- Pervirtiendo a unas nenas inocentes, Parte 01
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- Pervirtiendo a unas nenas inocentes, Parte 22
- Pervirtiendo a unas nenas inocentes, Parte 23/1
- Pervirtiendo a unas nenas inocentes, Parte 23/2 (Final)
Había encontrado en esta casa, a estas 2 niñas Joanna y Paulina, una de 11 y otra de 6, la oportunidad perfecta, como caída del cielo
Había encontrado en esta casa, a estas 2 niñas Joanna y Paulina, una de 11 y otra de 6, la oportunidad perfecta, como caída del cielo, de cumplir todos mis sueños pedófilos más desquiciados, la sincronización había sido perfecta, mi amigo viviendo al lado, una madre ausente casi todo el día, las niñas solas un par de días a la semana, su ingenuidad y sus deseos de “jugar”, además su probada capacidad de guardar un secreto, era todo perfecto, mejor imposible.
Así que en mi cabeza, empecé a pensar cual sería mi jugada siguiente respecto a estas 2 inocentes, ciertamente ya les había enseñado a mamarme la verga, a darse placer entre ellas y coquetear con el lesbianismo, como si fuera nada del otro mundo. En mi casa mientras editaba los videos que les tome, para pegar en una sucesión de cuadros coherentes, donde las veamos siendo putitas y borrar las indicaciones que les daba fuera de cuadro, mi mente se encontraba pensando, que más hacer con ellas.
Ciertamente si quería cogerme a una niña, pero tampoco era un animal. Paulina era muy chiquita y la podría lastimar, así que ella estaba descartada por un tiempo, pero Joanna era otra cosa, de hecho con ella ya podría probar meterle parte de mi pene, pero quería ir despacio, gozarme a estas niñas, no por locura hacerles algo que después me fastidiara a mí más que beneficiarme.
Ciertamente mi fantasía siempre fueron las pequeñas princesas como ellas, vestidas con sus uniformes de colegialas y verlas así, siendo pervertidas por mí, me excitaba bastante, sin embargo ¿Qué más podría hacer con ellas?
Bueno, podría enseñarlas a masturbarse con un consolador, tenía la idea de comprarles tangas, ligueros y ropas sexis para vestirlas como zorras cuando jugásemos.
Insisto la idea de pervertir totalmente a estas 2 niñitas de mamá inocentes me excitaba bastante.
Quizás podía hacer que llevaran amiguitas a la casa y yo cogérmelas o hacer que ellas se las cogieran, ya que las quería volver bisexuales también, para que no solo me dieran placer a mí, sino que sintieran deseos por niñitas como ellas y hacerles cositas.
Quizás algo escatológico, la lluvia dorada podría ser algo genial de probar con ellas, o tal vez esclavismo, me imaginaba a Joanna con un collar y una cadena de perro en el suelo desnuda y se me paraba la verga.
Muchas ideas daban vueltas en mi cabeza, pero quería jugarme las cartas bien, despacio, sin prisas, con inteligencia, sin riesgos.
Una semana había pasado desde mi segunda visita a casa de las niñas y en este tiempo me la pase encerrado en mi casa, viendo la versión final de los videos, una y otra vez y masturbándome con ellas, casi no había ido a casa de mis princesas, ni sabía lo que estos días hacían mis zorritas.
Llegó el día en que de nuevo me encamine con mi carro y mi cámara a casa de las niñas, antes de que volvieran de la escuela, las vi entrar y después de un rato me dirigí a la casa e iba con la intención de ser más sexual con estas niñas que en otras ocasiones, agarré una maleta con cosas y toque el timbre, Jo me vio, abrió la puerta y yo me metí luego, luego.
Al estar adentro tome a Jo inmediatamente de su cara y le di un beso muy profundo, largo y cachondo en sus labios y le dije al separarme
– Hola putita, ya vengo a jugar con Uds. ¿Dónde esta la zorra de tu hermana?
– Paso al baño, es que ya tenía ganas de hacer pipí, jijiji.
