Luego de la excitante experiencia que había pasado con mi hermanita y su amiguita Valeria, quede encantado con cada una de las nenas que ahí estaban, cada vez que me las encontraba buscaba la manera de tocar o al menos rozar mi mano por sus suaves pieles de niñas inocentes. Me propuse que esa noche tenía que hacer mías a todas y cada una de esas lindas niñas, ya que todas estaban súper preciosas.
Pero como ya comente una de las nenas cautivo mi atención, Sofía, la más chiquitita de todas las nenas había conquistado mi corazón y mi atención. La ventaja con la nena era que ya había ganado su confianza y podía hacerle lo que yo quería en el momento que a mí se me pegara la gana., solo era cuestión de buscar la oportunidad y el lugar perfecto.
Sofía era una niña súper linda, pequeñita, piel trigueña, cabello ondulado, con unos labios muy lindos y unos pies que me encantaban tanto. Toda ella era una tentación andante. Busque tanto la oportunidad para llevarla a la cama hasta que me arriesgue y me acerque a ella para llamar su atención:
– Hola preciosa. Le dije tocando su mejilla.
– Hola. Me respondió con una sonrisita picara. Y luego me dijo. Me das un besito?
Sin pensarlo le dije que sí, que le podía dar muchos besitos pero en un lugar donde nadie los viera, por lo cual le propuse que fuéramos a mi cuarto que estaba muy lejos del cuarto donde las demás nenas estaban haciendo la pijamada.
– Si, acepto. Me respondió.
– Ok yo salgo primero y luego tu e buscas afuera. Le explique.
Tal y como lo planeamos, yo salí primero y espere unos 5 minutos cuando ella salió del cuarto, y con mucho silencio la lleve hasta mi cuarto. Cuando entramos a mi cuarto, puse seguro en mi puerta, la nena se quedo solo con calzoncito, de fresitas. Yo me quite la ropa y solo me quede con la ropa interior. Se acostó en la cama y yo me acosté a su lado, la tope a mí, le comencé a tocar sus piernas mientras le besaba su cuello tan lindo con olor a perfume de Barbie hasta que llegue a su boquita tan rosadita a cual bese con tanta pasión, la nena aprendía muy rápido ya que me pegaba mordiditas en los labios con sus dientes. Eso me excito mucho y le tocaba con tanta pasión sus piernas y sus pies suavecitos, esa piel de esa nena estaba muy linda y olía excelente.
Poco a poco iba subiendo hasta que por fin llegue a su conejita, cuando toque su conejita por encima de la ropa interior, pego un salto y dejo de besarme, se me quedo viendo y me dijo:
– No le vayas a decir a mi mama que me dejo tocar ahí, porque ella me ha dicho que no me deje.
– No hay problema preciosa, no diré nada. Le respondí.
Luego me levanta y le quite el calzoncito de fresitas quedando completamente desnuda, espontáneamente cuando le quite el calzoncito, ella abrió sus piernas. Yo comencé a jugar con su rayita y ella se estremecía de placer cada vez que pasaba mi dedo por su vaginita. Le abrí sus pequeñitos labios vaginales y comencé a lamer su pequeño clítoris, pude notar como su vientre se puso rígido y como se movía de placer. La nena estaba al 100% y todo apenas comenzaba. Bajaba y subía mi lengua por todita su rayita hasta notar que la tenia bien coloradita. La levante y le dije:
– Ahora es tu turno mi amor, chupa mi pene.
Saque mi pene y le indique como tocarlo y como chuparlo, y como ya dije aprendió muy rápido ya que la nea jugaba con mi pene, su lengua se movía sobre mi cabeza. Luego le agarre sus dos hermosos y suaves pies y me comencé a hacer una gran paja con ellos hasta casi acabar, pero decidí parar ya que no quería que ese momento se acabara.
Luego la nena se levanto y se puso en posición de perrito:
– Así, apúrate por favor.
La nena me estaba pidiendo a gritos que me la cogiera, pero no pensaba hacer eso ya que sabía que si lo hacia la podía matar, por lo cual decidí poner mi pene en medio de sus piernitas y hacer como que me la estaba cogiendo.
Comencé a bombear y la nena paraba el culito como toda una putita, eso me excitaba a mi cada vez más y más.
– Ahhhh sissisisisiis así mas rápido.
La nena estaba que iba a estallar, estaba excitadísima, yo no podía creer que una niña de 6 añitos pudiera ser tan buena en la cama. Yo aceleraba los movimientos cada vez más, cuando de pronto no pude más y me vine, tuve un riquísimo orgasmo e un minuto y medio, el más largo que jamás había ni he tenido, cuando de pronto ella me dijo:
– Me voy hacer pipi…
Pero ya era tarde, la nena ya se había venido, y lo que salió de su conejito no era pipi. Era eyaculación femenina, esa extraña eyaculación que no todas las mujeres tienen y una nena de 6 añitos se había venido como toda una mujer, la nena pego un grito de pacer tan grande.
– Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh…
Ese grito quedo en mi mente, con su vocecita de niña. Todo su liquido cayó en mi pene, sentí como el cuerpecito de la niña se comenzó a debilitar hasta que ante mis ojos, la nena se desmayo.
Me preocupe mucho al ver esto, al ver que la nena no se movía para nada pero de pronto abrió los ojitos poco a poco.
– Que susto me diste princesa. Le dije con el corazón en la mano.
Acaricie su hermosa carita y le dije locamente:
– Te amo mi niña Sofía.
Le di un besote en la boca como ningún otro, nos dimos un baño en la ducha, la seque a modo de que sus amigas no notaran que se había bañado para luego mandarla para la habitación de mi hermanita, no sin antes besarla de nuevo…
Otra nena mas había sido mía, una experiencia totalmente diferente a la que tuve con mi hermanita y su amiga… me fui luego de 5 minutos al cuarto de mi hermana y vi que ninguna estaba ahí solamente una de ellas, Leticia, la hermana de Sofía, ya estaba en la cama dormidita y las demás estaban en la sala viendo una película. Al ver a Leticia en la cama dormidita, vi una gran oportunidad de cumplir mi objetivo.
Continuará
, ¡pero quizás tú si la tienes 
! Para compartir tu relato puedes usar la sección de 
