La pervertida profesora Teresa, Parte 02 (de Johernan)

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Luego de varios días cuando Teresa y Pedro tenían un momento a solas en la sala de la casa mientras Pedro veía la TV y Teresa leía una revista, dijo:

«Yo sé todo»

Teresa escucho pero como no levantó la mirada, de nuevo Pedro dijo: «Teresa sé que me estas escuchando.»

Teresa levanto la mirada y respondió: «¿A qué se refiere Pedro?» Con tono golpeado.

«A las aventuras que usted tiene fuera de la casa mientras yo no estoy.»

La revista cayó sobre las piernas, y poniéndose a la defensiva dijo:

«Esta divagando Pedro, o se te perdió un tornillo.»

«Ningún tornillo Teresa, no es necesario que finjas más, Ricardo me lo dijo.»

Teresa sintió que se desmayaba y lagrimas corrieron por las mejillas inmediatamente y como una autómata respondió: «Pero él me forzó a hacer esas cosas.»

«Eso no fue lo que escuche, pero sí que usted se entrego a ellos como la más vulgar de todas putas que ellos tienen.»

Llorando respondió: «Prefiere creer a ese viejo verde, ok si es así esta conversación termino, yo estoy lista para firmar los papeles de divorcio si eso es lo que quieres.»

«Nadie está hablando de divorcio Teresa, yo también tengo algo de culpa.»

Teresa dejo de lloriquear y se quedo mirando a Pedro como si no estaba segura de lo que había escuchado, Pedro continuo: «Si Teresa, fue una apuesta que yo perdí.  Lo siento.»

Teresa ahora estaba más que interesada en saber de que estaba hablando su esposo, ella dijo: «Creo que me debe una explicación completa Pedro, de que está hablando cuéntame todo desde el principio.»

«Ok, todo empezó cuando Ricardo vio la fotografía que está sobre mi escritorio, Ricardo quería saber más de nuestra relación de familia, especialmente quería saber de usted, y eso me molestó al principio pero como para ese momento ya me había hablado que estaba pensando en darme el cargo de jefe de ventas lo menos que podría hacer es llevarle la contraria. Luego me invito a una de las fiestas que él tiene con sus amigos, yo no sabía que él y su mujer son swingers, así que yo se que hacen en esas fiestas.  Ricardo me invito a tres de sus fiestas y luego me dijo que le gustaría verla a usted en una de las fiestas, yo le dije que eso sería imposible porque usted jamás aceptaría, entonces me reto que él te llevaría a una de sus fiestas.»

Teresa dijo: «Váyanse al demonio ustedes dos.  Principalmente tu Pedro.»

«Ok.  Yo acepte el reto y apenas había pasado un mes cuando me mostro las fotografías del motel, yo no podía creer especialmente de usted, cada toma era más vulgar que la anterior.  Yo le dije que quizás fue porque usted se dejo llevar, pero entonces me mostro las fotos del rancho, yo estaba chocado cuando te vi con los perros, no puedo creer que usted es semejante perra vulgar.  Así me dijo Ricardo que usted es una perra metida en un cuerpo de mujer.  Yo no podía negarlo y menos cada vez que me mostraba más fotografías de tus vulgaridades en cada reunión donde era invitada.»

Teresa sintió que no tenía más fuerzas para negar nada, ella estaba consciente de las fotografías porque ella misma poso para alguna de ellas, no solo para Ricardo sino para todo el que quería una fotografía de ella, sin importar si era hombre o mujer niña o niño, con cámara o simplemente un recuerdo para su teléfono, en esos momentos lo menos que le importaba era si esas fotografías podrían ser usadas en su contra, calmadamente dijo: «Bueno lo acepto como voy a negarlo, ¿entonces qué vas hacer ahora?»

«Te devuelvo la bola Teresa: ¿Qué piensa hacer tu?»

«Nada ya hable con ese viejo vulgar y le dije que se olvidara de mi.»

«Ok si eso es lo que tú quieres está bien para mi, Ricardo me dijo que hasta ahora no lo ha hecho y no va a obligarte a nada, todo lo que has hecho es porque tu lo has querido.»

«Maldito viejo»

«Piensa en esto Teresa.  Si cambias de opinión yo quiero a Tania.»

Teresa disparo la mirada a Pedro, diciendo: «Como te atreves, ella es tu hija, apenas tiene 15 añitos.»

«Tonterías, ella no es mi hija y usted lo sabe muy bien, usted cree que yo no sé lo que usted y ese amigo tuyo colega hacían a mí espalda.  Te reto a que lo niegues.»

Luego de todo lo que había hecho en los últimos meses y a sabiendas de su esposo Teresa no estaba para seguir negando nada, Tania había sido el fruto de una aventura que ella tuvo hace catorce años un año después que se caso con Pedro, el papá de Tania era un compañero del colegio y su primer novio y aunque con el tiempo ella lo corto luego de conocer a Pedro él muchacho nunca desistió aún después de casarse y al final ella acepto la aventura que produjo el embarazo, ella recapacito y corto completamente con su antiguo novio, pero nunca le dijo a Pedro que estaba embarazada de otro hombre y como él nunca sospecho.  La voz de Pedro la trajo de nuevo al presente:

«A mí no me importo en aquel momento y no me importa ahora.  Pero te lo repito de nuevo Teresa si quieres andar por ahí como una vulgar puta, dame a Tania.  Si me entero que tuviste otra de tus aventuras mientras estoy fuera sabré a qué atenerme.»

Con eso Pedro se levanto dejando a Teresa con una mirada dura.

Teresa estaba en el colegio en su clase cuando la puerta sonó y se abrió lentamente para asomar la cabeza un jovencito mostrando un papel, Teresa que escribía en el pizarrón se giro dando una mirada de desaprobación por la molestia y dijo: «Jovencito no ve que estoy ocupada, espere afuera que termine la clase.»

Teresa era conocida en el colegio por su carácter y estricto apego a las normas que regía el reglamento, siempre llevaba falda larga gruesa más debajo de sus rodillas con camisa blanca y chaquetas y lentes que le daban el aire de autoridad.  El jovencito escucho la voz autoritaria y enérgica y con mirada de asustado dijo: «Profesora es de la dirección»

Sin bajar el tono de la voz replico: «Pase y espero que sea importante, bonito momento de distraer la clase.»

El jovencito pasó y alargo el papel para luego disculparse y salió del salón, Teresa tomo el papel con el sello de la dirección del plantel y abriéndolo simplemente leyó, «Urgente pasar por la dirección»

Teresa tiro el papel en el escritorio y balbuceo algo, últimamente había tenido días difíciles especialmente desde que había discutido con su esposo, él ya estaba de viaje de nuevo pero en los días que estuvo en casa apenas fingieron que todo estaba normal para no alertar a los chicos, aunque en todo ese tiempo no tuvo ningún contacto sexual.  Ya había pasado un mes desde su última aventura loca y sentía que necesitaba urgentemente tener sexo o se volvería loca, ella recordaba en cada momento la advertencia que le dio Pedro pero si en todo este tiempo Ricardo la hubiera llamado para alguna salida ella no se sentía segura si hubiera tenido la fortaleza para rechazarlo.

Apenas si había empezado la clase, entonces miro de nuevo la nota fue por ella y se dirigió a la puerta mientras advertía cualquier desorden en su ausencia.  Teresa estaba contrariada por la distracción mientras caminaba a paso ligero en sus zapatos negros de tacón corto por el pasillo, el bullicioso y traficado pasillo en la hora de receso estaba solo porque todos estaban en sus salones viendo la clase y si alguna sección tenía libre los chicos debían esperar abajo en el patio.

Cuando llego al final del pasillo bajo las escaleras amplias donde a veces se quedaba algún grupo conversando y en la hora de receso los peldaños servían de asientos no dejando espacio para los que subían o bajaban, Teresa bajo apresuradamente llegando al patio donde unos treinta jovencitos y jovencitas reunidos en grupos charlaban, atravesó el patio y fue directo a una puerta grande de madera de dos hojas de aproximadamente un metro de ancho cada una y más de dos de alto, abrió una de las dos hojas de la puerta y fue al final del pasillo amplio de unos 15 metros que tenía sillas apostadas a cada lado donde esperaba algún padre o alumno que debía ser atendido por la dirección o alguna de las oficinas de la administración que estaban a los lados del pasillo mientras la dirección era la oficina al final del pasillo y donde había un mostrador detrás de la cual estaba una secretaría que se comunicaba directamente con el director por un intercomunicador.