Ok bonita, ¿sabes algo Jo? Los días que yo casi seguro voy a venir a jugar con Uds. al sexo van a ser los martes y los jueves, quiero que esos días tu y tu hermana me esperen.
Mira lo que les compre, y saque de mi mochila un par de teléfonos celulares rosas, no muy baratos, pero tampoco muy caros y Jo dijo
– ¿Son para nosotras?
Y les dije – Si guapa, es un regalo mío, por ser un par de niñas tan putitas y bien cumplidas de sus promesas.
– ¿Promesas?
– Si Jo, de no contar nada a nadie de esto.
– Ah si, descuida y mira, cuando yo por alguna razón no vaya a venir en los días que te dije, te llamo y no me esperan.
O si tu o tu hermana creen que no van a venir a casa y se van a quedar en la escuela por algo, o se enteran de que su mamá va a estar aquí o alguien más, alguna de Uds. busca la manera de llamarme y me avisan para que no venga. Si prometes que tu y tu hermana van a cumplir esto, los teléfonos son suyos, pueden enseñárselos a sus amigas, pero tienen que esconderlos de su mamá, ella jamás debe saber que tienen celular.
No hay problema, tengo en mi cuarto un escondite donde mi mamá nunca ve.
En eso Pau bajo y le enseñamos los celulares y le explique lo mismo que a Jo.
Lo juran entonces putitas.
– Te lo prometemos.
Ok, los teléfonos son suyos, disfrútenlos, por el crédito no se preocupen, yo me encargo de mantenérselos funcionando.
– Que padre, que padre… Le di un beso en la boca a Jo y ella me correspondía, entonces me baje el cierre, me saque el pene y fui empujando a Jo a que se hincará y ella ya sabía lo que tenía que hacer y comenzó solita a mamarme el pene, estaba roja como tomate y sudorosa, porque venía de la escuela, su hermanita desde las escaleras sentada veía a Jo hincada haciéndome una mamada.
Pero la separe y me dijo
– No me vas a dar leche y yo le dije si putita te voy a dar tu leche y a aquella puta también, pero primero quiero probar nuevos juegos secretos con Uds. y Jo solo me sonrió tiernamente e ingenuamente y se levanto del piso limpiándose la boca y yo metiéndome el pene en los pantalones.
Mira Jo, primero que nada, cuando venga a jugar, quiero que tú te coloques tu uniforme así como te voy a decir.
Ahorita como estas pareces monja, pero cuando venga yo, me vas a esperar así.
Metí mis manos bajo su falda y le saque el calzón, ella entendió se agarró de la pared y levanto una pierna, luego la otra, puse mis manos en la parte de arriba de la falda y se la empecé a doblar.
Llevas la falda muy larga, quiero que tus piernas se vean más, eres guapísima y tienes que verte tan bonita como eres.
– ¿Crees que soy bonita?
– Mi amor, eres la niña más bella del mundo y Jo solo sonreía de oreja a oreja.
Así te debes enrollar la falda, para hacerla más chiquita, ¿entiendes?
Se la subí muy exquisito, casi se veía donde empezaban sus nalguitas, estas calcetas me encanta vértelas, pero las llevas muy arriba, permíteme y se las baje por debajo de la pantorrilla, así sus piernas quedaban totalmente expuestas, tus zapatos de goma me encantan.
Ahora arriba, que traes bajo la blusa, tu top, quiero que te lo saques, le quite la blusa, levanto los brazos, le saque el top y le coloque la blusa de nuevo, y esta blusa quiero que la anudes en tu vientre así, ¿captas como?
– ¿Haber? Ya te fijaste es muy sencillo, solo tomas este trozo de tela y lo giras para acá y luego acá y así tu ombligo se ve claramente y mira con este lápiz labial (lo saque entre las cosas que llevaba) te vas a pintar los labios.
¿Sabes pintarte?
Ah si, una prima nos enseño una vez, en una pijamada.
– ¡Muy bien Jo!
Y listo, haber mi putita, date vuelta, nada más de verla así, se me paro el pito. ¿Apoco no te excita ver a tu hermana así Pau?
– ¿Qué es excita?
– No deseas besarla y tocarla y hacerle el amor.
– Sip se ve muy bien.
