Pasaron dos días de ver a Macaria y esa tarde se presentó en el templo después de la escuela, tocó como de costumbre y la hice pasar hasta la casa, ya ahí le pedí que se fuera para mi habitación ya que la tenía que preparar. Para la sorpresa que tenía para ella, me metí junto con ella en la habitación y la comencé a desnudar despacio apreciando cada una de las leves curvas de su cuerpecito. Mientras que las prendas de la niña iban cayendo al suelo mis manos se recreaban en sus tiernas carnes. Cuando Macaria estuvo completamente desnuda le dije que tomara una toalla que se encontraba en la cama y se diera un pequeño baño, ella obedeció e inmediatamente se fue a bañar. Cuando salió se veía hermosísima enrollada en la toalla, le pedí que se acercara y entonces retire la prenda que la cubría, su largo cabello caía por su espalda, se secó muy bien y luego le di una serie de accesorios para su arreglo, desodorante, perfume, pinturas, cepillo, etc.
Macaria los tomo y lo primero que hizo fue desenredar su largo cabello oscuro, luego la ayude a maquillarse, con poca pintura y muy suave para dar a su cara una sexualidad que solo una niña de doce años tiene, después se puso el perfume y el desodorante, cuanto estuvo lista entonces de mi closet saque un vestido nuevo que había comprado para ella así como accesorios, unas bragas de encaje muy sexys de color blanco, unas medias naturales con liguero, un sostén que hacia juego con las bragas y por último una blusa y minifalda de colores vivos; cuando Macaria se vio al espejo no podía creer lo bien que se veía se acerco a mi y me dio un beso en los labios de agradecimiento.
Salimos de la recamara y entonces le dije que la sorpresa estaba preparada, nos dirigimos a otra de las habitaciones que se encontraba en la parte de arriba y abrí despacio la puerta, la habitación se encontraba a media luz y en el interior, sentado en la cama se encontraba ni nada más ni nada menos que Felipe. Macaria se quedo en la puerta completamente helada de la impresión, ver ahí a su padre era algo que nunca se hubiera imaginado.
Tome a la niña de la mano y nos encaminamos hasta donde estaba su padre, entonces le dije a Macaria que el amor que me había demostrado a mí durante los días anteriores se lo debería de mostrar a su padre ya que él era el que más la quería en este mundo, la niña se me quedo mirando unos instantes y luego se arrojó a los brazos de su padre y deposito en sus labios un beso profundo y caliente, justo como yo le había enseñado, las manos de su padre comenzaron a recorre la espalda de la pequeña quién ahora no se soltaba de sus labios. Sin que le dijera nada a la pequeña ella logro abrir la bragueta del pantalón de su papá y sacó su gruesa y larga verga completamente dura, luego se hinco delante de él y comenzó a mamar el rico nabo que se le ofrecía, los ojos de Felipe estaban completamente cerrados mientras que las manos de él estaban sobre la cabecita de su pequeña.
Felipe puso de pie a su hija y nuevamente la volvió a besar, luego se bajo los pantalones y se quito la camisa para quedar completamente desnudo, volvió a abrazar a Macaria y a besarla mientras que sus manos recorrían la espalda de la pequeña, esta vez fue bajando más y más hasta posar sus manos sobre las nalguitas de su pequeña, las sobó despacio y en forma circular sobre la minifalda para luego meterlas por debajo de ésta, yo ya me había sacado la verga y comenzaba a masturbarme despacio.
Felipe le quito la falda a la niña quedando a mi vista las deliciosas nalgas y las piernas de ella enfundadas en esas medias, su padre estaba como ido admirando la belleza de su niña bajo esas prendas tan calientes, termino desvestir a Macaria y la pudo apreciar en las prendas intimas, inmediatamente se puso a besar cada parte de su suculento cuerpecito, comenzó por el cuello y descendió hasta las tetas, a las cuales mamo con cariño y delicadeza, luego bajo hasta su entrepierna, oliendo y besando el monte de Venus de su hija, todo esto sin quitarle las prendas, luego entonces si se dedico a desnudarla las excitación en todos nosotros era descomunal, el brasier de Macaria cayó al suelo dejando ver sus firmes senos, su padre sin contenerse más se abalanzó sobre ellos y chupo los pezones uno a uno hasta dejarlos completamente húmedos lo mismo hizo después con la vagina de la pequeña, la mamo delicadamente, los labios externos e internos para poco después dedicarse por completo al clítoris de la pequeña arrancándole su primer orgasmo de la tarde. Yo me masajeaba lentamente sin perder detalle de lo que ocurría entre padre e hija.
