Teresa se sentía incomoda por tener que soportar al nuevo jefe de su esposo Pedro. Ricardo era un hombre corpulento de piel morena que parecía más a un leñador que al nuevo jefe de la compañía donde trabajaba su esposo como vendedor.
Apenas tenía un mes en la compañía cuando su esposo lo invito a una cena familiar un viernes en la noche, Pedro le había dicho a ella que quería causar una buena impresión a su jefe que le había prometido darle un ascenso en la compañía como encargado de ventas y Ricardo estaba muy interesado en conocerlos desde el primer momento que vio la foto familiar de ellos y los niños sobre el escritorio de su pequeña oficina. Teresa estaba muy contenta cuando su esposo le dijo que con el nuevo cargo en la compañía él podría ganar un sueldo que triplicaría el actual con las comisiones de las ventas que le correspondían. El salario actual de su esposo y el suyo que ganaba como profesora en un colegio público apenas si alcanzaba pagar el alquiler de la casa en el barrio donde vivían, las mensualidades de los niños en el colegio privado donde ellos estudiaban y sus gastos personales; Teresa vio una oportunidad por lo que aquel viernes ella preparó con esmero una cena para la familia pero especialmente para el gusto del jefe de su esposo, luego de preparar la cena y de asegurarse que sus hijos vistieran sus mejores ropas, ella misma se puso su mejor vestido que llevaba a la iglesia o a las reuniones en el colegio. Ya habían pasado media hora luego de la hora señalada cuando se escucho el portón del garaje y Teresa y sus hijos salieron a la puerta principal de la casa a esperar a que su esposo se bajara con el invitado. La primera sorpresa se la llevo cuando vio salir al jefe de su esposo del carro llevando una camisa hawaiana mostrando el pecho desnudo peludo y unos pantalones cortos holgados en zapatos deportivos, ella se sintió ridícula y furiosa por la falta de consideración a la ocasión además que no mostraba ningún respeto por ella y los niños mostrando su pecho desnudo como si estuviera en una playa, cuando su esposo y su jefe se acerco a la puerta ella estaba roja de la furia, cuando supo que ellos venían de algún bar y su esposo estaba ebrio fue su segunda sorpresa, sin embargo ella se contuvo y disimulo y con una sonrisa fingida les dio la bienvenida a la casa, pero cuando ella extendió la mano para presentarse, él le tomo la mano y prácticamente manoseo la mano y el brazo mientras parecía desnudarla con la mirada que no paso desapercibido para ella y los hijos aunque su esposo miraba a otro lado, luego cuando saludo a su pequeña Tania de quince años, que parecía una copia de su madre cuando era de su edad, también le manoseo mano y brazos detallándola, Teresa sintió un impulso de tomar a sus hijos adentro y cerrar la puerta de la casa en la cara de aquel hombre grosero pero se contuvo y conteniendo la furia y con sonrisa fingida los mando a pasar.
Cuando se sentaron a la mesa el hombre parecía sacado de las cavernas sin las más mínima decencia agarraba el alimento con las manos para comer mientras tomaba cerveza, también hacía tomar cerveza a su esposo que parecía no darse cuenta o no quería, por la ebriedad parecía disfrutar de la actitud de su jefe aunque este no le quitaba la mirada a su esposa e hija.
Teresa se sintió aliviada cuando el hombre se despidió luego de dos horas y mientras se despedía le agarro sus nalgas, mientras ella levanto la cara y le disparo una mirada dura con vergüenza y apenas atino a mirar a los lados para ver si sus hijos o su esposo la estaban viendo pero los niños se habían retirado a sus cuartos mientras el ebrio de su esposo estaba sacando el carro del garaje para llevar al hombre a su casa. Luego de recoger el desorden en que había quedado la mesa ella fue a su habitación pero no podía sacar de su mente el mal rato que había pasado.
A la mañana siguiente cuando despertó, Pedro su esposo se había ido a la oficina y aunque ella se fue a la cama la noche anterior con la intensión de hablar seriamente con su marido por el mal rato que aquel hombre había hecho pasar a ella y sus hijos especialmente su hija Tania, al despertar y mirar el lado vacío de la cama donde dormía su esposo, a la mente le vino la imagen de su esposo ebrio y se preguntó si él estaría consiente del comportamiento vulgar de su jefe, pero ella se preguntaba por qué ahora no sentía la rabia de la noche anterior sino al contrario se sintió avergonzada cuando recordaba el atrevimiento de aquel hombre que parece un oso, entonces se levanto y fue a preparar todo para que los chicos salieran para el colegio para luego salir a su trabajo, Teresa no hizo ningún comentario de la noche anterior aunque Tania tiro algunas puntas de la manera como aquel hombre la miraba a ella y a su mamá.
