La película que Nicole y Carolina hicieron con Sebastián y Luis se llamó “La calle de las putitas” se comenzó a vender muy bien aunque en menor cantidad que la que hicieron en la playa con sus padres.
Era Jueves por la noche, Pedro contestó el teléfono, era la directora del colegio pidiéndole autorización para que dejara acudir a su hija a una “cena” esa noche, las escenas de la película en la playa comenzaban a dejar ya más de dólares y esta era otra de esas oportunidades, Norma le comentó a Pedro:
– Necesito hablar de negocios… ¿puedo pasar a su casa?
– Claro, no hay problema, la espero.
Media hora después la bella Norma llegaba a casa de Pedro y Nicole, la niña se encontraba jugando en la planta alta con Carolina que la había ido a visitar; Pedro hizo pasar a Norma y ambos se quedaron en la sala.
– El negocio es el siguiente – comenzó la directora – uno de nuestros mejores clientes, un empresario, desea contratar los servicios de Nicole…
– ¡Mmm! No estaba preparado para esta ocasión. – comentó Pedro.
– No se preocupe, escogemos muy bien a nuestros clientes, esté ya ha tenido a varias de las chiquillas del colegio y ninguna a tenido quejas de él.
– Bueno, la verdad es que siento un poco de celos…
– ¡Ah! Es eso… no hay problema, si no desea que ella tenga esos otros ingresos no pasa nada… pero recuerde que es una buena cifra…
– ¿De cuanto hablamos?
– A usted le tocarían diez mil dólares, lo mismo para la niña.
– ¿Esto por cada salida?
– Si, claro… nuestras chicas cotizan bien ¿sabe?
– Ya lo veo… y pensar que yo se lo hago gratis… – comentó torpemente Pedro.
– Bien, pues la salida, como usted la llama sería mañana, así que necesito una respuesta ahora… – le dijo la directora ya con más seriedad.
– Es solo una noche ¿verdad?
– Pues eso no lo puedo asegurar, depende del cliente… si le gusta la chica pues puede solo telefonear y alargar el plazo… claro esto también resultaría en mayores ingresos para ambos.
– Pero… – dudó Pedro – Bien, bien… voy a probar.
– Buena decisión, ahora solo tiene que firmar este documento… – dijo Norma mientras sacaba de su portafolios una hoja – es solo el permiso por escrito, para que no haya problemas ¿Esta bien?
– Si, si… claro.
Pedro leyó y firmó el permiso que le diera la directora y la bella mujer salió después recordándole que ella misma pasaría por Nicole el viernes por la noche, mañana le mandaría la ropa que la niña tendría que vestir.
Por la noche después de que pasaron los padres de Carolina Pedro le comentó a la pequeña lo ocurrido, Nicole al principio se molestó y se enojó un poco con su padre, pero poco después todo quedaba olvidado mientras él le acariciaba su pequeña panocha antes de dormir.
El viernes transcurrió completamente normal en la escuela, las clases y las practicas de las niñas fueron como siempre, al medio día la directora llamó a la pequeña Nicole y le comentó lo del empresario que había solicitado de sus servicios. Le dijo de la cantidad de dinero que se depositaría en su cuenta y le explicó que debería de tratar bien al cliente para que a futuro si le gustaba el trato la volviera a contratar, la niña estuvo de acuerdo y poco después salió de nuevo a sus lecciones.
Por la tarde la propia directora llevó a la pequeña hasta su casa ya estaba Pedro esperándolas, las hizo pasar y después de afinar los últimos detalles las mujeres subieron a la planta alta, era la hora de preparar a la niña.
Quedó lindísima, cuando Pedro la vio bajando las escaleras le pareció mucho más hermosa de lo que siempre estaba, vestía un conjunto de falda hasta las rodillas, de color negro, medias negras y un saquito color verde claro que acentuaba su hermosura, estaba maquillada discretamente y el cabello lacio de color oscuro le caía sedosamente hasta la mitad de la espalda, cuando posó para su padre dando un par de vueltas este pudo notar como sus hermosas nalguitas se marcaban discretamente bajo la falda, un delicioso perfume impregnó el ambiente.