Teresa llego al mostrador y se asomo donde estaba una mujer de unos 30 años de cabello largo que caía en los hombros, cuidaba el maquillaje haciendo resaltar sus grandes ojos negros y labios gruesos.  Teresa saludo a Sofía con una sonrisa y le alargo la nota.  La mujer se quedo mirando a Teresa por unos segundos detallándola y luego presionó el botón del intercomunicador avisando la presencia de la profesora, del otro lado se escucho la voz grave del director dejándola pasar.  Teresa bordeo el mostrador hacia la puerta de madera y abrió lentamente asomándose, era una oficina amplia con un escritorio largo de metal situado en el centro, detrás había una vitrina grande que tapaba toda la pared donde se mostraba los reconocimientos y trofeos ganados por la institución, al frente y justo al entrar estaba un juego de muebles para las visitas.

Teresa entro y vio al director un hombre de unos 65 años de cabello blanco que lo hacía parecer mayor, cara redondeada que hacía juego con su cuerpo redondo gordo, con la mirada sobre el escritorio como si estuviera leyendo o detallando algo, el director levantó la mirada a la profesora que esperaba ser invitada para acercarse o en su defecto tomar asiento en el sofá, luego de unos segundos se echo hacia atrás apoyando la espalda en el sillón y echándose hacia atrás dijo: «Ya puede salir preciosa, déjeme solo con la profesora» Teresa miro con ojos de asombro cómo se asomaba la cabeza de una jovencita estudiante del colegio, la chica se incorporó limpiándose los labios con la mano, fue cuando Teresa reconoció a Camila la jovencita que estaba en la casa rodante con su hermano aquel día que fue a la hacienda, Teresa estaba paralizada pero inmediatamente supo que estaba tratando con un viejo pervertido, trato de parecer normal y choqueada diciendo:

«¿Qué significa lo que supongo que estaba pasando detrás del escritorio?»

La jovencita que estaba ahora de pie se acomodo la falda y la blusa luego paso la mano por el cabello para alisarlo y dijo: «¿Cómo está profesora Teresa?  espero se divierta.  Chao.»

Luego que la jovencita atravesó la puerta el director dijo dirigiéndose a Teresa: «Acércate profesora quiero mostrarle algo.»

Teresa se acercó con paso lento sabiendo que podría ser y se heló cuando vio sobre el escritorio fotos a color de ella impresas en papel.  Quedo muda por un instante y luego con voz temblorosa dijo: «Señor director yo puedo explicar…»

«No Teresa, no creo que haya otra explicación que la que se ve en las fotos, como dice el dicho `una imagen dice más que mil palabras y estas dicen todo.» Entonces tomo una hoja de papel con una foto grande y mostrándola a Teresa continuo: «por ejemplo esta, no me vas a decir que fue obligada a mamar del guevo de este perro mientras el otro te tenía anudada como una perra, no con esa mirada de lujuria.  O esta» levantando otro imagen «mira está donde te restriegas todo ese semen en tus tetas de los cuatro hombres que están alrededor mientras sonríes a la cámara.  ¿Okey cuál es tu explicación?»

Teresa bajo la cabeza sin decir nada, el director se levanto de su silla con dificultad por el tamaño de su humanidad y rodeo el escritorio para luego apoyar sus sentaderas en el borde del escritorio quedando de pie frente a Teresa que aún tenía la cabeza agacha, él agrego luego de una pausa: «Teresa» espero mientras Teresa levantaba la mirada.

Teresa levantó la mirada pero rápidamente la bajo a la entrepierna del hombre panzón que tenía las piernas abiertas y de en medio de ellas colgaba sobre el pantalón un trozo de carne largo y gordo, la cabeza morena del tamaño de una bola de golf apenas se asomaba entre la piel gruesa del prepucio, el tallo era como de unos 25 cm y abultado en el medio de unos 8 cm de diámetro, luego de quedar hipnotizada por unos segundos apenas levantó la mirada pero sus ojos no querían apartarse de la vista abajo. El director continuo: «Yo quiero que usted sea mi puta.»

Teresa levanto los ojos de lleno disparando una mirada al director respondiendo con dureza: «Como se atreve, yo soy una mujer casada con hijos y un puesto en esta institución…»

El director replico sin dejarla hablar: «No creo que tenga alternativa a menos que quiera ver publicadas estas fotos.»

Teresa se defendió: «Yo puedo denunciarlo de estar ultrajando sexualmente a una niña viejo pervertido.»

«No tienes ninguna prueba, además la pequeña zorra fue la que me trajo las copias y quiere que usted sea mi puta.»

Teresa de nuevo se quedo sin argumentos y bajo la mirada de nuevo a la entrepierna.  El director continuo: «Venga y termine lo que la pequeña puta estaba haciendo.  Si no lo hace asumo que quiere enfrentarse al comité disciplinario.»

Teresa sumisamente se agacho delante entre las piernas y con repulsión y lagrimas que bañaron sus mejillas tomo el pedazo de carne con la mano derecha sin poder rodear el tallo con los dedos y luego se inclinó para empezar a mamar.  El director espero unos minutos y dijo con voz enérgica: «Vamos puta cochina hazlo mejor.»

Teresa como una niña regañada empezó a esforzarse y unos minutos después luego que el pedazo de carne estaba tieso y era tan largo y grueso como el brazo de un niño se entrego a este, el hombre continuo: «Eso perra, así está mejor.  OHH SI»

Cuando el director vio que Teresa había perdido la timidez, dijo: «Venga puta porque no te quitas ese estúpido vestido, o tus alumnos van a ver manchas por toda tu ropa.»

Teresa empezó a soltar con las dos manos los botones de la chaqueta pero sin soltar con la boca el miembro sin dejar de chupar como una niña chupando un cono de helado para que no se le derrame, luego de quitarse la chaqueta y lanzar esta al sofá fue por la blusa blanca, entonces quedo en sostenes grandes que cubrían sus melones, para después tomar de nuevo la vara tiesa con las dos manos para manosear y bombear mientras trataba de tragar hasta el fondo los 25 cm de carne, el director se inclino con dificultad y con sus dedos gruesos soltó la grapa de los sostenes y lo quitó con la ayuda de la profesora para luego lanzarlo a lo lejos, él retiro el miembro de la boca de la mujer que insistía en devolverlo a la boca.  El director dijo: «Puta apóyate contra el escritorio apuntando ese culo grande.»

Teresa se levantó con esfuerzo y sin replicar algo fue al escritorio y se agacho apoyando sus manos en el escritorio con las tetas grandes blancas colgando y apunto sus nalgas al hombre gordo que ahora estaba detrás de ella y al miembro que parecía un cañón apuntando a un blanco.

El director levantó la falda larga recogiéndola en la cintura de la mujer, luego fue por las pantaletas grandes y apretadas que cubrían totalmente las nalgas, el director agarro la banda de las pantaletas y tiro con dureza abajo mientras Teresa luchaba por mantener el equilibrio cerrando las piernas, cuando las pantaletas estaban recogidas en los tobillos Teresa levantó un pie luego otra y se abrió completamente exponiendo al director sus dos grandes y redondas nalgas que se separaban dejando un cañón profundo y mostrando al fondo un parche a lo largo de pelos y un bulto arrugado negro y entre las piernas una jungla de pelos pero que no ocultaba una raja grande con dos trozos de carne que salían colgando, el director fue con la mano derecha y agarro el bulto entre las piernas de la profesora haciéndola chillar de placer mientras abría más inclinándose y los pezones que parecían pequeños penes negros tocaron la cima del escritorio dando mejor acceso a la mano que estrujo fuertemente jalando el montón de pelo, el director dijo: «Puta pervertida mira como esta de mojada, parece que te hubieras meado.» Entonces seco la mano en la espalda de la profesora y luego se posiciono agarrando las caderas de ella y empujo los 25 cm al fondo de un solo golpe haciendo a Teresa gritar de placer y dejándose caer completamente sobre el escritorio aplastando las tetas.

El director cogió a la profesora penetrándola hasta las bolas mientras ella se meneaba como una perra en calor por unos treinta minutos para luego vaciar sus bolas adentro del coño hambriento, cuando retiro el trozo de carne marchito el coño estaba hambriento parecía una cueva dejando caer al piso un chorro de liquido.  El director se retiro dejando a Teresa acostada boca abajo sobre el escritorio y con las piernas colgando completamente abierta, entonces se subió la bragueta y fue por los sostenes y las pantaletas, entonces dijo: «Ya puta, ahora puede regresar a la clase, y desde ahora asegúrate de lavarse bien ese culo, la próxima vez te quiero coger el culo, también quítate todo ese matorral que tienes y si necesita ayuda Camila la pequeña puta estaría gustosa de ayudarte.