Aquella tarde luego que llego su esposo Teresa no hizo ningún comentario del comportamiento de su jefe. Cuando todos estaban reunidos en la mesa para la cena Pedro dio la noticia: "Él había sido promovido y ahora estaba a cargo de las ventas en la compañía" los niños no entendían que significancia tendría la promoción aunque Teresa no pudo ocultar su alegría, luego que su esposa había absorbido la noticia Pedro dijo que su jefe Ricardo vendría de nuevo el siguiente día a cenar. Tania miro a su madre con conocimiento y Teresa como si hubiera escuchado el pensamiento de su hija volteo la mirada a ella y las dos miradas se encontraron como si las miradas hablaran. Las nuevas tenían excitada a Teresa por lo que a la hora de dormir fue por uno de sus equipos sexys que tenia y se monto sobre las piernas de su esposo empezando a soltar los botones del pantalón de la piyama, pero Pedro apenas permaneció allí por unos minutos y luego se volteo tumbando a Teresa sobre su lado de la cama disculpándose que él tenía que madrugar. Teresa se sintió despreciada y sin ánimo de insistir se quedo en su lado mirando el techo, luego de unos minutos volteo para ver que su esposo estaba dormido, entonces empezó a tocarse con una mano el clítoris que parecía un nudo y cuando estaba excitada su tamaño aumentaba notablemente, mientras con la otra mano manoseaba apretando con fuerza una teta para luego intercambiar lugar de las manos llevando la que tenía en la teta al clítoris restregándolo con fuerza mientras la mano libre fue a la otra teta, llevándose el pezón oscuro a la boca y empezó a chupar como una bebé, luego de varios minutos las piernas estaban en lo alto completamente abierta con la pierna izquierda volando sobre la cintura de su esposo y la otra al aire fuera del colchón mientras golpeaba con fuerza retorciendo su clítoris y la otra mano sostenía una teta mientras chupaba duro mordiendo el pezón, para luego explotar en un orgasmo que la dejó desmayada con la pierna izquierda sobre la cintura de su esposo mojando las pantaletas de seda trasparente. Teresa quedó unos minutos recuperándose pero sin dejar de tocarse mojando y revolviendo todo el vello púbico que era un matorral, entonces se estiro sobre el borde del colchón y alargando la mano derecha empezó a buscar en el colchón hasta que encontró un falo de caucho largo de unos 25 cm y 5 cm de diámetro negro que era la réplica de algún montante y volvió a la posición anterior, levantando y estirando las piernas en lo alto luego con la mano izquierda retiro la entrepierna completamente mojada de las pantaletas a un lado para exponer su coño y darle la bienvenida a la cabeza que parecía una manzana y empujo metiéndose la mitad mientras chillo de placer, entonces levantó la cabeza del colchón llevándola entre las tetas grandes como globos que se pandeaban a los lados par luego empujar suavemente hasta que la mano golpeo sus labias, entonces bajo los pies posicionándolos justo debajo de sus nalgas blancas y se abrió completamente para empezar a follarse con aquel palo de caucho con venas sin importarle si su esposo se despertaba, una hora después exploto en otro orgasmo y quedo tirada y cansada sobre el colchón.
Teresa despertó cuando sonó la alarma sintiéndose insatisfecha y excitada y el falo de caucho estaba tirado sobre el colchón, ella lo tomo para seguir masturbándose pero luego lo tiro al colchón levantándose y fue al baño, su esposo aún dormía. Cuando Teresa salió para el colegio sentía que entre sus piernas había un fuego que le quemaba. Cuando llego a casa la excitación no cesaba y aunque quería masturbarse no tenía tiempo porque debía preparar todo para recibir al invitado.
Luego de tener todo preparado para recibir al jefe de Pedro su esposo, mando a sus niños a prepararse y ella fue a su cuarto; Teresa usó uno de sus vestidos modestos de blusa y falda que llegaba más debajo de la rodilla, cuando fue al espejo para mirar el reflejo de su figura, sintió que su entrepierna cobraba vida entonces mordió su labio y pensando: "Le voy a enseñar al estúpido de Pedro que yo todavía soy deseable, cuando vea como me mira su jefe se va reventar de los celos" entonces fue al closet y busco un vestido de licra rojo que su esposo le había comprado en un aniversario cuando ella era una talla menor, se quito la blusa y la falda y se puso la licra con esfuerzo, se miro al espejo y vio que la licra se pegaba completamente a la piel resaltando su escultural cuerpo haciendo que la piel sedosa blanca pareciera más apetitosa, la falda llegaba a medio muslo, vio que la tela gruesa de los sostenes se marcaban entonces se los quitó y miro de nuevo, se maravillo como los pezones sobresalían apuntando y estirando la tela, el vestido tenía un escote que llegaba justo entre los globos blancos mostrando parte de la carne, entonces giro y miro la espalda y vio de nuevo que la línea de las pantaletas se marcaba bajo el material, Teresa se agacho y saco sus pantaletas y miro de nuevo girándose: las nalgas grandes y firmes se sentían libres y abultaban más el material, Teresa se fijo que la abertura o raja que separaba las nalgas se notaba; ella tenía ese rasgo que las nalgas se separaban formando un abismo como un cañón profundo, pensó en ponerse de nuevo las pantaletas pero en cambio las agarro y las tiró al cesto de ropa sucia y fue por un bikini. Luego de ponerse unos tacones altos salió.
Cuando salió del cuarto sus hijos estaban en la sala y al verla sus ojos se abrieron completamente de asombro, habían pasado años que ellos no habían visto a su mamá vestir algo diferente a los modestos vestidos que siempre llevaba, los dos jovencitos se sintieron incómodos porque la mirada siempre iban a los dos bultos bajo la quijada y los dos globos rojos que parecían explotar detrás bajo la espalda, Teresa avanzó mirando a Tania que llevaba un pantalón de jean y franela con mirada que preguntaba que le pasaba a su mamá, especialmente sabiendo quien era el invitado.