Instantes después las dos mujeres se despedían de Pedro, salieron y abordaron el automóvil de la directora, está manejó hasta el aeropuerto, la chiquilla estaba un poco nerviosa; durante el trayecto le hizo un sin fin de preguntas a la directora a las cuales le contestaba con un “no te preocupes.” Por fin el automóvil se detuvo en la entrada de un hangar, un vigilante les marcó el alto y después de identificarse las hizo pasar, al otro lado del hangar pasando por un estrecho camino llegaron hasta donde estaba un helicóptero ya con las aspas funcionando a baja velocidad; dos hombres estaban también parados fuera de la aeronave, posiblemente esperándolas, uno de ellos vestía el uniforme de piloto, el otro un elegante traje de color oscuro, al detenerse el automóvil los dos se acercaron por los lados abriendo las portezuelas y ofreciéndoles a las mujeres un brazo para que descendieran. El hombre del traje negro estaba del lado de la puerta de Nicole y el piloto del lado de Norma. La niña lo observó, era un hombre joven, a decir verdad guapo y la niña tímidamente le sonrió, el hombre le devolvió la sonrisa y la pequeña tomándolo del brazo bajó del vehículo. Poco después Norma se lo presentaba, él era. Ese era el empresario que había contratado sus servicios.
No podía ser mejor, la niña en realidad se imaginó a un hombre gordo y feo, la realidad no podía ser mejor, después de una corta charla con Norma el hombre ayudó a la niña a subir al helicóptero, las puertas fueron cerradas y el piloto ocupó su lugar, la directora se alejó del aparato y después la nave aceleró la velocidad de las aspas, en instantes el aparato fue ganando altura, la figura de Norma se fue haciendo más y más pequeña, ahora las luces de la ciudad eran la única referencia en tierra, después de ganar altura la aeronave comenzó a desplazarse sobre las iluminadas calles que comenzaron a pasar una tras otra. Nicole estaba completamente extasiada con la vista y el empresario no comentó nada para no interrumpir a la pequeña, al poco la ciudad comenzó a quedar atrás y entonces ella se volvió a ver al guapo hombre. Así él comenzó una plática que poco a poco fue ganado la confianza de la hermosa chiquilla de diez años.
Por fin después de unos cuarenta minutos de vuelo la nave aterrizó, la niña no pudo ver afuera pues todo estaba muy oscuro, ahora lo único que ofrecía luz eran los reflectores que iluminaban el helipuerto, bajaron de la aeronave y por un corto pasillo accedieron a un hermoso jardín iluminado magníficamente, el pasto hermosamente recortado se apreciaba en varias lomas pequeñas aquí y allá, más adelante como a unos cien metro una hermosa casa de dos plantas, Benjamín, ese era el nombre del hombre, tomó la mano de la pequeñita, los ojos color miel de la niña se abrieron ampliamente y nerviosa sintió como su mano sudaba, siguieron caminando y ahora dando un giro el hombre se encaminó a un pequeño prado en donde había una mesa servida y un par de sillas, hizo sentarse a la pequeña y después el se sentó, parecía en realidad una cena romántica, estuvieron platicando durante la cena, eran casi las nueve y media de la noche, el hombre era educado y tierno, preguntó a Nicole cosas de su escuela y de su padre, la niña respondió sin problemas, el hombre tenía una mirada fuerte y una voz segura.
Terminaron de cenar y dejando atrás la mesa se internaron en la casa, muy elegante, sin más la sala quedó atrás y subiendo una escalera ingresaron a una lujosa habitación, el hombre le dijo a la pequeña que se podía lavar los dientes en el baño, encontraría lo necesario y después de que ella salió entró el. Poco después la hizo pasar a una terraza, estaba poco iluminada pero se veía bien, a lo lejos solo se apreciaba oscuridad. Se sentaron en una especie de sillón aunque muy amplio, los dos en silencio.
