Como era tan flaca me deslizaba con facilidad hasta donde quisiera sin que mamá se diera cuenta. Era alta para mi edad, pero solo tenía 10 años así que pos era una niña como quiera y muy ágil. Esa misma noche yo quería mas de Chuy, ya estaba bien metida en el asunto del sexo y de recordar como se la chupé en la cena hasta me sudaban las manos por tenerla de vuelta en ellas.
Así que me levanté y me fui a gatas al cuarto de ellos, eran como las 3 de la mañana. Entré a pecho tierra como los soldados en la tele hasta que llegué al lado de la cama donde estaba Chuy dormido, hasta roncaba. Metí la mano por entre la sábana y empecé a acariciarle la verga, estaba sin nada, desnudo. Poco a poco sentí como iba creciéndole rico. Se despertó y volteó a ver a má que dormía como tronco. Me acarició la cara y se sonrió, con la luz de la calle se podía ver bien.
Luego, despacio para no despertar a má se puso de costado en la cama, muy al filo de la cama y sacó la vergota por un lado de su sábana. Así él de ladito y yo sentada en el piso me la dio para que hiciera lo que quisiera con ella. Me puse a jalar la cosa medio dura de Chuy sentada en el piso junto a la cama, con mamá dormida enseguida de él. Me puse a jalar la cosa medio dura de Chuy sentada en el piso del cuarto de ellos. Mamá estaba pero bien dormida al otro lado de la cama. Él acostado bien en el borde del colchón tapándose estratégicamente con la sábana, para que sólo le saliera la verga, dejaba que yo se la estirara a mi antojo, la luz que entraba por las ventanas era suficiente para ver como en minutos aquella barbaridad tan venosa y pesada crecía en mis manos.
Me acordé de que así medio parada me cabía bien en la boca y me la metí hasta donde me topaba y se la empecé a chupar bien fuerte sin que me importara que se oyeran mis succiones muy sonoras. En pocos minutos ya no me pude comer eso, ya le había crecido mucho y por más que le hacía la lucha no podía seguir metiéndomela a la boca. Así que como el me había enseñado me eché saliva en las manos y con ella y la que tenía embarrada en la verga de mis babas se la dejé bien resbalosa para masturbarlo bien rico con jaladas largas y calmadas que lo hacían estirarse bien en la cama y salirse mucho de ella hasta casi caerse al piso. Luego se puso boca arriba y volteaba a ver a má roncando. Puso un pie en el suelo y me hizo meterme entre sus piernotas bien anchas y me echó la sábana sobre la cabeza y me escondió allí para darle otras jaladas y agarrarle los huevotes a mi gusto.
Él vigilaba a mamá y yo le tocaba bastante ahí en medio. Me dijo ven con sus dedos señalándose en mero en medio de sus piernas para que le lamiera todo el costalón que se le veía bien sabroso. Sin dudarlo un minuto me puse a lamerle ahí mismo desde donde le empezaba el chilote hasta donde le terminaban los huevos, bien pero bien delicioso que estaba yo. Me sacó de honda pues me agarró de la cabeza y me bajó un poco hasta que mi boca quedó en su cola, en su ano y me empujaba de cara hacia él. Ni abrí la boca y menos ni saqué la lengua, me daba asco porque le olía a caca, pero como quiera me repasó de cara un rato por ahí por su fundillo. Yo me le quería soltar porque me llegaba toda la peste de su culo en las narices pero él me jalaba bien fuerte hacia él, hasta que logré safármele.
Tuve que limpiarme con la sabana la cara porque sentía el olor tan gacho a mierda en mi nariz. Luego me puse de rodillas, me valió que la sábana se levantara tanto sobre mi cabeza y me puse a besarle el miembro. Después de un ratillo de mamarle la verga me levantó y me hizo recostarme de costado en la orilla de la cama!!! Se recorrió un poco solamente, por lo flaca que yo era no necesitaba tanto espacio y me puso de nalgas a él untándome el chile detrás, bien lanzado. Yo quería voltear a ver mamá porque me puse bien nerviosa por lo que hizo, me dio mucho miedo de que ella se despertara y me sorprendiera con él desnudo, capaz que me mataba. Pero Chuy no me dejaba y me acostaba la cabeza en su almohada. Luego empezó a bajarme los calzones hasta las rodillas y me puso toda la vergota en medio de las piernas, sentía que me cruzaba toda por abajo hasta salirme bastante por delante. Me metió las manos por debajo de la camiseta y me amasaba las chichillas que tenía apenas en crecimiento, bien chicas todavía. Sólo tenía los pezones muy picudos y grandes pero casi no tenía senos, era más bien grasita. Pero sí sentía muy rico que me estirara y sobara los pechos, sentía sensación en mi cosita, muy rico.