Teresa se sintió aliviada porque justo en ese momento sonó la corneta del carro de su esposo y se escucho el portón del garaje que se abría, Teresa puso las manos en cada una de las espaldas de sus niños y empujándolos los guio a la puerta. Cuando se bajo el jefe este llevaba de nuevo un camisa hawaiana y shorts holgados blancos con zapatos tenis que contrastaba con el traje de su esposo, ambos llevaban cervezas y de nuevo Teresa y los niños supieron que su papá estaba ebrio, Ricardo se acerco y sin el más mínimo respeto manoseo las manos y brazos desnudos de Teresa hasta los hombros mientras la mirada fue a la hendidura de las tetas y luego bajo la mirada como si estuviera desnudándola, entonces se adelanto para darle un beso en la mejilla, Teresa se inclino un poco mostrando mas hendidura y carne de los globos para recibir el beso pero el hombre sin el menor respeto paso por la mejilla para luego decir en el oído lo buena que ella estaba, Teresa se retiro cuando sintió la punta de la lengua en la mejilla cerca de la oreja y escucho aquellas palabras vulgares, entonces miro de reojo para ver y no estaba segura si habían escuchado algo pero de seguro no habían perdido detalle del atrevimiento de aquel hombre mientras su esposo parecía mirar a otro lado, luego fue donde Tania manoseando sus manos y brazos de forma descarada ante la mirada atónita de Teresa que no dijo nada quizás por no hacer un escándalo en el momento. La cena no fue diferente a la vez anterior, el jefe no dejaba de decir algo vulgar o obsceno sin importar que habían mujeres y niños, Pedro que estaba ebrio o quizás por no contradecir a su jefe se reía de los chistes o comentarios obscenos de él, al principio Teresa se sintió avergonzada y molesta por el comportamiento de aquel hombre vulgar pero luego de escuchar obscenidades por un tiempo y ver a sus dos niños reír y parecían disfrutar aunque su pequeña Tania seguía incomoda por la mirada vulgar de aquel viejo de 50 años, y luego de haberse tomado unas cervezas y sentirse alegre no pareció importarle más.
Cuando la cena termino y se levantaron de la mesa Tania se disculpo y fue a su habitación pero Pablo y Toni se acomodaron a cada lado de su madre en el sofá mientras Ricardo y Pedro ocuparon los otros muebles, los chistes vulgares siguieron mientras Teresa reía y absorbía una cerveza, el señor Ricardo no dejaba de mirar entre las piernas de Teresa que parecía haberse olvidado que llevaba una licra que se recogió cerca a la entre pierna exponiéndola completamente y los chicos no dejaban de mirar en las piernas como de seda blanca sin mancha. Teresa vio donde miraba Ricardo y los niños y acomodo su vestido pero al momento de nuevo se recogía, teniendo a Teresa ocupada estirándolo de nuevo. Luego de dos horas el señor Ricardo se despidió y justo como había hecho la vez anterior se despidió colocando las grandes manos peludas en las jugosas nalgas haciendo saltar a Teresa mientras miraba a Pedro su esposo sacando el carro y luego volteo la mirada a los dos jovencitos que se habían quedado en la sala mirando y vieron todo.
Al día siguiente Teresa se sentía avergonzada por su comportamiento la noche anterior, ella era muy estricta con sus hijos y no permitía mal comportamiento de ninguna manera y las palabras vulgares eran castigadas y ella misma había violado todas las reglas pero se disculpo para sí culpando a las cervezas y la excitación que sentía y al momento no le importaba, sin embargo ahora era diferente y no quería enfrentar el hecho que ella había fallado, sin embargo cuando todos estaban juntos aquel día ella explico a los niños que se había dejado llevar por las cervezas que se había tomado pero que eso no significaba que las cosas habían cambiado en la casa.
Desde aquel día las visitas del jefe de Pedro se hicieron más frecuentes cada vez y Teresa y los chicos se acostumbraron a la presencia de Ricardo y su conducta vulgar, en algunas visitas Ricardo llevo a su esposa Rita una mujer joven de 30 años de piel morena madre de dos gemelos de doce años también de tez morena que no eran hijos Ricardo, la mujer era tan vulgar como su esposo y vestía con equipos tan escasos que prácticamente no escondía nada y no le importaba mostrar disparando a todos, incluso a sus hijos; su pequeña ya tenía un cuerpo de mujer a pesar de su tierna edad, con tetas del tamaño de dos naranjas grandes, dos grandes globos que montaban piernas largas, ella también llevaba ropa sexy como su madre y se maquillaba exageradamente. A Pablo y Toni les encantaba cuando Rita iba a la casa.
Apenas habían pasado dos meses como jefe de ventas cuando Pedro fue enviado por un mes fuera del país, en ese ínterin Ricardo visito dos veces la casa una junto con su esposa e hijos, pero también mantuvo comunicación por teléfono con Teresa con la escusa de saber como si estuviera preocupados por ellos creciendo una amistad entre ellos, los siguientes meses su esposo Pedro permanecía más tiempo fuera de casa, la amistad entre Teresa y Ricardo fue creciendo hasta que llego el día que Ricardo invito a Teresa a una cita y ella acepto.
El esposo de Teresa había estado fuera de casa muy seguido y ella empezó a sentirse sola con la responsabilidad de tener que cuidar tres chicos adolescentes, por supuesto ahora tenían mejor ingreso económico y los chicos cambiaron su closet, todo parecía ir bien pero ella extrañaba la presencia de su esposo en las noches aunque apenas una vez a la semana se ocupaba de sus necesidades, en el mismo momento que conoció al jefe de su esposo Ricardo un hombre tosco grueso, peludo, vulgar que no tenía la más mínima pizca de decencia trato de seducirla y aunque al principio ella lo repudiaba y consideraba que la presencia de él no era buena en la casa y así se lo hizo saber a su esposo poco a poco lo fue aceptando al grado que ahora eran buenos amigos, Ricardo la había estado invitando a una cita privada y ella finalmente acepto.