Benjamín entonces se acomodo al lado de la niña y buscó con sus ojos los de ella, acarició su rostro y le dijo lo bella que era, los ojos de él eran de color azul, su semblante agradable y recio a la vez, la cara del hombre se acercó a la de ella y los labios se pegaron a los de la niña, ella entreabrió ligeramente los suyos permitiendo que el jugara con estos. Con una de sus manos acarició el lacio cabello oscuro de la pequeña y con la otra la empujo despacio desde la espalda para pegarla más a sí. Poco a poco los labios de el fueron abriendo los de ella y su lengua comenzó a adentrarse dentro de la pequeña y cálida boca de la niña; la lengua de Nicole reaccionó y buscó la de su compañero, pronto estaban enfrascados en un caliente beso.
Los corazones de ambos se comenzaron a acelerar, el la recostó y con cuidado retiró el saco verde, bajo la blusa de delgada tela blanca se dibujaban apenas sus pequeños senos, el hombre con sus grandes manos acarició primero la cinturita de la niña y fue subiendo suavemente, disfrutaba de cada movimiento, las manos subieron y pronto toparon con los pequeños senos, los amasó despacio, recreándose en sus formas; con delicadeza comenzó a desabotonar la camisa y la blanca piel de la niña fue quedando al descubierto, poco después la blusa era desabotonado completamente y el abrió las dos partes que aun cubrían los hermosos senos, despacio la piel blanca se iba mostrando y las redondeces de sus pechos se dibujaban entre algunas sombras, los pezones no estaban erectos y nuevamente las manos de Benjamín se apoderaron de los pezones, pero ahora piel con piel, acarició despacio cada uno y lo masajeo circularmente haciendo que lentamente los pezones de la niña se fueran irguiendo, cuando estuvieron completamente duros él se agachó y su boca comenzó a chupar cada uno de los botoncitos; la niña sentía como esa boca la transportaba a lugares ya conocidos, su pecho subía y bajaba con rapidez debido a su excitación.
Un gemido escapó de la boquita de la niña y Benjamín se levantó para besar de nuevo sus labios, luego regresó a su labor sobre los pechitos de la niña, las manos del hombre acariciaban los costados del cuerpecito, subían hasta las axilas y volvían a bajar, la carne de ella estaba erizada por completo y comenzó a experimentar su primer orgasmo. Benjamín dándose cuenta siguió mamando los pezones y senos de la niña hasta que está terminó con su venida.
Nicole agradeció que el hombre la dejara descansar unos segundos después de su orgasmo, fue intenso y la dejó un poco desmadejada, luego él sentado a los pies de la niña comenzó a acariciarle las piernitas, sus manos eran de seda, subían delicadamente hasta los muslos y regresaban por el mismo camino, el tacto de las medias era exquisito, la falda no se había aun movido de las piernitas de ella, el hombre metía sus manos por debajo pero no la retiraba. Sus movimientos eran seguros y deliciosos, la niña lo disfrutaba en realidad.
La niña se dejaba llevar por los movimientos del hombre, el sabía lo que hacia y lo hacía muy bien. Al poco las manos de benjamín en lugar de meterse bajo la falda siguieron subiendo por encima de esta, llegó hasta la cintura y acarició esta vez los costados de las caderitas, buscó el resorte elástico de la prenda y lentamente la fue haciendo descender, una panty de color oscuro y de hermoso encaje ocultaba la entrepierna de la pequeña y un liguero a juego sujetaba las medias, la falda salió por fin por sus pies y la niña quedó solo con los zapatos de medio tacón, las medias y liguero, la panty y la blusa blanca desabrochada por el frente. Benjamín le pidió que caminara hasta el barandal; Nicole se puso de pie y sensualmente caminó hasta donde se lo pidieron, ofreció a la vista del hombre una imagen inmensamente caliente. Su cabello oscuro caía por detrás de la espalda, su blusa blanca ocultaba la mitad de sus nalgas y abajo se apreciaba parte de la panty de encaje y el liguero, la parte baja de los cachetes de las nalgas se dibujaba perfectamente, y a cada paso de la niña el hermoso movimiento de estos, sus piernitas delgadas cubiertas por las medias negras y para dar el toque excitante los zapatos de medio tacón en sus pies. Benjamín la hizo dar varias vueltas disfrutando de esa tierna figura.
Por fin la llamó hasta su lado de nuevo, Nicole acudió caminando despacio y mostrándose de frente, solo se apreciaba la mitad de sus pechos, la otra oculta tras la camisa le daba un aire excitante, su monte de Venus se movía a cada uno de sus pasos y sus labios se marcaban en la tela de la panty.