Además su mecate grueso me raspaba la vagina muy fuerte, lo tenía muy áspero y gordo y se sentía todo eso en mi puchis y en mis muslos por dentro, como mucha aspereza. Yo me ponía bien derecha pegando mi espalda a su pecho y sacando bien mis nalguillas hacia atrás para que me tocara bien las tetitas y sentirle todo el chilote debajo de mí. Le apretaba la cabezota con una mano y hasta pude usar las dos tomándole un cacho de verga, así de grande la tenía Chuy, bien rica. Según yo me estaba cogiendo y en mi inocencia así se lo dije, le dije COGEME RICO, PAPI…. sin saber siquiera lo que era eso, pero había escuchado a mamá con él y sus novios anteriores cuando los espiaba haciendo sus cosas. Chuy puso su cara en mi oído y me dijo en secretito que qué le decía y se lo repetí COGEME RICO PAPI….. Se agarró la verga y se echó para atrás, yo lo sentí. Y me la puso de punta en la vagina cabeceándola solamente, como preparándose para metermela.
Yo hasta me le echaba de pompis al chile, ya quería que me la dejara ir. Pero él como que dudaba, como que me sentía muy chiquilla para su gran vergota, asi que se me volvió a acercar a la oreja y me pregunta que si ya me la habían metido antes. Yo le contesté que nunca y ya no le hizo la lucha, me la volvió a acomodar entre las piernas y yo me le quería retirar para sentirla como me cabeceaba antes, me gustó muchísimo. Pero de vuelta me sostenía para no acercarme la punta del chilote a mi entrada, pues de seguro porque sabía que no iba yo a ser precisamente muy silenciosa si me la llegaba a meter por la vagina, pero pos yo ni sabía eso. Lo que quería era seguir cogiendo según yo. Estaba muy niña para saber de lo que se trataba. Así que seguimos así como estábamos sólo masturbándolo con lo más alto de mis muslos y sintiéndole todo el grosor del chilote bárbaro que me daba.
Pero nos confiamos y le dábamos muy fuerte sin recapacitar que má estaba ahí mismo con nosotros a un metro detrás de él. Entonces que se va despertando!!! Híjoles!! Me asusté bastante y me quería tirar al piso pero Chuy me detuvo y nos tapamos todos hasta la cabeza con la sábana. Sentimos a mamá levantarse y oímos como caminaba con sus chanclas por el cuarto por delante de la cama, clarito sentía que jalaba la sábana y me sorprendía ahí montada en el chilote del novio, pero pasó de largo y salió al pasillo rumbo al baño, de buenas que no prendió la luz pensando en no despertar a su novio. Nos destapamos y me paré para irme a mi cuarto, pero má no cerró la puerta del baño y no podría pasar sin ser vista por ella. Nos miramos bien asustados Chuy y yo y me dijo que me metiera debajo de la cama, lo intenté pero no cabía, pues por más flaca que estuviera la cama era muy bajita, no había espacio. Aterrorizados escuchamos como mami le bajaba al baño y buscábamos a ver dónde meterme. Vimos el closet pero se hubiera escuchado el ruido de la puerta corrediza del mismo, así que lo único que nos quedó fue debajo de una cómoda que estaba frente a la cama de ellos.
Me tiré al piso y me metí debajo, justito cuando ella entraba de regreso al cuarto. Qué susto!!! Me quedé bien quietecita, hasta ni quería respirar cuando mamá entró y pasó junto a mí. Se subió a la cama y como Chuy se había quedado destapado cuando me levanté yo de junto a él, má le dijo PAPASITO, MIRA CÓMO ANDAS!!, seguro que él todavía estaba con toda la verga bien parada y a ella se le antojó mucho cuando la vio así. No sabía que su hija de 10 años se la había puesto tan dura y enorme, que si no. Escuché unos quejidos tanto de él como de ella y poco a poco y en mucho silencio me fui saliendo de debajo de la cómoda para con mis brazos levantarme un poco y mirar lo que estaban haciendo.
