí que mi semen estaba por salir, por lo que solté una de sus piernas y comencé a sobar su pequeño clítoris y cuando explote en su culo sentí las contracciones de su esfínter en el tronco de mi pija señal de que ella también acababa en otro orgasmo gritando y gimiendo. Si sacar mi pene de su culo caí a un costado arrastrando su cuerpo con el mío y quedamos sin movernos por un buen rato mientras nos recuperabamos. Mas tarde Eulogia me dijo que su marido jamas la había hecho terminar y que le gustaba mucho como su cuerpo se estremecía cada vez que terminaba y que su culo y toda ella serían para mi, para siempre y que ella estaba de acuerdo para que yo pudiera hacer con ella lo que quisiera. La dejé desnuda, despatarrada y llena de semen, cuando me fui a dormir con las niñas que por suerte no habían despertado. Me dormí a las cuatro de la mañana y fue difícil para las chicas despertarme al medio día.
Ninguna se había cambiado y como las chicas estaban con sus camisetitas, estas se les subían hasta las barriguitas dejando a mi vista sus pequeños coñitos cada vez que se movían a mi alrededor. Eulogia seguía con el camisón que perteneció a mi mujer, me trajo una taza de café mientras yo jugaba a las cosquillas con las dos chicas. Se quedaron quietas mientras tomaba unos sorbos de café y luego seguimos jugando mientras Eulogia se sentaba al borde de la cama viéndonos. Por el juego la sabana que me cubría se bajo y como estaba desnudo mi verga quedó a la vista, yo estaba medio recostado mordiendo la barriguita de Maria mientras Lucrecia me tenía del cuello, montada sobre mi pecho con su húmedo coñito casi en mi tetilla izquierda. Yo no me había dado cuenta que quedé destapado hasta que sentí que Eulogia había tomado mi pija semi erecta con su mano y me estaba pajeando suavemente.
Me quedé quieto al sentirla y Lucrecia y Maria se dieron vuelta a mirarla y las dos sonrieron y le dijeron a su madre que mi pija también era de ellas y Lucrecia se dió la vuelta mientras le decía a su madre que ya sabía chuparmela, con una mano Eulogia me seguía pajeando mientras Lucrecia me colocó sus manitas en mi muslo y mi barriga y agachandose se metió a la boquita la cabeza de mi pija. Al sentir como Lucrecia me chupaba la pija, me excité aún mas y le saqué la camisetita a Maria y les dije a las otras dos que se desnuden igual que nosotros. Las dos me hicieron caso y se desnudaron. Eulogia se subió a la cama y se acostó encima de mi cuerpo y me besó en la boca, mientras las dos niñas me chupaban y me pajeaban la pija con sus boquitas y sus manitas. Con mis manos masajeaba las nalgas de la madre y le metía un dedo en su culo. Cuando mi pene se puso totalmente erecto, me desprendí de las dos niñas y colocando a Eulogia de espaldas en medio de la cama, me coloqué entre sus piernas y se la metí de un solo golpe en su vagina haciéndola gritar de placer, las chicas se abalanzaron sobre nosotros y mientras Lucrecia me besaba en la boca y recibía mis caricias en todo su cuerpito, Maria se apoderó de las tetas de su madre y comenzó a chuparselas.
Después de coger con Eulogia hasta hacerla tener un orgasmo, y de preparar a Lucrecia con mis dedos en su culo, mientras Eulogia quedaba despatarrada al medio de la cama, coloqué a Lucrecia en cuatro patas y colocandome detras de ella le chupé un rato su culito y luego la penetré, mientras ella pegaba pequeños grititos de dolor y de gozo. Maria de hincó a un costado y miraba como la enculaba a la hermana mayor, mientras con una mano yo le acariciaba su coñito pequeño. Maria estaba con los ojos dilatados de deseo y de excitación mientras yo había logrado meterle la punta de un dedo en su pequeña vaginita. Eulogia se puso de barriga y se colocó en cuatro patas a nuestro lado y me ofreció su culo negro, mojé un dedo con mi saliva y se lo enterré en su mojado culo y lo comencé a mover hasta que comenzó a gemir de gozo, cuando sentí que Lucrecia tuvo su orgasmo, se lo saqué despacito y me coloqué atras de su madre y le enterré de un solo golpe todo mi erecta y adolorida pija en su dilatado y blando culo. Eulogia chilló de placer al sentirla toda en su culo y se movió ayudandome en el mete y saca hasta que me hizo terminar dentro de su culo. Caí en medio de la cama mientras las tres me abrazaban y me besaban por todos lados.
El cuarto olía a sexo y sudor de los cuatro cuerpos que eran uno solo en esa cama. Hicimos el amor toda la mañana y la tarde hasta que mi pene quedó sangrando de tanto hacerle el amor a Eulogia y a Lucrecia. Maria también recibió lo suyo ya que aparte de chupar su coñito inverbe, logré meter la punta de mi pija en su pequeño culito, con la ayuda de Lucrecia y de su madre. Nos bañamos juntos cuando ya anochecía y después salimos a comer y a pasear por el centro. Regresamos antes de las diez de la noche y sin decir nada nos desnudamos y nos metimos los cuatro en mi cama y no estuvimos acariciando y jugando un rato hasta que se me paró de nuevo la pija y esta vez después de coger con Eulogia, traté de desvirgar a Lucrecia con la ayuda de Eulogia y Maria, pero solo le pude meter la punta de mi pene y se lo tuve que sacar ya que le dolía mucho y termine por cojerla por el culito que ya me aceptaba mi pija dura solo mojada con un poco de saliva.
Entre Lucrecia y yo hicimos tener varios orgasmos a Maria con nuestras bocas y lenguas en su coñito. Fue una noche a puro sexo con las tres, hasta que quedé totalmente agotado y no supe a que hora me dormí. Desperté en la mañana cuando Lucrecia me chupaba mi adolorida pija, mientras Maria seguía durmiendo abrazada a mi cadera. Eulogia ya no estaba en el cuarto, así que Lucrecia siguió chupandome hasta que estuve bien despierto y mi pija estuvo bien parada. La acosté en medio de la cama y me subí sus piecitos a los hombros y se la metí por el culito al que previamente había dilatado con mis dedos. Lucrecia con sus siete añitos ya era toda una culeadora, y comenzó a gozar cuando su culito se acostumbró al grosor de mi pija, y se comenzó a mover al ritmo del mete y saca que empecé con mi cadera.
Fin