Teresa se incorporo como una sonámbula y fue por su ropa, el director agregó: «Desde hoy está prohibido que traigas pantaletas al colegio y sostenes o si traes alguno que sea de media copa.  Teresa aún sin recuperarse del orgasmo que tuvo y no había tenido en un mes se vistió lo mejor posible y salió, la secretaria en la entrada se quedo mirándola de arriba abajo mientras le dirigió una sonrisa, Teresa apenas se alejo del lugar.

Teresa regreso a la clase y todo era un desorden, cuando entro todos corrieron a sus puestos, la mirada fija de los chicos en ella la pusieron nerviosa ya que ella no tuvo tiempo de ir al baño de profesoras para retocarse y mirar su apariencia, bajo la mirada y vio que todo parecía normal, por lo que se dedico a terminar su clase.

Luego que termino la clase Teresa pidió permiso para ausentarse porque no se sentía bien.  Ella iba y venía a pie desde su casa al colegio ya que apenas estaba a unas cuatro cuadras de la casa en el mismo barrio, apenas dejo el colegio y tomo la calle rumbo a la casa Teresa escucho unan voz ya conocida: «Profesora, profesora.» Teresa se detuvo y giro para ver a Camila que con paso apurado la alcanzaba con su bulto escolar a la espalda, Teresa tenía sentimientos encontrados respecto a la jovencita, sin embargo como si no pasara nada espero que ella estuviera al lado de ella, Teresa dijo: «Que hace aquí jovencita, ¿no debería estar en clase?»

«Me escape pero eso no me importa, no mientras mi abuelo sea el director.»

La mirada de asombro de Teresa era de asombro total, pero con incredulidad dijo: «¿El director es tu abuelo?»

«No exactamente, pero es como si fuera ya que mi mamá está embarazada de un hijo de él.»

Teresa reanudo la caminata con la niña a su lado, ella dijo: «¿Tu mamá está casada con un hijo del director?»

«NOOO, mi mamá es de 30 años y el hijo del director apenas tiene 17 años.»

«¿No entiendo?»

«Ella trabaja de domestica en la casa del director y como ha sucedido anteriormente cuando trabaja en la casa de alguien termina siendo como una amante o más bien una puta de alguien de la casa, especialmente si es joven.»

Teresa respondió olvidándose que estaba hablando con una alumna del mismo colegio donde ella era profesora: «Ahora entiendo, como dice el dicho de tal palo tal cuña, como madre como hija.»

«Gracias profesora.  Es un honor ser una puta como mi madre.»

Teresa sonrió a la jovencita que hizo un ademán de cumplido y dijo: «¿Cuántos hijos tiene tu mamá?»

«Por ahora somos mi medio hermano que usted ya conoce, yo y el que viene en camino, mamá ya está en el sexto mes.»

«¿Dónde está tu hermano, no está estudiando?»

«Estaba pero como se burlaban mucho de él no siguió viniendo a clase, ahorita debe estar en casa con mi mamá ayudándola.»

«¿Dónde está tu casa Camila?»

«En el cerro, allá.»

Teresa miro donde apuntaba Camila, el barrio estaba limitando con un parque nacional que era un cerro virgen y servía de pulmón vegetal a la ciudad, pero con el pasar de los años algunas familias habían ido invadiendo el espacio justo al borde del cerro, Camila.  Agrego: «Profesora porque no me acompaña a la casa, me gustaría presentarte a mi mamá, ella quiere conocerte.»

Teresa miro a Camila con interés: «No me digas que tu mamá sabe.»

«Ella fue la que me dijo que le mostrara las fotos al director.»

«Esa puta.  Bueno vamos.»

Teresa y Camila se desviaron hacía el cerro, cuando termino la calle subieron una escalera de aproximadamente unos cincuenta metros, con tres casas humildes.  La casa donde habitaba Camila era la última de las tres metidas entre los árboles, a la entrada había una cerca de alambre con cayenas alrededor que le daban cierta privacidad.  Camila se adelantó y abrió la puerta de acceso que era una tapa de zinc y luego de pasar la cerca subieron unos escalones para llegar a la puerta de entrada de la casa. Camila abrió la puerta e invito pasar a Teresa.

Apenas Teresa atravesó la puerta vio al hermano de Camila sentado en un mueble viejo de semicuero que había levantado la mirada y miro con extrañeza a Teresa, pero inmediatamente levantó la mano derecha con la brocha de una pintura de uñas y saludo, luego bajo la cabeza y de nuevo fue a pintar las uñas del pie izquierdo que tenía montado en el borde del mueble.  Teresa miro fijamente al jovencito de doce años que llevaba puesto una franela rosada de HelloKitty que apenas llegaba justo sobre el ombligo, los labios y ojos estaban maquillados, las uñas de las manos llevaban una pintura roja así como la de los pies, también llevaba unos mini shorts que exponían los glúteos morenos.  Teresa volvió la mirada cuando escucho la voz de Camila que dijo: «Mamá adivina quien vino conmigo.»

Teresa dirigió la mirada a un pequeño espacio donde había una cocina, una nevera y el lavaplatos empotrado en un planchón de cemento donde se amontonaban los platos y cubiertos, debajo del planchón y cubierto por una cortina se colocaban los demás utensilios que usaba en la cocina.

Justo allí estaba una mujer con una mano apoyada en el borde del mostrador de cemento mientras estaba agachada sacando algo debajo, Teresa miro fijamente a la vista delante de ella, la mujer estaba doblada por la cintura y por su estado de gravidez para poder alcanzar lo que estaba buscando tenía las piernas erguidas y completamente abierta como si la barriga grande que colgaba del tronco y estirando la tela de la franela como si la fuera a romper la tenía en ese estado, pero la mirada de Teresa estaba enclavada en las dos amplias nalgas trigueñas que estaban a la vista ya que la franela que llevaba por vestido se había recogido encima de la cintura, las nalgas se abrían exponiendo una raja que como la de ella era un cañón pero era completamente liso, los ojos se pegaron a un nudo grande arrugado negro pero con un hueco que exponía carne roja de aproximadamente dos centímetros de diámetro, luego bajo la mirada al medio de las piernas donde sobresalía dos trozos de carne morena gruesa que se partían dejando a la vista una raja grande y dos tiras de carne que colgaban, Teresa miraba fijamente la piel completamente lisa como piel de bebe y no había ningún rastro de vello.

La mujer se incorporo con dificultad poniendo sobre el mostrador un sartén y volteo a mirar, la mirada de Teresa fue a la barriga grande que estiraba la franela que había caído de nuevo pero apenas cubría los globos de los glúteos, la cabellera negra era sedosa y bien cuidada también estaba maquillada cuidadosamente aunque se veía los rasgos en la cara de una mujer que había tenido que luchar por el sustento diario.  Cuando Camila vio que tenia la atención de su mamá continuo: «Ella es la profesora Teresa.»

Ana sirvió una taza de café para ofrecerle a la profesora que se había sentado en una silla de pantry del comedor, luego de presentarse dijo: «Espero jovencita que no te hayas metido en problemas.»

Teresa rompió el silencio diciendo: «No lo creo mientras tenga al director como su protector.»

«¿Protector?  UH.  Ese viejo pervertido ha estado abusando de Camila desde que ella era de trece.  ¿Usted sabía del director?»

«No, pero hoy me entere cuando entre a la oficina y vi a tu niña debajo del escritorio.  ¿Pero a usted no parece importarle mucho?»

Camila interrumpió: «Mamá la profesora está muy interesada en saber porque usted deja al director abusar de mi.  ¿Verdad profe?»

«Si.  Camila me dijo que todo empezó desde que usted trabaja en su casa.»

«¡Jovencita!»

«Ah.  Mamá cuéntale a la profesora a ella le gustaría saber, cuando yo le dije que usted está embarazada del hijo del director de apenas diecisiete quería saber más y por eso vino.  Vamos cuéntale.»

La mamá de Camila ahora parecía tener un entusiasmo renovado y fue por la estufa y apago la hornilla, entonces dijo.  «Okey vamos a sentarnos cómodos.»