Con mis piernas debajo del ropero y doblando bien mi cintura pude elevarme hasta la altura de la cama y vi como mamá estaba besándolo en la boca y bien montada arriba del novio con todo el chilote de él metido en medio de las piernas, con la luz de la calle se podía ver como ella chorreaba de allí pero bastante y se movía metiéndose y sacándose la vergota de Chuy hasta que le topaba y le quedaba un pedazo de fuera. La verga de él brillaba bastante bien embarrada de lo que le salía a ella de la vagina, nunca me había imaginado como se cogía la gente, estaba bien impresionada. Mamá le decía muchas cosas a su novio, como QUE BUENA VERGA TIENES PAPITO LINDO, ES LA MEJOR QUE ME HE COGIDO. ME MATAS, CHUYITO, ME MATAS. UUUFFF QUE VERGOTA TIENES MI AMOR, METEMELA FUERTE, DAMELA MUCHO, ÁNDALE!!!. NO ME DEJES, NO ME DEJES NUNCA, TE AMO.
Sentía bastante envidia de mi mamá, quería ser yo la que estuviera diciéndole todo eso y estarle sintiendo toda la verga dentro como ella. Me sentía celosa de ella. Mami era, bueno es, muy nalgona, tiene un trasero muy hinchado y amplio, peor aún así se destacaba mucho muy bien el a****lote de Chuy, mucho más que me gustó al ver como se le veía en medio de las nalgotas de mi má. Chuy sin dejar de cogerse a mamá me hizo señales con una mano para que aprovechara y me saliera del cuarto, pero yo no quería y ahí me quedaba viendo todo lo suyo. Pero él no dejaba de manotear, asi que me fui gateando como llegué.
Me acosté en mi cama y hasta allá se escuchaban los quejidos de mamá bien claritos y todo lo que le decía a Chuy, todas esas cosas tan calientes que yo memorizaba para decirle cuando estuviera con él. Me quité los chones y asi solo en camiseta, me tocaba la vagina con mis dedos. Estaba mojadilla, pero yo pensaba que por lo que le salía a Chuy cuando lo masturbaba, creía que él se había venido cundo me daba por atrás, ni sabía que era yo la que estaba segregando ese líquido. Luego me quité también la camiseta, nunca había dormido encuerada, sentía muy ricas las sábanas en mi cuerpo, andaba bien caliente. Me puse boca abajo y me alcanzaba fácilmente, con mis brazos largos y delgados, la puchis desde atrás, esparciéndome con mis dedos la leche de Chuy, según yo. Hasta pensaba que le había salido mucha, pues no se terminaba. Era mi vagina la que estaba derritiéndose.
Mmmmhhhhh, qué ricura. Aunque no fuera Chuy, pensaba, el que sea que viniera y me diera por aquí, con que tuviera con qué, no me importaba quién, ni su edad, ni su apariencia. Recorría con la mente a los compañeros más chulos de mi escuela, a los más altos, a los profes más jóvenes y hasta al director que estaba muy bien también.. Luego a los vecinos adolescentes y jóvenes y a sus papás, había algunos muy buenos. En ese momento me hubiera dejado de cualquiera, me valía. Con cada imagen de hombre que cambiaba en mi mente, sentía un estremecimiento y me sentía más mojados mis dedos. Fue la primera vez que me sentí caliente deveras, pero loca perdida de caliente que me puse por vez primera. Una de las veces que más recuerdo con Chuy fue cuando fuimos a una piñata de una hija de un amigo de él.
Me llevó a la fiesta y mami no quiso ir con nosotros. Desde que íbamos en el taxi para el salón infantil le iba tocando en chile a él sobre el pantalón. En el asiento trasero del coche me llevaba abrazada, como si nada. El taxista ni se fijaba pues creería que éramos padre e hija, o hermanos pues él era un muchacho de 25 años todavía, así que más pronto que tarde me dediqué a tocarle el bulto. Se puso el regalo que llevábamos tapando su bragueta y se la abrió para irlo masturbando mientras llegábamos a nuestro destino. Se la fui jalando más de media hora muy despistadamente. Ya ni se ponía calzones para que no estorbaran y yo lo mismo, para que me pudiera tocar fácilmente la cosita. Ese día llevaba un vestido amplio de la falda. Así que él también metía la mano y me dedeaba la vagina muy riquísimo en el camino. Cuando llegamos a la fiesta yo iba bien ardiente, ni me llamaban la atención los juegos y los concursos, sólo quería estar pegada a Chuy.