Teresa no fue al trabajo sin el conocimiento de sus hijos, cuando era media mañana empezó a prepararse. Busco en el closet un vestido elegante negro que había comprado para una de las pocas salidas románticas que tuvo con Pedro, con medias panty y tacones, luego fue al tocador y peino el abundante cabello castaño largo que caía encima de sus hombros, se maquillo cuidadosamente como si fuera una adolescente en su primera cita resaltando sus grandes ojos verdes como esmeraldas y labios gruesos rojos, cuando estaba satisfecha con lo que vio fue por unos sostenes y pantaletas de tira rojas, luego de vestirse tomo el bolso y salió a tomar un taxi que la llevara al lugar donde debían encontrarse. Ahora sentada en el asiento trasero y bajo la mirada escrutadora del conductor por el espejo retrovisor que no apartaba la mirada de la hendidura pronunciada entre sus dos grandes melones, era la primera vez que iba a una cita que no fuera con su esposo en muchos años.
Cuando llego al lugar ella miro alrededor, nunca había escuchado de ese sitio; era una calle transitada a las afueras de la ciudad, cuando se bajo del taxi el chofer le mostro el local donde ella iba; era una fuente de soda ubicada frente a una plaza llena de mesas donde se sentaban los comensales, estudiantes o transeúntes que estaban esperando a alguien o iban de paso, Teresa fue y vio que estaban ocupadas casi todas las mesas, había una libre y se sentó mirando alrededor para ver si veía a Ricardo, cuando habían pasado unos minutos se acerco un joven que trabajaba como mesero, luego que Teresa le dijo que estaba esperando a alguien el inmediatamente pregunto si ella era Teresa y esperaba al señor Ricardo, entonces le dijo que él estaba retrasado y mientras pidiera algo, Teresa pidió un café, mientras tomaba la bebida caliente ella miraba alrededor y fue cuando se dio cuenta que por la calle transitaban muchas mujeres, supo de inmediato que eran prostitutas buscando clientes, se fijo en una mujer un poco gorda que estaba apoyada sobre la puerta de un carro mostrando al chofer sus dos grandes melones mientras el hombre manoseaba las tetas como si estuviera tanteando la mercancía pero lo que más le llamo la atención era que la falda que llevaba apenas le cubría la mitad de sus grandes nalgas blancas exponiéndose a todos los que pasaban y no podían evitar de mirar la entrepierna y culo porque la mujer al apoyarse y meter la cabeza por la ventana del carro abrió sus piernas completamente dejando la vista vulgar a todos sin que le importara que en ese momento iban pasando unos jóvenes estudiantes que miraban y se reían bromeando entre ellos.
Cuando miró el reloj ya había trascurrido 15 minutos, entonces de nuevo el chico se acerco y le entrego una nota, Teresa miro la nota y levantando la mirada noto que justo la fuente de soda estaba en la planta baja de un motel, Teresa se sintió contrariada porque lo que estaba pasando no era lo que ella tenía en mente, lejos de la velada romántica que ella tenía en mente, Ricardo la estaba esperando en una habitación de un motel, quería regresar a la casa, pero luego de unos minutos de una lucha en su mente llego a la conclusión que ella había ido a la cita justo con la intensión de terminar en un hotel dispuesta a engañar a su esposo, por lo que el hombre tenía claro que era lo que ella quería. Luego de otros minutos se levantó y fue a una pequeña puerta que estaba justo al lado de la fuente de soda que tenía el nombre del motel justo encima a la entrada, ella entro e inmediatamente se encontró con una escalera, teresa miro la nota y supo que debía subir tres pisos, mientras subía supo que era un motel barato que usaban las prostitutas como la gorda que ella vio para llevar a los clientes, Teresa apuro el paso no quería ser vista y cuando llego al piso fue directo a la puerta y toco.
Unos segundos después cuando la puerta se abrió Teresa quedo helada al ver a cuatro hombres y Ricardo desnudos follando a Rita, Teresa intento correr pero el hombre que abrió la puerta era grande y fuerte de casi dos metros moreno y atlético la tomo por el brazo y empujándola adentro cerró la puerta con el pie luego la lanzó como una muñeca de trapo a la cama, los otros hombres la agarraron tirando del vestido sin el menor cuidado mientras ella luchaba, luego de un minuto estaba desnuda, Ricardo que era el hombre de mayor edad estaba de pie a un lado de la cama mirando todo dijo a Teresa mientras tres hombres la inmovilizaron boca abajo y el hombre grande se montó en la cama y levantado sus nalgas la puso en cuatro y sin piedad la penetro haciendo a Teresa chillar, dijo:
"Cálmate puta que nadie te va hacer daño."
Rita añadió mientras movía su trasero como si quisiera tomar más de la vara negra grande y gruesa del hombre que empujaba agarrándola por las nalgas: "Perra adultera, así que pensabas tirarte a mi marido, me imagino que diría tu esposo si viera esto"
Teresa con lagrimas que le bañaban la cara volteo con una mejilla aplastada por una mano fuerte que presionaba la cabeza al colchón dijo: "Ricardo por favor déjame ir yo prometo que no le digo a nadie que ustedes abusaron de mi"
"Nadie está abusando de ti cariño, usted vino por su cuenta, yo si te prometo que si te quedas tranquila te soltamos."
"Está bien yo no voy a luchar, pero por favor déjame ir."
"Voy hacer un trato contigo puta, usted decide, si en media hora veo que no estás gozando te puedes ir y más nunca te voy a molestar, pero si veo lo contrarío te tienes que quedar hasta que mis amigos y Rita digan que es suficiente."
Teresa pensó que ella podría soportar media hora y acepto, apenas habían pasado unos minutos y Teresa seguía llorando pero no sentía repulsión por la violación, su coño la estaba traicionando pero ella pensó que podría aguantar media hora y luego salir para su casa y no volver a ver a ese hombre, dijo: "Esta bien, pero no te quiero ver de nuevo por la casa ni a usted ni la perra de tu mujer."
Rita respondió: "Puta"
Ricardo dijo: "Ok ese es el trato, pueden soltarla muchachos esta puta hambrienta no va ir para ningún lado."