Las tres mujeres fueron a los muebles viejos; Camila y Teresa se sentaron en un mueble individual cada una mientras Ana se sentó al lado de jovencito que ahora se retocaba las uñas de las manos, cuando Ana tomo asiento la franela se recogió a la cintura poniendo sus nalgas directamente sobre el semicuero, la barriga se apoyaba sobre el vientre lo que hizo a Ana apoyarse en el borde y abrir sus piernas mostrando a Camila y Teresa una vista completa de un túnel de un coño hinchado grande, fue cuando Teresa noto que las labias externas estaban retocadas con maquillaje, luego apoyo la espalda atrás enseñando ahora el culo negro arrugado, cuando estaba cómoda dijo: «Bueno todo empezó por Camila.  Solo tenía mi primer año viviendo aquí y Camila en el colegio y apenas a mitad de año de estar en el colegio ya había ido a la dirección tres veces por mal comportamiento de Camila.»

Teresa interrumpió intrigada: «¿Mal comportamiento?  ¿Qué comportamiento?» Camila dijo: «Mamá pero todo es su culpa.»

«Cállate pequeña puta y déjame continuar.  Cada vez que fui citada al colegio estaba la profesora de psicología, la coordinadora y el director. En las dos primeras citas no me dijeron que había hecho la muy descarada, solo me dieron un sermón, pero la tercera vez la coordinadora me dijo casi gritando que a Camila la había visto la profesora de gimnasia con unos compañeros en el gimnasio teniendo sexo y que ya era la tercera vez mientras me miraba de arriba abajo, el director tranquilizó a la profesora, luego de otro sermón me dijeron que si veían de nuevo a Camila en esa conducta inmoral sería retirada del colegio.

Camila volvió a interrumpir: «mamá dígale a la profe porque la coordinadora la miraba así»

Ana ahora estaba sobando la barriga desnuda con sus dos manos, ella dijo: «Okey, yo llevaba un vestido corto de flores que apenas llegaba a mi medio muslo era sencillo y flotaba con la brisa, cuando me senté en el sofá de la oficina el vestido se recogió mostrando mis piernas y me esforzaba por no mostrar mis pantaletas.  Las profesoras abandonaron la oficina y el director dijo a Camila que esperara afuera luego me dijo que iba hablar conmigo, yo pensaba que iba escuchar otro sermón pero en cambio solo recibí consuelo, el viejo me levanto del sofá y me abrazó dándome animo, de nuevo me dijo que me pusiera cómoda y luego de unos minutos de charla y después de enterarse que yo trabajaba como servicio y ahora estaba vacante me dijo si estaba interesada en trabajar en su casa.  Yo acepte de inmediato.»

Camila interrumpió: «El director quería cogerse a mi mamá, ¿verdad mami?»

«Eso fue lo que pensé»

Teresa interrumpió: «¿Usted sabía del comportamiento de Camila?»

Camila dijo: «UH SI, ¿verdad mamá?  Cuéntale a la profe.»

«Porque no le cuentas tu, que te ves muy excitada.»

«Okey mamá.  Profe mi mamá siempre supo, ¿le cuento todo mamá?»

Ana ahora había bajado las dos manos bajo la barriga y acariciaba suavemente sus muslos hacia la entrepierna, respondió: «OK.  Veo que no te puedes aguantar.»

«Mi mamá se fue de la casa de los abuelos con un hombre cuando yo era de once, el tipo metió a mamá en el peor barrio que había y la casucha siempre estaba llena de sus amigos, una noche me levante al baño porque no aguantaba las ganas de hacer pipi, el marido de mi mamá y sus amigos estaban en la sala jugando domino mientras tomaban cerveza, yo pase al baño que quedaba afuera en la parte de atrás, cuando iba entrar escuche un ruido detrás del baño y me asome, entonces vi a un tipo que estaba de espalda con los pantalones en los tobillos cogiéndose a mi mamá que tenia la falda recogida en la cintura mientras se apoyaba a la pared y me quede allí parada, luego de unos minutos vi que el hombre se agacho para subirse los pantalones y yo corrí a la habitación de nuevo, no podía creer que mamá estaba engañando aquel tipo pero no me importaba porque era un patán y a veces la golpeaba cuando estaba borracho llamándola perra.

Como no aguantaba las ganas de orinar y había pasado una media hora me levanté de nuevo y mire alrededor pero no vi a mamá mientras los demás tenían un alboroto en la sala, yo fui al baño y cuando salí mire alrededor en la oscuridad pero no vi nada, entonces cuando estaba de regreso a la casa escuche un gemido y me detuve entonces preste atención y de nuevo escuche el gemido que venía de un lado de la casa en la oscuridad, me acerque y cuando llegue a la esquina de la casa me asome y vi a mamá que estaba montada sobre otro tipo jineteando, sabía que era otro porque este era negro y no se veía en la oscuridad ella gemía sin importar si alguien la podría escuchar, cuando fije la mirada en ella que se estaba clavando esa verga grande ella miro donde yo estaba y nos vimos, ella se puso nerviosa y se quedo paralizada un momento pero luego hizo una señal con el dedo para que me fuera, yo me fui y comprendí que el tipo tenía razón cuando la llamaba perra, mi madre es una perra en celo profe.»

Teresa tenía la mirada fija en la entrepierna de la mujer que jugaba con su coño completamente boquiabierto, acariciando su clítoris grueso como la punta de una morcilla, la mujer simplemente sonrió cuando su hija dijo que ella era una perra en celo, entonces Teresa reacciono y sin levantar la mirada dijo:

«Ya veo, ¿Que paso luego?»

Yo fui al cuarto de nuevo pero apenas podía dormir pensando si ella se pensaba tirar todos los amigos de su marido esa noche.  A la mañana siguiente mi mamá como si nada me dijo que no le dijera nada a su marido, yo le dije que no me importaba lo que ella hacía, entonces le dije que si podía traer a mi novio a la casa y tener sexo con él.»

Ana interrumpió: «Que descaro la de esta pequeña puta, pedirme eso profesora.»

Teresa levanto la mirada vidriada y dijo: «¿Qué hizo usted?»

«Por supuesto que no quería, como se atreve si yo le hubiera dicho eso a mamá me habría lavado la boca con jabón, cuando le dije que como se atrevía a pedirme semejante cosa, me amenazo con decirle a mi marido, entonces le dije que hiciera lo que le diera la perra gana.»

«¿Qué paso luego?»

Ana iba a continuar: «Ella…»

Pero Camila interrumpió: «Yo continuo mamá, okey yo en realidad no lo pensaba hacer solo quería saber cómo iba reaccionar, pero a ella no le importaba ya que la siguiente semana de nuevo la encontré tirándose otro de los amigos de su marido, entonces la siguiente semana yo le dije a mi novio Juan que era de quince años, tres años mayor, y vivía en el mismo barrio y estudiamos juntos en el mismo colegio para que me ayudara en una tarea luego de salir del colegio en mi casa, quedamos en vernos en la tarde como a las cuatro, apenas teníamos una semana de empate y nuestra relación solo se limitaba al colegio y apenas eran besitos de piquito cuando estábamos solos.

Yo sabía que mamá no estaba en la casa a esa hora porque estaba buscando a mi hermano en la escuela que estudiaba de tarde.  Juan llego a la hora exacta, venia con su mejor ropa, yo lo mande a pasar a una pequeña sala en la mesa donde se juntaban a jugar el marido de mamá y los amigos, al lado frente a una TV había un sofá viejo.  Yo saque los cuadernos para hacer la tarea y empezamos pero a los minutos me levanté de la silla y fui por él y lo levanté donde estaba sentado y fue la primera vez que le di un beso con lengua y todo, Juan estaba sorprendido por mi actitud pero trataba de responderme, luego del beso lo invite al sofá, pero él se resistió diciéndome que pasaba si llegaba la señora Ana como él la llamaba.

Yo le dije que estaba bien porque ella no venía todavía, por supuesto que yo sabía que la perra de mi mamá estaba por llegar, Juan se dejo llevar y yo lo lance en el sofá e inmediatamente me tire encima de él, desabrochando la cremallera del pantalón, Juan apenas se resistía, creo que era la primera vez para él que una chica le mamara su verga, yo saque su cambur, porque era como un cambur tieso como una vara y empecé a mamar, luego de unos minutos me levante la falda del uniforme que no me había quitado y me baje las pantaletas tirándolas lejos entonces me monte encima de él cabalgando justo como había visto a mi mamá y me clave ese cambur hasta las bolas, por supuesto yo había perdido mi virginidad con un cepillo de peinar imaginándome clavada por unos de los amantes de mi madre, Juan apenas se quedo quieto mientras yo lo montaba, cuando estaba a punto de tener mi primer orgasmo con un guevo de verdad la puerta de la casa se abrió y mi mamá entro con mi hermano, la perra se quedo tiesa mirando la escena por unos segundos, pero Juan se levanto tirándome al suelo de culo y como pudo se incorporo y corrió fuera de la casa casi atropellando a mi mamá.»