Toda la fiesta nos la pasamos juntos, hasta me sentía adormilada de lo caliente que andaba. Nadie me pudo convencer de que fuera a jugar con las demás niñas, yo sólo quería jugar con él, con más nadie. Pensaban que me había encariñado mucho con mi padrastro, y razón les sobraba, pero no sabían a qué jugábamos. Fue la primera vez que me dio besos en la boca. Cuando empezó el show de los payasos, todo el mundo estaba muy atento de ellos, así que él me tomó de la mano y me llevó detrás de unas cajas que estaban al fondo del salón. Ni había nadie y él se sentó en una de esas cajas donde se veía muy bien todo el jolgorio pero nosotros no. Yo me quedé parada frente a Chuy y entre sus piernas, así me tomó de la cara y me empezó a besar en la boca. Poco a poco me enseñaba a besarlo dándome su lengua para que se la chupara y esperando la mía para lo mismo.
Recuerdo que él traía un chicle Clorest de los verdes y le olía la boca muy bien, así ni quien diga nada verdad. Yo abría toda mi boca y sentía su lengua bien adentro llenándome de su saliva, sintiendo que las piernillas se me hacían de trapo al sentirme bien llena de su lengua moviéndoseme en toda la boca. Luego la sacaba y abría la boca suya para que le metiera la mía y hacerle lo mismo. Hasta bufaba él cuando empecé a aprender a besar, se ponía bien loco con mi lengüilla en su boca y me metía las manos debajo del vestido, aprovechando que andaba sin chones, acariciándome las nalgas bien fuerte, hasta yo solita me dedeaba la puchis mientras lo besaba muy rico y él me abría las nalgas y pasaba un dedote por mi anito muy despacito, sentía delicioso.
Me pasaba el chicle y yo le daba unas cuantas mascadas y luego se lo volvía a pasar a él, le agarraba la verga tan parada sobre el pantalón y se la quería sacar para jalársela pero él no me dejaba, nos podían cachar, pero a mí me valía. Así estuvimos un buen rato hasta que se acabó el show y él se fue al baño y yo a sentarme a merendar. En la mesa todo giraba a mi alrededor, sentía como cuando tienes calentura por la gripa, sentía como frío y calor al mismo tiempo, escalofríos y bochornos, bien chistoso. Oía el alboroto cercas de mí, pero no lo escuchaba, estaba allí pero no estaba, no sé, me sentía muy rara. Y esa somnolencia tan especial, tan lánguida, tan no sé cómo. Sentía lo mojado entre mis piernas, no entendía el porqué si Chuy no me había echado de su leche allí, sólo sentía muy, pero muy mojado. Hasta sentía su dedo en mi culito todavía, clarito sentía que me cosquilleaba ahí, en mi ano, como cuando me lo estaba tocando con sus dedos. Tenía otro ataque de cachondés.
Le bebía a mi coca y hasta sentía rico lo fresco del refresco cuando pasaba por mi garganta, me relamía los labios para quitar el líquido que se quedaba en ellos y podía sentir el sabor de la saliva de Chuy en mi boca, la tenía impregnada del sabor de sus besotes. Hasta hablaba sola y decía muy bajito PAPASITO, QUE BESOS TAN RICOS ME DISTE. La niña que estaba sentada a mi lado volteaba y me decía que si le estaba hablando a ella, yo ni en cuenta. Luego otra vez…. MMMHHH, BESAME OTRA VEZ, PAPI… Y de nuevo la niña: MANDE?? …NO, NADA… le contestaba yo. Cuando Chuy salió del baño, ya no hubo lugar para que se sentara conmigo, se ocupó toda esa mesa. Él se sentó en otra de al lado. Fue la primera vez que sentí, también, la frustración femenina de no poder estar con el enamorado. Me sentía muy mal, porqué teníamos que estar así tan separados?? No, no podía ser, así que me levanté dejando el plato servido y me fui a sentar con él, a su mesa.