Nicole llegó al lado de Benjamín y este sin más la recostó nuevamente, se puso de pie y comenzó a desnudarse, lo primero fue la camisa y siguió con el pantalón, cuando lo bajó la niña pudo notar que bajo sus calzoncillos se marcaba una prominente protuberancia, cuando por fin estuvo completamente desnudo la niña apreció lo grueso y largo del duro garrote del industrial. Benjamín se colocó frente a la niña y tendiéndole una mano la invitó a incorporarse, la pequeña así lo hizo y quedó de rodillas con su cara a la altura del grueso y largo palo que se balanceaba de arriba para abajo; con las manos sobre la cabecita de la nena el hombre la jaló poco a poco, la niña sabiendo lo que él quería abrió los labios y se acercó más a la púrpura cabeza del garrote, su boquita por fin hizo contacto con la tibia carne del glande y notó que esté era mucho más grande que el de su padre. La boquita se abrió lo más que pudo y comenzó a mamar la gran daga del hombre, sus ojitos color miel se clavaron en los de él, la nena trataba de tragar lo más posible pero solo lograba meterse un poco más de la mitad, lo mamó despacio y procurando apretar con sus labios la gruesa y caliente vara, cuando llegaba hasta la cabeza se detenía y sacándosela la lamía, con una mano sujetaba la base y con la otra le acariciaba las pelotas; benjamín se lo estaba pasando en realidad muy bien.
Nicole que sabía muy bien lo que tenía que hacer siguió con su labor, de vez en vez se sacaba por completo la gorda verga para lamerla desde la base hasta la punta, luego chupaba las bolas del hombre haciendo más intensa la sensación; la niña supo que Benjamín estaba en su punto y se dedicó a aumentar la velocidad de las mamadas sobre el tronco, su boquita estaba haciendo lo suyo y sin poder contenerse él soltó el primer chorro de esperma en lo más profundo de la tierna boquita, Nicole lo trago al momento y siguió moviéndose, fuertes gemidos salían de la garganta del empresario y sus caderas se movían ahora un poco mientras con delicadeza sujetaba la cabecita de la nena, su orgasmo sumamente intenso termino dentro de la boca de la niña, las últimas gotas de leche Nicole las trago sin esfuerzo y aunque había sido mucha leche la niña estaba ya bien entrenada en esos menesteres.
– Increíble hermosa, eres fantástica… ¡Me encantó!
– ¡Gracias! – dijo tímidamente Nicole.
Benjamín se recostó al lado de ella y la beso por largo rato en los labios, sus lenguas se enredaban mientras que las manos de él se recreaban en las hermosas nalgas de la niña.
– ¿Te gustaría pasar todo el fin de semana aquí? – preguntó Benjamín.
Nicole lo miró por un rato y confirmó que él era bastante guapo, sonrojándose un poco asintió con la cabeza confirmando la pregunta. Instantes después él se ponía de pie y se encaminaba hasta la habitación, salió con un celular en la mano y marcó el número de la directora del colegio para informarle que la niña pasaría con él todo el fin de semana.
Acto seguido se acomodó de nuevo al lado de Nicole y esta vez la recostó de espalda, comenzó a besar todo su cuerpo, mamó los pezoncitos y luego fue bajando hasta llegar a su vagina, con delicadeza desabrocho las medias del liguero y se las bajó, las piernitas desnudas de la pequeña fueron besadas milímetro a milímetro y por fin le llegó el turno a la panty, con sus dedos en los costados de la prenda la fue haciendo descender lentamente, por primera vez pudo apreciar la lampiña panocha de la pequeña, la acarició con ternura recorriendo cada una de las líneas de está; con su dedo medio recorrió la rayita y poco a poco lo fue introduciendo, vio el clítoris en la parte alta y jugó con el hasta conseguir un orgasmo de la niña, luego acercó su cabeza hasta la entrepierna y comenzó a mamar la conchita, su lengua se abrió paso entre los labios vaginales buscando las profundidades primero para mamar el néctar manado con anterioridad y luego continuó con el clítoris hasta conseguir un nuevo orgasmo para mamarlo otra vez. La pequeña se vino entre gemidos y gritos de placer y con sus manitas se acariciaba los senos, sus caderas se movían circularmente mientras sentía como esa lengua trabajaba en su concha.
