Follando a Kim, Parte 1 (de LittleLover)

Mi nombre es Jerry. Me desperté alrededor de las tres de la mañana con mi polla todavía enterrada en el culo de Dee. Qué buena manera de dormir. No me extraña que haya tenido un sueño tan sexy. Dee ha resultado ser la mejor amante que he tenido. Dee ama mi cuerpo y yo también él de ella. Trabajo duro para mantener todos los músculos con un aspecto perfecto. Incluido el que está entre mis piernas. Dee lo ejercitó bastante anoche. Su marido está de viaje de negocios y me coló en su casa después de que sus hijas se fueran a la cama. Todavía no he conocido oficialmente a las niñas, pero Dee las llevó al centro comercial el otro día y me presentó como un amigo.

¡Dios, eran tan sexys! Hace tiempo que me gustan las chicas preadolescentes y no veo la hora de probar algo de eso algún día si tengo la oportunidad. Kim tenía diez años y sí que llenaba esos jeans ajustados. ¡Hay algo en los pequeños y abultados comienzos de las tetas de una chica que también me vuelve loco! No son más grandes que un malvavisco con un chícharo encima, pero caben muy bien en la boca. Las he probado antes y son mis favoritas. Me encantan las tetas de todos los tamaños, no me malinterpretes. Es solo que las realmente pequeñas son mis favoritas. No puedo entender por qué los chicos hacen tanto alboroto por las tetas grandes. Ni siquiera puedes llevártelas todas a la boca, por el amor de Dios.

Kim exhibía orgullosamente sus alegres tetas con un ajustado top de licra y el vientre al descubierto. En realidad, parecía una prostituta en entrenamiento. También me gustó la forma en que me miró. Estoy muy contento de que Dee y yo nos hayamos juntado. Tal vez algún día me deje probar algo de eso. ¡Un trío sería genial!

De todos modos, volvamos a esta mañana. Saqué lentamente mi polla del culo de Dee y ella hizo algunos ruidos placenteros. Rápidamente me agaché para recoger mis fluidos mientras se filtraban de su trasero. Me encanta chupar el ano de Dee. A ella también le gusta. Tenemos esa perversión en común y la amo por eso. ¡Simplemente la amo! ¡Es perfecta! También me gusta que esté felizmente casada. No hay ataduras allí. Es maravilloso sacar a la luz sus desagradables fantasías de las que su esposo no tiene ni idea. Ahora es una mujer totalmente satisfecha con un buen esposo y una gran amante de postre.

Salí desnudo de la cama de Dee con mi pene erecto. Me deslicé hasta la habitación de Kim y me acerqué sigilosamente a su cama. Estaba acostada boca arriba cerca del borde. Hacía calor en la habitación y sus sábanas no ocultaban nada de la cintura para arriba. Esos pequeños malvaviscos de los que te hablé me miraban, rogándome que los chupara. Quería esta oportunidad con la chica. Estaba cansado de esperar el visto bueno de Dee. Esta noche, la pequeña Kim iba a conocer mi polla y mi amor.

Su boquita estaba ligeramente abierta y el sonido que se le escapó no era exactamente un ronquido, sino más bien un susurro agradable. Creo que estaba teniendo sexo en su sueño por la expresión de su rostro. Mi polla casi me dolía de estar allí de pie mirando esta hermosa pieza de placer visual. Coloqué la punta de mi pene en sus labios y lo moví suavemente hacia adelante y hacia atrás un poco. Su boca se abrió un poco más. Dios, quería metérselo por la garganta en ese momento. Esto va a ser difícil, pensé. Controlarme con la pequeña Kim iba a ser un desafío, lo sabía.

Moví suavemente mi pene por su cara y luego por su barbilla hasta esos lindos montículos. Cuando comencé a deslizar mi pene sobre sus pequeños pezones del tamaño de un guisante, comenzaron a endurecerse y Kim comenzó a gemir un poco. Supongo que una de sus cosas favoritas es frotar esos pequeños pezones hasta que estén tan duros que duelan y luego pellizcarlos un poco más. Esa es otra de mis cosas favoritas.

Levanté la manta y, efectivamente, la mano de Kim estaba entre sus piernas y sostenía su linda sonrisa. Esta chica es todo sexo y necesita que alguien comience a entrenarla de inmediato. ¡Yo soy el hombre que puede enseñarle también! Por lo que sé de su padre, eso nunca sucederá. ¡Ella me necesita!

Me arriesgué y me incliné hacia delante para llevarme un suave pecho a la boca. ¡Estaba tan cálido y delicioso! Mi lengua exploró la dureza de su increíble pezón. El otro sabía igual de rico. Kim nunca se despertó, pero yo estaba alimentando ese sueño, fuera lo que fuese. Supongo que se trataba de su madre. Dee me había dicho que duermen juntas y que Dee siempre está desnuda para poder sentir el cuerpo de Kim cuando se acurruca. Dee la desea tanto, pero no tiene la fuerza para dar el primer paso. Es algo que da miedo. Podría ser contraproducente, así que entiendo su renuencia a iniciar algo. ¡Yo no tengo ese problema!