En cuanto me vio venir a él, sentado me abrió sus brazos y me recibió en ellos, los rodeé con los míos por el cuello, me recosté en su hombro y le dije al oído, NO ME DEJES NUNCA, PAPASITO, TE AMO. Sentí que me apretó más fuerte de la cintura con sus brazotes, delicioso. Los adultos que ahí estaban se admiraron y le dijeron, QUÉ LINDA NIÑA, CHUY, CÓMO TE QUIRE!! Qué linda niña, Chuy. Cómo te quiere!!, le dijeron los adultos sentados en esa mesa mientras yo me abarzaba fuerte de él. QUÉ LINDA NIÑA, CHUY, CÓMO TE QUIERE!! Le dijeron a mi padrastro los amigos y sus esposas que estaban sentados en la mesa. Él me abrazaba de la cintura y yo estaba colgada de su nuca prácticamente, con mi cabeza recostada en su hombro y diciéndole cosas en el oído.
Con la pena que me causó el comentario de los adultos más me le acerqué, más me embarré en él, así que como tenía sus piernas abiertas, conmigo en medio, pude sentir claramente su miembro levantado en su bragueta. Ahí mismo, sin interesarme en lo más mínimo la presencia de esas personas, me le subí y me monté en su faldilla, me valió un cacahuate lo que pensaran esos desconocidos. Chuy respondió a los comentarios que continuaban cuando vieron mi nueva posición, que sí que pues efectivamente yo le había tomado mucho cariño, pero que era muy ranchera y muy vergonzosa. Ellos le respondieron que pos me sacara más, pues habían notado que no había echo amigas durante lo que iba del festejo. Y él les dijo que así era yo, muy introvertida, pero que además había estado algo enferma y como él me cuidaba mucho por eso andaba como clueca, verdad. Echaba mentiras para justificar que yo estuviera encima de él, sobre sus piernas, en lugar de bajarme y además yo no tenía la más mínima intención de hacerlo. Estaba muy alejada de la conversación a pesar de que se trataba de mí y me dedicaba a mover muy despacio mi pelvis de adelante para atrás recorriendo con mi vagina desnuda la gran erección que tenía Chuy en su cosa grandota.
En secretito y suspirando le decía lo que memoricé aquella noche que desde debajo del ropero miré como mamá lo montaba, como yo allí, PAPASITO, DÁMELA MUCHO. QUÉ RICA LA TIENES. Le preguntaron “qué tanto te dice? y les contestó que le dije que me sentía mal, como mareada. Aprecié que una mano me acariciaba la espalda y luego el cabello y escuché la voz de una señora que me decía que si me dolía algo. Yo, sin despegar mi cara del hombro de Chuy, le dije que no con mi cabeza solamente. Y él me dijo que le respondiera bien a la señora, así que levanté mi rostro y voltié a verla y le dije que me dolía un poco el estómago y que tenía frío, y no mentía ya que sí me dolía el vientre, sentía una punzadilla como de un cólico. Ella me miró y me tocó la cara y dijo que estaba ardiendo, que tenía temperatura, además que estaba muy colorada y con cara de sueño. Pues claro si andaba bien excitada!!! Chuy les dijo que me sentía también muy caliginosa, y cómo no?? Si desde que nos subimos al taxi no habíamos dejado de acariciarnos y de besarnos!! Pero ellos creían que mi alta temperatura era por algún tipo de enfermedad.
Entonces Chuy les dijo que mejor nos retirábamos, que ya se había preocupado por mi estado y no quería que me fuera a poner peor. La señora metiche de vuelta le dijo que cómo asï??, si ni siquiera habíamos merendado. Chuy me preguntó si tenía hambre y yo puse cara de asco y dije que no. Ya no insistieron y nos fuimos de la fiesta, ni siquiera me bajó, asi me levantó y se despidió de sus amigos que le decían preocupados que ojalá y no fuera nada malo lo que tenía. Yo iba pero si bien colgada de su cuello, sólo me jalaba el vestido de abajo con una mano porque sabía que no tenía calzones y Chuy estaba muy alto y las gentes seguían sentadas en sus sillas. A la mejor algunos lograron ver que yo andaba a rais pero me valió, total. Cruzamos todo el salón así, conmigo cargada y él sosteniéndome de las nalgas y salimos a la calle a buscar otro taxi. Cuando ibamos por la banqueta me dijo que si realmente me sentía mal y le dije que no que sólo me sentía como debilitada, como muy excitada. Y eso para que no me fuera a bajar de él al suelo, me sentía en las nubes, deverasss!!! Él me sonrió y me dijo CABRONAAA , y me besó la mejilla y luego muy discretamente se escurrió a mi cuello, yo sentí que me orinaba con ese beso ahí. Eran como las 7 de la noche y estaba oscureciendo y aparte estaba bien nublado y se veían relámpagos y tronaban muchos truenos. Cuando le dimos vuelta a la esquina del salón para caminar hasta la avenida grande pata tomar un carro, estaba bien solo y le dije que me besara otra vez.