Los tres hombres la soltaron quedando sentados al lado de la cama mientras el negro la penetraba hasta el fondo con su vara tiesa de 30 cm, Teresa se posiciono mejor en cuatro abriendo las piernas y lucho por no sentir placer.
Apenas habían pasado unos quince minutos cuando se rindió y ella misma empezó a mover sus caderas, uno de los hombres que era tan fuerte como el negro y con manos grandes y dedos como salchichas se arrodillo al lado del negro, la raja de las nalgas estaban abiertas mostrando completamente al fondo un rio de pelos y un hueco negro que estaba medio abierto, el hombre penetro el dedo medio dedo de una mano y luego el otro dedo medio de la otra mano haciendo un boquete, el dolor que sintió al principio se trasforme en placer empujando ella misma hacía atrás como si quisiera ser penetrada completamente en el culo por los dedos invasores entonces Teresa se rindió completamente diciendo:
"Cójame duro con ese plátano que tienes por guevo maldito negro, vamos coge este coño adultero, yo soy una puta adultera."
Los hombres soltaron la risa y los otros dos cada uno a un lado frente a su cara manosearon sus palos y por turnos la hicieron mamar, Teresa mamo de cada uno de esos miembros como una mujer hambrienta. El hombre negro saco la vara del coño haciendo a Teresa gritar:
"Maldito negro métela de nuevo. Vamos métela." Pero ella sintió como otro trozo grueso la penetraba en el culo haciéndola chillar. Unos minutos después ella misma meneaba su trasero penetrándose hasta el fondo aquel pedazo de carne como un salchichón de 25 cm.
Ricardo miraba mientras su mujer fue al pie de cama y empezó a mamar de la vara negra que apenas hace unos instantes estaban en el hueco peludo de Teresa. Pasaron los minutos y cuando terminaron los 30 minutos Ricardo dijo: "Ya muchachos dejen a la puta para que se vaya." Cuando Teresa escucho y se sintió libre miro con fiereza a don Ricardo y dijo: "Yo no voy para ninguna parte. ¡Cójanme!"
Todos rieron y de nuevo la penetraron. Teresa fue el juguete de aquellos hombres y la mujer por el resto del día hasta que la tarde estaba cayendo, fue utilizada en todos los huecos y cuando Ricardo le lanzó una bata para que se cubriera luego de bañarse le dolía el culo y las quijadas.
Ricardo llevo a Teresa a la casa antes que los niños y corrió al baño a ducharse y eliminar todo rastro de su adultera aventura, luego fue a la cama y se recostó pensando en lo que había hecho y se sintió culpable por haberle fallado a su esposo e hijos, Teresa empezó a llorar profundamente avergonzada y prometiéndose que nunca más se dejaría llevar por semejante conducta. Cuando escucho la puerta de la entrada principal se levanto y limpio su rostro y se vistió en un vestido largo que cubriera cualquier rastro de las marcas que sufrió a manos de esos brutos.
A pesar que se sentía la peor de las madres y esposa aquella noche durmió como nunca había dormido en mucho tiempo, y la alarma la despertó y junto con la alarma también el sentimiento de culpabilidad, ella se levanto y preparo a los niños para el colegio para luego ir al colegio, aunque las imágenes de su abandono el día anterior la perseguían haciéndola sentir como la más ruin de todas las mujeres.
Para el tercer día ya había absorbido la culpa y pensó que lo hecho ya hecho estaba y con remordimiento no iba solucionar nada. Para el fin de semana los dos chicos le preguntaron porque su tío Ricardo como ellos lo llamaban no había ido a la casa, Teresa apenas respondió que quizás tenía mucho trabajo y no tenía tiempo de hacer visitas, pero en el fondo ella sentía alivio que ni siquiera la había llamado, no quería volver a ver aquel hombre.
Ocho días después su esposo regreso y se sintió aliviada, pero apenas habían pasado dos días de su regreso cuando llevo de nuevo a su jefe a la casa, Teresa lucho consigo para tratar de ser normal y evitar dar alguna rara impresión principalmente a sus hijos que se extrañaban porque Ricardo no había ido a la casa en 15 días.
Apenas había pasado otra semana cuando de nuevo su esposo se iba por otro mes fuera de la casa y Teresa sintió de nuevo el abandono pero no lo demostraba porque ella era una de la más interesada en reunir suficiente dinero para comprar su propia casa fuera de ese barrio, en cambio animaba a su esposo a seguir trabajando diligentemente.
Pasaron otros días y sintió que podría definitivamente regresar a ser la vieja Teresa, se sentía aliviada que no estaba la presencia de aquella mala influencia rondando por la casa y Toni y Pablo ya no preguntaban por él, pero justo el jueves en la tarde cuando estaba en casa y los niños no habían llegado sonó el teléfono y cuando contesto era la voz de Ricardo que sin el más mínimo respeto dijo: "¿Puta está extrañando otra cogida?"
Teresa sintió que la sangre se le revolvió en el cuerpo poniéndose roja y cortó la llamada sin contestar. Un minuto después repico el teléfono y no respondió en cambio se alejo a su cuarto, en la cama ella trato de no escuchar el repique del teléfono pero aquella llamada fue como si hubiese despertado en ella toda la experiencia en el hotel y desde ese momento no dejaba de pensar en lo que había vivido todo aquel día. Paso una hora y el teléfono repico unas cuatro veces, cuando escucho la puerta de la casa y sintió que los chicos entraban repico de nuevo y ella se helo. Unos segundos después Tania se asomo a la habitación diciendo cuando la vio recostada sobre la cama: "Mamá es don Ricardo, que le digo."