Ya ves Jo, así te ves mas putita y no dejas de ser niña buena y las dos niñas solo se reían y Pau dijo yo también quiero estar así y ella solita se saco el calzón, se enrollo su falda, se bajo sus calcetas, se saco su camiseta, pero no podía hacer el nudo.
Anda putita, ayuda a tu hermana, amárrale su blusa y píntale los labios y Jo camino hacía Pau, pero lo corto de su falda, sin calzones y la visión de sus piernas desnudas la hacían ver muy deseable.
Al final Pau se veía muy bonita, pero no tan sexi como mi Jo, por ser mayorcita y así arreglada, se veía como toda una zorra de secundaría, aunque aun iba en la primaria.
Y Jo me dijo ¿oye y podemos ir así a la escuela, me siento diferente?
– ¿Les gustaría?
Y las dos – sip.
Ok putitas, pero tienen que vestir normales y cuando lleguen a su escuela se meten al baño, se sacan los calzones, se bajan las calcetas, se enrollan la falda, se sacan sus tops o camisetas, todo eso lo guardan en sus mochilas, pero no pueden anudarse o pintarse los labios porque eso las delataría, ese paso solo lo hacen aquí conmigo y los días que no jugamos se vienen de la escuela “normales”, se componen como estaban antes y así su mamá no sabrá nunca nada.
A las niñas se les ilumino los ojitos.
Jo se sentía más bonita así, se veía que florecía y no era para menos para tener 11, la zorrita se veía espectacular enseñando pierna, con su micro faldita y sin calzones, además de su ombligo al aire y sus labios pintados.
Pau tampoco estaba nada mal, se veía hasta más guapa.
Ya con mis dos zorritas desinhibidas, las senté en el sillón, saque mi cámara y las empecé a filmar, les dije que abrieran las piernas y que con sus manos se separaran sus labios y me los enseñaran a la cámara y así lo hicieron, yo les tomaba sus vulvas, sus rostros de perritas, sus piernas pelonas y regordetas, sus sexis boquitas pintadas, el sueño absoluto de cualquier pedófilo eran estas dos niñas, zorritas, pero inocentes.
Entonces ya les dije ¡corte!
Y Jo me dijo, oye podemos lamernos nuestras cositas.
– ¿Quién, tu hermana y tu?
Y ella – sip.
– ¿Les gustaría princesas?
Y ellas gritaron Siiiii al unísono, pero lo van a hacer vestidas así, se ven espectaculares,
¿Ok? Decía Jo
– Oye sabes, la otra vez en la noche, cuando ya no se oía nada desperté a esta y nos lamimos también hasta que nos orinamos.
Así me gusta putita, que sean zorras, solo tengan cuidado ya saben. No podía creer que estas niñas tan buenas, tan tiernas, tan virginales, ya solitas se hacían sexo oral, una a la otra, ya sin necesidad de mí.
Me senté en la silla del comedor y las veía recostadas una sobre la otra lamiéndose sus pequeñas vulvas y gimiendo como perritas, mientras la cámara las tomaba.
Luego de que vi que las dos se habían venido, saque el DVD-R ya con lo que visitas anteriores había tomado y ellas dijeron ¿películas? Y yo les dije ¿quieren ver?
Y las dos – siiii y dijo Jo nos sacamos la ropa y les dije no, esta vez no, pueden quedarse justo como están.
Toma Jo pon el DVD, Pau acomódate y mientras yo voy a ir al cuarto de tu mamá y voy a ponerme mi disfraz.
– ¿Disfraz? Si, para lo que vamos a jugar hoy, ahorita regreso.
La película empezó y básicamente la edite en dos videos, uno de Jo sola y otra de Jo y Pau, se sorprendieron al verse a ellas mismas en la tele y se reían de como se veían entrando a su casa, dejando sus cosas y empezando a decir lo que decían…
Ahorita regreso niñas, un amigo que dirigía una sex shop me había prestado una máscara de cuero y un látigo, además de unos collares y cadenas para juego sexual, que quería utilizar con ellas.
Era hora de pervertir más a estas muñecas.
Continuará