Así caminando me dio besitos en los labios bien quedito, yo me aferraba de su cuello y le quería meter la lengua en la boca pero él temía que alguien nos fuera a ver. Como nadie pasaba por ahí, por fin abrió su boca y me chupó la lengua, yo hasta más lo apretaba bastante con mis brazos y piernas. Luego saqué mi lengua de su boca y abrí la mía bien para que me diera la suya y se la fui chupando hasta la siguiente esquina. Quién sabe de dónde pero empezó a caer uno de esos aguaceros bien fuertes, pero se caía el cielo, así que me bajó y empezamos a correr para encontrar dónde meternos a taparnos del agua. Llegamos a un carrito de tacos cerrado, de esos de fierro pero como plateados, como de aluminio que tenía un toldo de lona y hasta unos bancos amarrados con cadenas para que no se los robaran. Chuy jaló uno y lo pudo poner en sus cuatro patas, aunque siguió encadenado y se sentó. La tormenta estaba al máximo, no se veía ni donde empezaba la banqueta, menos el otro lado de la calle.
El banco quedó instalado entre el carrito taquero y el resto de los bancos y unas hieleras apiladas en el terrenito ese, así que Chuy quedó medio escondido ahí. Me agarró bien fuerte de un brazo y me puso de espaldas a él levantándome la falda y metiéndome una mano entre las piernas y tallándome por detrás la vagina y el anito. Me dijo MAMACITA, YA ME URGÍA TENERTE ASÍ… Yo hasta temblé cuando me dijo eso y voltié para decirle igual de caliente: SACATELA CHUY, ÁNDALE. Se desabrochó la bragueta y hasta batalló para sacarse el miembro, porque lo traía bien parado, bien rico como siempre, giré mi cuerpo y quedé de frente a él. Chuy se estiró en la silla y yo se lo agarré con mis dos manos y lo empecé a masajear bien fuerte. Traía muchísimas ganas de agarrarla, de jalarla mucho. Se la apretaba con los dedos y veía como se hinchaba la cabezota bien magna, hasta parecía que le iba a reventar. Me eché saliva en una mano y la tallé con la palma de mi mano, como si la estuviera boleando. Él se ponía duro de las piernas cuando le hacía eso y chirriaba sus dientes muy fuerte. Me volví a echar saliva en la mano y se la volvía a poner en la punta de la verga y le daba giratoriamente como si abriera una cerradura de puerta, pero para ambos lados y también se ponía muy tenso y se quejaba y bufaba mucho. Después de unos minutitos alternando mis caricias en su pene, en su cabeza, ya la tenía como se le sabía poner, bien enorme de tamaño, de venas gruesas y bien dilatada.
La agarré del tallo y la miré de varias posiciones y le dije: HAY CHUY ESTÁS BIEN GRANDE DE AQUÍ… Se sonrió y me dijo que si me gustaba, desde luego que le respondí que me encantaba!! Me jaló a su lado y me puso junto a él de pie. Me dijo que se la siguiera masturbando y me metió la mano por detrás entre las piernas y me cogió la vagina con los dedos, yo luego luego me abrí de patas. Me dijo que estaba muy mojadita de allí y le respondí que toda la tarde había andado así y que ni sabía porqué. Me dijo que lo que pasaba era que ya era mujercita, que por eso me salía agüita de allí. Le contradije diciéndole que no, que era niña todavía y me dijo que ya ni tanto, pues ya estaba por cumplir los 11 y muy pronto me iba a bajar regla. Y pos sí, a los tres meses me bajó sólo 2 días antes de mi cumple años. Creo que por eso mismo me daban cólicos cuando andaba tan excitada. Entonces se levantó de la silla y me sentó en carrito de los tacos, en donde come la gente y giró su silla para sentarse frente de mí, con su cara a la altura de mis piernillas.