Después de dejar a la niña descansar unos minutos Benjamín la hizo abrir las piernas ampliamente, apreció la hermosa panochita y se acomodó entre las piernitas de la niña, su garrote nuevamente erecto ya estaba listo, apuntó la gruesa y púrpura cabeza contra la hendidura apenas abierta, la cabeza se posó entre los dos labios y el empujó un poco, apenas y se abrió un poco más la conchita; Benjamín llevó los dedos de su mano hasta la boca y los ensalivó, luego llevó su mano hasta el glande y lo embadurno con la saliva, nuevamente colocó la cabeza entre los apretados y lampiños labios y guiando con la mano el tolete empujó nuevamente, despacio empezó a hacer fuerza contra la conchita y poco a poco los labios se fueron abriendo.
Nicole sintió el rigor del grueso pene, se estaba sintiendo completamente llena, ni su padre la llenaba así, sintió un poco de dolor pero nada para dejar de gozar de ese gran pedazo de tronco. La verga ya había logrado penetrar casi una cuarta parte y Benjamín sintió como lo apretaba. Hasta ese punto él comenzó a bombearla lentamente, no quería lastimarla, sus movimientos eran lentos y cada vez que salía procuraba regresar con más fuerza y así meterse más y más, el procedimiento resultó y poco a poco la verga se le fue clavando a la niña hasta conseguir que se le metiera un poco más de la mitad, ahora los movimientos de Benjamín eran más rápidos y Nicole comenzó a sentir un nuevo orgasmo. La lubricación proporcionada por la nueva venida de la niña hizo más suave la penetración y él logró meter un poquito más de su tranca, sentía no poder más pero trataba de retardar su orgasmo lo más posible y para evitar venirse tuvo que detenerse por completo por un par de minutos durante los cuales solo se movía muy despacio.
Ya más recuperado y logrando retrasar su venida continuó con sus movimientos, deseaba sincronizar su venida con la de la niña, su culo se movía de arriba para abajo mientras que las piernitas de la pequeña seguían abiertas de par en par debajo de el y entonces la pequeña comenzó con las contracciones en su vagina, Benjamín se dio cuenta de que estaba por venirse y aceleró sus embestidas contra la panochita, su verga que entraba ya un poco más de la mitad comenzó a entrar y salir rápidamente, entonces Nicole comenzó a gemir, al mismo tiempo el primer disparo de esperma se estrellaba en lo más hondo de la conchita, los movimientos de él se hicieron más pausados en las profundidades y ahí soltó toda la carga, chisguete tras chisguete fueron depositados hasta llenar la pequeña vagina, pronto esté comenzó a escurrir por el ano de la pequeñita mojando luego la tela del gran sillón sobre el que estaban, los gemidos y suspiros se mezclaron mientras que los movimientos poco a poco comenzaron a menguar.
Ambos se quedaron profundamente dormidos uno al lado del otro, Benjamín completamente desnudo y ella solo con el liguero negro como prenda, se despertaron en la madrugada cuando el fresco comenzó a arreciar; él la tomó entre sus brazos y así se introdujeron en la habitación, se acomodaron en la amplia cama y de nueva cuenta volvieron a quedar profundamente dormidos.
Despertaron como a eso de las diez de la mañana y después de asearse bajaron a la sala en donde ya los esperaba una de las sirvientas para decirles el menú del desayuno, la niña venía vestida con una minifalda de color blanco y una blusa rosa sin mangas, el con ropa sport; hacía ya calor para estas horas; desayunaron y poco después él la encaminó hasta la parte trasera de la casa en donde se encontraba una hermosa alberca rodeada de jardines muy bien cuidados, entraron en lo que es el vestidos y Benjamín abrió uno de los armarios, saco un bikini y se lo entregó a Nicole, el se fue para otro de los cubículos a cambiar de ropa.
