El señor de las golosinas, Parte 05 (de Falkop3d)

ATENCIÓN

El siguiente relato erótico es un texto de ficción, ni el autor ni la administración de BlogSDPA.com apoyan los comportamientos narrados en él.

No sigas leyendo si eres menor de 18 años y/o consideras que la temática tratada pudiera resultar ofensiva.

Esta publicación es la parte 5 de un total de 5 publicadas de la serie El señor de las golosinas
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De las propiedades y negocios que me había adueñado extorsivamente de mi amigo Eduardo; realmente había dos que me interesaban. Uno era un boliche bailable y el otro era un prostíbulo o cabaret.

Los dos tenían mala fama por así decirlo y cuando tome el control de ellos pase a convertirme en algo parecido al personaje de Patrick Swayze en la película Road House o El Duro. En muy poco tiempo, logre que el boliche bailable se transformara en el lugar predilecto de los jóvenes de la ciudad y de la zona. En cuanto al prostíbulo; allí las cosas eran algo distintas ya que mi amigo había mal acostumbrado a las mujeres que allí trabajaban.

Allí; tome el toro por los cuernos como dicen y valiéndome de mi poder de dueño del lugar no solo impartí las nuevas normas del negocio; sino que les demostré a las mujeres quien era el que mandaba allí. Obvio esta decir; que catee a cada una de las meretrices cuyas edades oscilaban entre los 20 y 40 años.

La casi veintena de estas mujeres no solo demostraron hasta qué punto llegarían; sino que descubrieron el motivo de mi sobrenombre “tripo” o trípode. Varias de ellas llegaron a preferir hacer trabajos extras u orgias a tener que satisfacer mis deseos sexuales. Solamente una de estas meretrices disfrutaba de mis caprichos y además poseía un carácter especial que en poco tiempo la convirtió en mi mano derecha

Su nombre artístico por así decirlo es “Yoli” pero su nombre real es Jesica. Tenía 28 años y ella me conto sobre su vida pasada. Su historia era pornografía pura. Según me relato ella; a la edad 5 años descubrió el sexo y el incesto. A los 15 años huyo de su casa estando embarazada y así fue como ingreso en el mundo de la prostitución.

Un día; fui testigo de una discusión entre Yoli y una niña que supuse era su hija. Esta discusión termino con una fuerte y sonora bofetada de parte de la meretriz hacia la niña que instantáneamente después salió corriendo. Más tarde supe que la niña si era la hija de Yoli y que esta desde hacía ya un par de años se revelaba hacia su madre y no solo faltaba a clases; sino que en ocasiones se ausentaba del hogar. Además de esto; la niña solía ocasionar travesuras típicas de niños y otras no tanto.

Desde antes de que me hiciera cargo de estos negocios; había un grupo de políticos y empresarios hipócritas y moralistas que deseaban la clausura de los mismo. Sus ambiciones no cesaron con mi nueva administración aunque si disminuyeron los aprietes para llevar a cabo sus deseos.

El mismo día de la discusión entre Yoli y su hija; al prostíbulo concurrieron un par de estos empresarios y políticos. Sabía que eran clientes asiduos y me elogiaron falsamente sobre cómo había cambiado el local, la atención y precios. Ya conocía muy bien a estos hombres y hasta sabia cuáles eran sus fantasías sin cumplir.

Dos de estos hombres eran hermanos. Uno era el intendente municipal, tenía 52 años y se llamaba Alberto; el otro era diputado provincial, tenía 61 años y se llamaba Roberto. Hacía ya varios años que poseían estos cargos políticos y que permanecían allí gracias a las dadivas que entregaban antes de las elecciones. Ambos se hacían pasar por honestos empresarios y políticos; aunque no lo eran para nada. Tenían familia y asistían constantemente a la iglesia como si de un evento socia se tratara; al igual que concurrían al prostíbulo.