Ana que ahora se había recostado en el sofá poniendo una pierna sobre los muslos de su pequeño que había dejado de acicalarse, mientras la otra colgaba al piso con las dos manos manoseando obscenamente las labias gruesas que hacían un túnel, interrumpió: «Ese pequeño perro no estaba nada mal su trozo de carne tiesa sobresalía apuntando del pantalón, yo no quería perderme esa vista.

Teresa sin perder la mirada de la vista vulgar, dijo: «¿Qué paso luego?»

Camila continuo: «al siguiente día no quería verme, pero cuando tuve la oportunidad me acerque y le dije que estaba bien, que a mi mamá no le importaba porque yo ya no era una niña, luego de dos días de nuevo fue para la casa como mi novio y mi mamá estaba en casa, nosotros estuvimos en la sala unos minutos hasta que yo le dije a mi mamá que iba con Juan a mi cuarto, él me disparó una mirada pero luego la mirada fue peor cuando escucho a mi mamá decir «OK» prácticamente lo arrastre a la habitación y luego de cerrar la puerta me empecé a desnudar para luego hacer lo mismo con él que estaba tieso como una estatua de miedo.  Cuando había trascurrido varios minutos y nadie abrió la puerta Juan se relajó y empezó a cogerme, una hora después salimos de la habitación y mamá aún estaba en la cocina entonces invito a Juan a comer algo y entonces él abandono la casa,

Teresa interrumpió: «¿Que paso con tu mamá luego que se fue?»

«Nada, ella no hizo ninguna mención, ¿verdad mamá?»

Con tres dedos dentro del coño Ana gimió: «Sí»

Camila prosiguió: «la siguiente vez yo le había dicho a mamá que Juan iría a la casa acompañándome luego del colegio y cuando llegamos para mi sorpresa y principalmente para la de él mamá estaba descalza con el cabello recogido en un nudo y apenas vestida con unos cacheteros y una franela recogida en un nudo bajo las tetas, Juan no podía creer la vista erótica prácticamente vulgar de mamá que apenas podía apartar la mirada de su coño que se abultaba entre la entrepierna con un trozo de tela metido dentro, mamá saludo como si nada y se dedico a sus tareas dejándonos en la sala pero con la certeza que era el centro de atención, yo estaba celosa y no dejaba de pellizcar en el brazo a Juan entonces lo lleve a la habitación dejando a mamá en la cocina, cuando me estaba desnudando, Juan hizo lo mismo y luego ambos fuimos a la cama, él me estaba cogiendo por unos minutos cuando la puerta se abrió y mamá apareció en la puerta yendo directamente a la cama y sin la menor vergüenza empezó acariciar las nalgas de Juan mientras él me cogía, cuando el vacio las bolas en mi coño mamá se arrodillo en la cama y lo mamo dejándolo completamente seco y marchito.

Luego de ese día las visitas de Juan eran frecuentes y mamá se unió a nosotros haciendo un trió allí mismo en la sala, para el siguiente mes Juan invito a otros amigos del colegio y todos se cogieron a mamá y a mí.»

Ana interrumpió: «Que rico como extraño aquellos días» ahora completamente expuesta con la espalda sobre las piernas del jovencito y una pierna sobre el espaldar del sofá y la otra en el piso mientras luchaba por meterse más dedos en su raja, Teresa no podía apartar la mirada muda.

Cuando termino la historia Camila se había quitado la falda, no llevaba pantaletas y se estaba masturbando mientras su mamá ahora se mordía las tetas grandes chupando la leche que brotaba de sus pezones, la mirada de Teresa se clavo en el culo de Ana que era un túnel y vio un objeto grande negro como una bola de billar que luchaba por salir, Camila vio la misma escena entonces miro donde tenía la mirada su profesora y dijo:

«El director obliga a mamá que use objetos grandes en su culo, el tipo tiene una obsesión por los culos grandes y flojos.» Luego dirigiéndose a su mamá dijo: «Mamá muéstrele que tiene en el culo»

Ana se posiciono mejor sobre el sofá girando con el culo enfrentando a su hijo, entonces dijo:

«Vamos marica, ayúdame, muestre a la profesora lo que ese bruto del director me hace llevar.» Entonces ella pujo y el culo se abrió mientras una bola negra luchaba por salir, cuando ella pujo duro expulsando un chorrito de orines que mojo el sofá una bola del tamaño de una bola de billar negra salió disparada pero quedo colgando por un hilo, entonces casi gritando dijo: «Vamos marica» el jovencito agarro la bola que colgaba y fue tirando, entonces otra se asomo y salió con esfuerzo, luego otra quedando la guirnalda colgando de la mano derecha del jovencito, dejando un boquete que luchaba en tamaño con el del túnel del coño.

Cuando se recupero y todavía en esa posición ella dijo: «el director me obliga a llevar siempre algo grande en mi culo, no importa donde este o donde voy, si duermo o estoy fuera de la casa, incluso en su casa me obliga a vestirme como una jovencita sin pantaletas ni sostenes y con algo colgando de mi culo.

Ese hombre es un pervertido profesora también tiene una obsesión le gustan las jovencitas, él juega conmigo como si fuera un juguete y me obliga a estar completamente afeitada que mi piel parezca de una niña, así va hacer con usted profesora, le recomiendo que vaya comprando ropa de niña como para tu talla, empiece a entrenar tu culo».  Teresa vio ese espectáculo bizarro hasta que la mujer quedo desmayada en el sofá acariciando el palo de su pequeño mientras chupaba, entonces se despidió.

Teresa llego a la casa y luego que vio que la casa estaba vacía fue al baño a masturbarse como una loca, ella quería hacerlo en casa de Camila pero se aguanto pero ahora soltó toda la lujuria hasta que tuvo tres orgasmos después de una hora.  Cuando sus hijos llegaron del colegio ella apenas estaba saliendo del baño, cuando todo estaba en orden en casa Teresa salió de la casa.

A la mañana siguiente Teresa se levanto excitada y luego que quedo sola en casa fue a prepararse para ir al colegio, miro su reflejo en el espejo completamente desnuda y se maravillo su nueva imagen, ella se había afeitado completamente todo su cuerpo y luego se puso la crema que hacía a su piel parecer la de una jovencita, se volteo y se inclino pero aún le quedaba el rastrojo entre sus nalgas, era la primera vez que tenía una vista de su coño que parecía un buche hinchado con labias oscuras gruesas y dos pliegues que sobresalían desde adentro colgando, entonces miro el culo arrugado negro que aun tenía alrededor un rastrojo e inclinándose más para posicionarse mejor pujo haciendo que el culo se abriera mostrando carne rosada pero aún se mantenía apretado, luego de una inspección final ella fue por el equipo para ponerse, primero se puso la falda que había mandado a recortar el día anterior en una tienda de costura de lana negra que llegaba un poco más arriba de las rodillas, entonces la blusa que llevaba abotonada hasta el cuello, esta vez dejo dos botones sueltos mostrando una hendidura que se acentuó luego que se puso los sostenes de media taza, Teresa se termino de poner el equipo pero sin pantaletas justo como era la orden del director.

Teresa llego al colegio bajo la mirada de asombro de los jovencitos y sus colegas que veían algo diferente en la forma que vestía.  Mientras trascurría la mañana Teresa estaba más ansiosa esperando que alguien entrara con una llamada del director pero no fue así, cuando estaba por terminar las clases ella era un manojo de desilusión y nervios, cuando termino las clases y se disponía a salir entro Camila, ella se quedo mirando a la profesora y dijo:

«¿Así que venía preparada pero el director no le importo?»

Teresa respondió con amargura y desilusión: «Ese coño e madre perro me dejo toda acalorada»

«Al director le encanta su papel de maestro y si yo fuera usted aceptaría que usted no es más que uno de sus juguetes, una esclava sucia perra, no te hagas muchas ilusiones el tipo apenas tiene fuerzas para complacer a sus juguetes.»

«¿Sus juguetes?»

«Si qué crees, Yo, mi mamá, Sofía y tú.»

«¿Sofía?»

«Si Sofía, la secretaria o que creías.»

«La muy mosquita muerta, ¿Pero ella es casada?»

«Y que, usted también lo es no es así.  Además yo vine fue a invitarte.»

«¿Invitarme para donde?»

«Venga profe.  Es una sorpresa.»