Cuando Nicole salió del vestidor ya él se encontraba tumbado en una mullida colchoneta a un lado de la piscina, al verla sonrió y le pidió que se acercara, Nicole camino coqueta hasta colocarse frente a Benjamín, le sonrió y después le modeló dando un par de vueltas, su hermoso cuerpecito de piel blanca se veía increíble en aquel bikini de color negro, el ajuste era perfecto, sus senos pequeños se amoldaban perfectamente a la tela marcando los pezones y la parte baja se amoldaba perfectamente al triangulito de su monte de Venus, por la parte de atrás que era de hilo dental sus nalgas se apreciaban en la totalidad, suaves y tiernas; Benjamín sin poder contenerse sintió que la reata se le ponía dura y pasó sus manos por la vagina y las nalgas de la niña, luego la beso y ambos permanecieron recostados en la colchoneta, se besaban y jugaban. La sirvienta se presentó para ver si deseaban tomar algo, Nicole se fijo en ella, era también muy joven, posiblemente unos dieciséis años, no se sorprendió al ver a su jefe besándose con la niña, posiblemente ella también había ya pasado por la reata del empresario, el solicitó un par de bebidas y luego despidió a la sirvienta.
Pasaron un par de horas y ya bien asoleados ambos se metieron a la piscina en donde siguieron jugueteando y tocándose, el cuerpo de Nicole era tocado sin temores bajo el agua, la niña también ya estaba caliente, en unos momentos de descanso ella se abrazó al cuello de Benjamín y lo comenzó a besar ardientemente, él sujetando a la niña por la cinturita la pegó a su cuerpo sintiendo como crecía su erección, se restregó contra el plano vientre de la niña y sus manos bajaron hasta las nalgas acariciándolas sin parar.
Ya a tono ambos salieron de la piscina y volvieron a recostarse sobre la colchoneta, Nicole esta vez fue la que deslizo su manita bajo el bañador del hombre y tomó la gruesa daga, masturbó lentamente y con delicadeza a su “amigo” mientras que el comenzaba a quitarle la parte alta del bikini dejando libres ese hermoso par de tetas en crecimiento, las mamó y chupo ardientemente, el pezón con especial atención. Luego Nicole bajó el bañador dejando libre el monstro que estaba debajo, sujetó por la base el aparato y lo guió hasta su boquita, lo mamó como la noche anterior pero esta vez él no se vino en su boca, espero y luego de la mamada desnudo por completo a la chiquilla, la hizo ponerse de a perrito el culito quedó libre y el agachándose detrás de ella comenzó a besar sus nalgas, su lengua recorrió cada rincón luego buscó el ano y se dedicó a él, metió un dedo y estuvo así por unos minutos, luego lubricándolo bien metió otro dedo más, con la otra mano frotaba la vagina de Nicole buscando especialmente el clítoris. La pequeña logró su primer orgasmo y al terminar el se acomodó atrás hincándose, ensalivó muy bien su tranca y apuntó contra el ya dilatado ano de la niña, empujó y la cabeza se fue perdiendo, Nicole aguantó las primeras envestidas que son las más dolorosas pero poco a poco el dolor se transformó en placer, los movimientos delicados del hombre hacían que ella en lugar de sufrir gozara, lentamente el culito se tragó más de la mitad de la verga y él siguió avanzando, por el ano Nicole había conseguido tragarse toda la tranca, el ano estaba estirado al máximo y él lentamente comenzó a bombearla, sujeto las caderitas y así fue guiando los movimientos, el cabello de Nicole caía por los costados de su cara y se movía al ritmo de las embestidas, la chiquilla sentía como esa larga y gruesa vara entraba y salía de su culo llenándola completamente, llegó a otro orgasmo más y no oculto su placer, gritó con fuerza su orgasmo.
Benjamín estaba encantado con la chiquilla y siguió bombeándola, sus manos se pasearon por la delicada espalda y luego busco los pequeños senos, con delicadeza pellizcó los pezones logrando que se pusieran más duros si cabe, el éxtasis estaba cerca y los movimientos aceleraron, el siguiente orgasmo de la niña hizo contracciones en la vagina y el culo y estos no pasaron desapercibidos por Benjamín, volvió a sujetar las caderitas de la pequeña y aceleró, en segundos ella comenzó a venirse y él con ella, de la cabeza escapó la primera descarga de semen y fue depositada en lo más profundo del ano de la niña a está siguieron otra y otra y otra más, todas llenaron la cavidad que no lo pudo contener y en pesadas gotas comenzó a escurrir hasta caer en la colchoneta.