Teresa pensó un momento y se levanto yendo al teléfono mientras los chicos cada una iban a las habitaciones a mudarse de ropa dejando los útiles sobre la mesa de cenar. Teresa levantó la bocina y si dejar al hombre decir algo dijo:
"No quiero que me vuelva a llamar."
"Tranquila puta solo te estamos invitando para otra fiesta mañana en la tarde después de las cuatro en el mismo lugar, estamos en la plaza. Usted decide." Con eso la llamada se corto dejando a Teresa con la respuesta en los labios.
Cuando los chicos regresaron y estaban alrededor de la mesa dispuestos hacer su tarea, Toni dijo: "¿Tío Ricardo viene para la casa?"
Manteniendo el control Teresa respondió: "No cariño solo quería saber cómo estaba todo por aquí por la casa."
"¿Cuando va venir?"
"No se amor debe estar muy ocupado, mejor dedíquense a sus tareas." Con eso ella abandono la cocina y fue de nuevo a la habitación.
Toni dijo a sus hermanos: "¿Mi mamá esta rara, no es así?"
Tania respondió: "Eso veo pero ha estado así desde que mi papá se lo pasa viajando."
Toni que había aprendido de don Ricardo, dijo sin titubear: "Le falta un hombre que la coja"
Pablo replico: "Cállate Toni y ocúpate en hacer las tareas."
"Pero es cierto"
"Cállate"
Tania dijo: "Ya basta de ustedes dos, Toni tiene razón a mi mamá le está faltando un tipo que la coja"
Los dos chicos dijeron: "¿Tania?"
"No es así como ustedes dicen cuando un hombre lleva a una mujer a la cama, ya basta y póngase a estudiar."
Había trascurrido una hora desde que Teresa fue a la habitación y regreso a la cocina, cuando los chicos recogieron las cosas y ella sirvió la cena y todos se sentaron a comer ella dijo luego que termino la cena: "Niños mañana una amiga del colegio va hacer una reunión en la noche y estoy invitada, así que no me esperen probablemente regrese tarde."
Aquella noche Teresa se masturbo tres veces con el palo de caucho imaginándose que era el negro grande que la tomaba como una vulgar puta, en la mañana se levantó excitada imaginando la aventura que iba vivir. Todo el día no pudo concentrarse en lo que hacía ansiosa que la hora llegara para correr a la casa y salir. Teresa busco algo sexy y se lo puso y fue por un taxi antes que llegaran los niños y la vieran vestida así y tuviera que dar más explicaciones.
Cuando llego a la plaza y se dispuso a caminar a las mesas escucho la corneta al lado de ella que la hizo voltear, era una casa rodante grande y en el puesto delantero al lado del chofer estaba Ricardo y al volante Rita, pero lo que le extraño era que en medio de ellos iban los gemelos, entonces escucho la puerta lateral que se abría y Ricardo grito: "Suba"
Teresa subió la escalera y en el espacio reducido al fondo había una jovencita trigueña de unos 16 o 17 años sentada al borde de una cama y junto a ella un jovencito de unos 15 años que parecían familia. La joven tenía cabello negro con dos clinejas largas, y llevaba uniforme de colegio. Teresa se acerco y se sentó al lado luego de saludar, la camioneta arranco pero la mirada de Teresa estaba en los dos jóvenes. En el colegio donde ella trabajaba como profesora había muchos jóvenes estudiantes con los mismos rasgos, lo menos que ella quería era que supieran que ella era una profesora, así que se limito a sentarse allí, el jovencito que tenía más o menos la misma contextura de su Pablo estaba desnudo, Teresa no pudo evitar notar que estaba completamente rasurado en su cuerpo incluso entre las piernas parecía un bebé pero con un pene de largo que se escondía entre su entre pierna, el chico tenía cabello largo y fue cuando Teresa vio que la joven le estaba sacando las cejas, Teresa tenia sentimientos encontrados en el fondo sabía que no era correcto lo que ella estaba haciendo allí y menos viendo a unos jovencitos siendo corrompidos pero también estaba demasiado excitada como para importarle, el vehículo rodo una media hora y la jovencita ya tenía al chico que supo que era su hermano todo maquillado pareciendo una jovencita pero sin tetas y con un pene entre las piernas, entonces busco en un morral al lado de la cama y saco unas pantis, unas tetas de silicona que parecían autenticas, una mini falda con una blusa y tacones con medias panty, el chico se levantó de la cama para que su hermana amarrara las tetas posicionándolas en el lugar, y Teresa no pudo evitar al ver la salchicha larga colgando que casi llegaba a medio muslo media unos 15 cm a pesar de estar flácida y era tan gruesa como un cambur, ella se pregunto si su Pablo la tendría así de larga, cuando el jovencito estaba completamente vestido con aquel equipo sexy parecía una niña de unos quince, entonces la jovencita se dispuso a maquillarse ella. Unos quince minutos después la jovencita estaba lista con dos moños a los lados amarrados y se puso una falda de uniforme más pequeño que apenas llegaba unos centímetros bajo la entrepierna mostrando completamente sus piernas bien formadas y voluptuosas, con la blusa y el maquillaje parecía aún más joven de apenas unos 12 años con un cuerpo voluptuoso. La vista era rara pero erótica aun para Teresa.
De repente sintieron que la camioneta salió de la carretera por un camino de tierra ya que se bamboleaba de lado a lado cuando atravesaba los baches de la carretera, por unos cinco minutos avanzaron y se empezó a escuchar bulla de música y gente que gritaba y reía formando un escándalo.
La casa rodante se detuvo, aun era de día y Teresa vio que estaban en un campo lejos de la ciudad y lejos de casas alrededor, el lugar parecía una hacienda por los animales que había alrededor, los establos y lecherías.