Luego que Teresa dejo todo en orden ella y Camila salió al pasillo que ya estaba vacío, ellas bajaron a la cancha y Camila la llevo pon un lateral del edificio siempre mirando alrededor para asegurarse que no había nadie, siempre bajo la insistencia de la profesora que demandaba saber para donde iban pero que seguía a la jovencita como un borrego, ellos llegaron a una pequeña puerta que estaba por un lateral y Teresa supo que era el edificio del auditórium y la pequeña puerta era la de servicio.  El edificio siempre estaba asegurado con llave y solo se abría para eventos especiales, ya sea un espectáculo escolar o quizás una asamblea de padres y representantes.

Camila subió los tres escalones que había para llegar a la puerta entonces se agacho metiendo la mano bajo la puerta de madera y Teresa vio que la muy atrevida no llevaba pantaletas mostrando su buche hinchado a ella, entonces saco la mano y incorporándose de nuevo giro para enseñar a Teresa una llave y abrió la puerta, Camila hizo señas a Teresa que no hiciera ruido mientras caminaban por la plataforma detrás de las cortinas que tapaban la vista a los espectadores, Camila dijo en voz baja mientras con un dedo señalaba a un agujero en una cortina: «No haga ruido»

Teresa se aproximo y miro entonces por instinto se llevo la mano a la boca, en el salón entre la plataforma y los asientos estaban cinco jovencitos y cinco jovencitas cada una sentada en la entrepierna de cada uno de ellos en el suelo mientras fumaban del cigarrillo que su compañero le daba a cada una luego de unos segundos retiro la mirada y dijo: «Esos son Antonio, Luis, Marcos, Jairo y Pedro, ellos están en una de mis clases y las jovencitas que están con ellos serán de apenas unos trece años, esos muchachos están fumando, ¿Que hacen allí?»

Camila respondió: «No te muevas profe y disfruta el espectáculo.» Con eso ella se alejo para salir al auditorio de entre las cortinas, cuando los chicos sintieron la bulla voltearon haciendo un hurra mientras Camila se acercaba al grupo, uno de ellos le alargo el cigarrillo y Camila lo tomo, Teresa sintió el olor fuerte del humo y supo que estaban fumando marihuana, pero no era momento para las reglas del colegio, Teresa miro y luego de unos minutos uno de ellos se levantó acomodándose la bragueta, entonces Teresa supo la razón por la que las jovencitas están sentadas en la entrepierna de cada chico, entonces otro luego otro hasta que los cinco se levantaron y fueron a un lateral a los baños del auditórium, minutos después salieron los cinco guiando a otro chico mucho más joven que apenas sería de séptimo grado de unos once o doce años con los ojos vendados y lo llevaron a una columna redonda que sostenía el techo en el espacio abierto entre la plataforma y los asientos, entonces lo ataron a la columna dejándolo solo.

Camila se desnudo mientras las otras chicas hicieron lo mismo al igual que los jovencitos, cada una de las niñas se unió a su pareja mientras Camila fue donde el jovencito y empezó a quitarle los pantalones luego los calzoncillos y arrodillándose empezó a chupar en un pequeño pene de unos 12 centímetros y dos de diámetro mientras acariciaba su pequeño cuerpo, las otras chicas hicieron lo mismo con cada una de sus parejas que desplegaban una orgullosas pollas grandes para su edad, Teresa estaba hipnotizada y asombrada, al principio estaba chocada y avergonzada pero apenas habían pasado minutos y ahora no podía apartar la mirada del show, unos quince minutos después Camila se levantó limpiándose los labios con la lengua y Teresa supo que el chico había vaciado su carga, instintivamente Teresa hizo lo mismo como si ella fuera Camila, cuando cada joven había hecho lo mismo en la boca de la jovencita uno de ellos fue a la columna a soltar el chico pero sin quitarle la venda que cubría los ojos y Teresa se maravillo de lo larga y gruesa que era la vara de aquel jovencito, entonces se esforzó por mirar en todas y noto que todos eran bien dotados, Camila fue y se acostó de espaldas sobre una pequeña mesa igual a la que había en las aulas que servían de apoyo para los estudiantes colgando las piernas a los lados abriéndose completamente, entonces uno de los chicos llevo al jovencito y lo posiciono entre las piernas de Camila y luego él supo qué hacer porque empezó a coger a Camila con golpes fuertes, las demás chicas se pusieron en cuatro y los chicos empezaron a follarlas, Teresa había perdido la noción del tiempo y el lugar y cuando el orgasmo la golpeo y reacciono tenía la falda enrollada a la cintura mientras se tocaba golpeándose su coño con fuerza, luego acomodo la falda y sigilosamente dejo el lugar.

La mente de Teresa era un torbellino, estos dos días despertaron en Teresa su lujuria por lo perverso, ahora le parecía que la condición de Pedro su esposo de tener a su hija Tania era justa, pero ella no podía ir donde su Tania a pedirle que tuviera sexo con su esposo, menos porque ella pensaba que él era su verdadero padre. Teresa pensaba en la forma y se le ocurrió que Camila podría ayudar.

El siguiente día Teresa se puso su uniforme pero esta era un poco más corta casi a medio muslo mostrando sus cremosas piernas blancas, llevaba la blusa sin sostenes y la blusa desabotonada hasta que mostraba completamente la hendidura entre sus grandes tetas, luego prestó cuidadosa atención al maquillaje. Cuando llego al colegio las miradas se posaban en ella, era la primera vez que veían a la estricta profesora vestida de tal manera que hacía a sus colegas parecer monjas, las demás profesoras la veían con sospecha pero a ella no le importó.

El primer periodo de clases era con el grupo donde estaban los jóvenes del club donde estaba Camila y al entrar al salón el bullicio fue un silencio y todos fueron a sus mesas, pero las miradas estaban en la profesora que caminó al frente sobre la plataforma sin distracción aunque ella sabía que todos tenían su mirada justo bajo la falda y entre sus melones, luego que puso el bolso y libros sobre el escritorio ella volteo al grupo, la mirada de ella estaba en los chicos que se sentaban en la última mesa, entonces como si le hubieran puesto una película recordaba las escenas en el auditorio, su entrepierna empezó a picar y ella apretó mordiendo los labios, cuando sus sentidos volvieron empezó la clase, apenas termino la clase corrió a la dirección para mostrarse al director para que no la siguiera ignorando, cuando entró al pasillo grande rumbo a la oficina del director Teresa vio que había un grupo de unas cinco mujeres y dos hombres en las sillas esperando ser atendidas, ella camino donde la secretaria bajo la mirada de todos especialmente los dos hombres, al llegar donde Sofía que la miraba con una sonrisa sínica dijo que quería ver al director, luego fue por una silla de la fila que enfrentaba a los representantes, espero unos minutos y vio que la puerta se abrió saliendo una mujer entonces ella se iba a levantar pero Sofía llamo a la mujer que estaba en espera, para luego dirigirle una mirada a Teresa que con disgusto se volvió acomodar en la silla mirando al frente, ella vio que los dos hombres la estaban detallando disimuladamente, luego de pasar el disgusto ella se acomodo en la silla para luego alargar la mano bajando la cabeza hacia una mesa que estaba cerca y donde habían revistas para leer, cuando se agacho la blusa voló mostrando completamente la hendidura, ella miro dentro de la blusa y vio sus dos melones colgar con los pezones marrones ahora alargados y duros apuntando, entonces la mirada fue a los dos hombres que también tenían sus ojos pegados dentro de la blusa, disimuladamente como si no supiera ella levantó la revista y se enderezo poniendo la espalda en el espaldar de la silla, luego de ojear la revista y cuando se disponía a leer algún artículo miro de reojo y vio que los hombres les costaba apartar la mirada, entonces como si no supiera levanto una pierna cruzándola sobre la otra colgando, la falda se fue hacia arriba mostrando a los hombres los muslos, de repente se abrió la puerta de nuevo y luego que salió la mujer Sofía le dijo a Teresa que pasara, Teresa sabía que los más decepcionados eran los hombres pero ella quería dejarles un recuerdo por lo que sin ninguna modestia bajo la pierna que estaba descansando sobre el muslo dejando que los ojos curiosos fueran directo a la entrepierna mostrando al ojo más atinado su vulva hinchada, luego se levantó acomodando la falda y fue a la puerta, cuando entro ella esperaba una bienvenida pero en cambio el director parecía ocupado escribiendo unas notas, Teresa espero luego de cerrar la puerta, un minuto después el director levantó la mirada y con voz regañona dijo:

«¿Qué haces aquí, usted debería estar en este momento en su salón de clase?»

Teresa no dijo nada por la sorpresa, luego que reacciono volteo para salir pero la voz áspera volvió a sonar: «Para donde cree que vas, venga acá.»

