El relato erótico "La niña de mis orgasmos" es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de blogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.

No sigas leyendo si eres menor de 18 años y/o consideras que la temática tratada pudiera resultar ofensiva.

Un hombre relata sus primeras experiencias sexuales con una pequeña amiga…


Hola, les cuento que tengo a mi lado a la niña de mis orgasmos, en serio, su boquita me lleva de aquí al cielo y de vuelta.

Su nombre es Keisi pero le dicen «Kechi» de cariño, y tiene ya 6 años y desde que nació, hemos tenido experiencias prohibidas que he guardado en secreto hasta la fecha… Pero aquí me he abierto ante ustedes.

Es una de las 2 hijas de un inquilino de al lado, en los apartamentos en que vivimos -pero aquí viene lo bueno- él trabaja de lunes a viernes casi todo el día… Y sí ¡Adivinaron! yo cuido a su niña. -Nuestra niña- 🙂

Cuando Kechi tenía 2 años, su papá me dejaba a cargo de ella un par de horas cuando tenía que trabajar y yo la cuidaba como a mi hija. Nunca tuve pensamientos «morbo» con ella, hasta que un día Kechi quería su biberón pero no había leche, normalmente le dábamos su chupete con el que se tranquilizaba y lo chupaba. Pero ese día no encontraba su chupete, y como no dejaba de llorar le puse mi dedo en su boca y ella poco a poco dejó de llorar, chupaba mi dedo y fue allí donde me pregunté… ¿Y si le pongo mi pene…? La idea me excitó mucho en el momento, yo estaba solo y mi corazón empezó a latir muy fuerte. Entonces me bajé el cierre del pantalón, saqué mi pene y se lo puse cerca de la boca. Ella lo tomó con sus manitas y se lo metió a su boca -Fue electrizante- la chupaba y sostenía como si fuera su biberón, succionaba y succionaba la punta, me empezó a salir liquido (el pre-semen) y ella se lo tragaba como si fuera su leche. Tenía mis piernas abiertas, acariciaba su cabeza mientras me la chupaba, cuando no aguanté más, me masturbé aún con la punta metida en su boca, ella solo me miraba, y en un par de segundos tuve un gran orgasmo, le llené su boca de semen pero seguía eyaculando, los últimos chorros le embarraron la cara y su cuello… Yo estaba como en shock, esa bebita me había hecho el mejor sexo oral de mi vida (el mejor hasta ese entonces), sin perder tiempo, tomé una toallita y la limpié toda con agua y jabón.

Después de ese día, me sentí un poco mal por haberlo hecho con una niña tan pequeña así que me alejé de esa tentación.

Mucho tiempo después, en Navidad del 2013 vi a Kechi a sus 5 años vestida de santa, con su capucha y trajesito rojo. Usaba una especie de falda y adentro tenía una licra para que no estuviera descubierta de allí abajo… Como sabrán, eso ya me creaba una erección, yo quería al menos sentarla sobre mí para poder sentir esas nalguitas suaves y ese cuerpesito pegado al mío. Así que no la perdería de vista, hasta que fuera el momento indicado y tuviera la oportunidad.

Cuando regresamos de hacer las compras navideñas de última hora, íbamos en el carro de su papá, yo atrás con Kechi, así que aproveché para tomar a Kechi y sentarla sobre mis piernas cariñosamente. Era de noche, mi pene ya estaba duro y Kechi lo sentía pero no decía nada, no creo que supiera que era. Yo sentía sus nalgas a la perfección, incluso su pequeña pero abultada vagina. Yo la tomaba de las caderas y la movía a propósito para mi placer y nadie se daba cuenta de lo ocurrido. En cada turbulencia del carro, en cada giro de cada esquina que daba su papá, yo me orgasmeaba de placer… Casi tuve mi orgasmo en el auto, pero solamente moje mis pantalones con mi pre-semen, incluso mojé ligeramente el culito de Kechi.

Ya en la fiesta de Navidad, su papá, unos amigos su hermana y yo estábamos pasándola bien, como en familia, bebiendo ron, vino e incluso algunas cervezas. Luego de una borrachera (de ellos) poco a poco se fueron quedando dormidos, incluso su papá, pese a que la pequeña Kechi aún estaba despierta jugando con sus regalos. Era Navidad, y el regalo que le faltaba era el mío… Así que fui con ella a darle un abrazo, le dije «Feliz Navidad mi amor» la abracé y le toqué sus nalgas que estaban firmes, mi pene me dolía de lo fuerte que empujaba el pantalón. Ella me dijo «Feliz Navidad tío». Le acariciaba mucho sus suaves nalgas, su cadera y su espalda. Estuve unos minutos abrazándola, mientras la besaba alrededor del cuello, detrás de sus orejas, sus mejillas y por último su boca. La besé tan sensualmente en la boca que sentía su lengua, su saliva, sus labios tiernos, mientras que con mi dedo le masajeaba su culito profundamente por su ano, hasta donde se podía, ya que tenía sus calzoncitos puestos.

Ella tenía sueño, aún así se mostró muy cariñosa y amorosa cuando la abrasaba, tocaba y besaba. Entonces la cargé y le dije «hora de dormir». La llevé a su cama en su habitación, todos estaban dormidos, mi excitación me hacía temblar -lo recuerdo bien- la acosté y en vez de arroparla, le comencé a quitar su sweter de Santa Claus. Luego le quité su blusa, ella estaba medio dormida, yo le saboree sus pezones de niña. Le fui besando el estómago y su vientre hasta llegar a su ingle. Le bajé su Licra y su vagina de miel estaba expuesta, frente a mi. Entonces la olí, que rico olor, con cuidado le separé las piernas me acerqué y le besé su vaginita. Con la lengua le empecé a abrir sus pequeños labios vaginales, con mis dedos se la abrí hasta donde se podían estirar. Le metí mi lengua en su agujerito y le hice el cunilingus que quizá en sus sueños lo estaba sintiendo y viviendo en ese momento (estaba dormida). Fue la primera vez que sentí su sabor…

Ya completamente desnuda mi pequeña Kechi, la voltee boca-abajo, con su culito bien parado solo para mi! Me quité los pantalones y mi pene ya lubricado con mi propio líquido, se lo pase por la raya de su blanco culito. Con mis dedos le abrí su ano rosadito e intente meterle la punta con mucho cuidado… La cabeza dura de mi pene penetró muy bien a su ano, yo ya me venía así que no perdí tiempo, tenía que gozar ese cuerpesito de 5 años que estaba a mi disposición. Entonces me masturbé rápidamente sin retirar mi pene de su culito, cada vez más y más rápido hasta que… OOOHHH… OH! Que delicia! Que explosión tan dulce DENTRO DE SU CULITO… apenas un par de gotas salían de su ano, bajando por el borde hasta su vaginita. Todo el semen quedó dentro suyo, como un pavo relleno. Y sus nalguitas un poco manchadas de semen mientras ella aún dormía.

Yo me sentí en el cielo, caí rendido en la cama al lado suyo, ambos desnudos. La abracé y la empuje con migo presionando mi vientre y pene con su estómago y entrepierna, ya que lo sentía muy rico.

Su culito desnudo y todo su cuerpo pegado a mi… Una navidad que jamás olvidaría, puesto que fue mi primera vez con Kechi, la niña de mis orgasmos.

Fin

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