Cuando bajaron Ricardo fue y le dio a Teresa un beso húmedo de amante tomándola por su trasero separando sus dos globos grandes de nalgas, Rita también le dio un beso en la boca aunque esto no era desconocido para Teresa ya que la vez anterior ella incluso tuvo que limpiar todo el semen que ella tenía lamiéndole su coño negro hinchado como carbón. Teresa quiso preguntar qué hacían los niños allí pero luego que vio como la gemela iba vestida justo como su mamá con unos shorts de licra extra pequeño que mostraba completamente la mitad de los globos negros grandes como si quisieran salirse y la banda de los shorts apenas llegaba justo sobre la vagina afeitada mostrando completamente el vientre y una franela que parecía más una tira suelta que apenas cubría sus grandes naranjas desnudas, no le importó. El grupo fue a un caney grande donde había unas cincuenta personas entre hombres, mujeres y niños; la gente estaba mirando y animando a dos mujeres en licras y franelas como Rita y la gemela en un círculo untadas completamente de aceite que luchaban, Rita se mezclo en el tumulto así como los gemelos y los dos jóvenes estudiantes, Ricardo tomo a Teresa y la llevo a un grupo de hombres que estaban reunidos celebrando aparte en otro caney pequeño y como si fuera una vulgar prostituta barata la lanzó al grupo diciendo que les traía la carne que le había prometido, Teresa miro a Ricardo pero apenas atinó a sonreírle, los hombres sin perder tiempo empezaron a manosearla mientras la iban desnudando allí al aire libre a la vista de cualquiera que quisiera mirar.
En minutos estaba en las pantis, bikini y sostenes en tacones, mientras los hombres jugaban con ella, ella tomo bebida de cada uno de ellos a medida que cada uno la sentaba en sus piernas y la manoseaba, a los quince minutos estaba desnuda siendo el juguete de todos, a la media hora estaba siendo follada mientras los hombres hacían un circulo y la penetraban en cada uno de los huecos, a Teresa no le importaba solo quería ser un objeto para cualquiera que quisiera tratarla como una prostituta barata. Una hora después Ricardo se acerco al grupo y todos se alejaron dejando a Teresa gimiendo mientras decía toda suerte de vulgaridades a los hombres para que la siguieran cogiendo. Ricardo tomo a Teresa y la levanto del piso entonces le puso un collar y una cadena, Teresa no le importó apenas lo miraba con ojos vidriados, entonces él la guio al círculo donde todos miraban con expectación, Teresa miro alrededor las caras sonrientes de todos donde la mayoría estaban desnudos, de repente se escucho un coro: "PERRA, PERRA, PERRA"
Don Ricardo llevo a Teresa al medio del círculo y la presentó como la nueva perra, entonces mando a llamar los perros, Teresa reacciono cuando vio que un hombre llevaba dos perros grandes negros al círculo y empezó a protestar esforzándose para librarse. Los perros se mantenían amarrados con cadenas al igual que Teresa pero inmediatamente sabían qué hacer y fueron a lamer entre la entrepierna y raja del culo de la mujer, Teresa lucho unos minutos tratando de librarse pero luego de cinco minutos se relajo y le dio la bienvenida aquellas lenguas ásperas y largas que luchaban por llenar los huecos de su coño peludo y hueco del culo, ella dejo de luchar y se puso en cuclillas para permitir un mejor acceso a los intruso bajo las miradas, vítores, y silbidos de los presentes, luego de otros minutos Ricardo halo la cadena duro asiendo que ella tropezara y cayera en cuatro al suelo, uno de los perros fue inmediatamente y la monto penetrándola en el primer intento, teresa abrió sus piernas y se agacho aplastando las tetas al piso dándole la bienvenida aquel miembro largo rojo de unos 30 cm con una punta delgada pero que se abultaba uno 6 cm de diámetro en el medio, momentos después ella misma se revolcaba meneando sus nalgas contra los lomos del animal, provocando más risas y burlas del grupo, el muchacho que sostenía los perros agarro al otro por el collar y lo posiciono junto a la boca de Teresa que entendió el mensaje y levantando la cara fue por la vara y empezó a mamar descaradamente. Los dos perros montaron a Teresa anudándose cada uno por turnos uno en su coño y el otro en el culo. Teresa se rebajo como una perra.
Ricardo trajo a Teresa a la casa en la madrugada con apenas el vestido en tacones sin pantaletas, sostenes o medias panty, la dejo en la entrada y se fue, Teresa estaba ebria pero consiente por lo que con el menor ruido abrió las rejas y puertas y con paso sigiloso y descalza fue a su habitación directo a la ducha.
El siguiente día era sábado ella y los niños tenían el día libre. Cuando despertó era casi medio día sintiéndose una basura como ser humano, sentía que le había fallado a todos, quería meter la cabeza en un hueco como un avestruz y quedar allí sin saber nada de lo que estaba alrededor, sus pensamientos de culpabilidad se disiparon cuando escucho la puerta de la habitación y la voz de su pequeña Tania que gritaba desde afuera si todo estaba bien. Teresa reacciono al instante y tapándose su desnudez dijo: "Si cariño puedes pasar"
Tania paso y fue directo a la cama sentándose en el borde, diciendo: "¿Qué pasa mamá todo está bien?"
"Si querida, solo me quede dormida, no pensaba que la reunión fuera hasta tan tarde."
Inclinándose Tania le dio un beso en la mejilla a Teresa diciendo: "Ok mamá solo nos preguntábamos porque no te levantabas." Entonces salió del cuarto.
Teresa miro a su niña vestida en la licra que usaba bajo la falda del uniforme que llegaba a medio muslo y una franela con una imagen de su ídolo favorito salir del cuarto y no pudo evitar de compararla con la gemela.