Empecé a masturbarme con mi polla muy cerca de la cara de Kim. Quería salpicar la mayor cantidad posible de semen en esa linda naricita, sus suaves párpados, su barbilla y, por supuesto, chorrear un poco entre esos labios carnosos y en su boca. Estaba en el paraíso con el juguete sexual más lindo imaginable respirando sobre mi polla. Justo cuando el semen comenzó a hervir de mis bolas, la puerta se abrió y Dee entró en la habitación. Susurró:

"¿Qué carajo estás haciendo aquí?"

"¡Esto!", dije y comencé a rociar crema por todo el rostro de la pequeña Kim. Dee se acercó a mí y dijo:

"Oh, Dios mío, eso es tan excitante. Esto es algo que siempre he querido para mi Kimmy. Fóllale bien la cara, cariño. Me encanta que tengas tanto semen para mi niña, cariño".

"Inclínate Dee, para que mientras mi polla todavía esté dura pueda sacar un poco de ese jugo húmedo de tu coño. ¿No se ve dulce acostada allí trabajando mi semen en su boca mientras duerme? Muévete un poco para que pueda frotar un poco de nuestro jugo en su cara. Esto es, Dee. Se va a despertar toda mojada y pegajosa con nuestro amor sobre ella. Es el momento adecuado para comenzar su educación.

"¿Mamá? ¿Qué? ... ¿Por qué está Jerry aquí, mamá? ... ¿Qué es eso que tengo por toda mi...? ¿Qué es ese sabor en mi boca, mamá? Tengo miedo. ¿Por qué estás desnuda con Jerry aquí?"

"Cariño, le pedí a Jerry que compartiera contigo algo de lo que me da todo el tiempo. Es mi amante secreto, Kimmy. Eso no significa que no ame a tu papá, es solo que necesito más de lo que él puede darme. ¿Guardarás el secreto de mamá, cariño? Jerry te puso mucha de su crema amorosa en la cara para que pudieras probarla. Tiene un sabor delicioso, ¿no crees?"

"Tiene un sabor... medio... un poco salado pero me gusta. ¿Qué es, mamá?"

"Abre la boca, Kim. Tengo un poco más y sabe mejor cuando está caliente". Ella abrió la boca y yo deslicé la cabeza hacia adentro y le eché otro par de chorros en esa deliciosa boca suya. ¡Qué espectáculo! Mientras Dee está ocupada lamiendo mi semen de la cara de su hija, yo estoy disparando semen caliente en la boca abierta de la pequeña de diez años. "Espero que te guste, Kim. He querido compartir algo de eso contigo desde que te conocí en el centro comercial. ¡Creo que eres tan linda! Espero que también seas mi novia como tu mamá."

"¿En serio?", Kim se sonrojó. "Yo también creo que eres muy lindo y sexy. ¿De verdad quieres que sea tu novia? ¿Está bien, mamá? ¿Puedo?"

"Me gustaría que fueras su novia, cariño. Pero ese tiene que ser nuestro secreto. Ni siquiera puedes decírselo a tu hermana. Ella es la niña de papá y no queremos que papá sepa sobre Jerry. ¿Puedes hacer eso, querida? ¿Guardar ese gran secreto?"

"Oh, mami, te lo prometo. ¡Oh, gracias! Lo siento, Jerry, por no haberte agradecido por la crema. Tiene un sabor realmente bueno. ¿Puedo tomar un poco más?"

"Dame tu mano Kimmy. Aquí tienes mis bolas. Sujétalas suavemente y acariciálas un poco. Están preparando más crema para ti. Cuando esté lista, te daré un poco más. Tu madre quiere que te la dé en el coño. Tu mami quiere que sepas lo bueno que es. Es una sensación maravillosa que te follen, Kimmy. No te importa si uso palabras desagradables como "joder" y "polla", ¿verdad, cariño?"

"Me gustan esas palabras. Si a mi mamá le parece bien, ¿podemos usar palabras desagradables, mamá?", suplicó.

"Por supuesto, querida. Cuando él meta su gran polla dura dentro de tu coño, esas palabras y muchas otras saldrán de tu boca a lo grande. ¿Entonces dejarás que Jerry te folle? ¡Quiero eso tanto para ti!"

Kim seguía sosteniendo las bolas de Jerry como si fueran sus nuevos juguetes, con su pene colgando sobre su mano también. Miró los brillantes ojos azules de Jerry y dijo: "Mamá dice que está bien que me folles, Jerry. Quiero sentirme como se sentía mamá cuando tenía mi edad. ¿Te gustaría follar con tu nueva noviecita, tío Jerry? ¿Está bien si te llamo tío Jerry cuando pones tu linda polla dentro de mí? ¡Estoy tan feliz! Este es como mi cumpleaños o algo así. Ni siquiera estoy cansada. ¿Qué quieres que haga? No sé follar. Muéstrame qué hacer".

Continuará