Me levantó la falda y hasta sentí muy frío el fierro en las nalgas. Me abrió las piernas y metió su cabeza ahí en medio. Me mordisquió leve ahí enmedio de las piernas y poco a poco sentía que se iba acercando a mi puchis. Sentía luego bien clarito como me la lambía bien fuerte, como si fuera un perro y me la metía muy adentro entre los labios de mi vulvita, sentía que me moría de la ansias y le agarraba de los pelos para retirarlo porque sentía ganas de gritar, pero él más se aferraba de mis muslos y más me metía la lengua en la pucha, me sacaba de honda eso, nunca pensé que se hiciera eso. Había escuchado a una chavas mas grandes platicarlo una vez que fui con una amiga a su casa y ahí estaban sus hermanas grandes y una amigas, pero yo pensé que había escuchado mal. Y ahora tenía a este hombre más grande que esas muchachas que de por sí se me hacían grandes a mí, si me vieran qué envidia les iba a dar. Me hice al proposito de aguantarme y resistir lo que me hacía y me aferré bien de la mesilla con una mano y con la otra me lo enterré bien a él entre las piernas tomándolo de la nuca y presionándosela fuerte hacia mí. Poco a poco me acostumbré al contacto raro para mí de su lengua dentro de ahí y le fui agarrando el gusto, más bien el GUSTAZO!!! Con cada pasada que me daba por toda la rajilla sentía que yo me salía por allí toda, bien sabroso.
Sentía que me ardían los pies, bien raro. Sentía que su saliva me llegaba hasta el ano, debajo de mí estaba bien mojado de su saliva, hasta se me resbalaban las nalgas para adelante sobre la mesa de acero. Al notar Chuy los esfuerzos que hacia por mantenerme allí, se levantó y me bajó del carrito, se sentó y me dijo que me le subiera montada en el miembro. Me le subí encimas y él me puso la falda del vestido en la cintura. Ya ni llovía pero nos valía poco, ni nos fijábamos de que nos fueran a ver. Me puso la vergota bien gorda en la mera rajadita recostada en su vientre y yo me tallaba de ida y vuelta, hasta parecía que estaba subida en un gato de lo ancha que se la sentía. Las luces de los coches en al calle nos alumbraban a veces demasiado y nosotros estábamos bien concentrados en lo nuestro.
Yo estaba tomada de su nuca moviendo la pelvis como si me estuviera lavando las nalgas en un lavadero de cemento, estaba segura de que eso era coger y vaya que me estaba gustando, pero en cantidad!!! Y Chuy me agarraba de las caderitas y me aplanaba hacia abajo, tallándose mi vagina en el chilote bien fuerte. Yo volteaba mi cara para arriba, bien excitada, sentía mi puchis muy caliente y abierta y sentía cada vez más íntimamente la cosota de Chuy. De repente escuchamos un claxon que pitaba bien fuerte y él me bajó del pubis y yo me jalé el vestido para abajo. Se guardo la verga como pudo y me tomó de la mano y nos fuimos de ahí. Ni volteábamos para atrás. Ahora que lo pienso chica broncota en la que se hubiera metido si lo encuentran con una niña de 10 años montada sin calzones en su verga, no? Ya me imagino a mami cuando le llamaran para darle la queja de que a mi padrastro lo usaba de columpio, y sin calzones!!!, híjolesss!! Me hubiera ido bien mal.
Pero en esas fechas eso me importaba poco menos que nada y lo que quería era estar cerca de él, pero bien cerca, untada a él si era posible. Esa noche cuado le hiza la parada a un taxi hasta me enojé, no quería que nos fueramos a la casa todavía y le dije: NOOO, NOOO CHUY, A LA CASA NO QUIERO IRME, NI TE LA HE CHUPADOOO…. y él me respondió: PUES ES QUE ESTA MUY DIFÍCIL ASI EN LA CALLE HIJITA, NOS VAN A VER. Total que se paró el carro y nos subimos, yo iba bien triste. Pero que le dice al chofer cuando le preguntó que adónde le daba que le diera a una colonia que no era la de nosotros y hasta me emocioné. Me dijo que iríamos a la casa de él y de sus papás, pera visitarlos. Llegamos y entramos a esa casa. Sólo estaba una viejita muy grande de edad viendo le televisión con el volumen muy alto, como que estaba medio sorda. Chuy la saludó y era su abuelita.
Continuará