El relato erótico "Fiesta familiar, Parte 11 (de Cazzique)" es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de blogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.
No sigas leyendo si eres menor de 18 años y/o consideras que la temática tratada pudiera resultar ofensiva.
- Fiesta familiar, Parte 01 (de Cazzique)
- Fiesta familiar, Parte 02 (de Cazzique)
- Fiesta familiar, Parte 03 (de Cazzique)
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- Fiesta familiar, Parte 19 (de Cazzique)
Al llegar la tarde las negociaciones a las cuales había venido a esta ciudad ya estaban concluidas y el trato estaba echo, ahora solo bastarían un par de visitas más para sellar bien los detalles del negocio. Mi avión salía ya por la tarde y tendría que regresar a casa.
La despedida con mi hermana fue muy dura pero lo fue aun más con mi sobrino ya que habíamos tenido una muy buena experiencia, quedamos que en las vacaciones el iría a visitarnos y así poder unir más los lazos familiares.
Al llegar a casa una fiesta me esperaba ya que mi hija Vanesa y mi esposa Patricia me organizaron una pequeña orgía y entre los tres nos la pasamos muy a gusto esa noche. Los demás días las cosas transcurrieron normalmente y varias semanas después tuvimos en casa la visita de unos tíos que llevaban consigo a su hijo, mi tío Joaquín de 52 años con su esposa ósea mi tía Macaria de 48, con mi primo Sebastián de 28, su esposa Catia de 25 y sus hijos Pedro de 8 y Cintia de 6 años.
Ellos venía de provincia y se iban a quedar dos semanas en nuestra casa ya que iban a organizar un negocio en su pueblo y necesitaban buscar a los proveedores aquí, los acomodamos en las habitaciones para huéspedes y a los niños los dejamos en la recamara de Vanesa ya que era bastante espaciosa.
Desde el principio le eche el ojo a mi sobrinita Cintia que a pesar de sus seis añitos era bastante bella, de piel morena con una carita que deja ver una expresión de inocencia que atraparía a cualquiera, su culito paradito y unos labios gruesos que se antojaba iniciar en el pecado de besar.
Por las tardes cuando llegaba a casa después de la oficina me iba a la computadora sabiendo que mis sobrinitos no podrían desaprovechar la oportunidad de jugar en ella. Y así era cuando yo llegaba me sentaba en la computadora y me ponía a jugar un rato y en pocos minutos mis dos sobrinitos llegaban hasta el estudio y me preguntaban que si también ellos podían jugar y obviamente que yo les decía que si. Como Pedro era el más grande el jugaba primero y mientras que él estaba perdido en la pantalla de la computadora yo aprovechaba y ponía a Cintia parada a un lado del monitor para que pudiera ver como su hermano jugaba, yo bajaba la silla hasta el mínimo y me ponía detrás de mi querida sobrinita, desde mi posición podía meter mano a mi gusto, le acariciaba sus piernitas y luego iba subiendo hasta llegar a sus ricas nalguitas, como ella siempre usa falda no me es difícil acceder hasta sus bragas los primeros dos días ella se extrañaba de las caricias que su tío le proporcionaba pero poco a poco se fue acostumbrando y ahora era ella la que se acomodaba para que yo la pudiera acariciar como siempre lo hacía, nunca le baje las bragas así es que solo eran caricias sobre la tela las que le daba en sus ricas nalguitas y su panochita.
En esta ocasión me saque la vega y comencé a meneármela lentamente al instante que estaba frotándole las nalguitas a mi pequeñita sobrina, cuando ya la tenía bien dura cargue a la niña por los costados y me la senté en el pito, luego lentamente me fui moviendo haciendo que con su culito me frotara el garrote, era algo fantástico, ella ya no decía nada, solo se dejaba hacer mientras que veía a su hermanito jugar.
El cuarto día de su estancia aquí y mientras que Pedro jugaba en la computadora me atreví a bajarle lentamente las braguitas, por primera vez podía sentir la piel de sus nalgas directamente tersa y muy durita que la tenía, mi mano se paseaba por la rajada de su culito pudiendo palpar lo arrugado de su anito, ella al parecer sentía rico lo que yo le estaba haciendo y esto me animaba a continua, acaricie delicadamente su lisa rajada vaginal y la frote por algunos minutos hundiendo levemente mi dedo entre los dos labios, ya estaba un poco húmeda la niña gracias a la forma en como la estaba frotando, su hermanito no se despegaba de la pantalla así que no había ningún problema en continuar, tome a la niña y le hice una señal con mi dedo sobre la boca para que no hiciera ruido y me la lleve al sillón de la parte trasera del estudio, como las luces estaban apagadas seria muy difícil que pedro nos viera ya que con la luz del monitor le costaría trabajo ver en la oscuridad. Me senté en la orilla del sillón y deje parada frente a mi a Cintia, puse mis manos en sus nalguitas y le pedí que sacara su lengua; ella no dudo en obedecer e inmediatamente abrió su boquita y dejo escapar a su lengua, acerque mi cara a la suya y con mis labios atrape su lengüita y luego saque la mía y comenzamos a jugar. Me separe un poco de ella y le dije que iba a meter mi lengua dentro de su boca para que allí continuáramos con el juego de lenguas, ella aprendía muy rápidamente y a los pocos minutos ya nos estábamos besando de lo lindo mientras que mis manos seguían acariciando sus nalgas y su rajadita a la cual ahora sobaba más rápidamente pudiendo sentir como está se iba mojando más y más.
Me saque la verga mientras que ella me estaba besando y tome una de sus manitas a la cual puse agarrándomela, ella la sintió y se separo de mi para verla, luego me pregunto que era eso, yo le comente que era mi verga y que si a ella le gustaba que le sobaran su rayita a mi me gustaba que me sobaran la verga entonces ella solita empezó a mover su mano de arriba para abajo a lo largo de mi pito. Luego de esa pausa continuamos besándonos como antes y ahora ella me masturbaba a mi mientras que yo le aplicaba la misma receta a mi dulce y caliente sobrinita de seis años. A los pocos minutos de que ella me la estuvo moviendo de mi verga empezaron a salir gruesas gotas de leche que fueron a parar directamente a su vestido, yo la ayude poniendo mi mano sobre la suya e indicándole cual era mi ritmo en ese instante, la leche escurrió por mi tronco mojándole su manita, ella curiosa me pregunto que porque la había escupido y yo le dije que era porque me había gustado la forma en como ella movía su manita y le había regalado un poco de leche para que la probara, ella se me quedo viendo y poco después se llevo la mano que le había manchado a su boca, la probo e hizo cara de que no le había gustado, yo le dije que no le gustaba porque era la primera vez que la probaba y que si lo seguíamos haciendo a ella le iba a gustar su sabor.
Después le limpie el vestido y nos regresamos a jugar en la computadora.
Continuará