Teresa se acerco con duda para estar frente al escritorio, el hombre viejo se levanto del escritorio con esfuerzo y fue detrás de Teresa que esperaba, de repente sintió un empujón en la espalda que la hizo apoyarse sobre el escritorio, ella escucho: «Abre las piernas»

Teresa abrió las piernas y unos segundos después sintió como los dedos gruesos manoseaban los muslos de las dos piernas mientras subían la falda, ella sintió una mano que ataco fuertemente su buche y entonces la falda fue sobre la espalda dejándola desnuda de la cintura a los tobillos, el hombre dijo: «Veo que se quito esa selva de pelos, así me gusta» entonces con los dedos de las manos abrió las nalgas, y luego escucho: «Tiene que quitarse ese rastrojo entre las nalgas, quiero que parezca las nalgas de un bebe, ¿me escucho puta?»

Teresa que estaba jadeando por el manoseo apenas movió la cabeza, el director alargo dos dedos y con los nudillos escavo en la mancha arrugada marrón hasta que apenas cedió, Teresa gimió de placer y dolor, entonces escucho: «A partir de hoy usted tiene que mantener tu culo limpio y listo para mi verga o cualquier cosa que yo quiera en ella, ¡me está oyendo!» Teresa apenas atinaba a gemir moviendo la cabeza, de repente sintió un pringue en una nalga que la hizo gritar, el director le había propinado una nalgada en el glúteo derecho dejando la mano y dedos marcados como una marca que la pringaba, ella bajo la cabeza sobre el escritorio cuando sintió otro en la otra nalga, luego otro, otro hasta que recibió una ración de fuertes nalgadas que le dejaron las dos nalgas completamente rojas parecían que quemaban, el director agrego: «¿No vuelva aquí a menos que te llame, está claro puta esclava?»

Teresa movió la cabeza, pero luego sintió otra nalgada que parecía más fuerte que las anteriores y de nuevo un grito: ¿ESTA CLARO ESCLAVA?»

Teresa levantó la cara del escritorio y volteando dijo: «Si amo.»

«Okey ahora regrese al salón»

Teresa dijo abruptamente: «Cójame amo, no aguanto más.»

Luego de otra nalgada respondió: «Yo decido cuando te voy a coger y con quien, ahora vete a trabajar, y no olvides quiero que tu piel parezca la de un bebe especialmente entre tus piernas y culo.» Entonces se retiró y fue a la silla a sentarse, Teresa con resignación se levantó y luego de acomodar el maquillaje salió rumbo al salón.

Aquel día resulto más largo de lo que ella esperaba, era una mezcla de desilusión y excitación, tratando de concentrase en las clases. Cuando sonó el timbre de salida y ella estaba para salir de nuevo Camila se apareció diciendo: «El tema del día era usted profesora, causo una gran impresión en el colegio pero más en los muchachos.»

Teresa respondió con una sonrisa forzada: «¿Qué significa todo ese espectáculo de ayer?»

Camila respondió sin inmutarse: «Lo del chico, él quería perder la virginidad y estaba dispuesto a pagar.»

«¿Pagar, Que son ustedes prostitutas?»

«Tenemos que recaudar dinero para el club, y es la manera más fácil, lo disfrutamos de hecho.»

«Sí me di cuenta. ¿Dinero para qué?»

«Cualquier cosa que necesite el club, por cierto profesora como hoy es viernes esta noche tenemos una fiesta, vengo a invitarte.»

Teresa miro a la chica con descredito y dijo: «Te has vuelto loca Camila, yo soy una profesora y no puedo ni debo estar presente en una de sus fiestas.»

«Ay profe no te hagas, además yo ya tengo todo solucionado y nadie te va reconocer.»

Teresa ahora estaba intrigada y respondió: «¡Explícate!»

«La fiesta es temprano de 6 a 10 de la noche en el gimnasio del parque que está en el centro.»

«¿En el parque? Pero que yo sepa ahí no se pueden hacer fiestas y menos de las que ustedes hacen.»

«Yo sé pero nadie se va enterar, el parque lo cierran a las cinco y allí no queda nadie, además está prohibido estar en ese lugar luego de las cinco pero siempre se cuelan de alguna manera parejitas a follar luego que está oscuro, nosotros nos vamos a reunir en el gimnasio a puerta cerrada, el club tiene una llave de la puerta principal. A las diez se termina todo porque quedarse luego de esa hora puede ser peligroso. Vamos profe no me hagas quedar mal porque yo les prometí una sorpresa.»

«Estás loca Camila, ¿Cómo sabe que no me van a reconocer?»

Camila vio el interés de la profesora y apresurándose saco de un bolso una peluca pelirroja y un antifaz, entonces ella misma los uso y dijo: «¿Vea profesora, usted me reconocería?»

Teresa vio a la chica con la peluca y el antifaz y dijo: «No»

«Ve profe vamos.»

«No prometo nada, pero si me gustaría que me acompañes a la casa, necesito que me quites el rastrojo que tengo entre mis nalgas.»

«UHM así que fue a ver ese viejo verde. ¿Qué te dijo?»

«Ese desgraciado, vea lo que estoy haciendo por él y ni siquiera me toma en cuenta, lo único que hizo fue golpearme dejando mis nalgas como dos tomates, pero quiere que yo luzca la piel de una bebé y que entrene mi culo como hace tu mamá, que desgraciado.»

«Okey profe vamos.»

Teresa y Camila apuraron el paso para tener más tiempo antes que llegaran sus hijos, cuando llegaron y dejaron todo sobre un mueble Teresa y Camila se metieron al baño y pusieron a llenar una bañera de metal que estaba bajo la ducha, Camila dijo: «Déjame a mí que yo se que hacer.»

Camila se desnudo completamente y Teresa vio como para una jovencita de apenas 15 años su cuerpo era de una mujer adulta, se dejo guiar por la chica que la desnudo y empezó a acariciar sus tetas y coño mientras Teresa apenas miraba y dócilmente se dejaba llevar por la chica. Teresa advirtió a la jovencita que no podían perder tiempo porque sus hijos podrían llegar en cualquier momento.

Camila dejo a Teresa con la piel tan suave como una bebe afeitándola completamente, apenas habían pasado unos minutos desde que Teresa y Camila habían abandonado la habitación y Teresa le había dicho a Camila que sacara un cuaderno y libro y se pusiera a estudiar en la mesa mientras ella hacia algo en la cocina cuando la puerta de la calle se abrió en par y tres muchachos corrieron adentro como si estuvieran jugando a quien entraba primero, cuando entraron vieron a Camila en la mesa de la cocina y a su mamá preparando la cena, hubo un silencio entonces Teresa llamo a sus tres hijos y le presentó a Camila, entonces dijo:

«Vayan y se ponen más cómodos y luego regresen para que acompañen a Camila, mientras yo les preparo algo». Los tres salieron a sus habitaciones y poco tiempo después regresaron, tomaron asientos alrededor de la mesa mientras Camila continuaba haciendo la tarea con la orientación de Teresa. Teresa dijo luego de servir café con galletas a todos y tomar asiento en la mesa acompañando a los chicos: «a partir de hoy ustedes van a ver a Camila bastante seguido por la casa, ya que me ofrecí ayudarla para que se ponga al día con sus estudios, espero que ustedes sean amigos y la traten como si ella viviera aquí en casa, así que coman todo para ver una película.»

Unos minutos después ya parecían amigos de mucho tiempo y Teresa también participo en la charla mientras orientaba a Camila para que terminara la tarea, cuando terminaron la tarea el grupo se levantó y fueron a la sala donde estaba el TV y DVD, Tania busco una de las películas que ella tenía en su habitación. La película terminó apenas pasadas las seis de la tarde y ya se estaba poniendo de noche entonces Teresa dijo a los chicos que ella iba a llevar a Camila a su casa y no se preocuparan si se demoraba.