Sabiendo todo sobre ellos y como perjudicaban a mi negocio con sus ambiciones hipócritas y moralistas decidí erguir un plan para acabar con ello. Para ello necesitaría de un cómplice y nada mejor que Yoli ya que ella les aborrecía tanto como yo. Para ello debería de contarle sobre Belén; Laura y Mateo. Así que la cite en mi finca con la excusa de una reunión sobre algo del local y que yo no podía ir hacia la ciudad.

Yoli llego puntual y mientras tomábamos un café charlamos cosas relacionadas al prostíbulo para lentamente ir relatando mi plan; pero obviando a los niños. La meretriz me escuchó atentamente y no solo acepto ser parte del plan; sino que, hasta inclusive sugirió algunos cambios que me parecieron correcto.

  -A que chicas del CATY (así se llamaba el prostíbulo) piensas usar – pregunto

  -A ninguna – respondí

  -Entonces – dijo extrañada con mi respuesta

  -Sabes cuales son las fantasías de esos tipejos – espete yo

  -Si … las jovencitas pero…

  -Así es – dije interrumpiéndola – niñas menores de edad

  -Yoli – dije seriamente – si aceptas ayudarme; nos desquitaremos de esos tipejos

  -Hace años que busco hacerlo – dijo fríamente y desconociendo yo el motivo –

  -Bien – dije yo – no se tus motivos, pero quiero que sepas…

  -Tripo – interrumpió ella – hay algo que nadie sabe y que debes saber

  -Dime que es – dije yo

  -Conoces bien a Alberto; el intendente

  -Si –respondí

  -Él es mi padre y Roberto; su hermano, es el padre de mi hija

  -Guau… – sorprendido – enserio??

Como si se hubiera librado de una gran carga que tenía en sus hombros; me conto como su padre y su tío la llevaron a la situación en que se encontraba allí. Esto era toda una novedad para mí; que si bien ya conocía algo de su vida, no conocía los detalles más íntimos.

Después de que Yoli me revelara todos sus secreto y los motivos por la cual aceptaba ser mi cómplice. Decidí contarle más detalladamente mi plan y para ello golpee mis manos; esto hizo que se presentaran Belén, Laura y Mateo totalmente desnudos en el comedor y que parecían acatar cada orden que les impartía con total  obediencia producto de la programación mental a la que los había sometido.

La meretriz no se sorprendió ante la aparición de los niños; ni mucho menos se sorprendió cuando le dije que ellos serían usados en nuestro plan. Lo que si la impresiono fue saber sobre cómo cada uno de ellos llegó a mí y el hecho de que los haya sodomizado e hipnotizado tan fácilmente como le contaba.

Después de unos segundos de silencio; Yoli se levantó de la silla y comenzó a inspeccionar a cada uno de los niños como si fuera una doctora o alguien que está por comprar un vehículo. Lo que más le llamo la atención fue Mateo; que con 6 años parecía tener los pechos como los de su hija. Otra cosa que le llamo la atención del niño; es que su miembro no tan era diminuto como ella suponía (estando flácido como ahora, media 8 centímetros de largo y 2 centímetros de diámetros; esto se debía a que le colocaba una bomba de vacío para agrandárselo) y que gracias a la castración química de las hormonas ya casi no poseía testículos.

  -No puedo creer que le hayas metido toda tu verga en el culo a este niño – dijo incrédula mientras le separaba las nalga e inspeccionaba el ano de Mateo –

  –riendo respondí – La primera vez se me desmayo y hasta casi creí que lo había mataba cogiéndolo

  -las hormonas le hicieron unas lindas tetas. – dijo mientras le apretaba fuertemente los pequeños pecho.