Desnudos se acomodaron y dormitaron cerca de media hora, Nicole se levantó y comenzó a mamarle la dormida macana que poco a poco se fue reponiendo y cuando estuvo lista la niña se montó y con su manita guió el aparato hasta su conchita, los labios la recibieron y gracias a la humedad está se fue resbalando lentamente al interior. Benjamín observaba como la niña se empalaba sola y al poco como con sus caderas se movía deliciosamente ya con el nabo enterrado, en esta posición el tronco se clavó un poco más que la noche anterior, él sentía como llegaba hasta lo más profundo de la chiquilla y como esta lo apretaba con fuerza, los lampiños labios subían y bajaban con ese grueso instrumento, los labios abiertos de par en par aprisionaban con fuerza el rededor del tronco y para guiar mejor los movimientos el la tomó por la cintura, Nicole le sonrió y aceleró sus sentones sobre la verga, benjamín estalló sin más y ella al sentir como la caliente leche le pegaba comenzó a venirse, se movieron hasta que ya no salía más leche, fue increíble, los líquidos escurrían por el tronco mojando la pelambrera de Benjamín y escurriendo por su ano hasta mojar la colchoneta, Nicole se recostó sobre su pecho sin zafarse la verga y así retozaron otros minutos más.
Durante esa tarde y el día siguiente cogieron y cogieron hasta quedar completamente agotados, ese fue el primer cliente de Nicole y además se volvería en un cliente más o menos regular, a él siguieron otros tantos empresarios y políticos que conocían de los servicios que prestaba el colegio. Tanto Carolina como Nicole eran de las nenas preferidas, claro que ellas nunca dejaron de coger con sus padres y entre ellas. Los años fueron pasando y cuando Nicole cumplió los doce su madre por fin pudo verla, la niña no le tomó mayor afecto, solo la reconoció como su madre y siguió frecuentándola regularmente, al cumplir los quince Nicole y Dieciséis Carolina las dos chiquillas dejaron el servicio de putitas del colegio y pasaron a sus estudios en un colegio normal, ahí tuvieron ambas un novio común e hicieron una vida normal por así decirlo, ahora solo cogían además de con sus novios con sus padres. Al cumplir los dieciocho años las chicas pudieron disponer de las cuentas que el colegio especial les había reservado y Nicole sorprendida se enteró que en dicha cuenta guardaba algo así como cinco millones de dólares, cantidad más que suficiente que ella supo aprovechar muy bien, dejó parte en el banco y con la otra terminó sus estudios de Bióloga Marina, ahora a sus 25 años Nicole viaja por todo el mundo reconocida como una de las mejores en su ramo, su padre a veces la visita en algunos de los sitios donde trabaja.
Carolina con una cantidad muy similar en su cuenta bancaria se dedicó a los negocios, puso un primer bar en su ciudad natal y poco después un segundo, le fue muy bien en los negocios pues entre sus servicios hay uno muy especial, ella misma busca a hermosas niña y les ofrece generosas ganancias sus bares son conocidos muy especialmente entre gente de dinero, empresarios, políticos y mafiosos que gustan de esos manjares. Su padre falleció hace poco y ahora vive con su madre y un jovencito muy guapo de 13 años que es su amante, de vez en vez se visita con su antigua amiga Nicole y solas celebran su encuentro, por supuesto que Nicole también goza de los placeres de la carne joven, ya sean niñas o niños; los busca en los lugares que visita y por supuesto en el bar de su amiga en el que goza del privilegio de no pagar.
El colegio sigue funcionando con los mismos servicios, la directora ya es una mujer mayor pero todavía goza con la enseñanza a las nuevas pequeñas y a veces de algunos de sus favores. Hoy el mercado a crecido a nivelas más internacionales y ya se abrió la primera sucursal del colegio en Asía en donde el mercado empieza a crecer, sobre todo para turistas americanos y europeos.
Fin