Ellas salieron de la casa y apenas habían caminado dos cuadras cuando Camila se desvió hacía el parque, Teresa apenas vaciló pero siguió a la chica que luego de caminar otras tres cuadras vieron el parque, Teresa conocía el parque porque a menudo ella y sus hijos y a veces con su esposo pasaban la tarde o la mañana en este; mientras los chicos se divertían jugando con sus amigos en la grama ella disfrutaba caminar alrededor mirando el paisaje que estaba bien cuidado con jardines y un puente que atravesaba un lago artificial, el parque se llenaba de familias especialmente los fines de semana pero era muy normal que los otros días siempre iban aquellos que caminaban o corrían por las caminerías ejercitándose, el parque tenía espacios para jugar en la grama protegidos por arboles grandes, un parque infantil donde jugaban los más pequeños, un área donde habían pequeños locales para vender refrescos u otras chucherías, baños y en una esquina más alejado estaba un gimnasio cubierto con una cancha múltiple. Teresa y Camila llegaron al parque y vieron que algunas personas todavía caminaban alrededor de este por la acera que lo rodeaba aunque adentro se veía vacio y estaba bloqueado por un muro de un metro de altura y sobre éste una baranda todo alrededor hecha de de tubo metálico grueso de metro y medio de altura, las luminarias que daban a las calles alrededor estaban encendidas pero dentro solo se percibía oscuridad. Ellas caminaron por la acera bajo la luz de las lámparas hasta que llegaron a una parte donde no había calle pero si un terreno baldío que iba hacer utilizado para construir un edificio, Camila indico a Teresa que caminarán lentamente hasta que vieron que no había nadie alrededor entonces tomando una mano de Teresa las dos se perdieron en el terreno baldío escondiéndose de la vista de algún transeúnte. El corazón de Teresa parecía que se le iba a salir de pecho por el temor y miedo que sintió por estar en semejante situación, que pasaría si alguien la viera con una jovencita jugando a las escondidas, peor si alguien que la conociera la viera. Cuando se sintió que nadie la había visto y estaba segura Teresa siguió a Camila hasta que la jovencita le indico hacia la esquina; allí el muro estaba roto dejando un hueco grande por donde podrían entrar, Teresa y Camila pasaron y de repente se encontraron en oscuridad rodeadas por el muro y arboles, Camila tomo a Teresa por la mano y la guio por la grama hasta que llegaron a una caminería, la oscuridad ya se estaba apoderando de la noche y apenas se veía el reflejo del camino, Camila guio a Teresa a los baños que estaban completamente a oscuras y cuando entraron a los baños Camila encendió la luz dejando a Teresa encandilada por un momento hasta que se adapto reconociendo el lugar, Camila dijo:

«Quítate esa ropa yo traje algo especial para usted profe.»

Teresa miro con recelo a Camila pero fue por los botones del pantalón de jean que llevaba y luego que soltó los botones de la cintura se bajo con dificultad los pantalones para darle un puntapié, luego tomo el borde de la franela y levantándola se la quitó tirándola encima del pantalón quedando en unas pantaletas blancas grandes, sostenes blancos que cubrían completamente sus melones y zapatos tenis. Camila dijo: «Traje uno de los ridículos vestidos que el director hace llevar a mi mamá en su casa, es perfecto para usted.»

Camila busco y saco una franela blanca y una falda a cuadros pequeña igual al uniforme del colegio, tirándosela a Teresa que la tomo en el aire y luego la detallo para decir: «Que coño es esto Camila, yo no quepo en esto.»

«Póntela nada más, es un equipo de porrista. Pero primero quítate esos ridículos sostenes y pantaletas»

Teresa se quito los sostenes y las pantaletas tirándolas sobre el montón del piso y fue por la mini falda, cuando apenas la falda estaba en sus rodillas se estrecho pero Teresa se esforzó haciendo que la tela se expandiera y con esfuerzo la llevo sobre las caderas quedando el vientre visible y el vuelo de la falda apenas cubría unos cinco centímetros bajo los grandes glúteos dejando un volado justo a la altura de su entrepierna, luego fue por la franela que apenas cubría sus pezones que parecían romper el material, dejando a la vista dos masas de carne blanca redonda que colgaban bajo la tela, Camila llevo a Teresa a uno de los espejos, Teresa no podía creer lo vulgar que se sentía, pero la vista obscena hizo que su coño cobrara vida al instante, Camila de nuevo saco una caja del bolso y dijo: «Cuando termine vas a parecer una de esas putas del colegio.» Camila se puso a maquillar a Teresa, cuando estaba lista dijo a Teresa que se mirara en el espejo. Teresa no podía creer lo que el maquillaje puede hacer la jovencita era una experta y había aplicado maquillaje de tal manera que ella parecía una niña con pecas. Luego Camila puso el antifaz y de nuevo Teresa se miro en el espejo y vio que a menos que se quitara el pequeño antifaz nadie podría reconocerla, Camila dijo:

«Ya no necesita la peluca, vamos hacerte unas colitas y ya, lista para una buena cogida.»

Cuando termino con las dos colitas Teresa se veía como una niña pero con un cuerpo voluptuoso de una mujer, Camila también se puso otro equipo de porrista igual de vulgar que el de Teresa y entonces después de guardar todo y ocultar el bolso ambas se dirigieron a un edificio grande que estaba al fondo, Teresa era un manojo de nervios y excitación, sus muslos en la entrepierna estaba completamente mojada. Cuando llegaron a la puerta que estaba cerrada se escuchaba una bulla adentro, Camila toco dos veces y cuando respondieron con dos toques ella toco de nuevo con tres toques, unos segundos después la puerta se abrió, y Camila tomando a Teresa por la mano la llevo adentro, cuando todos vieron quien había entrado hubo un silencio y luego una algarabía con aplausos y silbidos, Camila dijo: «Yo les prometí una puta para que ustedes la cojan hasta que ella quede desmayada, aquí esta.»

De nuevo aplausos y silbidos, Teresa miro alrededor y habían diez jovencitos todos del colegio y por sus rasgos eran de dieciséis años o menos, incluso estaba el niño que había perdido la virginidad con Camila, los chicos estaban fumando y tomando licor, Camila agrego: «Ustedes saben, no se atrevan a quitarle su disfraz, ese es nuestro secreto.»

Uno de los chicos respondió: «¿Quién es esta puta Camila, nosotros no vamos a decir nada?»

«NO, NO»

«Otro dijo: «¿Es una de las putas de Zanjón?» el zanjón era el barrio donde pululaban las prostitutas buscando clientes por las calles.

«NOOO, esta es carne de primera.»

Otro dijo: «¿Es una mamá así como la puta de tu madre?»

«Es mamá de tres pero no es la mamá de ninguno del colegio.»

Teresa vio que Camila estaba jugando un juego peligroso y le dio un tirón, Camila volteo a Teresa mientras otro dijo: «Es una de las profesoras del colegio» Todos los demás rieron burlándose del chico, uno dijo: «¿Quién Juan acaso la profesora Teresa?»

Teresa seguía tirando de la mano de Camila, cuando uno dijo: «Esa mujer esta súper buena, yo sería capaz de mamarle las bolas a su esposo con tal de cogerme esa mujer.» De nuevo risas y burlas.

Camila interrumpió: «Ya basta de estupideces, van a cogerse esta puta o nos vamos.»

Los muchachos se activaron acercándose mientras Camila soltó la mano de Teresa y dándole un empujón por la espalda la tiro a los diez jóvenes, diciendo: «Ya saben hagan cualquier cosa con ella pero no toquen su antifaz.» Los chicos fueron por Teresa como una manada de lobos sobre la presa y apenas habían pasado unos minutos cuando tenían a Teresa mamando sus vergas en círculo, media hora después Teresa estaba en cuatro mientras los chicos la cogían por turnos en su coño mientras el resto hacia un círculo alrededor de ella moviéndose cada vez que uno vaciaba sus bolas, mientras un chico la cogía los demás estaban ocupados con su cuerpo manoseando sus tetas, nalgas y el que quedaba frente a ella metía su guevo en la boca, Teresa ya estaba entregada a la lujuria y no dejaba de demostrarlo meneándose a ellos. Pasada otra hora los chicos estaban de nuevo haciendo turnos pero esta vez se estaban cogiendo a Teresa por el culo mientras los demás estaban ocupados con el cuerpo de ella. Dos horas después los chicos estaban gastados dejando a Teresa tirada en el suelo mientras se revolcaba recuperándose de los orgasmos que tuvo en apenas dos horas y media y habiendo vaciado a diez jóvenes. Camila fue por Teresa y ayudándola a levantarse salieron del lugar rumbo al baño, Camila dijo mientras

caminaban: «¿Cómo te pareció profe?»

«¿Usted que cree?, esos mocosos son todo unos sementales.»

«Desde ahora vas a hacer una invitada permanente, quizás en el futuro usted sea una miembro del club.»

«Estás loca perra, yo no podría.»

«Okey usted se lo pierde.» Las dos llegaron al baño y luego de Teresa ducharse y vestirse las dos salieron a hurtadillas, cuando salieron a la calle esta estaba vacía y ambas caminaron unas cuadras, entonces se separaron cada una para su casa.


Continuará

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