  -Esto jamás lo había visto – dijo sorprendida al ver como de los pezones del niño salieron unos finos chorros de líquido producto del estrujamiento-

  -Gracias a las hormonas; Laura y Mateo son lactantes –dije yo – jejeje

  -Ósea que a esta también le das hormonas – pregunto Yoli señalando a la pequeña Laura –

  -Así es. Cuando llego hace 9 meses atrás era plana como una tabla – explique yo –

  -No se vos – dijo – pero yo en tu lugar ya las pondría a trabajar en el CATY

  -Después de que solucionemos los problemas con Alberto y Roberto – dije yo – lo harán. jejeje

Después de esto; ordene a los niños que fueran a la cocina  a preparar el almuerzo e invite a Yoli a quedarse. Durante el almuerzo; la meretriz me comento que deseaba que su hija de 13 años fuera igual de obediente que mis tres niños. Jocosamente le respondí que si estaba dispuesta a tomar el riesgo y la responsabilidad podría hacer algo al respecto.

Unos días después; a la finca concurrieron el señor intendente y su hermano el diputado. También estaba Yoli que se encontraba con un vestido ajustado de lentejuelas plateadas y un gran escote frontal; dejando ver parte de sus pechos adulto. Belén vestía un pantalón y una remera ajustada que daba la idea que no poseía ropa interior. Laura llevaba un vestido infantil inusualmente corto y también parecía no tener ropa interior debajo. Mateo vestía un pantalón de jean y una remera; debajo de esta, tenía puesto una faja para disimular sus pequeños pechos. Esto lo hacía lucir como un niño normal.

Los dos hombres llegaron con motivo de una supuesta cena de negocios y cuando vieron a la meretriz y a los niños dudaron momentáneamente del motivo; pero aun así se quedaron. No me costó mucho hacerles creer que Yoli estaba allí porque se trataría el tema del prostíbulo y ella era mi mano derecha en ese lugar. En cuanto a los niños; les hice creer que eran unos sobrinos lejanos que estaban de paso y de vacaciones escolares.

En la cena no solo abundo una buena comida; sino que también el vino y bebidas fuertes. Los niños no bebieron alcohol; para ellos había una jarra de jugo que poseía una baja dosis de MDMA. Durante el transcurso de esta; los dos hombres ocasionalmente observaban a Belén y a Laura de forma lasciva.

La finalizar la cena; le ordene a Mateo que fuera a la habitación y rápidamente las miradas de los dos hombres hacia Belén y Laura se hicieron demasiado obvias para todos. Y fue Yoli quien hizo el primer comentario que desencadenaría lo siguiente.

  -Estas niñas lucen mejor que las chicas del CATY – dijo la meretriz –

  -Realmente si – le respondí –

  -Pero son niñas aun – dijo Alberto hipócritamente –

  -Y dudo que tengan la experiencia de ellas – comento Roberto –

  -Yo a la edad de Laura – comento la meretriz – ya hacía tiempo que lo hacía.

  -Y a la edad de Belén tuve a mi hija – dijo –

  -Tu caso es distinto – dijo Alberto con tono despectivo –

  -Dudo que estas niñas tan bien educadas – dijo Roberto – sepan algo de sexo

  -Porque no le preguntamos – dije yo –

  -Buena idea – comento Yoli –

  -Belén ya has tenido sexo – le pregunte a la quinceañera

  -Si Pablo – respondió –

  -Y vos Laura? – dijo Yoli –

  -Si – respondió la niña –

  -Y con quien lo… – pregunto Roberto –

  -Pero quien sería capaz de hacerles algo – interrumpió Alberto –

  -Yo conozco a dos que hicieron lo mismo a una niña de 5 años – dijo Yoli –

Ordene a las niñas que se desvistieran para evitar lo que podría haber sido el inicio de una discusión familiar. Las niñas obedecieron y levantándose de la mesa comenzaron a quitarse las ropas. Los dos hombres miraban sorprendidos, extasiados e incrédulos.

Yoli se aproximó a las niñas y colocándose entre ellas con una sonrisa cómplice se quitó su vestido. Les explique a los dos hombres que sabía de sus reprimidas fantasías ocultas y que a cambio de un pequeño favor podrían llevarlas a cabo con mis niñas; pero lo que no les dije es que serían filmados y que esa filmación me serviría para extorsionarlos mas tarde. También le explique; que las dos niñas estaban controlados mentalmente para obedecer mis órdenes y las de Yoli en caso de ser necesario. La meretriz susurro algo a los oídos de las hipnotizadas niñas y estas obedecieron.