Luego de dejarla descansar unos segundos de su orgasmo Felipe acostó a su pequeña y se monto sobre ella, apunto su gorda y larga verga en la vagina de la niña y empujó un poco logrando clavar la cabeza de su pito y ahí se mantuvo por algunos segundos para luego empujar con fuerza y romper para siempre el himen de su niña, Macaria pegó un fuerte grito de dolor y unas cuantas lagrimas escaparon de sus ojos, su padre las recogió con sus labios y se mantuvo en lo más profundo de la pequeña durante un par de minutos, después de los cuales sus caderas se comenzaron a meneas en forma circular dentro de la vaginita recién estrenada. La cara de angustia de Macaria fue cediendo paso a una de más satisfacción, ahora la pequeña estaba comenzando a gozar de los movimientos que su padre hacía en su panochita, despacio también Felipe comenzó a sacar y meter la verga, los labios vaginales de la niña se aferraban al tronco de la verga como para impedir que la abandonaran, despacio Felipe logro sacar casi todo su camote y después se volvió a perder dentro de la ahora húmeda cueva de su niña. Los movimientos cada vez eran más naturales, Macaria gemía ahora satisfactoriamente y sus manos ya se había abrazado de la espalda de su padre mientras que sus bocas se unían una vez más para desfrutar de las caricias de sus respectivas lenguas, las caderas de Felipe subían y bajaban rítmicamente mientras que la macana bombeaba en la tibia cueva, los líquidos de ambos salían a cada embestida, pasaron varios minutos cogiendo de esa formas hasta que Macaria logro tener su segundo orgasmo.
Ahora le dije a Felipe que se acostara el de espaldas en la cama y a Macaria que lo hiciera sobre de él pero dándole la espalda, entonces me acerque y tomando la verga de Felipe la apunte a el culo de la niña, lentamente ella misma se fue dejando caer sobre la gorda macana de su padre hasta que logró metérsela por completo en su pequeño ano, luego yo me monte sobre los dos y apunte mi verga en la vagina de la niña, al mismo tiempo los dos comenzamos a movernos dentro de los aguajeros de la niña, las sensaciones eran arrebatadoras y en pocos minutos logramos un ritmo más o menos regular. Macaria gemía y gritaba gracias a las sensaciones que le estábamos proporcionando, las manos de Felipe subieron hasta agarrarse de las tetas de la pequeña mientras que mi boca se pegaba a la de ella para comenzar a besarnos apasionadamente. Nuestros movimientos iban en aumento, nuestras vergas entraban y salían al unísono de los agujeros de la pequeñita, nuestros cuerpos sudaban y se rozaban unos contra otros, las explosión no podía tardar más en llegar y entonces Macaria fue la primera en comenzar, pude sentir como de su interior comenzó a brotar gran cantidad de jugos que mojaron toda mi verga y luego comenzaron a escurrir por entre sus piernas y bajaron hasta su ano el cual también estaba siento penetrado y los jugos sirvieron para lubricar más aun la entrada posterior de la niña, después de ella yo comencé a sentir como mi verga se hinchaba y entonces sin poder contenerme más gruesos y calientes chorros de esperma se depositaron el la vagina de la pequeña, fue una explosión fantástica, pocos veces sentida por mi, creí que nunca iba a terminar de llenar su pepa, también mis mocos escurrieron por su vagina mojando el palo de su padre que continuaba bombeando, aunque no por mucho ya que después de nuestros gemidos de satisfacción también el comenzó a llenar las entrañas de la pequeñita con su néctar y mientras que seguía bombeando el culito de ella su esperma también escapó mojando las sabanas de la cama, fue glorioso ver la cara de la niña después de esta fantástica cogida que le habíamos dados entre su padre y yo, de ahora en adelante ella y su padre disfrutarían de ello todas las veces que quisieran y gracias al amor que esta secta estaba inculcando entre sus agremiados.
Continuará