Aquel día y los siguientes fueron terribles para Teresa, pero también al igual que la primera vez no supo nada de Ricardo, para la segunda semana ya había absorbido la culpa y no se sentía culpable aunque estaba dispuesta a olvidar esa conducta. Para la tercera semana su temperamento estaba a punto que cualquier cosa que no le gustaba la hacía explotar aunque se controlaba. Cada vez que sonaba el teléfono corría agarrarlo y se sentía defraudada cuando no escuchaba la voz que quería escuchar, hasta que por fin la escucho y de nuevo fue invitada a otra fiesta. Esta vez Teresa no hizo ningún berrinche y le dijo a los chicos que iba a salir de nuevo hasta tarde, los muchachos le pareció extraño que su mamá en un mes ya había salido a fiestas dos veces pero estaban de acuerdo que su mamá necesitaba distraerse para poder soportar la ausencia de su papá. En el trascurso de los siguientes quince días antes que Pedro regresara Teresa estuvo fuera de la casa hasta tarde dos veces y en ambos fue el objeto de diversión de hombres mujeres y perros que ella sirvió de buena gana como una esclava obediente.
Pedro su esposo regreso del viaje y estuvo en casa por un mes antes de partir de nuevo, en ese tiempo Ricardo fue tres veces a la casa y también Rita y los gemelos para el gusto de Pablo y Toni. Apenas había trascurrido unos días de la partida de su esposo cuando Teresa fue invitada a otra orgía, los chicos ya se habían acostumbrado a las salidas nocturnas de su mamá y en ellos apenas había duda que su mamá estaba teniendo algún asunto con alguien, pero nadie se atrevía a plantar el asunto.
Aquella madrugada Ricardo trajo a Teresa y como los otros días la dejo y se fue, solo que esta vez ella había olvidado bajar el bolso y cuando reacciono ya el carro iba lejos dejándola allí sin las llaves para entrar a la casa, Teresa estaba ebria y llevaba un vestido de licra blanco que había comprado para la ocasión que apenas llegaba unos centímetros bajo la entrepierna y estaba húmedo del semen que se le secaba en el cuerpo, también estaba desnuda bajo la licra, se quedo pensando que hacer y luego de medio acomodarse la licra toco el timbre varias veces unos minutos después las luces se encendieron y por la ventana que daba a la calle se asomaron tres caras, cuando la vieron abrieron la puerta de la casa y luego la reja de entrada. La mandíbula de los chicos casi se cae cuando vieron a su mamá vestida en aquel equipo vulgar en tacones, Teresa no dijo nada y paso a la casa con miradas de preguntas en los tres chicos, los muchachos vieron a su mamá caminar a su habitación y encerrarse.
Al día siguiente cuando despertó a media mañana ella recordó que las llaves de la casa las había dejado en el carro de Ricardo y los chicos abrieron la puerta para que ella entrara. No quería salir de la habitación pero debía enfrentar el hecho. Teresa se levantó y luego de vestirse en su camisón largo fue a la cocina donde los muchachos esperaban, todos la miraban y se miraban entre ellos pero ninguno hablaba, entonces Tania dijo:
"¿Mamá que significa lo que vimos esta madrugada?"
Teresa no sabía si su hija se refería a su vestido, el semen que cubría su cuerpo, el que estaba ebria, o acaso las tres, ella trato de esquivar el asunto respondiendo:
"Hijos perdóneme ayer me deje llevar por el licor y perdí el control. No volverá a pasar lo juro."
Pablo dijo: "¿mamá usted tiene un amante?"
Teresa sintió que el piso se hundía pero tomando el control dijo: "No amor solo que me pase de tragos..."
Tania repico sin dejarla terminar: "Mamá ya basta, nosotros sabemos que usted debe estar teniendo algo con alguien porque si no, no estuviera saliendo tanto últimamente, sabemos que papá se lo pasa afuera mucho tiempo y si usted tiene una amante está bien para nosotros. Pero porque tiene que andar vestida de esa manera, usted es una profesora que pasa si los vecinos te ven así."
"Lo siento cariño me deje llevar pero no volverá a pasar no sé que estaba pensando perdóneme pero desde hoy eso se acabo, ya no pasara de nuevo. Ok"
Toni que no había dicho nada dijo: "¿Mami que era lo que bajaba por tus piernas?"
Teresa quedo fuera de base y se puso blanca pero inmediatamente Tania dijo: "Cállate Toni eso no es tu problema." Teresa mintió: "No amor solo fue una malteada que se me derramo entre las piernas cuando bajaba del carro."
Toni dijo: "Uhmmm."
Los chicos se miraron y Teresa supo que ninguno de ellos creyeron la escusa pero no estaba dispuesta a continuar con el asunto por lo que dijo: "Ok ya basta de explicaciones no volverá a pasar." Luego que termino esa charla embarazosa Teresa pensaba que había ido demasiado lejos.
Apenas habían pasado un par de días cuando Ricardo la llamo de nuevo, y cuando Teresa se enteró que él hizo a propósito dejándola sin las llaves de la casa se puso furiosa y le dijo que no volviera a llamarla.
Ocho días pasaron y Teresa atendió a Ricardo luego de él insistir, como ella pensaba era para invitarla a otra fiesta para el siguiente día, él colgó luego de la invitación como siempre hacía, desde el momento que atendió la llamada el temperamento de Teresa cambió y se puso peor a medida que pasaban las horas, apenas durmió esa noche y él día de trabajo al siguiente día le pareció una eternidad pero se lleno de autocontrol y no fue a la fiesta, pasaron otros días para que Teresa lograra tranquilizarse aunque no completamente. Se sintió aliviada cuando su esposo Pedro llego del viaje aunque significaría volver a ver Ricardo por la casa.
Continuará