Belén y Laura se aproximaron a los dos hombres y tomándolos de las manos los guiaron hacia los sillones. Allí comenzaron a quitarles sus ropas para después hacerlos sentar en los muebles.

Belén se arrodillo entre las piernas de Roberto y comenzó a mamarle la verga. Laura hizo lo mismo pero con Alberto. Ambos hombres poseían unos miembros de tamaños regulares; de unos 15 o 16 centímetros de largo no más y parecían estar disfrutando mucho lo que las niñas le hacían.

Yoli y yo dejamos solos a los hombres con las niñas y nos dirigimos a la habitación principal; donde nos esperaba Mateo.

El niño se encontraba ya desnudo y recostado en la cama esperándonos. Le había prometido a la meretriz que vería como empalaba al niño con mi verga descomunal.

Le dije a Yoli que podía hacer con el niño lo que quisiera mientras me desvestía. La meretriz; rápidamente se abalanzo sobre Mateo y comenzó a succionarle los pechos hormonados del niños.

Yoli no solo succionaba las pequeñas tetas de Mateo; sino que también las mordía de una forma sádica haciendo que el niño no solo gimiera sino que diera pequeños quejidos. Mientras observaba ese espectáculo maquiavélico comencé a desvestirme.

Yoli me había contado que en su inicio en la prostitución y estando de siete meses de embarazo; tuvo un encuentro sexual con un transexual. Este no solo la hizo gozar de placer, sino que también de dolor ya que la golpeo de forma brutal. El ver como trataba al niño hormonado de 6 años me hizo creer que era una especie de desquite de ella hacia el género transexual.

Habiendo dejado los pequeños pechos de Mateo enrojecidos y marcados con sus dientes; la meretriz separo las piernas de este y comenzó a prodigarle el mismo tratamiento al miembro infantil que rápidamente creció hasta llegar a los 15 centímetros de largo y 4 de diámetro. La brutalidad de este tratamiento sádico y perverso hizo que mi verga se elevara a su máxima potencia y mientras observaba comencé a masturbarme lentamente.

Después de ensalivarse un dedo; Yoli lo introdujo violentamente en el ano de Mateo y este solo emitió un leve quejido. De la misma forma; poco después introdujo un segundo dedo y posteriormente un tercer dedo. El niño soporto estoicamente todos los tratamientos abusivos de la meretriz y a cambio aumentaba el nivel de sus gemidos.

  -Creo que ya le abrí bien el culo – dijo Yoli colocando a Mateo en posición de perrito y separándoles las nalgas para que pudiera ver el trabajo que había realizado en el ano infantil –

  -Si – dije yo acercándome y apoyando la punta de mi ariete en ese rosado orificio – creo que con eso alcanza

  -AAAAGGGHHHH – pronuncio el niño cuando más de la mitad de mi verga se introdujo en el –

  -Guau – exclamo la meretriz – de una le metiste hasta la mitad.

  -Jejejeje – reí yo y dije –y ahora el resto – dando un empujón final e introduciendo toda mi verga dentro del niño –

  -Conozco al dueño de un cabaret de travestis – dijo Yoli– que pagaría fortuna por tenerlo en su negocio

  -Después hablaremos de eso – dije yo mientras comenzaba a moverme entrando y saliendo de Mateo –

Con un poco de ayuda de la meretriz; me recosté en la cama sin quitar mi verga dentro del niño; para que este me cabalgara.

Yoli se colocó sobre Mateo y guio los 15 centímetros de su verga hacia su vagina para que la penetrase.

En esta posición comenzamos a movernos frenéticamente hasta que los tres llegamos a nuestro clímax y acabamos casi al unísono.

Yoli y yo volvimos al comedor una vez que finalizamos y nos encontramos que los dos hermanos políticos se estaban vistiendo para después retirarse de la finca prometiendo que con la atención que habían recibido no volvería a tener problemas con mis negocios.


Continuará

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